O que é este blog?

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.

terça-feira, 11 de março de 2014

Historia da America Latina - colecao da Fundacion Mapfre, dir.: Carlos Malamud

Fui convidado a participar dessa coleção, o que fiz com um ensaio sobre o reconhecimento da independência do Brasil pela Espanha (que demorou um bocado mais, só ocorrendo em 1834).
Existe uma versão brasileira da coleção, embora mais limitada em escopo (obviamente), mas com excelentes historiadores e estudiosos brasileiros.
Paulo Roberto de Almeida

Claves del Portal de Historia Fundación Mapfre

La historia de América latina, al alcance de todos

Infolatam
Madrid, 9 de marzo de 2014
Las claves
  • La web aspira a ser un foro, sobre todo a través del blog, que propicie la vinculación, un lugar de encuentro para los interesados en la historia latinoamericana.
Una historia de América latina escrita por latinoamericanos y puesta al alcance de todos. Ese es el gran objetivo que persigue el Portal de Historia Fundación Mapfre. La historia de Latinoamérica está ya en la web con contenidos frescos, novedosos y que se van a estar constantemente renovando.
El portal crea un espacio accesible a todos y abierto al debate histórico incluidos temas de actualidad. Un Portal que además es trilingüe (español, portugués e inglés) y que está estructurado en tres secciones: la Colección, que supone una sistematización online del proyecto editorial Colección América Latina en la Historia Contemporánea.
El Blog, un punto de encuentro de las opiniones e ideas de especialistas, que debaten sobre la relectura de los hechos históricos que vinculan entre sí a las naciones latinoamericanas.
Carlos Malamud, catedrático de la UNED y coordinador del portal, recuerda que “aquí se encuentran post de historiadores sobre temas concretos o post centrados en temas especiales y monográficos como el que acabamos de dedicar a los problemas limítrofes a raíz de la reciente sentencia de La Haya sobre al controversia entre Chile y Perú”.
La web cuenta con tres secciones: la Colección de Historia de América latina, el Blog y los Archivos. Pronto se añadirán la Biblioteca Digital y otra de Fotografía
La web aspira a ser sobre todo a través del blog un lugar de encuentro para los interesados en la historia latinoamericana. El blog busca ser un espacio desde donde trabajar la visión de conjunto de la región, un agente dinamizador de la divulgación sobre la historia,
“Asimismo está previsto que en este 2014 haya dossieres especiales dedicados, entre otras cosas, a “América latina y la I Guerra Mundial” con ocasión del primer centenario de comienzo del conflicto y otro a “América latina y el fútbol” con ocasión de la disputa del Campeonato del Mundial en Brasil”, comenta Malamud.
Y por último, en el portal se encuentra la sección Archivos, una base de datos que da acceso a más de 1.000 registros y enlaces que sirven para facilitar el acceso al conocimiento de los fondos archivísticos latinoamericanos.
Además en el futuro cercano está previsto que el portal se amplíe con una sección de la Biblioteca Digital y otra de Fotografía, donde se recopilan los volúmenes dedicados a la historia de la fotografía de cada uno de los países.
El Director del Área de Cultura de FUNDACIÓN MAPFRE, Pablo Jiménez Burillo, recuerda que la Fundación Mapfre lleva desde los años 80 impulsando el conocimiento de América latina desde múltiples puntos de vista, en especial cultural e histórico, apoyando, por ejemplo, la digitalización de fuentes. El objetivo del portal ha sido aprovechar todo el trabajo acumulado durante décadas adaptándolo a las nuevas tecnologías y al mundo actual de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
La Colección América Latina en la Historia Contemporánea
La Colección América Latina en la Historia Contemporánea es sin duda el gran tesoro del portal donde se ha buscado “abordar una historia integral y global de América latina con una visión novedosa y moderna. Hacer una historia de Latinoamérica en que cada capítulo tenga sentido en sí mismo. Hemos reunido a 400 historiadores que abanrcan toda la diversidad geográfica, académica e ideológica con el objetivo de tener una visión muy plural y contrastada”, comenta Jiménez Burillo.
Coleccion America-Latina H.Contemporanea
Coleccion America-Latina H.Contemporanea
“Es una historia de América latina vista como una unidad, una visión continental sin perder la singularidad de cada país en donde -subraya Jiménez Burillo- se une lo particular con lo general. Eso es lo más novedoso. La obra tiene una perspectiva global que permite comparar la evolución por periodos y por materias”.
Esta Colección cuenta además las historias nacionales y de los países que han tenido una intensa relación con la región. Aborda temáticas comunes (política, relaciones internacionales, economía, demografía y sociedad y Cultura) y tiene volúmenes especiales monográficos que analizan aspectos importantes para comprender la historia latinoamericana.
Daniel Restrepo de FUNDACIÓN MAPFRE, recuerda que “la colección “América Latina en la Historia Contemporánea” ofrece una visión sintética y rigurosa de los principales acontecimientos y procesos históricos de cada uno de los países que fueron incluidos, desde su inicio como naciones independientes hasta la actualidad”.
Todos estos temas se abordan en cinco volúmenes con el siguiente corte cronológico: “1808-1830. Crisis imperial e independencia”, “1830-1880. La construcción nacional”, “1880-1930. La apertura al mundo”, “1930-1960. Mirando hacia adentro” y “1960-2000. En busca de la democracia”.
Además, sobre cada uno de estos países se publica un libro adicional que realiza un recorrido por su historia a través de una cuidada selección de fotografías.
“La gran revolución de Mapfre es impulsar una historia de la región escrita por latinoamericanos. No es una histaria de América latina al uso sino de una América latina insertada en el mundo por eso se estudian también cómo fiueron las relaciones entre España, Francia, Estados Unidos, Reino Unido con Latinoamérica”, añade Malamud.
Está dirigida al gran público, a profesionales de la historia estudiantes y público en general con un lenguaje cuidado. No es una obra de una determinada escuela historiográfica pues se ha buscado que haya una amplia diversidad y representación de tendencia. En cada país hay un coordinador nacional y unos coordinadores de cada volumen que han elegido, de forma autónoma, a los autores de los capítulos.

segunda-feira, 10 de março de 2014

Por que existe tanta corrupcao no Brasil? Para mim e' evidente; so' os cegos nao querem ver...

