Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, em viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas.
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Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.
quarta-feira, 29 de julho de 2020
A pouco nobre arte de enganar com os números - Paulo Roberto de Almeida
sexta-feira, 15 de fevereiro de 2013
Guerra cambial: esses banqueiros enviesados contra nos...
Esses banqueiros acreditam em qualquer um...
Paulo Roberto de Almeida
Brasil é o 4º mais intervencionista no câmbio, diz HSBC
País cai no ranking, pois no ano passado ocupava a segunda posição; Suíça e Japão são os países que mais intervêm
No estudo, economistas do HSBC compararam o comportamento de 35 diferentes países e também da União Europeia nos últimos 12 meses. Levaram em conta desde aspectos subjetivos, como os discursos e a retórica dos líderes econômicos, até itens comparáveis, como taxa de juro, volume de intervenções diretas, medidas regulamentares e programas de relaxamento quantitativo.
Feita a comparação, o Brasil recebeu sete pontos em uma escala que varia de zero - o menos intervencionista - até dez - o mais ativo possível. Além de medidas tradicionais de política monetária como corte de juros, o estudo diz que "a regulamentação tornou-se a tática adicional favorita dos emergentes".
O HSBC dá como exemplos a mudança de alíquotas de impostos ou novas regras para o mercado. "O Brasil é um exemplo notável disso, onde novas alíquotas passaram a ser cobradas em operações financeiras que estavam pressionando o real."
Com sete pontos, o Brasil divide o 4.º lugar no ranking com o Peru e Taiwan. À frente estão Colômbia, Venezuela e Turquia, com oito pontos, e Argentina, com nove pontos, além dos líderes Japão e Suíça, que têm a pontuação máxima.
Queda. No ano passado, o Brasil era mais intervencionista e estava em segundo lugar, atrás apenas da Suíça. "Um ano atrás, a intervenção era maior e visava a enfraquecer o real. Agora, há uma ação de duas vias para manter a relação entre o dólar e o real em um intervalo", diz o estudo, que sinaliza que o menor esforço brasileiro tem a ver com a cotação do dólar no Brasil que, nos últimos meses, tem oscilado entre R$ 1,95 e R$ 2,05.
Outro fator que explica o Brasil menos ativo é o custo dessa intervenção. "Uma moeda mais fraca pode aumentar a inflação. O Brasil usou sua moeda para estimular o crescimento, mas recentemente reconheceu que o impacto negativo disso é ter mais inflação", diz o relatório. Diante desse custo para a economia, o HSBC prevê que o governo brasileiro passará a agir de maneira "mais suave".
Atrás do Brasil no ranking estão todos os outros grandes emergentes e também as economias maduras: os Estados Unidos têm seis pontos, China e Reino Unido têm quatro pontos, Rússia e Chile fizeram três pontos e a Índia tem apenas um ponto. Na lanterna, Canadá, México e África do Sul têm zero ponto e recebem o título de menos intervencionistas no mercado cambial.
As perspectivas de curto prazo para a guerra cambial não são muito otimistas. Para o banco, atualmente são maiores as chances de um recrudescimento da disputa de moedas nos próximos meses, especialmente com uma possível reação do Banco Central Europeu e de países produtores de commodities. O estudo, porém, não cita quais os países produtores de produtos básicos poderiam reagir.
quinta-feira, 31 de janeiro de 2013
O atroz encanto de ser protecionista argentino
InfoLatam, 30/01/2013
Claudio Loser
La clase media argentina, en la medida que se lo puede permitir, es usuaria devota de la psicología para ayudar a resolver sus conflictos personales y familiares. Más aun, la Argentina es uno de los pocos lugares donde se mantiene vigente el psicoanálisis como escuela central para resolver complejos conflictos internos. El mundo aprendió muchísimo de Freud, pero la práctica ha avanzado hacia métodos más pragmáticos, enfocados en encontrar soluciones operativas, y que no llevan a la permanente dependencia del paciente con el analista.
Lamentablemente, esto es un reflejo de que los argentinos viven aferrados a un culto al pasado difícilmente existente en el resto de America Latina, aun incluyendo la magnífica celebración del día de los muertos en México. Así se habla como si estuvieran presentes Rosas y Sarmiento, Carlos Gardel, el mismo Freud, sin entrar a mencionar los personajes de los últimos sesenta años en la política nacional.
