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Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida;

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quarta-feira, 10 de setembro de 2014

Cuba, a triste realidade da miseria de um povo, pelo nuncio apostolico

Tanto a Igreja Católica, quanto a União Europeia, e todos os companheiros do continente, não querem ver a situação econômica catastrófica na qual sobrevivem os cubanos, condenados a aguentar mais algum tempo da mais velha ditadura no hemisfério.
Paulo Roberto de Almeida

Cuba: el nuncio y el "notición"
Por Armando F. Valladares. E-mail: armandovalladares2012@gmail.com
Miami (Fla.), 08 de septiembre de 2014

El 25 de agosto pp. el periódico "Lecce News", de la ciudad de Lecce, al sureste de la península italiana, publicaba impresionantes declaraciones sobre la realidad cubana del nuncio de la Santa Sede en Cuba, monseñor Bruno Musarò, que se encontraba en visita a la región de la cual es oriundo.

El nuncio Musarò diagnosticó en pocas palabras "las condiciones de pobreza absoluta y de degradación humana y civil en la que se encuentran los ciudadanos cubanos, que son víctimas de una dictadura socialista que los tiene subyugados desde hace 56 años".

"El Estado controla todo", y "la única esperanza de vida para la gente es huir de la isla", explicó el nuncio Musarò, describiendo la situación de degradación, penuria y opresión de los cubanos. Y concluyó diciendo que, inexplicablemente, "hasta hoy, transcurrido más de medio siglo, se continúa hablando de la Revolución y se la alaba, mientras las personas no tienen trabajo y no saben cómo hacer para dar de comer a sus propios hijos".

Tres días después, el jueves 28 de agosto pp., en los jardines vaticanos, se entronizaba una réplica de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, con la presencia de seis obispos cubanos que habrían viajado especialmente de la isla-cárcel para esa ocasión, y del ex secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Tarcisio Bertone.

Llamó la atención el hecho de que el nuncio Musarò, representante diplomático de la Santa Sede en Cuba, que estaba en Italia, no hubiera comparecido. La periodista María García, corresponsal en Europa de Martí Noticias, preguntó al cardenal Bertone su opinión sobre las palabras del nuncio, a lo que el cardenal, conocido por sus posiciones favorables al régimen cubano, respondió en tono contrariado: "No conozco esta declaración. Me parece que los periodistas han exagerado sobre esta declaración. Pero no la conozco, no la conozco". El obispo de Santa Clara, monseñor Arturo González Amador, trató de restar trascendencia al análisis del nuncio Musarò, diciendo que "lo hemos comentado con el embajador del Estado cubano ante la Santa Sede y, bueno, pues ha quedado así, sin mayor importancia". Por su parte, monseñor Emilio Aranguren, también entrevistado en los jardines vaticanos por la periodista María García, dijo en tono apaciguador: "Las que el nuncio ha manifestado son realidades del pueblo cubano, pero creo que no es para hacer de eso un notición".  

En realidad,  el diagnóstico del nuncio Musarò sobre la Revolución comunista y sobre el drama del pueblo cubano subyugado parece constituir un "notición" de no poca envergadura, si se considera la colaboración eclesiástica con el comunismo cubano en las últimas décadas. Aún existen muchas interrogaciones en torno del episodio, y podrían levantarse diversas hipótesis. La nunciatura en La Habana informó que el nuncio retornaría a la isla después de pasar tres semanas en Italia. Aguardemos indicios que eventualmente sirvan para responder a las interrogaciones que han quedado flotando en el aire.

Armando Valladares, escritor, pintor y poeta. Pasó 22 años en las cárceles políticas de Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza", donde narra el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la colaboración eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la "ostpolitik" vaticana hacia Cuba.  

Links relacionados:
Jóvenes cubanos lamentan colaboracionismo del cardenal Ortega
http://www.cubdest.org/1406/c1409jovenesav.htm

Francisco, pro-castristas y confusión
http://www.cubdest.org/1406/c1408vallfrancisco.htm

El pontífice Francisco y el test cubano
http://www.cubdest.org/1306/c1304franciscoav.html

El cardenal Bertone y la fraudulenta "política religiosa" castrista
http://www.cubdest.org/0806/c0803av2.html

quinta-feira, 15 de maio de 2014

Venezuela: depois do papel higienico, agora falta pao. PAO! BREAD! PAN!

  • updated 12:58 GMT 05.14.14Fistfights amid long bread lines in Venezuela
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    Bread shortage frustrates Venezuelans
    A A A (resize font)
    (CNN) - Shoppers in Venezuela know that shortages of staples like cornmeal, milk and chicken are a harsh reality of life, but now -- amid violent protests and strikes -- shortages have spread to that most basic of basics: bread.
  • Lines are forming, and fights have broken out outside bakeries as politicians and business leaders point fingers.
    In recent days, people have had to wait in line for hours under the scorching sun. Ricardo Rodriguez, a Caracas resident waiting for the chance to buy bread, described the queues as "extraordinary."
    "It's like embarking on an odyssey," he said.
    The problem stems from labor, social unrest and currency regulation that ties to difficulties importing raw ingredients, according to Tomas Ramos Lopez, president of the Venezuelan Federation of Bread Producers.
    Ramos told CNN en Español that the problem started last year when a strike stopped production at a flour mill in Monagas state that supplies 35% of all the flour in Venezuela.
    Another problem, Ramos said, is all of Venezuela's wheat is imported from Canada, the United States and Argentina, and tight government-dictated currency controls have left producers in a situation where they don't have the dollars needed to import wheat.
    A third problem, according to Ramos, has been social unrest. Violent anti-government protests in the past three months have disrupted distribution of flour. Bakers cannot get the raw ingredient in several cities across the country, especially San Cristobal, Valencia, Barquisimeto and Caracas, the capital.
    The government blames the shortage on unscrupulous merchants and bakery owners who hoard their products in order to make a profit by selling at higher prices on the black market.
    But Ramos said, "I believe that the national industry and the laws in Venezuela have to be changed. (Government officials) need to know the difference between hoarding and having inventory."

domingo, 11 de maio de 2014

Chile: fim do modelo bem sucedido de integracao aberta com o mundo, baseado no mercado? - Mauricio Rojas

Retirado do blog de meu amigo Orlando Tambosi:

Orlando Tambosi, 10/05/2014

Artigo de Maurício Rojas sobre o "assalto ao modelo" promovido pela presidente socialista Michelle Bachelet. A estupidez ideológica, na América Latina, é atavismo:

Hace algunos días The Wall Street Journal (4.5.2014) publicó un artículo titulado “Asalto al milagro chileno”. Su tema era la drástica reforma tributaria propuesta por la nueva presidenta, Michelle Bachelet, que puede llegar a elevar la tributación de las empresas del 20 al 35%. Ello, combinando el efecto de un alza del impuesto a la ganancia del 20 al 25% y la eliminación de la franquicia tributaria referente a las ganancias reinvertidas. Así, Chile se mueve a contracorriente en un mundo donde la tendencia, especialmente en economías pequeñas y abiertas, es bajar los impuestos para atraer la inversión.