TODOS os brasileiros (ou quase todos, menos a minoria de corruptos) são contrários à corrupção, e ficam indignados quando sabem de alguma roubalheira de dinheiro público (que na verdade é nosso), e isso acontece todos os dias, TODOS OS DIAS...
E no entanto, quase todos os brasileiros (menos a minoria pequeniníssima de liberais verdadeiros) pedem mais políticas estatais, para isso, para aquilo, em geral para conceder novos benefícios, a todos e para alguns (minorias, por exemplo, pobres, pretos, gays, enfim, todas as categorias que entram no politicamente correto).
Eu acho incrível que as pessoas não façam a conexão: quanto mais dinheiro circular pelo Estado, mais oportunidades para corrupção haverá.
Por que esses políticos, esses empresários, esses meliantes, das matérias abaixo, roubam, desviam, subtraem, superfaturam os recursos do Estado?
Ora, porque existem programas para isso e mais aquilo, o dinheiro está ali, esperando algum esperto.
Quando as pessoas se convencerem de que quanto menos dinheiro passar pelo Estado haverá menos oportunidades para desvios e corrupção.
Simples assim, não é?
Mas parece que vai demorar para as pessoas aprenderem...
Paulo Roberto de Almeida


Destaques Congresso em Foco, 120/03/2014

Esquema do “golpe da creche” foi feito com contratação de servidores fantasmas, fraudes no auxílio-creche e vale-transporte do Congresso e “ciladas” contra famílias carentes. Primeiras dez denúncias não incluem apuração contra deputados, que têm foro privilegiado Leia mais


Ministério Público acusa político, artista e outros suspeitos de desviarem dinheiro em um episódio do “golpe da creche” na Câmara. Ex-deputado de 77 anos acredita que vai morrer antes de processo judicial terminar. No STF, caso semelhante envolve deputado Sandro Mabel Leia mais


CD “Acústico” tem dez canções compostas pelo sertanejo fantasma. Mas “Tchau, amor” é de autoria de Wigberto Tartuce, cobrado em mais de R$ 25 milhões por desvios em verbas do FAT Leia mais

Na primeira leva de denúncias, golpe da creche resultou em abertura de processo contra 20 pessoas Leia mais

“Estamos pedindo um novo laudo em cima desta única assinatura no universo de 84”, disse o deputado Sandro Mabel em nota Leia mais

Informação é da revista Veja Brasília, segundo a qual a fatura do Estádio Nacional Mané Garrincha já ronda a casa de R$ 2 bilhões Leia mais

Ilusoes e equivocos sobre 1964 e hoje: o problema não é das FFAA, longe disso... - Milton Pires

Recebo, de um médico politizado, o artigo que reproduzo abaixo, falando dos militares em 1964, e agora, apenas interessados em suas aposentadorias, segundo ele, covardes demais para expulsar os totalitários do poder (o que seria um golpe antidemocrático, obviamente).
Como não concordo com as premissas, e não concordo com o argumento, vou alinhar alguns comentários iniciais que só podem ser entendidos, em certa medida, se referidos ao artigo em questão.
Assim, quem desejar, pode começar pelo meio desta postagem, ler o artigo de Milton Pires, e depois retomar estas linhas, que lhe foram dirigidas em resposta.

Tenho uma outra visão das coisas.
Em 1964, a situação tinha se deteriorado muito, o presidente era um total incompetente, os seus esquemas sindical, militar, politico eram uma perfeita bagunça, e não foi só o Exercito que partiu para o golpe.
Três governadores, inimigos de Goulart e cada um com pretensões presidenciais - Lacerda na Guanabara, Ademar em SP e Magalhaes Pinto em MG -- deram a partida ao movimento, e de certa forma obrigaram os militares a se posicionar.
A tal de Marcha com Deus... foi uma resposta ao comício da Central do Brasil, quando se pensava que a esquerda daria um golpe comunista.
Tudo hoje é diferente, e não apenas porque os generais querem defender suas aposentadorias.
A sociedade não está tão escandalizada com o governo dos companheiros, como estamos nós, e provavelmente os militares também; a inflação não chegou a 90% ao ano, como era a tendência em 1964, sem indexação; as greves e manifestações ainda não são tao intensas quanto em 1964.
De resto, havia naquela época o espectro de uma outra Cuba, uma outra China comunista, coisas que são ridículas hoje: os companheiros querem se abastecer no capitalismo, não virar a mesa; eles são a burguesia do capital alheio, como já foi dito por alguém...
Ou seja, a "coisa" ainda tem muito espaço para se deteriorar, não nos iludamos. O Brasil está apenas no começo de uma longa decadência, e não será uma outra Venezuela, apenas um país medíocre, ignorante, explorado pela mafia política, como dezenas de outros países ao redor do mundo.
Ainda temos muita gordura para queimar no caminho do retrocesso.
Gostaria que fosse diferente, mas não temos estadistas, e nossa oposição é tão mediocre, mas tão medíocre, que não consegue fazer um partido eficiente como o dos companheiros. Eles são leninistas, eles se prepararam e não precisam mais assaltar o Palacio de Inverno como em 1917. Atualmente, as ditaduras são eleitas, pela massa amorfa que pede mais Estado, mais benefícios, mais políticas "sociais"...
Ainda temos um longo caminho para a decadência...
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Paulo Roberto de Almeida
PS.: O autor é otimista, ao acreditar que o armamento do Exército não daria para sustentar o poder de fogo por um dia. Acho que seria um pouco menos. Se todas as armas disponíveis nas FFAA fossem disparadas ao mesmo tempo, imagino que tudo se esgotaria em menos de uma hora...
Estou sendo pessimista, claro, mas é porque imagino que não teria gasolina para transportar armas e alinhá-las em algum lugar; disparar dentro de quartéis não serve para nada...

