Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, em viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas.
O que é este blog?
Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.
De vez em quando, muito ocasionalmente (por falta de tempo, certamente) percorro a lista dos meus leitores na plataforma Academia.edu. Só posso acompanhar uma pequena amostra das identidades – mas tem muita gente anônima também, e com nomes de fantasia – de quem acessa, lê ou downlouda (êpa!) algum trabalho meu, geralmente os postados mais recentemente e somente para aqueles que selecionaram receber minhas postagens em determinados temas (mais frequentemente política externa brasileira).
É certamente uma pequena parte do universo total de "visitantes", como percebo pela coluna das estatísticas de acesso, aqui reproduzida:
Aparentemente, já tive 32 mil "leitores", ou simples visitantes, em minha página dessa plataforma. Mas, a própria "front page" da plataforma Academia.edu, reproduzida acima, reporta um número de mais de 334 mil acessos a esta minha página (o que talvez inclua instrumentos automáticos de busca, robôs e espiões da CIA, FSB, Mossad e outros), acessos mecânicos, que não deixam marcas como os visitantes individuais em busca de textos sobre temas de pesquisa bem delimitados.
Quando eu a percorro, é menos para verificar meus próprios trabalhos que estão sendo acessados – o que é evidente – e mais para saber o que esses leitores estão lendo por sua parte, pois abaixo dos meus textos acessados ou descarregados figuram os textos que esses visitantes acessaram nos últimos tempos (e tem de tudo, inclusive livros comerciais fotocopilhados).
Gostaria, portanto, de agradecer a esses visitantes, leitores, alguns curiosos perdidos por algum título aliciante de minha parte, pela oportunidade de ter acessado a outros materiais, que podem apresentar subsídios para meu próprio processo de pesquisas.
Para que se tenha uma ideia dessa ajuda, vou transcrever apenas a coluna dos acessos a quatro dos meus trabalhos, por um visitante de fora do Brasil, seguida de outros três textos que esse visitante acessou, possivelmente em outras bases de dados, o que me permite conhecer o que de interessante pode haver para meus próprios trabalhos:
Uma outra informação que me é muito bem vinda é o local de origem, geográfica, ou acadêmica, desses visitantes, em geral estudantes, mas também pesquisadores e muitos colegas diplomatas.
Uma outra informação importante, não exatamente na coluna dos "Readers", mas na seção das "Mentions", em Academia.edu, se refere a meus artigos ou livros citados em trabalhos escritos e publicados por outras pessoas, o que conforma uma espécie de "Abstracts of Citations Index" de um tipo diferente das citações incorporadas na lista do Google Scholar, o que já verifiquei recentemente, como pode ser visto aqui:
Termino formulando meu reconhecimento, uma vez mais meus agradecimentos a esses leitores, curiosos, navegantes, pesquisadores e outros visitantes ocasionais.
Comentário do amigo Tomas Guggenheim, quem me enviou este artigo:
"Um artigo sobre a claudicante Cuba. O artigo começa relatando o grande aumento da emigração da ilha, mas esse fenômeno, que tem tem sido uma constante, pois conta com a concordância explícita do seu governo (num acordo com os Estados Unidos) e é tolerada para muito além disso. Não podendo aumentar o numerador (PIB), resta-lhe diminuir o denominador (população).
É possível que os países sul-americanos que atualmente têm maior simpatia pelos objetivos da revolução cubana se sintam motivados para tomar iniciativas que contribuam com a economia em crise daquele país."
Cuba y un éxodo al que no se ve fin
Mauricio Vicent
El País, Madri, 14.11.2022
En un año se han marchado a Estados Unidos 224.000 cubanos, el 2% de los habitantes del país y más del 4% de su población activa. Los que se van son en su mayoría jóvenes.
La Habana - Casi a diario, una nueva cifra, o una nueva tragedia, o un nuevo testimonio tremebundo ponen en evidencia la magnitud de la crisis económica, social y política que se está viviendo en Cuba y que se refleja en un éxodo migratorio sin precedentes. En octubre, barcos del servicio guardacostas norteamericano interceptaron en altamar a 1.100 balseros, más que todos los capturados durante 2021. Y cada día de septiembre, según el Departamento de Aduanas de EEUU, entraron ilegalmente por su frontera sur un promedio de 891 cubanos. Fueron 26.742 sólo ese mes, el que cierra el año fiscal 2022 en EEUU (del 1ro de octubre de 2021 hasta el 30 de septiembre último), que ha batido todos los records: 224.607 cubanos llegaron a EEUU por sus fronteras terrestres en 12 meses, sin contar los más de 10.000 que lo intentaron cruzando el estrecho de la Florida (unos 3.000 lograron tocar tierra), además de los que han emigrado a través de otros países (no hay cifras). Se trata del 2% de los habitantes del país y más del 4% de su población activa, pues “los que se van en su mayoría son jóvenes, muchos de ellos personal cualificado o profesionales, que han perdido las esperanzas en que las cosas mejoren”, indica el economista Omar Everleny.
