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segunda-feira, 30 de setembro de 2013

Brasil-Paraguai: astuta diplomacia do Itamaraty? - Editorial ABC Color

El presidente Cartes debe exigir la revisión de la administración de Itaipú por el Brasil

 Editorial ABC Color (Paraguai), 30/09/2013


La sistemática expoliación de que nuestro país es víctima en la usina hidroeléctrica binacional ha echado por tierra la gran expectativa ciudadana de la hora prima. Tan duradera estafa ha convencido al pueblo paraguayo de que los costos para el país en Itaipú superan largamente los magros beneficios que recibe. Tratándose, supuestamente, de una asociación comercial absolutamente igualitaria entre las Altas Partes Contratantes, a cada una de ellas le asiste el derecho de reclamar a la otra la correcta administración del emprendimiento binacional. Es lo que el pueblo paraguayo exige desde hace mucho tiempo. Por eso, la visita que realiza hoy el presidente Cartes al Brasilha despertado justificado interés, pues de su resultado va a depender en buena medida el futuro inmediato de nuestro país.

Como parte de la solución del serio conflicto fronterizo suscitado entre Paraguay y Brasil por la soberanía de los Saltos del Guairá que, de conformidad con el Tratado de límites impuesto a nuestro país por el Imperio del Brasil tras el fin de la Guerra contra la Triple Alianza, se situaban dentro del territorio paraguayo, el 22 de junio de 1966 los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Raúl Sapena Pastor, por Paraguay, y Juracy Magalhaes, por Brasil, firmaron un histórico acuerdo. Por el mismo, Brasilaceptó retirar de la franja de dominio fronterizo las fuerzas militares desplegadas a lo largo de ella en flagrante violación de la ley internacional. Los Saltos del Guairá fueron declarados en condominio y se sentaron las bases para la explotación económica del potencial hídrico inherente a los mismos. La energía eléctrica allí producida sería dividida en partes iguales entre los dos países, reconociéndose a cada uno el derecho de PREFERENCIA para la adquisición de la energía sobrante, o no utilizada, a JUSTO PRECIO. Este acuerdo sirvió de base al posterior Tratado de Itaipú, en el que tramposamente se omitió el bien claro concepto del justo precio, factor determinante para la futura venta de la electricidad por parte de uno de los socios al otro.

Tras cuarenta años de vigencia del Tratado, la arbitraria y excluyente administración de la usina binacional por parte de las autoridades brasileñas a ella asignadas, con la repudiable connivencia de sus pares paraguayos, ha hecho que la deuda de la entidad binacional trepara a cifras astronómicas, mitad de la cual continuará siendo injustificadamente pagada por el Paraguay hasta el año 2023, de conformidad con la antipatriótica convalidación de la misma por el gobierno de Juan Carlos Wasmosy en 1997. La sistemática expoliación de que nuestro país es víctima en la explotación de la usina hidroeléctrica binacional ha echado por tierra la gran expectativa ciudadana de la hora prima. Tan duradera estafa ha convencido al pueblo paraguayo de que los costos para el país en Itaipú superan largamente los magros beneficios que recibe. Tratándose, supuestamente, de una asociación comercial absolutamente igualitaria entre las Altas Partes Contratantes, a cada una de ellas le asiste el derecho de reclamar a la otra, en cualquier momento, la correcta administración del emprendimiento energético binacional. Es lo que el pueblo paraguayo exige desde hace mucho tiempo.

Por eso, la visita que hoy realiza el presidente Horacio Cartes a Brasilia para entrevistarse con la Primera Mandataria de ese país ha despertado justificado interés público, pues de su resultado va a depender en buena medida el futuro inmediato de nuestro país, no solo en lo concerniente al Mercosur, sino también y prioritariamente en Itaipú. Entre las principales reivindicaciones que el pueblo paraguayo viene reclamando desde hace décadas se cuenta la corrección de las arbitrarias asimetrías vigentes en la administración de la usina binacional, la implementación del justo precio acordado en el Acta de Foz de Yguazú –que forma parte del Tratado– y la revisión de la abultada deuda del ente cuya mitad viene pagando nuestro país sin haber tenido participación en la toma de las equivocadas decisiones financieras que llevaron a tan catastrófica situación, como claramente lo demuestra el reciente informe preliminar del destacado economista norteamericano Jeffrey Sachs, e implícitamente admitido por el propio director general brasileño, Jorge Samek, al culpar a la Argentina por supuestamente haber obligado al Gobierno brasileño a buscar fuentes onerosas de financiación para construir la represa, tanto dentro del país como afuera, en vez de recurrir a préstamos a largo plazo y bajas tasas de interés del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Obviamente, hasta ahora se ignora la estrategia diplomática adoptada por el presidente Cartes con relación al Gobierno del vecino país, en particular con relación a Itaipú, pero existen sobradas razones para creer que ella se centrará en la reivindicación de nuestra conculcada soberanía energética en la usina binacional, incluyendo el derecho de preferencia de venta de la electricidad paraguaya a un justo precio, como queda señalado precedentemente. A estar por la astuta diplomacia deItamaraty, razonablemente podemos especular que la respuesta que a priori le dará la Mandataria brasileña a nuestro Presidente será la consabida: que hay un tratado firmado que debe ser cumplido y que todo lo actuado por las autoridades brasileñas del ente binacional ha contado con la aprobación de sus pares paraguayos; lo cual es cierto, lamentablemente. Por consiguiente, el presidente Cartes debe estar prevenido en cuanto a, que de buenas a primeras, cualquier reclamo puntual que altere el privilegiado e indebido statu quo que Brasil viene sosteniendo a ultranza en la administración del ente binacional va a encontrar fuerte resistencia por parte del Gobierno brasileño.

