O que é este blog?

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.

terça-feira, 25 de junho de 2019

OMC: EUA disposto a enterra-la de vez? - Luis Doncel (El Pais)

El País, Madri – 25.6.2019
La OMC, abocada a la inoperancia por el bloqueo estadounidense
El bloqueo estadounidense de la Organización Mundial del Comercio hace temer el fin del orden multilateral a favor de un sistema donde el más fuerte imponga sus reglas
Luis Doncel

Ya lo advirtió la comisaria europea de Comercio. “Estados Unidos intenta matar a la OMC desde dentro”, decía Cecilia Malmström en octubre de 2017. No han pasado ni dos años, y la amenaza parece hoy más real que nunca.
El próximo 10 de diciembre vence el mandato de dos jueces del Órgano de Apelación, el más importante de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Si nadie lo evita —y no parece que nadie pueda hacerlo— el bloqueo estadounidense para nombrar sustitutos culminará entonces, dejando inoperativo el tribunal responsable de dirimir los conflictos comerciales de 164 paísesAsí, la Administración de Donald Trump habrá logrado su objetivo de boicotear este organismo nacido en 1995. Las fuentes consultadas temen que este sea el principio del fin de un orden multilateral en el comercio internacional. Y que sea sustituido por un sistema de negociación entre países, en los que los dos grandes bloques, EE UU y China, impondrían a los demás sus condiciones.
“Cuando no hay normas impera la ley del más fuerte, que es lo que pretende EE UULa UE, que por ser uno de los grandes bloques comerciales del mundo tiene poder negociador, intenta salvar el sistema no solo para defenderse a sí misma. Los que más problemas tendrían en este nuevo escenario serían los países en vías de desarrollo”, asegura José Luis Káiser, director de Política Comercial en la Secretaría de Estado de Comercio.
La Unión Europea lleva meses tratando de impulsar una reforma que, además de satisfacer a los estadounidenses, logre adaptar la OMC, el organismo que sustituyó al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) a la era digital. Habría que hacerlo más ágil en asuntos como la propiedad intelectual, los derechos de protección de inversión o el comercio electrónico. “La OMC claramente no estaba diseñada para acoger a economías planificadas como la china, con un fuerte peso del Estado en la producción”, admite desde Hong Kong Alicia García Herrero, economista jefa de Natixis para Asia-Pacífico.
“Ha llegado a haber 11 propuestas de reforma, pero a EE UU no le convence ninguna. Sabemos qué no gusta en Washington de la actual OMC. Pero no dicen claramente qué quieren para levantar el bloqueo. Mientras el resto de miembros plantea alternativas, EE UU solo dice no, sin plantear nada a cambio”, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones. “La situación actual es muy decepcionante. Es muy pronto para saber si nuestro intento de reformar el organismo tendrá éxito, pero nos tenemos que preparar para una situación en la que el Órgano de Apelación deje de funcionar”, añaden en la Comisión Europea.
Ante las dificultades para poner de acuerdo en una reforma a los 164 países miembros, Bruselas trata de impulsar, como informó EL PAÍS, una especie de OMC paralela en la que no participe EE UU y en la que se diriman las diferencias comerciales. Esta nueva vía de arbitraje, a la que países como Japón, India, Rusia o Suráfrica ya han mostrado su apoyo, sería un mecanismo temporal a la espera de que la OMC auténtica volviera a estar operativa. “Ya existe una masa crítica que apoya este sistema paralelo. Muchos países tienen preocupaciones por cómo funciona la OMC, pero no hasta el punto de bloquearlo. En ese organismo, los socios más pequeños plantean casos en igualdad de condiciones. Es la única manera de protegerse de las arbitrariedades de los grandes”, añaden fuentes comerciales.
El intento de crear un sistema paralelo no significa que la UE haya renunciado a la reforma de la OMC. “Pero no podemos garantizar el éxito de la reforma. Así que hemos iniciado vías para proteger nuestros intereses legales en casos en disputa”, concluyen fuentes europeas.
Pero la duda es si esa recuperación de la OMC va a llegar en algún momento: si la crisis del organismo que encabeza el brasileño Roberto Azevedo atraviesa tan solo un bache o camina de forma inexorable hacia la irrelevancia. Esta última opción es la que se teme García Herrero, que ve en la OMC “un Titanic al que se agarran los europeos”. El declive de este organismo, asegura, afectará negativamente al comercio internacional, “puesto que no habrá la posibilidad de un arbitraje bajo un paraguas común”.
Los problemas de la OMC no son nuevos. Las anteriores Administraciones de EE UU ya habían criticado duramente al Órgano de Apelación por considerar que se excedía en su mandato y que dictaminaba en demasiadas ocasiones contra los intereses norteamericanos. Pero no ha sido hasta la llegada de Donald Trump cuando la Casa Blanca ha amenazado con ignorar las sentencias, que, frente a lo que ocurría en la época del GATT, son de obligado cumplimiento para los 164 países miembros. Washington, por el contrario, considera que la OMC se sobrepasa en sus funciones e invade su soberanía nacional.
“Va a ser muy difícil lograr una reforma, pero a la UE no le queda otra opción que intentarlo y esperar que EE UU y China comprendan que en una guerra comercial pierden todos. Mientras, Bruselas también ha de buscar un plan b, que sería la búsqueda de acuerdos bilaterales si el mundo se parte en dos bloques”, analiza Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano.
Una buena ocasión para ponderar la pérdida de peso de la OMC será la reunión del G20 de esta semana en Osaka (Japón). El comercio mundial estará atento si en el comunicado final EE UU da alguna señal de desbloqueo de la OMC. Pero las fuentes consultadas lo consideran poco probable. “Lamentablemente, parece que el organismo va a ser cada vez más irrelevante. China podría asustarse al ver que su economía se desacelera o EE UU podría cambiar de política, sobre todo si Trump no es reelegido. No está todo perdido. Pero si no se toman medidas ya para corregir el rumbo, será muy difícil”, concluye Steinberg.