On 10/03/2014, at 19:53, Milton Simon Pires wrote:

O EXÉRCITO FANTASMA
Milton Pires

Em 1964 as forças armadas “escolheram” intervir no Brasil. Com frase simples inicio esse artigo que espero chegar aos comandantes da Marinha, Exército e Aeronáutica. O que aqui vai ser dito entra em total oposição com um texto anterior de minha autoria que chamei de “Oração às Forças Armadas”. Escrevo essas linhas em função da proximidade dos 50 anos da Revolução de 64 e dos apelos que agora proliferam nas redes sociais pedindo, mais diretamente ao Exército, a tomada do poder no Brasil. Não é minha intenção defender o que foi feito no passado, exaltar o papel dos militares ou lamentar o que está acontecendo no país. Começo, retomando a primeira frase, numa tese muito simples e pretendo que seja ela o próprio corpo dessa argumentação. Afirmei na primeira linha que as forças armadas “escolheram” intervir no Brasil; hoje essa escolha não existe mais.
Tudo que tem sido dito na internet, todas as manifestações dos militares da reserva e de uma população civil desesperada com aquilo que o PT está fazendo no Brasil partem, portanto, de uma premissa absolutamente errada: a idéia de que seus apelos, como aquele que fiz no artigo que chamei de “Oração”, possam determinar um ato de vontade, uma tomada de decisão..uma espécie de resolução militar para salvar o Brasil do destino da Venezuela. Isso simplesmente não vai acontecer por dois motivos: primeiro pela covardia e egoísmo de uma parte dos militares que pensa, como qualquer funcionário público brasileiro, na sua aposentadoria. Segundo, e esse é o motivo mais perigoso, por uma pequena parcela (pequena, mas poderosa e muito bem informada) deles que vem apostando numa política de terra arrasada...numa lógica do “quanto pior melhor” no sentido de garantir perante à população civil o respaldo à futura tomada de poder.
Quero aqui me dirigir aos três comandantes, sendo eu mesmo um militar da reserva, para dizer que os dois grupos hão de fracassar. Nós não estamos mais em 1964. Não há tempo suficiente para entrar para reserva ou obter respaldo popular. Não se trata mais de impedir, como há 50 anos, que os comunistas cheguem ao poder. Os comunistas, senhores comandantes, ESTÃO no poder. São eles os seus chefes. São a eles que devem vocês prestar continência.
Dias após dia, ano após ano, os senhores tem visto batalhões de fronteira na penúria e agora desativados. Bases aéreas e, num futuro próximo navais, tem sido em sequência desativadas. O orçamento destinado aos senhores não cobre mais o rancho e o fardamento. Não há no Exército munição para sustentar um dia de guerra total. Pergunto-lhes, pois: não concordam vocês que não trata-se mais aqui de salvar o Brasil de coisa alguma mas sim da própria existência das forças armadas como instituição?
Todos nós, senhores comandantes, estamos cansados das manifestações da reserva...de certos “Rambos de pijama” que não percebem que aproxima-se o fim do Exército e que pensam, numa lógica que desconhece totalmente o pensamento revolucionário, ser possível negociar com o PT. Sobre isso afirmo o seguinte: meu posto é de segundo tenente da reserva. Jamais trabalhei em qualquer serviço de informação e pouco me importa o conhecimento da inteligência militar brasileira. Escrevo aqui como quem conhece, e muito bem, a inteligência petista: Não se enganem, senhores, com a promessa de novos caças, de mais porta-aviões ou de um submarino nuclear. Não acreditem em mais tanques ou no soldo melhor para os oficiais generais porque o que se aproxima é a penúria total. Entendam que em 1964 vocês tomaram o poder porque “queriam” salvar o país do comunismo. Em 2014 ou depois, terão que fazê-lo para salvar a própria pele. O verdadeiro exército petista está entre os integrantes do MST e da gigantesca massa carcerária brasileira, hoje mais de meio milhão de condenados, que esse Partido criminoso controla com mão de ferro.
Senhores comandantes, até hoje nada do que os senhores viram foi suficiente para lhes convencer da necessidade de intervenção..Tudo continua parecendo uma questão de “decisão”...de “momento certo”..e de respaldo da população civil como se estivéssemos nós todos em 1964 quando foi por um ato de vontade própria que o Exército colocou-se no poder. Vossa vontade, senhores, não mais está em questão..Aceitem meu aviso quando digo que dessa vez não é “só o Brasil” que está ameaçado mas o próprio Exército que aproxima-se, ainda que seja lentamente, da própria extinção. Ou os senhores compreendem isso e tomam a atitude que, salvando a si próprios há de salvar a democracia brasileira, ou em breve não serão mais que um Exército Fantasma.

Porto Alegre, 10 de março de 2014.

