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quinta-feira, 27 de dezembro de 2018

Mensagem de Carlos Malamud - Contra o fanatismo

Recebo, de meu amigo Carlos Malamud, do Real Instituto El Cano de Relaciones Internacionales, esta mensagem de Ano Novo, que compartilho com meus leitores:


“La literatura contiene un antídoto contra el fanatismo mediante la inyección de imaginación. Quisiera poder recetar sencillamente: leed literatura y os curaréis de vuestro fanatismo. Desgraciadamente no es tan sencillo. Desgraciadamente, muchos poemas, muchas historias y dramas a lo largo de la historia se han utilizado para inflamar el odio y la superioridad moral nacionalista. A pesar de todo hay ciertas obras  literarias que pueden ayudar hasta cierto punto”.

Amos Oz, Contra el fanatismo

El fanatismo es un excelente caldo de cultivo para los populismos de todo tipo que nos rodean y atiza la polarización en nuestras sociedades. Combatirlo no es tarea sencilla por cuanto está muy enraizado en sentimientos profundos de cada uno y va acompañado de una potente carga redentora. 

Contra él hay algunos antídotos eficaces como la razón y el respeto por el otro, por el diferente. Como recuerda Amos Oz, la literatura también puede ser una herramienta útil siempre y cuando seamos capaces de podarla de cuanto brote xenófobo y fanático asome, así como de la mediocridad que pulula como las malas hierbas y que últimamente se expresa, exuberante, a través de las redes sociales. 

De ahí que mi consejo para este ya inminente 2019 sea leed mucho, cuánto más mejor. 

Y junto al consejo, mis mejores deseos para el año próximo.

¡¡¡¡MUY FELIZ 2019!!!!

Carlos Malamud

terça-feira, 6 de dezembro de 2016

Venezuela suspensa do Mercosul: deveria ter entrado? - Carlos Malamud (InfoLatam) e Paulo Roberto de Almeida

O mais incrível de toda essa história é a sucessão de ILEGALIDADES que foram cometidas por TODAS as partes desse bloco antes promissor e depois praticamente destruido pelas diplomacias lulopetista, kirchnerista, chavista e bolivarianas, de forma geral.
Em 2005, quando Chávez anunciou sua decisão -- sim SUA, não do país, da burocracia técnica, dos empresários, do parlamento venezuelano -- de ingressar no Mercosul deixou MUITO CLARO que não queria o Mercosul neoliberal, como ele afirmava, e sim que iria destruir o Mercosul livre-cambista para colocar em seu lugar um Mercosul "de los pueblos", ou seja, conforme ao "socialismo do século XXI".
NINGUÉM, na época, do governo brasileiro ou de qualquer outro governo, protestou CONTRA essa afirmação absurda do caudilho bolivariano, NENHUM representante do Brasil levantou-se para condenar essa atitude absolutamente contrária, negativa, prejudicial ao Mercosul, contrariando todos os seus valores, princípios, objetivos e mecanismos de funcionamento.
Todos continuaram como se fosse normal um "futuro sócio" afirmar com todas as letras que, ao ingressar no "clube", pretendia mudar todas as suas regras, num sentido claramente contrário a tudo o que tinha sido feito até então.
Passaram-se os quatro anos acordados para a concretização do acesso da Venezuela (ou do Chávez?) no Mercosul, e absolutamente NADA ocorreu, ou seja, a Venezuela JAMAIS cumpriu os objetivos mínimos da união aduaneira.
Em 2010, constatando que NADA tinha sido feito pelo país pretensamente interessado em ingressar no bloco, sequer protestaram, e concederam mais QUATRO anos para que a Venezuela se movimentasse de alguma forma.
Em 2012, quando aproveitando (ILEGALMENTE) o impeachment do presidente paraguaio Fernando Lugo (aquele bispo reprodutor) pelo parlamente do país, estritamente dentro das regras constitucionais, os três sócios SUSPENDERAM (ILEGALMENTE, pelas regras do Protocolo de Ushuaia) o Paraguai, e colocaram a Venezuela para dentro, também ILEGALMENTE, pois o país andino SEQUER tinha RATIFICADO o seu próprio Protocolo de acesso ao Mercosul, ou seja, não cumpria regras mínimas para ingressar na união aduaneira.
A Venezuela sequer ratificou o ACE-18, ou seja, o Tratado de Assunção, tal como registrado na ALADI, e portanto NÃO PODERIA ser considerada membro do Mercosul, e os demais membros agiram mais uma vez ILEGALMENTE ao sancionar tal decisão.
Grande parte da responsabilidade incumbe ao Brasil dos companheiros, à estupefaciente diplomacia lulopetista, a maior fraude que já ocorreu em nossa política externa.
Como isso pôde (sim, gosto deste circunflexo) ocorrer, durante tanto tempo, sem qualquer protesto por parte dos servidores e envolvidos nessas ilegalidades, é ainda algo estranho para mim, mas como estive fora do Itamaraty (ou pelo menos sem cargo nenhum durante toda a gestão companheira) não sei explicar como tantos absurdos ocorreram. É o que vou agora investigar.
Paulo Roberto de Almeida
Brasilia, 6 de dezembro de 2016