De esta manera, la presidenta socialista da inicio a la destrucción de los fundamentos de una época de notable crecimiento y progreso en Chile. Lo hace, además, con todo el desparpajo característico de la demagogia populista, alegando que sólo los ricos pagarán, como si un asalto semejante a los inversores no fuese a deteriorar la creación de empleo y, con ello, el desarrollo de los salarios reales y la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

Pero aún más grave que este descriterio económico es el propósito del mismo, que no es otro que promover una reforma educacional cuyo norte es la estatización creciente de la educación chilena. Dentro de pocos días se presentará al parlamento el proyecto prohibiendo el lucro, es decir, el emprendimiento, en la educación que recibe algún tipo de aporte estatal. Este es un ataque directo a aquella multitud de escuelas concertadas de todo nivel donde hoy se educa en torno la mitad de los niños chilenos. De esta manera, el socialismo pretende lo que siempre ha pretendido por doquier: apoderarse de la formación de las nuevas generaciones para hacerlas a su imagen y semejanza. Que con ello se pueda destruir aquel sistema educacional que, con todas sus deficiencias, es el mejor de América Latina según las mediciones de PISA parece importarle poco a la actual presidenta. 

Y por si esto fuera poco, el socialismo chileno se ha lanzado a destruir las bases mismas de una sociedad liberal proponiendo un sistema de cuotas o “discriminación positiva” en la educación y la política –y luego vendrá toda otra actividad– que pondrá a Chile en la senda de una sociedad donde los individuos no son juzgados de acuerdo a su mérito sino por su pertenencia a un grupo determinado.


Malos tiempos para Chile, pero nada nuevo bajo el sol. El socialismo no defrauda, lo que sí defrauda son los pueblos que se dejan embaucar por su demagogia y lo eligen. (Fundación para el Progresio).

terça-feira, 4 de março de 2014

O capitalista da soja e dois socialistas amigos do capital: vai dar certo?

Uma plantação capitalista numa ilha-fazenda socialista?
Vai dar certo? Vai ter tratores, insumos, trabalhadores, condições políticas, econômicas, financeiras e de infraestrutura para transformar Cuba num novo paraíso da soja?
Depende. Com dinheiro pode-se inclusive plantar banana no polo norte.
Vai sair caro, mas se dinheiro não for o problema dá para fazer.
Socialistas funcionam com o dinheiro dos outros, como se sabe.
Capitalistas brasileiros também: de preferência financiamento generoso do BNDES.
Pode até ser que o povo brasileiro acabe pagando para capitalistas e socialistas cubanos (e alguns brasileiros) ganhem muito dinheiro.
Parece que esta é a missão histórica dos companheiros: recolher dinheiro de todo mundo e dar para capitalistas, com algumas migalhas para os pobres.
Paulo Roberto de Almeida

Lula, Raul e o rei da soja em Cuba

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Em viagem a Cuba, o ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva levou a tiracolo o senador Blairo Maggi (PR-MT), um dos líderes do agronegócio brasileiro, para propor ao presidente cubano, Raúl Castro, a plantação em larga escala de soja na ilha e a ampliação do uso de biomassa na matriz energética cubana. Conhecido como "rei da soja" e alvo de críticas de ambientalistas, Blairo acompanhou Lula em visita ontem à fazenda da empresa agrícola militar Cubasoy, em Ciégo de Ávila, onde há produção de soja e feijão. Hoje, devem visitar outra plantação de soja, no interior da ilha socialista. Ex-governador de Mato Grosso, o senador é cotado para disputar o governo estadual nestas eleições.
Leia mais em:
http://www.valor.com.br/politica/3445750/lula-raul-e-o-rei-da-soja-em-cuba?utm_source=newsletter_tarde&utm_medium=04032014&utm_term=lula+raul+e+o+rei+da+soja+em+cuba&utm_campaign=informativo&NewsNid=3446894#ixzz2v1ahHbcO

domingo, 1 de dezembro de 2013

O melhor regime de emagrecimento do mundo: em Cuba, vivendo como um cubano - Patrick Symmes

Grato a meu amigo Orlando Tambosi por me chamar a atenção para este artigo, que li, na versão completa, que ele indica ao final da sua seleção inicial.
Paulo Roberto de Almeida 
Trinta dias no inferno cubano

O escritor e jornalista Patrick Symmes passou 30 dias vivendo como um cubano, com 15 dólares por mês. Seu relato desmonta o discurso ideológico dos que defendem a revolução castrista, refutada pelo miserável quotidiano da população. 
Creo que en las dos primeras décadas de mi vida no pasé nunca más de nueve horas sin comer. Más tarde experimenté intervalos más largos – en China en los años ochenta, viajando con insurgentes en remotas zonas de Colombia y Nepal, cruzando Sudamérica en motocicleta, completamente arruinado – pero siempre volvía a casa, me daba un atracón, comía cualquier cosa, cuando quería, y recuperaba el peso que había perdido y más. Había experimentado la trayectoria habitual de la vida americana y ganado medio kilo al año una década tras otra. Cuando decidí ir a Cuba y vivir un mes con lo que los cubanos deben vivir, pesaba 105 kilos. Nunca había pesado tanto en mi vida.

En Cuba el salario medio es de 20 dólares al mes. Los médicos pueden ganar 30; mucha gente gana solo 10. Decidí premiarme con el salario de un periodista cubano: 15 dólares al mes, los ingresos de un intelectual oficial. Yo siempre había querido ser un intelectual, y 15 dólares era sustancialmente más que los 12 dólares que ganaban los muchachos que construían paredes de ladrillo o cortaban caña, y casi el doble de los 8 dólares recibidos por muchos jubilados. Con ese dinero tendría que comprar mi ración básica de arroz, frijoles, papas, aceite de cocina, huevos, azúcar, café y cualquier otra cosa que necesitara.

Sabía que me resultaría duro renunciar a la comida, así que empecé mi dieta cubana estando aún en Nueva York. Perdí cuatro kilos y medio en los dos meses anteriores a mi partida. Una y otra vez, mientras me preparaba para ese viaje, amigos horrorizados especulaban sobre la comida de la que me iba a atiborrar y los objetos que correría a consumir. Daban por hecho que verse privado de alguna cosa querida durante treinta días era una prueba insoportable. Temían por el helado. En mi experiencia, nadie que pase hambre quiere helado.


