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domingo, 29 de setembro de 2013

A doutrina do nos e eles: a polarizacao social, em curso na Venezuela - Carlos Malamud

Mutatis mutandis, a descrição também cabe no Brasil dos companheiros, o reino das oposições (falsas, por certo) entre tudo o que os companheiros fazem, e os demais, todos os demais. A despeito disso, os companheiros adoram capitalistas, banqueiros e todos aqueles que se aliam a eles...
Paulo Roberto de Almeida

Polarización y fractura social

Infolatam, 29/09/2013
Por CARLOS MALAMUD




Ya desde la época del primer peronismo, los populistas latinoamericanos apostaron por la polarización y la crispación social como un mecanismo idóneo para hacer política y movilizar a los suyos detrás de sus grandes objetivos. Rápidamente el propio Juan Perón se encargó de instalar la idea de su identificación con la patria y que todo aquél que no lo apoyaba representaba a la antipatria.
En esta lógica binaria todo era blanco o negro, bueno o malo. Tras la Revolución Cubana la dicotomía se condensó en la fórmula “Patria o muerte”, agregándole un componente necrofílico a la defensa de la causa. Posteriormente otros líderes políticos siguieron este camino, siendo Hugo Chávez uno de los alumnos más aventajados de la doctrina peronista y castrista a comienzos del siglo XXI. De este modo se estaba con Chávez o contra Chávez, y todos aquellos que no apoyaban al comandante eran por definición no sólo antirrevolucionarios (o contrarrevolucionarios en el peor de los casos) sino también prooligarcas y proimperialistas.
Si bien por este camino se consigue alcanzar importantes objetivos, el precio a pagar en términos de fractura social se vuelve cada vez más insoportable y las heridas causadas muy difíciles de cicatrizar. No se trata únicamente de un enfrentamiento de clase contra clase, como se decía en términos marxistas, sino que la daga de la división va mucho más allá y su filo se hunde sangrante en el seno de las familias y también de grupos de amigos. En Argentina tuvieron que pasar dos o tres generaciones tras la caída de Perón en 1955 para que una mitad de la sociedad aceptara a la otra mitad con cierta normalidad. Y en Venezuela todo indica que se va por el mismo camino.
Estas cuestiones fueron presentadas adecuadamente por la cineasta venezolana Mariana Rondón, ganadora de la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián por su película Pelo Malo. En una entrevista concedida a El PaísRondón dice que su obra surge de una sensación de “de dolor y ahogo” provocada por la situación imperante en su país: “Llevo mucho tiempo asfixiada por esos pequeños gestos, por esas cosas que pasan en la vida diaria venezolana, cómo el contexto social se ha metido en las familias, los amigos, creando una pequeña violencia que puede parecer chiquita, pero que suma y suma”.
Pero Rondón va mucho más allá a la hora de describir la gravedad de lo que ocurre: “No me gusta la polarización de mi país. Quiero que gente muy diferente encuentre ese lugar para charlar. En esta radicalización que me preocupa mucho hemos perdido los sitios de encuentro. No me puedo creer que no haya marcha atrás. Cada vez nos hacemos más daño y nos hundimos más. Cada vez el otro, por no tener la misma idea, es más enemigo. Y a mí nadie me dijo que esto era una guerra, solo íbamos a unas elecciones. Paremos. Hay un dolor inmenso. De un acto político, un referendo, hemos pasado a un acto de fe, de ideas”. ¿De quién fue la responsabilidad? Toda de Chávez. Cuando dijo eso de que quien no está conmigo está contra mí nos sentenció a esta guerra. Y Maduro sigue el mismo camino. Paremos, construyamos un país, construyamos una vida”.
Quizá la idea más grave que desarrolla Rondón es la de que fue Chávez, al decir que quién no está con él está contra él, el responsable de la sensación bélica que impera y divide al pueblo venezolano. Por eso, mientras se insista en recorrer ese camino, y Nicolás Maduro con cada nueva declaración se ratifica en seguir marchando por ahí, no habrá alivio para nadie.
Pero éste no es un problema que sólo afecta a Venezuela. Evo Morales, Rafael CorreaDaniel Ortega y Cristina Fernández se empeñan en conductas similares. De este modo no hay lugar para la política, en la medida que la política es la forma de solucionar los conflictos sociales pacíficamente y mediante el diálogo entre los partidos. Evidentemente esto no excluye la movilización, pero si el manido recurso, del que se abusa demasiado últimamente, la descalificación del otro. Decir que la oposición es golpista porque quiere ganar las elecciones es cerrar todas las puertas y ventanas a la política.

domingo, 22 de setembro de 2013

Socialismo e'... quando falta papel higienico, e quando a privada nao funciona... - Venezuela, of course

Nunca me esqueci desta definição perfeita do socialismo, que fez Pedro Paulo, meu filho, então com 4 anos, a quem, depois de percorrermos vários países socialistas da Europa central e oriental, no início dos anos 1980, eu tentava explicar as diferenças entre o socialismo e o capitalismo, onde ele nasceu, mais exatamente no capitalismo ideal da Suíça.
Depois de falar da propriedade privada dos meios de produção, do papel do Estado, e de todas aquelas coisas que estão nos melhores manuais do marxismo-leninismo, eu resolvi perguntar a ele.
"E aí Pedro, você entendeu as diferenças entre socialismo e capitalismo?"
Ele me olhou bem seriamente, e em vista de todas as nossas experiências por hoteis até de luxo na Europa oriental, me disse, o mais candidadamente possível o que vai no título:
"Ah, já sei. Socialismo é quando a privada não funciona e falta papel higiênico."

