O que é este blog?

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida;

Meu Twitter: https://twitter.com/PauloAlmeida53

Facebook: https://www.facebook.com/paulobooks

Mostrando postagens com marcador América Latina e Caribe. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador América Latina e Caribe. Mostrar todas as postagens

quarta-feira, 12 de fevereiro de 2014

Republica Bolivariana de Venezuela quer reformar a historia, para tras, como os talibans...

Os talibans são aqueles seres primitivos, quase neandertais, que quando estiveram no poder no Afeganistão simplesmente implodiram, a dinamite, os fabulosos Budas de Bamian, enormes estátuas de Buda, escavadas nas montanhas de Bamian, e que constituíam um dos tesouros artísticos, arqueológicos, religiosos e culturais daquele país tão pobre, mas rico em história e em culturas diversas ao longo dos séculos.
Pois, a despeito de pedidos desesperados da Unesco e de outras entidades, os talibans destruíram aquelas enormes estátuas que para eles estavam em contradição com o Islã, sendo que o Islã chegou ao Afeganistão alguns séculos depois que as estátuas tinham sido penosamente escavadas na pedra.
Pois bem, os bolivarianos da Venezuela atual são os talibans da América Latina, pois querem implodir tudo o que veio antes deles, e fazer daquele país uma tábula rasa para a disseminação da sua ideologia bolivariana.
Eu estava lendo um relatório da Cepal, sobre a dívida externa da América Latina e de repente me deparo com uma tabela, relativa a 1990, ou seja, praticamente doze anos antes de que o nome do país mudasse para República Bolivariana de Venezuela, e lá me deparo com esse nome, como se pode ver na tabela abaixo.

Isso é sumamente ridículo e grotesco. Em 1990 não existia essa coisa chamada República Bolivariana de Venezuela, e sim apenas República de Venezuela.
Que a Cepal tenha consentido na mudança stalinista do nome, apenas confirma como essas organizações internacionais, além de ridículas são sumamente patéticas.
Paulo Roberto de Almeida

Divida externa da América Latina, 1982-2012 - Cepal

Portada
  • La montaña rusa del financiamiento externo: el acceso de América Latina y el Caribe a los mercados internacionales de bonos desde la crisis de la deuda, 1982-2012

  • Inés Bustillo y Helvia Velloso
  • 2013
  • Signatura:LC/G.2570-P
  • 150 pp.
  • Libros de la CEPAL
  • CEPAL

Link: http://www.cepal.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/2/52062/P52062.xml&xsl=/publicaciones/ficha.xsl&base=/publicaciones/top_publicaciones.xsl#

Resumen

En esta publicación se examina la forma en que la financiación de la deuda externa ha evolucionado en las últimas tres décadas. Se remonta 30 años y se analiza la trayectoria de la región de América Latina y el Caribe desde la singular perspectiva del acceso a los mercados financieros internacionales. Como el título indica, esta trayectoria ha sido una montaña rusa, con muchos altibajos, y momentos de angustia y pánico.
Los acontecimientos de las últimas tres décadas, tal como se describen en este libro, indican que un acceso más amplio y más barato a los mercados internacionales de capital puede ser fundamental en el largo proceso de lograr el crecimiento sostenible con igualdad, mediante la ampliación de las opciones de financiamiento de la inversión y las iniciativas sociales. A pesar de la experiencia adquirida y los progresos realizados durante este período, aún quedan muchos desafíos. El acceso al financiamiento externo de la deuda no es universal y, a pesar del aumento de la resiliencia, la vulnerabilidad a las conmociones financieras externas sigue siendo una amenaza. Además, los avances económicos y financieros de los últimos 30 años, y en particular de la última década, no han producido cambios en la estructura productiva de la región. Los cambios estructurales deben estar en el centro de un proceso de crecimiento a largo plazo para que la igualdad sea una realidad.

Categorías

Otros idiomas

terça-feira, 28 de janeiro de 2014

A marcha (para tras?) da democracia na America Latina - Andres Oppenheimer

LA LEGITIMACIÓN DE UNA DICTADURA

Los jefes de Estado y de Gobierno latinoamericanos que visitarán Cuba para participar en una cumbre regional desaprovecharán la oportunidad de reunirse con la oposición pacífica de la isla

ANDRÉS OPPENHEIMER, El País, Madrid, 26 ENE 2014 - 22:25

Lo más vergonzoso de la programada visita de los presidentes latinoamericanos a Cuba para asistir a una cumbre regional el 28 de enero no es que viajen a un país gobernado por una de las últimas dictaduras familiares del mundo, sino que probablemente no aprovechen la oportunidad para visitar también la cumbre paralela que la oposición pacífica de la isla planea celebrar al mismo tiempo.

