Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, em viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas.
O que é este blog?
Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.
domingo, 15 de março de 2020
Brasil perdeu Nobel porque o cientista não tirou certificado de reservista - Bruno Vaiano
quarta-feira, 2 de maio de 2018
Premio Nobel da Paz: o discurso (preparado) do próximo ganhador, ele mesmo...
Parabéns ao Dana Milibank. Penetrou na alma do grande idiota.
Paulo Roberto de Almeida
President Trump’s Nobel Peace Prize acceptance speech
segunda-feira, 27 de janeiro de 2014
Mario Vargas Llosa e os esquerdistas da Suecia - Cato Institute
Paulo Roberto de Almeida
A Suécia também tem seus estúpidos ideológicos
Orlando Tambosi, 26/01/2014
A Suécia, tão festejada pelos amantes do Estado benfeitor, também tem lá seus estúpidos ideológicos esquerdistas. Convém lembrar que eles gritaram contra o "traidor" Mário Vargas Llosa, quando a Academia Sueca lhe concedeu o Prêmio Nobel de Literatura. (2010). Leiam o artigo de Joahan Norberg, que revela o nefando preconceito contra um dos raros intelectuais liberais da América Latina. Ah, não deem o prêmio a um "direitista", bradaram os estúpidos do estatismo. Segue o texto, na íntegra:
“Estoy un poco molesta”, dijo la crítica de literatura Ulrika Miles durante el anuncio en televisión sueca del Premio Nóbel de Literatura del 2010. La elite cultural del país se demoró segundos en darse cuenta de que se había cometido un error en el proceso de votación de la Academia Sueca: como sabrán, Mario Vargas Llosa, el ganador, ya no es socialista. “Lo perdí cuando se convirtió en un neoliberal”, se lamentaba Miles. Muchos otros hacían eco de su queja.
La gente que nunca tuvo reparos sobre la orientación política de otros ganadores del Premio Nóbel —como Wislawa Szymborska, quien escribió celebraciones poéticas de Lenin y Stalin; Günter Grass, quien alabó a la dictadura cubana; Harold Pinter, quien respaldó a Slobodan Milosevic; José Saramago, quien purgó a los anti-estalinistas del periódico que él editaba— pensó que la Academia Sueca finalmente había cruzado la línea. La orientación política de Mario Vargas Llosa aparentemente debería haberlo descalificado de cualquier consideración para el premio. Él es, después de todo, un liberal clásico que sigue la tradición de John Locke y Adam Smith.
Los periodistas y escritores de la izquierda estatista de Suecia explicaron que Vargas Llosa se había convertido en “traidor” durante los ochenta, cuando se opuso públicamente al socialismo e incluso se lanzó para la presidencia del Perú con un programa de gobierno liberal. Sugirieron que fue probablemente su estilo de vida privilegiado de escritor exitoso lo que socavó su simpatía y solidaridad con los pobres y los oprimidos.
En el periódico más importante de Suecia, Aftonbladet, tres escritores lo acribillaron el primer día del anuncio del Premio Nóbel. Uno escribió que el premio era un triunfo para la derecha sueca; otro dijo que era una victoria para la derecha autoritaria de América Latina; otro lo acusó de ser no solamente un neoliberal, sino también un “machista” (lo que Vargas Llosa ignoraba es que hoy en día solamente es aceptable que las mujeres escriban sobre sexo; cuando los hombres lo hacen, aparentemente, es algo machista y de mal gusto).
Martin Ezpeleta de Aftonbladet incluso dijo que el premio era una victoria para los racistas porque Vargas Llosa una vez escribió un ensayo atacando la ideología del multiculturalismo. Que en ese mismo ensayo también haya pedido que se adopte una política de inmigración más abierta no fue de importancia para Ezpeleta —hasta que otros detectaron su distorsión y él silenciosamente omitió la acusación de “racismo” de su artículo y pretendió que nunca estuvo ahí.
Al periódico de extrema izquierda Flamman le tocó decirles a sus lectores que se calmaran. Sí, Vargas Llosa es un liberal, pero también es un escritor fantástico y una “excelente elección” para el Premio Nóbel. Bueno, de hecho él lo es. Incluso si uno odia los mercados libres, el libre comercio y otras cosas que Vargas Llosa respalda, es difícil negar que es uno de los mejores novelistas de nuestros tiempos.