Everleny es uno de los muchos analistas cubanos que desde hace tiempo advierte de que estamos ante un escenario alarmante, un verdadero drama que compromete el futuro de un país con 11.113.000 habitantes que sufre un grave problema demográfico. En 2021, por quinto año consecutivo, la población decreció (en 68.000 personas), la tasa de nacimientos ha seguido cayendo y el proceso de envejecimiento es cada vez más acelerado (el 21% de los cubanos tiene hoy más de 60 años, proporción que será casi del 30% en 2030, según proyecciones oficiales). Eso sin contabilizar esta última ola migratoria.
“A Cuba se les escapan a raudales sus jóvenes, es decir, su futuro. El porvenir del país se ha hipotecado peligrosamente, y esto solo puede desembocar en más inestabilidad política y social”, asegura el también economista Ricardo Torres, que desde hace un año trabaja como investigador y académico en la American University de Washington y es uno de los talentos que ha buscado, temporalmente, nuevos horizontes fuera de su país. El problema de fondo, a su juicio, “radica en que la severa crisis actual tiene que ver con los problemas estructurales que aquejan a la isla por décadas”, y debido a ello la solución es muy compleja: “la corrección de estos desequilibrios requeriría audacia, capacidad en el sector público y muchos años de trabajo duro”.
Un profesor de una facultad tecnológica de La Habana retrata empíricamente la situación actual: “Cada vez que paso lista hay menos alumnos. Sus compañeros me dicen: ‘Profe, ese ya se fue, no diga más su nombre’. Según mi cálculo de bodeguero, en dos años se han marchado al menos el 30% del grupo”. Una camarera de una conocida paladar de La Habana, negocio que ha de renovar el personal cada pocos meses por el mismo éxodo, cuenta de forma muy gráfica su experiencia: “en mi WhatsApp ya no me quedan casi +53 [el código de Cuba], todos son +1 [el código de EEUU]. Y yo soy la próxima”.
La radiografía popular de lo que está sucediendo en la isla es tremebunda: colas inmisericordes, apagones (que afectan también al suministro de agua), desabastecimiento feroz, inflación asfixiante, basura sin recoger en las calles por la falta de combustible, horas de espera para desplazarse a cualquier lugar porque el transporte público no funciona por el mismo motivo, salarios que no alcanzan, escasez de medicamentos y deterioro de los servicios de salud, aumento de las protestas en las calles y gente que se va del país porque ya no aguanta más y vende la casa con todo dentro. Lo cuentan los cubanos en la calle sin que les preguntes, algo novedoso en un país donde hasta hace no mucho cada crítica pública era medida con pesa de joyero.
“El capital político acumulado se va agotando. La confianza en la capacidad del gobierno de enderezar la situación se ha desvanecido ya ante los reiterados titubeos e incoherencias. Es verdad que el margen de maniobra es reducido, pero la ineptitud demostrada con las medidas antiinflacionarias ha agotado las esperanzas”, afirma el reputado sociólogo Carlos García Pleyán, que destaca que “a diario crecen las diferencias económicas y sociales y con ellas la radicalización política. El dialogo es cada día más difícil y la angustia ante el futuro, creciente”.
Como economistas, Everleny y Torres evalúan variables macroeconómicas que inciden en esta crisis, la más profunda vivida en Cuba desde de la desaparición del campo socialista, en los años noventa. La mayoría de los indicadores productivos en la isla son negativos, pero quizás el ejemplo más elocuente del descalabro estatal es la zafra azucarera, que en los años ochenta llegó a ser de 8 millones de toneladas anuales. Entonces funcionaban en el país más de 150 centrales azucareros, la mitad de los cuales fueron desmantelados a principios de este siglo. La zafra pasada sólo molieron 36 centrales y la cosecha fue de 480.000 toneladas, la peor en un siglo. En esta campaña trabajarán 23 fábricas azucareras y la meta es producir 450.000 toneladas, pero será difícil lograrlo pues el plan de siembra en noviembre solo se había cumplido en un 41%, según datos oficiales.
Debido a la extrema falta de divisas y de liquidez, la capacidad del Estado de importar bienes y alimentos se ha reducido en más de un 50% en relación a hace 10 años, lo que ha provocado un desabastecimiento leonino, con su correspondiente traducción en colas desesperantes y un aumento de los precios del mercado negro, agravados por la llamada Tarea Ordenamiento -impulsada por el Gobierno con el objetivo de lograr la unidad monetaria- que ha disparado la inflación.