El presidente Cartes le ha prometido al pueblo paraguayo un “nuevo rumbo” en la conducción del país. Esto quiere decir que está determinado a no caer en las tentaciones crematísticas, ni en la falta de visión y coraje que como estadistas debieron tener sus predecesores y que, lamentablemente, no lo tuvieron. Se contentaron con las migajas con tufo a sobornos que el Gobierno brasileño les propinó para que engulleran y callaran. Antes que aceptar espejitos, o ceder ante la coercitiva diplomacia brasileña, el Primer Mandatario paraguayo debe tener el coraje de advertirle a la presidenta Rousseff de que si después de cuatro décadas de inicua explotación neocolonialista, Brasil no revé su inamistosa política en perjuicio de los intereses del pueblo paraguayo en Itaipú, el Paraguay está decidido a buscar justicia ante los tribunales internacionales. Los paraguayos tenemos profundos motivos para sentirnos indignados y humillados con la política brasileña en la entidad binacional. Después de todo, el Tratado fue a todas luces un acuerdo leonino negociado entre dos gobiernos dictatoriales, a espaldas de sus pueblos e impuesto por la fuerza en nuestro país, con persecuciones políticas de por medio. A causa de eso, el Paraguay, que luchó heroicamente durante cinco años contra la triple alianza de Brasil, Argentina y Uruguay en defensa de su soberanía, la ve hoy arbitrariamente conculcada en el emprendimiento binacional, por cuya causa no recibe igual parcela de beneficios económicos que Brasil, los que sobradamente le hubieran permitido emerger como país en pujante desarrollo.

El compromiso básico del presidente Cartes con el pueblo paraguayo es mantener a toda costa su promesa del “nuevo rumbo” que se ha propuesto en la conducción del país en procura del crecimiento económico, la moralización política y el refinamiento de la política exterior de la República. Esto implica que la estrategia diplomática de su gobierno va a diferenciarse absolutamente de la de sus predecesores. Consecuentemente, es de esperar que por ninguna razón incurra en el desafortunado error de los expresidentes Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, quienes, tras prometer al pueblo el oro y el moro con relación a Itaipú, se contentaron con aceptar miserables limosnas y un cúmulo de promesas jamás cumplidas.

Asumiendo el sentimiento público, podemos afirmar con propiedad que el presidente Cartes no lleva hoy a Brasilia una mera agenda presidencial, sino un claro mandato popular: el fin de las desigualdades con las que el Brasil nos agrede día a día en el leonino Tratado de Itaipú.

segunda-feira, 2 de setembro de 2013

Paraguai, moderado, de volta ao Mercosul e a Unasul - ABC Color

ABC Color, 02 DE SETIEMBRE DE 2013 13:34


“Ya estamos en el Mercosur”

El canciller paraguayo Eladio Loizaga dijo que Paraguay “ya está en el Mercosur”, solamente que con una participación limitada. Reconoció que hubo avances en la relación con Venezuela.
“Nosotros ya estamos en el Mercosur, nuestra participación solo tiene una limitación del Congreso”, expresó hoy el ministro de Relaciones Exteriores.
Dijo que tras la cumbre de Unasur de jefes de Estado en Surinam, Paraguay logró fortalecer las relaciones diplomáticas con los países que no asistieron a la asunción del presidente Horacio Cartes, especialmente con Venezuela.
Loizaga destacó la actitud del mandatario venezolano Nicolás Maduro, lo que significó un avance para ambos países. Adelantó que próximamente se tendrán otras reuniones para “seguir avanzando”.
“Aquí no se abdicó ningún principio ni se compensó la dignidad paraguaya con nada, eso quiero dejar bien claro”, manifestó el canciller en contacto con Radio Ñandutí. Dijo que lo último que se agotará es el diálogo, y que se buscará la vía más prudente para reestablecer las relaciones.
Cartes participó en su primera actividad como mandatario en el exterior en la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y oficializó su reingreso al bloque, del que fuera suspendido tras el juicio político a Fernando Lugo.
Paraguay fue suspendido por la misma causa del Mercado Común del Sur (Mercosur). Luego, sin su participación, se aprobó el ingreso de Venezuela como país miembro, hecho que se retrasaba por la oposición del Congreso paraguayo.

quinta-feira, 29 de agosto de 2013

O Brasil e a nao-intervencao: ABC Color lembra a intervencao nos assuntos internos do Paraguai

Dilma dice que su gobierno “no interfiere en vida de otros países”
ABC Color (Paraguai), 29/08/2013

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó ayer que su gobierno no interviene en asuntos internos de otros países, a poco más de un año de que, junto a los otros miembros del Mercosur y Unasur buscara impedir que el Paraguay cambiase el gobierno que, en ese momento, le era adicto.