Vinte Anos do Plano Real - Pedro Malan

20 anos do Real: significado e futuro

09 de março de 2014 | 8h 04
PEDRO S.MALAN
Passados 20 anos, deitou raízes entre nós a percepção de que é obrigação de qualquer governo preservar a estabilidade do poder de compra da moeda do País. E vale lembrar, mais uma vez, que para os envolvidos com o Plano Real e sua consolidação o controle da inflação nunca foi um objetivo único, um fim em si mesmo, uma estação a que se chegasse, e pronto.
Para nós, a agenda brasileira pós-1994 seria a própria agenda do desenvolvimento econômico e social do País. O que o Real fez foi permitir que o Brasil, antes drogado pela inflação desmedida, pudesse descortinar de forma menos obscura a natureza e a dimensão dos outros (inúmeros) desafios por enfrentar. Procurando tornar-se um país capaz de crescer de forma sustentável, com inflação sob controle, mais justiça social, finanças públicas em ordem e maior eficiência nos setores público e privado.
Como sabemos, 20 anos são pouco para a magnitude dessa empreitada. E também que a capacidade que têm governos (e sociedades) de identificar desafios, riscos e oportunidades depende da qualidade do seu entendimento sobre o seu passado. É difícil que alguém saiba para onde vai (ou pode ir, ou gostaria de ir) se não sabe de onde veio, como veio e como se encontra agora.
E o que temos agora? Temos hoje cerca de 20 anos de inflação relativamente civilizada desde o lançamento do Real. Não é coisa pouca para um país que foi recordista mundial de inflação acumulada nos 30 anos do início dos anos 1960 ao início dos 1990. Temos hoje mais de 20 anos desde que restabelecemos o nosso relacionamento com a comunidade financeira internacional, renegociando nossa dívida externa pública com credores privados e oficiais.
Temos hoje mais de 20 anos desde que demos um salto qualitativo e quantitativo no processo de abertura de nossa economia ao comércio internacional. Temos hoje bem mais de 20 anos desde que iniciamos o processo de privatização/concessão no Brasil, infelizmente interrompido durante longo tempo e só recentemente retomado. Temos mais de 20 anos de autonomia operacional do Banco Central na condução da política monetária - e existe hoje uma percepção mais ampla de quão fundamental para o País é preservar a credibilidade dessa instituição.
Passaram-se 17 anos desde que resolvemos problemas de liquidez e de solvência bancária, tanto no setor público quanto no setor privado - e desde então nunca mais tivemos problemas sérios em grandes bancos. Temos mais 15 anos, feitos em janeiro de 2014, de um regime de taxa de câmbio flutuante. Teremos, em junho agora, 15 anos do regime monetário de metas de inflação. Temos quase 14 anos desde que, em maio de 2000, foi aprovada a crucial Lei de Responsabilidade Fiscal.
Temos 13 anos decorridos desde o início dos processos de transferência direta de renda para as populações mais pobres do País por meio dos vários programas que foram criados a partir do ano de 2001- consolidados e ampliados pelo governo Lula a partir de outubro de 2003. Como é sabido, qualquer governo em qualquer parte do mundo constrói, sim, sobre avanços alcançados pelo país na vigência de administrações anteriores. O Brasil não é exceção a essa regra. Olhando os últimos 20 anos, há elementos de continuidade e de mudança, assim como há acertos e erros em todos os governos.
Mirando à frente, deveria ser possível, com um mínimo de boa-fé, honestidade intelectual e de recusa ao uso de rotulagens vazias, buscar construir as convergências possíveis (ou clarificar diferenças de forma honesta) pensando na próxima geração. A seguir, apenas dois exemplos de questões sobre as quais um debate sério me parece inadiável, para um país que pretende, e pode, mostrar que é capaz de escapar da chamada "armadilha da renda média", que aqui ainda é cerca de um quarto da renda média atual dos principais países desenvolvidos.
O Brasil tem hoje a quarta maior população urbana do mundo. E esta aumentou em mais de 150 milhões de pessoas nos últimos 60 anos. Nossas carências sociais e de infraestrutura urbana são enormes e se expressam sob a forma de demandas por mais e melhor saúde, educação, emprego e renda e por mais e melhor infraestrutura de transporte, energia e saneamento. Que são tidas, todas, como altamente "intensivas em Estado". Que para tal precisaria tributar, endividar-se e gastar ou transferir os recursos assim obtidos - sempre escassos em relação às demandas e expectativas. Nosso futuro depende de mais clareza nessa discussão - e sobre prioridades no uso de recursos escassos. Há prioridades que estimulam maior crescimento, outras que o inibem. A questão não é sobre a necessidade de Estado, mas sobre a forma como governos específicos atuam.
O outro desafio vem da extraordinária velocidade de transcrição demográfica no Brasil. A população brasileira, que crescia a 3,1% ao ano na década de 1950 e a 2,4% no início dos anos 80, está crescendo a 0,7% ao ano nesta década. Na qual a faixa etária até 29 anos está diminuindo. A faixa até 39 anos diminuirá na próxima década, quando a população estará crescendo a 0,44% ao ano. Como escreveu Fabio Giambiagi, esse é "um desafio cujas dimensões ainda não foram percebidas pela opinião publica - e, o que é mais grave, nem pelo governo".
Os efeitos dessa transição já se fazem sentir hoje na oferta de mão de obra e na população ocupada. A partir de agora, o crescimento da população ativa "garante" pouco mais que um ponto porcentual de crescimento do produto interno bruto (PIB). Como mostram vários estudos, crescer muito além disso (1.2% a 1.4%), só com aumentos de produtividade. Que dependem de acumulação de capital físico e humano por trabalhador, de inovações técnicas e de mudanças nas áreas previdenciária, trabalhista e tributária.
Agenda para os próximos 20 anos. Com o Real.
*ECONOMISTA, FOI MINISTRO DA FAZENDA NO GOVERNO FERNANDO HENRIQUE CARDOSO
E-MAIL: MALAN@ESTADAO.COM.BR

Venezuela: apelo de academicos e cientistas pelo Estado de Direito

Quando alguém apela para alguma coisa, é porque esta coisa não existe.
Talvez seja o tal Estado de Direito.
Qualquer pessoa sensata reconheceria que não existe Estado de Direito na Venezuela.
Só os totalitários acham que são os fascistas que estão na rua, querendo derrubar um governo popular, com a ajuda do imperialismo.
A sociedade venezuelana está dividida e vai continuar assim, qualquer que seja a solução encontrada para fazer cessar as manifestações.
Infelizmente, totalitários dividem os países, as nações, entre nós e eles, pois sempre precisam de um inimigo para justificar a opressão.
A tendência do homem é ser livre, e assim será a Venezuela, não sem muito sofrimento pela frente...
Infelizmente.
Paulo Roberto de Almeida

