Quem sustenta os ditadores? Pessoas normais, como os funcionarios publicos, por exemplo - Adolfo Sachsida, Roberto Ellery, Rodrigo Saraiva Marinho

O Sustentáculo do Poder dos Ditadores

Por Adolfo Sachsida 

Como um ditador se mantém no poder? Evidentemente, não é apenas devido ao uso da força bruta. Em qualquer ditadura do mundo, os ditadores são auxiliados por pessoas normais, daquelas que tomam cafezinho contigo e contam piadas. Contudo, muitos desses indivíduos, inofensivos em ambientes normais, assumem posturas agressivas e perigosas numa ditadura. O exemplo mais óbvio é representado por uma parcela dos burocratas a serviço do governo.

Foram os burocratas nazistas um importante sustentáculo de Hitler no passado. Atualmente, funcionários públicos ávidos por poder, ou se corrompendo em troca de uma simples gratificação salarial, ajudam Nicolas Maduro a incrementar ainda mais o regime bolivariano na Venezuela. Tudo isso sob o silêncio covarde e muitos observadores externos.

No Brasil, diversos burocratas justificam a ditadura bolivariana na Venezuela. Ou são cegos ou apenas querem o óbvio: sua gratificação. Protestar contra tal ditadura é perigoso mesmo no Brasil. Funcionários públicos que se posicionam publicamente contra essa afronta são marcados no serviço público. Outros burocratas chegam a escrever para jornais elogiando a “democracia” venezuelana.

Tal como apontou brilhantemente Edmund Burke “A única condição para o triunfo do mal é que os homens de bem não façam nada”. Neste texto nós cobramos dos burocratas brasileiros uma condenação firme e veemente da ditadura venezuelana. Como pesquisadores, como intelectuais, como cidadãos de bem exigimos que a ditadura bolivariana instalada na Venezuela seja denunciada.

O recente episódio da prisão arbitrária e imoral do prefeito da região metropolitana de Caracas é apenas mais um episódio desta triste história. Sabe como Hitler controlava os alemães? Ele os controlava por meio de conselhos (conselho de ética, conselho de cidadãos, etc.). Era assim que a máquina nazista enquadrava e perseguia os inimigos do regime. No Brasil estamos caminhando para situação idêntica.

Os cidadãos venezuelanos já são obrigados a combater uma tirania, não é necessário que sejam também obrigados a sofrerem com o apoio de burocratas brasileiros que apoiam esse regime. Você apoia Nicolas Maduro? Então saiba que apoias um ditador, um criminoso, um inimigo dos direitos humanos e da liberdade individual. E a história tem um nome para você: crápula.

*Texto conjunto de Adolfo Sachsida, Roberto Ellery Jr. e Rodrigo Saraiva Marinho.

Sobre o autor

Adolfo Sachsida

Doutor (UnB) e Pós-Doutor (University of Alabama) em Economia. Pesquisador do IPEA.

Doutor em Economia (UnB) e Pós-Doutor (University of Alabama) orientado pelo Prof. Walter Enders. Lecionou economia na University of Texas - Pan American e foi consultor short-term do Banco Mundial para Angola. Atualmente é pesquisador do IPEA. Publicou vários artigos nacional e internacionalmente, sendo de acordo com Faria et al. (2007) um dos pesquisadores brasileiros mais produtivos na área de economia.

Matéria extraída do website do Instituto Liberal

A frase da semana, do mes, do ano: da crise 'a grande depressao - O Antagonista

Bem, não se trata propriamente de crise econômica, no sentido estrito.
Se trata de uma pessoa que é a crise, em pessoa, ou ainda pior: a grande depressão do Brasil:

O Antagonista já dizia que Dilma é a crise. Foi impreciso: Dilma é a nossa Grande Depressão.

Bem, pelo menos assim o Brasil já tem lugar garantido nos livros de história econômica.
Quem disse que só país desenvolvido entrava nos registros de grande depressão?
A Argentina aqui ao lado disputa ferozmente com o Brasil o galardão do retrocesso econômico.
A Venezuela nem entra no concurso, pois é hors concours.
Com ela estão Zimbabue e coisas do gênero.
Termino: vocês ainda vão ter saudades de 2015...
Desculpem o catastrofismo...
Paulo Roberto de Almeida

Venezuela: desmantelando as mentiras bolivarianas - Rafael Rincón-Urdaneta

Grato ao meu amigo Orlando Tambosi por esta seleção, que passo adiante por importante.

Paulo Roberto de Almeida

Três mitos sobre a Venezuela compartilhados pela estupidez esquerdista latino-americana

Blog Do Orlando Tambosi, 24/02/2015

Artigo de Rafael Rincón-Urdaneta no site da Fundación para el Progreso analisa os mitos cultivados pela esquerda chilena em relação à Venezuela, sem dúvida compartilhados também pelos petistas. De fato, desmontar os três mitos que ele aponta serve para saber quem, aqui como lá, aprecia as liberdades ou as despreza. Não se trata da ultrapassada dicotomia esquerda/direita, mas de escolher entre uma sociedade livre e a opressão:

La violenta detención del Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, sacado a golpes la pasada semana de su despacho por agentes bolivarianos, y el aniversario de encierro del opositor Leopoldo López, entre varias personas privadas de libertad por las mismas razones, ameritan algunas aclaraciones. Explico aquí tres de los mitos más populares sobre la situación venezolana, extendidos en Chile por los partidarios locales del gobierno socialista.

1. En Venezuela hay en marcha un golpe de Estado opositor

No hay régimen autoritario que no denuncie semanalmente una tentativa de golpe o de magnicidio. Es algo que atemoriza a la ciudadanía, cohesiona a los partidarios, distrae y justifica persecuciones, especialmente ante la audiencia internacional, en general poco informada. En Venezuela, ya hasta se toma con cierta sorna. Que si la CIA, que si la extrema derecha fascista. Se salva el Mossad porque nadie lo conoce.

Para organizar y dar golpes de Estado se necesitan, al menos, oportunidad, recursos, militares y poder de fuego, algo que la desarticulada oposición venezolana no tiene. Para empezar, los militares son leales al gobierno y, sobre todo, al status social privilegiado que tienen. La única vez que Chávez cayó de la silla por unas horas, en 2002, lo devolvieron y hubo al interior una severa purga estalinista. Hasta hay banderas cubanas izadas en los cuarteles. “Patria, Socialismo o Muerte”, se corea entre los verde olivo.

A Ledezma lo acusan de golpista, terrorista y desestabilizador por haber firmado un acuerdo de transición público para un eventual gobierno postchavista. Esa es la “prueba”. Pero ya se las arreglará la creativa justicia revolucionaria, fiel al mandante, para encontrar algún arsenal o túnel secreto hacia la Casa Blanca.