“No interferimos en la vida de otros países, no colocamos la vida de quien quiera que sea en riesgo, adoptamos rigurosamente el concepto de la no intervención y solo respaldamos acciones excepcionales si pasamos por el debido escrutinio de la ONU”, dijo Dilma Rousseff, olvidando obviamente lo que su gobierno llevó a cabo hace poco más de un año en el Paraguay.

En Sudamérica, dijo Rousseff, “somos 12 países hermanos, iguales en derechos, merecedores del mismo respeto, democráticos, en un continente como el nuestro, que estuvo marcado por dictaduras y que hoy vive un estadio de modernización política”.

El año pasado, en junio de 2012, una “patota” de cancilleres llegó hasta el “hermano” Paraguay para intentar impedir que sus representantes políticos (el Congreso) aplique una norma de la Constitución paraguaya (el juicio político) para cambiar legalmente a un presidente que le era adicto, el entonces mandatario Fernando Lugo.

Estas declaraciones las pronunció la Presidenta en el Palacio del Planalto durante la ceremonia de toma de posesión del nuevo canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, en reemplazo de su predecesor Antonio Patriota, quien fue el enviado de Rousseff al Paraguay en 2012.

El relevo en Itamaraty se produjo luego de la huida de la Embajada del Brasil, en La Paz, del senador opositor boliviano Roger Pinto, asilado en esa legación desde hacía más de un año.

Esa acción, según el Gobierno brasileño, no contaba con el conocimiento ni consentimiento del Ministerio de Relaciones Exteriores ni de la Presidencia del Brasil.

La gobernante brasileña reiteró la postura oída frecuentemente en las alocuciones oficiales referentes a las relaciones internacionales en la región.

“El fundamento de nuestra política externa es la relación armoniosa y respetuosa con nuestros hermanos latinoamericanos, a ellos siempre debemos dar lo mejor de nosotros, la mayor de nuestras prioridades es la integración regional”.

La Presidenta brasileña realizó estas declaraciones en relación al caso ocurrido con el senador boliviano, días atrás.


Sus palabras, no obstante, hacen referencia a los “12 países hermanos” de Sudamérica, donde queda incluido el Paraguay, una nación que aún recuerda la intervención brasileña (y de otros países) en sus asuntos constitucionales, tras lo cual fue suspendido de diversos órganos internacionales, en un intento de aislarlo diplomáticamente, al haber cambiado de Gobierno, en contra de lo que aquellos países pretendían.

segunda-feira, 19 de agosto de 2013

Paraguai, Mercosul: stand-by, em todos os temas... - ABC Color

Senado no obstaculizaría el retorno al Mercosur, dice titular del Congreso
 ABC Color (Paraguai), 17/08/2013

Si el Ejecutivo marca una hoja de ruta, el Senado apoyaría el retorno al Mercosur, dijo ayer el titular del Congreso, Julio Velázquez. Sin dar detalles, expresó que el gobierno de Cartes “planteó algunos temas y se está buscando esa reivindicación”.

Ante una consulta periodística, Velázquez manifestó que no recibió ninguna nota de parte del presidente de Venezuela y pro témpore del Mercosur, Nicolás Maduro, en la cual supuestamente le abre las puertas al Paraguay para su retorno al bloque.

El regreso de Paraguay al Mercosur tropieza con dos visibles obstáculos: primero de orden constitucional porque la Cámara de Senadores de nuestro país rechazó el 23 de agosto de 2012 el Protocolo de Adhesión de Venezuela como socio pleno. Es decir, el Estado paraguayo no aprobó su ingreso y pese a ello Argentina, Brasil y Uruguay (los tres socios restantes) violaron el Tratado de Asunción y lograron la adhesión venezolana. Pero antes suspendieron a Paraguay supuestamente porque con la destitución del presidente Fernando Lugo el 22 de junio de 2012 se produjo un quiebre democrático.

El segundo problema es que la Cámara de Diputados de nuestro país declaró el 28 de junio de 2012 persona no grata al entonces canciller Maduro (hoy presidente) por amenazar al Parlamento durante el desarrollo del juicio político a Lugo e intervenir en asuntos internos.

La medida de la Cámara Baja fue planteada sobre tablas y tuvo el apoyo de prácticamente todo el pleno. La única que se opuso fue la diputada luguista Aida Robles, quien pidió dejar constancia de su postura.

Embajadas
Velázquez manifestó también que el Senado está atento a los candidatos a embajadores paraguayos que remitirá el Ejecutivo para cubrir las vacancias en las embajadas de la región.

Canciller ratifica la postura de pedir respeto a la legalidad en el Mercosur
El canciller Eladio Loizaga, en su discurso de posesión al cargo, expresó ayer que “Paraguay quiere convivir en una sociedad internacional, donde se respete el estado de derecho” y en que la igualdad jurídica “sea una realidad y no una mera declaración”. Reivindicó el derecho de tránsito de los ríos internacionales.