Factores externos como la crisis mundial actual, los efectos de la pandemia o el recrudecimiento del embargo norteamericano – que le ha costado al país más de 6.000 millones de dólares en pérdidas en los primeros 14 meses del gobierno de Biden, según las autoridades-, han contribuido a hacer más profundo el precipicio. Pero, considera Torres, “el principal problema que tiene Cuba es que su modelo económico no ha evolucionado, y eso le impide aprovechar sus recursos internos e insertarse viablemente en el mundo”. Lo ratifica Everleny, que señala que el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas privadas, aprobadas en enero de 2021 después de diez años de espera, todavía enfrenta numerosas trabas y obstáculos aunque ya hay 5.600 autorizadas. “El sector privado es la gran reserva con que se cuenta, pero los cambios han sido demasiado lentos, para reactivar la economía hacen falta transformaciones decididas y radicales”, indica.
A juicio de la historiadora Alina Bárbara López, a diferencia de otras crisis, lo que marca ésta precisamente es “que la población ha perdido totalmente la esperanza, ven que el Gobierno es incapaz de introducir los cambios que el país necesita para que las cosas mejoren, y no son solo cambios económicos, sino también políticos. La gente no aguanta más, no ve futuro, es una crisis humanitaria: se van familias enteras, y gran parte son los jóvenes que más valen, los más emprendedores”.
En la calle no se habla de macroeconomía sino de sobrevivencia cotidiana, algo que se ha convertido en una tragedia para la mayoría. Un cardiólogo gana en Cuba aproximadamente 6.000 pesos mensuales (el salario mínimo es de 2.100 y el medio de 3.800). En los agromercados, donde rige la ley de la oferta y la demanda, los precios son astronómicos, pero dada la improductividad de las granjas estatales en estos agros es donde único puede uno surtirse de vegetales y viandas. En el barrio habanero del Vedado funciona uno de ellos. Una libra (453 gramos) de tomate cuesta ya casi 300 pesos. Una de cebolla, 280. La de frijoles negros, 120, y la de limón 200. El kilo de puerco, lleno de gordos, pasa de 800 pesos, un aguacate te sale a 50 pesos (si no es muy grande). Los precios suben cada día, y a las puertas de este agro los revendedores ofrecen el cartón de huevos a 1.600 pesos, la bolsa de pollo (4,5kg) a 2.500 y el litro de aceite vegetal a 700.
El dólar, que al comienzo de la tarea Ordenamiento, en enero de 2021, se cambiaba en el mercado negro a 35 o 40 pesos –la tasa oficial era en ese momento de 24 por uno-, subió a 115 en agosto de este año, y ahora se cambia a 175, aunque ha llegado a estar a 200. “El que no tiene dólares, que es la mayoría, está muy jodido”, dice un cubano de a pié, que afirma que quizá el asunto más crítico en este momento es el de los apagones. Desde hace meses en muchas zonas del interior del país los cortes del suministro eléctrico son de 12 horas diarias, o incluso más, debido al pésimo estado de las termoeléctricas por la falta de inversiones y la dejadez.
Acabo de receber este livro do meu amigo argentino, que conseguiu ser jornalista, acadêmico e diplomata, exercendo as três profissões com excelência, discrição e eficiência.
Diversos dos seus amigos, inclusive este aqui, comparecem na quarta capa, por especial deferência do autor:
A dedicatória do Guillermo traduz uma certeza, como ele mesmo revela: “A vida foi generosa com este escriba.”
Concordo: são 18 capitulos de fatos e delirios, um terço dos quais relativos ou conectados ao Brasil, pois sua carreira de jornalista e de diplomata esteve inextricavelmente vinculada ao Brasil, ao passo que a parte acadêmica foi argentina e internacional, com uma bela passagem pela OEA sob a direção do embaixador brasileiro e SG-OEA Baena Soares.
Uma edição eletrônica pode ser vista no site do Guillerme:
Se o PT se alinhar à Rússia e a Putin, se o futuro chanceler for complacente com um canalha sórdido com Lavrov, eu serei um inimigo implacável da diplomacia de Lula III.
Paulo Roberto de Almeida
Rússia diz que está aberta a possíveis negociações sobre guerra na Ucrânia
Chanceler russo, Sergei Lavrov acusou os Estados Unidos e a Otan de desempenhar um papel direto e perigoso no conflito
Andrew Osborn e Caleb Davis, da Reuters CNN Brasil, 01/12/2022
O ministro das Relações Exteriores da Rússia, Sergei Lavrov, acusou os Estados Unidos e a Otan de desempenhar um papel direto e perigoso na guerra da Ucrânia e disse que Washington transformou Kiev em uma ameaça existencial para Moscou que não pode ser ignorada.