La actitud del gobierno argentino en el reciente encuentro entre America Latina y Europa en Santiago de Chile ilustra ese punto. En circunstancias en que el mundo busca expandir el comercio internacional, tal como lo ilustra el esfuerzo de Chile, Colombia, México y Perú para consolidar su alianza del Pacífico, la Argentina se encierra en una discusión proteccionista incluso dentro del MERCOSUR. Para ello, el discurso oficial utiliza viejos argumentos, esgrimidos en algún momento por la CEPAL, aunque el mismo Prebisch y la institución subsecuentemente los abandonaron.
Ciertamente, importantes países utilizan descaradamente técnicas proteccionistas a nivel de comercio, inversión e incluso de financiamiento. Los EEUU, la Unión Europea, Japón, Rusia, China, India y Brasil son claros y tristes ejemplos de irracionalidad de uno u otro tipo. Pero aun así, no alcanzan el grado de desordenado y arbitrario encierro comercial que la Argentina aplica hoy, con altos costos para sus habitantes, especialmente los menos favorecidos. Tal como en el pasado, la Argentina castiga así a sus pocas áreas innovadoras y dinámicas, como el sector exportador agrícola, y el sector energético.
Un sistema cambiario distorsionado y una moneda sobrevaluada completan una realidad repetida muchas veces en el pasado, como si fuese una continua sesión psicoanalítica preocupada de revisitar presuntos procesos internos y sin ver la realidad que la rodea. (El autor de esta nota debe aclarar aquí que su tesis doctoral, completada hace más de cuarenta años, analizaba los tóxicosefectos adversos de una protección arbitraria aplicada a la industria entre las décadas del 30 y del 60. Nada nuevo bajo el sol.)
A esto se agrega la más alta inflación en la región, también una repetición histórica, solamente que encubierta ya desde hace cinco años. Utiliza así la Argentina la metodología de otro personaje del pasado, el príncipe Grigori Potemkin, ministro de Catalina la Grande de Rusia que, dice la leyenda, construía pueblos ficticios para impresionar a su jefa y hacer creer que había progreso en el país.
Quizás el elemento más nuevo en la situación actual es el proceso de cesación de pagos y subsiguiente resolución unilateral de la deuda, aunque allí también hay antecedentes. Se trata de Felipe II de España, que hace 550 años inventó el default, aunque entonces se llegó a una solución consensuada.
La inspiración de las medidas es histórica, pero el daño es presente y con serias implicaciones para un país que cada vez más se pierde en la gloria de su pasado. Quizás por todas estas contradicciones internas se buscan soluciones en un permanente auto-análisis psicoanalítico, elegante pero inefectivo. Los jóvenes podrían mirar hacia adelante, a través del cristal de Facebook y el Tweeter. Pero el país político se encierra en sí mismo y los insta a analizar antiguos e irrelevantes conflictos bajo la tutela intelectual de personajes ya fallecidos y de ideas que, aunque fascinantes, no son operativas.
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Addendum:
Argentina: el FMI informa de que última revisión economía fue hace 62 meses
30/01/2013 - Infolatam
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó de que la última revisión de la economía de Argentina data de hace 62 meses, y señaló que forma parte junto con Venezuela, Ecuador, Somalia y Madagascar del grupo de países con retrasos de más de 18 meses en presentar los datos.
En un breve comunicado, el Fondo explicó que su Directorio Ejecutivo fue informado informalmente “por el personal técnico sobre la situación económica de Argentina, cuya última consulta bajo el artículo IV tuvo lugar hace 62 meses”.
El artículo IV es como se conoce formalmente a las revisiones anuales de la economía de cada país que realiza el Fondo, y que luego comparte con el resto de países miembros.
El anuncio no tiene efectos prácticos ni conlleva sanciones y forma parte del compromiso del Fondo de informar al Directorio “sobre los países miembros cuya Consulta del Artículo IV se encuentra demorada por más de 18 meses”.
La última revisión oficial de la economía argentina por técnicos del Fondo se produjo en 2006 y la siguiente estaba prevista para junio de 2007.
La notificación se produce al margen del proceso formal actualmente en marcha en el Fondo de verificación de la calidad de las estadísticas suministradas por Argentina, y que se espera sea comunicado el 1 de febrero.