Achei perfeita a definição, muito melhor que todos os exercícios eruditos de comparação entre sistemas políticos e econômicos, genial na sua simplicidade, tanto que nunca esqueci, e não me canso de dizer: socialismo é quando falta papel higiênico...

Pois bem, sob esse ponto de vista, a Venezuela já é um país perfeitamente socialista...
Paulo Roberto de Almeida

Venezuela desabastecimiento

Ocupan fábrica de papel higiénico por abatecimiento

Reuters
Caracas, 22 de septiembre de 2013
Las claves
  • El desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos se ha agravado este año en medio de una galopante inflación. Las largas filas frente a los supermercados son comunes cuando surten productos escasos.
  • "La decisión se tomó al observar la vulneración de este derecho en el acceso al rubro papel higiénico", dijo la jefa de la reguladora Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop), Karlín Granadillo.

¿Qué pasa si Maduro gana?

El análisis
Luis V. León
“No son ciertas ni las tesis chavistas que indican que la oposición está devaluada, ni las consignas opositoras que plantean que a Maduro no lo quiere ni su mamá. El país mostró en abril que, electoralmente hablando, las dos fuerzas son similares. Los números recientes no muestran nada muy distinto, excepto que ambos grupos políticos enfrían su relación con la gente, de manera más o menos pareja, algo que seguramente cambiará en el clímax de la campaña local, convertida en plebiscito simbólico”. (El Universal. Venezuela)
El Gobierno venezolano ordenó el viernes la ocupación temporal de la fábrica de papel higiénico Manpa para asegurar el abastecimiento de un producto que se convirtió en un símbolo de la escasez de bienes esenciales en el país.
El desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos se ha agravado este año en medio de una galopante inflación. Las largas filas frente a los supermercados son comunes cuando surten productos escasos.
“La decisión se tomó al observar la vulneración de este derecho en el acceso al rubro papel higiénico”, dijo la jefa de la reguladora Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop), Karlín Granadillo, en un comunicado de prensa.
Sundecop dijo que la medida se decidió para verificar el proceso de producción, distribución y comercialización del papel higiénico, pero no dio detalles sobre las normas que habría vulnerado la empresa.
Manpa es una empresa local que fabrica papel higiénico, toallas sanitarias y pañales desechables.
“El equipo responsable de la ocupación temporal podrá adoptar las medidas que sean necesarias para la ejecución de lo ordenado en este acto administrativo”, agregó Granadillo.
“Incluso pueden asumir la dirección de las actividades de producción, distribución y comercialización desde la fecha de su notificación y por 15 días continuos”, sostuvo.
El Gobierno de Nicolás Maduro culpa a las empresas privadas de la escasez, mientras industriales e importadores se quejan de las dificultades para acceder a los dólares que les permiten comprar materia prima y bienes finales en el exterior, en medio de un estricto control cambiario.
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Carlos Malamud: Venezuela desabastecimiento

Papel higiénico e industrialización por sustitución de importaciones (ISI)


El papel higiénico es un artículo de lujo en Venezuela.
El papel higiénico es un artículo de lujo en Venezuela.
Infolatam
Madrid, 22 septiembre 2013
Por CARLOS MALAMUD
En un país normal existen básicamente dos respuestas frente a la falta de productos de consumo final. La primera, que permite afrontar la escasez con resultados inmediatos, es abrir su importación con el fin de satisfacer el exceso de demanda que pueda haber en un momento determinado. La segunda, que durante largas décadas tuvo una fuerte presencia en la mayor parte de América Latina y hasta fue enarbolada como todo un programa de desarrollo, es producir en el país lo que hasta entonces se importaba.
Esta solución conocida como industrialización por sustitución de importaciones (ISI) se concentraba en los años posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial en la producción de bienes de consumo final. Cuanta menos tecnología se incorpore, como ocurre con el papel higiénico, más fácil es producir determinados bienes.
En Venezuela el papel higiénico escasea de forma manifiesta y pese a haberse convertido en un tema político de importancia ni se han abierto de par en par las fronteras para importarlo ni se han adoptado los estímulos necesarios para que emprendedores privados comiencen su producción. Si bien en mayo pasado el gobierno aprobó la importación de 50 millones de rollos para solventar la crisis , las serias dificultades que constriñen al comercio exterior impidieron una rápida normalización de su abastecimiento.
En contra de la premisa inicial, Venezuela no es un país normal, al menos en este sentido. Debido a una serie de políticas económicas erróneas el mercado ha sido laminado y no existe ningún sistema racional de fijación de precios, más allá de los decretos gubernamentales. En aras de construir el llamado socialismo del siglo XXI en Venezuela se han cometido verdaderas tropelías económicas, comenzando por las frecuentes nacionalizaciones de sectores no estratégicos de la economía.
La última medida del gobierno del presidente Nicolás Maduro para paliar los efectos de la falta de papel higiénico ha sido la ocupación militar de la fábrica de Manufactura de Papel (Manpa) en el centro del país. Teóricamente la maniobra tiene un carácter “temporal” y según la Superintendencia de Costos y Precios Justos su objetivo básico es “garantizar el abastecimiento normal de los rubros de primera necesidad para el pueblo”.
Un tweet del vicepresidente Jorge Arreaza, uno de cuyos mayores méritos políticos es estar casado con una hija de Hugo Chávez, ha provocado mayor confusión. Según Arreaza la medida se tomó “para verificar el proceso de producción, comercialización y distribución de papel higiénico”. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia (vigésima edición, 1984) el verbo verificar tiene tres acepciones: 1) Probar que una cosa que se dudaba es verdadera; 2) Comprobar o examinar la verdad de una cosa y 3) Realizar, efectuar.
Vayamos por partes. En el caso de aplicarse la primera acepción el gobierno trataría de comprobar que efectivamente en la planta de Manpa se produce papel higiénico y no otra cosa, y no se estaría burlando la confianza del consumidor. Con la segunda acepción presente uno podría pensar en una auditoría en toda regla del proceso de producción, distribución y comercialización (por este orden) del papel higiénico, desde que la pasta de celulosa llega a la fábrica hasta que el consumidor final tiene los rollos en sus manos.
La tercera es la más problemática, aunque es la que más condice con la filosofía rectora del gobierno venezolano en los últimos 14 años: el intervencionismo estatal. En este caso, el más probable de los tres, el operativo militar tendría el propósito de ocupar la fábrica, bien para que la producción sea controlada por el gobierno o bien para aprender los arcanos secretos de la producción de papel higiénico. De este modo, una nueva “Misión” bolivariana impulsaría la construcción de diversas factorías de papel higiénico en los distintos estados venezolanos para garantizar un abastecimiento normal y fluido.
La actual coyuntura no deja mucho margen para la sorpresa, dado el lamentable estado del sector manufacturero privado, por no hablar de las nacionalizaciones. A esto se agrega que Venezuela es el único importador neto de materias primas agrícolas en América Latina. En 2012 sus exportaciones agrícolas y de alimentos apenas sumaron u$a36,64 millones gracias al ron, cacao, frutas tropicales y camarones. Esta situación se complica aún más según reconoció el ministro de Agricultura Yván Gil, ya que el país importa el 50% de los alimentos que consume, una cantidad que fuentes privadas aumentan al 70 – 80% del total. El año pasado la factura por importación de alimentos ascendió a u$a8.120 millones, un 58% más que en 2011, según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas).
Siguiendo la misma receta aplicada durante muchos años por Hugo Chávez, el gobierno venezolano busca resolver problemas políticos (y económicos) con una metodología y tácticas militares. Por eso se define a lo que está pasando como una “guerra económica” desatada por la oposición para acabar con el gobierno legítimo. Pero la formación militar de Maduro, a diferencia de su mentor político, es muy deficiente. De seguir por este camino no sólo es bastante probable que pierdan la batalla contra el desabastecimiento sino también la guerra por mantener vivo el proyecto bolivariano e incluso la figura misma de Hugo Chávez.