CHINA Y LOS LITIGIOS PENDIENTES CON EE UU Y LA EU

China dio marcha atrás la semana pasada y aceptó que no se le considere como una economía de mercado. Con este paso, Pekín deberá seguir pagando tasas antidumping por las acusaciones de EE UU y Europa de exportar productos como aluminio y acero a precios más bajos de mercado gracias a subvenciones públicas que reciben las empresas exportadoras. Según Reuters, que difundió la noticia, China tomó esta decisión porque sabía que iba a perder el litigio. Otras fuentes lo interpretan también como un gesto de buena voluntad ante el resto de conflictos comerciales que arrastra el gigante asiático. "China sabe que la OMC no va a resolver nada ahora, pero quiere mostrar su cara multilateralista y diferenciarse de EE UU", añade Alicia García Herrero, de Natixis.
"Cuando China entró en la OMC, en 2000, las normas del organismo estaban pensadas para economías de mercado, no como China, con muchas empresas públicas que distorsionan el mercado. Esto hay que arreglarlo de alguna forma. La solución de EE UU es bloquear. La de la UE, adaptar la organización a este tipo de economías", asegura José Luis Káiser, director general de Política Comercial. Káiser considera que la UE es el único de los grandes bloques que sigue defendiendo un sistema de comercio multilateral. "Tanto China como EE UU buscan soluciones al margen", añade.
Sobre el conflicto con EE UU por Huawei, fuentes comerciales creen que China no ha acudido a la OMC por estar aún inmersa en negociaciones confidenciales y estar a la espera de su resolución.

A destruição da diplomacia pela extrema-direita - Tom Philips (The Guardian)