O principal diplomata da Rússia, falando nesta quinta-feira (1º) durante sua entrevista coletiva anual em Moscou, também acusou os Estados Unidos e a Otan de tentar aumentar as tensões no Mar da China Meridional e de tentar subverter quaisquer órgãos regionais destinados a promover o diálogo, como a Organização para a Segurança e Cooperação na Europa (OSCE) e a Associação de Nações do Sudeste Asiático (ASEAN).
E ele defendeu uma campanha da Rússia que usou ataques aéreos, drones e mísseis para destruir a infraestrutura ucraniana, ataques que Kiev e o Ocidente chamaram de crimes de guerra.
“Nós desativamos as instalações de energia (na Ucrânia) que permitem a vocês (o Ocidente) lançarem armas letais na Ucrânia para matar os russos”, disse Lavrov.
“Portanto, não diga que os EUA e a OTAN não participam desta guerra – vocês estão participando diretamente. Incluindo não apenas o fornecimento de armas, mas também o treinamento de pessoal – vocês treinam militares (ucranianos) em seu território”, acrescentou.
A postura de Lavrov é rejeitada pelo Ocidente, que diz que Moscou, que invadiu a Ucrânia em 24 de fevereiro, é a beligerante. As potências ocidentais dizem que estão armando e treinando Kiev para ajudá-la a recapturar sua própria terra e que a Ucrânia não tem projetos territoriais em terras russas.
A Rússia, que dominava a Ucrânia antes da dissolução da União Soviética em 1991, chama sua intervenção em seu vizinho de “uma operação militar especial” para salvaguardar a segurança de Moscou.
Lavrov proferiu seu discurso antiocidente enquanto a invasão russa da Ucrânia avançava em seu décimo mês, com combates violentos no leste e autoridades em partes da Ucrânia ainda lutando para restaurar a eletricidade derrubada pelos ataques russos .
Lavrov acusou o Ocidente de tentar usar o conflito para destruir a Rússia . “Falar sobre o interesse do Ocidente em algum tipo de acordo pacífico não nos impressiona”, disse ele.
“O Ocidente anunciou publicamente que não quer apenas que a Rússia seja derrotada no campo de batalha. Disse que a Rússia deveria ser totalmente destruída como jogador. E alguns estão até realizando conferências especiais especulando sobre em quantas partes dividir a Rússia e quem vai liderar qual parte.”
Seus comentários parecem ser uma referência ao fato de que alguns políticos ocidentais disseram que querem garantir que a Rússia não represente uma ameaça para os países vizinhos no futuro, e às observações de alguns políticos ucranianos que especularam quanto tempo a Rússia pode manter unida como um país.
Negociações Embora Lavrov tenha dedicado a maior parte do evento a críticas ao Ocidente, ele deixou claro que a Rússia está aberta à possibilidade de negociações, tanto com a Ucrânia quanto com os Estados Unidos.
A Rússia está pronta para ouvir qualquer um que queira conversar, disse ele.
“Nunca se esquivou de possíveis contatos entre o presidente dos Estados Unidos, Joe Biden, e o presidente da Rússia, Vladimir Putin, e mostrou-se disposto a receber os líderes alemão e francês quando eles quiseram discutir a Ucrânia”, completou.
A Ucrânia disse que só estará pronta para realizar negociações quando a Rússia se retirar de seu território, inclusive da Crimeia, que Moscou anexou em 2014.
Kiev disse que a Rússia só usaria as negociações como uma chance de ganhar tempo e reconstruir suas forças armadas.
Lavrov disse que isso era “absurdo” e reclamou sobre o que chamou de expectativa americana “ingênua” de que a Rússia continuaria as negociações sobre estabilidade nuclear em um momento em que ele disse que o Ocidente estava usando a Ucrânia para destruir a Rússia . Moscou desistiu das negociações agendadas para esta semana sobre o novo tratado nuclear START entre os dois países.
“Por enquanto não estamos ouvindo nenhuma ideia significativa”, disse Lavrov. “(Mas) se houver propostas do presidente (Biden) e de outros membros de seu governo, nunca evitaremos contatos.”
Denúncia foi realizada em 1947 pelo deputado federal Maurício Grabois (PCB)
28/11/2022, 00:00por: Assessoria de Comunicação do CEDEM, da Unesp
Terminada a Segunda Guerra Mundial, a discriminação contra pessoas de origem judaica continuou. No Brasil, o fato foi denunciado pelo então deputado federal Maurício Grabois (PCB) em discurso proferido na Câmara em 20 de junho de 1947. Grabois mencionou uma notícia publicada pelo jornal Correio da Manhã, de propriedade de Assis Chateaubriand, na qual reportava que o Brasil não estava concedendo vistos a imigrantes judeus. Essa história é contata no livreto Proibição ilegal de entrada de judeus no Brasil, que integra o Arquivo Histórico do Movimento Operário Brasileiro (ASMOB), custodiado no CEDEM.