segunda-feira, 16 de setembro de 2013

Las interminables negociaciones UE-Mercosur - Carlos Malamud

Las negociaciones UE Mercosur a la espera de nuevas definiciones

America Latina Europa
En el presente mes de septiembre tanto la UE como Mercosur deberían presentar sus ofertas en materia comercial
Infolatam
Madrid, 15 septiembre 2013 
Por CARLOS MALAMUD
(Infolatam).- La firma de un Tratado de Asociación entre la Unión Europea (UE) y Mercosur sigue en el aire. Si bien en la Cumbre UE – América Latina y Caribe celebrada en Madrid en mayo de 2010 se acordó relanzar la negociación con el objetivo de cerrar antes de finales de ese año un acuerdo birregional, poco se ha avanzado desde entonces en la materia.
En el presente mes de septiembre tanto la UE como Mercosur deberían presentar sus ofertas en materia comercial, ya que en los aspectos político y de cooperación no parecen existir grandes diferencias. Pero es precisamente en ese punto donde las resistencias dentro de Mercosur son mayores. Pese a no ser ésta la única causa del atraso negociador, es una de las más importantes.
A esto se agregan los cambios trascendentales ocurridos tanto en la UE y el Mercosur como en el contexto global. En la UE se pasó de una asociación de 15 miembros a otra de 28, mientras que en el Mercosur el ingreso de Venezuela fue acompañado de la suspensión de Paraguay. Recientemente el anuncio de negociaciones entre Estados Unidos y la UE para firmar un mega acuerdo de libre comercio transatlántico que se suma a la iniciativa del Trans-Pacific Partership (TPP) ha impactado de lleno en la relación UE – Mercosur.
Pese a ser apoyada por Dilma Rousseff José Mujica, la incorporación venezolana al bloque subregional suramericano debilita la posición negociadora de Brasil frente a la UE. El gobierno bolivariano hace gala de una filosofía comercial antagónica con el libre comercio y la abolición o reducción de sus barreras arancelarias no figura entre sus premisas.
Simultáneamente en Brasil ven con preocupación la próxima pérdida de sus preferencias comerciales con Europa. El país ha sido clasificado por la UE como de renta media alta, una decisión que comenzaría a tener consecuencias a partir de 2014. De este modo, según el Financial Times, cerrar un acuerdo con la UE se ha convertido en una necesidad urgente para el gobierno brasileño.
En Brasilia ya es un secreto a voces que Rousseff ha perdido la “paciencia estratégica” que tenía con Argentina y, muy especialmente, con los gobiernos kirchneristas. En los últimos meses su relación con Cristina Fernándezse ha ido tensando de forma creciente y hay muchos empresarios, funcionarios y políticos que insisten en que “Con Argentina o sin Argentina es necesario arreglar pronto con Europa”.
Sin embargo ni la UE ni mucho menos Brasil, dada su compleja relación con sus vecinos, están interesados en ser los responsables de la desaparición de Mercosur. De ahí la necesidad de buscar soluciones imaginativas para esquivar las actuales rigideces institucionales que impiden a sus miembros negociar unilateralmente tratados comerciales. Si eso no fuera posible, cada vez son más los que se atreven a afirmar que Brasilia podría discutir en solitario un Tratado con la UE, convencidos de que su paso sería rápidamente seguido por Uruguay e inclusive por Paraguay.
Entre las opciones barajadas para eludir lo dispuesto en la Decisión 32/00 que prohíbe a los países del Mercosur negociar de forma individual se ha comenzado a hablar de un posible acuerdo a dos velocidades. El precedente es el Acuerdo de Complementación Económica Nº 59 de 2003 firmado por Mercosur con Colombia, Ecuador y Bolivia (la Comunidad Andina).
De este modo, todos los miembros del Mercosur deberían negociar y firmar un acuerdo marco para avanzar en el Tratado con la UE. En un momento posterior Brasil debería presentar su propuesta y calendario de desgravación arancelaria al tiempo que recibiría de forma recíproca el esquema de la UE. Si bien es factible que Uruguay y Paraguay se sumen de inmediato, los restantes países, especialmente Argentina y Venezuela, no tendrían que cumplir los mismos plazos, aunque en algún momento también se deberían sumar a la negociación.
Según el último informe de la CEPAL sobre comercio exterior los países latinoamericanos se verían seriamente afectados por los mega acuerdos regionales de libre comercio. Sin embargo, no todos ellos sufrirían las mismas consecuencias. Los más abiertos y con TLC firmados con Estados Unidos y la UE estarían en una situación más favorable que los demás. Éste es un tema de creciente preocupación para las autoridades brasileñas y una de las principales diferencias entre los países de la Alianza del Pacífico y los del Mercosur.