Los otros países que se encuentran en esta situación son Ecuador (desde enero de 2009), Venezuela (desde septiembre de 2005), Madagascar (junio de 2009) y Somalia (desde 1990).
La demora de Ecuador, Venezuela y Argentina se debe a la falta de acuerdo en las modalidades de la misión o porque las autoridades no han facilitado los datos, mientras que en el caso de Somalia y Madagascar se debe a la situación política y de seguridad.
sábado, 26 de janeiro de 2013
Brasil: maquiagem a la Argentina das contas de comercio exterior
Agora são as contas de comércio exterior, que recebem um "tratamento argentino", antes de serem liberadas ao distingo público.
Desse jeito vamos acabar acompanhando os argentinos em seu recuo para o protecionismo dos anos 1980 (já estamos lá), para o dirigismo dos anos 1970, para a confusão dos anos 1960 e vai por aí.
Não sei se vamos conseguir acompanhar os argentinos naquilo que fizeram de pior: o retorno aos controles de capitais e manipulações cambiais dos anos 1950, e quem sabe até, dos anos 1930?
Mais um esforço da equipe econômica e vamos continuar avançando rapidamente para trás...
Paulo Roberto de Almeida
Contabilidade paralela
As manobras levadas a cabo tanto pela equipe econômica comprometem a credibilidade das informações divulgadas pelo governo federal e corrompem a necessária prestação de contas à sociedade. Ilustram, também, o desprezo petista em relação à transparência e a lisura que devem nortear a administração pública. As críticas estão na Carta de Formulação e Mobilização Política desta terça-feira (22). "Tem maquiagem para todo lado nas contas da gestão de Dilma Rousseff; agora é a vez da balança comercial", alerta o documento editado pelo Instituto Teotonio Vilela. Leia a íntegra abaixo:
Está cada vez mais difícil confiar na contabilidade oficial. A gestão petista especializou-se em artifícios de toda sorte para maquiar seus maus resultados. Agora é a vez de a balança comercial ser manipulada. Não fosse isso, o país poderia até ter apresentado déficit no seu comércio exterior em 2012.
A maquiagem está ficando explícita aos pouquinhos, na divulgação dos resultados semanais da balança neste primeiro mês do ano. O que começou com um rombo de US$ 100 milhões na primeira semana de janeiro, chegou a US$ 1,7 bilhão na terceira. Trata-se de comportamento inédito em 18 anos de medições.
Na soma, as transações comerciais com o exterior acumulam até agora US$ 2,7 bilhões no vermelho, de acordo com informações divulgadas ontem pelo Ministério do Desenvolvimento. Mantida a tendência, a balança brasileira terá, neste janeiro, o pior resultado mensal verificado desde o início da série histórica da Secretaria de Comércio Exterior, iniciada em 1995.
Terão as condições piorado tanto, e de maneira tão repentina? A resposta é não.
A explicação para o que está acontecendo com as transações de comércio exterior neste início de 2013 deve ser buscada no último trimestre de 2012, quando a Petrobras deixou de registrar suas importações de petróleo e derivados no sistema. São estas operações que estão agora engordando as estatísticas da balança e inflando o déficit.
A postergação dos registros na contabilidade não tem nada de fortuito. Baseia-se numa decisão da Receita Federal, que passou a permitir, desde junho último, que a estatal registrasse suas operações de compra e venda de combustíveis até 50 dias após o desembaraço nas alfândegas.
Estima-se que a Petrobras tenha deixado de lançar algo como US$ 10 bilhões na conta das importações do país em 2012. As exportações, porém, foram todas computadas até o fim de dezembro. Com isso, o governo conseguiu manobrar para evitar que o saldo da balança comercial decaísse para terreno negativo no ano passado, como mostra O Globo em sua edição de hoje.
A maquiagem pode até ter impedido o déficit em 2012, mas não evitou que a balança comercial brasileira exibisse seu pior desempenho em dez anos: o superávit foi de apenas US$ 19,4 bilhões, com queda de 34,8% sobre o ano anterior.
Como se sabe, as ocorrências exotéricas nas estatísticas do comércio exterior brasileiro estão longe de ser caso isolado. As contas públicas foram objeto de manipulação muito mais grave na virada do ano, com objetivo de engordar o superávit fiscal e forjar a consecução da meta fixada para o ano.
