O que é este blog?

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Meus livros podem ser vistos nas páginas da Amazon. Outras opiniões rápidas podem ser encontradas no Facebook ou no Threads. Grande parte de meus ensaios e artigos, inclusive livros inteiros, estão disponíveis em Academia.edu: https://unb.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida

Site pessoal: www.pralmeida.net.
Mostrando postagens com marcador política comercial. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador política comercial. Mostrar todas as postagens

sexta-feira, 19 de setembro de 2025

La OMC existe para momentos como estos: ¿por qué no utilizarla? - James Bacchus (El Cato)

 Libre comercio

La OMC existe para momentos como estos: ¿por qué no utilizarla?
James Bacchus dice que hasta ahora, excepto Brasil, China y algunos otros, los 165 países restantes de la OMC se han plegado en gran medida al acoso comercial de Trump.
https://elcato.us1.list-manage.com/track/click?u=98c97f42691d5de57bc944822&id=04922f0b7e&e=19e757ffce


De todos los aranceles erráticos impuestos por el presidente Trump, pocos han sido tan vengativos como los impuestos a Brasil, que desde el 1 de agosto está sujeto a aranceles efectivos del 50%. Y dado que Brasil posteriormente llevó su caso contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio, la pregunta no es si ganará o perderá (es casi seguro que ganará), sino más bien: ¿por qué docenas de otros países que sufren enormemente por los aranceles arbitrarios e ilegales de Estados Unidos no se han sumado al caso de Brasil o no han presentado sus propios casos ante la OMC contra Estados Unidos?

El motivo detrás de la guerra comercial de Trump con la mayor economía de Sudamérica —con la que Estados Unidos tiene un superávit en el comercio bilateral— parece ser principalmente político: quiere vengarse políticamente por el enjuiciamiento de su aliado autocrático, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que ahora ha sido condenado a 27 años de prisión por planear un golpe militar tras perder las elecciones presidenciales de 2022, y cuyos partidarios asaltaron los edificios gubernamentales en Brasilia (¿le suena familiar?).

A pesar de las acusaciones estadounidenses, en su mayoría gratuitas, de prácticas comerciales desleales por parte de Brasil, estos aranceles parecen no tener nada que ver con el comercio y todo que ver con las quejas personales de Trump. Así, el presidente de Estados Unidos sigue alejándose de la práctica mundial de los últimos 75 años de mantener las cuestiones no comerciales al margen de las relaciones comerciales. Con otras limitaciones, Trump está utilizando la amplia libertad que le ha delegado el Congreso en materia comercial (y que ahora teme limitar) para emplear los aranceles como panacea para casi todo lo que le molesta en las acciones de otros países.

Los 165 países de la OMC se han doblegado en gran medida ante la intimidación comercial de Trump, aceptando el autoritario "el poder hace la fuerza" de la coacción económica. ¿Por qué no seguir el ejemplo de Brasil?

En gran medida, Trump ha moderado sus golpes, al menos por ahora, con estos aranceles sobre las importaciones procedentes de Brasil. Casi la mitad de los productos brasileños están exentos, incluidos el zumo de naranja, los aviones regionales Embraer y el petróleo. Sin embargo, el café, la carne de vacuno y muchos otros productos no están excluidos, y es probable que estos gravámenes causen un daño significativo a ambos países (Los precios en el mercado mundial del café ya han subido un 30% desde la acción de Trump contra Brasil).

La combinación de los efectos económicos perjudiciales sobre miles de millones de dólares de comercio bilateral y la intromisión de Trump en la política interna de Brasil ha persuadido a los brasileños a emprender acciones legales en la OMC. Sus argumentos —que Estados Unidos ha violado las obligaciones de la OMC de no participar en prácticas de discriminación comercial, no exceder los aranceles consolidados y no tomar represalias contra prácticas comerciales consideradas desleales sin solicitar primero la autorización del órgano de solución de diferencias de la OMC— son todos sólidos. La defensa de Estados Unidos —que estos aranceles son necesarios para la seguridad nacional estadounidense— es jurídicamente ridícula.

Entonces, ¿por qué otros socios comerciales de Estados Unidos que, al igual que Brasil, han soportado los aranceles más altos de Estados Unidos desde la Gran Depresión, aún no han acudido al órgano de solución de diferencias de la OMC para presentar las mismas reclamaciones? Sí, el sistema de solución de diferencias está dañado debido a la falta de miembros en el Órgano de Apelación, gracias exclusivamente a las acciones destructivas de Estados Unidos.

Pero, aun así, una demanda conjunta ante la OMC presentada por un amplio grupo de miembros de la OMC contra los aranceles de Trump aumentaría enormemente la cantidad y el valor en dólares de las represalias comerciales que podrían imponerse legalmente contra las exportaciones estadounidenses en todo el mundo para contrarrestar esos aranceles, represalias que podrían crear una verdadera influencia sobre Trump y adquirirían legitimidad de facto, aunque la ausencia del Órgano de Apelación negaría a los Estados Unidos la posibilidad de apelar y, por lo tanto, impediría a los miembros de la OMC adoptar formalmente una resolución contra los Estados Unidos por parte de un grupo especial de la OMC.