Salvo sorpresas de último momento, ninguno de los 32 jefes de Estado y representantes de Gobiernos que asistirán a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) entre el 28 y el 30 de enero en La Habana, se reunirá con líderes de la oposición o con grupos civiles independientes durante su visita a Cuba.

Ni siquiera el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que quiere ser visto como miembro de una nueva generación de líderes más modernos y menos autoritarios, tiene planes de reunirse con ningún miembro de la oposición pacífica cubana, a pesar de que los mandatarios cubanos se han reunido repetidamente con la oposición mexicana cada vez que han visitado a México.

Comparativamente, el expresidente Vicente Fox y su secretario de relaciones exteriores, Jorge Castañeda, se reunieron con líderes de la oposición durante una visita a Cuba en 2002, y la exsecretaria de Relaciones Exteriores mexicana Rosario Green lo hizo con disidentes cubanos durante una cumbre celebrada en La Habana en 1999.

En una entrevista publicada el 18 de enero en EL PAÍS, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano José Antonio Meade dijo que “queremos desarrollar con Cuba una relación muy cercana de pleno apoyo a su estrategia de actualización económica”.

Preguntado sobre si Peña Nieto dialogará con disidentes en Cuba, Meade dijo que el presidente mexicano “participará en Cuba con una agenda que tiene que ver con la cumbre de la CELAC. Él aceptó una visita oficial y en ese marco se va a desarrollar”. Traducción: no lo hará.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, no respondió a una llamada en la que le iba a preguntar si pensaba reunirse con líderes opositores durante su visita a la cumbre en Cuba.

Guillermo Fariñas, uno de los líderes de la oposición cubana que planea asistir a la contracumbre de La Habana, me dijo en una entrevista telefónica desde Cuba que la policía política ya ha hecho una visita a varios disidentes —incluyendo la bloguera Yoani Sánchez— para advertirles que no celebren la cumbre paralela.

“El régimen de todos modos va a pagar un costo político”, me dijo Fariñas. “Si permiten la cumbre paralela, el costo político sería que los medios internacionales escucharán otras voces que no sean las oficiales, que les dirán lo que el Gobierno oculta: que no hay democracia en Cuba. Y si no la permiten, eso demostrará que, a pesar de los esfuerzos mediáticos, políticos y diplomáticos que ha hecho desde 2007 para mostrar que supuestamente hay cambios en Cuba, lo que hay aquí es una ola represiva”.

El hecho de que los presidentes visitantes probablemente no se reunirán con la oposición los convierte en “cómplices” de la dictadura, y cuantos más gestos de acercamiento hagan, más ayudarán a la dictadura cubana a fortalecerse, señaló.

“Yo les diría a los presidentes de América Latina que siempre recuerden que las dictaduras son contaminantes, que no se hagan cómplices de la dictadura de los hermanos Castro, y que se solidaricen con los gobernados y los demócratas, para que el Gobierno reciba el mensaje de que tiene que cambiar”, concluyó.

Mi opinión: Estoy de acuerdo. Ya es un chiste que los presidentes latinoamericanos hayan elegido al único gobernante de facto de la región —el general Raúl Castro, que es un dictador militar bajo la definición de cualquier diccionario— como presidente de la CELAC, cuando esa organización tiene entre sus principales objetivos “promover la democracia” en la región.

Pero asistir a una cumbre de la CELAC en Cuba sin reunirse con ningún representante de la oposición equivale a darle un espaldarazo propagandístico a un régimen totalitario, y a darle la espalda a la oposición pacífica de la isla. Muchos de nosotros, que nos opusimos a los Gobiernos militares latinoamericanos en la década de 1970, aún recordamos la manera en que estas visitas de dignatarios extranjeros contribuyen a legitimar a las dictaduras.

Por supuesto, algunos presidentes visitantes alegarán que no pueden reunirse con disidentes durante una visita oficial porque deben respetar “la autodeterminación de los pueblos”. ¡Tonterías! ¿De qué “autodeterminación” hablan, si el pueblo cubano no ha tenido la oportunidad de votar libremente para determinar su futuro desde hace 55 años?