DESDE VENEZUELA – CARTA A LOS COLEGAS
Nosotros, universitarios, científicos y académicos venezolanos, acudimos a este medio para solicitar el apoyo de nuestros colegas de la comunidad científico-tecnológica nacional e internacional, para difundir lo que está ocurriendo en nuestro país en estos momentos complejos.
Desde hace algún tiempo la situación en Venezuela ha mostrado signos muy preocupantes para la necesaria convivencia democrática y la garantía de los derechos fundamentales a todos los ciudadanos. Entre otros, destacamos una situación económica y social apremiante, caracterizada por una importante inflación (56% en 2013, 76% en alimentos), una escasez marcada de productos básicos (28%) que incluye insumos esenciales del área de la salud, violación sistemática a los derechos laborales, índices sumamente elevados de violencia ( más de 70 asesinatos por 100 mil habitantes, de los más altos del mundo) y 92% de impunidad judicial, así como denuncias repetidas de violaciones a los derechos humanos y restricciones cada vez mayores a la libertad de prensa e información.
El gobierno actual no muestra comportamientos democráticos. En el país no existe ya una separación real de los poderes públicos, el ejecutivo los controla todos. En numerosas ocasiones se salta e irrespeta la Constitución.
Las universidades autónomas están cercadas económicamente y por la violencia, haciendo difícil la docencia, la investigación y la formación de las nuevas generaciones. La producción y aplicación de nuevos conocimientos se estanca y retrocede, alejando al país del desarrollo actual de la sociedad mundial.
El futuro del país es oscuro. Ante el desbordamiento de la violencia, los jóvenes ven cortadas sus posibilidades de realización y desarrollo. Muchos han emigrados y los que se quedan reclaman ahora con protestas para que haya un cambio de políticas que garantice mejores condiciones de vida para todos los venezolanos.
En particular, a raíz de las acciones de protesta iniciadas hace algunas semanas por el movimiento estudiantil universitario hemos asistido a violaciones sistemáticas de la constitución y de las leyes, caracterizadas por el uso de fuerza desmedida en el control de manifestaciones ciudadanas (incluyendo el uso de armas expresamente prohibidas) que han generado pérdidas humanas, numerosos casos de heridos de bala, detenciones arbitrarias que incumplen procedimientos legales obligatorios, sin derecho a la legítima defensa, desapariciones forzadas de algunos ciudadanos, tortura física o psicológica contra los detenidos, allanamiento sin orden judicial de sedes de partidos políticos y hogares, destrucción de propiedad privada, atentados con armas de fuego, tanquetas y armas antimotines contra centros residenciales y finalmente, convivencia de las fuerzas de seguridad del gobierno con grupos violentos armados no adscritos a ningún cuerpo institucional, que actúan al margen de lo establecido en la ley. Todas estas acusaciones están sustentadas en material fotográfico y de video recogidos a lo largo del país por ciudadanos y víctimas y pueden encontrarse en los links de varios grupos de DDHH que operan en el país o de manera internacional, algunos de ellos anotados al final de esta carta.
Los hechos descritos en el párrafo anterior no son admisibles bajo ninguna circunstancia. Creemos firmemente en la búsqueda de soluciones a los graves problemas que enfrenta nuestro país mediante el diálogo y la construcción de una cultura de paz, pero eso sólo será posible cuando el gobierno de Venezuela se apegue al marco del estado de derecho previsto en la Constitución y las leyes de la República, así como a tratados internacionales como el pacto de San José, el marco constitutivo de Unasur y la declaración de la ONU, entre otros. Nuestro llamado es a nuestros colegas para que nos apoyen en lograr este objetivo través de las redes académicas y científicas a nivel regional e internacional.
Caracas, 21 de febrero de 2014
EXCLUSIVO: Comunicado Movimiento Estudiantil 2014

Fascismo participatorio: nosso destino comum? - Robert Higgs

Hoje alguém me lembrou desta minha postagem, feita quase um ano atrás.
Acho que tudo está dito: estamos caminhando no Brasil para o mesmo fascismo de que fala o autor, libertário, como eu, mas realista, reconhecendo as dificuldades do libertarianismo nas condições do Estado moderno.
Nem acho que no Brasil ele vai ser muito participatório. Acho que vai ser mais autoritário mesmo, como convém aos companheiros, que sempre falam em inclusão social que é para manter a legitimidade de que estão fazendo algo para os pobres, quando estão no máximo manipulando-os, e usando-os para suas finalidades de monopolização do poder político.
Mas, creio que a tendência é essa mesma.
As pessoas querem mais dessa coisa disforme que se chama Estado, elas não querem sair por aí lutando por direitos e, sobretudo, ter de comprar no mercado tudo o que precisam: elas querem que alguém dê para elas essas coias, e com isso se contentam em entregar parte de sua renda para esse ente ladrão que se chama Estado.
No nosso caso, é quase um Big Brother que nos diz o que podemos ou não podemos fazer.
Ainda temos alguns centímetros quadrados de liberdade, mas é pouco...
Não se desesperem, libertários, o mundo é assim mesmo...
Paulo Roberto de Almeida

Texto de 4 de Abril de 2013: 
Não sou um libertário, no sentido ideológico do termo, quero dizer, ainda que eu possa me dizer um libertário por princípio, individualmente, não me concebo como parte de um movimento. Acredito na plena autonomia do indivíduo, e acho, sim, que a sociedade estaria muito melhor com menos Estado e mais responsabilidade individual, mais mercado, mais competição, mais liberdade, enfim. O Estado é uma máquina que aprisiona, impõe, determina e proíbe, regulando até aspectos mais íntimos da vida cidadã. Por isso sou libertário.
Mas tenho plena consciência que a maioria das pessoas (digamos 95% da população) gostaria de ter um baby-sitter particular, para cuidar das suas coisas, dizer o que fazer, evitar perigos, garantir emprego e lazer, enfim, tomar conta do bebê que todo mundo gostaria de ser (pelo menos para as coisas chatas da vida). Por isso, as pessoas estão dispostas a trocar um pouco (às vezes muito) de sua liberdade, entregar um pouco (em vários casos muito) do seu dinheiro para esse ente que todos consideram imparcial e bondoso que se chama Estado (que via de regra é privatizado pelos mais espertos, e retira dos contribuintes bem mais do que devolve em bens e serviços).
O que mais se aproximou da versão radical do dirigismo estatal foi o marxismo, que falhou, sabemos todos, fez chabu e já não atrai muita gente (com exceção de acadêmicos alucinados e mais da metade dos "clientes" das universidades brasileiras).
O que sobrou então, no seu lugar, mais distributivista do que igualitarista radical, foi o keynesianismo, que comanda nossas vidas e vai continuar comandando por um bocado de tempo mais, enfim, até que suficientes desastres se acumulem para provocar uma mudança, e o surgimento de uma nova teoria estatizante com algumas variantes em relação ao que temos hoje.
Uma coisa é certa: 95% da população vai continuar pedindo um Estado-babá, e os políticos oportunistas vão continuar servindo de intermediários entre a riqueza coletiva e as prebendas que podem ser distribuídas a esses bebês chorões (com uma comissão importante reservada para si mesmos, isto é evidente).
Por isso, mesmo sendo libertário em espírito, não participo de nenhum movimento libertário. Aliás, não faço parte, e nunca farei, de nenhum grupo que me retire um grama, um centímetro de liberdade, e pertencer a um grupo libertário, mesmo de livre afiliação, já me parece uma concessão terrível que teria de fazer no plano de minhas liberdades pessoais.
Por isso concordo com a maior parte dos argumentos desse autor.
Não se desesperem! A maior parte das pessoas gosta desse fascismo participatório do qual ele fala.
Paulo Roberto de Almeida