O caso ocorreu no governo do então Presidente Eurico Gaspar Dutra (1946 – 1951). Em sua denuncia, Grabois citou que a iniciativa racista e nazista era, na realidade, uma orientação do governo federal. As circulares internas emitidas pelo Ministério das Relações Exteriores determinavam, entre outros pontos, que não fossem dados vistos a judeus, exceto nos casos em que tivessem cônjuges brasileiros, possuíssem bens no país, pretendessem viajar a turismo ou se destacassem no âmbito cultural, político e social. As mesmas restrições não se aplicavam a europeus cristãos. Vale ressaltar que tais orientações já vigoravam desde o Estado Novo, quando Dutra era Ministro da Guerra do governo de Getúlio Vargas. Referidas circulares permaneceram vigentes até o fim do governo Dutra.
Durante seu discurso, Grabois manteve diálogo com o colega de legislatura Aureliano Leite (UDN), que tentava negar as denúncias, embora ele fosse membro da comissão especial encarregada de estudar problemas de imigração no Brasil. A tal negativa Grabois afirmou que não se poderiam recusar as afirmações do Ministério das Relações Exteriores.
No mesmo discurso, Grabois relatou que recebia pedidos de judeus que queriam se estabelecer no Brasil, mas eram impedidos pelas normas vigentes. O parlamentar mencionou um caso em que o cidadão já estava com todos os papéis prontos, mas que ao se identificar como judeu teve seu visto cancelado.
Sobre Maurício Grabois – Nascido em Salvador (BA) em 1912, era filho de judeus ucranianos (então URSS). Mudou-se para o Rio de Janeiro em 1930, a fim de se preparar para a Escola Militar de Realengo, onde ingressou em 1931. Ajudou a organizar o Partido Comunista Brasileiro (PCB), ao qual se filiou em 1932, enquanto ainda estudava no Colégio Militar. Por isso foi expulso no ano seguinte. Já em 1934, militou no setor nacional de agitação e propaganda da Federação da Juventude Comunista do Brasil e, em 1935, dedicou-se à construção da Aliança Nacional Libertadora (ANL).
Foi preso em 1941, durante o Estado Novo (1937-1945), depois de condenado num processo em 1940. Após o Estado Novo, foi eleito para a Assembleia Nacional Constituinte pelo Distrito Federal. Tomou posse em fevereiro de 1946 e, em seguida, foi escolhido como líder da bancada comunista. Em maio de 1947, teve seu mandato cassado, quando o TSE decidiu pelo cancelamento do registro do PCB.
Com o golpe de 1964, passou a ser perseguido em decorrência de sua militância política. Na clandestinidade, manteve um pequeno comércio e, em paralelo, participava da Comissão Militar da Guerrilha. Teve dois filhos, Vitória Lavínia Grabois Olímpio e André Grabois, que junto com seu pai foi executado na Guerrilha do Araguaia, em 1973.
A documentação do ASMOB pode ser pesquisada no CEDEM.
Onde pesquisar:
CEDEM
On-line: www.cedem.unesp.br Presencial: Sede do Centro de Documentação e Memória (CEDEM), da Unesp Praça da Sé, 108, 1 andar – São Paulo (SP) E-mail: pesquisa@cedem.unesp.br Tel.: 11-3116-1701
Weekly analysis of US-China policy and translations of Chinese-language sources on tech, politics and the broader economy
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How Will the CCP Respond to Protests?
"Students and people are making speeches and articulating why they are doing what they are doing. It's very difficult for Xi to claim that he didn't get the right message."
Ling Li: When talking about the historical development of the Covid policy, the key point to remember is when the rest of the world had gradually opened up in the summer, China still insisted on the Zero Covid policy. Inspired by success in the earlier phase of the pandemic — the phase after the initial breakout in 2020 in Wuhan, mainly in the second half of 2020 and most of 2021 — this policy was advertised by the party as the secret of China's victorious war against the pandemic, which could be delivered only in China thanks to its unique political system and leadership.
This past summer, there were two interpretations of the future development of the policy. [The first was that] the policy was to stay forever as a permanent method for social control. The second [was] that the policy had to be kept in place because of the 20th Party Congress. Zero Covid policy would help to eliminate any nasty surprises that would otherwise ruin the celebratory mood and tarnish the spectacles of the Congress. Just imagine what an embarrassment it would have been if what happened yesterday had happened during the Party Congress!