También se acusa a la oposición de desestabilizar, algo que parece puede hacerse denunciando la escasez de papel de baño. Si Ud., amigo lector, con su teléfono toma fotos de las estanterías vacías de los supermercados puede ir detenido por algo así como “terrorismo”. Y a los pocos empresarios que sobreviven (los que no han podido liquidar para que no desaparezca la poquísima comida, cerveza y bienes que quedan) se les culpa de acaparamiento y conspiración. Es decir, la escasez no se debe a invasiones de tierras, expropiaciones, confiscaciones y ataques a la propiedad privada, además de restricciones para el acceso a divisas extranjeras necesarias para importar insumos, sino a un plan donde la CIA debe tener las narices metidas. Ilustro: hoy, los venezolanos residentes en Chile, Canadá o Australia compran harina para arepas de una marca venezolana, que ahora se fabrica en Colombia, y la llevan de regalo a sus familiares en Venezuela (con papel de baño y desodorante).

Mientras tanto, el presidente venezolano controla el Estado, los recursos económicos (los petrodólares), la justicia, el aparato represivo (incluidos los “colectivos”, civiles organizados en bandas y armados hasta los dientes para “defender la revolución”) y los medios, en especial los propios, los comprados a través de testaferros y los que se autocensuran por miedo o acuerdos. Así, hoy parece más peligrosa la división al interior del chavismo y el desastre económico que la propia oposición.

2. En Venezuela la oposición es de extrema derecha

En Venezuela no hay ni siquiera “derecha” a secas. Ha sido y es un país de tradición izquierdista, con suerte socialdemócrata. Durante la democracia representativa, luego de derrocado el General Marcos Pérez Jiménez en 1958, y hasta la elección de Chávez en 1998, el país se dividía entre socialdemócratas y socialcristianos. Si Ledezma fuera chileno militaría acaso en el PPD. Hasta en la izquierda chilena hay gente que parece tener eso claro, como Isabel Allende o Juan Pablo Letelier, por ejemplo.

La oposición venezolana es un cajón de sastre donde ha habido de todo, incluso Bandera Roja, autodefinida como “partido marxista-leninista que pugna por el establecimiento de la Democracia Popular en Venezuela y enfrenta actualmente al régimen chavista”. ¿Qué tal? También están, entre otros, Acción Democrática (socialdemócratas); Voluntad Popular y Alianza Bravo Pueblo (igual); COPEI (socialcristianos); Primero Justicia (hijos de los socialcristianos) y el MAS (Movimiento al Socialismo, que una vez se dividió entre chavistas y opositores). Y viejas figuras emblemáticas de la oposición son, nada más y nada menos, que ex guerrilleros de la izquierda de los años 60: Américo Martín, Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff. La ex Concertación en Chile fue más “de derecha” que lo que Maduro llama “extrema derecha fascista”.

Algo interesante: Los partidos y personas acusadas de ser “de extrema derecha fascista” son, precisamente, los que en Venezuela dieron auxilio, atención, apoyo y cobijo –visas, asilo, trabajo, hogar– a los exiliados chilenos en tiempos de Pinochet.

3. En Venezuela hay, al fin y al cabo, democracia

La pobreza de nuestra cultura democrática en Chile es perturbadora. Demasiada gente cree que donde hay elecciones –como quiera que se den– hay democracia. Decir eso responde a dos posibilidades: o se entiende la democracia como la imposición absoluta de las mayorías, incluso en forma de tiranía de masas (Lenin hablaba de “dictadura del proletariado”), o simplemente se ignora que la democracia de los países más libres y prósperos no tiene que ver con nada de eso y mucho con la libertad de expresión, el imperio de la ley, la alternancia en el poder, la separación de poderes, el gobierno limitado y la libertad económica, entre otras cosas.

Gracias al desprestigio y corrupción de la política tradicional de aquellos años, el chavismo llegó al poder de manera incuestionable, en elecciones libres y transparentes, en 1998… no sin antes intentar el golpe en 1992 que catapultó políticamente Chávez. Luego de eso hizo lo propio: desmanteló las instituciones democráticas luego de haberlas usado para llegar el gobierno. Primero, asamblea constituyente y redacción de una nueva constitución a su medida y antojo, con el apoyo de juristas e intelectuales de dudosas credenciales democráticas, más bien interesados en materializar sus utopías revolucionarias. Luego de eso, copó el aparato estatal con gente leal al proyecto y al partido y capturó todas las instituciones para ponerlas al servicio del mandamás, incluida la justicia y, por supuesto, los militares. Seguidamente, se aplastó a los privados y se le puso una soga bien corta a los medios de comunicación. A otros, como RCTV, fuera del aire desde 2007, los liquidó definitivamente. Al final, el gobierno legitimó el sistema usándolo y forzando a la oposición a ello. Siendo prácticamente la única “vía institucional”, no hacerlo sería considerado “golpismo”. Aunque en Venezuela no ser revolucionario y bolivariano es suficientemente golpista.

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En conclusión, observar la existencia de los tres mitos explicados –y comprobar lo expuesto con un poco de honestidad intelectual y sentido común– permite no solo comprender con capacidad crítica y propio juicio lo que ocurre en Venezuela, sino además identificar en Chile quiénes creen en la libertad y quiénes la desprecian y aborrecen. Porque, al fin y al cabo, este no es un problema de izquierdas y derechas. Es cuestión de elegir entre sociedad libre y opresión.

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Intervencoes imperiais, nos tempos pos-Guerra Fria - Ethan Kapstein (27/05/2014)

ARGUMENT

How to Do Intervention Without Blowing Stuff Up

It’s time to relearn the good tools of the Cold War.

• BY ETHAN B. KAPSTEIN
•  
• Foreign Policy, MAY 27, 2014

As the United States and its allies withdraw their forces from Afghanistan, the part of the global war on terror that involves massive military action is coming to an end. To be sure, drones and Special Forces will still engage in targeted strikes, but it may be quite some time before the Pentagon mobilizes for another large-scale invasion. Former Defense Secretary Robert Gates argued in his memoir that our foreign policy "has become too militarized" -- but in fact, the military's own long-term strategic plans would severely constrain its ability to conduct what it terms "large-scale, prolonged stability operations."

But despite the current preference for retrenchment among the American people and their president, the dangers to Western security have hardly dissipated. Russian President Vladimir Putin is stirring up serious trouble in Ukraine and throughout Russia's "near abroad," while Beijing continues to muscle about the South China Sea. From Nigeria to Yemen, large chunks of the developing world remain essentially ungoverned, giving terrorists, insurgents, and rebels of every stripe plenty of room to maneuver. American security challenges haven't gone away -- in fact, as Director of National Intelligence James Clapper notedrecently, they are probably expanding.

