quarta-feira, 28 de julho de 2010

Brasil e seu entorno hemisferico - Samuel Pinheiro Guimaraes

Elementos, muito resumidos, da palestra do ministro-chefe da Secretaria de Assuntos Estratégicos na abertura do Encontro Nacional da ABED (Associação Brasileira de Estudos de Defesa), em Brasília, no dia 22 de julho. Eu estava presente, mas ainda não comentei as apresentações ou esta palestra.

`Estados Unidos es el país más importante de Sudamérica´
Inforel, 22/07/2010 - 16h51

Pasado lunes, 19, el embajador Samuel Pinheiro Guimarães, ministro-jefe de la Secretaria de Asuntos Estratégicos, inauguró el ENABED IV, encuentro de las asociaciones de estudios de Defensa, en Brasilia.

Para el ex secretario-general de Itamaraty, “Estados Unidos es el país mas importante de Sudamérica”. El afirmó que esta es una realidad y que ella tiene impacto en la Seguridad y Defensa de la región

“La importancia de Estados Unidos en cualquier país de Sudamérica es descomunal se comparada con la importancia de cualquier país sudamericano en la región”, afirmó.

Un ejemplo: más de 50% de las exportaciones de petróleo de Venezuela tiene Estados Unidos como destino.

El embajador habló para un público formado por estudiantes, investigadores, profesores, diplomáticos y militares de las Fuerzas Armadas y destacó que Sudamérica sigue una región extremamente rica en recursos naturales, energéticos y minerales, que posee 25% de la tierra arable del mundo y detiene una población pequeña en relación a su territorio.

“Por otro lado, Sudamérica es una de las regiones mas desiguales del planeta, con grandes asimetrías entre los estados, principalmente entre Brasil y los demás”, reconoció.

En su opinión, la región aún es marcada por resentimientos históricos que afectán la Seguridad regional.

“Son resentimientos que vienen del tiempo de formación de los estados del Prata, de la desintegración de Gran Colombia y de las guerras del Pacifico y del Chaco”, explicó.

Geopolítica

El embajador explicó que Europa cada día pierde espacio en la región para Asia y para Estados Unidos y que España busca a través de la Cumbre Iberoamericana mantener su grado de influencia entre los latinoamericanos.

“Los españoles cambiaron la conquista de las Américas en Encuentro de Civilizaciones, un disparate”, dijo.

El también destaco la presencia de China en Sudamérica. El país ya es el primer aparcero comercial de Brasil y de todos los otros sudamericanos.

“China viene en búsqueda de recursos naturales y alimentos estableciendo lazos de producción para su mercado. La enorme búsqueda de recursos naturales de China y de India, determinarán muchos cambios en el planeta. África también tendrá mucha importancia para el futuro de Brasil por sus necesidades y la posibilidad de Brasil responderlas”, afirmó.

Desafío

Responsable por el Proyecto Brasil 2022, Samuel Pinheiro considera que el gran desafío de Brasil en Sudamérica es el desarrollo de los países de la región.

Esta contribución habría que pasar por un aporte intenso de recursos en obras de infraestructura en transportes, comunicaciones y energía. El llegó a defender un Plan Marshall para fortalecer la integración regional.

Además, aseguró que Brasil no disputa el liderazgo en Sudamérica al dejar clara su postura en defensa de la autodeterminación de los pueblos y de no intervención en asuntos internos de los demás.

“Brasil solo participa como mediador cuando llamado por las partes involucradas”, garantizó.

“La sociedad no acepta que nadie diga como debemos organizarnos y Brasil debe asumir que es el principal país de Sudamérica y que contribuye con la infraestructura de los demás”, afirmó.

Paraguay, por ejemplo, divide la mayor usina hidroeléctrica del mundo con Brasil, pero sufre con los apagones. Además, la inestabilidad política y social en los vecinos puede ser resultado de problemas como esto.

As FARC e o governo do Brasil: efeitos do conflito Colombia-Venezuela?

Para os que se interrogam, no próprio PT, sobre a natureza e a extensão das boas relações entre o grupo narcoterrorista colombiano conhecido como FARC e o Partido dos Trabalhadores, atualmente no poder no Brasil, este artigo, de um analista das questões de defesa no Brasil, fornece mais alguns elementos probatórios. Os que discordam podem apresentar outros fatos, ou outra realidade...

Crisis Colombia – Venezuela: um desafio a UNASUR
Marcelo Rech
27/07/2010

El presidente colombiano Álvaro Uribe deja el poder el 7 de agosto luego de ocho años de gobierno.