Mi primera media hora en Cuba la pasé en los detectores de metales. Después, como parte del nuevo régimen, desconocido para mí en los quince años que llevaba viajando allí, fui sometido a un intenso pero amateur interrogatorio. No era nada personal: todos los extranjeros en el pequeño turbohélice procedente de las Bahamas fueron separados y largamente interrogados. El gobierno cubano se mostraba nervioso con los extranjeros que viajaban solos porque Human Rights Watch había estado allí gracias a visados turísticos y un contratista del Departamento de Estado, que viajaba también con un visado de turista, había sido sorprendido distribuyendo lápices de memoria usb y teléfonos vía satélite a figuras de la oposición. Los turistas eran peligrosos.

Como en Israel, un agente de paisano me hizo preguntas sin importancia en busca de detalles (“¿A qué localidad va? ¿Dónde está eso?”), preguntas diseñadas para provocarme, revelar alguna incoherencia o para que me mostrara nervioso. No miró mi billetera ni me preguntó por qué, si iba a estar en Cuba un mes, llevaba menos de veinte dólares.

La mirada del supervisor se posó sobre los demás pasajeros. Había pasado.

–Treinta días –le dije a la mujer que selló mi visado de turista. El máximo.



Del techo del aeropuerto colgaba un cartel en el que había dibujado un autobús. Pero no había ningún autobús. No en ese momento, me explicó una mujer en el puesto de información. Habría un autobús –uno– esa noche, alrededor de las ocho, para llevar a los trabajadores del aeropuerto a casa.

Para eso faltaban seis horas. El centro de La Habana estaba a quince kilómetros de distancia. Como los taxis costaban 25 dólares –más que mi presupuesto total para el próximo mes– iba a tener que andar.

La misma mujer sacó del bolsillo de su uniforme un par de monedas de aluminio que me dio: 40 centavos, dos centavos de dólar estadounidense. En la autopista, a unos cuantos kilómetros de allí, quizá encontrara un autobús urbano. Y en La Habana podía encontrar, debía encontrar, la forma de sobrevivir durante un mes. Tuve que echarme la mochila a la espalda y ponerme a caminar. Las monedas de aluminio tintineaban en mi bolsillo. Salí de la terminal, crucé el aparcamiento, cogí una salida y giré por la única carretera dejando el mundo exterior tras de mí con cada paso. Cada pocos minutos se paraba un taxi tocando la bocina, o lo hacía un coche privado que me ofrecía llevarme por la mitad del precio oficial. Yo seguí caminando y dejé atrás la vieja terminal junto a campos llenos de maleza. Los carteles anunciaban viejos mensajes: “Bush terrorista”. Al cabo de cuarenta minutos pasé por encima de un cruce de vías de ferrocarril, salí de la autopista y tuve suerte. El autobús a La Habana estaba justo allí. Una hora más tarde estaba en el centro de La Habana y buscaba a pie a un viejo amigo. (Continua).

(...)
Ella escuchó impertérrita mientras le explicaba mi intento de vivir del racionamiento. “Es un gran plan para adelgazar”, dijo. Otro disidente que visitaba la casa, Richard Roselló, terció. Había estado llenando un cuaderno con el precio de bienes en los mercados paralelos, también llamados mercados clandestinos o negros. “Un problema es la comida”, dijo Richard, “pero otro es ¿cómo pagas la factura de la luz, del gas, la renta? El costo de la electricidad ha subido entre cuatro y siete veces, comparado con antes.” Elizardo pagaba casi 150 pesos mensuales por la electricidad, una cuarta parte del salario medio.
(...)
Una “cesta mensual” de comida racionada (que en realidad duraba doce días) costaba 12 pesos por persona, según el cálculo del gobierno. Durante los diez días siguientes la gente tenía que comprar la misma comida por unos 220 pesos en el mercado libre, el paralelo y el negro. Eso solo te daba veintidós días. Un mes costaba unos 450 pesos, más que todo el ingreso de millones de cubanos, y eso no incluía ropa, transporte o artículos domésticos. (...)
Se robaban de empresas estatales cuando era posible y se vendían en el mercado negro. La ropa tenía que comprarse usada, en reuniones de trueque llamadas troppingsen burlona alusión a los shoppings para divisa fuerte. Los que se quedaban sin comida la rebuscaban en contenedores o se convertían en alcohólicos para calmar el dolor, dijo.
(...)
La gente no se desmaya en las calles, muerta de hambre. ¿Por qué? Porque el gobierno garantiza dos kilos o tres de azúcar, que tiene muchas calorías, y pan cada día, y suficiente arroz. El problema de Cuba no es la comida ni la ropa. Es la falta total de libertad civil, y por lo tanto de libertad económica, que es la razón por la que tienes que tener libreta.
(...)
El Estado era propietario de todo. La gente se apropiaba de todo. Un sistema de racionamiento al revés. (...)
Otra cosa que yo tenía en común con casi todos los cubanos era que no trabajé absolutamente nada en mis treinta días. Es decir, trabajé mucho y frecuentemente en mis propios proyectos –cargué cemento y moví grava a cambio de dinero, y escribí mucho– pero no era trabajo estatal, ese trabajo que se cuenta en las columnas de la Cuba oficial, en la que más del 90 por ciento de la población es empleada del Estado. ¿Por qué iba a buscar trabajo? Nadie más se tomaba el suyo en serio, y el chiste más viejo de La Habana sigue siendo el mejor: Ellos simulan pagarnos, nosotros simulamos trabajar. (...)

Me había gastado una quinta parte del dinero que me quedaba impulsivamente. Ahora solo tenía 64 pesos para sobrevivir durante los diecisiete días siguientes. ¿Qué iba a ser de mí? ¿Cómo iba a comer cuando me quedara sin frijoles, de los que ya no había muchos? ¿Y si cometía otro error? ¿Y si me robaban? ¿Cómo llegaría al aeropuerto el último día si no tenía ni unos cuantos peniques para el billete de autobús? (...)