This harsh reality raises unavoidable questions for those who shape our foreign policy. 

At a time when the use of military force is no longer a viable option, what actions can the United States take short of going to war?

At a time when the use of military force is no longer a viable option, what actions can the United States take short of going to war? Which levers in conflict-afflicted regions should be manipulated to shape outcomes more to Washington's liking?

The answer to these questions requires a strategy of non-kinetic intervention, which brings together the instruments of national power to promote more benign behavior among governments and non-state actors that threaten the United States. But if Washington hopes to change behavior without resorting to military force, it needs two things: a deep understanding of the structures of elite power in the places it seeks to influence, and clearly articulated objectives for what it seeks to achieve. Understanding the areas of these countries' politics that are open to Washington's manipulation and setting appropriate goals for American interventions is at the heart of a non-kinetic strategy.

Non-kinetic intervention provides an essential, coercive complement to political scientist Joseph Nye's comforting notion of "soft power." To Nye, the great shortcoming of U.S. foreign policy is that it failed to capitalize on the country's unique magnetic pull on the rest of the world -- its cultural and ideological attractiveness. Nye argued that America could exploit these attributes to "get others to want" what we want in world affairs.

But soft power alone may not be up to the task of changing the behavior of certain countries and non-state actors, for the simple reason that many of those who oppose the United States find little that is attractive about its ethos. Think of such leaders as the Nigerian jihadist group Boko Haram's Abubakar Shekau, who describes his cause as "[a] war against Christians and infidels," or Iran's Ayatollah Ali Khamenei, who has labeled the United States "the devil incarnate." Nye's approach must therefore be supplemented by a "harder" form of soft power that is prepared to buy off those who are willing to negotiate with us, while sanctioning those who refuse to do so.

To promote the strategic thought that is needed, today's policymakers might delve into some Cold War history. The conflict between the United States and the Soviet Union and communist China was a nasty time, when the great powers fought doggedly for the hearts and minds of the world's citizens -- most often without putting boots on the ground.

What's most impressive about non-kinetic strategy during the Cold War was Washington's willingness to manipulate elite and popular preferences in order to advance its policy objective of containing communism. By promoting land reform and industrialization in East Asia and Latin America, for example, the United States helped to create entrepreneurs and new economic interests that sought growth and political stability over peasant and proletariat revolution. While some undesirable authoritarian leaders were undoubtedly kept in power during this period, it is a startling and under-appreciated fact that only a handful of countries around the world fell to communist insurgents. This was not simply a function of their willingness to use the tools of violent repression to curb domestic uprisings: In such countries as Chile, the government also promoted -- with Washington's support -- an economic development strategy that ultimately eroded the traditional, landed power structures.

When the United States deviated from the emphasis on non-kinetic instruments, as in Vietnam, it proved a serious mistake. Among the many tragedies of Vietnam is that its historical shadow continues to obscure the many successful episodes of intervention that both preceded and succeeded it. Take, for example, the Huk Rebellion in the Philippines during the early 1950s, which was a communist-led movement aimed against that country's landed elite. The policies advanced by the United States to counter this insurgency included legal services to tenant farmers, the ability of poor people to send cheap telegrams to government officials to report abuses by the military, and the creation of an Economic Development Corps (EDCOR) that worked with former Huk rebels to resolve their economic-based grievances. In fact, the Philippines may be the country where the link between counterinsurgency and economic development has been most self-consciously forged.

American diplomats in Manila proved adept at spotting cleavages within the Philippine government and the country's elite. The U.S. government conducted economic missions that pointed out the need for land reform among other structural changes in the economy, and these findings were widely publicized in the local press. Similarly, import-substituting industrial policies won the allegiance of growing numbers of urban business leaders. To be sure, the American military also provided supported to the Philippine armed forces, but that was largely aimed at stopping its use of violence towards its own citizens while creating a program of "civic action." In short, American aid was used to divide elites and to promote a set of reform measures that undermined the Huks' political and economic appeal.

Similarly, President John Kennedy played an active role in America's involvement in Venezuela during the early 1960s, when that country was threatened by a communist-backed insurgency. The United States provided financial support to the regime of Rómulo Betancourt for a wide range of social programs, while it backed negotiations with other elite groups -- including the military, Catholic Church, and petroleum interests -- who opposed the government's reform measures. Again, military assistance was provided to the government, but mainly in the form of technical support and training.

Today's policy community can draw powerful lessons from this forgotten history. First, non-kinetic instruments can and do work in many instances. This is because, to put it bluntly, the allegiances of most people can be bought. This is even true with fundamentalists: At least some terrorist and jihadist activity in Somalia and northern Nigeria, for example, is bolstered by poor economic conditions. To be sure, non-kinetic programs can be expensive: It takes real money to increase economic activity, even in poor countries -- this is not foreign policy "on the cheap."

Second, successful strategies require a careful matching of means with ends. It is unlikely, for example, that a military invasion can be stopped by the use of non-kinetic instruments. For example, Russian troops are massed on the Ukrainian border, and no amount of non-kinetic tools can stop them if Putin gives the order for them to pour into eastern Ukraine. Still, it is plausible that the sanctions that have been adopted have played some role in causing Putin to rethink his aggressive strategy, even without the threat of military involvement.

Third, policies for conflict zones cannot simply mimic those used in more highly developed markets -- the same rules do not apply. In these troubled regions, Western states must be willing to work with some unsavory characters, quite possibly in ways that do not meet the contracting standards written up by teams of lawyers in the comfort of their offices on K Street or the Strand.

In an important sense, Russia and Ukraine exemplify both the opportunities and limits of a strategy of non-kinetic intervention. Even with the limited tools at our disposal, however, the West's response can go well beyond what it has done so far: Sanctions imposed on Russia should be greatly expanded and buttressed by an effort to undermine Putin's instruments of power, which are primarily in the military and natural-resource realms. On the military front, Western countries should actively counter any Russian effort to export its weaponry to countries like India or Malaysia, offering better equipment and more attractive terms to potential buyers. This would undermine Russia's ability to raise the cash needed for investment in its domestic defense industry, especially at a time when its own economic resources are dwindling. 

On the natural resource front, Europe should immediately begin to take the steps needed to diversify away from dependence on Russian oil and gas. Yes, this will take some time -- but the very threat of diversification will make Russia's oil oligarchs reconsider the costs of supporting the Putin regime. Obama can contribute to this effort by promoting exports of American fuel to Europe for reasons of national security, while continuing to impose economic sanctions on Russia and those elites who are Putin's greatest supporters.