Hasta ahora, excepto Brasil, China y algunos otros, los 165 países restantes de la OMC se han plegado en gran medida al acoso comercial de Trump. Han aceptado el autoritario "el poder hace la fuerza" de la coacción económica. No han recibido nada a cambio, salvo promesas evasivas y aranceles que no son tan astronómicos como podrían haber sido, y que podrían cambiar según el capricho arbitrario de Trump.

Hay que reconocer que, recientemente, en la India y en otros lugares, algunos de estos países se han reunido para hablar de la posibilidad de emprender acciones comunes para contrarrestar el proteccionismo y el nihilismo de Estados Unidos y salvar el bien público mundial tan beneficioso que es el sistema comercial multilateral basado en la OMC, restableciendo el estado de derecho internacional en el comercio.

Es esencial que lo hagan. ¿Y qué mejor manera de empezar que plantarle cara a Trump, reunir el valor para unirse a Brasil como co-demandantes, hacer valer sus derechos en virtud del tratado de la OMC e insistir en resolver sus disputas comerciales con Estados Unidos de la manera prevista en el tratado? ¿A qué esperan?

Este artículo fue publicado originalmente en Euractiv.com (Estados Unidos) el 15 de septiembre de 2025.

quarta-feira, 5 de abril de 2023

O Brasil precisa de abertura comercial já: Curso do Livres: inscrições gratuitas

 

Visualizar como página web

Olá, !

Sou Deborah Bizarria, coordenadora de Políticas Públicas do Livres, e tenho um convite especial para você.

Abertura Comercial é uma das pautas mais importantes para o Livres e para o Brasil em 2023. 

Desde o ano passado, nosso Conselho Acadêmico atua com os nossos Associados e a Bancada da Liberdade para por a campanha por um país mais livre em prática. 

INSCREVA-SE 

Neste link

No dia 18/04, na Casa Livres, às 14h30, vamos lançar oficialmente a campanha com a presença de convidados especiais e a apresentação do documento Inclusão Global para o público. 

CONFIRA A PROGRAMAÇÃO

14h30 | Recepção e coffee break

15h | Apresentação institucional, com Magno Karl, diretor executivo do Livres

15h10 | Lançamento do documento 'Inclusão Global: Derrubando barreiras, aumentando escolhas', com Deborah Bizarria, coordenadora de Políticas Públicas do Livres

15h30 | Painel: Desafios do Brasil no comércio e integração global, com

Sandra Rios, presidente do Conselho Acadêmico do Livres; 
Pedro Passos, fundador e conselheiro da Natura;
Eduardo Cury, relator da lei que institui o escritório da OCDE no Brasil;

O evento é GRATUITO, mas as vagas são limitadas. 

GARANTA A SUA VAGA 

Inclusão Global é um documento técnico inédito, elaborado sobre o tema com:

- dados

- pareceres técnicos

- sugestões de políticas públicas

Tudo elaborado com o apoio e coordenação de especialistas para embasar nossa defesa da abertura comercial por um Brasil mais livre e inclusivo. Claro, o documento Inclusão Global é apenas uma das vertentes da nossa campanha, que você pode apoiar também como associado Livres.

Não deixe de participar do lançamento, acompanhando também pelas nossas redes sociais

PARTICIPE 

Enviado por Associação Livres

Casa Livres, Rua Herculano de Freitas, 273, Bela Vista, São Paulo, SP

Se deseja não receber mais mensagens como esta, clique aqui.

sábado, 10 de setembro de 2022

China: da política de portas abertas a um retorno ao protecionismo? - Wang Xiangwei (SCMP)

 Estaria a China revertendo às posturas isolacionistas e às políticas protecionistas e introvertidas das antigas dinastias Ming e Qing, afastando-se das doutrinas de portas abertas e de livre comércio dos últimos 40 anos?

Um artigo de história, falando do passado, desperta um intenso debate na China e no exterior, como argumenta este artigo no South China Morning Post, o principal jornal de Hong Kong.

Paulo Roberto de Almeida 


SCMP Columnist

China Briefing by Wang Xiangwei

Is China closing its doors? Its leaders say no, but actions speak louder than words – and more clarity is needed

  • An otherwise run-of-the-mill academic article on imperial isolationist policy commissioned by a state-affiliated institution has sparked fierce debate
  • It shows the unease being felt at home and abroad over the once-unthinkable: that China’s open-door policy of more than 40 years is now in question

Will China open up more to the wider world, as its leaders have repeated tirelessly in public, or is it about to close its doors, as many have privately feared, because of uncertainties at home and abroad?

