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sábado, 2 de julho de 2011
Emergencia do Brasil no cenario internacional - o caso da FAO
Creio que ele exagera nas implicações importantes para as relações internacionais. Afinal de contas, a FAO já foi liderada por um africano, o senegalês Diouf, por doze anos, e não parece estranho que um representante de outro país em desenvolvimento tenha sido eleito para o cargo. Apenas confirma que o tema atrai consumidores ou produtores de alimentos.
O autor está completamente enganado quanto a que o Fome Zero se aplica no Brasil: ele foi, de fato, concebido por Graziano, mas sobre a base de preconceitos políticos, mais do que sólidas análises econômicas, e foi um completo fracasso, assim como foi um completo fracasso a tentativa da diplomacia lulista de transformar o Fome Zero brasileiro em Fome Zero universal. O fato de que se continue a falar do Fome Zero, como se fosse algo existente, tangível ou que tenha tido sucesso se deve inteiramente à propaganda de Lula e seu governo, estas sim imbatíveis, mas que constroem sobretudo sobre mentiras, não sobre fatos.
O autor também se engana em achar que isso transforma as relações internacionais. Se o mandato de Diouf não mudou absolutamente nada nas relações internacionais, porque o mandato de um outro representante de país em desenvolvimento iria mudar as relações internacionais? O poder internacional se expressa na capacidade de projeção externa, no plano da segurança e das relações econômicas fundamentais: comércio, finanças, investimentos. Se e quando o Brasil for influente nessas áreas, será porque ele se integrou ao mainstream dessas relações, não porque elas se tenha transformado apenas por causa de sua integração.
É lamentável que o Brasil não tenha apoiado o candidato mexicano, que seria mais suscetível de realmente mudar o FMI do que a candidata francesa. Ou seja, neste caso, a postura do Brasil estava completamente errada, e foi adotada porque, por razões puramente políticas ou ideológicas, achava o candidato mexicano -- saído da escola de Chicago -- muito "neoliberal" ou submisso ao império, como se a francesa fosse oposta ao império e de uma linha heterodoxa. Pura ilusão e preconceito.
O único ponto correto em todo este artigo é o 7, sobre a transparência dos mercados agrícolas e o fim dos subsídios. Mas isso não tem absolutamente nada a ver com a diplomacia de Lula ou com a postura de Graziano. Isto tem a ver com o agronegócio brasileiro, que é completamente contrário às teses tradicionais de Lula ou de Graziano, que pretendem continuar com políticas subvencionistas ao pequenos agricultores familiares, e têm preconceitos contra o agronegócio.
O ponto 8 é patético, pois converte Graziano em refém ou afilhado de Lula, o que é propriamente vergonhoso para um funcionário internacional. Ter de fazer apelo a Lula se Graziano falha é sinal de que, como Dilma, eles não têm nenhum mérito próprio, a não ser depender de um personagem megalomaníaco e cuja imagem foi inteiramente construída sobre a base de propaganda mentirosa ou exagerada (provavelmente ambas).
Paulo Roberto de Almeida
Brasil y la FAO. Un micro ajuste en las profundas transformaciones del orden internacional actual
Esteban Actis
Boletim Mundorama, 01 Jul 2011 06:53 PM PDT
En los últimos días de Junio, en la mayoría de los diarios del mundo la noticia del remplazo Dominique Strauss-Kahn por la ministra de finanzas francesa Christine Largade en la dirección del Fondo Monetario Internacional tuvo una alta repercusión debido a la “novela policial” de su compatriota, como la relevancia que tiene un cambio de mando en el organismo multilateral de crédito en un contexto de plena discusión sobre la “crisis de la deuda europea”. Asimismo, horas antes y casi en paralelo, el brasileño José Graziano da Silva era elegido nuevo presidente de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por su sigla en inglés), venciendo en la votación el ex canciller español Miguel Ángel Moratinos.