segunda-feira, 26 de agosto de 2013

Bolivia: a deformacao da realidade pelas autoridades; a tentativa de impor uma mentira oficial - Carlos Malamud

Carlos Malamud: Bolivia, el censo y los populismos en América Latina

Fantasías y realidades en el censo boliviano

censo bolivia
Infolatam
Madrid, 25 agosto 2013
Por CARLOS MALAMUD

Una de las características del discurso populista, el tan manido “relato”, es la facilidad con la que se tergiversan la historia y la realidad para hacerlas coincidir con un determinado curso de acción política. Por eso, la reescritura de la historia es constante, y también la readaptación de la coyuntura política, económica y social. Así, la versión populista del viejo sería “si el relato (la teoría) y la realidad no coinciden, peor para la realidad”.
Suele ocurrir que los hechos y los duros datos estadísticos son tozudos, aún así los líderes populistas latinoamericanos siguen inasequibles al desaliento. Los censos de población deberían ser mediciones objetivas que retratan demográficamente a las sociedades en un momento determinado. Sin embargo, el condicional entra en escena cuando hasta los resultados censales son objeto de manipulación y politización.
Esto ocurrió en Bolivia tras la publicación final del censo de población y vivienda de 2012, que provocó dos tipos de reacciones muy diferentes. La primera y más extendida fue de protesta frente a unas cifras finales bastante menores que las estimaciones iniciales. Esto supone la pérdida de recursos para los municipios y departamentos más afectados, ya que los recursos presupuestarios se distribuyen siguiendo criterios demográficos. Lo mismo ocurre para asignar los escaños de la Asamblea nacional.
La segunda reacción fue más llamativa, al relacionarse con la composición étnica boliviana.Según el censo de 2001 Bolivia era un país mayoritariamente indígena, con un 62% de población autoidentificada como indígena (un 55% como quechua y aymara). Sobre estas premisas se construyó el estado plurinacional y multiétnico impulsado por Evo Morales y el MAS, que intentó transformar el país de arriba a abajo, eliminando todos los vestigios coloniales que sojuzgaban a la población originaria.
El censo de 2012 hizo añicos las cifras anteriores, ya que si bien se excluyó la categoría de mestizo entre las autoidentificaciones posibles, la población que se reconocía como indígena bajó sensiblemente al 41% (y los quechuas y aymaras al 36%). De este modo, un 59% de la población boliviana no se siente representada por ninguna de las categorías étnicas (pueblos originarios y afrodescendientes) presentes en la Constitución indigenista de Evo Morales.
Estos datos provocaron algunas reacciones insólitas, comenzando por las más altas autoridades políticas del país. Morales mostró su asombro inicial y su incredulidad ante unas cifras que contradecían abiertamente su discurso: “A mí también me ha sorprendido, los datos anteriores eran muy diferentes, no sé si estamos en una etapa de desclasamiento, estamos en etapa tal vez de una mayor mentalidad colonizadora, es debatible”.
LA PAZ (BOLIVIA), 21/11/2012.-EFE/Martin Alipaz
Morales mostró su asombro inicial y su incredulidad ante unas cifras que contradecían abiertamente su discurso:
Su primera reacción fue considerar al pueblo boliviano como menor de edad. En tanto no se identifican con las premisas emanadas del poder, los ciudadanos bolivianos o bien se autodesclasan o bien poseen una mayor mentalidad colonizadora. Posteriormente intentó matizar algo más los resultados y llegó a una conclusión aún más impactante: en Bolivia la clara mayoría es indígena o, como les gusta decir a los actuales gobernantes, originaria. De forma novedosa explicó que casi todos los bolivianos son originarios milenarios u originarios contemporáneos, el nuevo eufemismo de mestizo. Esta última definición es la mejor prueba de la inutilidad absoluta del concepto originario, un mal sinónimo para referirse a los indígenas.
Como suele ocurrir en lo referente a las cuestiones ideológicas, el vicepresidente Álvaro García Linera fue aún más lejos. Para él, el concepto mestizo no se incluyó en el censo ya que  “El mestizaje no es una identidad, es una categoría colonial tributaria; en sentido estricto, todo ser humano del mundo es biológicamente mestizo”. A partir de allí los resultados del censo sólo sirven para reforzar sus posiciones. De este modo “No sólo hay una consolidación de las naciones culturales indígenas originarias en Bolivia, sino también hay una fortificante indianización de la propia nación a partir del papel dirigente en la construcción del Estado por parte del movimiento indígena originario campesino, vecinal obrero y popular; es así como debemos leer los resultados del censo de 2012”.
Según su punto de vista los resultados del censo no sólo van a permitir el reforzamiento del estado plurinacional boliviano, sino que a partir de ahora éste puede ser el modelo para la construcción de un nuevo “Estado Continental Plurinacional”. Ya da igual cómo se autoidentifique la gente, en este terreno también lo que vale es la concepción apriorística de los redentores populistas que conducirán a América Latina por el camino de la salvación.
Mientras la fantasía se imponga a la realidad, mientras los relatos sean más importantes que los procesos, será imposible que algunos países de América Latina abandonen la situación de atraso en que se encuentran. No basta con crecer a tasas elevadas durante una larga serie de años si los recursos generados no se destinan a construir instituciones sólidas y reforzar sociedades bien estructuradas e integradas y no divididas y polarizadas. Puede que en un momento determinado el nivel de autosatisfacción sea elevado, pero en el largo plazo, sobre el que se basa el juicio de la historia, los devaneos populistas y sus efímeras aventuras políticas serán severamente condenados.