Con la presencia de prácticamente todos los excancilleres, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores asumió ayer el cargo en un acto realizado en el salón principal del Palacio Benigno López. Tras recibir formalmente el cargo, inició su discurso recordando que la política exterior la trazó el presidente de la República, Horacio Cartes, antes de asumir, en su comunicado del 12 de julio pasado, donde pedía el respeto del estado de derecho y cuestionaba la legalidad del ingreso de Venezuela al bloque.

Loizaga dijo que en el documento, divulgado tras la finalización de la Cumbre del Mercosur en Uruguay, señalaba claramente que nuestro país quiere convivir en una sociedad internacional donde “la autodeterminación de los pueblos sea respetada en la misma dirección que todos queremos que sea, que la soberanía de nuestro país no sea en ningún momento puesta en duda ni socavada”.

El secretario de Estado dijo que con el apoyo de los excancilleres se “irá construyendo una política internacional de Estado, teniendo en cuenta los intereses más importantes de nuestro país, que es el respeto que merecemos de transitar libremente por los ríos internacionales como país sin litoral consagrado en las normas y tratados internacionales, como las Naciones Unidas”.

Instó a los diplomáticos
Loizaga hizo un llamado a los funcionarios diplomáticos de la Cancillería “a respetar la carrera”. “Les pido que pongan toda la voluntad. Aunemos esfuerzos porque lo que hagamos bien es para el bien del país y lo que hagamos mal es el mal para todos nosotros”, subrayó.

Fernández es asesor
El exministro de Relaciones Exteriores del gobierno anterior, José F. Fernández Estigarribia señaló en su discurso que el canciller Loizaga asume una Cancillería que prestó un invalorable servicio al país en momentos difíciles. Dijo que la secretaría “cree que la mejor forma de integración es el respeto de la autodeterminación de los pueblos”.

Fernández informó a los periodistas que volverá a su cargo de asesor jurídico de la Cancillería. El diplomático aseguró que desconoce si irá al servicio exterior.

ABC Color (Paraguai) - Cartes dice que hay voluntad para resolver la crisis en el Mercosur

El presidente de la República, Horacio Cartes, brindó ayer su primera conferencia de prensa a medios nacionales e internacionales. Habló de los más diversos temas. Indicó que hay voluntad para resolver la crisis con el Mercosur, defendió la designación de sus colaboradores y pidió a los colorados un “poco de crédito”. Dijo también que en las binacionales hay que ser firmes y serios para tener resultados.

Cancilleres buscan arreglo
Uno de los temas recurrentes ayer en la conferencia de prensa del Primer Mandatario fue el conflicto que mantiene el Mercosur con nuestro país. Empezó el tema aclarando que no recibió ninguna carta del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como publicaron agencias internacionales, y confirmó que en breve visitará el Brasil. Reveló también que en las conversaciones que tuvo con las presidentas de Brasil y Argentina durante los actos de asunción de mando encontró la mejor predisposición para buscar una salida al conflicto. “Nosotros hemos hablado tanto con la Presidenta del Brasil como con la de Argentina.


Hemos hablado de Venezuela, y a ambas presidentas les dije: ‘Nuestra predisposición es total. Nosotros tenemos un problema jurídico a arreglar. Apelé al conocimiento y experiencia de ambas Presidentas para pedir a nuestros cancilleres, que ya han iniciado gestiones para que vayan encontrando la solución, porque acá lo que importa es, sobre todo, que haya predisposición... Hay problemas, puntos a solucionar jurídicamente. Es el tema (en) que Paraguay tuvo una posición. Y pedí colaboración a ellas, ya han empezado a trabajar. A veces el tiempo es el mejor médico”, aseguró.

domingo, 21 de julho de 2013

Mercosur: to be or not to be: drama hamletiano no Paraguai (sobrandopara o Brasil)

Fuertes críticas al Mercosur y al Brasil en panel debate

Los escenarios políticos, económicos y jurídicos que se plantearán si Paraguay decide abandonar o no el bloque, se analizó en la conferencia: “Mercosur: to be or not to be?”, organizada por la Cámara de Comercio Paraguayo-Americana. Uno de los panelistas, el excanciller uruguayo Sergio Abreu, dijo que el cinismo, prepotencia y vulnerabilidad jurídica llevan al bloque rumbo al abismo.

La conferencia se llevó a cabo ayer en el hotel Sheraton de Asunción y contó con la presencia de empresarios, políticos, académicos y exdiplomáticos, entre otros. Uno de los participantes del panel, el excanciller nacional José Antonio Moreno Ruffinelli señaló que el retorno al Mercosur debe realizarse solo a condición de que se respete el estado de derecho, el derecho internacional y no que “lo político esté por encima de lo jurídico”. Indicó que mientras tanto nuestro país debe esperar y fortalecer las relaciones bilaterales.

“La dignidad no se negocia. El pragmatismo no es agachar la cabeza. Es una indignidad inadmisible. Lo que pedimos es que rija el estado de derecho. Solo el derecho salvará el Mercosur”, manifestó Moreno Ruffinelli.

En la ocasión, en medio de humoradas y risas entre los participantes, los organizadores de la conferencia exhibieron el video donde el expresidente Fernando Lugo aceptó públicamente someterse al juicio político del Congreso, que finalmente lo destituyó el 22 de junio del 2012.