Brazilian diplomats 'disgusted' as Bolsonaro pulverizes foreign policy 

Former ambassadors say far-right leader has cuddled up to rightwing nationalists, irked China, infuriated Middle Eastern partners, and jettisoned its position as climate crisis leader
Published: 05:00 Tuesday, 25 June 2019
 Follow Tom Phillips
It has long been considered one of the jewels of Latin American statecraft; a shrewd, dependable and highly trained foreign service that helped make Brazil a global climate leader and soft power heavyweight.
But six months into the presidency of Jair Bolsonaro, even veteran diplomats struggle to mask their horror at the wrecking ball being taken to the country’s nearly two century-old foreign office, known as Itamaratyafter the Rio palace where it was once housed.
“I feel disgusted,” said Rubens Ricupero, Brazil’s former ambassador to the United States and one of the most outspoken critics of the Bolsonarian foreign policy revolution.
Since the far-right leader took office in January, his foreign policy team has set about pulverizing decades of diplomatic tradition: cuddling up to rightwing nationalists including Donald Trump, Steve Bannon and the Hungarian prime minister, Viktor Orbán; irking China, and jettisoning its position as a climate crisis leader; infuriating longtime Middle Eastern partners by embracing Benjamin Netanyahu’s Israel and threatening to move Brazil’s embassy to Jerusalem.
All this under a Bible-bashing pro-Trump foreign minister who claims global heating is a Marxist conspiracyand Nazism is a movement of the left.
“I would say it is the most dramatic shift in Brazilian foreign policy in a century,” said Oliver Stuenkel, an international relations specialist from the Getúlio Vargas Foundation in São Paulo.
In interviews with the Guardian, doyens of Brazilian diplomacy described their bewilderment, unease and indignation at seeing such a cherished ministry – and their country’s place in the world – turned on its head.
“Our current foreign policy takes Brazil back to a period of history at which Brazil didn’t even exist: the Middle Ages,” complained Roberto Abdenur, a former ambassador to China, Germany and the US.
Marcos Azambuja, Itamaraty’s former secretary general, said he felt surprised and perplexed by the onset of this new era.
“There has been a change – and I fear a change for the worse,” said Azambuja, who also served as ambassador in France and Argentina.
“I didn’t imagine that this could happen.”
Brazil’s foreign minister, Ernesto Araújo, ‘isn’t taken seriously – either in or outside the ministry – because he represents a kind of sect … that the Americans would call a lunatic fringe’.
Brazil’s foreign minister, Ernesto Araújo, ‘isn’t taken seriously – either in or outside the ministry – because he represents a kind of sect … that the Americans would call a lunatic fringe’. Photograph: Evaristo Sa/AFP/Getty Images

‘Brazil’s lunatic fringe’

The diplomats’ grievances touch on virtually every area of Brazil’s new foreign policy, from Bolsonaro’s excessive entente with Trump, to his hostility to China and the damage his rhetoric has done to Brazilian soft power.
Some fret over Bolsonaro’s interference in the affairs of Brazil’s neighbours, such as Argentina – where he has warned voters not to vote for Cristina Kirchner – and Venezuela – where Brazil has championed efforts to topple Nicolás Maduro.
But the objections begin with the people running the show: Brazil’s foreign minister, Ernesto Araújo; the president’s son, Eduardo Bolsonaro – widely seen as Brazil’s de facto secretary of state; and Olavo de Carvalho, a US-based polemicist of whom both men are disciples.
Ricupero claimed the appointment of Araújo, a mid-ranking functionary notorious for his eccentric pro-Bolsonaro blogposts, had scandalized Brazil’s diplomatic corps.
“What I hear from my colleagues who are still active is that among diplomatic staff there is an almost complete rejection of the minister and the current line … He isn’t taken seriously – either in or outside the ministry – because he represents a kind of sect … that the Americans would call a lunatic fringe,” Ricupero said.
There is even greater angst over the role of Eduardo Bolsonaro, a 34-year-old congressman who Steve Bannon recently named the South American frontman for his far-right group The Movement.
To the dismay of many diplomats, Eduardo Bolsonaro – who last year declared Brazil’s foreign service in need of sterilization – appears even to have offered Bannon a say in policymaking.
When Jair Bolsonaro made a state visitto Washington in March, Bannon was invited to dine with him at the Brazilian embassy. “We are in the perverse, absurd situation of having a foreign citizen influencing Brazil’s foreign policy,” Abdenur protested.
Jair Bolsonaro’s son, Eduardo Bolsonaro, seen as Brazil’s de-facto secretary of state, appears to have offered Steve Bannon a say in policy-making.
Jair Bolsonaro’s son, Eduardo Bolsonaro, seen as Brazil’s de-facto secretary of state, appears to have offered Steve Bannon a say in policymaking.Photograph: Tom Phillips/The Guardian

‘Lose-lose diplomacy’

Potential to damage to ties with China – Brazil’s biggest trading partner – is perhaps the subject causing diplomats to lose most sleep.
Bolsonaro repeatedly attacked Beijingduring last year’s presidential race, and Araújo is famed for his dislike of what he calls “Maoist China”.
Abdenur, Brazil’s top diplomat in Beijing from 1989 to 1993, warned such antagonism could do “serious harm” to Brazil-China relations.
Another major gripe is Bolsonaro’s courtship of Trump. Azambuja said Brazil had traditionally enjoyed “excellent” ties to the US, even under Bolsonaro’s nemesis, the former leftist president Luiz Inácio Lula da Silva, who cultivated an unlikely bond with George W Bush. But getting too close to Trump’s “radicalism” was unwise.
Abdenur said he feared that by embracing other nationalist leaders in Poland and Hungary, Brazil would alienate major European democracies.
“We have nothing to gain from it. We can only lose,” Abdenur said.
In March Bolsonaro reportedly scolded his ambassadors for failing to rid him of his overseas reputation as “a racist, homophobe and dictator”. But Ricupero said that was mission impossible.
“No ambassador can try to alter the reality. Bolsonaro is what he is,” he said.