Si no ha transformado social y económicamente al país, Uribe seguramente ha trabado una lucha sin treguas contra las guerrillas, especialmente las Farc, reduciendo su letalidad a niveles históricos.

Durante eso período, muchos han los altibajos con el vecino Hugo Chávez, lo que puso la región bajo tensión.

Los dos divergen en casi todo.

Uno es aliado de los Estados Unidos que en los últimos diez años, ha destinado US$ 8 mil millones para la lucha contra el narcoterrorismo en Colombia.

El otro llego al poder al final de los 90 luego de un intento fracasado de golpe de Estado y nadie tiene idea de hasta cuando quedará.

En la última década, no faltaron denuncias y elementos para uno creer que las guerrillas colombianas actuaban extraterritorialmente.

En Brasil, las Farc mantienen al menos cinco de sus miembros entre Brasília, la región Sudeste y las áreas fronterizas.

Durante las tres ediciones del Foro Social Mundial, realizadas en Porto Alegre (RS), bajo la financiación del Partido de los Trabajadores (PT), han ocupado espacios, realizados debates y firmado alianzas.

Los gobiernos – estadual y municipal – de Olívio Dutra y Tarso Genro recibieron los voceros de las Farc con el status diplomático en la capital gaucha.

En Manaos (AM), la guerrilla es vieja conocida. Hasta apartamentos ocupan en la ciudad.

Campamientos de la guerrilla en Brasil, no se tiene noticia, pero su presencia es explícita.

Olivério Medina, antiguo cura católico y uno de los más importantes enlaces de la guerrilla en América del Sur, recibió de actual gobierno, status de refugiado lo que le da el derecho a tener un salario mensual bajo los auspicios del contribuyente brasileño.

Colombia ha luchado para obtener su extradición, pero varios partidos políticos de izquierda pagaron abogados y ejercieron influencia en la decisión del Comité Nacional para los Refugiados (Conare), subordinado al ministerio de Justicia a la época comandado por Tarso Genro.

Medina ha casado con una brasileña integrante del PT que del estado de Paraná ha sido llamada a trabajar en Brasília en la Secretaría Nacional de Pesca, órgano comandado por el partido.

El mismo gobierno que ha sido incapaz de impedir el ingreso de la guerrilla en Brasil y así dar el ejemplo contundente contra el narcoterrorismo, habla en mediar la crisis que tiene las Farc como centro, involucrando Colombia y Venezuela.

En muchos aspectos, la política exterior del actual gobierno emite señales contradictorios.

Usa la Constitución para reafirmar el respecto a la autodeterminación de los pueblos y de la no injerencia, para en seguida, escoger cirurgicamente dónde y cómo meterse.

De todas formas, importante mismo es el papel que desarrollará la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).

Una reunión extraordinaria de cancilleres está marcada para el jueves, 29, en Quito.

Brasil no acepta que la crisis sea solucionada con la participación de actores externos lo que le exigirá llamar la responsabilidad por ver Colombia y Venezuela normalizaren sus relaciones.

Venezuela sabe que las pruebas presentadas ante la Organización de Estados Americanos (OEA), son fuertes. Hay poca margen de maniobra.

Chávez tendrá de aceptar los hechos y mostrar habilidad para convencer la región que los 80 campamientos y 1.500 guerrilleros en su país, no cuentan con su apoyo ni financiación.

La tendencia es que tanto Colombia como Venezuela disminuyan el tono hasta que Uribe entregue el poder al ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que tendrá la difícil tarea de restablecer las relaciones con Chávez.

El hecho concreto es que las Farc representan un problema regional que como tal debe de ser atacado.

Ponerlo en la mesa en un mecanismo regional que todavía no ha mostrado la razón de ser, es fundamental para su propia supervivencia y para la credibilidad de América del Sur.

Marcelo Rech es periodista, editor de InfoRel y especialista en Relaciones Internacionales, Estrategias y Políticas de Defensa y Terrorismo y contrainsurgencia. Correo electrónico: inforel@inforel.org

A agricultura e o Brasil - Senadora Katia Abreu

Na sequencia da postagem anterior, a íntegra do artigo da Senadora Katia Abreu, que merece comentários mais elaborados (o que procurarei fazer tão pronto possível).
Paulo Roberto de Almeida

O que houve de novo com o Brasil
Kátia Abreu
O Estado de S.Paulo, 26 de julho de 2010

O Brasil orgulha-se hoje de ser uma economia estável e forte, que consegue crescer de modo sustentável a taxas elevadas e ao mesmo tempo distribuir renda, incorporando largos contingentes de população ao mercado de consumo e a padrões mais civilizados de bem-estar material. Olhando para trás, para tantas décadas de instabilidade, de surtos breves e logo frustrados de crescimento, temos de reconhecer que vivemos uma grande transformação.