Carlos Malamud: Mercosur Venezuela

Mercosur suspende a Venezuela

mercosur
Infolatam
Madrid, 4 diciembre 2016
Por CARLOS MALAMUD
(Infolatam).- La suspensión de Venezuela como miembro del Mercosur ha servido para enviar a la comunidad internacional mensajes claros y muy diversos. En primer lugar, que el tiempo político en América Latina ha comenzado a cambiar con la llegada de gobiernos menos respetuosos de los “usos y costumbres” propios de la diplomacia bolivariana, hasta ahora más partidaria del ordeno y mando que del diálogo y la negociación, inclusive con sus socios importantes. En segundo lugar, consecuencia de lo anterior, pero también de la muerte de Hugo Chávez y de la profunda crisis económica venezolana, la decadencia del ALBA y con ella un creciente aislamiento regional del proyecto bolivariano. Y por último, el estilo prepotente, casi barriobajero, de quienes deberían representar a Venezuela en la escena internacional, comenzando por Nicolás Maduro y su ministra de Exteriores Delcy Rodríguez.
Tras el conflicto creado por la pretensión de Argentina, Brasil y Paraguay de que Venezuela no ejerciera la presidencia pro tempore de Mercosur, los cuatro países fundadores decidieron darle al gobierno de Caracas un plazo relativamente breve, hasta el 1 de diciembre, para adecuar su legislación al acervo comunitario. Pese a que Maduro afirmó haber cumplido con el 95% de lo requerido, el punto de vista mayoritario es exactamente el contrario. Incluso el viceministro de Exteriores de Uruguay José Luis Cancela señaló que Venezuela aún debe incorporar 228 normas a su legislación, siendo las dos más relevantes las referidas al protocolo de derechos humanos del Mercosur y al Acuerdo de Complementación Económica Nº18 (ACE18). Este último “es el corazón… del propio Mercosur”, al regular “la arquitectura comercial de la vinculación entre los socios”.
CARACAS (VENEZUELA), 02/12/2016.- EFE/Cortesía Palacio de Miraflores/SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS
Debida a esta circunstancia Maduro se mostró dispuesto a viajar a Montevideo para entrevistarse con el presidente Tabaré Vázquez para solucionar las cosas, tras pedirle: “No le haga eso a Venezuela”.
Se da la circunstancia de que Uruguay ha sido hasta ahora el país menos proclive a sancionar a Venezuela o a apartarlo de Mercosur, pese a que hace ya más de cinco años que se exige completar la adecuación normativa. Incluso el propio Cancela ha dicho que el gobierno de Caracas debía seguir participando en las distintas estructuras del bloque con voz pero sin voto. Debida a esta circunstancia Maduro se mostró dispuesto a viajar a Montevideo para entrevistarse con el presidente Tabaré Vázquez para solucionar las cosas, tras pedirle: “No le haga eso a Venezuela”.
Pese a la consideración mostrada con Uruguay, la norma ha sido la opuesta. Para comenzar habría que recordar el uso indiscriminado y peyorativo del concepto “Triple Alianza” para descalificar a Argentina, Brasil y Paraguay. La ministra Rodríguez insistió en un tuit que “Venezuela no reconoce este acto írrito sustentado en la ley de la selva de unos funcionarios que están destruyendo el Mercosur” y acusó a sus “burócratas intolerantes” de secuestrar los mecanismos de la integración para expulsarlos del bloque.
No sólo eso. En un acto de clara injerencia en los asuntos de los demás países le pidió a sus ciudadanos que se manifestaran delante de las instituciones comunitarias para impedir la expulsión de Venezuela. Si alguno de los gobiernos acusados hubiera tenido una reacción de ese estilo la respuesta venezolana hubiera sido estentórea y clamorosa, sumando incluso, como en el pasado, las acostumbradas muestras de solidaridad de Rafael Correay Evo Morales.
Este reciente apego bolivariano por las normas y las instituciones contrasta con el desprecio de 2005, cuando los entonces presidentes de Mercosur (Néstor Kirchner, Luis Inácio Lula da Silva, Nicanor Duarte y Tabaré Vázquez) accedieron al pedido de Hugo Chávez de integrarse como miembro de pleno derecho tras su salida de la CAN (Comunidad Andina). Esto ocurrió sin ningún tipo de discusión, ningún estudio previo sobre el impacto de dicha medida ni ninguna política de convergencia con la realidad económica institucional, del bloque. Eran otros tiempos, los tiempos en que los deseos de Chávez debía satisfacerse sin discusión, pese a estar vigente la cláusula democrática.
Hoy las cosas han cambiado. La actitud beligerante de Paraguay contra Venezuela, producto de su suspensión de Mercosur en 2012, tras el juicio político que destituyó a Fernando Lugo, ha sido acompañada por la postura crítica de Argentina y Brasil. En aquel entonces se dio la circunstancia de que prácticamente el mismo acto también permitió el ingreso definitivo del gobierno bolivariano en Mercosur. Claro está que para que esto pudiera producirse hubo que doblegar las normas, o como reconoció el entonces presidente uruguayo José Mujica, los elementos políticos prevalecieron sobre los jurídicos. Pero entonces nadie protestó, ni se quejó de un “golpe de estado”, como hizo en esta oportunidad la ministra Rodríguez.
En relación con otros golpes imaginarios, la ex presidente brasileña Dilma Rousseff se solidarizó con la posición bolivariana al afirmar tajante que la medida atenta contra la soberanía venezolana y que la acción estuvo guiada por intereses imperiales: “La suspensión es un recurso extremo e inadecuado. Sin embargo, no se puede esperar mucho de un Gobierno ilegítimo que ha usurpado mi mandato por medio de un golpe parlamentario disfrazado de impeachment. La medida muestra la pequeñez del Gobierno de Brasil a las demandas de América Latina”. Su incomprensión del nuevo clima que empieza a vivirse en la región se confirma con su afirmación de que se trata de un acto peligroso e irresponsable que compromete la convivencia entre las naciones de América del Sur.
Lo que es indudable, más allá de las declaraciones más o menos altisonantes de las autoridades bolivarianas, es que su influencia regional ha mermado considerablemente. Poco antes de la muerte deFidel Castro, el presidente argentino Mauricio Macri señalaba en relación al triunfo de Donald Trump que: “La nueva corriente de líderes latinoamericanos no está pendiente de Cuba”. Esta misma frase se podría perfectamente hacer extensiva a Venezuela. Sin embargo, por otras razones, especialmente por los efectos desestabilizadores que su crisis podría tener sobre el conjunto de América Latina, los presidentes regionales deberían estar mucho más pendientes de lo que allí ocurre. Pero no para acatar ciegamente las órdenes o deseos del mandatario de turno, sino para evitar una desgracia de incalculables consecuencias, tanto para Venezuela como para el conjunto de la región.

domingo, 29 de maio de 2016

Argentina: um papa peronista e um presidente liberal (?) - Carlos Malamud

Sempre achei o papa peronista. Não assim por acaso, pois no início, sendo jesuíta, achei que seria mais um intelectual no comando de uma instituição necessitada de renovação sobretudo mental. Mas, à luz de suas muitas declarações "econômicas" antimercado, conclui que se tratava de mais um peronista mental, com todas as implicações do que isso significa de negativo.
Não tenho razões para mudar de opinião, e um dia vou fazer uma análise mais detalhada do anti-liberalismo econômico debilóide desse papa, que promete assim contribuir para a preservação da miséria no mundo, ao se opor ao capitalismo e aos livres mercados.
Agora vejo que meu amigo Carlos Malamud também faz uma análise crítica das posições desse papa, que parece ter esgotado sua veia reformista, e se rendido à burocracia do Vaticano. Vamos continuar acompanhando o papa peronista...
Paulo Roberto de Almeida