‘A mitigation job’

Ricupero said some senior diplomats were battling to limit Bolsonaro’s impact: “They are trying – to use the language of climate – to mitigate, to attenuate the effects. It’s a mitigation job.”
Other more moderate administration figures – crucially the vice-president, Hamilton Mourão – have also been engaged in “damage containment”. In May Mourão flew to Beijing to reassure China’s leaders over the relationship and was received by the Chinese president, Xi Jinping.
But many in Itamaraty are lying low, fearful of being punished for challenging the Bolsonarian line. Since January, three top-level diplomats who were foreign ministers under the former leftist president Dilma Rousseff have been dispatched to less prestigious posts in CroatiaCairo and Qatar.
“This is really wrong,” Abdenur said. “It was never common in Itamaraty for there to be witch-hunts or mass sackings or transfers when governments changed, in order to punish.”
Araújo and Eduardo Bolsonaro did not respond to interview requests from the Guardian. But both men have publicly celebrated what they call a new, ideology-free foreign policy, particularly its alignment with the US and support for the Venezuelan opposition leader Juan Guaidó.
In a speech to newly graduated diplomats last month Araújo urged them to heed Bolsonaro’s “clarion call” and embrace his push for change “as a profound existential commitment”.
“What moves us is the simple and profound conviction that what we are doing is right,” a tearful Araújo added, before declaring Bolsonaro a Christ-like saviour building a “new Brazil”.
Ricupero, who said he was speaking out in the hope of persuading business leaders to pressure Bolsonaro to moderate his foreign policy, begged to differ.
Having joined Itamaraty more than 50 years ago, he felt saddened by the direction his country was now taking – though not surprised given the “group of fanatics” in charge.
“I have never had any illusions,” Ricupero said. “I always thought this was a disastrous choice.”

After the Great War - book by Phillip Dehne (2019)

After the Great War: Economic Warfare and the Promise of Peace in Paris 1919


Bloomsbury Books, 2019

Phillip Dehne is Professor of History at St. Joseph's College, New York, USA. He is the author of On the Far Western Front: Britain's First World War in South America (2010).



At the Paris Peace Conference of 1919, the international community came together to find a way forward in the aftermath of the First World War. The conference is often judged a failure, as the resulting Treaty of Versailles did not bring long-term peace with Germany. By following the activities of British delegate and wartime Minister of Blockade Lord Robert Cecil, this book examines the struggles and successes of the conference, as delegates from around the world grappled with the economic, political and humanitarian catastrophes overwhelming Europe in 1919.

After the Great War describes, for the first time, the significant role of economic warfare at the Peace Conference and in the post-war settlement. Lord Cecil's sometimes difficult partnership with US President Woodrow Wilson forged a new, permanent, international diplomatic organization – the League of Nations – and supplied it with the power to create collective blockades against aggressive states. Leaders of the Allied economic war before the Armistice became, in Paris, leaders of humanitarian-minded international outreach to their former enemies in Germany and Austria.  After the Great War promotes a new understanding of these underappreciated internationalists in Paris, many of whom transitioned into leading the League of Nations even before the Peace Conference ended. Often derided as an idealistic fantasy, international peace enforced by economic sanctions appeared a realistic possibility when the Treaty was signed at the end of June 1919.

List of Figures
Introduction
1. Bringing Baggage to Paris
2. Getting down to Business: January
3. Fashioning the Covenant: February 1-14
4. The Lingering Blockade of Germany: February 14 through March
5. 'Impending Catastrophe': April
6. Taking it to the Big Four: May
7. The Various Mentalities of Appeasement: June
8. Nurturing the Peace: July Onward
Bibliography
Index

Reviews

“Phillip Dehne's After the Great War presents a novel interpretation of one of the seminal events of the twentieth century, the Paris Peace Conference in 1919. While much of the voluminous scholarship on the Conference focuses on the major statesmen present in Paris, and on the Conference's apparent failure, “second tier” conference delegates like Lord Robert Cecil demonstrated the internationalist optimism that characterized the multilateral diplomacy of the Peace Conference. This important book connects historians of international diplomacy, international law, and international society, and deserves a wide readership.” –  Daniel Gorman, Professor of History, University of Waterloo, Canada