The crucial starting point for any strategy of non-kinetic intervention is to recognize the world for what it is: a violent place where both state and non-state actors will continue to act ruthlessly to secure their own interests. In such a world, our ambition must often be limited to the neutralization of contested environments so that they no longer threaten us. Getting from here to there will undoubtedly require some treasure, but that is always less costly than spilling blood.

ItamaratyLeaks verdadeiros: documentos vazados no Itamaraty (4 de junho de 2014)

ITAMARATY

(4 de junho de 2014)

Portal iG – Investigação confirma autenticidade de documentos vazados doItamaraty

Por Luciana Lima e Wilson Lima

Para Abin e PF, canal seguro destinado à troca de documentos não foi quebrado e arquivos sigilosos foram vazados devido a procedimentos de segurança inadequados de funcionários

Os documentos publicados na Internet pelo grupo de cyber ativistas Anonymous são mesmo arquivos sigilosos vazados do Ministério de Relações Exteriores (MRE). É o que apontam as investigações conduzidas pela Polícia Federal e pela Agência Brasileira de Inteligência (Abin) sobre a invasão do sistema de emails do Itamaraty na semana passada. Os documentos foram compartilhados por redes sociais na última quinta-feira. Para a polícia e para a Abin, não houve violação do sistema seguro da pasta. O que permitiu o vazamento foram práticas inseguras de funcionários do órgão que trocaram documentos sigilosos por emailcomum.

No início da semana passada, hackers do grupo Anonymous conseguiram invadir o sistema de comunicação interna do Ministério das Relações Exteriores (MRE). Na quinta-feira, esses cyber ativistas tornaram disponíveis aproximadamente 400 documentos. Entre eles estão esquemas de segurança de visitas internacionais e até esboços de acordos comerciais (o iG revelou no sábado, por exemplo, que entre esses documentos havia uma proposta brasileira para acabar com o conflito com os Estados Unidos em relação aos subsídios do algodão).

O Itamaraty chegou a negar a autenticidade dos documentos disponibilizados nas redes sociais afirmando que os arquivos poderiam ter sido modificados ou criados aleatoriamente. A PF e a Abin investigam a autoria dos ataques aos computadores desde os primeiros ataques. O iG revelou que, na avaliação de membros do próprio governo, a invasão aos computadores doItamaraty mostrou falhas no plano de segurança contra a ação de hackers, colocado em prática desde quando a presidenta Dilma Rouseff (PT) foi alvo debisbilhotagem internacional dos órgãos de inteligência do governo dos Estados Unidos.

Nas investigações, a Polícia Federal identificou que os documentos divulgados narram com detalhes reuniões, visitas de chefes de Estado, atividades diplomáticas, acordos e negociações que realmente ocorreram. Além disso, ao contrário do que o Itamaraty vinha alegando, as últimas modificações em alguns arquivos foram feitas há cinco ou seis anos. Um exemplo divulgado indica a visita do ex-ministro da Defesa do Brasil, Nelson Jobim à Venezuela, ainda no governo do ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Diante das investigações, o próprio Ministério das Relações Exteriores (MRE), em resposta ao iG, admitiu que “quaisquer documentos aos quais os hackers tenham tido acesso são provenientes de e-mails de caixas postais cujas senhas foram obtidas por meio de phishing (técnica hacker corriqueira de criminosos virtuais com o objetivo de roubar senhas de banco ou de e-mails)”.

Outro detalhe que chamou a atenção dos investigadores é que no corpo dos arquivos também existem telefones antigos como do ex-ministro da Defesa Nelson Jobim e de autoridades como senadores e deputados federais, além de contatos diplomatas e auxiliares doItamaraty em diversos países, inclusive e-mails. O iG apurou que os números de telefones são verdadeiros.

Além da pratica insegura de trocar arquivos por emails não criptografados, agentes da PF descreveram que se funcionários do Itamaraty não tivessem acessado e-mails suspeitos, o vazamento de documentos não teria ocorrido. A captura de dados do MRE ocorreu por meio de uma técnica chamada phishing.

Até agora, no corpo das investigações, não existem indícios de que o “canal seguro” do Itamaraty tenha sido quebrado. Para a Abin, o governo tem acesso a um sistema capaz de impedir vazamentos e caso seja violado, manter os documentos a salvo da ação hackers. Um exemplo é o sistema utilizado pela própria Abin e fornecido aos ministérios, que consiste em uma “criptografia de Estado”. O problema é que, a utilização do sistema requer alguns minutos a mais de autenticação e por isso, funcionários de várias pastas do governo acabam utilizando o e-mail comum.

Procurado pelo iG, o Ministério das Relações Exteriores preferiu, no entanto, não comentar o uso de emails comuns para troca de documentos entre funcionários. A assessoria do MRE informou que “não comentará o conteúdo dos documentos nem procedimentos internos de segurança da informação".

Esta “criptografia de estado” é a mesma utilizada nas urnas eletrônicas da Justiça Eleitoral. O mesmo acontece com telefone seguro uma tecnologia também utilizada pela agência e fornecida para alguns ministérios, inclusive o Itamaraty. Essas tecnologias geralmente são fornecidas também para embaixadas, para militares e adidos dos consulados.

De acordo com informações dos responsáveis pela área de tecnologia do governo, todo código é passível de ser quebrado, no entanto, a criptografia de Estado tem um código muito mais elaborado. Além de criptografar a mensagem, o procedimento correto defendido pelos responsáveis pela área de tecnologia do governo, seria também criptografar o documento enviado. Desta forma, mesmo que houvesse vazamento, como ocorreu no Itamaraty, o arquivo não abriria, apareceria na tela do computador, em caso de tentativas de abrir o arquivo, somente ruídos.

Para isso, a Abin tem utilizado e fornecido para o governo um pen drive que, na verdade, é uma plataforma criptográfica portátil. Só quem tem o pen drive com o mesmo decodificador seria capaz de ler o arquivo enviado da outra ponta.