Si los presidentes visitantes no se reúnen con ningún miembro de la oposición pacífica cubana, será un día muy triste en la historia de la democracia latinoamericana.

quarta-feira, 30 de janeiro de 2013

UE-America Latina: melancolico encontro em Santiago

Comentar o que? Rigorosamente, nao há nada, absolutamente nada a comentar. A rigor, haveria, mas o bom senso indica que é melhor ficar calado...
Paulo Roberto de Almeida


Pobreza de ideias
Editorial O Estado de S. Paulo, 30/01/2013
 
Galináceos, bovinos e suínos são por enquanto os beneficiários mais prováveis dos planos e roteiros de cooperação acertados na semana passada com representantes da União Europeia (UE), em reuniões em Brasília e Santiago. Os bichos continuarão sendo sacrificados, porque o transporte de animais vivos em longas viagens perdeu muito de seu encanto depois da aventura na Arca de Noé. Mas serão mortos com boas maneiras, depois de uma vida mais confortável e com menos estresse, se for aplicado o Memorando de Entendimento Administrativo na Área de Bem-estar Animal entre o governo brasileiro e a Comissão Europeia. Quanto ao Arranjo de Cooperação Científica e Tecnológica, provavelmente produzirá resultados tão chochos quanto os anteriores, exceto na retórica oficial. O acordo sobre picanhas, costelinhas e coxinhas será de certo implementado com mais empenho e acompanhado com mais atenção, porque assuntos sanitários afetam o comércio e são um pretexto fácil para protecionismo.
A mesma pobreza de ideias e compromissos marcou as reuniões do pessoal da União Europeia, em Santiago, com representantes da Comunidade de Estados Latino-americanos e Caribenhos (Celac) e do Mercosul ou sua parte remanescente. Em seu discurso de sexta-feira, na abertura do encontro Celac-UE, o presidente do Chile, Sebastián Piñera, empenhou todo o seu talento - e com inegável sucesso - para evitar qualquer ideia original, interessante ou prática.
Ele falou sobre o valor de uma "nova aliança estratégica para balizar o futuro", lembrou a importância econômica do bloco europeu e perorou sobre a "cultura milenar" da Europa e o compromisso da região com a liberdade, a democracia e os direitos humanos. Faltou, talvez, alguma palavrinha sobre os objetivos, limitações e outros aspectos práticos de um acordo comercial.
Dar prioridade a um acerto de livre comércio entre Mercosul e União Europeia seria a decisão mais prudente e com maior possibilidade de êxito neste momento. Um entendimento mais amplo, com toda a Celac, poderia ser discutido mais facilmente em seguida.
Mais limitada, a negociação inicial, entre União Europeia e Mercosul, envolveria dois blocos razoavelmente estruturados, pelo menos em termos formais, e seria possível aproveitar a experiência da negociação iniciada em 1999. Houve vários impasses, a tentativa foi quase enterrada em 2006 e um novo compromisso de retomar o projeto foi formalizado em 2010. Em março do ano passado, representantes dos dois blocos concordaram em cuidar da definição de questões normativas necessárias para um novo exercício de troca de ofertas. A definição dessa prioridade parece inevitável, se os negociadores tiverem pelo menos um pouquinho de juízo.
Mas juízo continua sendo um insumo escasso na América Latina e especialmente no Mercosul. Na quinta-feira, enquanto ocorria a Cúpula Brasil-União Europeia, em Brasília, circulava em Buenos Aires a notícia de uma nova encrenca regional. O governo argentino voltou a dificultar a importação de carne suína brasileira. Foi o terceiro recrudescimento desse conflito em um ano, em mais uma violação dos compromissos de normalização do comércio regional.
Governo e empresários argentinos, cada vez mais protecionistas, têm dificultado qualquer compromisso de liberalização de mercados. Tiveram papel significativo no abandono da Rodada Doha, entravaram qualquer acerto com os europeus e criam obstáculos ao funcionamento do próprio Mercosul. Além disso, Christina Kirchner já mostrou sua disposição: o Mercosul, segundo ela, só poderá negociar com os europeus depois da eleição no Paraguai, em abril.
A própria Kirchner liderou, no ano passado, a suspensão do Paraguai como membro do Mercosul. Agora usa o país como pretexto para bloquear a discussão de um acordo. De repente, a opinião paraguaia é importante para a senhora Kirchner. Em 2012, essa opinião foi silenciada para facilitar o ingresso da Venezuela bolivariana. Por que os europeus, afinal, insistem no acordo com essa gente?

quinta-feira, 24 de novembro de 2011

America Latina fica para tras (agora e nas proximas decadas...)