Before the 20th Party Congress, both interpretations looked possible to me. But soon after the Congress, the newly elected Politburo Standing Committee (PSC) authorized a new policy: “20 Measures to Optimize the Covid Control Policy”, which contains a number of measures that are aimed at easing up the lockdown: lifting the citywide 48-hour mandatory PCR test, free access to grocery stores in some places without scanning your code, and easing up international travels. Obviously, the 20 measures are far from being entirely opened up. It has a heavy emphasis on partial lockdown measures, which is natural because any sensible transition is expected to be gradual. But it has, nevertheless, shown that the Party has not locked itself in the lockdown policy just for the convenience of political control. It also shows that the Party is willing to open up when the condition is right.
The number of infection cases skyrocketed in the last few weeks and the policy was quickly reversed, which makes me believe that the Party has a genuine concern that an immature open-up will make the mortality rate unbearable. This is a difficult phase that many countries have experienced, and the fact that it is difficult does not mean it is not viable or has no recourse. Nor does it mean that one can survive the crisis simply by hiding out and continuing with the lockdown. The two key issues in overcoming or alleviating the pain of the opening-up process are vaccination and the increase of medical treatment capacity. From the reports that I have access to at present, no significant improvement has been made in this direction. There still seems to be no result of a domestically developed mRNA vaccine. In contrast, considerable resources have been continuously poured in to enforce the lockdown measures, to reinstate the PCR test, and now to crack down on the protests and maintain social stability.
This makes me wonder whether the decision-makers, at both policymaking and policy-implementation levels, have been captured by the business interests of the Covid-related industries, who seem to have the most to gain from a prolonged lockdown policy. These industries include PCR testing, constructors and operators for makeshift hospitals, and other auxiliary services. These groups seem to gain most from [the] Zero Covid policy given the sheer size of the gigantic demands for their services.
Who owns these companies? What’s their relationship with the licensing authority? Anything smells like corruption?
Does any member of the Covid-control decision-making body in Beijing have a business interest in this?
Beijing’s Political Calculus
Jordan Schneider: So what's more intolerable to the Party? Seeing a million Chinese people die over the course of two months, or continued street protests?
Let's talk a little bit about the relationship between Covid Zero and the protests. Expectations were raised after the Party Congress, and then continued lockdowns in the face of spiking numbers gave a lot of folks a sense of hopelessness — that this was, in fact, never going to end. Then, over the past few days, we saw the fire in Xinjiang, followed by protests nationwide. How do you think the street actions have potentially changed the calculus of decision-makers in Beijing?
Ling Li: I assume it's a still ongoing process, and I hope the new PSC members in Beijing are coming together and trying to get out of the crisis in some way.
One reason for the PSC to meet is in the face of [a] national crisis, and the protests we're seeing right now certainly qualify. There's so much resemblance and parallel that we can draw [between] the protests now and 1989, when protests started to spread across the nation — starting from the universities, and then [spilling] over to other social sectors. There will be a concern of fear that history will repeat itself, but I doubt it will. In 1989, if my memory serves correctly, before the Army was brought in for the crackdown the local police did not involve themselves in repressing the protesters.
30 years later, the Chinese police bureaus have been trained for social stability maintenance [in order] to deal with these kinds of situations. They're more responsive, and they have more strategies [and] tactics to disperse the crowds, repress the crackdown, and prevent and deescalate the situation very quickly. The process has started already today [Monday, November 28].
Jordan Schneider: I think you're right. My sense is over the weekend, the police system was caught a little bit off-guard. What you're seeing on Monday night China time is massive police presence that has seemingly made it hard, if not impossible, to gather like they did on Friday, Saturday, and Sunday.
Ling Li: The protest spread overnight, or over a couple of days, in so many different places, which is unseen for the last 10 or 20 years. One of the reasons that it could happen is a weakening of surveillance control, maybe because of the economic slowdown. The state does not have such a big amount of resources to hire all these workers to conduct online activity reviews and surveillance as efficiently and effectively as they did before.
Jordan Schneider: There's this narrative in the Western media that China's internet ecosystem is fully controlled by the Party, but the amount of content that got shared millions of times on WeChat, Douyin, Douban, Weibo, and whatnot was truly astounding to see over the past few days. If you're not going to take more extreme measures, like shutting down WeChat Moments [or] pulling the plug on the internet, and you're still allowing people to post in real time, ultimately you are going to run into a human-capital limit on the censor side.
Do you think the online and in-person protests over the past few days caused Party leadership to question any assumptions they had?
Ling Li: There's this debate [about the extent to which] Xi Jinping is objectively informed of what's going on in his country. I think this question should be further subdivided. For example, for the Urumqi fire, I'm sure he's going to be informed that something happened and a number of people got killed in the accident.