E-book sobre mega-acordos comerciais e o futuro (?) do Mercosul - FGV-SP

Anunciando e ressaltando a importância do volume agora publicado e tornado disponível.
A interrogação no título da postagem, após Mercosul, é de minha responsabilidade, mas é simplesmente para chamar a atenção para o que talvez seja uma falta de futuro, nas condições atuais, para o bloco do Cone Sul.
Uma vez, uma negociadora comercial dos EUA, que respondia pelo nome de Charlene Barshevsky (USTR na fase inicial das negociações da Alca) referiu-se ao Mercosul como sendo um "bloquinho" (ou algo no estilo), no que foi retrucada pelo então ministro brasileiro das relações exteriores com a natural indignação. Anteriormente, um economista do Banco Mundial já tinha alertado sobre a tendência do bloco a produzir mais desvio do que criação de comércio e investimentos, no que foi igualmente retrucado por diplomatas brasileiros (eu inclusive).
Pois bem, parece que o "bloquinho desviante" está confirmando as piores previsões feitas a seu respeito, e isso com a ativa colaboração, inconsciente ou não, dos seus dois maiores membros.
Em todo caso, vale ler este livro para descobrir como e porque...
Paulo Roberto de Almeida
(Nota em 24/02/2015: este material estava pronto desde junho do ano passado, por uma razão desconhecida, permaneceu como draft em meu blog. Recupero agora, pois acredito que tenha validade para estudantes e pesquisadores sobre comércio internacional).

É com imenso prazer que o Centro do Comércio Global e Investimento da EESP-FGV, com apoio do CINDES e do Boletin Informativo da Techint, apresenta o e-book do Workshop realizado em maio sobre Mega-Acordos do Comércio e os impactos no Mercosul.

O e-book contém o programa, a minuta das discussões e as apresentações dos palestrantes, resultando em um material de alta qualidade e abordando temas que irão pautar a agenda internacional dos próximos anos.

O e-book encontra-se disponível em sua íntegra no site: http://ccgi.fgv.br/pt-br/eventos/international-workshop-mega-regional-trade-agreements-and-future-mercosur

Atenciosamente,

Vera Thorstensen

Coordenadora do CCGI

Centro do Comércio Global e Investimento

EESP - FGV

http://ccgi.fgv.br/sites/ccgi.fgv.br/files/u5/E-book%20Megas%20x%20Mercosul.pdf

International Workshop: The Mega-Regional Trade Agreements and the Future of Mercosur

On May 8th, CGTI-FGV – Center for Global Trade and Investments of Getúlio Vargas Foundation, CINDES -  Centre for Studies in Integration and Development and Techint - Boletin Informativo, organized in São Paulo the International Workshop: The Mega-Regional Trade Agreements and the Future of Mercosur. 

The event was attended by specialists from the academia, business and government of the US, Brazil, Argentina and Uruguay, and other countries and received around 80 participants.

The complete e-book, in portuguese, can be dowloaded here.

The minutes, in portuguese, can be found here, and the presentations, in English, Portuguese and Spanish, can be found here.

Decreto bolivariano dos sovietes petistas endossado por evangelicos ingenuos (draft de julho de 2014)

Nota em 24/02/2015: A matéria abaixo é de julho de 2014, pouco depois que se desatou a polêmica em torno desse infame decreto, que aliás ainda não foi rechaçado como deveria.
Ainda vai ser, estou certo.
Paulo Roberto de Almeida

Decreto bolivariano dos sovietes petistas endossado por evangelicos ingenuos
Duas hipóteses: ou eles são aliados objetivos dos petistas, em seus propósitos ditatoriais -- e portanto estão agindo de má-fé, mentindo para seus filiados -- ou eles são sumamente ingênuos, achando que, se a política brasileira vai ser determinada a partir das bases, e não da representação parlamentar, ou seja, democracia "direta" e não representativa, os movimentos sociais evangélicos poderão prevalecer sobre os sovietes gramscianos dos petistas totalitários.
Num e noutro caso, é extremamente grave, e o Brasil pode estar no limiar de consolidar um fascismo corporativo, dominado por um partido totalitário, e seus movimentos amestrados, que vão nos levar próximos de cenários orwellianos, administrados não pelo Big Brother, mas pela Máfia, stricto et lato sensi. Os mafiosos vão continuar a expropriar capitalistas, comprar as massas com suas esmolas demagógicas (e mantendo esse curral eleitoral) e intimidando todos os opositores, com métodos de Al Capone.
Em qualquer hipótese, o Brasil parece ter embarcado num cenário extremamente negativo para a democracia e as liberdades, um cenário sombrio, que já é medíocre no plano econômico, e que vai revelar-se lamentável na frente política e social.
Os democratas e amantes das liberdades devem preocupar-se com esse tipo de desenvolvimento...
Paulo Roberto de Almeida

Líderes evangélicos reivindicam ditadura socialista no Brasil e declaram apoio à decreto petista

Postado Por: Marcos Paulo Goes

Numa campanha de pressão sobre os deputados e senadores, cada um deles recebeu, nesta primeira semana de julho de 2014, um e-mail contendo manifesto assinado por diversos pastores e líderes evangélicos conhecidos. O manifesto, que tem a intenção de representar a vontade da maioria dos evangélicos do Brasil, dá apoio total ao Decreto 8.243/2014, assinado pela presidente Dilma Rousseff e que foi classificado pelo colunista da revista Veja, Reinaldo Azevedo como um golpe que extingue a democracia no Brasil.

Apesar da grave ameaça, o decreto de Dilma está sendo apoiado pelo manifesto evangélico que foi assinado por Ariovaldo Ramos e representantes de várias entidades evangélicas, inclusive Visão Mundial, CONIC (Conselho Nacional de Igrejas Cristãs), Igreja Presbiteriana do Brasil, Editora Ultimato, RENAS, Aliança Bíblica Universitária do Brasil, Rede FALE, Rede Social de Negras e Negros Cristãos e outros. Os nomes completos dos assinantes encontram-se no final deste artigo.

Pelo que indicou o site do jornalista esquerdista Luís Nassif, membros desse grupo estiveram com o ministro Gilberto Carvalho em 24 de junho, para dar apoio ao decreto ditatorial de Dilma. O texto deles acabou virando o manifesto que foi enviado a todo o Congresso Nacional em nome dos evangélicos.

De acordo com denúncia do Dep. Arolde de Oliveira, o decreto ditatorial é um projeto sob o comando de Gilberto Carvalho, que conta até mesmo com a assessoria direta de um teólogo presbiteriano da linha da Teologia da Missão Integral. O teólogo, Alexandre Brasil, é responsável por aproximar as igrejas evangélicas dos objetivos estratégicos do PT.

Numa nota pública que mencionou que o decreto foi assinado na surdina pela presidente Dilma, o Dep. Aroldedisse:

“Isso ameaça a democracia. É o começo de uma ditadura. Essa medida foi feita de maneira similar na Rússia, conhecido como os Conselhos Soviets, em Cuba, na China e também na Venezuela… Cria os conselhos populares usurpando dos representantes legítimos do povo o direito de legislar. É complicado e perigoso. É o grande projeto do PT para amordaçar a Nação, comandado pelo segundo homem mais forte do partido, depois do Lula, que é o Gilberto Carvalho, comunista de carteirinha.”

