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Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.

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segunda-feira, 2 de dezembro de 2024

O lento, mas dramático afundamento da economia de Cuba, na visão de Omar Everleny Pérez Villanueva (enviado por Mauricio David)

Comentário inicial de Mauricio David:  

Que dramático ! Cuba foi para minha geração, o símbolo da esperança na Revolução. Perdi muitos amigos e camaradas que deram a sua vida pela Revolução Cubana e acreditaram na sua Utopia. Por isto, sou profundamente crítico do Fidel, do Raúl Castro, do Ché e dos atuais dirigentes de Cuba. Quantos amigos perdi porque acreditaram que os dirigentes cubanos iriam conduzí-los à vitória dos ideais revolucionários !

E agora, Cuba está à beira de uma hecatombe ! Acredito piamente que o regime cubano vive os seus estertores...

Ainda mais agora com um ex-exilado cubano (e radicalmente anti-fidelista) como Secretário de Estado de Trump, o senador da Flórida Marco Rúbio. 

Não dou mais que alguns poucos anos de sobrevida para a ditadura cubana...

MD

P.S.1: Nos anos 70, quando eu vivia exilado na Suécia e trabalhava na Universidade de Stockholm, recebemos no Latinamerika-institutet a visita do ex-presidente da República Dominicana Juan Bosh. Bosh foi deposto da Presidencia nos anos 60 (creio que foi em 65, se não me fala a memória) por um golpe militar. O coronel Francisco Caamãno levantou-se em armas em contra dos militares que queriam tomar o poder. A coisa se degringolou e ao Estados Unidos fizeram mais uma das suas intervenções militares. Foi uma crise imensa, o novo regime brasileiro ( o ditador da época era o general – depois marechal...- Castello Branco)  enviou tropas para São Domingos supostamente a pedido da OEA para evitar que Caamaño barrasse o golpe (o Caamaño foi um dos heróis da minha adolescência, acompanhei cada minuto daquele período...).

Mas, voltando a Bosh em Stockholm, quando êle chegou lá a convite do governo sueco êle pediu para visitar o Latinamerika-institutet. Organizei na ocasião uma reunião com um grupo de pesquisadores do Instituto. Foi então que escutei boquiaberto o Bosh dizer que Cuba, no período anterior a Fidel, era o país mais adiantado da América Latina em todos os indicadores (Saúde, Educação, renda per-capita...). Eu quase caí das nuvens (o que, dizia o Machado de Assis, é melhor do  que cair de um quarto andar...). Eu, como todos os jovens de esquerda da época, não tinha a menor idéia disto. Acreditava piamente no “conto” de Fidel de que a situação em Cuba era degradante e de miséria total... Eu escutava o Bosh de olhos arregalados e êle me (nos) olhava, por sua vez, com olhos de descrença ante a nossa ignorância !

E agora, vejam só, Cuba vive uma falência total, está à beira dos que os franceses chamam de “débâcle”( uma ruína total). Com Trump e Marco Rúbio a alguns quilômetros das suas costas e a população cubana dando sinais de que “ ça sufit !!!), acho que a sobrevida do regime cubano é questão de alguns poucos anos, se não meses...

P.S.2 : Vivi isto na Alemanha Oriental, onde estive entre o final de 73 e meados de 74. Quando resolvi sair da antiga RDA- República Democrática Alemã e retornar à Suécia, eu estava completamente convencido de que a Alemanha Oriental vivia os seus estertores. Eu estava redondamente enganado. Durou ainda 15 anos, até que tudo ruiu em uma noite só (OK, uma ou duas semanas só...) levando à queda do Muro e à reunificação da Alemanha... Reunificação que o presidente socialista da França, François Mitterrand, fez de tudo para obstaculizar... Porca miséria !

MD

.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Un 2024 con muchas sombras y pocas luces en la economía cubana

Omar Everleny Pérez Villanueva 

30/11/2024

 

El título puede ser engañoso, porque podría dar la impresión de que los años anteriores fueron viables y con crecimientos de la economía sostenidos. La realidad es que se esperaba que en 2024 fructificaran los centenares de medidas económicas tomadas en 2022 y 2023, y que el plan de estabilización del que solo el gobierno ha comentado diera resultados. Nada de eso ha sucedido.

Algo es cierto: el país ha tenido efectos meteorológicos provocados por los ciclones. Sin embargo, algo que ha impactado más que ellos es el déficit de combustibles y el deterioro de la generación eléctrica, que afecta a las familias y a las instituciones productivas. Llegar a un punto cero de generación eléctrica en septiembre y después en octubre fue un fenómeno desconocido para todos los cubanos.

Aún quedan por calcular las pérdidas ocasionadas por estos sucesos, tanto en el sector estatal como en el privado, ya sea por productos que se echaron a perder por falta de refrigeración o por el «tiempo muerto» en el que se dejó de producir. Sin duda, ya se están viendo algunos de sus efectos: más escasez y aumento de los precios.

