O texto abaixo pretende ser uma síntese das medidas adotadas pelos governos populistas na região. Não se pode entender que todas as medidas são adotadas cumulativamente pelos diferentes regimes populistas ao mesmo tempo, nem que outros regimes, eventualmente situados fora da categoria atualmente, possam também adotar algumas delas.
Trata-se, portanto, de uma lista não excludente, nem exclusiva, pois políticos sempre tende a atuar de modo pretensamente "popular", muitos deles resvalando para o populismo. Algumas políticas setoriais ou macroeconômicas -- como na área cambial, por exemplo -- podem não corresponder inteiramente ao esquema proposto, uma vez que a diversidade de políticas econômicas é muito grande, em função das características gerais de cada uma das economias -- maior ou menor dependência de uma ou de poucas matérias-primas, ou desequilíbrio eventual de balanço de pagamentos, por exemplo. O panorama fiscal e tributário também pode variar bastante. Em todo caso, a característica comum de todos ele é a manipulação da opinião pública e a compra de clientelas por meio de favores dados com uma mão, enquanto com a outra os governantes populistas retiram recursos da sociedade com os quais possam manter suas políticas deletérias, no longo prazo.
Paulo Roberto de Almeida
Esquema del desastre populista (Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia, Nicaragua)
Por Esteban Lijalad
Blog en Español do Centro de Prosperidad Mundial del The Independent Institute, 14 diciembre 2010
1- La base de la gobernabilidad de estos “modelos” es la creación de un electorado clientelar que se captura por medio de la provisión estatal de servicios, planes sociales, prestaciones educativas, sanitarias, etc. en el marco de una “movilización popular” permanente, que requiere de una red de “militantes sociales” muy extendida.
2- La “caja” se utiliza para financiar “planes sociales”, para captar apoyos políticos clave de gobernadores, intendentes y legisladores, para crear o sostener medios de comunicación oficialistas, para pagar “servicios” a operadores políticos, para financiar empresas estatales que dan pérdida, para apropiarse personalmente de fondos estatales.
3- El crecimiento del presupuesto estatal es el combustible que mueve la maquinaria: esto requiere un afilado sistema de recaudación de impuestos y una administración de los mismos según criterios políticos: las demandas se jerarquizan según el efecto político de cada decisión de “redistribución”, incluyendo el peso relativo que cada sector “político social” tenga.
4- La manipulación política de tarifas y precios de productos básicos altera la información necesaria que deben poseer los actores económicos para decidir inversiones. El congelamiento de tarifas es parcialmente compensado por subsidios que sostienen la actividad (en especial, Transporte, Energía, Comunicaciones). Estos subsidios implican que sectores no usuarios de los servicios subsidiados se ven sustraídos de recursos sin contraprestación alguna
5- Con tarifas bajas, la política de precios se desliza hacia el control de precios de la canasta básica. Precios máximos, acuerdos de precios, productos “del Gobierno” comienzan a sumarse a una maraña regulatoria difícil de aplicar. La relaciones despersonalizadas de un mercado libre se transforman en “relaciones personales” con funcionarios clave, la acción de lobbystas cercanos al poder, las negociaciones ocultas entre pocos jugadores y el gobierno, etc.
6- Las restricciones de tarifas y precios generan pérdida de reinversión en esos sectores, dado que el margen de ganancia se reduce por estas medidas políticas. La restricción de exportaciones de ciertos productos genera el desplazamiento de la inversión hacia sectores no controlados.
7- La necesidad de aumentar la “caja” no solo se resuelve por la mayor carga impositiva- medidas que generan mucho “ruido” político- sino a través de la invisible mano de la emisión monetaria. La “inflación” no es “el aumento de precios”, sino el aumento de la masa monetaria por encima del incremento de la producción de bienes. El incremento de precios – y salarios- es solo un resultado de la “inflación” de moneda cada vez de menos valor.
8- La desinversión tiene por efecto un aumento de la desocupación, una menor oferta de bienes y un deterioro de capital productivo
9- La baja de la producción genera baja en la recaudación impositiva, por lo cual se alienta cada vez más a la emisión monetaria para cumplir los compromisos de Gobierno con los sectores sociales aliados.
10- La necesidad de aumentar exportaciones implica normalmente una tendencia a subvaluar la moneda nacional por sobre las divisas internacionales. Pero una moneda “inflacionada” se va desajustando año a año con los precios internacionales: cada vez se necesitan más divisas para adquirir desde el exterior productos nacionales de exportación. Crecen las presiones devaluacionistas.