Vargas Llosa ha escrito cuentos sencillos, incluso unos cómicos, pero las novelas comoLa fiesta del chivo y La guerra del fin del mundo son ese tipo de relatos ambiciosos que ya no se cuentan, en una época en que gran parte de los escritores no tienen la paciencia de compartir algo más allá de sus bares favoritos y sus trágicas vidas amorosas. En sus mejores momentos, Vargas Llosa es la respuesta del mundo literario a una serie de científicos teóricos: él trata con más dimensiones que las que gran parte de nosotros podemos experimentar con nuestros sentidos. Como Víctor Hugo, captura toda una era o la tragedia de un país en unos cuantos capítulos, pero como los mejores escritores de novelas de crimen, él también nos mantiene en suspenso con intrigas dramáticas. Y también administra un gran número de personajes, como los grandes escritores rusos —personajes cuyas relaciones, conversaciones y desarrollos internos constituyen el verdadero escenario de la novela.
Vargas Llosa va y viene entre estas dimensiones, cambia la narración y los tiempos para contar la misma historia desde distintos ángulos, para hacerla más completa pero también más compleja. Es algo técnicamente complejo, pero fácilmente accesible y legible, incluso resulta difícil soltar un libro suyo una vez que se empieza a leerlo. Puede hacer que temas ligeros parezcan serios e importantes y puede escribir acerca de la miseria y la tragedia de una manera humorística e irónica.
Pero antes de que se deje llevar y concluya que Vargas Llosa se merece el premio: ¿me olvidé de decirle que no es socialista? Bueno, antes lo era. Era un comunista convencido que respaldaba la revolución cubana. Cambió de parecer no porque ya no era capaz de simpatizar con los pobres y los oprimidos, sino porque todavía lo hacía cuando otros empezaron a identificarse más con los revolucionarios que con la gente en cuyo nombre se hacía la revolución. Él vio que Castro perseguía a los homosexuales y encarcelaba a los disidentes. Mientras que otros socialistas se quedaron callados y pensaron que el sueño justificaba los medios, Vargas Llosa empezó a hacerse preguntas incómodas acerca de cómo sus ideales, una vez realizados, se parecían más a los campos de concentración que a las utopías socialistas.
Ahí es cuando el autor empezó a pensar que la centralización del poder y de la riqueza en el Estado derivaba en autoritarismo y que las barreras comerciales, las regulaciones y la ausencia de los derechos de propiedad protegían a los poderosos y hacían imposible que los pobres inicien un negocio y se construyan una vida. Se convirtió en un liberal clásico, siempre luchando en contra de los corruptos y los autoritarios, sin importar como se disfrazaran —ya sea como juntas militares, o como personas de la derecha mercantilista o como dictadores socialistas— y emprendió en la lucha por el Estado de Derecho y los derechos de propiedad para los pobres y los oprimidos.
Los intentos de presentar a Vargas Llosa como un partidario de la derecha autoritaria en América Latina son simplemente vergonzosos. La única pieza de evidencia en el artículo de Aftonbladet fue que respaldó a Sebastián Piñera en la última elección presidencial de Chile —lo cual, sin embargo, no tiene sentido ya que Piñera es un político democrático moderado que ha criticado la tradición autoritaria de la derecha chilena y que votó en contra de Pinochet en el referéndum sobre su mandato en 1988.
El intento de Vargas Llosa de someter a todos los gobernantes a los mismos estándares es lo que hace algo sumamente revelador la aseveración de que él traicionó a la izquierda. Muchos intelectuales han condenado a las dictaduras derechistas de Perú y de Chile y muchos intelectuales han condenado a las dictaduras izquierdistas de Cuba y de Nicaragua, pero pocos han condenado ambos grupos de dictaduras como Vargas Llosa.
Si eso es un ataque para la izquierda, lo es solamente porque la izquierda ha puesto su esperanza en generaciones sucesivas de caudillos como Castro y Chávez. Para la izquierda, cualquiera que insiste en que las mismas reglas democráticas deberían aplicarse a sus héroes se vuelve un traidor, un derrotista, un derechista. Él es el esclavo dentro de sus filas, murmurando que toda la gloria es efímera y que ustedes son mortales. Y ese no es un papel popular. Como Vargas Llosa escribió una vez: “Por razones que no entiendo, cualquiera que defiende la libertad de expresión, las elecciones libres y el pluralismo político en América Latina es visto como un derechista entre los intelectuales de la región”.