El bloqueo se mantiene intacto y es otra variable de gran peso, pero si la nueva administración elegida cumple sus promesas de campaña, estaremos entre 2025 y 2029 en una situación aún más difícil. Por ende, el futuro del país solo podrá depender de la habilidad, aún no demostrada, de la dirigencia cubana en el desarrollo económico.

Las escasas estadísticas mensuales que se publican al cierre de octubre de 2024, apenas dos meses antes de que termine el año, no son nada halagüeñas. A continuación, analizaremos algunas de ellas.


Turismo: un vagón rezagado

El sector que más ha recibido inversiones en los últimos años es el turismo. Sin embargo, los planes acordados para que este sea algo así como un vagón de un tren —porque ya no es la locomotora— no han dado resultados hasta el momento.

Un reciente artículo en el diario Granma afirmaba que «el sector cuenta con una planta hotelera renovada que supera las 80 000 habitaciones; de ellas, el 75 % en hoteles de cuatro y cinco estrellas, y la presencia en la gestión hotelera de 18 cadenas extranjeras de reconocimiento internacional». Sin embargo, el gráfico de visitantes al cierre de octubre muestra claramente una cantidad de visitantes muy lejos de los niveles pre-pandémicos.

Un 2024 con muchas sombras y pocas luces en la economía cubana 5

Por otro lado, al analizar los orígenes de los visitantes, los cubanos residentes en el exterior, un grupo que crecía sostenidamente, se ha desacelerado en los últimos dos años. Asimismo, con la excepción de Rusia, ninguno de los primeros diez países en número de visitantes a Cuba ha recuperado los niveles de visitas anteriores a la COVID-19. Esta realidad contrasta con el resto de los países caribeños, como República Dominicana, que tienen un desarrollo turístico sostenido.



Inflación descontrolada

Un indicador fundamental para la vida de los cubanos, directamente relacionado con su poder adquisitivo, es la inflación. Aunque esta no crece a las tasas de periodos anteriores, se ha desacelerado, pero sigue en aumento, como demuestran las estadísticas al cierre de octubre.

En ese indicador influyen en gran medida los precios de los alimentos, provocados por la escasez de estos, es decir, hay una baja oferta proveniente de la producción. Por otro lado, la libreta de racionamiento de la población ya no cumple el rol que se le asignó hace más de 60 años. Aunque aún existe, cada vez ofrece menos productos y en menores cantidades, con mayor afectación en las provincias orientales.


Índice de Precios al Consumidor de octubre 2024

Índice de Precios al Consumidor de Octubre  2024

 

 

Indice, Variacion mensual, acumulada e interanual por division

 

 

 

Indice

Mensual

Acumulada

Interanual

IPC General

429.56

0.77

21.12

28.09

   Alimentos y Bebidas no alcoholicas

744.98

0.90

23.84

33.37

   Transporte

614.59

0.29

24.13

27.48

   Restaurantes y Hoteles

445.94

1.36

23.78

31.49

Los productos que más inciden en el incremento del costo de los alimentos, según su nivel de precios, se detallan a continuación. Para evitar que se perciba como un análisis limitado a una visión urbana de La Habana, se presentan precios en varias ciudades importantes. Aunque podría parecer que en el resto de las provincias los precios son más bajos, es importante aclarar que el poder adquisitivo en la capital es significativamente mayor que en otras regiones, lo cual genera una desigualdad económica considerable.

Producto

UM

La Habana

Santa Clara

Ciego Avila

Las Tunas

Bayamo

Guantanamo

Aguacate

lb

100

80

60

100

66.6

53

Tomate

lb

900

 

 

 

150

150

Limon

lb

500

400

100

200

100

50

Platano Vianda

lb

80

70

75

61.5

90

60

Frijol Negro

lb

350

350

403

360

400

350

Arroz

lb

295

250

170

550

180

200

Malanga

lb

150

200

160

180

150

150

Pierna de cerdo

lb

980

700

700

750

700

700

Aceite

lb

650

500

 

480

395

450

Huevo

unidad

130

103

110

120

130

130

Leche

500g

1200

1000

1666

1000

1250

1304

Yogurt

1.5 litros

400

300

300

300

300

300


Estos precios denotan que aumentar la producción de alimentos en Cuba no puede ser una tarea subestimada, especialmente considerando que los cubanos gastan más del 70 % de sus ingresos en alimentación, según lo dicho por el presidente Díaz-Canel. Incrementar la producción local de alimentos ayudaría a reducir los precios y, con ello, aliviar la carga económica sobre las familias, mejorando su poder adquisitivo y calidad de vida. Además, una mayor producción permitiría disminuir la dependencia de importaciones costosas, favoreciendo la soberanía alimentaria y reduciendo las desigualdades entre las distintas regiones del país.