Não é de hoje, aliás.
Desde os tempos em que um economista otimista -- e grandemente equivocado -- como Gunnar Myrdal "previu", ainda na virada dos anos 1960, que a América Latina iria alcançar os países desenvolvidos -- com base em seus brilhantes economistas e em suas políticas substitutivas e de dirigismo estatal -- os países da América Latina tem se esforçado por desmentir esse Prêmio Nobel (que aliás, deveria ter devolvido o Prêmio Nobel, ao também "prever" que a Ásia permaneceria irremediavelmente pobre, miserável, atrasada), cometendo todo tipo de impropriedade para confirmar seu atraso, sua estagnação e seu recuo.
Se considerarmos que a educação é o caminho indispensável para o avanço, então deveremos aceitar que permaneceremos atrasados pelas próximas decadas.
A escolha foi nossa.
Com faculdades tão brilhantes quanto a "Fefelech" da Universidade de São Paulo, nosso destino é continuar na rabeira dos progressos mundiais.
 Paulo Roberto de Almeida

EUA: CRESCEM ESTUDANTES DA ÁSIA E DIMINUEM OS DA AMÉRICA LATINA! 
Andrés Openheimer 
La Nacion, 22/11/2011

1. De acordo com estudo Portas Abertas do Instituto de Educação Internacional, com sede em Nova York, o número de estudantes asiáticos nas universidades norte americanas cresceu para 462 mil estudantes, enquanto o número de estudantes latino americanos caiu para 64 mil alunos.
 
2. No ano passado, os países com o maior número de estudantes universitários nos Estados Unidos foram a China (158 mil), Índia (104 mil), Coréia do Sul (73 mil), Canadá (28 mil), Taiwan (25 mil), Arábia Saudita (23 mil) e Japão (21 mil).
   
3. Os estudantes asiáticos, atraídos pelo fato de que as universidades norte americanas ocupam as primeiras posições em todos os rankings mundiais de universidades, consideram que o diploma de uma universidade norte americana é o melhor passaporte para conseguir um bom emprego em seus países. Até mesmo o Vietnã tem 15 mil estudantes em universidades norte-americanas, mais do que o México, que não chega a 14 mil. Entre os países latino-americanos, o México ocupa o primeiro lugar, seguido pelo Brasil, com 9 mil estudantes; Colômbia, com 6 mil; Venezuela, com 5 mil, e Jamaica, com 3 mil.

segunda-feira, 10 de janeiro de 2011

Wikileaks; Politica externa do Brasil e relacoes com EUA: dizendo uma coisa e fazendo outra

Parece que a diplomacia ativa e altiva tinha outros componentes que não foram devidamente publicizados, pelos dirigentes de então. Tudo em nome de certas causas muito identificadas com o partido que hospeda esta matéria em suas páginas.
Em todo caso, o jornal diz isso: SEM COMENTÁRIOS
Paulo Roberto de Almeida

Wikileaks: Lula’s Secret Dealings with Chávez and Morales
By Nikolas Kozloff*, January 9, 2011
Pagina 13 (site da Articulação de Esquerda, tendência interna do PT), 10 JANEIRO 2011

When will Brazil throw its weight around on the world stage and actually start to challenge Washington? Judging from Wikileaks documents, that day may be very off indeed. Far from taking a stand against the United States, Brazilian diplomats serving in Luiz Inácio “Lula” da Silva’s administration sought to appease the Americans behind closed doors or, at most, express mild criticism. Since Wikileaks documents end in late 2009, we don’t know if incoming president Dilma Rousseff will choose to mimic her predecessor’s non-confrontational foreign policy, but most observers expect continuity. For the South American left, Wikileaks documents serve as a sobering wake-up call and underscore the difficult political work which lies ahead.

Recent cables pick up in 2005, at the height of the Bush administration’s diplomatic difficulties with Venezuela’s Hugo Chávez. In Brasilia, U.S. ambassador John Danilovich expressed Washington’s “growing concern” about “Chávez’s rhetoric and actions” during a meeting with Brazilian foreign minister Celso Amorim. Going further, Danilovich sought to set up a joint U.S.-Brazilian operation which would gather intelligence on Chávez. Amorim rejected Danilovich’s entreaties, remarking that Brazil did not see Venezuela as a threat.