CARLOS MALAMUD. Catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de España e Investigador Principal para América Latina y la Comunidad Iberoamericana del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Ha sido investigador visitante en el Saint Antony´s College de la Universidad de Oxford y en la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires y ha estado en posesión de la Cátedra Corona de la Universidad de los Andes, de Bogotá. Entre 1986 y 2002 ha dirigido el programa de América Latina del Instituto Universitario Ortega y Gasset, del que ha sido su subdirector. Actualmente compatibiliza su trabajo de historiador con el de analista político y de relaciones internacionales de América Latina. Ha escrito numerosos libros y artículos de historia latinoamericana. Colabora frecuentemente en prensa escrita, radio y TV y es responsable de la sección de América Latina de la Revista de Libros.

segunda-feira, 22 de julho de 2013

Brasil y la Alianza del Pacifico - Carlos Malamud (Infolatam)

Brasil y la Alianza del Pacífico

Infolatam
Madrid, 21 julio 2013
Por CARLOS MALAMUD

Resulta una obviedad decir que al gobierno brasileño no le gusta la Alianza del Pacífico. Y no le gusta por diversos motivos, comenzando por el hecho nada despreciable de que no forma parte de ella. No sólo eso, la misma existencia de la Alianza confronta a sus élites nacionales con algunos de sus máximos desafíos futuros y con una serie de problemas no resueltos, como su inserción en el mundo globalizado y su relación con Estados Unidos y la Unión Europea.
MONTEVIDEO (URUGUAY), 12/07/2013.- EFE/Iván Franco
Dilma Rousseff ha cambiado de táctica, dejando de insistir de forma altisonante en una política hecha bandera durante la administración Lula por otra más silenciosa y de más largo aliento
En este sentido asistimos a una considerable paradoja que sólo esconde una profunda contradicción. Por un lado Brasil aspira a ser un destacado actor global y para ello reivindica su pertenencia a los BRICS y un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En este último sentido, recientemente Dilma Rousseff ha cambiado de táctica, dejando de insistir de forma altisonante en una política hecha bandera durante la administración Lula por otra más silenciosa y de más largo aliento, en mayor consonancia con el lento proceso de reforma de la ONU. Por otro lado, su política regional lo aboca al aislamiento internacional.
Volviendo a la animadversión brasileña con la Alianza, hemos escuchado la semana pasada declaraciones de dos altos cargos del gobierno federal totalmente opuestas al nuevo proyecto de integración regional y favorables al Mercosur. No se trataba de cualquier opinión, ya que fueron emitidas por dos de los mayores responsables de la política exterior de Brasil, Antonio Patriota, el ministro de Relaciones Exteriores y Marco Aurelio García, el principal asesor de la presidente para política internacional.
Marco Aurelio García, en un congreso académico que repasaba la política exterior brasileña de la última década, apuntó de forma concluyente que la Alianza del Pacífico “no tiene relevancia económica y no representa competencia para el Mercosur”. En la misma línea se expresó Antonio Patriota en un encuentro con corresponsales extranjeros cuando dijo que la Alianza era “un esfuerzo que reúne países con características semejantes, pero es una alianza, no una zona de libre comercio, una unión aduanera o mucho menos un proyecto de integración profunda como el Mercosur”.
Desde la perspectiva brasileña la evidencia es demoledora. La Alianza del Pacífico no sólo carece de relevancia económica, sino tampoco tiene un proyecto de integración profunda como sí posee Mercosur. Si bien la reacción brasileña es comprensible, no se entiende el porqué de tanta soberbia. Es verdad que la Alianza le da relevancia estratégica a México, el principal rival de Brasil en América Latina, y que por la vía de los hechos acaba con el dilema de América del Sur versus América Latina, pero esto no basta como factor explicativo.
No es negando la evidencia ni ocultando las amenazas bajo la alfombra como Brasil será un gran país, una potencia regional y un destacado actor internacional. Durante décadas Itamaraty ha sido escuela y escenario de una de las diplomacias mejor formadas y más eficientes del mundo. Los comentarios del ministro Patriota, embajador de carrera, desdicen esa trayectoria. En esta oportunidad abundó en una opinión vertida tras la Cumbre de Cali de la Alianza a la que definió como un excelente producto del marketing y la publicidad, pero con escasa sustancia: “Cuando hablo de que la Alianza del Pacífico es marketing o que se trata de un envoltorio nuevo de un producto existente no quiero disminuir nada, pues se trata de países que son importantes para Brasil. Y Brasil espera que su esfuerzo contribuya para dinamizar esas economías y eleven el nivel de vida”.
García reforzó el argumento: “La Alianza del Pacífico no debe hacernos abandonar nuestro sueño de ninguna manera. Su PIB regional es mucho menor que el del Mercosur [200.000 millones de dólares contra 330.000 millones]. El bloque no parece formado por países con dinamismo económico y surgió de un sistema de reducciones tarifarias existentes hace tiempo. La Alianza del Pacífico tuvo un efecto publicitario muy fuerte, pero tuvo pocos resultados, a no ser para aquellos que ya estaban convencidos antes de su creación”.
No sé si finalmente la Alianza del Pacífico dará los frutos esperados, pero lo que está claro es que apunta en la dirección correcta: apertura internacional e inserción en las cadenas de valor. En Brasil está ocurriendo todo lo contrario. En lugar de plantearse cómo abrirse al mundo prefieren recluirse en el Mercosur, insistiendo en su “profundidad” estratégica. Con Argentina y Venezuela de socios este último extremo es bastante cuestionable y todavía lo será más si el próximo país en incorporarse al bloque es Bolivia, a cuyo gobierno la sola mención de las palabras “libre comercio” le resulta contradictoria con su proyecto político. Sin embargo no todos los brasileños piensan igual. Cada vez son más los que creen en la irrelevancia de Mercosur.
Marco Aurelio García sigue convencido que fue la confluencia de gobiernos “progresistas” lo que permitió avanzar en la construcción de Unasur. En realidad ocurrió todo lo contrario ya que ésta es su mayor debilidad. Unasur, y ahora en Mercosur sucede lo mismo, no se está construyendo en torno a normas e instituciones sino a la voluntad y al protagonismo de los presidentes. Cuando este protagonismo deja de funcionar se observa una desaceleración de sus proyectos de integración, que comienzan a mostrar sus debilidades para luego entrar en crisis. La muerte de Hugo Chávez ha dejado algunas enseñanzas al respecto.

