Argentina, comercio internacional, Freud, Potemkin y otros personajes
InfoLatam, 30/01/2013
Claudio Loser
La clase media argentina, en la medida que se lo puede permitir, es usuaria devota de la psicología para ayudar a resolver sus conflictos personales y familiares. Más aun, la Argentina es uno de los pocos lugares donde se mantiene vigente el psicoanálisis como escuela central para resolver complejos conflictos internos. El mundo aprendió muchísimo de Freud, pero la práctica ha avanzado hacia métodos más pragmáticos, enfocados en encontrar soluciones operativas, y que no llevan a la permanente dependencia del paciente con el analista.
Lamentablemente, esto es un reflejo de que los argentinos viven aferrados a un culto al pasado difícilmente existente en el resto de America Latina, aun incluyendo la magnífica celebración del día de los muertos en México. Así se habla como si estuvieran presentes Rosas y Sarmiento, Carlos Gardel, el mismo Freud, sin entrar a mencionar los personajes de los últimos sesenta años en la política nacional.
La actitud del gobierno argentino en el reciente encuentro entre America Latina y Europa en Santiago de Chile ilustra ese punto. En circunstancias en que el mundo busca expandir el comercio internacional, tal como lo ilustra el esfuerzo de Chile, Colombia, México y Perú para consolidar su alianza del Pacífico, la Argentina se encierra en una discusión proteccionista incluso dentro del MERCOSUR. Para ello, el discurso oficial utiliza viejos argumentos, esgrimidos en algún momento por la CEPAL, aunque el mismo Prebisch y la institución subsecuentemente los abandonaron.
Ciertamente, importantes países utilizan descaradamente técnicas proteccionistas a nivel de comercio, inversión e incluso de financiamiento. Los EEUU, la Unión Europea, Japón, Rusia, China, India y Brasil son claros y tristes ejemplos de irracionalidad de uno u otro tipo. Pero aun así, no alcanzan el grado de desordenado y arbitrario encierro comercial que la Argentina aplica hoy, con altos costos para sus habitantes, especialmente los menos favorecidos. Tal como en el pasado, la Argentina castiga así a sus pocas áreas innovadoras y dinámicas, como el sector exportador agrícola, y el sector energético.
Un sistema cambiario distorsionado y una moneda sobrevaluada completan una realidad repetida muchas veces en el pasado, como si fuese una continua sesión psicoanalítica preocupada de revisitar presuntos procesos internos y sin ver la realidad que la rodea. (El autor de esta nota debe aclarar aquí que su tesis doctoral, completada hace más de cuarenta años, analizaba los tóxicosefectos adversos de una protección arbitraria aplicada a la industria entre las décadas del 30 y del 60. Nada nuevo bajo el sol.)
A esto se agrega la más alta inflación en la región, también una repetición histórica, solamente que encubierta ya desde hace cinco años. Utiliza así la Argentina la metodología de otro personaje del pasado, el príncipe Grigori Potemkin, ministro de Catalina la Grande de Rusia que, dice la leyenda, construía pueblos ficticios para impresionar a su jefa y hacer creer que había progreso en el país.
Quizás el elemento más nuevo en la situación actual es el proceso de cesación de pagos y subsiguiente resolución unilateral de la deuda, aunque allí también hay antecedentes. Se trata de Felipe II de España, que hace 550 años inventó el default, aunque entonces se llegó a una solución consensuada.
La inspiración de las medidas es histórica, pero el daño es presente y con serias implicaciones para un país que cada vez más se pierde en la gloria de su pasado. Quizás por todas estas contradicciones internas se buscan soluciones en un permanente auto-análisis psicoanalítico, elegante pero inefectivo. Los jóvenes podrían mirar hacia adelante, a través del cristal de Facebook y el Tweeter. Pero el país político se encierra en sí mismo y los insta a analizar antiguos e irrelevantes conflictos bajo la tutela intelectual de personajes ya fallecidos y de ideas que, aunque fascinantes, no son operativas.
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Addendum:
Argentina: el FMI informa de que última revisión economía fue hace 62 meses
30/01/2013 - Infolatam
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó de que la última revisión de la economía de Argentina data de hace 62 meses, y señaló que forma parte junto con Venezuela, Ecuador, Somalia y Madagascar del grupo de países con retrasos de más de 18 meses en presentar los datos.
En un breve comunicado, el Fondo explicó que su Directorio Ejecutivo fue informado informalmente “por el personal técnico sobre la situación económica de Argentina, cuya última consulta bajo el artículo IV tuvo lugar hace 62 meses”.
El artículo IV es como se conoce formalmente a las revisiones anuales de la economía de cada país que realiza el Fondo, y que luego comparte con el resto de países miembros.
El anuncio no tiene efectos prácticos ni conlleva sanciones y forma parte del compromiso del Fondo de informar al Directorio “sobre los países miembros cuya Consulta del Artículo IV se encuentra demorada por más de 18 meses”.
La última revisión oficial de la economía argentina por técnicos del Fondo se produjo en 2006 y la siguiente estaba prevista para junio de 2007.
La notificación se produce al margen del proceso formal actualmente en marcha en el Fondo de verificación de la calidad de las estadísticas suministradas por Argentina, y que se espera sea comunicado el 1 de febrero.
Los otros países que se encuentran en esta situación son Ecuador (desde enero de 2009), Venezuela (desde septiembre de 2005), Madagascar (junio de 2009) y Somalia (desde 1990).
La demora de Ecuador, Venezuela y Argentina se debe a la falta de acuerdo en las modalidades de la misión o porque las autoridades no han facilitado los datos, mientras que en el caso de Somalia y Madagascar se debe a la situación política y de seguridad.
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