Libertarian Wishful Thinking


As a rule, libertarians incline toward wishful thinking. They constantly pluck little events, statements, and movies from the flow of life and cry out, “Eureka! Libertarianism is on the march!” With some of my friends, this tendency is so marked that I have become amused by its recurrent expression—well, there he goes again!
Some of this tendency springs, I believe, from their immersion in abstract thought and writing. Many of them have read hundreds of books and articles on libertarianism itself or on closely related ideas and personalities. They love to point out that ideology controls everything and to remark that as soon as we can bring a substantial minority over to our way of thinking, the whole social and political apparatus will tip from tyranny into liberty—rather as the old Eastern European satellites of the USSR (seemingly) abandoned their Communist regimes and substituted much less oppressive regimes almost overnight, in most cases with little bloodshed.
Although I agree that ultimately ideology controls many other elements in social and political affairs, I do not agree that ideology in the Western welfare-warfare states is nearly as fragile as Communist ideology was in the old Soviet satellites. Libertarians rarely invest much time in the detailed study of how the dominant ideology is generated and maintained in the contemporary West. Even fewer of them dig into the detailed composition and operation of the many economic, social, and political institutions that are tied in countless ways into reliance on and support of the politico-economic status quo. Hundreds of thousands of such organized efforts go on day in and day out all over the country at every level. One has only to thumb through the telephone directory for the Washington, D.C., area to gain an impression of the amazing array of well-organized, well-funded, special-interest groups now working ceaselessly, in effect, to keep all attempts to restore liberty at bay and if possible to bind individuals down by additional legal restraints and obligations. Participatory fascism in the contemporary USA and other advanced Western countries is an arrangement so vast and far-reaching that it defies the grasp of any single researcher. Specialists can easily work full-time in simply trying to understand the workings of one tentacle among the thousands that the beast possesses.
To suppose that an overnight ideological conversion or “tipping” can remove all of these organizations from the scene or lead them to alter their objectives and modus operandi is fanciful beyond imagination. To borrow from the vernacular, it just ain’t gonna happen. For it to do so would amount to the most preposterous instance of the tail wagging the dog in human history. Communist regimes could be (seemingly) tipped because Communism was widely recognized as a failure, as a recipe for societal backwardness and a low level of living. After its initial revolutionary surge of support, its ideological underpinnings grew weaker and weaker with each passing year and, by the 1980s, not many true believers remained.
Such is not at all the case in the West today. Here nearly everybody is held tightly in the system by countless seemly beneficial ties that few people can imagine doing without: Who’ll send grandma a monthly check to keep her in groceries? Who’ll provide medical care for the scores of millions of lower-income people whose care now comes via Medicaid? Who’ll cover the huge medical bills the elderly now expect Medicare to pay? Who’ll subsidize the college loans on which millions of students rely? And so on and on. One has only to wade through the Code of Federal Regulations and ask on each page: if this particular regulation were scrapped today, how would its corporate and union beneficiaries react? Can one really imagine that these powerful institutions would simply shrug their shoulders if liberty should break out, after having fought for more than a century to forge the fetters that now bind the populace in the service of almost innumerable special interests?
One who maintains, as I do, that the existing system may crumble little by little, having heedlessly sowed thousands of poisonous seeds of its own destruction, but almost certainly will never just roll over and admit defeat, may seem to be a defeatist. But nothing is gained by entertaining an unrealistic view of what liberty lovers are up against. Even if one believes, as I do, that the existing system is not viable in the very long run, it may last in episodically patched-up forms for a long, long time. There are no magic bullets, such as abolishing the Fed. The state can use other means in the highly unlikely event that it should no longer have the Fed in its arsenal. The same can be said about most of the system’s other key elements.
In truth, the time for liberty lovers to make a stand that had a fighting chance of success was a century ago. But that chance was squandered, if indeed it ever packed much punch. Powerful economic, institutional, and ideological currents were working against it even then, and by now those currents, swelled by the self-interested efforts of several generations of statists in positions of great power and influence, have grown into a mighty river. This fascistic Rome wasn’t built in a day, and it wasn’t built by accident, either. It is not so flimsy that it will collapse because someone gives a libertarian-sounding speech in the Senate, because thousands of powerless college students turn out to hear Ron Paul speak, or because a writer embeds a libertarian sentiment in a film script. These things, however much they may cheer the libertarian heart, are the equivalent of the proverbial sparrow pecking at a pyramid. Wishful thinking about the impending triumph of liberty may be uplifting for libertarians, but it avails neither them nor the world anything of real importance.