Para ello, es necesario crear incentivos a los productores, algo que, si bien se ha anunciado de forma general, aún no se materializa del todo. La reciente Resolución 329, que exime automáticamente del pago de aranceles a 192 partidas relacionadas con sectores como la agricultura y la industria alimentaria, es un paso en la dirección correcta. Esta medida simplifica el proceso de importación al eliminar la necesidad de una aprobación previa por parte del Ministerio de Finanzas y Precios, lo cual podría facilitar a los productores el acceso a insumos necesarios para mejorar su productividad. Sin embargo, es fundamental que se continúe promoviendo este tipo de incentivos y se reduzcan las trabas burocráticas que históricamente han retrasado las soluciones urgentes. Incentivar a los productores no solo aumentará la oferta de alimentos, sino que también contribuirá a reducir los precios, mejorar la seguridad alimentaria y, en última instancia, elevar la calidad de vida de la población cubana.


Zafra azucarera

La conocida locomotora cubana, al menos hasta 2002, cuando comenzó su reordenamiento, ha tenido resultados que, sin temor a equivocarnos, pueden valorarse como caóticos.

Se estima que la zafra que culminó a mediados de junio de 2024 no sobrepasó las 280 000 toneladas, una cifra por debajo de más de la mitad de las necesidades del consumo interno. Según las estadísticas oficiales de la ONEI, se importó azúcar en una cantidad elevada, nunca antes vista en la realidad cubana, ya que el país llegó a liderar la exportación mundial de azúcar durante muchos años.

Paradójicamente, las políticas económicas siguen apostando porque este sector se mantenga exclusivamente dentro del sector estatal, vedando las actividades vinculadas a la industria azucarera en la actualización del listado de prohibiciones para el sector privado. Paralelamente, los centrales y empresas estatales del azúcar carecen de inversiones significativas que permitan modernizar la maquinaria, como sí están haciendo otros países de la región, como Brasil o México.


***

No hay estadísticas financieras o, mejor dicho, no se publican con cortes semestrales, trimestrales o mensuales. Sin embargo, con la parálisis productiva del país, es muy difícil creer que las estadísticas de presupuesto no sigan siendo deficitarias.

La deuda externa se mantiene alta, pero, como es lógico, no sigue creciendo exponencialmente, dado que el endeudamiento es tan elevado que hay pocas posibilidades de nuevos créditos. Aunque existen excepciones, estas responden a criterios no económicos, sino políticos y geoestratégicos.

No quiero ahondar en el panorama social, pero es de suponer que existe un gran deterioro en los que fueron, en su momento, pilares del apoyo nacional al proyecto socialista, como la educación y la salud. La falta del cuadro básico de medicamentos, el deterioro de las instalaciones educacionales y el éxodo de los profesores de las enseñanzas primarias y medias han contribuido a ese deterioro.

En conclusión, no se entiende por qué los hacedores de política siguen pensando en armas melladas, en vez de hacer una reforma económica integral en el menor tiempo posible. La población no está siendo atendida por sus autoridades y está tomando el camino de la emigración, que los aleja de su realidad nacional, cuando podrían aportar muchísimo a su país.

Con niveles productivos de la economía nacional continuamente bajos, varias empresas estatales incapaces de ofrecer los bienes básicos que la población necesita, y el sostenimiento de los temibles apagones a lo largo de todo el año 2024… ¿por qué seguir haciendo lo mismo? ¿Por qué no se escucha a sus especialistas y al pueblo en general? ¿Qué temen?

 

Omar Everleny Pérez Villanueva 

 

Doctor en Economía por la Universidad de La Habana e Investigador. Profesor visitante en las universidades de Harvard y Columbia, Carleton University y la Sorbonne. Fuente: https://jovencuba.com/2024-sombras-economia/

sexta-feira, 29 de novembro de 2024

Venezuela: a maneira dura de Trump tratar com a ditadura não vai funcionar, como não funcionou com Cuba ou Nicarágua - Francisco Rodriguez (Foreign Affairs)

 The Case for Engagement With Venezuela

Maximum Pressure Will Only Strengthen Maduro

By Francisco Rodríguez

Foreign Affairs, November 28, 2024

https://www.foreignaffairs.com/venezuela/case-engagement-venezuela?utm_medium=newsletters&utm_source=fatoday&utm_campaign=The%20Case%20for%20Engagement%20With%20Venezuela&utm_content=20241128&utm_term=EDZZZ003ZX#author-info

 

Among the most complex foreign policy challenges facing the new U.S. administration is the situation in Venezuela. Over the past 12 years, Venezuela has transitioned from a fragile democracy to an entrenched authoritarian regime, experiencing one of the most severe economic collapses and migration crises in modern history outside wartime. And in recent years, these problems have increasingly affected the United States. During the past five years, U.S. authorities have apprehended more than 900,000 Venezuelans attempting to cross the southern border.

[Lea la versión de este artículo en español aquí.]

Many expect that Donald Trump’s presidency will mean the return of the maximum-pressure approach to Venezuela that defined his first term, when Washington imposed sweeping oil and financial sanctions, backed efforts at an armed uprising, and even floated the possibility of direct military action. At a rally in Florida just three days before the election, Senator Marco Rubio, Trump’s nominee for secretary of state, asserted that under the new administration, “we will have a very different position, much tougher and much clearer, not only in Venezuela, but also in Cuba and Nicaragua.” Rubio has cosponsored legislation to codify sanctions on Venezuela, conditioning any sanctions relief and diplomatic recognition on Venezuelan President Nicolás Maduro relinquishing power and an opposition-led transition.