However, would he be objectively informed of [what] caused the accident?
Is he going to be briefed as if the accident was caused because the residents there failed to behave themselves properly, as an official announcement has said? Or is it going to be explained as if the excessiveness of the lockdown measures prevented people from escaping?
The Impending Crackdown
Jordan Schneider: It's not just the information; it's also the mindset and frame. I can't imagine a world in which he sees protests on the street as something to be responded to softly or in a conciliatory manner.
Ling Li: I think the repression will have to happen. We don't know the severity of the repression yet, but [protesters] will certainly be demobilized for now to prevent the continued spread of the protest in other parts of the country.
But what are they going to do with all those leading students, especially the organizers of the protest? That's another issue. He could treat them with more leniency through education — 以说服教育为主 [“mainly through verbal persuasion as education”]. The worst case scenario is to prosecute them.
Jordan Schneider: What are the pros and cons of “let's just sweep this under the rug and not make a big deal of it”, versus “let's make an example out of some people in an aggressively public manner”?
Ling Li: I believe he will make a few exemplary cases to deter further, or similar, actions from other students, or other people who have the inclination to go to the streets and air their grievances. But I don't think it's a wise decision or a good time — it’s probably never a good time — for large-scale repression, which means [arresting] a lot of people and [sending] them through the prosecution procedure, as we have seen in Hong Kong.
It's not that I believe that Hong Kong protestors should be treated more harshly — certainly not. But I have an intuition that he might see domestic politics differently from politics in Hong Kong, which is further away. Whatever he's doing in mainland China might be multiplied. Its multiplication effect may lead to some outcomes that he does not want to see or will be more difficult to control.
Jordan Schneider: So the downside of more aggressive repression is scarier when you're talking about arresting students in Beijing, [compared to] arresting students in Hong Kong? That may be true objectively, but that may not be something that resonates in Zhongnanhai. Or maybe not? I don’t know.
Ling Li: There certainly will be hardliners, like what happened in 1989. But we don't know who belongs to which camp: especially with this newly elected Politburo and PSC, they have a lot of new members whose personalities and political stances we are yet to learn.
Challenging Assumptions About the Future of China
Jordan Schneider: There's this narrative that Chinese people are docile and have been ruled by autocracy for thousands of years, and you can't expect Chinese people to be particularly excited about civil rights. All things considered, since 1989 things have been relatively quiet on the mass political activism front. Has what you've seen over the past few days caused you to question any of your assumptions or challenge stereotypes? How much should folks update on the potential future of China given what we've seen over the past few days?
Ling Li: If you think rationally, the strength between the protestors and the government that you are protesting against is disproportionate.
You are on the losing side, and that's clear to everyone. It's a high-risk and no-gain activity.
But emotion is contagious. When you see a larger crowd of people who go to the street, you may be affected by it very quickly without having to process rationally. That's why a critical crisis may trigger this emotion: in the right environment where information can transmit more freely, something like this might happen. If the Urumqi fire is the trigger, and the relaxed surveillance measures on the internet and long-time repression by the government because of the lockdown policy for the past three years will be the catalyst. Add it together for the perfect storm, which is what we saw yesterday.
Jordan Schneider: It's such a deep irony: the “greatest” manifestation of the CCP in controlling the spread, when almost every other country in the world couldn't, was because the Party is so close to people and has the ability to control down to very local levels and manifest state power in such an in-your-face way.
One could argue that being able to stop the spread without having millions of Chinese die was the greatest triumph of Xi in 2020, but [it] also directly led to the greatest challenge to power that he's seen.
Ling Li: We live in our own echo chambers. But there's also a considerable percentage of the population in China who do not support the protests for whatever reason. There's also a segment of society in privileged neighborhoods who have not suffered that much from lockdown measures. Certain sectors of the population even benefit from the lockdown measures, and they do not share the same level of sympathy with the protestors as many others do.
What Next for Zero Covid?
Jordan Schneider: How do you think the protests will impact the trajectory of Covid Zero?
Ling Li: Students and people are making speeches and articulating why they are doing what they are doing. It's very difficult for Xi to claim that he didn't get the right message. That information should be able to flow to the top decision-maker without much distortion.
If that is the case, I think he has to take it into consideration. Because they have already relaxed the lockdown policy at the beginning of November, that shows there's a certain flexibility among the top decision makers in the new PSC to start to prepare the population for the easing-up.
What they need to do very quickly is to reallocate the resources to the direction of vaccination and building up capacities in public hospitals, instead of pouring all the resources into lockdown measures.