Este acontecimiento, que a priori parece una normal rotación en un organismo de las Naciones Unidas, tiene implicancias importantes para las Relaciones Internacionales, a saber:
1) En la proyección internacional de Brasil. Lo sucedido representa un importante logro para la diplomacia brasileña en la constante búsqueda para convertir a Brasil en un “Global player”. Las presidencias de los organismos internacionales son atributos de poder que reflejan la trayectoria de un país en una temática determinada. Graziano fue el creador de los planes Hambre Cero y Bolsa Familia, que se aplican en Brasil y que han tenido reconocimiento en todo el mundo por su efectividad ante el flagelo del hambre
2) En la distribución del poder en el orden internacional. La elección por mayoría del ministro brasileño en detrimento de Moratinos debe enmarcarse en aumento de influencia en la política internacional de ciertas potencias emergentes en términos relativos. Influencia no sólo en término de hard power – Brasil se convirtió en la octava economía del mundo desplazando a España al noveno lugar- sino en su carácter simbólico y de prestigio, aspectos menos tangibles pero no por eso menos importantes en las RRII.
3) En la unidad latinoamericana y en la cooperación Sur-Sur. Salvo México, los restantes países de América Latina y el Caribe dieron su voto a Graziano, en clara señal de la importancia que tiene para una región productora de alimentos quedarse con la presidencia de la FAO. Unidad que muchas veces queda en la lexis diplomática y no en la praxis. En tanto, el candidato brasileño obtuvo el apoyo de países claves del denominado sur, como Indonesia y Sudáfrica, y el respaldo del G-77.
4) En la relación bilateral entre México y Brasil. La negativa de México a apoyar a Graziano se debió a la decisión de Brasil de apoyar a la francesa Lagarde en detrimento del candidato mexicano, que intentaba romper con la hegemonía europea en el FMI. La delegación de México consideró que el voto de Brasil va en contra de su larga campaña para reformar las instituciones internacionales. El hecho evidenció los históricos recelos diplomáticos entre los dos gigantes latinoamericanos.
5) En La (des)Unión Europea. La sucesión en la FAO mostró en una dosis micro las dificultades que tiene el proceso de integración europeo para lograr acuerdos, ya no sólo en materia de políticas económicas, sino para unificar criterios en su proyección internacional. La presentación de dos candidatos, contribuyó también a la derrota del candidato español. En la primera vuelta, el aspirante austriaco, Franz Fischler, obtuvo solamente diez votos, entre ellos el de Alemania, y a pesar de ello no dio muestras de querer retirarse para dejar el camino libre a Moratinos. Solo las presiones de la misión española y la insistencia de Estados Unidos convencieron a Fischler declinar su postulación
6) En el fracaso del iberoamericanismo. La diplomacia española intentó jugar la carta iberoamericana para conseguir adeptos, pero salvo México, los demás relegaron en un segundo plano los lazos iberoamericanos, incluyendo al propio Portugal.
7) En la discusión sobre la producción de alimentos y su impacto en la problemática del hambre. La victoria del brasileño va en sintonía con la primacía de la tesis de los países productores de alimentos en el G-20 de impulsar la producción agrícola, la transparencia del mercado alimentario y políticas de coordinación, sobre la idea de fijar topes a los precios de los commodities.
8) En la importancia que tienen las relaciones interpersonales y los liderazgos individuales en las relaciones internacionales. El hecho en cuestión volvió a demostrar la capacidad de atracción y credibilidad que tiene el ex presidente Lula. La activa militancia y participación del antecesor de Dilma Rousseff fue determinante a la hora de lograr adhesiones y apuntalar la figura de Graziano. Lo demostró la delegada sudáfricana, al afirmar durante la reunión del G-77: “Si Graziano falla, iremos a Lula y le pediremos que lo arregle”.
Aquellos que estudiamos las Relaciones Internacionales somos testigo de un orden internacional en plena transformación. La manifestación de dichos cambio debe buscarse, muchas veces, en pequeños acontecimientos de la política internacional los cuales condensan las actuales tensiones. La elección del presidente de la FAO es un ejemplo.
Esteban Actis es doctorando en Relaciones Internacionales. Licenciado en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales UNR-Argentina, Profesor adscripto en la misma casa de estudios de las asignaturas “Economía Internacional” y “Política Internacional Latinoamericana” . Becario Doctoral del CONICET (e.actis@conicet.gov.ar)
Um comentário:
Nenhum tipo de preconceito, mas só podia vim da Argentina. Confesso que não entendo muito bem a maneira de atuar no cenário externo da Argentina, por muito tempo ele teve agido como Corinto dos tempos atuais, sempre indo de encontro a outras potências, até que Escudê resolveu alertar o próprio governo, com o que ele chamou de Realismo periférico, daí parece que eles largaram de bater testas com as potências desenvolvidas e começaram com as em desenvolvimento. Algum posicionamento professor?
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