11- Otra fuente de recursos es la reestatización de empresas anteriormente privatizadas. Esto provee de fondos frescos para la articulación de las políticas redistribucionistas, aunque el Estado se hace garante de estas empresas aun cuando trabajen a pérdida. Por otra parte , las empresas reestatizadas proveen de “trabajo” a funcionarios o empresarios amigos.
12- La conflictividad por desocupación se vuelca a la demanda de más planes sociales y puede ser instrumentada por sectores “ a la izquierda” del poder, que utilizan las mismas herramientas de movilización y presión social que utiliza el partido gobernante
13- Se instrumenta una política laboral ampliamente favorable al interés de la burocracia sindical, subiendo las cargas laborales. Esto genera un incremento del trabajo en negro, recurso empresarial para escapar al costo laboral e impositivo del trabajo oficialmente registrado.
14- La politización de la economía abre el amplio campo de la corrupción
15- El esquema requiere una Justicia amiga, que cajonee las demandas hechas por damnificados de estas políticas y las denuncias de corrupción
16- También es necesario acallar voces opositoras que puedan expresarse a través de los medios de comunicación. Surge así la tentación de extender el control de la comunicación cercenando derechos de los medios y creando medios propios y de “amigos” del poder.
17- Con una Justicia y unos Medios controlados, con políticas discrecionales, con amenazas de expropiación, con restricciones y control de precios y tarifas, la inversión externa se retrae.
18- Asimismo, el no cumplimiento de compromisos de pago de deuda externa retrae el crédito internacional o lo hace a tasas muy altas. Con poco o nada de inversión y de crédito externo inexistente, la capacidad productiva se va deteriorando.
19- El Gobierno niega esta realidad y construye un “relato épico” que acompaña la “venta” del “modelo”. Todo termina, en ultima instancia en una operación de ocultamiento de la verdad y en autismo autodestructivo.Para eso necesita cada vez más conrol de las "conversación pública": medios propios, ciberactivistas, activa presencia en las redes sociales, etc.
20- En suma, inflación, presiones devaluacionistas, descrédito de la Justicia, manipulación de la comunicación social, desinversión, fuga de capitales, incremento del malestar social, crecimiento de una oposición “por izquierda” y de la oposición democrática, deterioro del capital básico son los resultados de la política populista.
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domingo, 19 de dezembro de 2010
domingo, 21 de novembro de 2010
O Brasil a caminho do populismo (talvez ja esteja...)
O artigo abaixo é de um escritor consumado, que também é médico e diplomata, o que demonstra que a carreira continua a atrair as melhores vocacões e formações do Brasil, numa diversidade muito saudável para a instituição. Assim, constituímos uma burocracia menos cinzenta e mais diversificada e colorida.
Paulo Roberto de Almeida
TENDÊNCIAS/DEBATES
Sem olhos em casa
CLÁUDIO GUIMARÃES DOS SANTOS
Folha de S.Paulo, 5.11.2010
Governantes populistas, além de lançarem mão de um farto assistencialismo, se esmeram em dificultar o acesso dos cidadãos à informação variada
Segundo Karl Mannheim, uma sociedade moderna dificilmente consegue escolher bem o seu futuro sem a presença de intelectuais independentes. Somente eles, com seu saudável poder corrosivo, são capazes de garantir a existência de uma opinião pública crítica.
Para fazê-lo, contudo, os intelectuais precisam defender o seu direito de pensar como melhor lhes pareça e recusar a adesão canina a esta ou àquela ideologia, a este ou àquele partido.
A sua falta de identidade coletiva - de "espírito de manada" - é o que lhes proporciona a autonomia imprescindível à realização de sua missão: examinar, sem descanso, as soluções conflitantes de um problema antes de rejeitá-las ou de assimilá-las.
Todavia, por rever constantemente as suas opiniões, a intelectualidade "não engajada" é vista com reservas pelos adeptos do ideal gramsciano de "intelectual orgânico", paladino de "sua classe". Estes não suportam o inquietante inconformismo das mentes livres, as quais se encontram, por isso mesmo, em grande perigo nos regimes populistas.
Tal fato, infelizmente, nem sempre é percebido com clareza, já que, ao contrário dos ditadores declarados - que eliminam os intelectuais indesejáveis sem nenhum pudor -, os governantes populistas preferem atuar de modo mais discreto.