But a return to the failed strategy of maximum pressure by the new administration would be a grave mistake. Sanctions are rarely effective in achieving regime change, and Venezuela is no exception. Far from destabilizing Maduro, U.S. sanctions have helped him consolidate control, increasing the asymmetry of power between the state’s apparatus and an impoverished and weakened civil society. More than seven million Venezuelans have fled the country since 2014, and doubling down on pressure could further worsen the living conditions of those remaining. Maximum pressure will, therefore, cut against Washington’s effort to reduce irregular migration and ensure a stable energy supply.

The United States should continue to condemn Maduro’s authoritarian government for its human rights violations and dismantling of democratic institutions. But Trump and his administration should adopt a strategy of targeted engagement with Venezuela’s authorities. Such a strategy would prioritize maintaining or strengthening economic and diplomatic linkages between the United States and Venezuela—the types of connections that can empower stakeholders committed to fostering a democratic transition. The first priority of U.S. policy should be to alleviate the suffering of Venezuelans, recognizing that broad economic sanctions have exacerbated that suffering. Where possible, Washington should leverage engagement—including the gradual easing of sanctions—to encourage improvements in human rights and political freedoms. This strategy of targeted engagement offers a path to immediately improve conditions in Venezuela while enhancing the prospects for a democratic transition in the medium to long term.

SANCTIONING CATASTROPHE

From 2017 to 2022, the United States imposed some of the harshest sanctions on Venezuela that it has levied on any country. The Trump administration halted all trade with Venezuela’s state-owned oil, gold, and banking sectors (transactions with private banks were still allowed) and blocked the national government and the oil industry from borrowing, restructuring debt, or receiving dividends from its offshore subsidiaries (like Citgo). In 2019, Washington handed control over Venezuela’s overseas assets to the U.S.-recognized opposition, led by Juan Guaidó, and blocked the country’s access to international reserve holdings, including special drawing rights in the International Monetary Fund.

The first Trump administration also imposed secondary sanctions, barring Venezuela from selling oil abroad by targeting foreign companies and vessels involved in its oil trade. Between 2019 and 2021, 47 vessels and 12 companies were sanctioned for assisting in Venezuelan oil exports. (In contrast, despite similar U.S. sanctions on Russian oil today, non-U.S. tankers can still sell Russian oil at $60 per barrel without being sanctioned themselves.)

This pressure has compounded Venezuela’s economic crisis. The country’s contraction in per capita incomes began in 2013 because of severe macroeconomic imbalances created by years of populist policies. Yet starting in 2017, sanctions significantly worsened the economy by severing Venezuela’s access to vital oil and financial markets, which led to a sharp decline in oil production. Sanctions contributed substantially to falling oil output, imports, and productivity; without them, Venezuela’s economy would have started to recover when oil prices rose in 2017. Sanctions accounted for around 52 percent of Venezuela’s economic contraction between 2012 and 2020. Without sanctions, Venezuela would have still faced a severe crisis, with per capita incomes dropping by 34 percent. With sanctions, however, GDP per capita declined by an extraordinary 71 percent—equivalent to almost three successive Great Depressions.

Venezuela’s migration crisis stems from this collapse in economic opportunities. Although the country’s human rights violations are horrific, they are not on the scale of the ethnic cleansing, genocide, or armed conflict that typically drives mass displacement. Instead, millions of Venezuelans have left to escape an economic catastrophe. If the U.S. government resumes policies that target Venezuelans’ livelihoods, it should not be surprised when many of those affected end up at its doorstep.

GAINING FROM ENGAGEMENT

In 2022, the Biden administration reestablished contact with the Maduro government, pursuing a dual track that gradually eased sanctions and encouraged renewed negotiations with the opposition. In November of that year, the U.S. Treasury issued a license for Chevron—the only U.S. oil company with production capacity in Venezuela—to export Venezuelan oil to the United States, coinciding with the resumption of talks between the Maduro government and its opposition.

Critics claimed that the Biden administration was giving Maduro sanctions relief without gaining anything in return. Yet this critique overlooks a key achievement. In October 2023, Maduro publicly committed to holding free and fair presidential elections. Though the election ended up being minimally transparent, this concession ultimately allowed the opposition coalition to register Edmundo González as a candidate after María Corina Machado, who had won the opposition’s primary in October 2023, was barred from running. Washington also successfully encouraged the opposition to abandon its failed electoral boycotts and to engage in the election process despite facing an unlevel playing field.

These decisions helped pave the way for González to defeat Maduro in the July 28 presidential election by more than a two-to-one margin. The opposition documented its victory with tally sheets from the country’s electronic voting system, reenergizing the coalition and demonstrating its broad support among Venezuelans. Although this victory did not produce immediate change, with Maduro’s electoral council blatantly altering the election’s results to declare Maduro the winner, it marked the opposition’s strongest challenge yet to Maduro’s authoritarian rule.