Por su parte, el excanciller del Uruguay y actual senador por el Partido Blanco, Sergio Abreu, lanzó fuertes críticas al Brasil y en especial a Marco Aurelio García, asesor internacional de la presidenta Dilma Rousseff. Dijo que el funcionario brasileño “es el gran entremetido de América Latina”. Afirmó que García interpreta las constituciones de los países de la región. “La hipocresía brasileña, su esquizofrenia, delirio de intervenir en los asuntos de otros estados, como la llegada de los cancilleres de la Unasur al Paraguay. El Mercosur se cayó de Maduro”, sostuvo Abreu. El político uruguayo aseveró que al Paraguay se le va respetar porque, si no hay seguridad jurídica, el proceso de integración “no camina”.

“Se debe volver al principio de igualdad ante la ley. La coherencia de respetar el derecho de todos, pero sobre todo de los más débiles. El país chico no tiene que callarse. Ahora vemos que nadie se anima a enterrar el bloque, están buscando el taxidermista para embalsamarlo”, cuestionó.

terça-feira, 3 de julho de 2012

ABC Color (Paraguai) pinta tudo de negro (perdao, pela piada infame...)

Quando a situação é caótica, melhor contar uma piada para relaxar, não é mesmo? Ops, não confundir relaxar com o post anterior, que falava do Mercosul violado...
Em todo caso, este importante jornal paraguaio, que sempre foi violentamente antibrasileiro (talvez sem motivos), tem agora motivos de sobra para ser virulentamente antibrasileiro, ou melhor, anti-governo brasileiro, já que fala bem dos brasiguaios...
Paulo Roberto de Almeida 

03 DE JULIO DE 2012

Dilma traicionó al Paraguay por negocios con Venezuela



Editorial ABC Color, 3 Julio 2012
En sinceras declaraciones a la radio uruguaya “El Espectador”, el canciller de esa nación vecina, Luis Almagro, dijo, con nombre y apellido, que la principal responsable del golpe institucional dado en el Mercosur para meter por la ventana a Hugo Chávez al proceso de integración regional fue la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff.
“Todo comienza con un pedido de la presidenta Dilma Rousseff, y de esa reunión sale este acuerdo. La iniciativa fue más bien brasileña, el posicionamiento de Brasil fue decisivo en esta historia”, sostuvo el jefe de la diplomacia oriental, tras adelantar que abriga las mismas dudas de la oposición uruguaya “sobre la legalidad del procedimiento” que posibilitó el irregular ingreso de Venezuela al Mercosur, sin contar con la ratificación del Congreso paraguayo.
Ahora bien, ¿qué hubo detrás de la insistencia a sus pares de la presidenta Rousseff para que esto se llevara adelante a puertas cerradas y a tambor batiente en la última cumbre del bloque, celebrada en Mendoza? Puro interés económico-comercial. Nada del rosario de principios democráticos que fueron alegados con inusitada firmeza y “convicción” para suspender la participación paraguaya del bloque tuvo la más mínima invocación cuando se trató de abrir la ventana para que Chávez se colara en el Mercosur.
El desembarco del gorila bolivariano al Mercosur –al que el Congreso paraguayo se oponía tenaz y estoicamente– implica para el Brasil contar como aliado político de primer orden al quinto exportador mundial de petróleo y asegurarse el acceso a un mercado de 29 millones de personas con necesidades de todo tipo que las empresas estatales creadas al efecto se encargarán de importar y distribuir en Venezuela.
Venezuela es un país inmensamente rico por sus recursos en hidrocarburos, pero con un pueblo sumido en la pobreza y el desempleo a causa del desgobierno y la irresponsabilidad de un déspota que despilfarra a troche y moche por el mundo entero la riqueza de esa nación en sus delirios por convertirse en un líder de ascendencia internacional.
En aplicación de ese engendro que él dio en llamar “bolivarianismo socialista del siglo XXI”, una suerte de copia bananera del marxismo dogmático, dispuso una monstruosa cantidad de expropiaciones y nacionalización de todo tipo de empresas productivas, con las cuales la existencia de la propiedad privada en la nación sudamericana es prácticamente nula y carece de toda garantía o protección.
Esta persecución y atropellos tuvieron un impacto mortal en el aparato productivo del país, que se vio reducido a su mínima expresión, hasta el punto que la carestía de alimentos es una realidad constante en Venezuela. La situación de estrechez, inseguridad y falta de empleo de la mayoría de los venezolanos contrasta con la vida de abundancia y derroche que lleva la “nomenklatura” chavista, comenzando por su familia.
Ese triste panorama del desabastecido pueblo venezolano es el que la presidenta Dilma Rousseff quiere aprovechar para sacarle petróleo y dólares al gorila bolivariano al mismo tiempo de venderle todo tipo de productos industriales, sobre todo en el rubro alimenticio.
Por esa indignante razón es que la mandataria brasileña traicionó al pueblo paraguayo y a los cerca de 400.000 paraguayos de origen brasileño que hallaron en nuestra tierra un lugar donde radicarse, trabajar, progresar y tener a sus hijos. Nada le importó ni tuvo en cuenta que representantes de estos esforzados ciudadanos fueran a Brasilia para implorarle que tuviera en consideración la grave situación de inseguridad de sus bienes y sus vidas que aquí estaban enfrentando, y evitara a toda costa tomar represalias políticas contra un gobierno que está dando muestras de real y efectivo compromiso con la defensa de la propiedad privada.
En su desmedida ambición, la presidenta del Brasil no reparó en consideraciones legales de ningún tipo. Como ella bien lo sabe, el Tratado de Asunción, en su artículo 20, dispone que cualquier solicitud de ingreso de nuevos socios al Mercosur “será objeto de decisión unánime de los Estados Partes”, y Paraguay, aunque suspendido ahora por ilegítima decisión de sus “socios”, continúa siendo miembro del bloque.
Lamentablemente, en esta oportunidad, como en tantas otras, primaron intereses de orden estrictamente crematístico. Sin embargo, el hecho de haber avasallado el derecho comunitario y haber entregado vilmente al Paraguay a cambio de las riquezas sin cuento del delirante gorila Chávez implica una grave y profunda herida al proceso de integración regional.