domingo, 14 de julho de 2013

Ascensao e queda do Mercosul? - Carlos Malamud (InfoLatam)

Carlos Malamud: Cumbre Mercosur

Mercosur: entre la bronca del discurso antiimperialista y el proteccionismo nacional-bolivariano

Infolatam
Madrid, 14 julio 2013
Por CARLOS MALAMUD
Mercosur está atravesando uno de los momentos más críticos de su historia y ni la reciente Cumbre celebrada en Montevideo pudo acallar los problemas de fondo que se arrastran de una Cumbre a otra. Ya no se trata sólo de aquellos que enfrentaban (y lo siguen haciendo) a los países pequeños con los grandes (Uruguay y Paraguay versus Argentina y Brasil). Ahora han emergido cuestiones mucho más serias que amenazan la pervivencia del otrora modélico proceso de integración subregional de América Latina.
Hoy hay en juego temas mucho serios, como el proteccionismo a ultranza de Argentina, considerablemente reforzado tras el ingreso de Venezuela, que amenaza la inserción internacional de Mercosur. Y no es que Brasil o Uruguay no sean proteccionistas, pero las diferencias con los otros son abismales. Estas pulsiones contrarias a la libertad de los intercambios comerciales se reflejan en el breve listado de tratados de libre comercio (TLC) firmados por Mercosur: Israel, Palestina y Egipto. Con la UE la negociación está en un limbo de muy difícil retorno y con EEUU no hay noticias de preconversaciones de ningún tipo.
Para hacer más difíciles las cosas los países del Mercosur no pueden negociar tratados de forma individual sino colectivamente. Uruguay quiso abrirse camino con un acuerdo de inversiones con EEUU y fue severamente reprimido y reconducido disciplinadamente al redil. Ahora le ha llegado el turno a Brasil, que ve con una preocupación en aumento como el crecimiento económico basado en el desarrollo del mercado interior ha tocado techo y es necesaria una nueva oleada aperturista.Pese al coqueteo europeo, o proveniente de otras latitudes, Brasil no puede dar pasos en solitario salvo que esté dispuesto a acabar con Mercosur.
Hasta ahora, los gobiernos de Brasilia han apostado por la “paciencia estratégica” con Argentina, aguantando todo, y más, en aras de la supervivencia del bloque, considerado un proyecto estratégico. Sin embargo, ante los nuevos aires que invaden la economía global, con macro TLC en discusión, como el TPP (Trans Pascific Partnership) o el TAFTA (Trans Atlantic Free Trade Agreement), son cada vez más las voces brasileñas que claman por que Brasilia negocie por su cuenta y luego que se sume el que quiera, o por enterrar a Mercosur y dejar librada a Argentina (y al kirchnerismo) a su suerte. Entre las voces más poderosas destacan la de los industriales paulistas de la FIESP (Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo) o los grandes agricultores, que ven que de mantenerse el actual rumbo comercial y el aislamiento global el futuro del país estaría condenado.
En la Cumbre de Montevideo se prestó más atención al azaroso vuelo de Evo Morales , a las desventuras de Edward Snowden o al espionaje masivo de EEUU en América Latina que a los problemas reales del bloque. Es más, estaba prevista una reunión bilateral a “agenda abierta” entreDilma Rousseff y Cristina Fernández, al margen del programa oficial, pero por determinados problemas no suficientemente aclarados debió cancelarse. Después del último encuentro de ambas presidentes, que según fuentes brasileñas terminó fatal, era necesario aquietar las desavenencias mutuas, pero mal debían estar las cosas para que ni siquiera pudieran reunirse y conversar amigablemente.
Tampoco hubo una discusión profunda y al más alto nivel sobre los impactos económicos que para la región supondrían el TPP y el TAFTA. Para algunos gobiernos del Mercosur el libre comercio sigue siendo un tabú. En su momento Venezuela impulsó el ALBA (inicialmente Alternativa Bolivariana de las Américas) frente al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), el proyecto estadounidense de crear un gran mercado desde Alaska a Tierra del Fuego. La Venezuela de Hugo Chávez impulsó en su momento, junto a Cuba y Bolivia, el TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos), en un documento que literalmente satanizaba al libre comercio como herramienta imperialista de dominación y explotación de los pueblos latinoamericanos.
Es verdad que Rousseff señaló en la Cumbre que: “Mercosur debe tener una política externa que refleje todas nuestras potencialidades. En este espíritu creo que una nueva agenda de inserción externa para el Mercosur podría contemplar cronogramas más acelerados para la negociación comercial entre el Mercosur y otros países de América del Sur y también con la Unión Europea”. Pese a ello, las respuestas no fueron demasiado ilusionantes y no permiten pensar, a corto plazo, en un cambio de tendencia.
El otro problema al que no se dio solución ninguna, ni se profundizó en la discusión de cómo debían hacerse las cosas para hacerlas bien, fue el retorno de Paraguay. Tanto el presidente saliente como el entrante han coincidido en que para facilitar el regreso de su país a Mercosur el gobierno de Asunción debería ostentar la presidencia pro témpore rotatoria en lugar de Venezuela. En lugar de dar una respuesta adecuada, todos los presidentes presentes en Montevideo invocaron nuevamente su profundo amor por Paraguay pero ninguno quiso reconocer el error cometido al apartarlo de la disciplina del Mercosur. Es más, dando una clara idea de por dónde iban a ir las cosas en un contexto de creciente autoritarismo, el ministro argentino de Exteriores, Héctor Timerman dijo: “Paraguay va a volver al Mercosur… [pero] la vuelta implica la aceptación de todo lo que hemos hecho hasta ahora”, comenzando por la incorporación de Venezuela.
El ingreso de Venezuela en Mercosur ha tornado en inevitable lo que era previsible, el predominio de la política sobre la economía y el comercio. Si bien sin política no se puede avanzar en la integración regional, tampoco se irá muy lejos sólo con declaraciones altisonantes de corte imperialista. La presencia de Evo Morales en la cita de Montevideo dotó al encuentro de una gran carga emotiva y sirvió de cauce a los retóricos discursos presidenciales. A su vez, y esto es lo grave, fue la gran excusa para no hablar de los graves problemas, como el proteccionismo nacional-bolivariano, que están hipotecando gravemente el futuro del bloque.