Antibolsonaristas querem o Brasil fora do BRICS - André Motta Araújo (Jornal GGN)

Parece que o pessoal da esquerda vai um pouco além do posicionamento contrário à política externa de Bolsonaro, inspirada no guru da Virgínia e zelosamente implementada por um dos Bolsokids e o chanceler da Terra (quase) Plana. Eles não se conformam com o alinhamento à política externa trumpista e já querem ver o Brasil fora dos BRICS, o que provavelmente não vai ocorrer, não pelo menos agora.
Paulo Roberto de Almeida

O Brasil fora dos BRICS, por André Motta Araújo

Todos os nomes que estão sendo hoje circulados para representar o Brasil tem fortes ligações com os EUA, o que deverá ser muito mal visto pelos demais países sócios do Banco, razão pela qual podem provocar alguma manobra para tirar a vez do Brasil, que deveria ter a próxima Presidência.

O Brasil fora dos BRICS

por André Motta Araújo


O grupo de grandes países emergentes que tem 40% da população mundial é uma realidade geopolítica, hoje consubstanciada no New Development Bank, o banco dos BRICS, com sede em Shangai, cuja próxima Presidência DEVERIA ser do Brasil, mas provavelmente não será. O Brasil foi fundador entusiasta do Banco dos Brics e tinha lá como seu representante e diretor um nome de alto prestígio, o economista Paulo Nogueira Baptista Jr., que tinha sido o diretor brasileiro do Fundo Monetário Internacional por muitos anos.
Nogueira Baptista foi afastado de seu cargo pelo governo brasileiro, sendo sem dúvida o mais experiente nome para esse cargo, dada sua longa experiência em instituições financeiras multilaterais.
Todos os nomes que estão sendo hoje circulados para representar o Brasil tem fortes ligações com os EUA, o que deverá ser muito mal visto pelos demais países sócios do Banco, razão pela qual podem provocar alguma manobra para tirar a vez do Brasil, que deveria ter a próxima Presidência. Para os demais sócios não teria sentido ter na Presidência um quinta-coluna de Washington, dado que o banco foi criado exatamente para não estar sob a influência dos EUA, em contraposição ao Banco Mundial.
O Brasil simplesmente se afastou neste novo governo, de forma ostensiva, desagradável, estridente, ilógica, pouco inteligente e nada diplomática do conceito geopolítico que embasa esse bloco de países, cuja base é se opor a pretensão imperial dos Estados Unidos em política externa.
Não é um enfrentamento direto, é uma disputa por áreas de influência no mundo, considerando que os EUA pretendem continuar a exercer um modelo que ao fim do dia traz mais problemas que soluções às relações internacionais. O consenso evidente do conceito BRICS é que seus componentes, Brasil, Russia, Índia, China e África do Sul, tenham, no mínimo, uma política externa INDEPENDENTE daquela que é a linha imperial dos Estados Unidos. Um alinhamento a Washington automaticamente desqualifica um País a pertencer ao bloco.
Ora, a postura do atual governo, se oferecendo, sem que isso tivesse sequer sido sugerido pelos americanos, como alinhado total de Washington, mais do que isso, à Administração Trump, malvista no mundo inteiro, da União Europeia à Ásia e com um único aliado automático, Israel, tira o Brasil da lógica do bloco BRICS, é uma evidência óbvia, de consequência geopolítica.
Na próxima reunião do G-20, em Osaka, no Japão, haverá uma reunião paralela dos BRICS, para a qual o Brasil não deve ser convidado. A atitude nem sequer é hostil, é apenas lógica. Se nessa reunião se tratar de discussões sobre a situação mundial, onde existem conflitos, onde de um lado estão Russia, China e Índia, como no caso da guerra comercial e de outro estão os EUA, como confiar na mesa em um parceiro que é alinhado absoluto de Washington?
UMA OPÇÃO ERRADA
Os EUA são o passado e não o futuro. A posição relativa dos EUA no arranjo econômico mundial é decrescente há décadas. Em 1945 os EUA tinham 51% do PIB mundial, hoje tem em torno de 26%, a queda foi de lento decréscimo e continua. China e Índia crescem suas economias a um ritmo de 6 a 7% ao ano, enquanto a economia americana cresce em torno de 3 a 3,5% nos bons anos, o que matematicamente aumenta o “gap” a cada década, tudo isso sem falar em uma guerra comercial dos EUA com a China, o México e a União Europeia, que está apenas começando e aumentará a divergência entre os blocos.
Ora, o Brasil se alinhar à potência decrescente é um contrassenso, ainda mais porque a China é o maior comprador de exportações brasileiras, enquanto os EUA são concorrentes do Brasil no mercado mundial, o que aumenta o contrassenso. Mais ainda, os EUA não são aliados do Brasil em tudo, embora o Brasil deseje essa posição, o Brasil SE ofereceu como aliado sem condições, inclusive isentando de vistos cidadãos americanos SEM reciprocidade, uma situação simbolicamente humilhante, como a dos passageiros dos antigos navios de luxo, onde os passageiros de 1ª classe podiam ir à 2ª classe procurar namoradas mas os da 2ª classe não tinham acesso à 1ª classe, uma postura de inferioridade explícita e que diminui um País, sua autoestima e seu prestígio.
Não é preciso dizer que a situação diplomática do Brasil hoje é de ISOLAMENTO. Não subiu de categoria junto à Washington, que não deu até agora vantagem alguma em contrapartida à oferta unilateral de aliança do Brasil e, por outro lado, o Brasil perde lugar à mesa dos BRICS, cai de categoria como potência média e de grande País emergente. Junto à União Europeia perde a extraordinária e valiosa posição de potência ecológica respeitada, ao rejeitar os acordos climáticos que eram, por excelência, área de influência e controle do Brasil. Ai se completa o isolamento geopolítico e diplomático procurado, enquanto que no Oriente Médio o Brasil perde o seu antigo papel, posição e prestígio junto ao bloco árabe, grande cliente dos produtos brasileiros por se oferecer, sem que tivesse sido solicitado, em aliança com Israel, país carente mundialmente de aliados, com exceção única dos EUA e que pouco ou nada representa para os interesses e comércio exterior brasileiro.
Quanto a uma suposta disponibilidade tecnológica de Israel para o Brasil, NÃO é preciso nenhuma aliança, basta ter dinheiro para comprar, Israel vende sua tecnologia para quem puder pagar, sem restrições.
O isolamento geopolítico do Brasil está apenas começando, a tendência natural é de aumento, diplomacia é geralmente área de movimentos lentos e atrás das cortinas, as costuras são imperceptíveis a olhos nus, quando o Brasil se der conta seremos párias mundiais, nos darão um resto de conforto à exportação de alimentos mas ai também  há o risco de retrocessos por causa de questões de “selo verde” e alianças erradas.
E pensar que a diplomacia brasileira já foi das mais prestigiadas do mundo, pelo seu equilíbrio e bom senso, alianças sutis e vantajosas, parceira da paz.
Aqui, comentário da BBC sobre o Brasil e os BRICS, pelo criador do expressão BRICS, Jim O´Neill.
AMA