Critics might argue that the opposition’s electoral victory was meaningless because Maduro ultimately retained power and intensified repression. But such a critique misses the broader significance of the outcome. The elections played a crucial role in revitalizing and legitimizing Venezuela’s opposition, demonstrating its broad popular support, and strengthening its internal cohesion. These developments are essential preconditions for any successful challenge to an entrenched regime. Whether these gains can translate into meaningful change will depend on how realistic the opposition’s objectives are and how well it leverages its newfound strength in future negotiations.

BEYOND ISOLATION

A realistic foreign policy toward Venezuela must begin with the recognition that Washington has limited influence over political dynamics in authoritarian countries. In a world where 71 percent of people live under autocratic regimes, it is not only futile but also dangerous to target select countries—such as Cuba, Iran, and Venezuela—for regime change. Singling out specific regimes risks alienating allies, undermining U.S. moral authority, and reinforcing authoritarians’ claims that Washington meddles in other countries’ domestic affairs. In Venezuela, a principled, pragmatic approach—focused on humanitarian relief and diplomatic engagement—would better serve the interests of both the United States and the Venezuelan people.

Trump’s administration should thus continue easing economic sanctions. It should do so, in part, simply because the restrictions have needlessly immiserated millions. But improving the country’s living conditions also serves a political purpose. The more tolerable life becomes for Venezuelans, the less likely they are to flee to the United States. Managing migration flows from Venezuela will also require sustained communication and coordination with Caracas. Reopening the U.S. embassy in Venezuela is therefore a critical step to safeguarding American interests in the country, as well.

A return to the failed strategy of maximum pressure would be a grave mistake.

Easing sanctions could afford the Trump administration an opportunity to secure concessions on human rights. Licenses for new oil projects, for example, could be conditioned on revenues being allocated to international organizations that can address Venezuela’s humanitarian crisis. Likewise, the Trump administration could use sanctions relief to induce political reforms. It should work to secure the release of political prisoners. It should negotiate for institutional changes that reduce the stakes of power and create space for coexistence between Venezuela’s political factions. It should push Venezuela to appoint new electoral authorities and commit to inviting in international observers for upcoming elections. All three of these steps would provide vital space for electoral competition. They remain the best path to fostering a democratic transition. (The United States should also work with regional partners, including Brazil, Colombia, and Mexico, to forge a realistic political settlement.)

Should the Trump administration embrace a policy of limited engagement, it would be bowing to reality. Punitive policies may appeal to policymakers, but they often corner regimes, making behavioral change unlikely. A government whose leaders fear U.S. prosecution will do everything to remain in power, including stealing elections. Strategic engagement, on the other hand, can incentivize positive shifts and strengthen local actors who support a negotiated resolution. The political scientists Steven Levitsky and Lucan Way have shown that countries with economic, social, and institutional ties to the West are more likely to democratize than those subjected solely to punitive measures.

Likewise, Trump would be accepting that when people become poorer in an authoritarian country, the state becomes stronger, not weaker. At the height of the Venezuelan economy’s contraction, a large segment of the population depended on politically conditioned government handouts. In contrast, Venezuela’s economic recovery of the past four years, due in part to the easing of oil sanctions, has helped reduce low-income voters’ dependency on government programs, making them less susceptible to electoral blackmail.

No U.S. administration can overhaul Venezuela’s political system. But by setting achievable goals that address immediate needs, promote economic recovery, and support fundamental freedoms, the United States can help the Venezuelan people. A pragmatic approach that prioritizes economic recovery and gradual political progress will be far more effective in bringing Venezuela closer to change than a strategy of suffocation.

 

  • FRANCISCO RODRÍGUEZ is Rice Family Professor of the Practice of International and Public Affairs at the University of Denver’s Josef Korbel School of International Studies.

sexta-feira, 15 de novembro de 2024

Cuba: da vanguarda na AL, e no mundo, para o atraso absoluto sob a ditadura castrista - Marcelo Aleixo e Gustavo Bezerra

 Reproduzo as glosas feitas sobre Cuba por Marcelo Aleixo, que agradeceu a deferência. Ele as fez com base apenas em dados factuais. Cuba tinha desigualdade de renda? Teve ditadura? Sim, como muitos outros paises na América Latina, mas estava muito à frente dis demais pauses, e não apenas devido à “dominação imperialista” americana. Muito tinha sido feito pelos próprios cubanos. O socialismo simplesmente estrangulou o desenvolvimento cubano e levou a ilha para o mais abjeto subdesenvolvimento. 