CARLOS MALAMUD. Catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de España e Investigador Principal para América Latina y la Comunidad Iberoamericana del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Ha sido investigador visitante en el Saint Antony´s College de la Universidad de Oxford y en la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires y ha estado en posesión de la Cátedra Corona de la Universidad de los Andes, de Bogotá. Entre 1986 y 2002 ha dirigido el programa de América Latina del Instituto Universitario Ortega y Gasset, del que ha sido su subdirector. Actualmente compatibiliza su trabajo de historiador con el de analista político y de relaciones internacionales de América Latina. Ha escrito numerosos libros y artículos de historia latinoamericana. Colabora frecuentemente en prensa escrita, radio y TV y es responsable de la sección de América Latina de la Revista de Libros.

segunda-feira, 11 de fevereiro de 2013

O nacionalismo exacerbado e' a mae de todas as guerras...

...ou de quase todas elas.
Veja-se, por exemplo, este início de análise do Stratfor, um dos mais conceituados think tanks americanos, sobre os desafios da Alemanha contemporânea.

Germany: A Power Among Powers
The crisis in Europe continues to make headlines around the world, as nations from China to Russia to the U.S. have an interest in the outcome. But the country arguably with the most at stake is Germany.
Surrounded by powerful neighbors, Germany inhabits one of the most competitive environments in the world. In our upcoming video, we take a centuries-long step back to look what makes Germany Germany (hint: a healthy distrust of neighbors)... and how that shapes its economic policy today.


A Alemanha foi, justamente, o país que produziu três dos três grandes últimos conflitos inter-europeus, dois dos quais estiveram na origem de guerras mundiais, que destruiram metade da Europa e a retiraram, definitivamente, da liderança dos assuntos mundiais, permitindo a ascensão de poderes "periféricos" que assumiram a liderança da geopolítica mundial.
O nacionalismo é uma desgraça, pelo menos em sua forma canhestra, xenófoba, militarista, irredentista e agressiva. No plano econômico, igualmente, o nacionalismo é responsável pelo atraso de muitas sociedades, entre elas as latino-americanas, que sofrem por falta de capitais e tecnologia, mas que não gostam de depender de conhecimentos e know-how estrangeiros. O Brasil, particularmente, é um país que ama o capital estrangeiro -- pois que depende dele -- mas que detesta os capitalistas estrangeiros, por preconceito, inveja, despeito, ou qualquer outro sentimento assemelhado.
O nacionalismo já provoucou algumas das piores guerras da humanidade, e ele continua a provocar atrasos, subdesenvolvimento (sobretudo mental) e perda de oportunidades.
Abaixo a análise do articulista argentino Carlos Malamud, do Instituto Elcano e do InfoLatam, sobre um recente episódio vergonhoso para o exército chileno (mas que deve se reproduzir entre os vizinhos também...).
Paulo Roberto de Almeida 