domingo, 2 de outubro de 2011

A miragem do Mercosul - Editorial ABC Color (Paraguai)

Do final de junho, mas com argumentos ainda válidos...
Paulo Roberto de Almeida 



La mentira de la integración
Editorial: ABC Color (Asunción), 30/06/2011

Dos décadas después de haberse firmado en nuestra capital el tratado que dio origen al proceso de integración regional, Asunción volvió a ser el escenario de una Cumbre presidencial del Mercosur. Desafortunadamente, esta no revistió la trascendencia de aquel destacado evento fundacional, celebrado el 26 de marzo de 1991. No solamente porque la máxima representante de uno de los Estados Miembros no acudió a la cita, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, sino porque ninguno de los relevantes principios que fueron invocados hace dos décadas para promover nuestro común desarrollo económico y social ha sido puesto en práctica hasta la fecha.

Dos décadas después de haberse firmado en nuestra capital el tratado que dio origen al proceso de integración regional, Asunción volvió a ser el escenario de una Cumbre presidencial del Mercosur. Desafortunadamente, esta no revistió la trascendencia de aquel destacado evento fundacional, celebrado en la sede del Banco Central del Paraguay el 26 de marzo de 1991. No solamente porque la máxima representante de uno de los Estados Miembros no se dio cita al encuentro, la presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sino porque ninguno de los relevantes principios que fueron invocados hace dos décadas para promover nuestro común desarrollo económico y social ha sido puesto en práctica hasta la fecha. Hasta el propio Fernando Lugo se vio forzado a reconocer los “retrocesos” registrados en el proceso.

Es así como ayer los presidentes se encontraron en la misma ciudad y en el mismo punto del que partimos hace veinte años. A él retornaron sus actuales protagonistas con las manos vacías y las palabras huecas. Se dijo que el Mercosur sería, a partir del 31 de diciembre de 1994, un Mercado Común. Pues no lo es. Se estableció que en él habría libre circulación de bienes, servicios y factores productivos. Pues no la hay. Se dispuso la creación de un arancel externo común. Pero él es constantemente perforado por los cuatro miembros. Se ordenó la coordinación de políticas macroeconómicas. Pero no existe. Se pidió armonizar las legislaciones en las áreas pertinentes. Pero ello solo se cumplió en una parte mínima.

¿Cómo se llegó a esta situación actual? Porque mientras en cada cumbre iba aumentando la escalada retórica de la integración, simultáneamente la realidad de los hechos se encargaba siempre de desmentir las promesas formuladas profusamente por nuestros mandatarios. Además, por egoísmo y espíritu imperialista, los socios mayoritarios del bloque, Argentina y Brasil, que tenían que haber sido los motores que impulsaran todo el proceso integrador, prefirieron anteponer sus intereses nacionales al bien comunitario.

Basta mirar lo que permanentemente le sucede a nuestro país en el Mercosur para sacar una conclusión al respecto. La liberalización del comercio dentro del bloque continúa siendo una utopía para el Paraguay, que periódicamente sufre trabas a su comercio exterior a causa de las recurrentes trabas paraarancelarias que le aplican argentinos y brasileños, hasta por medios intimidatorios como el oprobioso bloqueo portuario contra buques de bandera paraguaya impuesto a fines del año pasado por un grupúsculo de sindicalistas argentinos, envalentonados por un mal disimulado apoyo de su propio gobierno en manos de la señora presidenta de ese país, que no vino tal vez por evitar que se le pregunte sobre ese y otros tema urticantes de la relación bilateral.

Un proteccionismo salvaje por parte del Brasil prácticamente ha hecho colapsar la incipiente industria de neumáticos reprocesados en nuestro país, forzando a los empresarios del sector a sepultar sus ilusiones, acabar con sus perspectivas y despedir a cientos de paraguayas y paraguayos que trabajaban en sus fábricas.

Una voracidad sin límites de nuestros vecinos nos impide el uso legítimo de nuestros recursos energéticos, porque la remanida retórica integradora –reiterada ayer hasta el hartazgo– ni siquiera ha logrado mitigar el perjuicio que nos produce la sistemática explotación neocolonialista aplicada por Brasil y Argentina en la administración de las usinas hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, al amparo de leoninos tratados concertados a espaldas del pueblo por los dictadores militares de turno.