segunda-feira, 24 de junho de 2019

Quase 100 anos da visita do Rei Albert I, da Belgica


O rei da gelatina
A visita ao Brasil de Alberto I, da Bélgica, em 1920, contribuiu para criar uma sobremesa que pode nos ajudar a esquecer a derrota na Copa
https://veja.abril.com.br/blog/dias-lopes/o-rei-da-gelatina/ 2/23
Por J.A. Dias Lopes
Revista Veja, 10 de julho de 2018


Gelatina rei Alberto: os mineiros homenagearam o rei visitante com um doce que tem as cores da bandeira belga 

Depois que a Bélgica eliminou o Brasil da Copa do Mundo de 2018, destruindo nosso sonho do hexacampeonato e nos fazendo voltar à realidade de um país em crise, dificilmente receberíamos um governante daquele país com as mesmas deferências concedidas ao seu rei Alberto I, em 1920. O soberano esteve aqui no segundo semestre de 1920, acompanhado da mulher, Elisabeth da Baviera; e do filho do casal, príncipe Leopoldo, futuro rei Leopoldo III, que se juntou a eles no princípio de outubro.
Durante sua permanência no país, a família real foi sempre aclamada pela população e os jornais comumente se referiam ao soberano estrangeiro como o “rei herói” ou o “rei soldado”, devido à sua atuação proeminente na Primeira Guerra Mundial. Ele havia assumido o comando do exército e defendido seu país da invasão alemã.
Segundo a pesquisadora Andrea C. T. Wanderley, do portal Brasiliana Fotográfica, no post com base em um acervo fotográfico guardado no Instituto Moreira Salles e intitulado “A viagem dos reis da Bélgica ao Brasil sob as lentes de Guilherme Santos”, os soberanos desembarcaram a 19 de setembro no cais Mauá, do Rio de Janeiro, “e a população os recebeu de forma apoteótica”. Além da capital brasileira, conheceram Petrópolis, Teresópolis, Santos, São Paulo e Belo Horizonte. Em todas essas cidades ofereceram-lhes recepção calorosa, que incluíram bandas de música e tiros de canhão.
O povo foi à rua para aplaudir os soberanos. Em Belo Horizonte, o poeta Carlos Drummond de Andrade, na época com 17 anos de idade, expressou seu encantamento nos versos de “A Visita do Rei”: 
“Vejo o rei passar na Avenida Afonso Pena
onde só passam dia e noite, mês a mês e ano, 
burocratas, estudantes, pés- rapados.
Primeiro rei entre renques de fícus e aplausos,
primeiro rei (ou verei outros?) na minha vida
Não tem coroa de rei, barbas formidáveis de rei,
armadura de rei, resplandecente ao sol da Serra do Curral.” 