Carlos Malamud: Argentina y el Papa

La compleja relación de Macri con el populismo papal

Infolatam, Madrid, 29 mayo 2016
Por Carlos Malamud
Las claves
  • Hebe Bonafini era una conspicua exponente de esa línea confrontacional. En 2007 señalaba que: "La basura va junta, Macri, [el general] Bendini y Bergoglio. Son de la misma raza y de la misma ralea. Son fascismo, son la vuelta de la dictadura.
En marzo pasado el historiador italiano Loris Zanatta publicó en Il Mulino el artículo “Un Papa populista”, reproducido en abril por la revista argentina Criterio . Zanatta insistía no sólo en el carácter peronista de Jorge Bergoglio sino también en la deriva populista de su pensamiento. Así señalaba que “para Bergoglio el peronismo encarna la saludable conjugación entre pueblo y nación en la defensa de un orden temporal basado en los valores cristianos, e inmune a los liberales… Bergoglio es hijo de una catolicidad embebida de antiliberalismo visceral, que se erigió a través del peronismo en guía de la cruzada católica contra el liberalismo protestante, cuyo ethos se proyecta como una sombra colonial en la identidad católica de América Latina”.
La publicación de este artículo en Argentina prácticamente se ha superpuesto con la audiencia de casi dos horas que el papa Francisco concedió a Hebe Bonafini, dirigente de las Madres de Plaza de Mayo. Este encuentro suscitó una intensa discusión en torno a dos cuestiones: ¿cuánto influye Bergoglio en la política argentina? y ¿cuál es su relación con el gobierno de Mauricio Macri?
Mientras la respuesta a la primera pregunta es intuitiva y depende del punto de observación, la segunda está llena de claroscuros, y desde que los dos compatriotas ocupan sus actuales cargos el vínculo no está siendo precisamente fluido. No ha habido ni una llamada de felicitación ni una carta cariñosa de un argentino a otro después de la elección presidencial. En el único encuentro oficial en el Vaticano, de 22 minutos de duración, la cara de circunstancia de Bergoglio era la suma de la elocuencia frente a un sorprendido Macri. Fue tal el clima vivido en esa reunión protocolaria que muchos no dudaron en calificarla cuanto menos de fría.
Esta falta de sintonía contrasta con los contactos más estrechos y constantes de Bergoglio con la ex presidente Cristina Fernández, que no perdía ocasión de peregrinar a Roma o a cualquier otro lugar del mundo, como La Habana, donde viajara Francisco. Y si bien tras el Cónclave que lo eligió Papa, tanto Fernández como todo el núcleo duro kirchnerista insistieron en sus acusaciones de complicidad con la dictadura militar, rápidamente se produjo una rectificación luego convertida en obsecuencia.
Hebe Bonafini era una conspicua exponente de esa línea confrontacional. En 2007 señalaba que: “La basura va junta, Macri, [el general] Bendini y Bergoglio. Son de la misma raza y de la misma ralea. Son fascismo, son la vuelta de la dictadura. Son la dictadura misma. Los tres representan la dictadura”. Pese a aceptar a regañadientes la postura oficial, rechazó una relación más fluida con su encarnizado enemigo de ayer. Sin embargo, a la vista de la actitud crítica del Papa con el actual gobierno decidió viajar a Roma y capitalizar políticamente el encuentro.
Eduardo de la Serna, coordinador de Opción por los Pobres, un grupo de curas cercanos a Francisco y a Cristina Fernández, pidió recientemente la renuncia de Macri. La comparación posterior del Papa entre los conflictos sociales, económicos y políticos de Argentina y Venezuela (junto a Brasil y Bolivia) también debió ayudar a Bonafini a decidir sobre la conveniencia de su peregrinaje. Ya en Santa Marta le advirtió al Papa que “En cinco meses este Gobierno destruyó lo que hicimos en 12 años, hay mucha violencia institucional. Nosotros tenemos miedo, mucho miedo, a que algún loco suelto responda a esa violencia que nos están imponiendo”. Más tarde, en otras declaraciones, dijo que encontró triste al Papa por la situación actual de su país, que le recordaba el golpe que derrocó a Juan Domingo Perón en 1955, y esperaba que no se repitiera algo parecido.
El encuentro papal con Bonafini ha originado una intensa discusión. Jorge Fernández Díaz insistía en el daño que los gestos y palabras de Bergoglio hacen a Argentina. Y si bien en el debate se enfrentan los que rescatan al actual gobierno con los defensores a ultranza de la gestión anterior, también están los que reivindican la labor de la Iglesia en el combate contra la pobreza o su rol pastoral frente a los que insisten en la laicidad del Estado y la primacía del individuo.
Luis Alberto Romero, un referente de la historiografía argentina actual, expuso su opinión en el artículo “Macri en el camino de Canossa”, que compara el peregrinaje del emperador Enrique IV para solicitar el perdón papal con la situación argentina. De modo concluyente señala que “Francisco… ha asumido muchas causas loables, pero siempre con un discurso anticapitalista y antimoderno que recuerda a Pío IX. Pero además, sigue siendo el padre Jorge, peronista, con más madera de político de provincia que de pastor curador de almas… Hoy, el padre Jorge confronta con Macri para medir quién tiene mayor peso en los barrios y en el discurso. En San Pedro atiende el juego grande y en Santa Marta, el chico. Allí quiere verlo a Macri jugando bajo sus reglas. Quiere que Macri haga su camino de Canossa”.
Tras el triunfo de Macri surgió la pregunta de si iba a ser el primer presidente no peronista que terminara su mandato constitucional. Entre los distintos argumentos que esgrimí entonces para optar por una respuesta positiva estaba la existencia de un Papa argentino que, llegado el momento, optaría por el mantenimiento del orden institucional más allá de sus inclinaciones políticas y partidarias. Por ahora, y a la vista del escaso interés de Bergoglio por respaldar al gobierno democrático de su país, parecería que los hechos me llevan la contraria, aunque su anuncio en el Vaticano de que en julio próximo el partido de fútbol por la Paz se jugará en Argentina podría significar lo contrario. Por eso, hoy más que nunca es necesario un claro pronunciamiento del Papa en defensa de la democracia argentina, aunque no apoye a su gobierno.

Carlos Malamud: 
Catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de España e Investigador Principal para América Latina y la Comunidad Iberoamericana del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Ha sido investigador visitante en el Saint Antony´s College de la Universidad de Oxford y en la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires y ha estado en posesión de la Cátedra Corona de la Universidad de los Andes, de Bogotá. Entre 1986 y 2002 ha dirigido el programa de América Latina del Instituto Universitario Ortega y Gasset, del que ha sido su subdirector. Actualmente compatibiliza su trabajo de historiador con el de analista político y de relaciones internacionales de América Latina. Ha escrito numerosos libros y artículos de historia latinoamericana. Colabora frecuentemente en prensa escrita, radio y TV y es responsable de la sección de América Latina de la Revista de Libros.

segunda-feira, 12 de outubro de 2015

La crisis brasilena y sus efectos regionales - Carlos Malamud (InfoLatam)

Carlos Malamud: América Latina y la crisis de Brasil

La crisis brasileña y sus efectos regionales

BOGOTÁ (COLOMBIA), 09/10/2015.  EFE/DIEGO VEGA
¿Cómo influiría una hipotética salida de Rousseff del gobierno los difíciles equilibrios en la región y sus organismos multilaterales, comenzando por Mercosur y Unasur
Infolatam
Madrid, 11 octubre 2015
Por Carlos Malamud
 
