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domingo, 24 de junho de 2012

Argentina: um pais sem moeda, e sem confianca na sua...


Cristina "pesificada": el efecto boomerang y la verdadera batalla cultural a ganar
Por Fernando Gutierrez
iProfesional.com, 21/06/2012 
Los funcionarios sacan cuentas de cuánto les costará en plata el gesto político de pasar sus ahorros dolarizados a moneda local. Pero si todos los particulares hiciesen lo mismo, esto traería dos consecuencias negativas. Aun así, la verdadera victoria del "relato" no sería ésa sino otra

El "relato" kirchnerista alcanzó uno de sus momentos de mayor intensidad con el llamado a que todos los que están dolarizados demuestren su adhesión a la "causa nacional" por la vía de pesificar sus depósitos.
Es todo un desafío para los militantes K, mucho más de lo que representó en su momento larenuncia voluntaria a los subsidios de la factura energética. Es que, ahora, la demostración de lealtad al "proyecto nacional y popular" tiene un costo de 25% de los ahorros personales.
Tal vez muchos de los funcionarios que semanas atrás aplaudieron el anuncio de la Presidenta sobre la pesificación de sus ahorros, hacían calladamente las cuentas sobre cuánto les costaráeste gesto político.
Porque lo grave no es tener que ahorrar en pesos, sino que los dólares sean convertidos a la paridad oficial de 4,50 en vez de los casi 6 pesos a los que cotiza el "blue".
Hablando en plata, a Aníbal Fernández, que había encendido la polémica al reconocer que tenía ahorros por u$s24.000 dólares, su verborragia le cuesta $36.000 (que es lo que se pierde por cambiar al tipo de cambio oficial en vez de venderlo en el mercado paralelo).
En el caso de Cristina, al hacerlo a $4,50 el monto que resignará será de $4,5 millones. 
Sin dudas, será interesante comprobar, con el correr del tiempo, cuántos de los funcionarios K, intelectuales de Carta Abierta, periodistas defensores del "modelo" y otros adherentestomarán la decisión de seguir el camino propuesto por Víctor Hugo Morales y apoyado por la Presidenta.
Es claro el objetivo perseguido con el anuncio de pesificar su plazo fijo: por un lado, era unimperativo de la coherencia. Hasta para los kirchneristas más fanáticos se hacía difícil de justificar y defender un llamamiento a librar la "batalla cultural" en contra de la dolarizacióncuando los propios funcionarios declaraban tener sus ahorros en moneda estadounidense.
"Ante todo, al dar el ejemplo, igual que en sus discursos pero con más fuerza -pues se trata ahora de la vida real y concreta- la Presidenta y su gente se desprenden de su rol de funcionarios y de los signos de su poder para presentarse como personas iguales al resto, o mejor aún, personas ejemplares, mejores. Porque se sacrifican y defienden a los débiles frente a los poderosos", analiza Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (Cipol).
Por otra parte, el otro objetivo de la jefa de Estado con su gesto tiene una lógica económica: pretende diluir los rumores sobre una inexorable devaluación brusca del peso.
Y, como prueba de esa confianza, pone su propio dinero en moneda nacional. En los últimos días han arreciado los informes y diagnósticos de los principales economistas, en el sentido de que el atraso cambiario es agudo y que la paridad tendría que estar en no menos de 5 pesos por dólar.
El riesgo del efecto boomerang
Los analistas manifiestan sus dudas respecto de que este tipo de estrategia de comunicación dé resultado.
Es más, hasta se vislumbra el riesgo de un "efecto boomerang", porque los ahorristas que tienen dólares en el sistema bancario vienen haciendo retiros a un ritmo cercano a los u$s80 millones diarios, asustados por los rumores sobre medidas intervencionistas.
Ahora, con la Presidenta anunciando que pesifica su plazo fijo y llamando a todos los argentinos a imitar su ejemplo, estos ahorristas cuentan con un motivo adicional para sospechar que sus dólares podrían no estar seguros en los bancos.