Buscam, inicialmente, cooptar a intelectualidade "rebelde", minando-lhe a independência por meio de favores. Se não o conseguem, procuram desacreditá-la perante a população, o que se dá não tanto pelo confronto direto, mas pelo ataque aos meios de comunicação pelos quais se expressa, que são acusados de serem "contra o governo", ou, ainda pior, de serem "contra o povo". A artimanha, porém, só funciona quando o aparato crítico dos indivíduos aos quais se dirige apresenta um nível rudimentar, resultado das graves deficiências educacionais de que padece a maioria da população nesses regimes: pessoas esclarecidas não se deixam engabelar por pregações descabidas.
É por isso que os governantes populistas, além de lançarem mão de farto assistencialismo e de retórica demagógica pela qual se apresentam como "pais do povo" e "salvadores da pátria", tanto se esmeram em dificultar o acesso dos cidadãos à informação diversificada. E o fazem seja pela restrição "bem-intencionada" à liberdade de imprensa, seja pela utilização de instrumentos próprios, como as redes de TV "públicas", que funcionam, quase sempre, como veículos da propaganda oficial.
O populismo deforma os cidadãos como nenhum regime autoritário é capaz de fazê-lo. Ele os perverte desde dentro, destruindo a sua resistência crítica. Ele os faz crer que são suas as razões que o regime neles implanta sutilmente. Ele os convence de que a loucura que os acomete constitui uma maneira mais lúcida de ver as coisas.
As vítimas do populismo, ofuscadas por essa luz malsã não só não lamentam como até comem or am a destruição do pensamento independente. Ao fazê-lo, porém, colocam-se, ingenuamente, ainda mais à mercê dos hábeis governantes, dóceis e desarmadas, sem olhos em casa.
CLÁUDIO L. N. GUIMARÃES DOS SANTOS, 50, escritor, médico e diplomata, é mestre em artes pela ECA-USP e doutor em linguística pela Universidade de Toulouse-Le Mirail (França). Blog: http://perplexidadesereflexoes.blogspot.com/
Paulo Roberto de Almeida
TENDÊNCIAS/DEBATES
Sem olhos em casa
CLÁUDIO GUIMARÃES DOS SANTOS
Folha de S.Paulo, 5.11.2010
Governantes populistas, além de lançarem mão de um farto assistencialismo, se esmeram em dificultar o acesso dos cidadãos à informação variada
Segundo Karl Mannheim, uma sociedade moderna dificilmente consegue escolher bem o seu futuro sem a presença de intelectuais independentes. Somente eles, com seu saudável poder corrosivo, são capazes de garantir a existência de uma opinião pública crítica.
Para fazê-lo, contudo, os intelectuais precisam defender o seu direito de pensar como melhor lhes pareça e recusar a adesão canina a esta ou àquela ideologia, a este ou àquele partido.
A sua falta de identidade coletiva - de "espírito de manada" - é o que lhes proporciona a autonomia imprescindível à realização de sua missão: examinar, sem descanso, as soluções conflitantes de um problema antes de rejeitá-las ou de assimilá-las.
Todavia, por rever constantemente as suas opiniões, a intelectualidade "não engajada" é vista com reservas pelos adeptos do ideal gramsciano de "intelectual orgânico", paladino de "sua classe". Estes não suportam o inquietante inconformismo das mentes livres, as quais se encontram, por isso mesmo, em grande perigo nos regimes populistas.
Tal fato, infelizmente, nem sempre é percebido com clareza, já que, ao contrário dos ditadores declarados - que eliminam os intelectuais indesejáveis sem nenhum pudor -, os governantes populistas preferem atuar de modo mais discreto.
Buscam, inicialmente, cooptar a intelectualidade "rebelde", minando-lhe a independência por meio de favores. Se não o conseguem, procuram desacreditá-la perante a população, o que se dá não tanto pelo confronto direto, mas pelo ataque aos meios de comunicação pelos quais se expressa, que são acusados de serem "contra o governo", ou, ainda pior, de serem "contra o povo". A artimanha, porém, só funciona quando o aparato crítico dos indivíduos aos quais se dirige apresenta um nível rudimentar, resultado das graves deficiências educacionais de que padece a maioria da população nesses regimes: pessoas esclarecidas não se deixam engabelar por pregações descabidas.
É por isso que os governantes populistas, além de lançarem mão de farto assistencialismo e de retórica demagógica pela qual se apresentam como "pais do povo" e "salvadores da pátria", tanto se esmeram em dificultar o acesso dos cidadãos à informação diversificada. E o fazem seja pela restrição "bem-intencionada" à liberdade de imprensa, seja pela utilização de instrumentos próprios, como as redes de TV "públicas", que funcionam, quase sempre, como veículos da propaganda oficial.