Os soberanos embarcaram de volta à Bélgica a 16 de outubro.

O historiador Carlos Ditadi, do Arquivo Nacional do Rio de Janeiro, assinala que o governo do então presidente Epitácio Pessoa se preparou para recebê-los, realizando grandes obras públicas. Era a primeira visita de um rei europeu à América do Sul. Além disso, a República Brasileira, que três décadas antes derrubara o regime de D. Pedro II, parecia saudosa do glamour da monarquia.
A cidade do Rio de Janeiro concluiu a Avenida Niemeyer, por sinal inaugurada oficialmente pelo soberano belga a 27 de setembro, e construiu o Mirante da Gruta da Imprensa, cuja designação oficial acabaria sendo Viaduto Rei Alberto. Pelo mesmo motivo concluiu a Avenida Delfim Moreira. A Rua Rainha Elisabeth, ligando os bairros de Copacabana e Ipanema, recebeu o nome da soberana belga.
Ela, por sinal, tinha relações familiares com o Brasil. Era neta de D. Miguel I, rei de Portugal entre 1828 e 1834, e irmão do nosso imperador D. Pedro I. A rainha belga fez por merecer a homenagem, pois adorou o Rio de Janeiro. Nadou diversas vezes no mar de Copacabana, vestindo roupa de banho e causando certo frisson entre os cariocas, pois nem todas as mulheres da época cometiam a ousadia. O rei também escalou o Pico da Tijuca e se entusiasmou com a beleza natural que contemplou.
Aliás, era apaixonado pelo alpinismo, tinha preferência por escalar o Maciço do Monte Branco, grupo de montanhas dos Alpes Ocidentais, entre o Vale de Aosta, na Itália, os Ródano-Alpes, na França e o Valais, na Suíça. Só o trocava pelas Dolomitas, cadeia montanhosa dos Alpes Orientais, no norte da Itália. Tanto que morreu em um acidente de escalada.
A maior deferência feita a Alberto I seria o decreto do então presidente Epitácio Pessoa, assinado a 14 de outubro, concedendo-lhe a cidadania brasileira e o tornando marechal do Exército Nacional. Foram tantos os salamaleques que parecíamos não saber o que fazer com ele. Ah, se soubéssemos do futuro 2 a 1 da derrota da semana passada, na Rússia, para a Seleção da Bélgica! Mas havia um motivo concreto para agradá-lo. O Brasil queria receber investimentos da Bélgica – e acabou conseguindo. Quem tirou maior proveito foi Artur Bernardes, na época governador de Minas Gerais, que dois anos depois seria eleito Presidente da República. Ele hospedou os soberanos no Palácio da Liberdade, de Belo Horizonte.
O casal visitante se encantou com os requintes do prédio, sobretudo pelo seu estilo Luís XVI, com a elegante escadaria art nouveau, trabalhada em ferro batido de ornamentação floral e originária da Société Anonyme Ateliers de Construction Forges et Aciéries de Bruges, na Bélgica. Artur Bernardes aproveitou para mostrar a Alberto I o potencial siderúrgico do estado. Pouco depois da visita do rei, chegava ao Brasil uma missão técnica que constatou a conveniência do negócio. Em dezembro de 1921 surgiu a avançada Companhia Siderúrgica Belgo-Mineira, sem precedentes na história do país.
Entre outras atenções, o governador mineiro ofereceu aos soberanos aquele que teria sido o banquete mais refinado da estada ao Brasil, com um cardápio todo em francês. Filezinhos redondos de cordeiro viraram noisettes; macucos brasileiríssimos, desossados e escalfados, servidos com trufas e provavelmente escalopes de foie gras, receberam o nome de macucos truffés à la royale.
O mesmo sucedeu com a sobremesa, batizada de dessert brésilien, aplaudida por todos, a começar pelo homenageado. Era uma gelatina que evocava a bandeira belga, composta por três listas verticais nas cores vermelha (representada pela gelatina de morango, framboesa ou cereja), amarela (ovos moles) e preta (purê de ameixa). O casal real a elogiou não só pela agradável surpresa, mas também “pela beleza da apresentação e harmonia de sabores”.
A escritora gastronômica mineira Maria Stella Libanio de Christo, no livro “Fogão de Lenha – Quitandas e Quitutes de Minas Gerais” (Editora Vozes, Petrópolis, 1977), publica a receita do dessert brésilien com esta observação: “Servida no Palácio da Liberdade, em Belo Horizonte, quando da visita dos soberanos belgas”. Mas já a trata pelo nome com a qual ficou conhecida: gelatina rei Alberto”.
A sobremesa atualmente é popular em Minas Gerais e no Rio Grande do Sul, onde por sinal os soberanos belgas não estiveram. Os gaúchos apreciam bastante a gelatina rei Alberto. Até nos restaurantes dos postos de gasolina de beira de estrada ela pode ser encontrada. Dois Presidentes da República nascidos no Rio Grande do Sul foram seus apreciadores: Getúlio Vargas e Emílio Garrastazu Médici. O caminho provável dessa migração talvez começou com Artur Bernardes.
Ao ser eleito Presidente da República, ele teria levado a sobremesa para o Palácio do Catete. Getúlio Vargas certamente a conheceu ali, quando chegou ao poder. Ele mesmo ou seus conterrâneos gaúchos a transladaram para o Rio Grande Sul na década de 1930. Os belgas não fazem a menor ideia da existência da gelatina rei Alberto. Pelo menos nisso ganhamos deles, até porque o doce criado para o rei Alberto é tão gostoso que pode nos ajudar a esquecer a derrota no futebol.