These two seemingly contradicting questions have been simmering for nearly three years now, as China has largely isolated itself from the outside world through its tough zero-Covid policies and as tensions with the United Stateshave escalated dramatically.

They matter even more now as China’s Communist Party enters the final stretch of preparations for its 20th congress next month, where Xi Jinping is widely expected to cement his status as the country’s most powerful leader in recent decades by securing a norm-busting third term as party chief.

People walk past a screen showing Chinese President Xi Jinping at the Museum of the Communist Party of China in Beijing. Xi is expected to cement his status as paramount leader at next month’s party congress. Photo: AFP
People walk past a screen showing Chinese President Xi Jinping at the Museum of the Communist Party of China in Beijing. Xi is expected to cement his status as paramount leader at next month’s party congress. Photo: AFP

All this helps explain why a recent academic article on the country’s past closed-door policies has caused such a stir in China and overseas, as it brings into the open concerns about Beijing’s broad policy direction.

=========


The article, whose title can be roughly translated as “A Fresh Look at the Isolationist Policy in the Ming and Qing Dynasties”, argues that China’s feudal rulers from the 16th to the 19th centuries did not pursue a policy of complete isolation, as is widely believed, but one of “self-restriction” designed to protect the country’s national interests and sovereignty, and ward off Western invasion and colonisation.

It concluded that voluntary restrictions on border openings made historical sense, even though those policies contributed to China’s decline because its rulers refused to accept advanced Western technology and weaponry.


The 15,000-word article was first published in an obscure journal called “Historical Research” in June and would have likely remained only of interest to a small circle of academics, had it not been shared on social media by the state-affiliated Chinese Academy of History, which commissioned the article.


Since then, it has gone viral, sparking an intense online debate over not only what the article really means to say, but also China’s commitment to reform and opening up.

For many critics, the article is a brazen revisionist attempt to upend the prevailing official narrative that the feudal rulers of the Ming and Qing dynasties had deliberately pursued closed-door policies, which were responsible for China’s waning status and resulted in it being forced to open up by way of the opium wars and their aftermath.


Some went even further by suggesting that the publication of the article was a sign that the Chinese authorities planned to use historical revisionism to signal that they may have had second thoughts about China’s open-door policy at a time when the party has strengthened authoritarian controls at all levels of society and is faced with a hostile international environment that’s unprecedented in recent times.


Proponents of this theory point to the Chinese Academy of History’s status as a high-level institute formed in 2019 with the top leadership’s blessing.

They argue that China’s extreme zero-Covid policy, which has largely closed the country off from the rest of the world for approaching three years now, could be viewed as an experiment to test the resilience of the Chinese economy.


But other commentators have dismissed those criticisms and worries as people making mountains out of molehills and argued that the article was merely an academic exercise in studying the country’s past.

This author tends to agree with the latter view. In fact, the article in question is well researched and well balanced, succinctly and convincingly articulating the reasons behind and highlighting the failures of those feudal policies. But the worrying sentiment emanating from the debate should not be dismissed out of hand.

As tensions rise, China pivots inwards

The fact that this academic article could elicit such strong reactions at home and abroad is truly remarkable, providing serious food for thought.


Until recently, it was almost unthinkable that China’s open-door policy, adopted by Deng Xiaoping more than 40 years ago, could be called into question. After all, the policy of reform and opening up paved the way for China’s economic lift-off. Now the country has the world’s second-largest economy and is the largest goods-trading nation.

China’s top leaders including Xi and Premier Li Keqiang have repeatedly offered reassurances that the country will not close its doors. They have in fact said it will open up wider to the outside world.

But in recent years, their vows have been met with increasing scepticism. Xi has constantly stressed self-reliance and self-sufficiency when it comes to economic and technological development, while pushing for a dual circulation economy which would rely less on foreign technology and consumption.

China’s inward economic shift has come amid rising geopolitical and trade tensions with the US, which has started to impose restrictions on exports of critical components including semiconductors.


The inward pivot is also accompanied by an array of domestic policies, including the common prosperity campaign and regulatory crackdowns on sectors from technology to private education, mainly targeted at non-state enterprises.

Moreover, China’s tight zero-Covid policies have reduced interactions with the international community to a bare minimum.

All these developments have helped conjure up a frightening perception that China is retreating into isolation.

China’s top leaders are under growing pressure to counter this perception. On Wednesday, Li Zhanshu, China’s third-ranked leader, visited Russia, becoming the country’s most senior official to travel abroad since the earliest days of the pandemic. Xi is reportedly set to attend the G20 leaders summit in Bali in November.


Meanwhile, the party congress, which is scheduled to begin on October 16, is expected to hear a policy address from Xi that will outline China’s priorities for the next five years or even longer.

Unless China’s leaders provide much-needed clarity and match their promises with concrete actions, unease and worry emanating from the debate on past isolationist policies will continue unabated.