Jordan Schneider: Is there anything we can say now about what, if anything, these protests do for China's relations with, and standing in, the world? I think a lot of countries are basing their relationship with China on the expectation that China is going to inevitably grow stronger, bigger, richer, and more powerful. Maybe one thesis is that as China's growth is slowing and societal fissures [emerge], China doesn't seem quite as scary anymore if you're sitting in Delhi or Tokyo.
There's also a timeline where domestic disturbances become so overwhelming that Xi decides that he wants to escalate something in Taiwan as a way to distract folks, or another border potentially. This is very aggressive, irresponsible speculation on my part, but I do think these sorts of things resonate globally in one way or another. Another way this could play out is if you do see an aggressive crackdown, European countries who are still on the fence about just how they want to chart out their relationship with China going forward might ask some harder questions.
Ling Li: It certainly will impact foreign relations between China and the rest of the world, depending on what the party is going to do. I don't think the German government or industries will change their strategies with China because of the protest, but it will have an impact depending on what the Party is going to do afterwards. If there's massive repression, like what happened in ‘89, that certainly is not going to be conducive to a conciliatory approach between China and the rest of the world in foreign relations.
The party has a choice to make and it will be a very difficult one. On the one hand, you have to play tough in front of the challenges. Otherwise, it would set a bad example: it will induce more protests in the future, which is something the Party does not want. But if you play tough, then it has its consequences as well, directly and indirectly.
It's a pity that we’ve come to this point because it [didn’t] have to be this way. I'm no medical expert, but I have been told over and over again that winter is a good time for the virus, but a bad time for easing up.
If they had done something last summer, probably the most critical moment of the crisis would have been over by now.
If they had started importing mRNA vaccines [then], they would have vaccinated the more vulnerable population for one dose at least by now.
Jordan Schneider: They absolutely did have choices and different leadership could have made different decisions, particularly over the course of late 2021 and 2022.
How Protests Caught Everyone by Surprise
Ling Li: I was surprised by how quickly the protests spread, because when you have been observing the whole situation for three years, you would have thought that society is dead and nothing would ever happen. Suddenly, without any signaling or alarm, things happen.
I have more questions than answers. For example, how did the students organize? Protests in Hong Kong and other places were decentralized — there's no central leadership figure of the movement — but you have to have someone to decide where to meet, when, and what slogans we’re going to have, right? How did they achieve that, and how come the police did not capture that information before? Before the pandemic, the Party had been so successful in social control because they could detect problems before problems escalated into large-scale protest. It seems the police sometimes know more about the gathering than the people who are organizing the gathering, so that [protesters] can be blocked at home and prevented from taking public transport. This time, it seems the police were totally [caught] off guard. How did that happen? Through what platform did the students organize?
Jordan Schneider: Clearly, this isn't Martin Luther King running around slowly building up a movement church by church in the fifties and sixties. But these kids today in China have the internet. There's enough communication that has been able to happen on WeChat and other platforms that even if you don't have Telegram or Signal, you're able to really make your voice heard.
You mobilize people who are all very frustrated by just walking around the dorms and saying, “Hey, let's meet here now.” Virality on the internet, overwhelming the sensors, definitely helped bring more people to actions that started in Shanghai, Beijing, and other cities across the country. But is this something that can possibly be sustained once you get past that initial phase of surprise by the government, and the security state really ramps up? The tools available to the mainland China police state are far different from what you see in pretty much every other country in the world that has tried to repress protest, which is ultimately why I'm pretty skeptical of the idea that this is going to metastasize and sustain in the way a protest in Iran or Hong Kong did. But there's an outside chance that I'm wrong and this leads us into a very dangerous place.
Ling Li: Yes, I totally agree. There's one thing I want to add: millennials grew up in an environment where they watched American talk shows, American television, and Hollywood films. On the one hand, they continued to receive brainwashing political education from school. But the naughty in the classroom received different kinds of entertainment and information, which are heavily influenced by the Western world. That, probably, has also contributed to a different value system compared to the older generation.
One last thing I want to talk about is the legal development over the last 20 or 30 years. There are still significant problems [with] restrictions on judicial independence, judicial autonomy, and the autonomy of the legislature, so it's still very difficult to challenge governmental actions in China, let alone the Party. However, legal education in the last 20 or 30 years has injected a common awareness of rights and limitations of power.
[In] so many videos that have been leaked out from China, normal residents try to make a legal argument [against] police who are trying to enforce lockdown barriers by asking them, “What's your source of authority? Do you have a written document that gives you the power to lock our doors?”
In many instances, they succeeded.
Outro music is a clip of a car playing “Do You Hear the People Sing” from Les Misérables in Hangzhou, near a site where a protest was allegedly planned but quashed by heavy police presence. As the song plays, an announcement in the background drones, “Do not loiter, do not gather, do not loiter, do not gather…”