Los intentos de politizar el premio de literatura y las demandas de que los autores deberían ser izquierdistas confesos no son muy atractivos. Pero tal vez los críticos han señalado algo válido. Tal vez no podemos separar a las novelas de Vargas Llosa de su pensamiento político, su literatura de su creencia en la libertad. En un ensayo acerca de la literatura él explicó que “toda la literatura buena es radical y hace preguntas radicales acerca del mundo en el que vivimos”, y que toda la literatura es “el alimento de los que tienen un espíritu rebelde, la promulgadora de las inconformidades”.
Incluso se puede decir que la Academia Sueca está de acuerdo, porque le dio el premio a Vargas Llosa “su cartografía de las estructuras de poder y por sus incisivas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”. La diferencia entre él y sus viejos amigos que ahora son sus opositores es que él toma en serio a ese poder y a esa resistencia. No son solo meras ficciones. (El Cato).
segunda-feira, 7 de outubro de 2013
O Premio Nobel do Erro: Enrico Fermi, Fisica 1938
Il y a 75 ans, le Nobel de physique récompensait… une incroyable erreur
sábado, 3 de agosto de 2013
Revocacao ou devolucao de Premio Nobel: isso existe? - The Sovereign Investor vs Obama
Will Obama Lose His Nobel Peace Prize?
Think President Obama’s 2009 Nobel Peace Prize was a mistake?
Well, Stefan Svallfors, a Swedish sociology professor from Umeå University, certainly does. In fact, he has a better candidate for the prize: NSA whistleblower Edward Snowden.
In a letter recently sent to the Norwegian Nobel Committee, Svallfors wrote that Snowden has: “revealed the existence and extent of the surveillance the U.S. government devotes to electronic communications worldwide … Edward Snowden has helped to make the world a little bit better and safer.” Can I get an “Amen”? To top it off, Svallfors added that giving Snowden the Nobel Peace Prize would help remove the shame of the “hasty and ill-conceived decision to award U.S. President Barack Obama the 2009 award.” There’s also an online petition demanding the Nobel Committee revoke Obama’s prize, and the president of Bolivia even demanded that he give it back. I’m sensing a trend here. Looks like the rest of the world is finally realizing that Obama’s 2009 “Hope and Change” campaign schtick has instead brought us “Snooping and Shame.” Sincerely, Jim Signorile Managing Editor, The Sovereign Society |
sexta-feira, 12 de outubro de 2012
Premio Nobel da Paz: integracao Europeia - 60 anos de paz
Paulo Roberto de Almeida
EU wins Nobel Peace Prize
sexta-feira, 30 de dezembro de 2011
Liu Xiabo, premio Nobel da Paz: prisioneiro da China - livro
The Freedom Writer
By ELLEN BORK
Writings on Tibet, Tiananmen Square and Chinese society by Liu Xiaobo, the imprisoned dissident who won the 2010 Nobel Peace Prize.
But Mr. Liu is not a purist. He urges tolerance and respect, including for those working inside the system. Nevertheless, he distinguishes between tolerance and compromising on principle, warning that "when the 'rise' of a large dictatorial state that commands rapidly increasing economic strength meets with no effective deterrence from outside, but only an attitude of appeasement . . . the results will not only be another catastrophe for the Chinese people but likely also a disaster for the spread of liberal democracy in the world."
When Mr. Liu won the Nobel, Havel wrote to him of being "touched" but not surprised that Charter 08 drew inspiration from Charter 77 (a compliment Havel returned by working to free Mr. Liu and defend Charter 08 until his death earlier this month): "There simply exists a sort of moral minimum that is common to the entire world and thanks to which people from countries as different and far apart as the Czech Republic and China can strive for the same values and sympathize with each other, thereby creating the basis for true—not simply feigned—friendship." Mr. Liu already shares a great deal with Havel, chiefly a faith in individuals and the impact they can have on a totalitarian system. One day, we can hope, Mr. Liu will also join him in having brought about the end of a communist regime.
Ms. Bork is director of democracy and human rights at the Foreign Policy Initiative.
terça-feira, 4 de janeiro de 2011
Um Principe da literatura: Mario Vargas Llosa, Nobel Prize Lecture
http://nobelprize.org/mediaplayer/index.php?id=1416
O prêmio, na verdade, importa pouco, pois o que vale mesmo é sua aula sobre a literatura universal.