Nevertheless, Amorim said the Lula government would be interested in “any intelligence [the U.S.] wished to provide unilaterally.” What was behind Amorim’s interest, and might the diplomat have shared sensitive U.S. intelligence with Venezuela? Like Chávez, Lula came out of South America’s new left and the two shared cordial diplomatic relations, at least publicly. Perhaps, Brazil’s foreign minister hoped to double cross Washington, though frankly such an interpretation seems unlikely given that Lula had reportedly told Chávez to “tone down his rhetoric.”

Furthermore, Lula had “personally persuaded Chávez not to go swimming at a Chilean beach where Chávez intended to proclaim to gathered press that he was bathing in a spot which should be Bolivia’s coastline on the Pacific.” Ever since the 1879-1904 War of the Pacific, La Paz has claimed that Chile denied Bolivia rightful access to the ocean and the issue strikes a nationalist chord in the impoverished and landlocked Andean nation. Historically, Chávez has been a leading critic of the more pro-U.S. Chile and a champion of leftist political movements in Bolivia.

The Petrobras Affair

The Danilovich-Amorim détente took place against the backdrop of political instability in the Andes. In Washington, the Bush administration was concerned about coca grower and rising political star Evo Morales, who would shortly succeed to the presidency of Bolivia and become Chávez’s protégé. During his meeting with the U.S. ambassador, Amorim sought to depict Brazil as a reliable regional partner. The Lula administration, which was focused on the “economic exposure of Brazilian companies in Bolivia, along with the threat posed to regional stability by unrest there,” sought to persuade Morales that the Bolivian needed “to act in a democratic fashion.”

Compared to the politically volatile Andean region, Brazil is certainly an island of tranquility and it is understandable that the Lula administration would seek to promote regional calm within its own “near abroad.” There’s always a fine line, however, between promoting stability and diluting South America’s common leftist front. Wikileaks cables suggest that, more often than not, Lula opted for the latter in his dealings with Bolivia. Shortly after the Danilovich-Amorim meeting, the Americans checked in with Lula’s Institutional Security Cabinet and asked if Brazil had a contingency plan “if the Bolivia political situation deteriorates into instability or radicalization that threatens Brazilian interests, especially Petrobras [a mixed private/state Brazilian energy company which had operations in Bolivia] and energy resources from Bolivia that are critical to industry in southern Brazil.”

Brazilian officials frankly admitted that they were “banking on ‘a strategy of hope,’ i.e., that despite fiery nationalist rhetoric during the elections, sensible leaders in Bolivia will not allow radical new government policies or general instability to damage Brazilian energy industries which contribute so massively to Bolivia’s economy.” U.S. Chargé d’Affaires Phillip Chicola remarked that Lula’s security apparatus was particularly concerned “about the potential for increased cocaine flows into Brazil from Bolivia in the event of a Morales victory.”

In the wake of Morales’ electoral victory, Lula and Amorim announced they would maintain “strong relations” with Venezuela and Bolivia, but did not seek to “abandon” or “contaminate” Brazil’s bilateral ties to the Bush White House. Writing to Assistant Secretary of State Thomas Shannon, Chicola suggested that the U.S. seek to exploit Brazilian-Bolivian tensions in upcoming meetings. It would be wise, Chicola advised, for Shannon to bring up “the grittier, real-world worries of Brazilian law enforcement and intelligence services about the increased threats a Morales presidency may bring in the arenas of narcotrafficking and other cross-border criminal activities.”

In mid-2006, Lula was placed in a further quandary when Morales nationalized foreign oil and gas investments in Bolivia. Publicly, U.S. diplomats noted, the Brazilian president “issued a stunningly bland public statement…recognizing Bolivia’s sovereignty to act as it did but reaffirming that Brazil would act to protect the interests of…Petrobras.” In a private meeting with the Americans, however, deputy foreign affairs advisor Marcel Biato painted a more intricate picture. According to him, Bolivia and Petrobras had been involved in “what appeared to be relatively positive discussions.” Later, however, Morales abruptly broke off the talks and “there was a lot of Morales interaction with Chávez.”