GELATINA REI ALBERTO RENDE 8 A 10 PORÇÕES INGREDIENTES


GELATINA COM MORANGOS
.1 kg de morangos frescos e maduros .100 ml de água
.180 g de açúcar
.10 g de folhas vermelhas de gelatina (amolecidas previamente em um pouco de água fria)

COMPOTA DE ABACAXI
.300 g de abacaxi fresco e maduro, cortado em pequenos cubos
.100 g de açúcar

PURÊ DE AMEIXA
.300 g de ameixas pretas em conserva
.200 ml de água
.50 g de açúcar

OVOS MOLES (podem ser substituídos por fios de ovos)
.250 g de açúcar
.200 ml de água
.15 gemas médias passadas por uma peneira
.70 g de manteiga
.3 gotas de essência de baunilha
FINALIZAÇÃO
.Merengue batido em ponto de suspiro
DECORAÇÃO
.Ameixas pretas secas

PREPARO
GELATINA COM MORANGOS
1. Ferva os morangos com a água, o açúcar e depois bata no liquidificador.
2. Esprema a gelatina e junte-a em seguida à mistura (ainda quente) dos morangos.
3.Coloque em taças e reserve na geladeira para adquirir textura.
COMPOTA DE ABACAXI
4. Misture o açúcar ao abacaxi e leve ao fogo brando, mexendo, até reduzir. Se necessário, reserve em uma peneira para perder todo o líquido.
PURÊ DE AMEIXA
5. Junte as ameixas à água e coloque-as para ferver, até ficarem macias. Descarte os caroços, amasse as ameixas com um garfo, incorpore o açúcar e retorne ao fogo, para engrossar um pouco. Reserve.
https://veja.abril.com.br/blog/dias-lopes/o-rei-da-gelatina/
7/23
5/15/2019 O rei da gelatina | VEJA.com
OVOS MOLES
6. Em uma panela, misture o açúcar com a água e as gemas. Adicione a manteiga e mexa em fogo brando, até levantar bolhas. Incorpore a baunilha e desligue o fogo. Deixe esfriar dentro da própria panela, sem mexer.
FINALIZAÇÃO
7. Retire as taças da geladeira e distribua o doce de ovos sobre a gelatina.
8. Em cima, coloque o purê de ameixa e depois a compota de abacaxi . Guarde na geladeira.
9. No momento de ir à mesa, finalize a sobremesa colocando o merengue. Decore cada taça com uma ameixa e sirva imediatamente.