Una vez al día cedía a mi vanidad, me quedaba sin camisa delante de un espejo y miraba al hombre que no había visto en quince años. Había perdido dos, luego tres, luego ocho kilos. Pero el estómago y la mente se ajustan con una aterradora facilidad. La primera semana había estado asustado y muerto de hambre. La segunda, dolorido y hambriento. Ahora, en mi tercera semana, comía menos que nunca pero estaba bien física y mentalmente.
Había pasado mi peor día hasta el momento, con solo 1,200 calorías. Eso era lo que comía un prisionero de guerra americano en Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
(...)
“Es imposible”, dijo de mi intento de ser oficialmente cubano. Para sobrevivir, todo el mundo tenía que tener “un extra”, algún ingreso fuera del sistema. Su marido alquilaba una habitación a un turista sexual noruego. Su vecina vendía comida a los trabajadores que habían perdido el almuerzo gratuito de las cantinas. Su madre vagaba por las calles con jarras de café y una taza, vendiendo dosis de cafeína. Su amigo de la esquina robaba el aceite de cocina y vendía a 20 pesos el medio litro. Otro vecino robaba pollo molido y vendía a 15 pesos el medio kilo. (“Buena calidad, a muy buen precio, deberías comprar”, y lo hice.)
(...)
Yo tenía por costumbre decir que un 10 por ciento de todo era robado en Cuba, para ser revendido o reutilizado. Ahora creo que la cifra real es un 50 por ciento. El delito es el sistema.
(...)
Mi última mañana: no desayuné después de no haber cenado. Utilicé la moneda de la prostituta para coger un autobús al aeropuerto. Tuve que caminar los últimos minutos hasta mi terminal y casi me desmayo en el camino. Se produjo un momento tragicómico cuando un hombre de uniforme me apartó de la fila en los detectores de metales porque un agente de inmigración creía que me había quedado más de los treinta días que me permitía el visado. Fueron necesarias tres personas, contando repetidamente con los dedos, para probar que seguía en el trigésimo día.
Cené y desayuné en las Bahamas y gané dos kilos. De vuelta en Estados Unidos, engordé otros tres y medio. Cambias de nacionalidad y cambias de peso. ~
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Traducción de Ramón González Férriz
© 2010 Patrick Symmes. Todos los derechos reservados

quinta-feira, 10 de outubro de 2013

O fascismo em construcao no Brasil: governo estatiza a cultura

Analiza Congreso de Brasil crear Fondo Nacional de Cultura
NTX, 10/10/2013

México, 9 Oct. (Notimex).- El Congreso de Brasil estudia la posibilidad de contar con un Fondo Nacional de Cultura, a fin de promover, difundir y llevar la cultura a la población de ese país, adelantó hoy aquí Joao Luiz Silva Ferreira, Secretario de Cultura de la ciudad de Sao Paulo y ex Ministro de Cultura de Brasil.

Durante el encuentro “Estímulos a la creación, promoción y difusión artística”, celebrado en la Cámara de Diputados, el funcionario comentó que la idea es suplir o reemplazar la "Ley Rouanet”.

Esta ley, “a la que calificó y crítico de perversa”, define incentivos fiscales para empresas y particulares que quieran financiar proyectos culturales en el país, además de permitir deducir del impuesto sobre la renta hasta 100 por ciento del valor invertido en un proyecto cultural, según su categoría.

De acuerdo con Silva Ferreira, el proyecto de ley, que ya fue aprobado por las comisiones correspondientes en aquella nación, busca convertirse en el principal mecanismo de financiación para la cultura en Brasil.

“Se trata de un fondo moderno que reciba aportes públicos y privados con capacidad de embestir una obra de arte en proceso, como coproductor, y que mantenga el fondo en construcción no sólo en presupuesto público, sino también en los mecanismos económicos que vaya creando el propio proceso”, expuso.

Comentó que con esta ley, la cultura en Brasil “comenzó a ser muy valorizada, como parte de un proyecto de desarrollo del país”.

Al aprobarse esta legislación de incentivos fiscales, se vislumbró al Estado como la solución para el país.

Indicó que la ley tiene 20 años y que durante ese periodo tuvo aciertos y errores. Por ejemplo, “nunca contamos con tantos recursos para la cultura como en esta época (actualmente) y la ley provocó un proceso de distorsión y concentración exagerada”.

“Estamos caminando para sustituirla por otra ley que busque equilibrar la participación del Estado y de la iniciativa privada”, agregó.

A decir de Silva Ferreira, entre las “distorsiones que provocó la ‘Ley Rouanet’ en Brasil destaca que en 20 años sólo 14 por ciento de los brasileños fue una vez al cine y el 92 no frecuentó museos.

Además de que el 93 por ciento no acudió a exposiciones de arte y el 78 no asistió a espectáculos de danza, así como el 92 por ciento de los municipios no contó con cine y teatro.

“En 20 años, la ley no fue capaz de generar una realidad distinta”, señaló el también académico, al tiempo que reiteró que Brasil se encuentra en la transición de un modelo que diversifique las formas de apoyo a la cultura.

Tras la participación del Secretario de Cultura de Sao Paulo, tocó el turno de Christiane Pelchat, delegada general de Québec en México, quien compartió la experiencia de poder recibir apoyos públicos y privados en la gestión cultural.

Luego de dar una introducción sobre aquella ciudad, dijo que la cultura es un medio de desarrollo económico en Quebec, tanto que genera “130 mil empleos”.


Precisó que cada dólar invertido en cultura produce .5 dólares y que, en 15 años, el presupuesto de la cultura se incremento en 183 por ciento.

quinta-feira, 20 de junho de 2013

Venezuela: maravilhas do socialismo do seculo 18: desabastecimento...

Sem comentários, pois já são muitos os abaixo transcritos...
Paulo Roberto de Almeida

Revista América Economia, Dom, 16/06/2013 - 18:56

 El desabastecimiento se ha convertido en parte de la vida de las personas en Venezuela.

AméricaEconomía.com habló con venezolanas y venezolanos de distintas profesiones que diariamente deben hacer grandes esfuerzos para conseguir los productos que necesitan.
El desabastecimiento es un problema que golpea a los venezolanos en la actualidad. El gobierno de Nicolás Maduro ha hecho varios anuncios para combatirlo y denunciado que la oposición estaría detrás de estos hechos. Mientras, la gente continúa haciendo esfuerzos por conseguir los bienes que requiere y muchos critican al Ejecutivo por la situación.
AméricaEconomía.com conversó con venezolanas y venezolanos de distintas profesiones que se enfrentan a diario con esta realidad. Conozca aquí sus testimonios:

Nombre: Roxana Alicia Carrasquel Moreno
Edad: 42
Ocupación: Gerente Comercial de una Clínica en la Ciudad de Maturín
Lugar de residencia: Maturín. Estado Monagas. Venezuela
"Si consigues un producto debes realizar una mega cola de dos a tres horas, y obvio que no todos tenemos tiempo para eso, por eso compramos los productos a un precio triple para ahorrarnos esa situación, y si conseguimos el mismo producto en el supermercado lo volvemos a comprar y lo almacenamos"
“Lo que está viviendo actualmente mi país es tan triste y lamentable en todos los aspectos, ya sea económico, social, cultural, político; y lo más grave es el desabastecimiento. Esto viene sucediendo desde hace tres años, aproximadamente, donde algunos artículos como la leche, el café y la azúcar desaparecían del mercado -cuando no había café aparecía la leche- y así sucesivamente fue ocurriendo hasta que el año pasado, como en agosto, empezaron a desaparecer más productos como la harina pan y harína de trigo, aceite, papel sanitario, carnes, toallas sanitarias, pasta de dientes, mantequilla, huevos, etc. Esto ha provocado que los vendedores informales vendan estos productos de primera necesidad a un alto costo. Estos vendedores consiguen la mercancía en otras ciudades y también con fuertes contactos con los distribuidores del gobierno, los cuales distribuyen a los Mercados Socialistas donde venden por persona una cantidad limitada. Las veces que viajo a la capital, Caracas, que me queda a ocho horas, hago mis compras de harina, azúcar, papel sanitario, leche, aceite, mantequilla y café. Estos y más productos se consiguen en la capital, ya que el desabastecimiento es en todos los Estados de Venezuela, menos en Caracas, o aparentan que no lo hay. Para realizar un mercado familiar debo recorrer todos los supermercados y eso no garantiza que consiga los productos. Además, si consigues un producto debes realizar una mega cola de dos a tres horas, y obvio que no todos tenemos tiempo para eso, por eso compramos los productos a un precio triple para ahorrarnos esa situación, y si conseguimos el mismo producto en el supermercado lo volvemos a comprar y lo almacenamos. Es deprimente la situación cuando observas a las personas realizando mega colas, desde las 4:00 am en los Mercados Socialistas para que les vendan productos limitados y a veces salen con solo dos o tres productos. Es humillante e impresionante. Hasta en nuestros hogares racionamos los alimentos por la escasez. Cada 30 días los precios suben. Esto ha ido agudizando y realmente esperamos lo peor. Se ha formado una redes de comunicación por las redes sociales, amigos y familiares, donde nos mantienen informados dónde podemos encontrar los productos en el momento que llegan. Narrar esta situación me llena de cólera y tristeza, nunca pensé que mi país llegaría a una situación así; muchos decían que Venezuela iba vía a una Cuba y en los actuales momentos estamos viviendo una situación igual. La mala política aplicada por este gobierno chavista nos está llevando a la ruina: no existe calidad de vida, la inseguridad aumenta cada día, malos servicios hospitalarios, de luz, agua, vialidad, transporte. Venezuela está viviendo una de sus peores crisis, el país se está cayendo a pedazos”.

Nombre: Miguel Guzman Porras.
Edad: 30 años
Ocupación: Abogado con Magister en Gerencia Internacional de Recursos Humanos.
Lugar de residencia: Maturín. Estado Monagas.
“Dejé Venezuela en 2011 luego de residenciarme un año y medio en Londres, Inglaterra, mientras realizaba mis estudios de postgrado y regresé en febrero de 2013 encontrando una gran diferencia no sólo en el incremento del costo de la vida diaria, sino del aumento de los niveles de criminalidad y la sensación de inseguridad, muchos vivimos casi paranoicos. Recién llegando, el gobierno implementó una devaluación de nuestra moneda y no soy economista, pero se dice que es de 46%; y en menos de un mes, todos los productos (consumibles y no consumibles) aumentaron su valor en casi 50%, sin que se realizará un aumento salarial adecuado y frente a un país donde no existen oportunidades de empleo y reina el comercio informal. En casa a todos nos afecta el desabastecimiento. ¿Cómo se vive? Mi madre como buena jefa de la casa, se encarga de comprar los alimentos, sin embargo, todos tenemos una regla: ninguno hace fila para comprar nada. Mientras no se consigue algo, se utiliza algún producto que lo sustituya, es decir, se come otra cosa. Con respecto a productos digamos “necesarios”, todos hacemos rondas por la ciudad, y si alguien no está de ronda y por casualidad está en un supermercado y encuentra algún producto “necesario”, se compra la cantidad que el establecimiento permita, aunque en la casa ya tengamos. Esto es para tener reservas. Así básicamente funcionan las cosas para nosotros en casa y pienso que es así en muchos hogares. Por supuesto, un punto clave para que las cosas rindan, es usar solo lo necesario y siempre darle prioridad de consumo a productos que no se encuentren en escasez. Los alimentos más afectados son, principalmente, harina pan (el precio de este producto se mantiene estático porque está regulado), pollo, carne, margarina-mantequilla, azúcar, leche en polvo y aceite de maíz. Sin embargo, lo más deprimente es la escasez de papel sanitario. Una práctica muy común es que las personas se envían mutuamente mensajes de texto, cadenas de blackberry Messenger o de whatsapp, avisando dónde hay productos, y tenemos que correr para ver si llegamos antes de que se forme la fila. Otras personas están pendientes del camión de suministros o simplemente tienen algún informante interno en el supermercado, que avisa cuando viene algún producto. Otra opción son las bodegas en zonas más pobres de la ciudad, donde los productos se venden con un precio más alto, independientemente de que sean productos regulados. Por tratarse de este tipo de establecimientos, asumimos que no se les aplica sanción. La cosa funciona así, ellos los compran en supermercados a precios regulados y los revenden al doble o triple. Hay que destacar que el problema del desabastecimiento no es el único de los problemas en Venezuela”.

Nombre: Alejandro Mauricio Godoy Céspedes
Edad: 28 años
Ocupación: estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad Central de Venezuela y trabaja en una compañía aseguradora
Lugar de residencia: Caracas
“Para ser sincero, el desabastecimiento en los últimos siete años es generalizado en el país, sin embargo, es luego del proceso electoral del 14A que se acrecenta esta dificultad para abastecer de alimentos en el pais. En particular, últimamente me ha resultado complicado encontrar mantequilla y pollo. Dependiendo del supermercado o local, también desaparecen otros productos, sin embargo, los antes mencionados no se consiguen en la mayoría. Los productos que actualmente se encuentran más escasos son el pollo, la carne tipo A y productos lacteos. El problema con respecto al aumento de los precios es que estos se encuentran "regulados" desde hace bastantes años, con variaciones interanuales por el gobierno central y aún así los negocios no toman en cuenta esto y aumentan precios de forma unilateral, así que me resulta difícil especificar un tiempo preciso; ya se ha vuelto rutina de mercado el tener que ir sorteando los mercados en busca de productos más "baratos", en vista del cambio de precios. Algunos locales ya se han visto en la necesidad de limitar la venta de ciertos rubros con el fin de aligerar el desabastecimiento. Todos los que me rodean concuerdan que la situacion de alimentos se encuentra complicada. Algunos factores que originaron esta crisis a lo largo de 14 años es la ineptitud en las politicas públicas, la incapacidad del gobierno de producir bienes y servicios, las asfixia por parte de este al sector privado de la economía. Al no ver motivación al cambio de parte del gobierno, dudo mucho que esta situación tenga alguna solución a corto o mediano plazo”.