At a meeting in Brasilia, Lula was scheduled to “register his concern” about “Venezuelan involvement with Morales on the hydrocarbons issues.” The Brazilians, it seems, were angered when Morales dramatically sent in the army to occupy Bolivian gas fields. In the final analysis, American diplomats noted, Morales was emboldened by Venezuelan support “after hearing that Chávez would (a) provide technical help to get gas out of the ground if Petrobras bails…and (b) buy the product.”

Writing to his superiors in Washington, Chicola noted that “Lula and his foreign policy team could not look worse at this moment. The image of Bolivian soldiers moving into Petrobras installations is vivid and offensive for Brazilians of all classes, and will appear to many as a massive rebuke to the Lula administration’s theology of a Brazilian-led new era of ‘regional integration.’ Indeed, in the Brazilian press and popular imagination, Lula is increasingly seen as outmaneuvered, manipulated and flim-flammed by his ‘hermanos,’ Chávez and Morales.”

Adding insult to injury, on the same day that Morales announced the gas nationalization the Bolivian president also stated his intention to carry out agricultural reforms which could affect Brazilian farmers residing within the Andean nation. Numbering some 15,000-strong, the farmers had been gradually moving into Bolivia where they had taken to cultivating soybeans. Chicola noted that “any action taken that would threaten the rights of those farmers would occasion a public outcry in Brazil, probably worse than that caused by the spectacle of Bolivian soldiers occupying Petrobras facilities.” Needless to say, as I point out in my recent book, soybean farming has been highly damaging to the environment and in this sense Brazilian interests run contrary to social progress in the Andes.

‘Managing’ Morales

All in all, Brazilian officials were exasperated by Morales, a politician who was intent on playing poker with Brasilia but who had no sense of “logic and rationality.” When Chicola “challenged” Biato “about the growing public perception in Brazil that Morales and Chávez are in cahoots at Lula’s expense,” the Brazilian was “laconic.” “What are we supposed to do?” Biato lamented. “We can’t choose our neighbors. We don’t like Chávez’s modus operandi or Morales’ surprises, but we have to manage these guys somehow, and keep the regional integration idea alive.”

The idea that Brazil might have to “manage” pesky Bolivia, much as the U.S. has sought to oversee political developments in, say, Central America, proved irksome to the Lula administration. In the waning days of the Bush administration, Brazilian presidential Foreign Policy Advisor Marco Aurelio Garcia told the Americans that Bolivia’s instability stemmed in large measure from Morales’ highhanded attitude. The coca leader, Garcia declared, had come into office “as if it were a revolution.” Prolonged instability in neighboring Bolivia, the diplomat added, could worsen “like a flammable gas in the air.”

Many Brazilians, Garcia continued, were frankly surprised by Morales’ “confrontational posture” toward Brazil early on and the Lula administration had been compelled to warn Bolivia, like Venezuela before, to “tone down the rhetoric” and to “cease provoking the United States.” Fundamentally, Garcia opined, Bolivia would have to get its political house in order if the country sought to attract foreign investment and maximize its energy potential. A further cable from late 2009, now well into the Obama era, suggests that relations failed to improve over time. Speaking to the Americans, Brazilian diplomats characterized their relationship with Morales as “frustratingly difficult to manage” and expressed ongoing interest in joint counter-narcotics operations with Bolivia and the United States.

Brazil’s Ambiguous Role

Though Brazil has refused to ostracize its leftist neighbors at the behest of Washington, South America’s biggest political and economic powerhouse has acted rather cynically more often than not. Publicly, Lula expressed solidarity with his leftist colleagues in Brazil’s near abroad, but behind the scenes diplomats worked to dilute a common anti-imperialist front. Putting on airs in private, Brazilian diplomats evidently feel their own country is superior and more “mature” than neighboring nations where rabble-rousing populist regimes hold sway. As the U.S. loses geopolitical influence in South America, will Brazil expand its own regional sphere and what are the larger implications? If Wikileaks cables are any indication, promoting revolutionary change could not be farther from the minds of Brazilian officials. Rather, narrow-minded energy and economic interests will guide Lula’s successors.

Source: http://www.nikolaskozloff.com/blog.htm?post=764624

*Nikolas Kozloff is the author of No Rain in the Amazon: How South America’s Climate Affects the Entire Planet and Revolution! South America and the Rise of the New Left (Palgrave, 2008). Visit his website, www.nikolaskozloff.com