Y esto ocurre cuando, según el consenso de todos los economistas, no hay motivos para pensar que el sistema financiero pueda quedarse sin divisas ante un eventual retiro de los ahorristas.
En otras palabras, que la crisis de confianza tiene más fundamento político que económico.
Un informe de Analytica, la consultora que dirige Ricardo Delgado, destaca que no se ha podido evitar "importantes retiros de depósitos en dólares y baja en las cotizaciones de títulos públicos por el riesgo, a todas luces infundado, de que se pesifiquen esas acreencias".
En tanto, Jorge Vasconcelos, desde la Fundación Mediterránea, advierte que la pérdida de depósitos en el sistema tiene su razón de ser en que "las medidas implementadas generaronmayor nivel de incertidumbre".
Sus dichos quedan ratificados por el propio informe del Banco Central. En efecto, la entidad señalóque desde que se implementara el cepo cambiario los ahorristas se llevaron u$s4.400 millones del sistema.
De este total, u$s1.600 millones fueron retirados en mayo y -a su vez- casi el 40% de ese monto se extrajo en la última semana de ese mes, cifras que dan una idea del "efecto aceleración" ocurrido.
Lo curioso del caso es que los dólares que están en el sistema (10.000 millones) son una parte ínfima de los que los argentinos tienen en el "colchón", que según estiman los economistas asciende a u$s190.000 millones, lo que equivale a un 40% del PBI nacional.
Es decir, en el anuncio de Cristina sobre su propia pesificación hay un castigo implícito, no hacia quienes están fuera del sistema financiero, sino hacia los pocos ahorristas de dólares que están en los bancos (de los cuales, además, menos de la mitad está en plazos fijos), que son los que le han creído al gobierno su versión de que no habrá una pesificación compulsiva.
De manera que el llamado de Cristina implica dos riesgos:
1. El primero es que los ahorristas en dólares se asusten más de lo que están y siguan retirando sus depósitos, lo cual engrosaría el monto de billetes verdes bajo el colchón y dejaría sin divisas a los bancos.
2. El otro riesgo, paradójicamente, es que todo el mundo le haga caso, con lo cual aumentarían las colocaciones a plazo fijo en pesos, pero también el sistema se quedaría sin dólares. Y esto trae consecuencias. Ocurre que, a diferencia de lo que sucedía durante la convertibilidad, esos billetes son usados para apoyar las exportaciones y no para préstamos al consumo.
Así lo admite incluso el exviceministro de economía, Roberto Feletti, quien afirma: "Los dólares que ingresaron a los bancos o están en el Banco Central o fueron prestados a exportadores a 180 días".
Es decir, si esas divisas salieran del sistema, quedaría sólo el Central con la responsabilidad de financiar a quienes venden al mundo.
"Los préstamos en dólares exhiben un descenso, lo que significa menor financiamiento a las exportaciones, en un momento en que, a la inversa, habría que estimularlas", advierte Jorge Todesca, titular de la consultora Finsoport.
Hay más contradicciones en un eventual éxito pesificador del Gobierno: si todo el mundo teme por lo que pueda suceder con el destino de la divisa estadounidense, ¿quién comprará los bonos argentinos destinados a oxigenar las arcas fiscales? ¿Y quién pondrá su dinero entítulos en dólares que está preparando la "recuperada" YPF para llevar adelante su plan de incremento de la producción petrolera?
La gran paradoja de la Argentina es que tiene vedado el acceso al mercado internacional de crédito y no puede hacerse de dólares internamente, aun cuando éstos son, precisamente, algo escaso en el país.
"Acá no es que faltan billetes verdes. Por el contrario, son más abundantes que los pesos. Elproblema es que nadie los quiere vender", sostiene el consultor Pablo Rojo, poniendo el dedo en la llaga del problema.
La situación es reconocida hasta por Aldo Ferrer, principal defensor de la teoría del "vivir con lo nuestro" y frecuentemente elogiado por la Presidenta.