(Infolatam).- Las previsiones económicas sobre el futuro de América Latina no pueden ser más preocupantes. Es verdad, una vez más, que toda generalización es contraproducente y que el futuro de México, América Central y el Caribe es menos sombrío que el de América del Sur.O que inclusive dentro de esta última no será lo mismo el porvenir de aquellos que forman parte de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y Perú), que el de los integrantes de Mercosur o del ALBA. Inclusive en este grupo hay grandes diferencias. Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina, por un lado. Paraguay, Uruguay y Bolivia, por el otro.
En este contexto casi todas las miradas preocupadas se dirigen hacia oriente, buscando en la desaceleración china las respuestas que permitan explicar las fuertes turbulencias que ya se han instalado en el continente. Y siendo esto cierto, resulta llamativo que son muy pocos en América del Sur los que intentan discernir qué complicaciones para sus respectivos países y para la región podría ocasionar un agravamiento de la coyuntura económica y política de Brasil, un país que supone el 60% del PIB suramericano. Evitando, eso sí, cualquier comparación con China.
No hay duda de que el gigante sudamericano está enfermo y sus problemas se pueden contagiar mucho más allá. La industria argentina, especialmente la del automóvil, que tiene en Brasil un importante mercado, ya ha comenzado a sentir las consecuencias. Las carteras de pedidos disminuyen por el retraimiento de la demanda brasileña. Simultáneamente aumentan los despidos y el desempleo en Argentina no deja de crecer.
Pese a estar en plena campaña electoral, a escasas dos semanas de unas presidenciales decisivas para el futuro argentino, el tema Brasil apenas se menciona. O quizá precisamente por eso. Para no dar malas noticias a una sociedad que insiste en seguir instalada en la nube de que “vivir con lo nuestro” todavía es posible. Para los candidatos argentinos Brasil existe en la medida que se pueda trasladar el mensaje de algún apoyo o algún guiño de Dilma Rousseff, de Lula o de cualquier otro político local.
Aunque no están en campaña, en buena parte de los demás países de la región se piensa y actúa de modo similar. Sin embargo, los efectos económicos y políticos de la crisis brasileña pueden ser importantes. Si bien el comercio intrarregional en América Latina es de sólo el 19%, una suma muy inferior a la de Asia Pacífico (50%) o de la UE (59%), el porcentaje es algo mayor en América del Sur. El mercado brasileño sigue siendo importante para los países del Mercosur.
Más allá de que el aspecto financiero resulte secundario en las relaciones económicas de Brasil con sus vecinos, tampoco puede descartarse fácilmente. En los años anteriores el BNDES (Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social) financió importantes obras de infraestructuras en diversos países sudamericanos e incluso más allá, como fue el caso del Puerto del Mariel en Cuba. Las repercusiones de la corrupción en Petrobras más la recesión de la economía brasileña han disminuido este tipo de inversiones.
La inestabilidad política también puede pasar factura allende las fronteras de Brasil, pese a la omnipresencia de la “no injerencia” entre los gobiernos del área. Para empezar, una administración ensimismado en sus problemas se sentirá fuertemente tentada a centrarse en las cuestiones más cercanas e inmediatas, olvidando cualquier actitud que refuerce su liderazgo regional.
Probablemente se vea reducido el papel de Brasil en Mercosur y Unasur y mermada su capacidad de impulsar la inacabada negociación con la UE. ¿En qué condiciones está el gobierno brasileño, bien en privado, como dice que le gusta, o bien públicamente, de hacer escuchar sus puntos de vista en relación con las próximas elecciones parlamentarias en Venezuela? ¿Qué hará en el supuesto de graves violaciones de los derechos humanos?
Dilma Rousseff, en un alarde de victimismo, ha acusado a la oposición de preparar un “golpe democrático a la paraguaya”. Hasta donde se sabe el empeachment está recogido en la Constitución brasileña y si hay indicios de delito y una mayoría suficiente, la destitución del presidente es perfectamente legal y totalmente democrática. De momento no resulta nada claro que tal iniciativa prospere. Ahora bien, si eso ocurre, ¿cómo reaccionarán los gobiernos de la región?, ¿alguno ha dedicado más de cinco minutos en pensar tal posibilidad?, ¿cómo influiría una hipotética salida de Rousseff del gobierno los difíciles equilibrios en la región y sus organismos multilaterales, comenzando por Mercosur y Unasur?
La reciente firma del TPP, Acuerdo TransPacífico, ha agravado las cosas al volver a introducir en la ecuación las diferencias entre los países de Mercosur y los de la Alianza del Pacífico. El grado de apertura de los últimos no tiene parangón con la cerrazón de los primeros. Una nota publicada en El País, de Montevideo, se titula: “El acuerdo del Pacífico ahoga a Uruguay en el cerrado Mercosur”, una realidad que responde básicamente a las políticas comerciales de Brasil y Argentina, poco inclinadas a favorecer la apertura y el libre comercio.
De la misma manera que todos los países de la región han decidido afrontar el declive chino de forma bilateral, excluyendo de raíz cualquier aproximación regional al problema, las conductas dominantes frente a la crisis de Brasil son similares. Con el agravante de que en este caso predomina la política del avestruz. Una vez más los gobiernos y las sociedades de América Latina eligen vivir de espaldas a la realidad, pensando que de ese modo el futuro podrá ser más promisorio.

sábado, 10 de outubro de 2015

La historia de America latina, al alcance de todos - Coleccion Fundacion Mapfre - Carlos Malamud

Participei de um dos volumes, com um artigo sobre o reconhecimento da independência do Brasil pela Espanha:

Paulo Roberto de Almeida,
“Brasil”. In: Malamud, Carlos (coord.). Ruptura y Reconciliación: España y el
reconocimiento de las independencias latinoamericanas (Madrid: Ed. Taurus y
Fundación Mapfre, 2012, 402 p.; Serie Recorridos n. 1; América Latina en la Historia
Contemporánea; p. 199-212; ISBN: 978-84-306-0940-6 (Taurus); 978-84-9844-392-9
(Mapfre); links: http://www.editorialtaurus.com/es/libro/ruptura-y-reconciliacion/;
http://www.pralmeida.org/01Livros/2FramesBooks/MalamudEspana2012.html);
Academia.edu (link:
https://www.academia.edu/5794752/092_Brasil_reconocimiento_de_la_independencia_por_Espana_2012_). Relação de Publicados n. 1078. Relação de Originais n. 2112.