O populismo deforma os cidadãos como nenhum regime autoritário é capaz de fazê-lo. Ele os perverte desde dentro, destruindo a sua resistência crítica. Ele os faz crer que são suas as razões que o regime neles implanta sutilmente. Ele os convence de que a loucura que os acomete constitui uma maneira mais lúcida de ver as coisas.
As vítimas do populismo, ofuscadas por essa luz malsã não só não lamentam como até comem or am a destruição do pensamento independente. Ao fazê-lo, porém, colocam-se, ingenuamente, ainda mais à mercê dos hábeis governantes, dóceis e desarmadas, sem olhos em casa.
CLÁUDIO L. N. GUIMARÃES DOS SANTOS, 50, escritor, médico e diplomata, é mestre em artes pela ECA-USP e doutor em linguística pela Universidade de Toulouse-Le Mirail (França). Blog: http://perplexidadesereflexoes.blogspot.com/
sábado, 7 de agosto de 2010
O minusculo Napoleao e seu saco de batatas...
Bem, creio que só aqueles que leram o 18 Brumário de Karl Marx compreenderão o meu título, que se refere, obviamente, a Napoleão III.
Marx o chamava de petit Napoléon, a despeito de sua altura avantajada, em todo caso bem maior que o grand Napoléon, que era efetivamente pequeno de tamanho.
Em todo caso, parece que já temos candidato a sucessor do pequeno Napoleão, que manipula o seu saco de batatas como ele quer. Não, esta eu não vou explicar.
Deixemos jornalistas e estudantes ler a obra para descobrir...
Paulo Roberto de Almeida
O nosso 18º Brumário
Marco Antonio Villa
Folha de São Paulo, 04/08/2010
Lula quer aparecer como benfeitor de todas as classes, tal qual Luís Bonaparte.
O maior personagem da eleição não é candidato: Luiz Inácio Lula da Silva. Hoje é o grande cabo eleitoral não só da sua candidata mas de toda base governamental. Chegou a esta condição contando com o auxílio inestimável da oposição.
No primeiro mandato teve sérios problemas, como na crise do mensalão. A oposição avaliou – erroneamente - que seria menos traumático e mais fácil deixá-lo nas cordas, para nocauteá-lo em 2006.
As saídas de José Dirceu, Antonio Palocci e Luiz Gushiken deram a Lula o protagonismo exclusivo. Só então teve condições de governar como sempre desejou.
A troika limitava sua ação e dividia as atenções políticas. Dava a impressão de que o chefe de Estado não era o chefe do governo.
A crise foi providencial para Lula: libertou-se do aparelho partidário, estabeleceu alianças como desejava e passou a ser a âncora exclusiva de sustentação do governo.
O segundo mandato, na prática, começou no início de 2006. A oposição mais uma vez evitou o confronto direto. Avaliou - erroneamente, novamente - que seria melhor manter os governos estaduais de São Paulo e Minas, transferindo o enfrentamento direto com Lula para 2010.
Em um terreno livre, Lula teve condições únicas para um presidente nos últimos 40 anos: estabilidade política, crescimento econômico e controle do Congresso.
As CPIs, que criaram problemas no primeiro mandato, perderam importância. Os frutos da estabilidade e uma conjuntura internacional favorável possibilitaram um rápido crescimento da economia e a expansão do consumo.
Paulatinamente, Lula foi afrouxando a política fiscal, abandonou as rígidas metas do primeiro mandato, manteve um câmbio artificial, incentivou o capital especulativo e foi empurrando para o próximo presidente uma bomba de efeito retardado.
Abrindo um imenso saco de bondades, ampliou o crédito para as classes C e D, favoreceu as viagens internacionais para a classe média e criou uma nova burguesia - a burguesia lulista - que ampliou o seu poder graças às benesses dos bancos oficiais. Expandiu numa escala nunca vista os programas assistenciais, como o Bolsa Família, e manietou os velhos movimentos sociais comprando suas lideranças.
Tal qual Luís Bonaparte, Lula "gostaria de aparecer como o benfeitor patriarcal de todas as classes". Foi ajudado pela oposição, sempre temerosa de enfrentar o governo. Usando uma imagem euclidiana, Lula "subiu, sem se elevar - porque se lhe operara em torno uma depressão profunda". Ele almeja transformar o 3 de outubro no seu 18 Brumário.
Marx o chamava de petit Napoléon, a despeito de sua altura avantajada, em todo caso bem maior que o grand Napoléon, que era efetivamente pequeno de tamanho.
