Mais do que qualquer sabotagem do império, foram as próprias medidas do comandante que reduziram a economia venezuelana a esse estado de debilidade estrutural em que se encontra hoje.
Registre-se, também, que normalmente, a Venezuela seria muito mais atendida, mais facilmente, em todo caso, pelos EUA e pela vizinha Colômbia, do que pelos países do Mercosul. Apenas ocorre que, por motivos políticos, o comandante desviou boa parte do comércio de importação para Brasil e Argentina, que estão se beneficiando do desastre econômico venezuelano.
Registre-se, por fim, que o Sucre, mencionado na matéria abaixo, seria totalmente desnecessário se os países utilizassem o sistema de compensações da Aladi, o CCR, que já existe desde 1965, para poupar divisas, justamente. Apenas ocorre que, pelo CCR, os bancos centrais precisam fazer a compensação em dólares a intervalos regulares. Pode ser que os bolivarianos (um dos quais, aliás, tem o dólar como moeda nacional) carecem de dólares, e não sei se isso ajuda o Uruguai...
Paulo Roberto de Almeida
Leonardo Vera: Maduro y el Mercosur
¿Qué busca Maduro en Mercosur?
Caracas, 9 mayo 2013
Por LEONARDO V. VERA
Tal justificación es secundaria en realidad. Nicolás Maduro ha decidido visitar los países del bloque para salirle al paso a una crítica coyuntura política y económica que amenaza con mermar su ya cuestionada legitimidad interna y externa. Una coyuntura que ciertamente debe mucho a su errático y hasta contradictorio accionar frente a algunos desafíos inevitables y complejos.
Por una parte, Maduro acude a los países aliados del bloque para buscar el apoyo político que no ha encontrado y que le será difícil encontrar en la alianza del Pacífico (compuesta por Chile, Perú, Colombia y México), donde, un conjunto de países con gobiernos de centro, al tiempo que consolidan indiscutibles logros económicos, miran con preocupación las visibles y crecientes grietas que la llamada revolución bolivariana parece estar infringiendo sobre el orden democrático en Venezuela.
Las numerosas irregularidades que rodearon a la competencia electoral en las pasadas elecciones presidenciales, la persecución selectiva contra dirigentes políticos, los intentos de criminalizar la protesta pública y el bochornoso incidente en el seno de la Asamblea Nacional, donde su Presidente unilateralmente decide impedir la participación de los diputados no oficialistas en las sesiones plenarias y los somete, a los que muchos ya señalan, como una planificada paliza, suman elementos suficientes para andar con cautela en ese asunto de los apoyos políticos continentales.
Maduro va entonces al Mercosur a recordar que Venezuela está dispuesta a seguir cooperando en materia energética a cambio de respaldo político, y por el momento Mujica, Kirchner y Rousseff parecen dispuestos a seguirle el juego sin asco y sin contratiempos. Por lo pronto, Maduro ha pasado por Uruguay y firmado una alianza estratégica en el campo energético entre la venezolana PDVSA y la uruguaya Ancap, para garantizar así –y en sus palabras- “el suministro permanente de petróleo y derivados”.
Mujica lo ha despedido con palmaditas en el hombro no sin antes recordarle en privado –según reseña alguna prensa- que es mejor bajar la pelota al piso y no gastar más energía en la confrontación. Seguirá su gira hacia Argentina y Brasil con la misma oferta bajo el brazo y en la espera del respaldo que ayude a contrarrestar la mirada algo más desconfiada de los otros hermanos regionales.
El segundo y no menos importante motivo de la visita de Maduro a los países del bloque es la búsqueda de alimentos. Por sorprendente que parezca, uno de los problemas que está confrontando el gobierno de Maduro y el modelo económico venezolano es la escasez, en especial la escasez de bienes de consumo durables. El índice de escasez que calcula el Banco Central de Venezuela indica que el cierre de marzo en casi 20 de cada 100 establecimientos comerciales los consumidores no encontraban los artículos de la cesta de consumo.