"La Argentina tiene una considerable capacidad de ahorro, próxima al 30% del PBI, pero carece deun sistema financiero y de un mercado de capitales capaces de canalizar ese ahorro hacia la inversión productiva y el desarrollo social. El prolongado período de inestabilidad en la economía argentina erosionó la confianza en la moneda nacional y promovió la fuga de capitales" señala.

Cristina se pesifica ¿pero piensa en pesos o en dólares?
Tal vez haya quienes se entusiasmen ante la perspectiva de que, con un sistema financiero completamente pesificado, pueda finalmente darse ese cambio que propone Ferrer para que los recursos propios del país puedan ser el catalizador del desarrollo.
Sin embargo, hay también allí componentes contradictorios. Porque una cosa es tener pesos en el banco y otra cosa muy distinta es pensar en pesos.
Nadie lo dejó más claro que la propia Cristina Kirchner. Porque es necesario tener la mente dolarizada, pero muy dolarizada, para sostener que es más rentable tener un plazo fijo en moneda local que en la divisa estadounidense.
La Presidenta argumentó que su anterior decisión de mantener ahorros en billetes verdesobedecía más a una cuestión de costumbre y tradición que a una conveniencia financiera, porque los plazos fijos en pesos rinden más interés. Pero existe una contradicción involuntaria en tal planteo.
Ocurre que las tasas de plazos fijos son fuertemente negativas si se las compara con la inflación. Los bancos líderes del mercado pagan 11% anual en un país que espera una suba de precios del 25%. De manera que para quien sólo piense en pesos, no hay incentivo para elegir esta alternativa.
Por el contrario, sólo avanzan en esta opción quienes miden su patrimonio en dólares.
¿Por qué? Porque comparan la tasa del plazo fijo (en moneda local) con la suba esperada para el billete verde. Entonces deducen que es buen negocio recibir un 11% porque la divisa estadounidense se movió un 7%.
Contra la inflación perdieron, pero su patrimonio medido en dólares ganó.
Resta saber si ahora, que el tipo de cambio oficial se está moviendo más rápido y podría tener un deslizamiento de 15% en el año, las tasas de los plazos fijos también se moverán en consecuencia, y saltarán hasta un nivel que vuelva a hacer rentables las colocaciones.
Con gran cantidad de pesos que hay ahora en el sistema bancario, una suba en los tipos de interés no parece probable en el corto plazo. Y esto es algo que pone nerviosos a los analistas.
"La pregunta clave es qué van a hacer particulares y empresas con toda la liquidez en pesos disponible que se está acumulando", observa Delgado, de Analytica.
"Más allá de las señales que pueda dar Cristina Kirchner y algunos funcionarios con la pesificación de sus depósitos en dólares, lo cierto es que los pesos -lamentablemente- no constituyen reserva de valor. Todos saben que el poder adquisitivo de la moneda nacional se deteriorafrente a todos los activos de la economía y buscarán hacer algo para proteger su capital", agrega.
No obstante, según Novaro, de Cipol, la Presidenta es plenamente consciente de que su gesto es apenas simbólico, pero de todas formas le jugará a favor en el plano político: "Lo que el Gobierno podrá decir cuando se lo reprochen es que Cristina quiso convencer a los ricos de comportarse solidariamente y no le hicieron caso".
De todos modos, por más que el 100% de los fondos depositados en los bancos en moneda extranjera se conviertan a pesos no significa que el Gobierno se alce con una victoria en haber convertido una crisis cambiaria en una epopeya épica. Por el contrario, puede ser incluso hasta contraproducente.
La verdadera victoria en la "batalla cultural" no es que los argentinos conviertan sus tenencias de una moneda a otra, sino convencerlos de que saquen los dólares del colchón para que estos multimillonarios fondos vayan al sistema financiero. Pero, tal como están dadas las cosas, esto por ahora parece ciencia ficción.