Ariovaldo Ramos assina o manifesto como representante do EPJ (Evangélicos Pela Justiça), que de forma prática substitui o MEP (Movimento Evangélico Progressista), fundado pelo bispo marxista Robinson Cavalcanti.

Não é de estranhar que Ariovaldo encabece um manifesto reivindicando uma ditadura socialista. Ele já chegou a declarar que por causa do ditador socialista Hugo Chávez, “o mundo ficou melhor.” Ele agora quer para o Brasil a mesma “melhora” que Chávez deu na Venezuela?

Muitos dos que assinaram com ele, inclusive a revista Ultimato, também haviam se juntado num manifesto semelhante um ano atrás contra a presença do Dep. Marco Feliciano na presidência da Comissão de Direitos Humanos e Minorias da Câmara dos Deputados, por causa das posturas dele contra o aborto e a agenda gay. A linha desses líderes evangélicos, que seguem a Teologia da Missão Integral, é fazer oposição a evangélicos com posturas conservadoras e dar ao PT e outros partidos esquerdistas apoio evangélico para suas metas ditatoriais.

Aliás, o CONIC, que também endossa o atual decreto ditatorial de Dilma, chegou ao cúmulo de fazer ummanifesto a favor do infame PLC 122 no ano passado.

Todo esse esforço de Ariovaldo Ramos & Cia. apoiando ou fazendo vista grossa a ditaduras socialistas ou campanhas para implantá-las é movido pela Teologia da Missão Integral, que supostamente tem mais preocupação com os pobres do que o próprio Evangelho de Jesus Cristo.

Abaixo, transcrevo, conforme me foi enviado hoje oficialmente pela Frente Parlamentar Evangélica, o manifesto mandado a todos os parlamentares do Congresso Nacional.

De: Particição Social Manifesto [mailto:manifesto.pnps@gmail.com] 

Enviada em: terça-feira, 1 de julho de 2014 16:27

Assunto: EVANGÉLICOS DIVULGAM CARTA DE APOIO Á POLÍTICA NACIONAL DE PARTICIPAÇÃO SOCIAL

Prezados deputados e deputadas,

Durante o evento Arena de Participação Social, de 21 a 23 de maio, a Presidência da República lançou a Política Nacional de Participação Social (PNPS), através do Decreto 8.243/2014. Causou estranheza a muitos de nós que temos participado de espaços formais de participação há décadas as tantas manifestações contrárias à PNPS que foram verbalizadas por alguns senadores desta casa. Pastores e lideranças evangélicas comprometidas com as diferentes formas de participação social viemos nos manifestar publicamente sobre tal decreto.

Sem Participação Não Há Democracia!

A capacidade do homem para praticar a justiça torna a democracia possível; mas a inclinação do homem para a injustiça torna a democracia necessária. Reinhold Niebuhr

Nós, membros de diferentes igrejas e organizações cristãs que temos participado de diversos espaços de participação social nas últimas décadas, nos posicionamos em favor do Decreto 8.243/2014 que regulamenta a Política Nacional de Participação Social (PNPS). Consideramos esta regulamentação um importante passo no sentido de institucionalizar a participação social como procedimento de governo. Acreditamos que a democracia brasileira é aperfeiçoada com a garantia da utilização dos mecanismos de participação da sociedade civil na construção de políticas públicas em toda a administração pública federal, conforme define o decreto, proporcionando assim a permanente interação e diálogo entre o poder público e a cidadania tanto na definição das prioridades e critérios na elaboração das políticas como na sua prestação de contas.

É preciso lembrar que a democratização do processo de construção das políticas públicas no Brasil não é nova, e que se constituiu através das demandas da própria sociedade brasileira nas suas lutas democráticas. A Constituição de 1988 veio, por sua vez, consagrar instrumentos de democracia participativa que garante aos cidadãos e cidadãs brasileiros a possibilidade de participação direta.

Nos últimos anos vimos o uso mais regular e sistematizado de diferentes mecanismos de participação social como as conferências e conselhos, além de audiências e mais recentemente as plataformas online, o que corrobora que a sociedade brasileira se apropria cada vez mais dos processos de formulação de políticas públicas no período pós-redemocratização.

Em consonância com esta participação nos mecanismos institucionais, a sociedade brasileira vem demonstrando também recentemente, como nas Jornadas de Junho, que deseja mudanças reais e profundas que levem nosso país a superar problemas estruturais como a desigualdade, a falta de ética na política e transparência na gestão pública, o acesso a serviços sociais básicos etc.

Por isso, surpreende-nos que alguns setores da sociedade brasileira, incluindo lideranças evangélicas, não percebam que a Política Nacional de Participação Social (PNPS) amplia a capacidade da sociedade de incidir para garantir políticas públicas que sejam efetivas.

Afirmamos que a democracia se faz e se constrói no dia a dia com a participação da sociedade civil. Como cristãos e cristãs de diferentes igrejas e organizações que têm contribuído para o fortalecimento de nossa democracia através de diferentes formas de participação social, nos comprometemos e declaramos que não vamos abrir mão dessa prerrogativa assim como continuaremos lutando para que o Estado brasileiro seja cada vez mais democratizado para que atenda aos ideais de dignidade humana, justiça, liberdade e solidariedade, valores evangélicos que decidimos encarnar.

Assinam:

Pr. Ariovaldo Ramos dos Santos, EPJ- Evangélicos Pela Justiça, CONSEA - Conselho de Segurança Alimentar e Nutricional.

Pr. Welinton Pereira da Silva, secretário nacional do Fórum Nacional dos Direitos da Criança e Adolescente, Visão Mundial.

Pra. Romi Márcia Bencke, CONIC, Comitê Nacional de Respeito à Diversidade Religiosa.

Pr. Christian Gillis, Igreja Batista - Belo Horizonte.

Pra. Lusmarina Campos Garcia, Conselho de Igrejas Cristãs do Estado do Rio de Janeir - CONIC-Rio.

Rev. Helio Sales Rios, IPB e SINPRO-ABC, CONTEE.

Klênia César Fassoni, Editora Ultimato, Conselho Municipal de Direitos da Criança e do Adolescente.

Daniela Frozi, RENAS, Conselho de Segurança Alimentar e Nutricional.

Márcia Brandão Rodrigues Aguilar, Aliança Bíblica Universitária do Brasil, Conselho Nacional de Juventude (2009-2011).

Flávio Conrado, Visão Mundial, Diálogos Sociais sobre Rio+20 e Agenda Pós-2015.