Agreguei igualmente as observações de Gustavo Bezerra, pois elas são absolutamente relevantes sobre a realidade cubana antes que o castrismo destruísse o país. PRA


GLOSAS POR MARCELO ALEIXO:

Eu citei alguns dados de Cuba antes de 1959, e de fato era um país mais industrializado do que hoje. Busquei mais informações sobre a história econômica cubana em um texto do Dr Mario Guerreiro, professor da UFRJ, para ilustrar melhor o que era Cuba antes da revolução: foi a primeira nação da América Latina (AL) que utilizou máquinas e barcos à vapor, isso em 1829, foi a terceira a ter uma ferrovia, em 1937, a primeira a usar éter medicinal em 1847. A primeira demonstração mundial de uma indústria elétrica foi em Hanana no ano de 1877, mesma cidade onde em 1900 viu o primeiro bonde elétrico e rodou o primeiro automóvel da AL. Em 1881 um cubano foi o primeiro médico do mundo a descobrir o tratamento para febre amarela, e em 1889 Cuba instalou o primeiro sistema elétrico de iluminação pública de toda AL. Havana também foi onde teve a primeirta ligação telefônica direta, sem a necessidade do apoio de uma telefonista central, isso em 1906. Um ano depois esta cidade teve o primeiro aparelho de raio-x da AL. O primeiro voo da AL foi em 19/05/1913, realizado pelos cubanos Agustin Parla e Rosillo Domingo, entre Cuba e Key West. Em 1954, Cuba tinha uma cabeça de gado por pessoa. O país ocupava a terceira posição na AL no consumo de carne per capita, perdendo apenas para Uruguai e Argentina. O Hotel Riviera em Havana foi o primeiro do mundo a ter ar-condicionado, em 1951. O Focsa em Havana foi o primeiro prédio do mundo construído em concreto armado, em 1952. Em 1958, Cuba foi o país da AL com maior número de automóveis: 160.000, ou 1 para cada 38 habitantes, e o que tinha mais eletrodomésticos. O país com o maior número de km de ferrovias por sua área territorial e o segundo no número total de aparelhos de rádio. Em 1958, apesar da sua pequena extensão e com apenas 6,5 milhões de habitantes, Cuba era a 29ª economia do mundo. A produtividade da cana de açúcar era de 55 ton/ha, mais do que o dobro da produtividade no Brasil, que era de 22 ton/ha. A produtividade no Brasil atualmente é cerca de 70 ton/ha, mais do que o dobro da produtividade de Cuba, ceca de 30 ton/ha. Em 1959 a renda per capita em Cuba era a segunda maior da AL, hoje é a segunda menor.

A ilha mostrava evolução no pensamento, na cultura e na liberdade das pessoas em relação aos outros países. Cuba foi uma das primeiras nações a se preocupar com o trato de animais, abolindo as touradas ainda no século XVIII. O primeiro país da AL a conceder o divórcio a casais em conflito, em 1918. O primeiro da AL a ganhar um campeonato mundial de xadrez foi o cubano José Raúl Capablanca, o primeiro campeão mundial de xadrez nascido em um país subdesenvolvido, sendo que ele venceu todos os campeonatos mundiais de 1921-1927. Cuba foi o segundo país no mundo a abrir uma estação de rádio e o primeiro país do mundo a transmitir um concerto de música e apresentar uma notícia pelo rádio, em 1922. Esther Perea de la Torre foi a primeira locutora de rádio do mundo, uma cubana. Em 1928 havia 61 estações de rádio em Cuba, ocupando o quarto lugar no mundo, perdendo apenas para os EUA, Canadá e União Soviética. Cuba foi o primeiro no mundo em número de estações por população e área territorial. Cuba decretou, pela primeira vez na AL, a jornada de trabalho de 8 horas, o salário mínimo e a autonomia universitária, isso em 1937. Em 1940 foi o primeiro país da AL a ter um presidente de pele negra, eleito por sufrágio universal, por maioria absoluta, isso quando a maioria da população era branca, e 68 anos antes disso ocorrer nos EUA. Em 1940 Cuba adotou a mais avançada Constituição de todas as Constituições do mundo. Foi o primeiro país da AL a conceder o direito de voto às mulheres, igualdade de direitos entre os sexos e etnias, bem como o direito das mulheres trabalharem, e foi onde surgiu o primeiro movimento feminista da AL, 36 anos antes da Espanha, esta que só concedeu às mulheres espanholas o direito de voto, a posse de seus filhos, e o poder tirar passaporte e ter o direito de abrir uma conta bancária sem autorização do marido, em 1976. Ernesto Lecuona foi um cubano que se tornou o primeiro diretor musical latino-americano de uma produção cinematográfica mundial e também o primeiro a receber indicação para o Oscar norte-americano, isso em 1942. Cuba foi o segundo país do mundo a emitir uma transmissão pela TV, em 1950. Era comum estrelas de TV de toda a América irem para havana, onde havia mais chances que em seus países para atuarem em canais de televisão. Em 1958, Cuba foi o segundo país do mundo a emitir uma transmissão de TV a cores. Em 1959, Havana era a cidade do mundo com o maior número de salas de cinema: 358, mais que Nova York e que Paris, segundo e terceiro neste ranking, respectivamente.

Em 1955 Cuba foi o segundo país na AL com a menor taxa de mortalidade infantil: 33,4 por mil nascimentos. Em 1956 a ONU reconheceu Cuba como o segundo país na AL com as menores taxas de analfabetismo, apenas 23,6%. As taxas do Haiti eram de 90%; e Espanha, El Salvador, Bolívia, Venezuela, Brasil, Peru, Guatemala e República Dominicana, 50%. Em 1957 a ONU reconheceu Cuba como o melhor país da AL em número de médicos per capita, 1 para 957 habitantes, com o maior percentual de casas com energia elétrica, depois do Uruguai; e com o maior número de calorias 2870 ingeridas per capita.