La situación en alimentos es aún más aguda. En 86 de cada 100 establecimientos faltaba la harina de trigo, en 75,3 el aceite de maíz, en 73,7 el azúcar, en 70,6 la leche completa en polvo, en 66,1 la harina de maíz pre-cocida, en 50,9 el café molido, en 34,5 las sardinas enlatadas, en 33,1 el queso blanco y en 18,5 el queso amarillo ¿cómo se explica esta situación? En dos platos, las políticas agroalimentarias han sido un rotundo fracaso y no hay divisas suficientes para sostener las importaciones.
Por eso no más llegando a Montevideo, Maduro aprovechó el trabajo previo de una comisión binacional, para firmar una serie de convenios en materia alimentaria para así facilitar las importaciones de leche y carne provenientes de Uruguay a Venezuela. También fue ratificada la decisión de Uruguay de adherirse al Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), que fue creado en el seno del Alba, como mecanismo de pago internacional suplementario al dólar.
Maduro llegó a Buenos Aires y en unas horas ya había firmado 10 convenios económicos.Entre ellos destaca un convenio de asociación energética entre PDVSA y Pampaco S.A. y un acuerdo entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y el Ministerio para la Agricultura y Tierras de Venezuela, para instalar en Venezuela plantas faenadoras, elaboradoras, frigoríficos y almacenadoras para la importación de productos y subproductos de origen animal desde Argentina hacia tierras venezolanas.
Maduro llega a Brasil desde donde ratificará la necesidad que tiene Venezuela de incrementar las importaciones de alimentos. Vale destacar que Venezuela viene trayendo desde Brasil importaciones de alimentos por un monto cercano a los 2 mil millones de dólares anuales. Tan sólo en carne de pollo congelada Venezuela viene importando cerca de 130 mil toneladas anuales.
Esta ha sido la tónica de la relación comercial entre Venezuela y Mercosur. Venezuela ofrece petróleo en condiciones preferenciales a la espera de comida. En los últimos 5 años Venezuela ha importado desde Mercosur cerca de 28.000 millones de dólares en mercancías, de los cuales cerca de 12 mil millones corresponden a alimentos. En contraste, Venezuela sólo ha colocado 1.000 millones en productos no petroleros en el bloque. A los amigos del sur, les será más fácil entender en estos términos: que por el momento, en el terreno comercial, el juego está 28 a 1.
Leonardo Vera: Economista por la Universidad Central de Venezuela, Master en Economía por Roosevelt University, Chicago, Ph.D. en Economía en la University of East London. Ex economista Senior de la Oficina de Asesoría Económica del Congreso, Consultor de la Segunda Vice-Presidencia del Senado, de la Comisión de Energía y Minas del Congreso, de la Oficina de Análisis y Programación Macroeconómica del Ministerio de Finanzas y Director de Investigación Económica de la Pro-Competencia. Ganador del Premio Peltzer en el año 1999. Actualmente es profesor de la Cátedra de Teoría Económica Avanzada y de Macroeconomía de la Escuela de Economía de la UCV, profesor de la Maestría en Teoría y Política Económica de FACES, "Andrés Bello Fellow" de la Universidad de Oxford y Economista Senior de la Unidad de Investigación Económica del Banco Mercantil. Autor del libro "Stabilization and Growth in Latin America: A Critique and Reconstruction for Post Keynesian and Structuralist Perspectives", Palgrave, London, 2000 y de numerosas publicaciones en revistas internacionales arbitradas.
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Venezuela/Brasil: Maduro consigue inversiones y pleno respaldo político de Rousseff
Brasilia, 10 de mayo de 2013
La visita a Brasil fue la última escala de la gira queMaduro emprendió a Argentina, Uruguay y Brasil en medio de la seria crisis política que vive su país tras las elecciones del pasado 14 de abril, cuyos resultados aún no han sido reconocidos por la oposición.