Trata-se de lambança com a qual o PT conseguiu superar-se em criatividade e ousadia. O nefasto histórico inclui, ainda, as bilionárias transferências para o BNDES feitas ao longo dos últimos quatro anos e o encontro de contas feito com papéis da Petrobras – sempre ela – por ocasião da capitalização da empresa, em 2009.
As manobras levadas a cabo tanto pela equipe econômica – seja com as bênçãos de Lula, seja agora com as de Dilma Rousseff – comprometem a credibilidade das informações divulgadas pelo governo federal e corrompem a necessária prestação de contas à sociedade. Ilustram, também, o desprezo petista em relação à transparência e a lisura que devem nortear a administração pública. Se o partido que está no poder é capaz de todo tipo de maquiagem na contabilidade oficial para ludibriar os contribuintes, imagine o que não acontece de ainda pior por debaixo dos panos.
(Fonte: ITV/ Foto: Arquivo/Appa)
sábado, 29 de setembro de 2012
Argentina: tambem tem uma prospera classe media...
A mágica de Cristina
quinta-feira, 3 de maio de 2012
Argentina: revisar para baixo todos os PIBs desde 2008...
Agora, graças à Ecolatina, se pode ter uma ideia mais precisa do tamanho da manipulação, e ajustar em consequência, para baixo, as taxas de crescimento.
Paulo Roberto de Almeida
PS: Acrescento uma curta nota do Citibank, no final
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domingo, 28 de novembro de 2010
Mudando Indices da Economia: perigo a vista
Quando eles apenas concorrem com os humoristas da TV, nenhum perigo à vista: apenas matéria para os programas de humor e os chargistas dos jornais, justamente. Mas quando eles se metem a reformar o mundo, o Brasil, o Piauí, existe um enorme perigo à vista, como alerta este editorial do Estadão.
Perguntar não ofende: no nosso caso, precisaria ser justamente o ministro da Fazenda?
Esse cargo é, potencialmente, o de maior perigo nacional.
Em complemento, um editorial anterior sobre o mesmo personagem...
Paulo Roberto de Almeida
Mantega ataca de novo
A ideia é adotar um IPCA sem combustíveis e sem alimentos para servir de referência para a meta de inflação e para a política de juros. Mas o Banco Central (BC), o mercado financeiro e muitas consultorias já dispõem de índices desse tipo. O expurgo do índice permite obter o chamado núcleo de inflação. A exclusão dos itens mais instáveis ou das variações extremas pode ajudar na avaliação da tendência geral dos preços.
A técnica é usada em muitos países. O BC leva em conta esse tipo de informação ao fixar os juros. Mas não se baseia só nesses dados, porque sua missão é atingir um alvo definido em termos do IPCA cheio, isto é, com todos os componentes. Pode-se corrigir qualquer erro de avaliação num prazo curto, porque a política é revista a cada 45 dias. Tem havido muito mais acertos do que erros.
No Brasil, a maior parte dos preços flutua livremente. Uma alta sazonal ou acidental é compensada num prazo razoável por uma queda. Mas é perigoso apostar, sempre, no recuo dos preços de alimentos e de combustíveis. Pode haver longos períodos de alta, não apenas em consequência de mudanças nas condições de produção e de consumo, mas também de alterações financeiras. Produtos agrícolas, petróleo e outras commodities são objetos do jogo financeiro tanto quanto ações, títulos de crédito e moedas.
Núcleos de inflação podem dar informações importantes, quando avaliados com discernimento. Mas concentrar a atenção em dados como esses pode levar a resultados desastrosos. O exemplo mais evidente é o erro cometido pelo Federal Reserve, o banco central americano, ao manter os juros muito baixos por muito tempo. Os condutores da política levaram em conta um número muito restrito de preços, quando deveriam ter dado importância à especulação nos mercados de commodities. Da mesma forma, deveriam ter estado atentos à formação da enorme bolha no setor imobiliário.
O ministro Mantega parece não ter percebido ou interpretado corretamente esses fatos. Para produzir uma boa política monetária e financeira é preciso levar em conta um número maior - e não menor - de informações. O núcleo de inflação só é útil porque é um dado a mais, isto é, porque propicia uma perspectiva adicional para o exame do índice cheio. Não é bom por apresentar menos informações, mas por enriquecer o conjunto. Além disso, as pessoas pagam os preços da inflação cheia, não da expurgada, e um persistente erro de avaliação pode causar muito mal, especialmente aos pobres.