Coleccion America-Latina H.Contemporanea

Claves del Portal de Historia Fundación Mapfre

La historia de América latina, al alcance de todos

Infolatam
Madrid, 9 de marzo de 2014
Las claves
  • La web aspira a ser un foro, sobre todo a través del blog, que propicie la vinculación, un lugar de encuentro para los interesados en la historia latinoamericana.
Una historia de América latina escrita por latinoamericanos y puesta al alcance de todos. Ese es el gran objetivo que persigue el Portal de Historia Fundación Mapfre. La historia de Latinoamérica está ya en la web con contenidos frescos, novedosos y que se van a estar constantemente renovando.
El portal crea un espacio accesible a todos y abierto al debate histórico incluidos temas de actualidad. Un Portal que además es trilingüe (español, portugués e inglés) y que está estructurado en tres secciones: la Colección, que supone una sistematización online del proyecto editorial Colección América Latina en la Historia Contemporánea.
El Blog, un punto de encuentro de las opiniones e ideas de especialistas, que debaten sobre la relectura de los hechos históricos que vinculan entre sí a las naciones latinoamericanas.
Carlos Malamud, catedrático de la UNED y coordinador del portal, recuerda que “aquí se encuentran post de historiadores sobre temas concretos o post centrados en temas especiales y monográficos como el que acabamos de dedicar a los problemas limítrofes a raíz de la reciente sentencia de La Haya sobre al controversia entre Chile y Perú”.
La web cuenta con tres secciones: la Colección de Historia de América latina, el Blog y los Archivos. Pronto se añadirán la Biblioteca Digital y otra de Fotografía
La web aspira a ser sobre todo a través del blog un lugar de encuentro para los interesados en la historia latinoamericana. El blog busca ser un espacio desde donde trabajar la visión de conjunto de la región, un agente dinamizador de la divulgación sobre la historia,
“Asimismo está previsto que en este 2014 haya dossieres especiales dedicados, entre otras cosas, a “América latina y la I Guerra Mundial” con ocasión del primer centenario de comienzo del conflicto y otro a “América latina y el fútbol” con ocasión de la disputa del Campeonato del Mundial en Brasil”, comenta Malamud.
Y por último, en el portal se encuentra la sección Archivos, una base de datos que da acceso a más de 1.000 registros y enlaces que sirven para facilitar el acceso al conocimiento de los fondos archivísticos latinoamericanos.
Además en el futuro cercano está previsto que el portal se amplíe con una sección de la Biblioteca Digital y otra de Fotografía, donde se recopilan los volúmenes dedicados a la historia de la fotografía de cada uno de los países.
El Director del Área de Cultura de FUNDACIÓN MAPFRE, Pablo Jiménez Burillo, recuerda que la Fundación Mapfre lleva desde los años 80 impulsando el conocimiento de América latina desde múltiples puntos de vista, en especial cultural e histórico, apoyando, por ejemplo, la digitalización de fuentes. El objetivo del portal ha sido aprovechar todo el trabajo acumulado durante décadas adaptándolo a las nuevas tecnologías y al mundo actual de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
La Colección América Latina en la Historia Contemporánea
La Colección América Latina en la Historia Contemporánea es sin duda el gran tesoro del portal donde se ha buscado “abordar una historia integral y global de América latina con una visión novedosa y moderna. Hacer una historia de Latinoamérica en que cada capítulo tenga sentido en sí mismo. Hemos reunido a 400 historiadores que abanrcan toda la diversidad geográfica, académica e ideológica con el objetivo de tener una visión muy plural y contrastada”, comenta Jiménez Burillo.
Coleccion America-Latina H.Contemporanea
Coleccion America-Latina H.Contemporanea
“Es una historia de América latina vista como una unidad, una visión continental sin perder la singularidad de cada país en donde -subraya Jiménez Burillo- se une lo particular con lo general. Eso es lo más novedoso. La obra tiene una perspectiva global que permite comparar la evolución por periodos y por materias”.
Esta Colección cuenta además las historias nacionales y de los países que han tenido una intensa relación con la región. Aborda temáticas comunes (política, relaciones internacionales, economía, demografía y sociedad y Cultura) y tiene volúmenes especiales monográficos que analizan aspectos importantes para comprender la historia latinoamericana.
Daniel Restrepo de FUNDACIÓN MAPFRE, recuerda que “la colección “América Latina en la Historia Contemporánea” ofrece una visión sintética y rigurosa de los principales acontecimientos y procesos históricos de cada uno de los países que fueron incluidos, desde su inicio como naciones independientes hasta la actualidad”.
Todos estos temas se abordan en cinco volúmenes con el siguiente corte cronológico: “1808-1830. Crisis imperial e independencia”, “1830-1880. La construcción nacional”, “1880-1930. La apertura al mundo”, “1930-1960. Mirando hacia adentro” y “1960-2000. En busca de la democracia”.
Además, sobre cada uno de estos países se publica un libro adicional que realiza un recorrido por su historia a través de una cuidada selección de fotografías.
“La gran revolución de Mapfre es impulsar una historia de la región escrita por latinoamericanos. No es una histaria de América latina al uso sino de una América latina insertada en el mundo por eso se estudian también cómo fiueron las relaciones entre España, Francia, Estados Unidos, Reino Unido con Latinoamérica”, añade Malamud.
Está dirigida al gran público, a profesionales de la historia estudiantes y público en general con un lenguaje cuidado. No es una obra de una determinada escuela historiográfica pues se ha buscado que haya una amplia diversidad y representación de tendencia. En cada país hay un coordinador nacional y unos coordinadores de cada volumen que han elegido, de forma autónoma, a los autores de los capítulos.
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segunda-feira, 9 de março de 2015

Venezuela: novo fracasso da Unasul - Carlos Malamud

Nuevo Fracaso de Unasur en Venezuela
Infolatam
Madrid, 8 marzo 2015 
Por CARLOS MALAMUD

(Especial Infolatam).- La visita a Caracas del secretario general de Unasur, Ernesto Samper, acompañado por los ministros de Exteriores de Brasil, Colombia y Ecuador no sólo puso de relieve, una vez más, la ineficacia de esta instancia regional, sino también la imposibilidad de alcanzar una solución negociada a la crisis de gobernabilidad que vive Venezuela. Contraponiendo las normas básicas de la diplomacia, Samper optó por abandonar la equidistancia, mostrándose mucho más próximo al gobierno de Nicolás Maduro que a las fuerzas de la oposición.
Ya desde su llegada optó por exponer sus puntos de vista de forma categórica, con escasos matices: “Estamos aquí por invitación del presidente… Hemos recibido informaciones que registramos con preocupación y frente a esta evidencia queremos declarar de manera enfática que todos los estados de Unasur, sin excepción, rechazarán cualquier intento de desestabilización democrática de orden interno o externo que se presente en Venezuela”. Tal postura inicial condenó al fracaso cualquier intento posterior de potenciar el diálogo por encima de otras respuestas más altisonantes o rupturistas.
Es posible que la hoja de ruta trazada por Samper partiera de la premisa de que sin una mínima complicidad con el gobierno bolivariano no habría avances concretos en ninguna dirección. Puede ser, pero eso no debería excluir un mayor respeto y atención a la otra parte. A partir de aquí, el balance que hizo el secretario general de su labor en los días pasados no puede ser más triunfalista.
Por un lado, anunció que las elecciones parlamentarias se celebrarían en septiembre, algo que la oposición cuestionó al no haber ninguna confirmación del Consejo Nacional Electoral. Resulta cuanto menos curiosa, por contradictoria con estas afirmaciones, lo dicho por la ministra colombiana de Exteriores María Ángela Holguín.
Holguín señaló que la delegación de Unasur trasladó a los opositores con los que se había reunido que el propósito de su misión no era el reinicio del diálogo, algo que “en ningún momento se planteó como tal”. Por el contrario, el principal objetivo era desarrollar “el tema electoral, sobre todo para oírlos en cómo están viendo ese proceso”.
Por el otro lado, Samper manifestó de forma rotunda que su paso por Venezuela “abrió caminos para el diálogo político que se mantenía cerrado por más de un año”. A la vista de las declaraciones de todos los sectores de la oposición, tanto de quienes fueron convocados a encontrarse con la delegación de Unasur, como de quienes fueron marginados, tal conclusión resulta bastante cuestionable. Entre otros argumentos manejados por la oposición destaca la negativa de Unasur de entrevistarse con Leopoldo López o con Antonio Ledezma, ambos presos en la cárcel de Ramo Verde.
Henrique Capriles descalificó a Unasur por su escaso conocimiento de la realidad venezolana, mientras otros representantes de la oposición se expresaron de forma más rotunda. Los más duros fueron aquellos excluidos, como Jesús Torrealba, secretario general de la MUD (Mesa de Unidad Democrática), quien apuntó: “Samper llegó a Venezuela con un discurso parcializado y una convocatoria excluyente. Así no se promueve el diálogo, se confronta. Vino a apoyar le leyenda madurista de golpes de estado imaginarios y guerras económicas ficticias. Está haciendo las relaciones públicas del Gobierno”.
Algunas de las manifestaciones de Samper soliviantaron a aquellos opositores más reacios al diálogo y convencieron a los más neutrales de que su misión tenía poco recorrido. En este sentido destacan algunas de sus declaraciones, como que en Venezuela había separación de poderes o que Unasur jamás apoyaría ninguna salida golpista, algo en lo que, paradójicamente coincide con la mayor parte de la oposición. Un tema al que el secretario general de Unasur dio mucha trascendencia fue el del abastecimiento, al punto que anunció que su organización convocaría una comisión especial “para crear unas cadenas regionales de apoyo a la distribución de ciertos y precisos bienes de consumo básico”.
Esta afirmación tan sui generis revelarían la existencia de un rol nuevo y promisorio para Unasur, abocada a resolver las deficiencias de abastecimiento de los venezolanos. El problema de fondo, al que es incapaz de responder el gobierno de Maduro, es que mientras no se restablezca el normal funcionamiento de los mecanismos del mercado cualquier esfuerzo por paliar la situación será en vano.
Con sus polémicas declaraciones Samper no sólo ha puesto en cuestión la capacidad de Unasur de mediar en el conflicto venezolano, sino también la credibilidad futura de la organización como interlocutor válido en los distintos foros multilaterales. Poco le sirve a Unasur que su actividad sea equiparada con la del ALBA.
Las reiteradas denuncias de la comunidad internacional frente al silencio de los gobiernos latinoamericanos respecto al conflicto venezolano obligó a dar alguna respuesta. La iniciativa de Unasur podía haber sido el camino para comenzar, lentamente y con mucho trabajo por delante, a desactivar lo que puede ser una crisis de repercusiones regionales. La falta de equidistancia y, sobre todo, la menor muestra de empatía con el otro han servido para condenar definitivamente al fracaso cualquier posibilidad de diálogo pacífico en Venezuela.