Caio Marçal, Rede FALE e Igreja Batista da Redenção (MG), Conselho Nacional de Juventude (2008).

Hiranildes Valentina Lobo, PIB em Santo Hilário, Conferencia Municipal de Mulheres.

Tábata Mori, Igreja Presbiteriana, Conferência de PP de Juventude.

Maria do Carmo Barros de Carvalho, Comunidade Evangélica Vale da Benção em São Roque, CMAS e 3 conferências do mesmo.

Aldo Cardoso, EPJ - Evangélicos pela Justiça, CONSOCIAL.

Ana Maria F. S. de G. Santos, Federação Brasileira de Direitos Humanos, 13º Congresso da ONU sobre Prevenção do Crime e Justiça Criminal.

Gerhard Fuchs, RENAS - Rede Evangélica Nacional de Ação Social, CEDECA-PR.

Emerson Meira da Silva, SINPRO-ABC, CONAE – 2014.

David Fehrmann, Tree of Life, REPAS.

Sueli Catarina de Carvalho, Visão Mundial, Fórum Estadual de Direitos da Criança e do Adolescente do Rio de Janeiro.

Mauri de Carvalho Braga, ISJB/CESAM MG.

Pr. Clemir Fernandes, RENAS.

Rafael Simões Vaillant, Igreja Batista em Guarapari, Conferência Municipal de Educação.

Pr. Reinaldo Vieira Lima Junior, Primeira Igreja Batista em São Paulo, Conferência do Estado de São Paulo sobre Políticas Públicas de Juventude.

Alexandre de Oliveira Demidoff, AGU.

Hernani Francisco da Silva, Afrokut - Rede Social de Negras e Negros Cristãos, Direitos Humanos.

Renan Porto, Rede FALE, 4ª Conferência Municipal de Juventude de Uberaba-MG.

Anivaldo Padilha, Koinonia.

José Carlos Oliveira Costa, Sinpro-ABC.

Luciney Coutinho Luz, Igreja Batista da Graça, Assistência Social.

Ana Elizabete Barreira Machado, Aliança Bíblica Universitária do Brasil, Conselho Nacional de Juventude – CONJUVE.

Luiz Claudio Oliveira dos Santos, PIB Ponto Chic, Conferência de juventudes.

André Luiz da Silva, Cívico, Conferência de Transparência e Controle Social.

Bruno de Souza Ferreira, Igreja Presbiteriana do Brasil.

Fonte: www.juliosevero.com

Uma outra maldicao do petroleo: barril acima ou abaixo de 100 dolares (draft de 8/07/2014)

As consequências, num e noutro caso, são obviamente diferentes, e não apenas para produtores (rentistas) e consumidores (vítimas?) dessas políticas de transferência de renda para uns e outros.
Um petróleo muito barato, pode, obviamente, derrubar ditaduras populistas e demagógicas, mas também impedir democracias de desenvolver suas próprias fontes de combustíveis fósseis ou alternativas (renováveis), que são, por definição, mais caras.
Mas um petróleo muito caro vai dar, justamente, sobrevida a essas petroditaduras, além de extraordinários lucros para algumas gigantes da área (o que esquerdistas ingênuos sempre acham indecente). Também tem o poder de desenvolver energias alternativas, ou formas mais baratas de desenvolver derivativos e alternativas.
Em todo caso, esta matéria de um administrador de investimentos é interessante pelas informações que contém.
Paulo Roberto de Almeida
PS: esta postagem é de meados de 2014, e por alguma razão ficou parada em meu blog. Desde então, o barril de petróleo despencou a menos de 60 dólares, onde ele se mantem mais ou menos precariamente. Mas a matéria em si é mais importante do que a data deste artigo, aliás bem mais antigo e por isso mesmo resolvo colocar agora como postagem.
Hartford, 24/02/2015

The Hidden Cost of Oil
By Jeff D. Opdyke, Editor of Profit Seeker
The Sovereign Investor, July 8, 2014

Dear Paulo Roberto,

Editor’s Note: This article is the second in our “Best of Sovereign Investor Daily” series. It was originally published on December 18, 2012. All the information below is unchanged from the original publication.

In the early spring of 2011, events unfolded 6,400 miles east of New York City that I am confident most Americans missed. It had the effect of robbing the wallet of everyone reading these words.

During a televised speech to a tense nation, King Abdullah bin Abdulaziz announced to his rapt audience that the kingdom of Saudi Arabia, by royal decree, would give to all civil servants and military personnel two months of salary. University students would receive a two-month stipend. Job seekers would receive the equivalent of $533 a month while hunting for work. Minimum wages were increased; 60,000 law enforcement jobs were created; and 500,000 new houses were to be built across the kingdom at a cost of nearly $70 billion. And that was just the beginning of a $130 billion spending program…

It was all part of a well-orchestrated — and exceedingly expensive — effort by Saudi Arabia to quell months of protests that had roiled the already-anxious kingdom and which were tied to much-broader clashes across the Middle East and North Africa.

King Abdullah had, in effect, bought the peace — for the time being, at least.

For most Americans, the king’s speech seems entirely irrelevant. But it impacts every single one of us every day.

For you see, the costs that King Abdullah imposed on Saudi Arabia that March day suddenly changed the dynamics of the oil market. A new cost structure was added to each barrel of oil pulled from beneath the desert sands — a social cost. And so long as tensions exist across the region between Arabic leaders and local populations that feel oppressed, that social cost is going nowhere but up.

It’s why those who call for lower oil prices are overlooking a crucial piece of the oil market.

I’ve read a lot of jibber-jabber recently about the miniscule costs countries like Saudi Arabia have for lifting oil out of the ground. Some Saudi fields purportedly have lifting costs of just $2 a barrel. Russia’s lifting costs in some instances are said to top no more than $15.

That may be true. But only the addle-brained believe that either of those countries can profitably sell oil anywhere near those levels. They can’t sell oil profitably at $50 a barrel. And it’s because of the social costs.

Buying the peace is how oppressive governments bribe their people and maintain social order — no easy task in parts of the world where religious minorities often rule over very angry majorities comprised of the religious opposition. In many of those countries, human misery is rife and poverty rates range as high as 60% … and hungry, impoverished people are the foot-soldiers of revolution, as Tunisian, Egyptian and Libyan leaders have learned.

Saudi Arabia and Russia are the world’s #1 and #2 oil-producing countries. They’re also political economies that generate lots of animosity and, on occasion, anti-government protests. To assuage the anger that bubbles up — or to keep it below a boil in the first place — both countries throw around huge sums of riyals and rubles.