Em todo caso, parece que já temos candidato a sucessor do pequeno Napoleão, que manipula o seu saco de batatas como ele quer. Não, esta eu não vou explicar.
Deixemos jornalistas e estudantes ler a obra para descobrir...
Paulo Roberto de Almeida
O nosso 18º Brumário
Marco Antonio Villa
Folha de São Paulo, 04/08/2010
Lula quer aparecer como benfeitor de todas as classes, tal qual Luís Bonaparte.
O maior personagem da eleição não é candidato: Luiz Inácio Lula da Silva. Hoje é o grande cabo eleitoral não só da sua candidata mas de toda base governamental. Chegou a esta condição contando com o auxílio inestimável da oposição.
No primeiro mandato teve sérios problemas, como na crise do mensalão. A oposição avaliou – erroneamente - que seria menos traumático e mais fácil deixá-lo nas cordas, para nocauteá-lo em 2006.
As saídas de José Dirceu, Antonio Palocci e Luiz Gushiken deram a Lula o protagonismo exclusivo. Só então teve condições de governar como sempre desejou.
A troika limitava sua ação e dividia as atenções políticas. Dava a impressão de que o chefe de Estado não era o chefe do governo.
A crise foi providencial para Lula: libertou-se do aparelho partidário, estabeleceu alianças como desejava e passou a ser a âncora exclusiva de sustentação do governo.
O segundo mandato, na prática, começou no início de 2006. A oposição mais uma vez evitou o confronto direto. Avaliou - erroneamente, novamente - que seria melhor manter os governos estaduais de São Paulo e Minas, transferindo o enfrentamento direto com Lula para 2010.
Em um terreno livre, Lula teve condições únicas para um presidente nos últimos 40 anos: estabilidade política, crescimento econômico e controle do Congresso.
As CPIs, que criaram problemas no primeiro mandato, perderam importância. Os frutos da estabilidade e uma conjuntura internacional favorável possibilitaram um rápido crescimento da economia e a expansão do consumo.
Paulatinamente, Lula foi afrouxando a política fiscal, abandonou as rígidas metas do primeiro mandato, manteve um câmbio artificial, incentivou o capital especulativo e foi empurrando para o próximo presidente uma bomba de efeito retardado.
Abrindo um imenso saco de bondades, ampliou o crédito para as classes C e D, favoreceu as viagens internacionais para a classe média e criou uma nova burguesia - a burguesia lulista - que ampliou o seu poder graças às benesses dos bancos oficiais. Expandiu numa escala nunca vista os programas assistenciais, como o Bolsa Família, e manietou os velhos movimentos sociais comprando suas lideranças.
Tal qual Luís Bonaparte, Lula "gostaria de aparecer como o benfeitor patriarcal de todas as classes". Foi ajudado pela oposição, sempre temerosa de enfrentar o governo. Usando uma imagem euclidiana, Lula "subiu, sem se elevar - porque se lhe operara em torno uma depressão profunda". Ele almeja transformar o 3 de outubro no seu 18 Brumário.
quinta-feira, 3 de junho de 2010
Populismo vergonhoso com o nosso dinheiro...
Recebi o que segue pela internet, e não posso atestar sobre a fiabilidade do que vai escrito. Mas é muito plausível, e até possível, que seja exatamente isso o que está ocorrendo, por isso o transcrevo aqui. Desmentidos são bem vindos, mas acredito que a discussão desse tipo de questão contribua para a elevação da consciência cidadã...
Paulo Roberto de Almeida
SER ou NÃO SER ÍNTEGRO, EIS A QUESTÃO!!
O gol que o Tostão acabou de marcar foi o maior da sua carreira. Parabéns!!!
O Presidente Lula define prêmio para jogadores que venceram a Copa do Mundo; valor pode chegar a 465 mil reais. O presidente Lula e a Associação dos Campeões Mundiais do Brasil negociam aposentadoria e indenização para os atletas da seleção que ganharam Copas do Mundo.
O benefício valerá inicialmente aos ex-jogadores de 1958 e se estenderá, posteriormente, a quem atuou nos Mundiais de 1962, 1970, 1994 e 2002. Reunião na Casa Civil discutiu as cifras a serem pagas aos campeões. Inicialmente, o valor negociado para cada um gira em torno de mil salários mínimos, no caso da indenização (465 mil reais), e de dez salários mínimos (4.650 reais), o teto da Previdência, para a aposentadoria. A expectativa é que o anúncio da nova medida seja feito pelo governo na próxima semana.