O ministro Mantega tem um longo currículo de trapalhadas e de mágicas desastrosas. Ele tem exercido o seu talento principalmente na tentativa de maquiar as contas do governo e, de um modo especial, o endividamento público. Se cuidasse melhor da política fiscal, contendo a gastança e preservando o Tesouro de operações promíscuas de financiamento, a economia seria mais saudável e seria mais fácil baixar os juros. O caminho é esse. A presidente eleita não deve maquiar a política de preços e de juros, mas promover com urgência o expurgo das más ideias.
Também deve recomendar boas maneiras a seu pessoal. Segundo o ministro Mantega, o economista Alexandre Tombini, escolhido para presidir o BC, "não vai titubear" quando tiver de prejudicar o setor financeiro, por ser funcionário público de carreira. O atual presidente do BC, Henrique Meirelles, dirigiu um banco privado e seu desempenho no governo é muito superior ao do ministro da Fazenda. Essa diferença, reconhecida internacionalmente, talvez explique a descortesia do ministro. Mas não a justifica.
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Promessas de seriedade
Editorial - O Estado de S.PauloNo governo há mais de quatro anos, o ministro Guido Mantega jamais se destacou por qualquer compromisso com a austeridade e com o uso eficiente e criterioso do dinheiro público. Para cumprir suas novas promessas, terá de renegar atos e palavras bem conhecidos. Durante sua gestão, o governo só produziu algum superávit primário - o dinheiro posto de lado para o pagamento de juros - porque a arrecadação cresceu ininterruptamente. Apesar disso, recorreu a artifícios para cumprir a meta. Neste ano, o resultado global só não foi pior graças a dividendos de empresas estatais e a um malabarismo contábil para converter em receita o aporte de capital à Petrobrás.
Seu currículo inclui a criação de um fundo soberano muito peculiar, alimentado com dinheiro de um Tesouro deficitário (o governo acumula déficits nominais, ano após ano, porque o superávit primário nem dá para cobrir o serviço da dívida). A proposta inicial - usar dólares da reserva - foi logo abandonada, porque a aplicação da reserva cambial é regulada por lei. Ele, aparentemente, não sabia disso.
Em mais de quatro anos ele nada fez para conter o inchaço da folha de salários e encargos e nunca se opôs às custosas conveniências político-eleitorais do presidente e do partido. Quando surgiu a crise, concedeu facilidades fiscais a alguns setores e passou recursos do Tesouro ao Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social para um programa de estímulo ao investimento. O programa deveria ter sido interrompido após alguns meses, mas foi mantido no ano seguinte e envolveu aportes de R$ 180 bilhões. O Grupo Petrobrás foi um dos principais beneficiários. O setor privado, o mais atingido pela crise, teve acesso bem mais limitado aos empréstimos.
Os gastos de custeio continuaram crescendo na crise e a retórica oficial incluiu também essa gastança no bolo da política anticíclica. Mas ações anticíclicas têm ida e volta. Não é o caso dessas despesas, na maior parte incomprimíveis.
Neste ano, o ministro Mantega defendeu os gastos federais ainda falando em combater a crise - terminada no ano passado. Além disso, negou qualquer relação entre a expansão da despesa pública e o aumento da inflação. Terá de renegar também essa conversa, se quiser levar adiante o discurso da seriedade.
Quanto à engenheira Miriam Belchior, escolhida para o Ministério do Planejamento, participou da estruturação do Bolsa-Família, um programa em geral bem-sucedido, e trabalhou com a ministra Dilma Rousseff na Casa Civil, como coordenadora do Programa de Aceleração do Crescimento (PAC). Deve ter sido a babá do programa, já que a ministra, segundo o presidente Lula, foi a mãe. Tem reputação de boa administradora, mas terá de provar suas qualidades mais uma vez, porque a gestão do PAC - um dos fracassos mais visíveis do atual governo - empobrece qualquer currículo. Ainda este mês o Tribunal de Contas chamou de precários os balanços do programa e cobrou clareza.
A futura ministra defendeu uma revisão dos gastos de custeio e falou em "fazer mais com menos". Para isso, será preciso renegar os critérios do atual governo e buscar eficiência - uma preocupação condenada como reacionária pelo lulismo.