O que tornou possível essa transformação? Tivemos vários momentos de crescimento, que não duravam muito. Após poucos anos, o crescimento provocava inflação, pois a oferta interna, especialmente de alimentos, não era capaz de acompanhar o aumento da demanda induzida pelo crescimento da renda. Mais grave era o outro problema, o cambial.

Diante da inflação sem controle e do desequilíbrio cambial, a única política possível era conter o processo de crescimento, para aliviar as pressões sobre os preços e sobre o déficit externo. Assim, voltávamos à estagnação econômica, embora a população continuasse crescendo e a imensa maioria vivesse na pobreza.

Para crescer sem interrupções seria necessário superar o limite de nossa capacidade para importar. Financiar indefinidamente o déficit cambial com financiamento externo não seria sustentável. Por termos tentado este caminho, incorremos em várias crises de endividamento e chegamos à moratória. Era preciso encontrar um meio realista de elevar a receita cambial.

Como sabemos hoje, no Brasil só a agricultura e a pecuária podiam realizar essa tarefa. Mas ninguém pensava nisso seriamente. Afinal, a produção rural brasileira crescia pouco e não éramos, de fato, até 1970, sequer capazes de atender ao abastecimento interno. Além do mais, a sabedoria convencional de então ditava que o desenvolvimento econômico significava o aumento da produção industrial e o encolhimento relativo da produção rural.

Apesar disso, a partir dos anos 70, teve início uma silenciosa revolução no campo brasileiro. Novas gerações de produtores rurais começaram a emergir, muitos deles abrindo novas fronteiras agrícolas ou transformando os modos de produzir nas fronteiras já estabelecidas. Esses novos agricultores romperam com as formas tradicionais de produção, apropriaram-se do conhecimento acumulado nas universidades rurais e na nova Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (Embrapa) e trouxeram para a produção rural a disposição de assumir riscos e a compulsão do crescimento.

A ação destes novos empreendedores transformou em pouco tempo a produção rural brasileira, tornando-a em poucas décadas a segunda maior do mundo em escala e diversidade de produção e a primeira e única grande agricultura em área tropical.

Os números dessa revolução são impressionantes. Em 1965, antes do início desse processo, a produção brasileira de grãos era de 20 milhões de toneladas, para uma população de 80 milhões de habitantes, portanto, uma produção de 250 kg de grãos por habitante. Em 2008 a produção de grãos chegou a 144 milhões de toneladas, para uma população de 190 milhões de habitantes, o que representa uma produção per capita de 758 kg. A produção total cresceu 7 vezes, mas a área de plantio, que era de 21 milhões de hectares em 1965, passou para apenas 48 milhões de hectares em 2008, apenas 2,5 vezes mais. A produção de carnes, em 1965, era de 2,1 milhões de toneladas, o equivalente a 25 kg por habitante por ano. Em 2006 a produção alcançou 20 milhões de toneladas, o equivalente a algo como 100 kg por habitante/ano. A produção total aumentou dez vezes, mas as áreas de pastagens cresceram apenas 15%.

Esses gigantescos aumentos de produção e de produtividade mudaram a história da economia brasileira. Essa agricultura altamente produtiva e de grande escala conquistou os mercados externos e passou a gerar grandes superávits no balanço de pagamentos, dada a sua pequena dependência de importações. Entre 1994 e 2009, o agronegócio acumulou um saldo comercial com o exterior de US$ 453 bilhões. No mesmo período, o saldo comercial total do Brasil foi de US$ 255 bilhões. Significa que, sem a contribuição das exportações do agronegócio, o Brasil teria incorrido num déficit comercial de US$ 198 bilhões, praticamente o valor das reservas cambiais do País no final do ano passado. Não fora a contribuição do agronegócio, o País estaria vivendo gravíssima crise cambial e a história do nosso crescimento recente teria sido muito diferente.

Outro efeito dessa revolução no campo foi a persistente queda no custo da alimentação no mercado interno. Os professores José Roberto Mendonça de Barros e Juarez Rizzieri mostraram, em pesquisa, que o custo no varejo de uma ampla cesta de alimentos na cidade de São Paulo caiu pouco mais de 5% ao ano, em termos reais, entre 1975 e 2005. Uma queda dessa dimensão só foi possível pelos aumentos impressionantes da produção e da produtividade no campo. E, em decorrência, as classes de renda média e baixa não apenas puderam consumir mais e melhores alimentos, como elevaram seu poder de compra de produtos industriais. Assim, o efeito da queda dos preços agrícolas é mais importante que as transferências de renda para explicar a melhoria do padrão de vida das populações mais pobres.