O texto abaixo foi escrito por TOSTÃO, ex-jogador de futebol, comentarista esportivo, escritor e médico, e foipublicado em vários jornais do Brasil:
Tostão escreveu:-
Na semana passada, ao chegar de férias, soube, sem ainda saber detalhes, que o governo federal vai premiar, com um pouco mais de R$ 400 mil, cada um dos campeões do mundo, pelo Brasil, em todas as Copas.
Não há razão para isso. Podem tirar meu nome da lista, mesmo sabendo que preciso trabalhar durante anos para ganhar essa quantia.
O governo não pode distribuir dinheiro público. Se fosse assim, os campeões de outros esportes teriam o mesmo direito. E os atletas que não foram campeões do mundo, mas que lutaram da mesma forma? Além disso, todos os campeões foram premiados pelos títulos. Após a Copa de 1970, recebemos um bom dinheiro, de acordo com os valores de referência da época..
O que precisa ser feito pelo governo, CBF e clubes por onde atuaram esses atletas é ajudar os que passam por grandes dificuldades, além de criar e aprimorar leis de proteção aos jogadores e suas famílias, como pensões e aposentadorias.
É necessário ainda preparar os atletas em atividade para o futuro, para terem condições técnicas e emocionais de exercer outras atividades.
A vida é curta, e a dos atletas, mais ainda.
Alguns vão lembrar e criticar que recebi, junto com os campeões de 1970, um carro Fusca da prefeitura de São Paulo. Na época, o prefeito era Paulo Maluf. Se tivesse a consciência que tenho hoje, não aceitaria.
Tinha 23 anos, estava eufórico e achava que era uma grande homenagem.
Ainda bem que a justiça obrigou o prefeito a devolver aos cofres públicos, com o próprio dinheiro, o valor para a compra dos carros.
Não foi o único erro que cometi na vida. Sou apenas um cidadão que tenta ser justo e correto. É minha obrigação.
Tostão
Paulo Roberto de Almeida
SER ou NÃO SER ÍNTEGRO, EIS A QUESTÃO!!
O gol que o Tostão acabou de marcar foi o maior da sua carreira. Parabéns!!!
O Presidente Lula define prêmio para jogadores que venceram a Copa do Mundo; valor pode chegar a 465 mil reais. O presidente Lula e a Associação dos Campeões Mundiais do Brasil negociam aposentadoria e indenização para os atletas da seleção que ganharam Copas do Mundo.
O benefício valerá inicialmente aos ex-jogadores de 1958 e se estenderá, posteriormente, a quem atuou nos Mundiais de 1962, 1970, 1994 e 2002. Reunião na Casa Civil discutiu as cifras a serem pagas aos campeões. Inicialmente, o valor negociado para cada um gira em torno de mil salários mínimos, no caso da indenização (465 mil reais), e de dez salários mínimos (4.650 reais), o teto da Previdência, para a aposentadoria. A expectativa é que o anúncio da nova medida seja feito pelo governo na próxima semana.
O texto abaixo foi escrito por TOSTÃO, ex-jogador de futebol, comentarista esportivo, escritor e médico, e foipublicado em vários jornais do Brasil:
Tostão escreveu:-
Na semana passada, ao chegar de férias, soube, sem ainda saber detalhes, que o governo federal vai premiar, com um pouco mais de R$ 400 mil, cada um dos campeões do mundo, pelo Brasil, em todas as Copas.
Não há razão para isso. Podem tirar meu nome da lista, mesmo sabendo que preciso trabalhar durante anos para ganhar essa quantia.
O governo não pode distribuir dinheiro público. Se fosse assim, os campeões de outros esportes teriam o mesmo direito. E os atletas que não foram campeões do mundo, mas que lutaram da mesma forma? Além disso, todos os campeões foram premiados pelos títulos. Após a Copa de 1970, recebemos um bom dinheiro, de acordo com os valores de referência da época..
O que precisa ser feito pelo governo, CBF e clubes por onde atuaram esses atletas é ajudar os que passam por grandes dificuldades, além de criar e aprimorar leis de proteção aos jogadores e suas famílias, como pensões e aposentadorias.
É necessário ainda preparar os atletas em atividade para o futuro, para terem condições técnicas e emocionais de exercer outras atividades.
A vida é curta, e a dos atletas, mais ainda.
Alguns vão lembrar e criticar que recebi, junto com os campeões de 1970, um carro Fusca da prefeitura de São Paulo. Na época, o prefeito era Paulo Maluf. Se tivesse a consciência que tenho hoje, não aceitaria.