A heranca maldita dos companheiros: destruindo companhias estatais

O proprio patrimônio deles, certo? Ou, o que eles gostariam de meter a mão, ao que parece...
Os companheiros estão atirando no próprio pé?
Assim é, se lhes parece...
Paulo Roberto de Almeida 

Interferência do governo custou mais de R$ 180 bilhões a estatais brasileiras

Nos últimos três anos, Petrobras perdeu 60% de seu valor de mercado, enquanto Eletrobras encolheu 63%
Em 2008, o valor de mercado da Petrobras era cinco vezes superior à da colombiana Ecopetrol. No ano passado, as duas empresas chegaram a valer o mesmo na bolsa. Enquanto a petrolífera vizinha praticamente manteve o seu valor de mercado nos últimos três anos, a estatal brasileira encolheu US$ 137 bilhões, ou 60% desde o fim de 2010. Em reais a Petrobras valia R$ 380,24 bilhões e passou a valer R$ 214, 68 bilhões, um tombo de 43%. Ainda mais acelerada foi a desvalorização da segunda maior empresa controlada pelo governo, excluídos os bancos. Do quarto trimestre de 2010 até o último balanço publicado, no terceiro trimestre de 2013, a Eletrobras viu seu valor de mercado em reais cair 63%: de R$ 26,2 bilhões para R$ 9,6 bilhões, segundo cálculos da consultoria Economatica. Juntas as duas perderam R$ 182,16 bilhões.
A perda de valor das estatais federais ao longo dos últimos anos, segundo especialistas, resulta principalmente da interferência política na gestão das companhias, o que contribui para o enfraquecimento do mercado de ações brasileiro, onde as duas sempre tiveram boa parte dos negócios. O governo tem exigido das estatais elevados investimentos a curto prazo e, ao mesmo tempo, permite que as dívidas brutas dessas duas empresas disparem, avaliam especialistas. Mas o principal problema, segundo eles, é a limitação das receitas obtidas pelas companhias.
— A Petrobras é alvo de manipulações, tendo os reajustes (dos combustíveis) limitados para colaborar com a inflação, e, no caso da Eletrobras, só um louco compra ações da empresa hoje, com essa confusão sobre as dívidas da empresa após o subsídio ao uso das usinas térmicas e a redução das tarifas — diz Paulo Feldmann, pesquisador de Economia das Organizações da Faculdade de Economia, Administração e Contabilidade (FEA-USP) e ex-presidente da Eletropaulo.
Analistas apontam a frequência cada vez maior do uso dessas empresas para fins fiscais e monetários pelo governo, o que enfraquece a gestão das companhias e sua sustentabilidade a longo prazo.
— O governo Dilma Rousseff adotou uma estratégia de uso mais intenso das estatais, forçando interesses do governo, mais ou menos como era feito no período militar e na década de 80, com o uso delas para controlar preços — diz Sérgio Lazzarini, professor do Insper e co-autor do livro “A reinvenção do capitalismo de Estado: a evolução do Leviatã”, a ser lançado.
“Ninguém sabe a conta”
Lazzarini destaca que é compreensível que um governo use as estatais para imprimir determinados rumos à economia nacional. Ele diz, porém, que a falta de transparência quanto às recentes atitudes acaba por turvar a visão do mercado sobre as companhias. Representantes de acionistas minoritários nessas empresas frequentemente reclamam que, muitas vezes, a gestão da macroeconomia prevalece sobre o interesse próprio das estatais. Exemplos disso seriam o freio no aumento dos preços dos combustíveis, e a adesão da Eletrobras, no ano passado, à proposta de renovação de concessões mediante redução de receitas, rejeitada por outras estatais de gestão estadual.
— Houve enorme aparelhamento dessas máquinas e, nisso, você levou para dentro delas o que pensávamos que já tinha acabado, que é o modelo patrimonialista, no qual se confunde interesse do Estado com interesse das pessoas no poder — diz o economista José Matias-Pereira, professor da UnB e ex-conselheiro do Conselho Administrativo de Defesa Econômica (Cade).
Esses economistas lembram que, assim como o controle do preço dos combustíveis afeta negativamente os resultados da Petrobras, a redução de 20%, em média, das tarifas elétricas em 2013 enterrou os planos de expansão da Eletrobras para o exterior e qualquer alusão à meta de transformá-la na “Petrobras do setor elétrico”.
— A pergunta é: quanto custa essa maneira de se combater a inflação pelas estatais? Custa caro e ninguém sabe a conta. Na minha opinião, elas viraram autarquias, apêndices do Tesouro Nacional. O interesse do controlador soa tão mais alto, que a ação de produção fica no segundo plano — afirma o economista José Roberto Afonso, pesquisador do Ibre/FGV.
Matias-Pereira destaca que, mesmo com seus caixas combalidos, as estatais têm sido forçadas pela União a elevar o volume de investimentos federais, o que acaba resultando na disparada do endividamento dessas empresas. Nesse esforço, o volume de investimento das estatais em 2013 foi recorde, de R$ 113,5 bilhões, segundo o Departamento de Coordenação e Governança das Empresas Estatais (Dest), do Ministério do Planejamento. Mesmo assim, o setor de energia, onde Petrobras e Eletrobras lideram os recursos, deveria responder por quase a metade do PAC 2, o que não ocorre na prática.
— Em 12 meses, o endividamento da Petrobras cresceu R$ 68 bilhões. Isso é um sinal financeiro de como a empresa está agravando a sua situação — disse.
Segundo os cálculos de Roberto Afonso, a partir de dados do Dest, as duas estatais tiveram déficit primário de 0,71% do Produto Interno Bruto (PIB, conjunto de bens e serviços produzidos no país) no ano passado (0,09% para Eletrobras e 0,62% para Petrobras). Para efeito de comparação, ele lembra que o superávit primário do governo central foi de 1,57% do PIB em 2013:
— Se ainda estivessem computadas dentro do setor público (como ocorreu no passado), as duas empresas consumiriam quase a metade do superávit primário feito pela União — afirma Afonso.
Ele diz ainda que as duas empresas investiram 2,2% do PIB no ano passado, segundo o Dest, mas, para isso, tomaram 1,58% do PIB em operações de crédito. Como as estatais estão sendo chamadas a puxar os investimentos em infraestrutura, logo acabam se endividando e gerando déficits, avalia o pesquisador do Ibre/FGV.
— Para investir, elas estão precisando se endividar cada vez mais e isso acaba por deprimir a avaliação de mercado dessas empresas, que, aliás, já gastaram 0,28% do PIB com juros. A decisão de se endividar segue apenas o interesse do governo, por isso não faltam ações na Justiça e na Comissão de Valores Mobiliários (CVM) questionando isso — afirmou Afonso.
Procurado, o Dest informou em nota que “não se manifesta sobre valores de mercado de empresas de capital aberto, cuja controladora é a União, por sua condição de coordenadoria e governança das estatais.” O Dest diz ainda que as empresas têm seus próprios canais de relação com investidores e prestam contas à CVM.
A Petrobras não comentou o teor da reportagem. A Eletrobras, em nota, informou que, quanto à desvalorização das ações, é preciso levar em conta que, em janeiro de 2010, foi aprovada a forma de pagamento dos dividendos relativos a exercícios sociais de 1979 a 1984, 1989, 1996 e 1998, no valor total de cerca de R$ 10 bilhões, dividendos estes que estavam embutidos no valor das ações daquele período. Segundo a Economatica, porém, seus cálculos já são ajustados conforme o pagamento de proventos, como dividendos.
A Eletrobras informa ainda que, em setembro de 2013, apresentava dívida líquida positiva, com saldo de cerca de R$ 1 bilhão a receber de financiamentos feitos pela companhia. O próximo balanço da empresa será publicado no dia 27. Este ano, a empresa ainda terá o impacto desfavorável da escassez de chuva que já se refletiu nas ações do setor elétrico na Bovespa pelo temor do racionamento.
Feldmann, da USP, defende que o governo tire as ações de Petrobras e Eletrobras do mercado, para preservar os investidores das possíveis manipulações.
Fonte: O Globo