segunda-feira, 23 de junho de 2014

Argentina: ciclotimica e recorrente na crise financeira - Carlos Malamud

Argentina y el cambio de ciclo

Los molinos de viento de la deuda Argentina

Cristina aseguró que Argentina "no va a defaultear su deuda reestructurada" y que no se someterá a "la extorsión".
Infolatam
Madrid, 22 junio 2014
Por CARLOS MALAMUD

(Especial Infolatam).- En una semana el humor argentino cambió radicalmente. Si el 9 de junio La Nación de Buenos Aires titulaba en su primera plana que los capitales internacionales volvían a mirar al país, siete días después el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos contra Argentina y su postura sobre los holdouts fue suficiente para recordar lo peor de la crisis de 2001. En pocas horas el precio de los bonos argentinos y de las acciones cotizadas en la Bolsa de Buenos Aires se desplomó a la vez que subían dramáticamente el dólar paralelo, que recuperó la cota de 12 pesos, y el riesgo país, con un aumento del 16%.
La idea de normalidad se basaba en un índice llamado de economías de frontera, unas economías en desarrollo con grandes oportunidades de ganancia, del cual están excluidos países emergentes como Brasil o México con mayor estabilidad e institucionalidad. Esa sensación era producto de una serie de medidas recientes del gobierno kirchnerista, desde la elaboración de un nuevo índice para medir la inflación (demandado por el FMI) hasta acuerdos millonarios para cerrar contenciosos pendientes ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones), el Club de Paris o Repsol.
Si bien estas medidas no solucionaron los problemas económicos de fondo ni relanzaron el crecimiento argentino, bastaron para instalar la idea de que el país se había distanciado del precipicio. Sin embargo, la fuerte inflación, la caída de reservas internacionales, la falta de divisas, el déficit energético, el excesivo peso de los subsidios y el elevado gasto público seguían ahí, aunque Cristina Fernández había logrado su objetivo de comprar tiempo.
Los resultados electorales de 2013 cerraron el camino a la reforma constitucional que hubiera habilitado una nueva reelección. Simultáneamente, el hiperliderazgo presidencial evitó que surgiera ninguna candidatura viable dentro del riñón del régimen, una cuestión agravada por la situación judicial y política del vicepresidente Boudou,que afronta serias acusaciones de corrupción. En el oficialismo, el candidato mejor posicionado es Daniel Scioli,gobernador de la provincia de Buenos Aires, pese a ser rechazado por el kirchnerismo más radicalizado.
El futuro, plagado de dificultades y peligros como la apertura de causas judiciales contra los principales miembros del gobierno, podría ser más llevadero si se concretara el deseo de retornar a la presidencia en 2019. Para que esto ocurra deben cumplirse algunas condiciones nada fáciles. Lo más importante es llegar al cambio de gobierno al final de 2015 sin que una nueva crisis económica estalle en las manos de Fernández y acabe dramáticamente con sus expectativas. Esto explica algunas políticas recientes, como las mencionadas más arriba, pese a su incompatibilidad con el relato político-ideológico del gobierno.
Manifestacion Argentina Fondos Buitres
Nuevamente el discurso para el consumo interno buscó inflamar las pasiones nacionalistas (“¡patria o buitres!”), a tal punto que muchos comenzaron a comparar la Guerra de las Malvinas con esta nueva crisis.
El fallo de la Corte Suprema se llevó por delante el oasis de tranquilidad en que se había instalado la sociedad argentina. La respuesta gubernamental mantuvo la estrategia tradicional: negativa absoluta a negociar con los “fondos buitre” y descalificación de la justicia norteamericana, en un momento en el que ni la política económica ni la diplomacia estuvieron a la altura de lo demandado. Nuevamente el discurso para el consumo interno buscó inflamar las pasiones nacionalistas (“¡patria o buitres!”), a tal punto que muchos comenzaron a comparar la Guerra de las Malvinas con esta nueva crisis.
La malvinización del conflicto se tradujo no sólo en soflamas altivas sino también en la negativa a pagar, a enviar misiones negociadoras a Estados Unidos o a cambiar el tono del discurso contra el juez Griesa, principal responsable de la causa de los holdouts en Nueva York. La sensación de debacle llevó a recapacitar y se comenzaron a llamar a las cosas por su nombre. De este modo los molinos de viento dejaron de ser gigantes para ser simplemente molinos ya que el estallido de una crisis acabaría con Cristina Fernánez, sin un recambio político viable, pero también con el kirchnerismo y, muy probablemente, supondría un golpe durísimo al peronismo.
De una manera u otra Argentina está frente a un cambio de ciclo. Independientemente de la evolución judicial y económica del problema de la deuda vale la pena no perder de vista su componente político, con unas elecciones presidenciales a la vista (octubre de 2015). El fin de la etapa kirchnerista se observa en los detalles más nimios pero de momento nadie tiene las claves del futuro. Faltan 16 meses para las elecciones, un siglo en la política argentina, y 14 para las primarias, simultáneas y obligatorias (PASO), a celebrarse en agosto de 2015, cuando comenzarán a aclararse las cosas. Hasta hace poco la mayor parte de los observadores señalaba que el recambio sólo podría provenir del peronismo.
Pero la coyuntura ha cambiado radicalmente. La dispersión del voto es absoluta y todas las opciones están abiertas. Ninguno de los principales candidatos (el paraoficialista Daniel Scioli, el neoperonista Sergio Massa, el centroderechista Mauricio Macri o alguno de los cuatro precandidatos de UNEN, coalición de radicales, socialistas y otras opciones de centro izquierda) tiene el 30% de la preferencia ciudadana. Actualmente la única certeza es que habrá segunda vuelta, aunque el resultado final dependerá únicamente de quiénes sean sus dos competidores.
Una vez más Argentina se ha perdido en su laberinto. Nuevamente retornan las preguntas de por qué un país tan rico es incapaz de transitar decididamente hacia el desarrollo. Pese a las voces catastrofistas, Argentina no se despeñará esta vez ni volverá a declararse en cesación de pagos. Sin embargo, cualquiera sea el nuevo gobierno, deberá recomponer una economía devastada. Para lograr su cometido el próximo presidente tendrá que deshacer muchas de las medidas que, bien por prejuicios ideológicos, bien por politiquería o bien por incompetencia, se adoptaron en los últimos 12 años. Como los milagros son imposibles, la complicada articulación de equilibrios políticos y económicos sólo se alcanzará con amplios consensos, cuya búsqueda debería ser la tónica dominante a partir de 2015.