Basta citar que, a causa de ello, hasta ahora el Paraguay no puede exportar su energía eléctrica excedente al Uruguay ni a Chile, por las insalvables dificultades que pone el Gobierno argentino para facilitar el usufructo de sus redes de interconexión eléctrica. Bien que ellos y los brasileños intercambian campantemente a precio de mercado nuestra energía eléctrica producida en Itaipú y Yacyretá a través de la central transformadora de Garaví, en abierta violación de los sendos tratados que tienen con nuestro país.

También avasallando disposiciones del propio Tratado de Asunción, funcionarios argentinos de cuarta categoría, argumentando impedimentos de carácter fitosanitario o de cualquier otra índole artificial, se permiten la osadía de frenar en las fronteras el paso de centenares de camiones con hortalizas paraguayas, haciendo de esta manera que el fruto del trabajo de humildes campesinos de nuestro país acabe pudriéndose y tirado a un basurero a causa de la altanería de burócratas despiadados.

Estos son claros ejemplos de cómo el Mercosur, en vez de facilitar una repartición equitativa de los beneficios de las usinas hidroeléctricas mediante una asociación energética estratégica regional, tiende más bien a consolidar una entente entre los socios más grandes, en directo perjuicio del Paraguay e, indirectamente, también del Uruguay.

Por esta razón, en esta ocasión de la Cumbre del Mercosur, el pueblo paraguayo reclamó, por intermedio de sus legítimas autoridades, la eliminación de esta sistemática política de mala vecindad para con el Paraguay. Nuestros vecinos debieran comprender que ha llegado el momento de dar un giro geopolítico en sus relaciones con nuestro país, de modo que ayuden a cicatrizar las dolorosas heridas del pasado histórico, constantemente reabiertas a raíz de la aplicación de medidas inamistosas y abiertamente violatorias del Tratado de Asunción, fundamentalmente en los puntos fronterizos.

Mientras tanto, hacemos cuestión de valorar y agradecer la fraterna y constante política de amistad y cooperación tradicionalmente brindada a nuestro país por el gobierno de la República Oriental del Uruguay, en la figura de don José “Pepe” Mujica, el ex líder guerrillero que supo demostrar a su pueblo y a la comunidad internacional que, en vez de reprimir las ansias populares, hay que luchar por liberarlas y hacer que suban hasta la superficie, a fin de construir una verdadera democracia.

El día que Argentina y Brasil renuncien a su afán de sometimiento de los más débiles; el día que expresen una verdadera intención de promover una integración realmente basada en criterios de equidad y justicia para todos los que formamos parte del proceso; el día que antepongan el bien colectivo a sus políticas hegemónicas, ese día los paraguayos creeremos en las palabras que sus mandatarios pronuncian en este tipo de cumbres. Mientras tanto, mientras la verdadera integración no se sustancie en la realidad de los hechos, seguiremos considerándolas mentiras vulgares pronunciadas en discursos baratos con los que ya a ningún paraguayo es posible seguir engañando.

quarta-feira, 26 de maio de 2010

ABC Color: um jornal paraguaio contra a democracia prostituida

O ABC Color é o mais jornal importante do Paraguay e mantem uma decidida atitude antibrasileira, em defesa de um estrito nacionalismo paraguaio. Em um editorial de 7 de outubro de 2007, publicado em sua primeira página, com o título em amarelo, o jornal condena as experiências polulistas, autocráticas (leia-se Venezuela) e antidemocráticas em curso em vários países da região.
Seu ponto básico aqui é a oposição ao ingresso da Venezuela no Mercosul, que o editorialista considera unicamente do ponto de vista da cláusula democrática (esquecendo-se completamente das demais condições econômicas e regulatórias que a Venezuela tampouco cumpre), mas parece desconhecer que o Congresso brasileiro já aprovou esse ingresso
PS.: Agradeço ao leitor anônimo que corrigiu a data da publicação original desse editorial, primeiramente considerada como sendo contemporâneo do recebimento do material de fonte confiável, quando ele vem de três anos atrás.
Paulo Roberto de Almeida

Democracia puta
ABC Color, Paraguay, 07.10.2007

En estos días actuales las democracias latinoamericanas pasan por una dura prueba, pues con los mismos mecanismos de competencia electoral libre y plural algunos líderes izquierdistas que ganan elecciones se hacen del poder legítimo y desde el día siguiente de su triunfo comienzan a ejecutar sus proyectos de acabar con el sistema político mediante los cuales accedieron su mando. La eliminación de las normas que limitan el período presidencial es su primera meta a conquistar.

Tienen la intención de eternizarse en el poder y, con ello, reventar la democracia entendida como la rotación permanente de proyectos políticos y de personas. Pretenden excluir para siempre a todo el que no esté adherido a su partido.. Construyen dictaduras con fórmulas 'democráticas' y, cuando se sienten fuertes y disponen de los medios, inician el segundo plan: la exportación de su 'revolución'.