Nobel Lecture by Mario Vargas Llosa(54 minutes)
Mario Vargas Llosa delivered his Nobel Lecture, 7 December 2010, at the Swedish Academy, Stockholm. He was introduced by Peter Englund, Permanent Secretary of the Swedish Academy. The lecture was delivered in Spanish.
Credits: Sveriges Television AB (production)
Copyright © Nobel Media AB 2010
sábado, 16 de outubro de 2010
Um Premio Nobel para um coronel...
Paulo Roberto de Almeida
Opinión
Premio Nobel para Chávez
FRANCISCO RIVERO VALERA
EL UNIVERSAL, viernes 15 de octubre de 2010
Creo que ha llegado el momento de proponer a Chávez para el Premio Nobel. Para bajar un poco el impacto de Vargas Llosa. Y proyectar al Presidente, por fin, en algo tan bueno como son las disciplinas científicas y humanísticas. Pero, el problema para la nominación de Chávez no es que no tenga suficientes méritos sino que por tener tantos méritos es difícil su ubicación en una de las 6 disciplinas de la Fundación Nobel: Literatura, Economía, Paz, Medicina, Física y Química. Puede ser ubicado, por ejemplo, en Literatura, como Vargas Llosa, García Márquez, Pablo Neruda y otros latinoamericanos, por su vasta producción literaria hecha pública a través de la prensa escrita semanal en Las Líneas de Chávez o en Twitter, como chavezcandanga. Con eso es suficiente. No sería necesario mencionar la creación de la Real Academia de la Lengua de Chávez que mejora nuestro idioma al rescatar palabras casi olvidadas como pendejo, y frases que se omiten por la censura; o al enriquecer el lenguaje con palabras foráneas como pitiyanqui. Ni tampoco sería necesario mencionar su especial cuidado de la majestuosidad del discurso presidencial dirigido a la gente de adentro y a los de afuera de nuestro país. Y eso tiene su gratificación: el Nobel en Literatura.
También puede ser propuesto para el Nobel de Economía porque, piense en lo siguiente: para volver papilla la economía de un país que ha tenido la bicoca de un Billón de Dólares de ingresos, se necesita una habilidad especial que no la tiene nadie en el mundo. Y eso sin mencionar las expropiaciones, la inflación, la corrupción, el control de divisas y otras antítesis económicas que ubican a Venezuela como único país en América Latina con crecimiento económico negativo. Sin duda, por habilidades tan exclusivas merece el Nobel en Economía
Pero, Chávez también puede ser propuesto para Nobel de la Paz porque, ¿usted se imagina esta Paz lograda en la convivencia de los venezolanos, con amor y buenas palabras, evitando el odio y la polarización de la población; y el tremendo trabajo que está desarrollando para convencer a las FARC, a los Etarras y a los países relacionados con el terrorismo que dejen de hacer eso, porque eso es malo? Ese trabajo es titánico, similar al de Liu Xiaobo. Y eso no tiene precio. Por lo tanto, también merece el premio Nobel de la Paz.
Y para que usted vea cómo son las cosas: Chávez también tiene chance en Medicina porque, recuerde su labor tan importante en el área sanitaria con su Misión Barrio Adentro. Ha logrado crear la estrategia más eficiente para limpiar al país de Dengue, Malaria, Chagas y otras enfermedades. De paso, tiene a todos los hospitales públicos como tacitas de oro y a los médicos, enfermeras y personal obrero bailando en una pata, contentos con el sueldo y con la cancelación oportuna de sus prestaciones. Esa eminente estrategia sanitaria de Chávez es, sin exageraciones, idéntica a la labor de la Madre Teresa de Calcuta. Por lo tanto, también se merece el Nobel en Medicina.
O sea, Chávez califica en 4 de las 6 disciplinas. Si solo 4 personas han recibido 2 premios Nobel: María Curie, Linus Pauling, John Bardeen y Frederick Sanger, y si Chávez recibe 4 Nóbel sería un hecho histórico, apoteósico, fin de mundo. Una utopía.
Advertencia: para hacer realidad esta propuesta ya está abierta la recolección de firmas en todo el país. Se agradece hacer fila y no empujar para firmar: hay espacio para todos.