Rousseff, en un claro guiño político, recibió aMaduro en el Palacio presidencial de Planalto con honores militares y otros reservados para visitas de Estado, pese a que el protocolo calificó el encuentro como “de trabajo”.
Tras una reunión de casi tres horas, los dos mandatarios hicieron una declaración ante la prensa, en la que Rousseff consideró que la victoria electoral de Maduro supone “una oportunidad para mantener el nivel de relación que Brasil mantuvo con el presidente Hugo Chávez“, fallecido el pasado 5 de marzo.
Maduro agradeció el respaldo político de Brasil y exaltó el sistema electoral venezolano, que volvió a calificar como “uno de los más seguros del mundo” y descalificó así a la oposición que encabezaHenrique Capriles, a la que no hizo ninguna alusión.
El nuevo líder bolivariano, quien abundó en el recuerdo de Hugo Chávez y su amistad con Brasil, anunció además que en el marco de su reunión con Rousseff fueron firmados acuerdos para la instalación en Venezuela de sendas plantas de fertilizantes y de coque verde.
La planta de coque verde será un proyecto de la petroquímica brasileña Braském y estará destinada a la exportación de este combustible a Brasil, explicó Maduro.
La constructora Odebrecht será responsable por la otra fábrica, que tendrá capacidad para procesar 1,5 toneladas de urea, una cantidad que le permitirá a Venezuela dar un “salto gigantesco” en el sector de los fertilizantes, afirmó.
Maduro aseguró que esas inversiones, que no fueron cuantificadas, abrirán el camino hacia una “revolución agroalimentaria” que hará del país caribeño una “potencia exportadora de alimentos”, que hoy escasean en Venezuela.
También pidió, y obtuvo de Rousseff, “más apoyo” de Brasil para adoptar técnicas de planificación, de desarrollo de cultivos y de riego, entre otras, para mejorar la producción agrícola del país, del que dijo que hace un siglo “sufrió una amputación de su cultura agrícola” por “culpa” del petróleo.
Rousseff, por su parte, manifestó la disposición de su país de expandir las relaciones comerciales y de buscar “más equilibrio” en el intercambio comercial, que el año pasado llegó a 6.050 millones de dólares, pero con una balanza netamente favorable a Brasil.
Asimismo, reiteró su compromiso en consolidar la cooperación en proyectos existentes en las áreas de petróleo, electricidad, agricultura y vivienda y aseguró que discutieron trabajar en otros sectores, como suministro energético, abastecimiento y seguridad alimentaria.
En ese sentido, el asesor de Asuntos Internacionales de Rousseff, Marco Aurelio García, explicó a periodistas que Brasil enviará a Venezuela un grupo de técnicos en energía, a fin de ayudar a poner fin a los constantes apagones que sufre el país.
García no comentó si esos problemas se deben a los “sabotajes” que aduce el Gobierno venezolano, pero consideró que sí puede haber problemas de equipamientos y “mantenimiento”, en los cuales pudieran cooperar los técnicos brasileños.
En el plano político, Rousseff también consideró como un hecho “histórico” el que Venezuela vaya a asumir la presidencia pro témpore del Mercosur en el segundo semestre de este año.
La incorporación de Venezuela al bloque “permitirá vivir un segundo ciclo de expansión y de integración de cadenas productivas” que abonará el camino hacia la integración y, sobre todo, hacia el fortalecimiento democrático”, dijo Rousseff.
Los mandatarios también analizaron la situación del Mercosur y el posible regreso de Paraguay al bloque tras las elecciones del pasado 21 de abril, que ganó Horacio Cartes, del Partido Colorado.
Según García, las elecciones facilitan el regreso del país al bloque, pero una solución definitiva sólo se alcanzará una vez que Cartes asuma el poder, en agosto próximo, y ya con Venezuela en la presidencia del Mercosur.
Durante su estancia en Brasilia, Maduro también tuvo una reunión privada con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, y después de su entrevista con Rousseff, asistió a un encuentro con intelectuales y representantes de movimientos sociales, al que no se permitió el acceso de la prensa.