Mas, Cuba não apresentava só números e informações positivas, e tinha seus problemas como todos os países do mundo. Lá havia muita pobreza, que era dominante na área agrícola de produção do seu famoso tabaco e da cana-de-açucar. O que seria de Cuba hoje sem a revolução nós não sabemos, mas os números mostram que houve grande piora nas condições socioeconômicas da ilha.


REGISTRO DE GUSTAVO BEZERRA: 

Outros fatos geralmente esquecidos pelos adoradores da ditadura cubana: em 1958, Cuba tinha um nível de desenvolvimento comparável ao da Espanha, sua antiga metrópole, e quase igual ao da Itália. A ilha importava migrantes da Europa, ao invés de exportar refugiados, como é hoje. Em nível de desenvolvimento econômico e social, estava atrás apenas, na AL, de Uruguai e Venezuela (outro país que foi destruído pelo delírio socialista) e na frente de Coreia do Sul e Cingapura, países em que poderia ter se transformado, se não fosse o totalitarismo castrista. É importante frisar também que Cuba, de 1940 a 1952, foi uma democracia, assim como a ex-Tchecoslováquia antes do comunismo. Inclusive, o 1o governo de Fulgêncio Batista promulgou uma Constituição democrática (a de 1940) e tinha 2 ministros comunistas (antes de os comunistas se bandearem para o lado da ditadura dos Castro). Castro, aliás, enganou a todos, inclusive os EUA, que acreditaram no começo, ingenuamente, que ele era um líder democrata e até mesmo anticomunista. Tudo isso foi convenientemente "apagado" da história oficial do país pelo regime totalitário e seus propagandistas.

quinta-feira, 14 de novembro de 2024

Cuba: a falácia do embargo como produtor da miséria da ilha: Paulo Roberto de Almeida e Marcelo Aleixo

 Uma postagem feita na minha página no Facebook sobre a penúria de Cuba em matéria petrolífera – essencial para a geração de energia e para transportes –, agora reduzida apenas a pequenos fornecimentos do México, recebeu alguns comentários nas antípodas. Um dos grandes comentários, merece ser promovido abaixo, por ser significativo dos problemas estruturais cubanos, que NÃO TÊM NADA a ver com o embargo americano.

Cumprimento seu autor, Marcelo Aleixo, que conhece o que comenta. Acrescento apenas uma coisa: dizer que Cuba é "membro da OMC desde 1995" não traduz toda a realidade. Cuba é membro original do GATT-1947, abrigou a famosa conferência da ONU sobre comércio, emprego e desenvolvimento, em 1947-48 (que criou a primeira Organização Internacional do Comércio, o terceiro pé de Bretton Woods, mas que não foi aprovada na época) e continuou no GATT nas décadas seguintes, mesmo se tornando comunista em 1961.

Ou seja, o embargo é uma piada, pois Cuba pode comerciais com TODOS os demais membros da ONU, do GATT e da OMC, que SEMPRE VOTAM CONTRA o embargo, todos eles, pois todo mundo é contra a aplicação extra-nacional e unilateral de leis inernas. Cuba é POBRE pelo socialismo, não por causa do embargo, e só sobreviveu graças ao "mensalão" soviético, e depois graças aos petrodólares chavistas.

PRA.