Tinha 23 anos, estava eufórico e achava que era uma grande homenagem.
Ainda bem que a justiça obrigou o prefeito a devolver aos cofres públicos, com o próprio dinheiro, o valor para a compra dos carros.
Não foi o único erro que cometi na vida. Sou apenas um cidadão que tenta ser justo e correto. É minha obrigação.
Tostão
Livro (2): como nos tempos antigos (populismo latino-americano)
"Populismos latinoamericanos. Los tópicos de ayer, de hoy y de siempre".
Carlos Malamud presenta su nuevo libro sobre los populismos en América Latina
Infolatam
Madrid, 28 de mayo 2010
"Populismos latinoamericanos. Los tópicos de ayer, de hoy y de siempre", es el último libro de Carlos Malamud que se presenta esta semana. Se trata de un ensayo que intenta dar algunas respuestas y, sobre todo, describir un fenómeno de gran impacto en América Latina.
Malamud, Catedrático de Historia de América de la UNED e Investigador principal para América Latina del R. Instituto Elcano y colaborador de Infolatam, explica en el prólogo que con este trabajo pretende, entro otros objetivos, presentar "aquellos tópicos y lugares comunes en torno a los cuales el populismo se ha desarrollado, la forma discursiva que éstos han tenido y siguen teniendo y la retórica y el barniz ideológico que los recubre, con el fin de presentar sus tics autoritarios y antidemocráticos".
En la Introducción Carlos Malamud señala que "En la constelación mundial de los populismos, el latinoamericano ocupa un lugar estelar. Personajes como Juan Domingo Perón, Getúlio Vargas, Juan María Velasco Ibarra o Lázaro Cárdenas, en una primera oleada; Carlos Andrés Pérez, Carlos Menem, Alberto Fujimori o Abdalá Bucaram, en un segundo momento; y, actualmente, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa o el matrimonio Kirchner se han convertido en actores centrales de una trama que ha adquirido la suficiente entidad como para ser analizada de forma autónoma.
De modo tal que el populismo latinoamericano, por la extensión, la profundidad y la variedad del fenómeno ha diseñado un perfil propio, muy diferenciado del que se puede observar en otras áreas geográficas. Esto ha ocurrido en parte por la propia naturaleza de los hechos, pero también por la insistencia de los actores en justificar sus actos mediante el argumento circular de su adanismo. Los populismos son originales, son novedosos, en la medida que todo lo antiguo es reprobable. La consecuencia es hacer tabla rasa con el pasado".
Más adelante afirma el autor que "En el actual panorama latinoamericano se pueden encontrar populistas de izquierda y populistas de derecha, junto a dictadores populistas o a gobiernos democráticamente elegidos que han tenido un desempeño populista. Sobre los propósitos de su trabajo Carlos Malamud precisa que "este libro no pretende ser un ensayo teórico sobre lo que es y lo que no es el populismo o sobre lo que es o no es populista, me abstendré desde el comienzo de dar una definición unívoca y concluyente acerca de lo que entiendo por populista y por populismo".
El autor advierte que en este libro "pretende huir del anterior aforismo. Por eso, como ya se mencionó, uno de sus principales objetivos es la pretensión de no dar respuestas teóricas ni generales a los problemas del populismo latinoamericano, ni de encontrar explicaciones históricas para los procesos regionales y nacionales que propiciaron la emergencia del populismo en América Latina en la primera mitad del siglo XX, su casi total desaparición en la década de 1980, sus estallidos pro mercado de los años de 1990 y su reaparición a comienzos del siglo XXI. Por el contrario, se quieren presentar aquellos tópicos y lugares comunes en torno a los cuales el populismo se ha desarrollado, la forma discursiva que éstos han tenido y siguen teniendo y la retórica y el barniz ideológico que los recubre, con el fin de presentar sus tics autoritarios y antidemocráticos".
"Hubo un momento, a comienzos de la década de 1990, en que fuimos muchos los que pensamos que la consolidación de las transiciones a la democracia en América Latina había eliminado definitivamente el fenómeno del populismo en la región. - agrega el autor- Tras la caída del muro de Berlín, el futuro del mundo aparecía venturoso y entonces era posible extender la mirada complaciente al hemisferio americano. Sin embargo, parece que los viejos fantasmas familiares están sumamente arraigados en el alma de los pueblos latinoamericanos, y por eso resultan más difíciles de exorcizar de lo que se creía".