Nombre: Emitza Arrechedera Torrealba
Edad: 43
Ocupación: técnica en informática, dedicada actualmente a las labores del hogar.
Lugar de residencia: Maracay
“He vivido el problema del desabastecimiento con asombro, por ser Venezuela un país rico y aprovisionado de todo recurso, para mí ha sido terrible e inconcebible. Esta situación la percibo desde hace algunos años, desde que el proyecto del gobierno (chavista) se ha empeñado en acabar con la empresa privada y la produccion nacional; pero todo se agravó desde el 2012. La escases es generalizada. Ya existían problemas con medicamentos, algunos alimentos, productos de aseo personal, etc., pero todo colapsó a mediados del año pasado a tal punto de no conseguir leche, azúcar, café, papel higiénico, servilletas, crema dental, jabón de tocador, shampoo, pollo, etc. Usted entra a un automercado y observa los anaqueles llenos, pero al observar bien colocan el mismo producto en casi todos los estantes. En lo que respecta a la cantidad de alimentos que se pueden comprar, en su mayoría puede llevar dos a lo más, tres unidades por persona. Los aumentos sobrepasan la inflación registrada, insólitamente unas de las más altas del mundo. Tengo familiares en Chile y me ha tocado traer productos de ese país; los chilenos vivieron algo similar y todo se resumía a una cola y desplazamientos grandes buscando productos. Esta situación no es ocasional, no se salva nadie en ningún estado. El modelo económico que impera en el país (chavista), el modelo económico tradicional se ha fracturado y/o estatizado. Todo lo que toque el gobierno es “del pueblo”, no le duele a nadie, no tiene cara responsable. Se trata de un panfleto ideológico. Indudablemente temo que se pueda agudizar, depende del monopolio estatal, sin producción nacional y, por tanto, de importación indiscriminada”.

Nombre: Aníbal Estaba
Edad: 28
Ocupación: ingeniero industrial
Lugar de residencia: Maturín, Estado Monagas.
“El problema de abastecimiento ha impactado a todos los estratos sociales y cada día es más difícil conseguir productos que son de primera necesidad y que pertenecen a la cesta básica de los hogares venezolanos. El problema de la escasez se ha percibido desde hace unos años atrás, siempre ha existido la deficiencia de abastecer todo el mercado así como la permanencia de los productos. La escasez ha estado constante, no siempre ha sido el mismo producto, pero es hoy en día en que se percibe con más fuerza por la falta de muchos productos de consumo diario. Dentro de los productos más afectados se encuentran los pollos, la harina pan, harina de trigo, papel higiénico, mantequilla, azúcar, café, jabones de baño, lavaplatos, entre otros. Los precios han subido considerablemente desde principios de año, cuando el gobierno anunció la devaluación del bolívar, conjuntamente con el alza del precio del dolar oficial que se encuentra con un control de cambio. El dolar paralelo hoy en día llega a los 28 bsf por cada dolar. He tenido que trasladarme a otros lugares para comprar, los productos normalmente se pueden conseguir en la capital del país, donde el gobierno trata de abastecer primeramente, y por la cercanía de las principales empresas que producen estos productos, aunque no es un secreto que Venezuela importa grandes toneladas de alimentos mensualmente. Los productos que están escaseados en los supermercados están restringidos la cantidad de productos al consumidor, la cantidad varia de cuatro a dos productos por personas, quienes deben hacer colas que parecen ser interminables para adquirir el producto. Mis familiares y amigos día a día se ven afectados, constantemente se avisan en qué supermercado han llegado los productos para ir corriendo a hacer la cola para poder comprarlos antes de que se acaben. Hay mucho temor de que se agudice la situación, a pesar del esfuerzo que hace el gobierno en solventarla, realizando acuerdos con otros países y aumentando la producción de las pocas industrias productoras, no parece mejorar, o así lo percibimos muchos venezolanos”.

Nombre: Leonor Jorquera
Edad: No revelada
Ocupación: profesora de Educación especial. Actualmente jubilada, ejerce particularmente para subsistir
Lugar de residencia: San Antonio, Estado de Miranda
Si bien Leonor relata que el desabastecimiento era un problema que se viene arrastrando desde el gobierno de Chávez, la situación hoy es más severa. La escasez no se limita a los alimentos, sino que también a otros productos como los de aseo personal y medicina. En este sentido, el comprar es una actividad que empieza a consumir gran parte del tiempo de los venezolanos y se está haciendo una práctica común.
Otro dato interesante que aporta es el hecho de que cada miembro de su grupo familiar compra los productos donde los encuentre, mientras desempeña sus labores, pues una vez en casa, es más difícil encontrar todo.
Ella agrega: “Efectivamente, tenemos restringidos en la compra algunos productos. La semana pasada solo nos vendían 2 paquetes de papel toillet por persona.(cada paquete tiene 4 rollos pequeños). Como consecuencia, sucede que la gente entra y sale del supermercado hasta tres veces para conseguir la cantidad deseada”.
Otro grave problema que se origina al respecto es el precio de estos escasos productos. Pues, según comenta Leonor: “Muchas veces el no conseguir un producto ocasiona el abuso y la especulación pues los comerciantes de la economía no formal, conocidos como "buhoneros" los tienen y elevan los precios hasta el cuádruple de su valor. Y hay gente que los compra”.
”Creo que aún no hemos tocado fondo, este es un gobierno poco efectivo, ocupado de tapar sus propios intereses personales y haciendo creer a la gente que están haciendo lo que ellos llaman un gobierno de calle para resolverle los problemas a la población”.
Productos más afectados: “Papel toillet, harina de maiz, harina de trigo, cera de pisos, aceite vegetal, carnes y pollo, huevos(han subido en 100% su valor en tan solo tres meses) medicamentos muchos”.

