El líder bolivariano renunció a viajar a Moscú para no perder el control del poder
EMILI J. BLASCO / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
ABC (España), 25/01/2012
Chávez ha optado por «un tratamiento hecho a medida para mantenerle vivo hasta las elecciones de 2012, más que orientado a prolongar su esperanza de vida», indica su equipo médico, según se cita en las informaciones confidenciales obtenidas, manejadas por Servicios de Inteligencia. En su última estimación, los médicos le conceden una esperanza de vida de entre 9 y 12 meses.
Ya su primera intervención quirúrgica en Cuba se produjo con gran retraso respecto al momento en que se le detectó el cáncer de próstata. Esto último ocurrió en enero de 2011, pero hasta mayo no encontró el tiempo ni la posibilidad de esconder una estancia de varias semanas a La Habana. Después de que los médicos determinaran que el cáncer se había extendido a huesos y colon, sin que una primera ronda de quimioterapia en julio tuviera los resultados esperados, los especialistas le recomendaron una inmediata segunda ronda. Chávez no se sometió a ella hasta el primer fin de semana de septiembre por no querer abandonar de nuevo el país y trasladarse a Cuba. Finalmente, los médicos rusos que se han hecho cargo de su caso tuvieron que trasladarse en secreto a Caracas.
Más estimulantes
Desde el comienzo se planteó la conveniencia de un viaje a Moscú. Chávez dio su provisional conformidad y se planificó el desplazamiento para la tercera semana de noviembre de 2011, disfrazado como una visita oficial. Una alternativa era recibir el tratamiento necesario en Cuba o en Brasil. Pero el presidente nunca se comprometió del todo y mantuvo la cuestión abierta hasta una semana antes de su prevista partida, en que rechazó dejar Caracas. Esa renuncia fue como quemar las naves. «Prefiere cortos tratamientos que le permitan estar al cargo», aseguran los informes. Eso explica que en las últimas semanas los esfuerzos médicos se hayan centrado en permitirle una gran actividad con el aumento de analgésicos y estimulantes.
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Venezuela Prepares as Chavez's Health Deteriorates
Stratfor, January 25, 2012
According to a report published by Spanish newspaper ABC on Monday and Tuesday, Venezuelan President Hugo Chavez may only have 9-12 months to live as a result of his decision to prioritize presidential duties over personal health. Chavez's prostate cancer was reportedly discovered in January of 2011, at which point his prognosis was five years. Since that initial diagnosis, Chavez has repeatedly postponed treatments or skipped them altogether in the interests of concealing his illness and protecting his political position.
The leaked report, which ABC says was given to the paper by "intelligence services" (much like a November leak to The Wall Street Journal), is dated Jan. 12 and reviews a medical examination Chavez underwent Dec. 30. According to the report, the South American president needs to undergo a painful, debilitating treatment that, while preventing him from working for more than a month, could extend his lifespan. If he defers the treatment, he will likely to die within the year. According to ABC, when presented with a similar conundrum in November, Chavez chose to stay in Caracas rather than travel to Russia for treatment -- out of fear that the political situation in Venezuela was not secure. We have no way to be completely certain that the report accurately represents Chavez's medical condition, but the tenor of the report matches a series of accounts given to Stratfor and other open sources.
Competition within the Chavista inner circle dominated 2011, as each of Chavez's closest associates sought to take best advantage of the turmoil that ensued when Chavez's bout of illness became public in June. The upcoming October elections have added urgency to this struggle. There is no clear successor to Chavez among the Chavista elite. However, Chavez in recent weeks appointed Diosdado Cabello as first vice president of the Venezuelan United Socialist Party and later named him President of the National Assembly. Clearly, a single faction has taken the lead. Cabello represents the pragmatic, militaristic wing of the Chavista elite. However, although powerful, Cabello is not particularly popular, and he is not likely to be a suitable replacement for Chavez in October.
The most believable political alternative to Chavez may actually come from the Venezuelan opposition. After years of disunity and infighting, the opposition is presenting its most credible challenge to Chavez since he came to office in 1999. Miranda Governor Henrique Capriles Radonski appears most likely to secure the backing of the opposition parties in the Feb. 12 primaries. Capriles has positioned himself as a man of the people, claiming he is the natural heir to Chavismo, but with a pro-business twist.
The most important thing to remember amid all this uncertainty is that the underlying processes driving Venezuela are not as dependent on Chavez as they might appear. The kind of change that truly shifts the nature of a country comes slowly. The attributes of Chavez's regime that are so criticized by opponents -- the networks of corruption, economic inefficiencies and low levels of international investment – are merely contemporary expressions of Venezuela's timeless patterns of patronage and influence.
Even if a prudent leader takes power in Chavez's wake, he will not likely make immediate changes to the system because the risk of destabilization is high. Capriles has made clear that he would make few major changes -- even saying he would maintain the controversial oil shipments to Cuba.