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Amizades ditatoriais dos companheiros - Percival Puggina

Se eles não tem um mínimo de vergonha por admirar ditadores, deve ser porque gastariam de ser iguais a eles, não é mesmo? Só não são porque não podem, não porque não queiram...
Paulo Roberto de Almeida 

Não é o Brasil, senhores!

Dize-me a quem admiras. E eu te direi que isso me basta. Muito tem sido escrito sobre as afeições do governo brasileiro no cenário internacional. Eu mesmo já escrevi sobre a carinhosa saudação de Lula na 10ª Reunião do Foro de São Paulo, em Havana, no ano de 2001: “Obrigado, Fidel, por vocês existirem!”. E, não satisfeito com tão derretida manifestação de afeto, Lula arredondou o discurso com esta faiscante pérola: “Embora o seu rosto esteja marcado por rugas, Fidel, sua alma continua limpa porque você não traiu os interesses do seu povo”. Que coisa horrível! E note-se: é uma adoração coletiva. Interrogue qualquer membro do governo sobre violações de direitos humanos, prisões de dissidentes, restrições às liberdades individuais na ilha dos Castro. Verá que ele, imediatamente, passa a falar de ianques em Guantánamo. Essa afinidade entre nossos governantes e os líderes cubanos é carnal, como unha e dedo. Quando se separam, dói. Noutra perspectiva, parece, também, algo estreitamente familiar.
Filial, como quem busca a bênção do veterano e sábio pai, fraternal na afinidade dos iguais, e crescentemente paternal, pelo apoio político, moral e financeiro à velhice dos dois rabugentos ditadores caribenhos. E haja dinheiro nosso para consertar o estrago que a dupla já leva mais de meio século produzindo.
Um pouco diferente, mas ainda assim consistente e comprometida, solidária e ativa, a relação do nosso governo com o delirante Hugo Chávez e seu fruto Maduro. Ali também se estendeu _ e estendida permanece, resolutamente disponível _ a mão solidária do governo brasileiro. Pode faltar dinheiro para as penúrias humanas do nosso semiárido, para um tratamento menos indigno aos aposentados e pensionistas do país, para os portos e aeroportos nacionais, mas que não faltem recursos para pontes, portos e aeroportos na Venezuela e em Cuba. Parece, também, que entramos num infindável ano bíblico de perdão de dívidas. Onde houver um tiranete africano ou ibero-americano em necessidade, lá vai o Brasil rasgar seus títulos de crédito. Quando foi deposto o virtuoso Fernando Lugo, com suas camisas tipo clergyman adornadas com barras verticais que lembravam estolas, nosso governo experimentou tamanha dor, que preferiu perder a amizade dos paraguaios. A parceria se reuniu, expulsou o Paraguai do Mercosul e importou, não a Venezuela, mas o folclórico Hugo Chávez.
Eu poderia falar sobre o silêncio do Brasil em relação ao que a Rússia está fazendo na Crimeia. Aliás, haveria muito, mas muito mais, do mesmo. Mas isso me basta. Percebam os leitores que, em todos os casos, a reverência, o apreço, a dedicação fluem para as pessoas concretas dos líderes políticos, membros do clube, e não para os respectivos povos. Não são os cubanos, mas os Castro. Não são os venezuelanos, mas os bolivarianos Chávez e Maduro. Não eram os paraguaios, mas Lugo. Não são os bolivianos ou os nicaraguenses, mas Evo e Ortega. Não são os povos africanos, mas seus ditadores. Há algo muito errado em nossa política externa. Tão errado que me leva a proclamar: não é o Brasil, senhores, mas é Lula, Dilma e seus companheiros!
Isso me basta. No entanto, ocorre-me uma investigação adicional e para ela eu peço socorro à memória dos meus leitores: você é capaz de identificar uma nação ou um estadista realmente democrático, uma democracia estável e respeitável, que colha dos nossos governantes uma consideração minimamente semelhante à que é concedida nos vários exemplos que acabo de citar? Pois é, não tem.
Fonte: Zero Hora, 09/03/2014

A frase do dia (ou da noite): John Lukacs

History does not repeat itself, even though historical and ideological illusions persist longer than they should.

John Lukacs:
A Short History of the Twentieth Century
(Cambridge, Mas.; The Belknap Press of Harvard University Press, 2013), p. 13.