Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, em viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas.
sábado, 14 de novembro de 2009
1507) Brasil y su Politica Exterior: un exercicio de liderazgo
Paulo Roberto de Almeida
Respuestas a cuestiones de periodista de país vecino...
(En complemento a entrevista telefónica)
1) No son pocos los países que le exigen a Brasil que tome, de una vez por todas, el liderazgo que le corresponde en Latinoamérica. ¿Es el mejor tiempo para hacerlo, teniendo en cuenta que se acercan las elecciones y Lula debe dejar el poder?
PRA: Uno no se presenta como líder con base en su propia voluntad. Hay que ser reconocido como líder por los demás países sobre la base de ciertos elementos objectivos y otro conjunto de percepciones externas. La primera condición es tener suficiente peso económico, ser abierto comercialmente para atraer otros países a sus mercados, prestar ayuda y cooperación unilateralmente, sin que sea necesario a otros pedir que se lo haga, y también asumir ciertos encargos multilaterales o regionales (incluso en materia de seguridad). O sea, hay que tener dos cosas muy sencillas: plata y soldados. Brasil tiene muy poco de los dos.
Pero las percepciones son muy importantes, en varios sentidos. Es necesario que los otros lo perciban como líder para que un país sea así reconocido. En la región, Argentina dificilmente acceptaría a Brasil como líder, igual que Colombia o Venezuela, o sea, los mas grandes, pero sobretodo Argentina (que ha sido por gran parte del siglo 20 mucho mas desarrollada que Brasil). Un líder también tiene que ser neutral, objectivo frente a los problemas de los otros países: Brasil actual ha tenido una política externa muy marcadamente partidaria, hecha de simpatias por los gobiernos progresistas o izquierdistas, con base a su partido (PT) de carácter socialista y antiimperialista. La actitud dura con respecto al gobierno de Colombia y el interino de Honduras es un ejemplo, frente a la actitud complaciente con respecto a Chávez, que representa una seria menaza a la democracia y a la estabilidad en la región.
Por ultimo, el Itamaraty, o sea, el cuerpo profesional de diplomáticos, no ha jamás proclamado una actitud de liderazgo, pues tiene consciencia que nuestros vecinos hispanos lo aceptarían. La voluntad de ser líder emana no mas que del presidente y de su partido y consejeros, no de los diplomáticos.
2) ¿Por qué el Presidente Lula habría decidido involucrarse en el conflicto de Medio Oriente y qué ha llevado a Israel a pedir su participación, independientemente de que el Mandatario iraní viaje próximamente a Brasil? ¿Se trata de mero formalismo o en verdad Lula tiene algo que podría ayudar a calmar la situación, aún cuando líderes internacionales con más renombre y poder no han podido?
PRA: No creo, personalmente, que Brasil tenga atributos capaces de influenciar decisivamente la resolución de los conflictos en Oriente Medio, basicamente la cuestión palestina, y la del Irán. Falta conocimiento preciso de las condiciones locales -- que se adquiere con extensa presencia diplomática, think tanks, centros universitarios dedicados a la región, etc., que Brasil no tiene -- y faltan los elementos "brutos" del poder: recursos financieros, presencia militar, capacidad real de influencia o presión. Brasil tiene al máximo la retórica del entendimiento, su ejemplo de sociedad integrada con base en muchos pueblos diferentes, sin conflictos internos de naturaleza étnica o religiosa. Todo esto puede ser motivo de orgullo nacional, pero no resuelve los problemas concretos del Medio Oriente.
Así, su tentativa representan esta voluntad protagónica del presidente de se presentar como un gran líder mundial, de una manera mas bien voluntarista.
3) ¿Qué continuidad hay en la política exterior del Presidente Lula con los anteriores gobiernos brasileño?
La continuidad esta en el multilateralismo, la integración regional, el énfasis en el Mercosur, y varias otras tradiciones de nuestra diplomacia profesional. Las rupturas están en el excesivo tercer-mundismo, la partidarización de la política externa.