terça-feira, 7 de janeiro de 2014

Cuba: de uma ditadura a outra, bem mais duravel e muito mais miseravel e repressora - Carlos Malamud

A revolução cubana -- que na verdade começou como uma revolta contra a ditadura de Fulgêncio Batista, bem sucedida, e só se transformou em revolução depois da tomada do poder -- degenerou na pior das ditaduras JAMAIS conhecida na América Latina.
Sim, de fato, tivemos muitas ditaduras militares na região, e até algumas ditaduras civis, mas jamais um regime stalinista totalitário, repressor ao extremo, anacrônico como todos os regimes socialistas, e altamente custoso em termos de direitos humanos, liberdades civis, progresso econômico.
Antes dos irmãos Castro, Cuba, a despeito das desigualdades e da pobreza de uma parte da população, era um dos países mais avançados da América, com os melhores indicadores de renda, bem-estar, longevidade, educação e outros mais. 55 anos depois é uma miséria, e cabe contestar grande parte dos seus indicadores, manipulados, como todo o resto de seus outros dados oficiais.
Já escrevi bastante sobre a ilha, e continuo surpreso com a atitude de muitos jornalistas e subintelequituais brasileiros, que continuam a defender uma ditadura criminosa, contra qualquer racionalidade. Gente atrasada, desonesta e de má-fé, certamente.
Paulo Roberto de Almeida

Carlos Malamud: Cuba Revolución

Cuba a los 55 años de su revolución

Infolatam
Madrid, 5 enero 2014
Por CARLOS MALAMUD

(Infolatam).- Algo no debe ir muy bien con el programa reformista de Raúl Castro cuando el actual y máximo responsable del gobierno revolucionario cubano debe dedicar su discurso conmemorativo del 55 aniversario de la caída de la dictadura de Batista a contentar al ala más dura y ortodoxa del establishment. De otro modo no se entendería ni el tono general ni los párrafos dedicados al constante enfrentamiento con los Estados Unidos o a la conspiración internacional y neoliberal que intenta negar “la vitalidad de los conceptos marxistas, leninistas y martianos” que todavía caracterizan la vida cotidiana de la sociedad isleña.

Salvo un par de alusiones a los programas de restablecimiento de la red de distribución de agua potable y a la reconstrucción de los edificios públicos y particulares de Santiago, no hubo referencia alguna a las iniciativas reformistas impulsadas por el propio Raúl Castro ni a los enormes desafíos que el pueblo cubano enfrenta como consecuencia de las mismas. De no ser por la duración del discurso uno podría pensar que su hermano Fidel había vuelto, ya que los principales conceptos utilizados en esta ocasión nos retrotraen a la noche de los tiempos.
Toda la intervención estuvo enmarcada por tópicos pre y post revolucionarios que pese a su vigencia sólo describen parcialmente una realidad más compleja y contradictoria. Si la Cuba de Batista era un nido imperialista de atraso, corrupción y prostitución, la Cuba de Fidel se convirtió, gracias al esfuerzo revolucionario, en el mejor de los mundos. En palabras de Raúl Castro: “La imagen de Cuba, famosa en América antes de la Revolución como un paraíso para el juego, la prostitución, refugio de mafiosos y destino preferido de sus sucias inversiones, facilitadas por la generalizada corrupción administrativa de la tiranía, se transformó mediante el proceso revolucionario en símbolo de dignidad, independencia, humanismo e intransigencia en defensa de los principios”.

Más allá de su longitud, no me resisto a reproducir los párrafos destinados a denunciar en la mejor clave conspirativa “la permanente campaña de subversión político-ideológica concebida y dirigida desde los centros del poder global para recolonizar las mentes de los pueblos y anular sus aspiraciones de construir un mundo mejor”. Pese a ello, el discurso de Raúl Castroreproducido en la web de Cubadebate y en los otros órganos oficiales castristas, puede seguirse a través de las redes sociales, incluyendo las muy imperialistas facebook y twitter.
El complot denunciado busca “introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, en menoscabo de los valores, la identidad y la cultura nacionales, favoreciendo el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral”.
Los responsables de la trama, que no dan la cara , “se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social, como si esos preceptos no representaran cabalmente los intereses de la clase dominante en el mundo capitalista. Con ello pretenden, además, inducir la ruptura entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones y promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro, todo ello con el marcado fin de desmantelar desde adentro el socialismo en Cuba”.

Llegados a este punto la gran duda que surge es si la respuesta gubernamental al complot será la paralización de las medidas aperturistas de los últimos años que han permitido elevar el nivel de crítica en la sociedad cubana, o si sólo se trata de un recado destinado a los sectores más duros para pasarles la mano por la espalda y decirles no os hemos abandonado. La suerte de aquellos espacios de opinión creados por la afanosa labor de mucha gente, tanto opuesta como más próxima al régimen, puede estar amenazada. Esto podría ocurrir con los numerosos blogs y otros medios emergidos recientemente, o por emerger en un futuro próximo. Menos peligro corren algunos espacios laicales próximos a la jerarquía eclesiástica, gracias al paraguas institucional con el que cuentan.
El discurso de Raúl Castro tuvo bastante de maniqueo y poco de autocrítico. Tras reconocer que el mundo había cambiado mucho en los últimos 55 años, sólo admitió que había sido para reconocer las justas reivindicaciones cubanas. En realidad dijo que pese a la fuerte presión estadounidense para separar a Cuba de Estados Unidos, hoy su gobierno preside la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y se prepara para celebrar su próxima Cumbre a fines de este enero. Por el contrario, ni una palabra acerca del sentido de la revolución en un mundo globalizado como el actual.