This year Cuba’s oil imports have collapsed.
Source: Economist



Marcelo Aleixo:
É incrível a imaginação (ou a falta dela) de alguns para tentar justificar o injustificável, e buscam com ilógica achar um culpado dos problemas cubanos. Vemos isso quando resumem os problemas de Cuba ao embargo.
Antes da revolução de 1959, Cuba era um dos países mais ricos da América latina, e quando Fidel morreu era um dos mais pobres, com uma taxa de pobreza de 90%. Antes, estava em quinto no ranking de renda per capita, terceiro na expectativa de vida, com taxa de alfabetização de 76%, a quarta mais alta da América Latina, sendo que o Brasil só foi alcançar esse índice em 1980. Cuba ocupava a 11ª posição no mundo em número de médicos per capita. Hoje a ilha tem que importar cerca de 75% da comida que sua população consome, incluindo açúcar. Com o salário médio de Cuba gasta-se mais de 70% só com alimentação. Segundo dados do IBGE, as famílias com rendimento do salário médio brasileiro gastam cerca de 20% com alimentos. Cuba tem um salário mínimo de US$9. Foi Castro que iniciou o processo para eliminar a classe média e alta da sociedade, principalmente através de duas reformas agrárias. A segunda, mais radical que a primeira, incluiu a nacionalização das empresas americanas e a erradicação da propriedade privada sobre os meios de produção.
Logo depois da revolução os americanos reconheceram Fidel Castro como o novo líder daquela ilha, tanto que o revolucionário foi recebido por Richard Nixon nos EUA, até colocou flores no túmulo de George Washington em sessão solene, com direito à foto oficial apertando a mão do vice-presidente americano. Ou seja, não houve naquele momento uma questão de defender democracia ou alguma ideologia na ilha. Porém, em fevereiro de 1960 Cuba e União Soviética assinam um acordo comercial para a URSS comprar produtos cubanos e abastecer Cuba com petróleo bruto. O governo dos EUA determinou que empresas de petróleo americanas em Cuba parassem de refinar o petróleo soviético. Cuba então nacionalizou as refinarias americanas e desapropriou todas as propriedades dos EUA dentro da ilha, sem pagar por indenizações, e passou a discriminar as importações de produtos norte-americanos, dando motivos aos EUA declararem embargos, que contou com apoio da OEA e sem oposição da OMC.
Era uma questão comercial e de geopolítica, nada a ver com ideologia. Hoje alguns dizem que o atraso da ilha é por causa do embargo, não contam a história mais completa, e omitem que a limitação de comércio da ilha é apenas parcialmente com os EUA. Os cubanos podem fazer, e de fato o fazem, comércio internacional com muitos países, além do país ser membro da OMC desde 1995. Cuba importa cerca de 6% do PIB, índice próximo do que - na história recente - o Brasil tem comprado do exterior, país este que nem tem embargo algum. E, por vezes, esses mesmos que defendem o fim dos embargos contra Cuba, também defendem o protecionismo insano brasileiro, para manter o status quo. Ora, segundo essa lógica deles, se Cuba é um país atrasado por causa das sanções, que a levaram a tão baixo comex, então o Brasil é um país atrasado por proposições como as deles mesmos, que restringem o comex brasileiro. Mas, sabemos, lógica não é o forte deles.
Como disse Diogo Costa: "Antes de 1959, o problema de Cuba era a presença de relações econômicas com os Estados Unidos. Depois o problema se tornou a ausência de relações econômicas com os Estados Unidos". A sanção americana é obscena, como o despotismo do governo cubano também é, mas o embargo não é a raiz da pobreza cubana. Os cubanos, por exemplo, já compram vários produtos dos EUA, podem comprar outros produtos americanos pelo México, como podem comprar carros do Japão, eletrodomésticos da Alemanha, brinquedos da China, ou cosméticos e até implementos agrícolas do Brasil.
Por que não compram? Porque não têm como pagar. Não é um problema contábil ou monetário, pois o governo cubano emite moeda sem lastro nem vergonha, coisa que muitos dos mesmos que defendem o protecionismo brasileiro e o fim do embargo também defendem. O que falta é oferta. Cuba oferece poucas coisas de valor para o resto do mundo. Cuba é pobre porque o trabalho dos cubanos não é produtivo. Os pequenos produtores da ilha, que supostamente se beneficiaram das reformas agrárias, não têm liberdades. O Estado cubano lhes diz o que produzir, a que preço, e eles não podem sequer matar uma vaca da propriedade. Isso daria até 25 anos de prisão se desrespeitado. Pode-se fazer uma analogia entre o que ocorre em Cuba com o que aconteceu na Europa da Inquisição: toda pessoa que discorda do estabelecido pelo governo é reprimida, a casa é tomada e outras pessoas entram. O difícil para os socinhas e comunas conceberem é que produtividade é coisa de empresário capitalista. É o capital que deixa o trabalho mais produtivo. E é pelo empreendedorismo que uma sociedade descobre e realiza o melhor emprego para o capital e o trabalho.
Mesmo quando o governo cubano permitiu um pouco de empreendedorismo, restringiu a entrada de capital. Raúl Castro fez a concessão de quase 170.000 lotes de terra não cultivada para agricultores privados. Só que faltam ferramentas e máquinas para trabalhar a terra. A importação de bens de capital é restrita pelo governo de Cuba. Faltam caminhões para transportar alimentos. Os poucos que existem estão velhos e passam grande parte do tempo sendo consertados. Em 2009, centenas de toneladas de tomate apodreceram na ilha por falta de transporte, por causa destes fatores de controles excessivos e insano planejamento central da economia.
O modelo econômico cubano reside no fato de que, apesar de funcionar sob diretrizes socialistas e autossuficientes (segundo o governo local), depende quase exclusivamente, desde 1959, do que outros governos (vários capitalistas) podem ajudar. Segundo o economista cubano Carmelo Mesa Lago, Cuba recebeu mais ajuda da União Soviética e de outros países do que qualquer outro país da América Latina: US$ 65 bilhões em 30 anos.
E se mesmo com todas essas informações alguém ainda queira insistir que atualmente os problemas de Cuba são derivados dos embargos, exclusivamente ou não, devo lembrar também que os revolucionários não só deram motivos para as sanções, como também assim queriam, conforme foi declarado por Che Guevara no discurso de Argel, após repetir diversas vezes que o objetivo era “cortar todos os laços de Cuba com o capital internacional”, considerando isso um dos principais objetivos da revolução de 1959.