Nombre: María Maduro
Edad: 57 años
Ocupación: médico veterinario
Lugar de residencia: Estado Mérida
María Maduro Concuerda con los comentarios de los otros entrevistados. El problema del desabastecimiento se fue dando desde hace un tiempo gradualmente hasta su crisis actual. Primero comenzó a disminuir la variedad de los productos hasta ahora que resulta “casi imposible conseguir muchos de ellos”.
Además otro punto en que concuerda es en la focalización de esta escasez, la cual se incrementa en los estados alejados de la capital, como en el de Mérida, donde reside actualmente.
“Desde siempre he realizado mis compras en un supermercado muy cercano a mi casa, poco a poco pude ver como empezaban a escasear productos básicos y de primera necesidad en la vida del venezolano común, llevándome esto a recorrer varios supermercados de toda la ciudad donde por redes sociales se difundía que habían llegado algunos productos que ya estaban inexistentes”.
“Al trabajar con público es muy fácil escuchar las quejas diarias de todos los ciudadanos de lo difícil que es conseguir muchos productos en la actualidad. También en ocasiones es posible conseguirlos con revendedores informales pero por el doble y hasta el triple de su precio original”.

Nombre: Emilia Coronado
Edad: 53 años
Ocupación: oficinista
Lugar de residencia: Punto Fijo, Estado Falcón
“Hemos vivido momentos y situaciones muy terribles, pero ésta, la del desabastecimiento ha sido la peor. Primero comenzaron con la restricción de los productos, ejemplo: si comprabas harina pan te vendían sólo una o dos por personas. Supongo que era para que nos fuésemos acostumbrando. Luego comenzamos a notar que ni siquiera eso podíamos hacer porque sencillamente no estaban en los anaqueles de los supermercados y si informaban (por radio pasillo) que los buhoneros tenían, salíamos volando a buscar el producto y nos encontrábamos que teníamos que pagar el doble o el triple de lo que costaba en realidad. Y no teníamos otra alternativa que comprarlo al precio que fuese con tal de obtener el producto que necesitábamos”
Las complicaciones para Emilia son tales, que según relata, debe dedicar un día entero para las compras. Por su trabajo, le es imposible hacerlo durante la semana, por lo que ocupa el sábado. Pero con esto, las dificultades no disminuyen, pues no le basta un solo lugar para comprar, sino que requiere ir cada vez más lejos de la ciudad para conseguir algo, y hasta comenta “Una tiene que volverse amiga de las cajeras para que le guarden algo de los productos que escasean cuando éstos lleguen al mercado.”.
Respecto a los precios, Emilia Coronado aporta otro detalle interesante, más allá del aumento lógico cuando estos escasean. Se trata del componente emocional en situaciones de crisis como estas. Ella relata que “esto impacta en el presupuesto familiar porque cuando llega algún producto y uno tiene la oportunidad de comprar más de lo que se necesita en ese momento, por el temor de no conseguirlo de nuevo, debe disponer de lo que no estaba presupuestado”.
“El desabastecimiento es para todos. Aquí las peleas de las amas de casa es a "cuchillo limpio" cuando llega el pollo, que es el alimento mas apreciado por los ciudadanos”.
“Ni siquiera nos podemos fabricar nuestro propio papel "toilet".Aunque usted no lo crea, ya se está importando y dicen, no me consta, que el de China viene con bacterias. Ahora será un problema aún mayor porque si nos enfermamos, ahora si que viene lo bueno pues no se consiguen las medicinas".

Nombre: Saúl Rondón Jorquera
Edad: 26 años
Ocupación: médico Veterinario
Lugar de residencia: Estado de Miranda
Saúl confirma que existe restricción en la compra de productos. Generalmente, comenta, el máximo de lo que te puedes llevar es dos unidades. Además, en su trabajo como veterinario también ha constatado que el problema se extiende a este tipo de alimentos, especialmente respecto al precio de los mismos.
“El desabastecimiento parece ser por temporadas hay veces que falta aceite, margarina, harina pan y harina de trigo, ahorita lo que esta faltando es el papel higiénico, el pan, la harina de maíz y próximamente la harina de trigo me han dicho porque la empresa que la producía se retiro del país”.
A juicio de Saúl, las razones de esta crisis está en “todos los productos que tengan que ver con importaciones, el problema es el control cambiario y la falta de divisas. Los precios regulados son un problema si hay una inflación tan grande como la que hay acá y la falta de producción nacional”
Finalmente, el veterinario termina por confirmar su temor respecto al futuro y agrega: “no sé qué más se puede agudizar. ¡Esto es lo más agudo que he visto en mi vida!”

Nombre: Igor Hernández
Ocupación: licenciado en Cienicas Industriales
Lugar de residencia: Valencia Carabobo.
Que hay de cierto respecto del tema del desabastecimiento?
Es cierto, y un tema principal es el control de divisas que existe sobre la mayoría de las empresas privadas, que son el motor principal de la economía. Por otro lado sin dólares no pueden comprar sus productos en los mercados internacionales. Ese es un punto central, lo cual provoca que no hayan productos básicos, como papel higiénico, cosméticos, medicinas, alimentos básicos, como harina de maíz.
En muchos casos es por la falta de divisas, y en otros es por el control del gobierno dice Hernández, quien afirma que por algunas razones, el gobierno controla los medios para hacer llegar los alimentos a los ciudadanos. Esto, ya que el gobierno en algunas ocasiones deriva los alimentos para abastacer el Mercal, que es la red gubernamental de abastecimiento.
De hecho, hace pocos días Empresas Polar y el gobierno llegaron a un acuerdo para permitir la producción y distribución de alimentos. (Polar produce casi el 51% de la harina de maiz a nivel nacional), el resto de las empresas son propiedad del gobierno, y no están funcionando a plena capacidad.
El desabastecimiento...?
Según el Hernández, quien es Licienciado en Cienicas Industriales, es cierto que hay escasez de algunos productos. Por ejemplo el papel higiénico, hasta hace un par de semanas había variedad de marcas, ayer (martes) fuí a tres supermercados y solo había una marca y en pocas cantidades.
Otra de las cosas que escasean es el pollo. De pronto sacan stock del mercado y la gente debe hacer filas para comprar ese tipo de alimentos. Entonces, uno dice, somos un país petrolero y tenemos que vivir este tipo de cosas.
Qué otros elementos faltan...
Harina de trigo, leche en polvo. La leche que hay es toda importada, lo cual indica que la empresas que antes producian ya no lo hacen.
Existen topes para efectuar compras...
En algunos casos puede ser. Depende del supermercado, pero son casos puntuales.
Redes sociales...
Así es, a través de las redes sociales como el twitter, la gente se está informando sobre dónde hay productos para comprar.