Dicho de otra manera, ¿ha valido la pena el sufrimiento de varias generaciones de cubanos para llegar a los resultados actuales?, ¿se ha consultado a la juventud cubana lo que piensa respecto a las reformas emprendidas? Si después de largos años de privaciones se festeja como verdaderos logros el poder salir al extranjero, vender coches, tener un teléfono móvil o una mejor conexión a internet es porque las premisas revolucionarias de favorecer la libertad y el interés general no se han cumplido totalmente. Como se viene repitiendo desde hace tiempo, aunque algunos no hayan madurado lo suficiente para admitirlo, el unanimismo es la tumba de todas las revoluciones.

segunda-feira, 25 de novembro de 2013

Argentina: a carne como sintoma e simbolo da decadencia - Carlos Malamud

Não só por isso, mas o declínio argentino de fato coincide com o desprezo exibido contra o setor primário e uma promoção irracional de uma indústria super protegida.
Paulo Roberto de Almeida

Carlos Malamud: Argentina y la ganadería

La carne como síntoma de la decadencia argentina

Infolatam
Madrid, 24 noviembre 2013
Por CARLOS MALAMUD
Cuentan las leyendas de la época dorada de Argentina que la explotación y exportación de carne vacuna era una de sus principales actividades económicas. La historia del terrateniente viajando en barco a París acompañado de una de sus mejores vacas es uno de los tópicos más recurrentes y coloridos de un pasado más esplendoroso que el actual.
Hoy la decadencia golpea de forma inmisericorde a un país que ha vuelto a perder una nueva oportunidad de colocarse entre los grandes del mundo, si bien el “relato” oficial del kirchnerismo quiere presentar una realidad totalmente diferente, insistiendo en la idea de la “década ganada”.
Pese a todo, la imagen internacional de Argentina sigue indisolublemente asociada entre otros factores a la calidad de su carne, reputada entre las mejores del planeta. Es obvio que en cuestiones de imagen los estereotipos cuentan demasiado, a tal punto que es desaconsejable luchar contra ellos.
Tal es el peso de la asociación entre Argentina y la carne que su historia nacional de los siglos XIX y XX sigue rescatando la actividad de los frigoríficos, destinados a producir y elaborar carne para el consumo interno y la exportación, uno de los ejes de la economía argentina. Las luchas de los sindicatos del sector fueron una pieza clave en el desarrollo de la clase obrera argentina y están, incluso, vinculadas indisolublemente a los orígenes del peronismo.
En los últimos años la situación ha cambiado dramáticamente. Y si bien los argentinos todavía mantienen un elevado consumo de carne vacuna como parte de su dieta alimenticia, su peso relativo ha bajado considerablemente respecto a épocas pasadas. Sin embargo, más impactante que analizar la evolución de dicha variable es saber que el país ya no figura entre los diez mayores exportadores mundiales de carne y que cuatro países latinoamericanos, tres del Mercosur (Brasil, Uruguay y Paraguay) y México venden más en los mercados internacionales que Argentina.
Según datos del departamento de Agricultura de EEUU (USDA), los diez primeros exportadores mundiales de carne son: 1º) Brasil, 1,8 millones de toneladas; 2º) India, 1,6 millones; 3º) Australia, 1,5 millones; 4º) EEUU, 1,1millones; 5º) Nueva Zelanda, 547.000; 6º) Uruguay, 380.000; 7º) Canadá, 320.000; 8º) Paraguay, 318.000; 9º) UE, 260.000 y 10º) México, 205.000 toneladas.
Se da la circunstancia de que en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX Argentina competía como productor de bienes agropecuarios con EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, países todos de clima templado y con los cuales compartía un modelo de desarrollo basado en la expansión de la frontera agrícola, en la ganadería y en el cultivo de cereales.
En la Argentina de hoy la soja se ha convertido en un producto estrella y el notable incremento del área destinada a este cultivo explica, aunque sólo en parte, el retroceso de la cabaña ganadera. Brasil, Paraguay y Uruguay son también grandes exportadores de soja, pero siguen produciendo y exportando carne en cantidades apreciables.
En realidad, el intenso declive de la última década se debe básicamente a la política de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que contaron con el recién dimitido secretario de estado de Comercio InteriorGuillermo Moreno como brazo ejecutor. Desde que Kirchner lo incorporó al gobierno, una de sus principales obsesiones fue mantener la inflación por debajo de la mítica cifra del 10% anual. Sea como fuese había que conseguir que el IPC (Índice de Precios al Consumo) fuera de un dígito, la mejor garantía del éxito del modelo, dado el pasado reciente de los argentinos y su turbulenta relación con la hiperinflación en los tramos finales del gobierno de Raúl Alfonsín y comienzos del de Carlos Menem.
Como la carne es uno de los elementos tradicionales de la dieta de los argentinos su precio ocupa un lugar destacado en la preocupación de los ciudadanos y hay que mantenerlo a raya. Por eso Moreno, que controló hasta el precio de la lechuga, decidió intervenir en el mercado de la carne hasta desquiciarlo del todo.
Poco tiempo después de entrar en funciones, Moreno prohibió temporalmente exportar carne vacuna e implementó un sistema de cupos y permisos para acceder al mercado internacional. El rubro más afectado fue el de los cortes utilizados para milanesas, uno de los favoritos del consumo popular. El balance de esta medida fue que entre 2007 y 2011 el precio promedio del kilo de carne se disparó de $9,96 a $32,12, cayó el consumo local y la cabaña nacional se redujo en 10 millones de cabezas.
Argentina ya no es una potencia ganadera mundial como lo fue en el pasado. En sí mismo esto no es ni bueno ni malo dados los cambios que acompañan el crecimiento económico de los países. Pero desmantelar un sector como el ganadero sin reemplazarlo por otro de mayor potencial es una desgracia. La ganadería está asociada a la cultura argentina, a tal punto que el Martín Fierro es una de sus obras esenciales.
Hoy el declive ganadero se puede asociar con la decadencia de un país que es incapaz de encontrar el rumbo de su madurez y desarrollo. Por enésima vez en los últimos años decisiones políticas erróneas han impedido aprovechar una coyuntura económica sumamente favorable.
Pese a que el proteccionismo económico y el intervencionismo estatal pretenden favorecer a una industria “nacional” cada vez más aislada del mundo, el desempeño económico argentino de los diez años kirchneristas ha descansado en las exportaciones de soja y en una política cada vez más “extractivista”. Y en este contexto, los bifes argentinos (y que comían los argentinos) han pagado la factura de un país que carece de una política ganadera coherente.