Algumas Mostras Execráveis do Nacionalismo Latino-Americano

Infolatam, 11/02/2013

Por Carlos Malamud
(Infolatam).- O vídeo divulgado na semana passada com os depreciáveis cânticos de uns marinhos chilenos são uma prova do mais execrável nacionalismo latino-americano. Sobre isso há pouco o que se discutir, exceto seu envolvimento para a América Latina. O problema está em que ainda hoje são muitos na região os que enaltecem as virtudes dos nacionalismos locais, insistindo nas enormes diferenças com os nacionalismos xenófobos e racistas da Europa e outras regiões.
Se olharmos para as ideologias e os sentimentos populares latino-americanos perceberemos que os discursos do catolicismo do séc. XIX, da direita liberal, do zapatismo mexicano em qualquer de suas versões, do castrismo cubano e do bolivarianismo new age, para citar apenas alguns exemplos, estão todos permeados pelo mesmo nacionalismo que é a única opção possível, o que sempre tira o pior de nós, especialmente ao se contrapor com os demais. E nessa contraposição, sempre somos os bons ou os melhores e eles os perdedores ou a soma da maldade absoluta.
Podemos alegar que os marinhos chilenos que cantavam ameaçadoramente contra bolivianos, peruanos e argentinos eram uns simples descerebrados. Ao menos da mesma categoria que os gendarmes (agentes de polícia) argentinos que proferiam insultos semelhantes contra os “chilenitos” vizinhos, em um vídeo um pouco mais antigo, mas que serve para a ocasião. E se continuarmos pesquisando, provavelmente encontraríamos outras evidências próximas. Esta alusão à idade mental dos envolvidos só serve para esconder a maior parte da verdade. Descerebrados semelhantes podem ser encontrados em qualquer país da região e fora dela. Por isso, o problema está na forma como os cantores e suas canções são utilizadas por quem pode e que permanentemente se gaba de um nacionalismo semelhante.
Os insultos chilenos, que chegam a ferir a sensibilidade dos ouvintes, foram justamente condenados no Chile e no exterior. No Chile, as autoridades civis e militares pronunciaram-se duramente contra o escândalo internacional que se aproximava. Mas também se escutaram vozes rebaixando a importância do ocorrido ou o justificando com o pueril argumento de que em todos os lados ocorrem coisas semelhantes, como depois foi visto no caso argentino.
O ministro de Defesa chileno Alfonso Vargas, ao mesmo tempo que qualificou os cânticos de “ofensivos ”, assinalou que: “Em todas as instituições armadas em nosso país e em todos os países do mundo, é habitual o trote com cantos alusivos de diferentes tipos. O importante destes é que as letras dos cantos sejam adequadas e aqui o que ocorreu é que o grumete improvisava”. Inclusive um parlamentar da oficialista UDI (União Democrata Independente), depois de criticar as vozes críticas e justificar os fatos concluiu de forma tachante: “para evitar esses cantos violentos dos marinhos [teria que inscrevê-los] em aulas de bordado e ponto cruz”.
Fora do Chile alguns despiram as armaduras até limites indescritíveis. Quem rapidamente se colocou à frente da procissão foi o governo de Evo Morales, que clamou por uma forte condenação internacional contra aqueles que tinham manchado a honra pátria. O vice-ministro de Coordenação com os Movimentos Sociais, César Navarro, disse que “em pleno século XXI não podemos ter, entre vizinhos, inimigos desta envergadura”. E foi mais longe ao apontar, em relação à reclamação boliviana de uma saída ao mar, que “O Governo do Chile não pede união na América Latina e vê seus vizinhos como inimigos, sejam argentinos, peruanos ou bolivianos. A isso responde a atitude excessivamente conservadora e ortodoxa do presidente (Piñera) de dizer não a tudo”. Ademais, um deputado do MAS (Movimento ao Socialismo), não descartou que a Assembléia Legislativa emita um pedido oficial pelas expressões xenófobas, já que “isto confirma que o Chile é um mau vizinho”.
Por sua vez, uma publicação argentina, claramente amarela e sensacionalista, falava dos “covardes cânticos da armada chilena” e chamava-os de cultura pinochetista”. No entanto, em todo o continente praticamente não se ouviram vozes que apontassem a conveniência de limpar a própria casa ao invés de se intrometer nos assuntos vizinhos. É bem mais fácil clamar vingança contra o agressor externo do que se esforçar em evitar casos semelhantes em nosso país.
As reações provocadas pelos cânticos militares nacionalistas também contradizem o discurso de integração regional, tão agitado ultimamente por uns e outros na América Latina. Algo do tipo foi visto na última Cúpula da CELAC, em Santiago do Chile, quando Cuba assumiu a presidência pró tempore. Raúl Castro, novo presidente da Comunidade Latino-Americana, proclamou a necessidade de uma batalha “a sangue e fogo” contra o narcotráfico, já que: “Nossas leis permitem a pena de morte. Está suspensa, mas aí está de reserva, porque uma vez que a suspendemos, o único que fizemos com isso foi estimular as agressões e as sabotagens contra o meu país”. Seu discurso esteve cheio de quase todos os tópicos do nacionalismo anti-imperialista latino-americano, começando pelo vitimismo e as responsabilidades de fora. Em definitiva, trata-se de combater o narcotráfico com receitas similares às que alguns militares chilenos e argentinos recomendam para seus vizinhos.