Nombre: Edwin Gómez
Ocupación: abogado
Lugar de residencia: Valencia, Estado de Carabobo.
Para el abogado y activista del movimiento Voluntad Popular, la situación es caótica es un desastre total. Es más, los buboneros (comerciantes ambulantes) tienen más mercancías que el propio gobierno. Entonces cuando se revisa cómo reciben los productos, se aprecia que hay una mafia desde el propio gobierno afirma enfático, ya que a los negocios no les interesa el tema del abastecimiento, sino el ganar dinero, y solo, luego de esto los alimentos aparecen.
En la calle, la gente está sufriendo como nunca lo hizo en los últimos 20 años, ya que deben recorrer casi todos los municipios de Valencia para encontrar lo que necesitan, enfatizó con rabia.
De quien es la culpa...
Respecto de las responsabilidad, Gómez en categórico, la culpa sin lugar a dudas es del gobierno. No han implementado políticas de Estado, ya que no las tienen. No han podido implementar un plan para palear el problema de las divisas que necesitan la empresas para recibir y comprar sus materias primas.
Por tanto, como no están las divisas necesarias para la compra de insumos, el gobierno se ha visto obligado a importar comida desde los países de la región. Un ejemplo es el caso del pollo, que se trae de Brasil, el café que se importa desde los países centroamericanos (Nicaragua y Colombia), el café ya casi no es venezolano.
Esta situación se dio en los gobiernos de Chávez...
No es que la situación fuera mejor, pero cuando se llegaba a puntos muy críticos, Chávez emitía una orden a las empresas para que suplieran los requerimientos de la ciudadanía.
Maduro está tratando de volver a implementar el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), en donde no se conoce el precio de entrada ni da salida del dólar. Entonces, con este sistema se han producido las devaluaciones por todos conocidas en el país. Todo esto apunta a que el precio de la comida seguirá subiendo, el precio del dólar también subirá, lo que redundará en que las empresas para poder producir y comprar materia prima, van a tener más problemas y terminarán cerrando.
Entonces, el principal problema que se vive en el país es la falta de dólares, y el mal trabajo que están realizando las oficinas fiscalizadoras de empleo, donde no se están resolviendo de buena manera los problemas laborales. Esto quiere decir que aquellos empleados que deberían ser despedidos de sus trabajos, por estar cometiendo faltas, la autoridad está fiscalizando a las empresas, pese a que existan empleados "saboteadores".
Cuales son los principales materias que faltan...
La mitad de la cesta básica: azucar, aceites, café, leche, harina de trigo, algunas hortalizas, carnes, pollo, atún, mayonesa etc.
Cuando el ministro Osorio (Ministro de Alimentos) dice que la escasez es falsa...
Ese ministro es uno de los principales beneficiarios de las cadenas de comida que tiene el gobierno. De eso hay pruebas que no las tengo yo, pero que si han sido presentadas.

Nombre: Ruby Bastista
Ocupación: publicista
Lugar de residencia: Carabobo
Si, hay desabastecimiento en todos los rubros o áreas del comercio. Falta papel sanitario, harina, aceite. En todos los aspectos hay desabastecimiento de mercancías. Lo poco que hay, son frutas y verduras, pero a precios muy elevados. Seis manzanas cuestam 100 bolivares (US$16) por ejemplo.
En mi caso, una semana compro lechosa (papaya) y la otra bananos (plátanos), y mucho mango ya son las frutas más baratas.
Hay topes para acceder a algunos productos...
Sí. Eso sucede con la harina pre cocida, de ese tipo de productos te dejan llevar nada más que 4 paquetes por persona, y en ocasiones solo dos.
De quién es la responsabilidad de esta situación...
Todo es culpa del gobierno, ya que está tratando de crear crisis en las empresas para poder tomar el control del poder, ya que lo que nosotros estamos viviendo es una dictadura, que está disfrazada de democracia. Entonces el gobierno necesita crear escasez. De hecho, se han visto contenedores con alimentos que se han podrido, ya que el gobierno no quiere sacarlos al mercado, para luego culpar a los empresarios.
Otro motivo sería la falta de dólares...
Sí. Aunque hay cosas que se producen en el país, hay tantas limitaciones que los empresarios no pueden producir por las faltas de divisas. Con Chávez también sucedía, pero ahora se agravó, ya que los que están encargados no conocen ni papa de esta vaina, dice Ruby.
Cómo ves el futuro...
El desabastecimiento va a continuar y se va a agravar. Para poder conseguir algo, hay que recorrer 6 o 7 supermercados, y luego hacer filas para conseguir los productos. La cadena distributiva se vé afectada.
Los buboneros son otro problema, ya que de hecho ellos tienen más productos que los propios establecimientos.
Futuro social y político...

Lo veo crítico y vamos hacia una situación peor.

sábado, 27 de abril de 2013

Venezuela: aumento provavel da "inseguranca alimentar"

Não existe, obviamente, nenhuma insegurança alimentar em nenhuma parte do mundo: se faltam alimentos, em qualquer parte do mundo, eles podem ser rapidamente encaminhados a partir de regiões produtoras excedentárias, como o Brasil, Estados Unidos, a própria Europa, etc.
Se, ainda assim, alguém deixa de comer, é por que o Estado não assegura as condições mínimas para a distribuição dos alimentos: pode ocorrer na África, ou em certas partes da Ásia do Sul, por guerras civis, conflitos políticos, ou epidemias e catástrofes naturais que também poderiam ser corrigidas pela ação dos homens (ou das agências humanitárias de ajuda), se tal decisão for tomada a tempo.
Diferente é a situação daqueles países que, por razões de política econômica, inviabilizam completamente a oferta alimentar interna e depois não são organizados de maneira adequada para importar alimentos.
É o que ocorre hoje na Venezuela, um país destruído economicamente pela política insana do socialismo chavista e que continua, contra todas as expectativas, a impulsionar políticas absolutamente esquizofrênicas no plano produtivo. Até Cuba, que vem sendo sustentada pelos petrodólares boivarianos, empreendeu reformas no sentido de voltar aos mercados e abandonar os pressupostos lunáticos da economia socialista. A Venezuela não: continua a  nacionalizar, a estatizar, a monopolizar o que considera ser "estratégico" para o país e a população. A única coisa que consegue fazer é aprofundar a miséria do povo, inclusive pela insegurança alimentar.
Abaixo mais uma demonstração do que se falou.
Paulo Roberto de Almeida 


Mayor productor mundial de harina de maíz dejó de operar en Venezuela
27/04/2013

De manera inesperada Gruma, el productor de harina de maíz más grande del mundo, dejó de consolidar sus operaciones de Venezuela en los resultados del primer trimestre de 2013. En su informe financiero enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, la firma explica que esto responde al decreto de expropiación de sus activos y al cumplimiento de las disposiciones señaladas en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).

"Anunciaron que ya los expropiaron en Venezuela, por lo que ya no consolidan su operación de ese país. Ellos (la administración de Gruma) hablan de que el decreto correspondiente se publicó en la gaceta del gobierno", dijo la analista de Monex Casa de Bolsa, Paola Sotelo.