Finalmente, concluye Malamud precisando que "la idea central de este libro es intentar contextualizar los actuales tópicos emanados del populismo latinoamericano, relacionándolos con el primer populismo, y ver adonde puede conducir a la región la permanencia de tanto lugar común".
Documento
El populismo latinoamericano y sus principales tópicos
(Introducción al libro de Carlos Malamud)
Carlos Malamud presenta su nuevo libro sobre los populismos en América Latina
Infolatam
Madrid, 28 de mayo 2010
"Populismos latinoamericanos. Los tópicos de ayer, de hoy y de siempre", es el último libro de Carlos Malamud que se presenta esta semana. Se trata de un ensayo que intenta dar algunas respuestas y, sobre todo, describir un fenómeno de gran impacto en América Latina.
Malamud, Catedrático de Historia de América de la UNED e Investigador principal para América Latina del R. Instituto Elcano y colaborador de Infolatam, explica en el prólogo que con este trabajo pretende, entro otros objetivos, presentar "aquellos tópicos y lugares comunes en torno a los cuales el populismo se ha desarrollado, la forma discursiva que éstos han tenido y siguen teniendo y la retórica y el barniz ideológico que los recubre, con el fin de presentar sus tics autoritarios y antidemocráticos".
En la Introducción Carlos Malamud señala que "En la constelación mundial de los populismos, el latinoamericano ocupa un lugar estelar. Personajes como Juan Domingo Perón, Getúlio Vargas, Juan María Velasco Ibarra o Lázaro Cárdenas, en una primera oleada; Carlos Andrés Pérez, Carlos Menem, Alberto Fujimori o Abdalá Bucaram, en un segundo momento; y, actualmente, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa o el matrimonio Kirchner se han convertido en actores centrales de una trama que ha adquirido la suficiente entidad como para ser analizada de forma autónoma.
De modo tal que el populismo latinoamericano, por la extensión, la profundidad y la variedad del fenómeno ha diseñado un perfil propio, muy diferenciado del que se puede observar en otras áreas geográficas. Esto ha ocurrido en parte por la propia naturaleza de los hechos, pero también por la insistencia de los actores en justificar sus actos mediante el argumento circular de su adanismo. Los populismos son originales, son novedosos, en la medida que todo lo antiguo es reprobable. La consecuencia es hacer tabla rasa con el pasado".
Más adelante afirma el autor que "En el actual panorama latinoamericano se pueden encontrar populistas de izquierda y populistas de derecha, junto a dictadores populistas o a gobiernos democráticamente elegidos que han tenido un desempeño populista. Sobre los propósitos de su trabajo Carlos Malamud precisa que "este libro no pretende ser un ensayo teórico sobre lo que es y lo que no es el populismo o sobre lo que es o no es populista, me abstendré desde el comienzo de dar una definición unívoca y concluyente acerca de lo que entiendo por populista y por populismo".
El autor advierte que en este libro "pretende huir del anterior aforismo. Por eso, como ya se mencionó, uno de sus principales objetivos es la pretensión de no dar respuestas teóricas ni generales a los problemas del populismo latinoamericano, ni de encontrar explicaciones históricas para los procesos regionales y nacionales que propiciaron la emergencia del populismo en América Latina en la primera mitad del siglo XX, su casi total desaparición en la década de 1980, sus estallidos pro mercado de los años de 1990 y su reaparición a comienzos del siglo XXI. Por el contrario, se quieren presentar aquellos tópicos y lugares comunes en torno a los cuales el populismo se ha desarrollado, la forma discursiva que éstos han tenido y siguen teniendo y la retórica y el barniz ideológico que los recubre, con el fin de presentar sus tics autoritarios y antidemocráticos".
"Hubo un momento, a comienzos de la década de 1990, en que fuimos muchos los que pensamos que la consolidación de las transiciones a la democracia en América Latina había eliminado definitivamente el fenómeno del populismo en la región. - agrega el autor- Tras la caída del muro de Berlín, el futuro del mundo aparecía venturoso y entonces era posible extender la mirada complaciente al hemisferio americano. Sin embargo, parece que los viejos fantasmas familiares están sumamente arraigados en el alma de los pueblos latinoamericanos, y por eso resultan más difíciles de exorcizar de lo que se creía".
Finalmente, concluye Malamud precisando que "la idea central de este libro es intentar contextualizar los actuales tópicos emanados del populismo latinoamericano, relacionándolos con el primer populismo, y ver adonde puede conducir a la región la permanencia de tanto lugar común".
Documento
El populismo latinoamericano y sus principales tópicos
(Introducción al libro de Carlos Malamud)
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