También es continuidad afirmar la voluntad de integrar el Consejo de Seguridad de las NU, pero ahora con verdadero ardor militante en esta causa. La conformación de un espacio económico integrado en America del Sur representa una otra continuidad, pero antes esto era visto como medio para alcanzar otros objetivos relevantes -- como el desarrollo material y la influencia regional e internacional -- ahora quizás sea un objectivo en si mismo.
Brasilia, 12.11.2009
4 comentários:
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A confirmação manual dos comentários é necessária, tendo em vista o grande número de junks e spams recebidos.
Para acrescentar: está havendo uma discussão interessante do assunto no La Nación:
ResponderExcluirhttp://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1181244
http://blogs.lanacion.com.ar/ciencia-maldita/international-geographic/no-somos-brasil-por-suerte/
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1198418
Gracias por las referencias, chica, voy leer...
ResponderExcluirDesconfio que os argentinos ainda nao realizaram toda a extensao da sua decadencia, e se percebem algo, nao aceitam ser menores do que o Brasil.
Pessoalmente, acho esse tipo de competicao, ou mesmo de comparacao, completamente sem sentido e até prejudicial às boas relacoes bilaterais, mas o fato é que temos extremamente lenientes com os argentinos (embora eles nao acreditem...).
Prof., mas você não acha que o discurso político acaba influenciando o mundo dos negócios? Recentemente li o livro História da Política Exterior do Brasil, em que um dos autores mostra alguns dados que relatam que a retórica termina por influenciar positivamente o comércio exterior, aumentando o fluxo. Sendo assim, apesar de ser um caminho diferente do esperado, essa retórica de relações Sul-Sul não seria boa para o país?
ResponderExcluirMeu caro Fabricio Augusto,
ResponderExcluirCom perdao pela demora em responder (mas voce poderia ter mandado o seu e-mail, pelo menos), comento rapidamente.
O mundo dos negócios é "influenciado" basicamente por uma coisa muito simples: lucros, ganhos, resultados tangíveis, em uma palavra, dinheiro.
O presidente até que tentou convencer os nossos capitalistas importadores, com palavras generosas, que eles deveriam ser compreensivos e importar mais produtos dos nossos vizinhos (com os quais nossa balança é favoravel) mesmo SE OS PRODUTOS FOSSEM MAIS CAROS, spenas para ajudá-los, diminuir o saldo superavitario brasileiro e fazer todo mundo feliz.
Bem, não sei se alguém entrou nessa fria, mas suspeito que não, pois capitalista não está muito a fim de fazer favor a ninguem, apenas fazer aquilo que eles sempre fazem: ganhar dinheiro, muito dinheiro, para si mesmos e para seus acionistas e socios, o que alias faz do Brasil e dos brasileiros pessoas mais ricas e felizes.
Comércio é comércio, e não deve se guiar por discursos políticos, mas apenas pela realidade prosaica dos dados elementares da realidade, que é muito distante de discurso demagógico de politicos.
Obviamente que se o presidente viaja com muitos capitalistas (empresários), eles acabam fazendo negócios, tanto de importação, quanto de exportação, associações, joint-ventures, investimentos diretos, o que for, mas sempre e exclusivamente guiados pela perspectiva de ganhos, dos dois lados, pois ninguem faz negócios por favor a ninguem, e sim para ficar com lucros no final. Qualquer outra conversa, só serve para enganar os incautos.
Claro, tem empresa que acaba fazendo "favor" a certos governos (como financiar filmes, construcao, viagens, presentes, etc), mas isso deve ser visto como investimento (ou entao como CORRUPCAO, mesmo).
Retórica Sul-Sul é isso mesmo, retórica. O Brasil deve exportar e comerciar com todos os pontos cardeiais, norte, sul, leste, oeste, centro, esquerda, direita, enfim, no céu e no inferno, tudo é motivo de lucro e ganhos para o país, mesme que algum "experto" queira apresentar isso como favor ou relações politicas...
Deve-se sempre desconfiar de coisas que não tenham uma fundamentação econômica muito sólida, pois alguém sempre estará pagando os custos (e no casos dessas vistosas viagens presidenciais, tenha absoluta certeza de que é voce, e eu, todos nós, que estamos pagando...)
Paulo Roberto de Almeida