Internamente, su primera víctima son las Fuerzas Armadas, de la cual se excluye a todo militar q ue no merezca la completa confianza del nuevo único líder.. Una purga general despoja a las Fuerzas Armadas de los jefes y oficiales institucionalistas, dejándola a cargo de 'los leales'. Después arremete contra el Poder Judicial, realizando las mismas tareas depuratorias para luego, ya con los principales resortes controlados, iniciar el proceso de desmantelamiento de la prensa no alineada y la supresión progresiva de la libertad de expresión.

El resultado final de este procedimiento es la anulación completa, si no la supresión definitiva de toda idea, doctrina, orientación partidaria o movimiento contrario a la ideología oficial de la nueva dictadura. Sucumbe la libertad en todas sus formas tradicionales y lo que resta es un pueblo indefenso sometido a sus nuevas cadenas. Se confía en que el transcurso del tiempo borrará pronto el recuerdo de la democracia anterior y el beneficio del goce de sus libertades y, entonces, un pueblo atontado, obligado a trabajar para sobrevivir y para alimentar al Partido, a reprimir sus dudas, inquietudes y oposiciones, acabará convertido en un dócil rebaño de borregos, como bien recordamos los paraguayos que vivimos la era stronista.

Este es el proceso en marcha que vemos actualmente en el panorama político de Venezuela, Bolivia y Ecuador. En particular y más claramente en la primera, donde Hugo Chávez, con ya una década de gobierno, se apresta a dar el golpe final haciéndose coronar gobernante vitalicio imponiendo en el país una nefasta dictadura de corte marxista al estilo del que triunfara y se impusiera en Rusia en 1917, desconociendo el triste final que esos sangrientos regímenes tuvieron después de seis décadas de explotar y oprimir a sus pueblos, asesinar a sus adversarios y poner en grave riesgo la paz mundial.

Hugo Chávez, un dinosaurio que surgió de las cavernas más oscuras de la historia, está a punto de convertirse en amo y señor definitivo de la suerte de su pueblo y de los cuantiosos recursos económicos de su país, excluyéndose de toda competencia real y suprimiendo todo obstáculo que pueda interponerse entre él y su proyecto de vitaliciado. Tiene, además, el dinero necesario para comprar voluntades y pagar el precio de 'lealtades', dentro y fuera de su país.

Chávez es un dictador, pero UN DICTADOR MUY RICO; dispone hoy del poder absoluto de hacer con el dinero producido por el petróleo lo que se le antoje; ya no tiene encima ninguna contraloría, nadie a quien deba rendir cuentas. Con su gruesa petrobilletera recorre ahora América Latina y financia partidos, movimientos, organizaciones sociales y campañas electorales. Lo que no puede comprar, lo alquila o neutraliza. Al gobierno argentino le compra bonos del tesoro de Kirchner que nadie quiere y así puede exhibir sus sonrisas de complicidad, aplausos y abrazos, pasear libremente por ese país pronunciando encendidos discursos llamando a la 'revolución popular' y haciendo otros teatros para exportar su dictadura. Entre los cuales figura en lugar prioritario su desesperada intención de introducirse en el Mercosur para, una vez dentro de él, agilizar su intervencionismo en la política interna de los países miembros, con los cuales ya no tiene ninguna afinidad, porque mal que bien, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay continúan rigiendo principios básicos del estado de derecho, del régimen democrático y de libertades públicas. Chávez va a pagar en efectivo por su ingreso y tiene billetes a patadas. Quiere comprarles a Brasil y Argentina lo más barato posible la legitimidad internacional que su pertenencia del Mercosur cree le va a proporcionar. La pregunta que continuaremos formulando una y otra vez es ¿para qué sirve el Protocolo deUshuaia que pretendió establecer un compromiso para todos sus estados miembros de conservar intactas las instituciones democráticas? En este documento Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay declaran que 'La plena vigen cia de las instituciones democ ráticas es esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Partes del presente Protocolo' (Art. 1) y se comprometen formalmente a que 'toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados Partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes' (Art. 3).

¿Van a admitir a Venezuela, cuyo dictador por anticipado ya se excluyó de dichas cláusulas? ¿O lo van a admitir primero para luego aplicarle la 'Cláusula Democrática'? El absurdo y el ridículo rodean a esta intención de prostituir al Mercosur, pero está en marcha y solamente los parlamentarios brasileños y paraguayos tienen en sus manos la posibilidad de impedir esta vergonzosa deserción de los principios fundamentales declarados en nuestras cartas fundamentales y tratados de integración.

A los gobernantes actuales de nuestros países, que tanto cacarean su apego a la democracia y a las libertades fundamentales, y que ciertamente gracias a ellas alcanzaron el poder, ahora les tiemblan las rodillas y se les afilan los dientes a la vista de la deslumbrante petrobilletera abierta de un rústico dictador inescrupuloso, dispuesto a todo, incluyendo el soborno de los 'demócratas'.

Si nuestros presidentes del Mercosur, aun sabiendo cuál es su obligación histórica con la defensa de los principios y valores políticos que iluminan nuestros pueblos, son capaces de venderse o de liarse en una relación adúltera con un dictador megalómano surgido de las catacumbas de un pasado siniestro, tendremos que convenir que nuestras democracias se venden como auténticas putas. No cabe ya una calificación más dura para describirlas.