And the question is: Where does the money come from?

In Russia, oil generates more than 45% of government revenues. In Saudi Arabia, it’s up near 75%.

Leaders in both countries have no choice but to rely heavily on oil to fund the civic largess … which means they have every incentive to manipulate oil prices through production.

Prior to its $130 billion social-spending spree, Saudi Arabia needed oil prices somewhere north of $70 to balance the kingdom’s budget, according to the International Monetary Fund. Now the per-barrel cost is reportedly approaching $100. Russia needs something close to $120.

To be clear, I am picking on the Saudis and the Russians simply because of the size of their oil industries and the political issues with which those countries struggle. But the reality is that social costs also play a similarly large role in Bahrain, Kuwait, Venezuela, Iran and elsewhere, where oil revenue accounts for up to 90% of domestic income.

The United Arab Emirates, for instance, needs oil prices in the $85 range to balance a budget larded with social programs. Tiny Bahrain needs about $119.

$100 a Barrel is Middle-of-the-Road
This is where the argument goes astray that American energy independence — still a giant question mark — will drop oil prices to $50 or below. Unless America is going to produce enough oil for the world — and, honestly, we will never even produce enough for ourselves — it won’t control prices.

Oil prices sustained at $50 a barrel would crimp the ability of oppressive governments to quiet the angry masses. That would lead to potential revolt or overthrow, which would have the perverse effect of pushing oil prices back up, since the risk exists that a regime intolerant of the West would take power and drastically reduce oil supplies to undermine Western economies.

Thus, any time oil prices get so low that they begin to cause societal tinges wherever governments lean on oil to cover their social costs, those countries will naturally rely on the power of the spigot. All they need do is clamp off production until prices reach a more-adequate level.

$100 is Oil’s New Floor

Take a look at this graph. It’s oil as priced in the Middle East. I’ve highlighted $100 to make the point that it’s clear where the floor for oil rests. It’s not a coincidence that oil is bouncing around the range that leading oil nations need to balance budgets that are overloaded with social costs.

Over the last two years, in fact, Middle Eastern oil has traded below $80 a barrel for just 16 days, and that was largely during the overreaction to European debt woes this past summer. More impressive is the fact that these sustained prices above $100 have occurred even as the top three oil nations have been producing barrels at record levels.

Yes; it’s true that U.S. benchmark crude — West Texas Intermediate — will often trade at cheaper prices, and sometimes down into the $80 or $90 range. But oil is priced regionally all over the world. And if oil in the Middle East were to push continually higher from here as nations pay for their social programs, and then U.S. prices would march higher too.

The Future of Oil
I listen to what the disbelievers write when they say oil prices are headed lower. I think about their rationale for oil at $50 or below. But ultimately, their arguments are simplistic and too often built on the nationalistic hoopla about America’s nascent oil renaissance (and there are so many misconceptions about American oil that even their rationale is seriously flawed).

Even if some fields in America can produce oil at a sub-$50 cost, that oil is still subject to global pricing. And when you have oppressive nations spending money furiously to maintain social order, there’s simply no way oil prices spend any time near $50 a barrel outside of a major, global financial upset.

If you recognize that, and if, in turn, you litter your portfolio with energy-related stocks — oil-field servicers, drillers, rig owners, exploration companies and the energy majors — you will protect your standard-of-living as oil prices inexorably rise over time.

Until next time, stay Sovereign …

Jeff D. Opdyke
Editor, Profit Seeker

Editor’s Note: Cheap oil continues to be little more than a dream for Americans, with crude prices pushing ever higher. In the 18 months that have passed since this article was originally released, we’ve had new civil unrest in Iraq, Russia thumbing its nose at the world as it swallows up Crimea, and Venezuela is struggling through economic collapse — all factors determined to keep oil prices high so these countries can stay afloat.  With Middle East and other oil-producing countries dependent on black gold to keep the wheels of government turning and the people placated, the days of cheap oil are long gone.

Educacao: seriam os professores os principais obstaculos 'a melhoria do ensino? (draft de 9/10/2014)

Recebi esta mensagem: (em 9 de outubro de 2014: e ficou parada como draft em meu blog; acho que vale a pena colocar aqui como documentação de um momento, e de um debate necessário)
Paulo Roberto de Almeida
Hartford, 24/02/2015

Aécio diz por aí que fez uma verdadeira revolução na educação mineira. Mas os professores de Minas são os primeiros a discordar. Beatriz Cerqueira, que é coordenadora-geral do Sindicato Único dos Trabalhadores em Educação de Minas Gerais (Sind-UTE/MG), afirma que a educação foi severamente precarizada durante as gestões tucanas. Além de não pagar a remuneração prometida de acordo com as avaliações de desempenho dos docentes, Minas não cumpre o piso salarial e paga um dos piores salários aos professores da rede pública, conforme mostra o levantamento da Confederação Nacional dos Trabalhadores em Educação (CNTE). E a pauta é antiga. Em 2011, houve uma grande paralisação dos professores de Minas Gerais, que recebiam salários de R$950,00, já com as gratificações. De acordo com o Termo de Ajuste de Gestão, o Estado deveria aumentar os gastos com educação de 23,9% (em 2013) para 25% em 2014, o que ainda não foi cumprido.
Na saúde, o mesmo problema. Pelo descumprimento da Emenda Constitucional nº 29 (que assegura que sejam repassados recursos mínimos para o financiamento de ações e serviços públicos de saúde), durante 10 anos (2003-2013), hoje existe um déficit de mais de R$ 7,6 bilhões. Enquanto isso, um levantamento do IBGE feito no ano passado mostra que Minas Gerais tem a maior taxa de mortalidade infantil da região sudeste, com 14,6 mortes a cada mil crianças.
Por fim, o problema da segurança pública. No lançamento do programa de governo de Aécio Neves pelo Facebook , o coordenador da área de segurança, Cláudio Beato, afirmou que a experiência do IGESP (Integração e Gestão em Segurança Pública) adotada em Minas foi um sucesso, chegando a reduzir em até 45% o número de crimes violentos no estado. No entanto, o Mapa da Violência 2014 mostra que, entre 2002 e 2012, o crescimento de homicídios foi de 52,3%, sendo que 56% das vítimas desse total eram jovens entre 15 e 29 anos. Entre 2010 e 2013, os crimes violentos, ao contrário do que afirma Claudio Beato, cresceram 74% em Minas Gerais – um aumento de 27,3% apenas de 2013 a 2014. Segundo o Conselho Nacional do Ministério Público, em 2009, Minas Gerais era o estado com o 3º pior índice de solução de inquéritos policiais, com apenas 2,9% dos casos solucionados.