Assuming Chavez is as ill as this week's reports suggest, the next six months will likely be tumultuous. Nonetheless, there remains a good deal of room for compromise among Venezuela's power players, and a power transition over the next year will not necessarily translate to a severe destabilization of the country.
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El cáncer de próstata del líder venezolano se complica con metástasis en los huesos, la espina dorsal y tumor en el colon, según informes médicos a los que accedió ABC
EMILI J. BLASCO / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
ABC (España), 24/01/2012
Entre nueve y doce meses le quedan de vida al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, si insiste en rehusar el tratamiento adecuado que le obligaría a dejar temporalmente sus funciones presidenciales, según el último examen médico de los especialistas que le atienden. A partir de las nuevas pruebas realizadas el pasado 30 de diciembre, los médicos concluyeron que «su salud parece estar deteriorándose a paso más rápido; claramente ha habido metástasis en los huesos y la espina dorsal».
Así consta en uno de los informes confidenciales elaborados por informantes con acceso al equipo médico de Chávez, manejados por servicios de inteligencia y que ABC ha podido leer en su integridad. El último informe, del 12 de enero, especifica que el presidente venezolano «recibió en el último mes un incremento de dosis de calmantes y estimulantes», lo que explica la gran actividad pública que ha estado desarrollando.
Pero la gravedad de su estado quedó confirmada en el examen del 30 de diciembre, que localizó «un nuevo cultivo cancerígeno de aproximadamente 2 x 1,5 milímetros en el segmento superior del colon». El cuadro clínico reduce su esperanza de vida: en noviembre los médicos hablaban de un año, ahora el peor escenario es de solo nueve meses. Chávez podría morir antes de las elecciones del 7 de octubre o bien llegar a ellas en tal estado, con abundante suministro de morfina, que podría incapacitarle para ejercer un cargo público.
Optimismo oficial
El Gobierno venezolano mantiene la tesis oficial de la curación del cáncer. Pero los detalles ofrecidos por los citados informes confidenciales indican lo contrario. «The Wall Street Journal» ya se hizo eco hace meses de algunos de esos datos; ahora ABC está en condiciones de ampliarlos. Lo que aquí sigue son sus partes más concluyentes.
Detectado el cáncer de próstata en enero de 2011, Chávez es sometido en junio a dos intervenciones en La Habana, la primera dirigida por un médico venezolano, y la segunda por los médicos rusos que después han seguido con todo el tratamiento. Diagnóstico: «Cáncer de próstata complicado con metástasis en colon y huesos». Esperanza de vida: «Cinco años, posiblemente más con buena atención».
Una revisión del 1 de agosto constata que la primera ronda de quimio no ha dado los resultados buscados, ya que «algunos cultivos cancerígenos continúan creciendo». Entre el 2 y el 5 de septiembre tiene lugar en Venezuela la segunda ronda de quimioterapia. En días posteriores, Chávez cae desmayado en dos ocasiones, y una de ellas requiere cierto tiempo de recuperación.
En octubre se lleva a cabo la tercera tanda de quimioterapia. Los médicos hablan de «tumor agresivo en región pélvica complicado con metástasis de huesos y espina dorsal». Esperanza de vida: «No más de tres años si el tumor no se puede erradicar». El tratamiento se aplica en la base militar venezolana de La Orchila, donde se ha acondicionado una zona como hospital para Chávez.
Desobedece a los médicos
A finales de octubre, el equipo médico anuncia un «claro y significativo crecimiento de las células cancerígenas en médula ósea». Concluyen que «la extensión de la enfermedad se está acelerando». El 19 de noviembre Chávez es sometido a una cuarta tanda de quimioterapia. No obstante, pero «el cáncer ha continuado la metástasis en los huesos». Esperanza de vida: «Aproximadamente doce meses, asumiendo que siga negándose al tratamiento más intenso recomendado».
Nuevas pruebas realizadas entre el 4 y el 6 de diciembre establecen que «el número de células cancerígenas en sus huesos es la más alta desde que comenzó la observación».
Chávez es examinado con más profundidad el 30 de diciembre. «Su salud parece estar deteriorándose a paso más rápido», consideran los especialistas. Declaran «sin éxito» los esfuerzos por «retardar y parar la metástasis a los huesos». «Claramente ha habido metástasis en los huesos y en la espina dorsal». Además se le localiza «un nuevo cultivo cancerígeno de aproximadamente 2 x 1.5 mm en el segmento superior del colon». Esperanza de vida: «De nueve a doce meses» si sigue rehusando un tratamiento adecuado.
De acuerdo con el último informe consultado, del 12 de enero, durante estas semanas Chávez ha recibido «un incremento de dosis de calmantes y estimulantes que le ha ayudado a dar la impresión de que está estabilizado y le ha permitido un nivel de visibilidad alto».