O Brasil que se desenvolve hoje e se projeta no mundo como uma economia dinâmica e moderna é um País construído a partir da agricultura e da pecuária. E continuará sendo, no futuro, sem estar por isso condenado ao atraso e à pobreza, como vaticinavam no passado. Mas para isso é necessário que o Brasil valorize o agricultor e o pecuarista, que foram os agentes dessas transformações, dando-lhes o realce merecido e poupando-os dos preconceitos que sobrevivem às evidências da realidade.

SENADORA DA REPÚBLICA (DEM-TO), É PRESIDENTE DA CONFEDERAÇÃO DA AGRICULTURA E PECUÁRIA DO BRASIL (CNA)

terça-feira, 27 de julho de 2010

Economia brasileira: agravamento das contas externas

Não concordo com o jornalista, sobretudo com o seu título, mas abordarei a questão mais adiante. No momento, limito-me a transcrever o material, pela importância do tema.

Falta de política desenvolvimentista produz problemas terríveis nas contas externas
Políbio Braga, 27.07.2010

Em artigo que assinou no jornal O Estado de S. Paulo desta segunda-feira, a senadora Katia Abreu, presidente da CNA, demonstra de que modo as exportações brasileiras dependem, neste momento, do chamado complexo agribusiness, sobretudo das commodities agrícolas.

. O artigo vai em link, a seguir, na íntegra.

. O editor trata deste tema porque saiu atrás de mais informações sobre o enorme saldo negativo da balança de pagamentos brasileira, que fechou o primeiro semestre com número intolerável de US$ 23,7 bilhões. O Banco Central acha que no ano o valor chegará a Us$ 49 bilhões.

. São os piores números desde 1947. Um terror econômico para o futuro.

. A FGV mandou dizer ao editor, nesta terça, que o déficit crescente não está sendo atacado pelo governo federal, porque não existe uma estratégia de desenvolvimento bem definida. Faltam estradas, energia - e até uma solução para o déficit público global, já no limite da LRF. O professor Evaldo Alves, da FGV, também aponta para a importação crescente de bens industriais:

- Temos que produzir volume maior de bens e serviços ao invés de importá-los.

. As declarações da FGV confirmam Kátia Abreu: o Brasil exporta matérias-primas agrícolas e minerais como nunca.

. Aliás, também nesta terça-feira, o editor conversou com a Abimaq, que confirma a análise da FGV:

- As exportações do setor de bens de capital mecânicos cresceram 6,5% no semestre, chegando a US$ 4 bi. Em compensação, a importação foi a US$ 10,6 bilhões, com crescimento de 14,6%.

. A Abimaq acha que a política de juros do governo federal compromete todo o esforço da indústria brasileira de bens de capital, sem contar o câmbio defasado, que favorece as importações.

CLIQUE AQUI
para ler o artigo de Kátia Abreu.

Diplomacia brasileira: julgamento severo do Estadao

Entre o erro e a omissão
Editorial - O Estado de S.Paulo
27 de julho de 2010

A coincidência não poderia ser mais simbólica. Enquanto na vizinhança do Brasil arde a crise deflagrada com o rompimento de relações entre a Venezuela e a Colômbia -- depois de o governo de Bogotá denunciar que 1.500 narcoterroristas das Farc vivem no país vizinho sob a proteção de Hugo Chávez --, eis que o chanceler Celso Amorim dá o ar de sua presença em Istambul, participando de uma reunião com os seus colegas da Turquia e do Irã.

A diplomacia brasileira sofreu há pouco um desmoralizante revés na região, ao se associar a um esquema de enriquecimento de urânio iraniano no exterior que corroboraria os alegados fins pacíficos do programa nuclear de Teerã. Concluído durante a visita do presidente Lula ao Irã, o acordo foi apresentado como gesto de boa vontade do país e saudado pelo Itamaraty como evidência de que o contencioso entre o Ocidente e a República Islâmica pode ser resolvido pela negociação, sem ameaças.

Isso justificaria o envolvimento do Brasil no Oriente Médio, contrastando com o silêncio ensurdecedor do governo diante dos problemas bilaterais no seu entorno, como entre Colômbia e Venezuela, ou em relação à sina dos presos políticos em Cuba. Mas a euforia durou pouco. Logo em seguida, com o apoio até da China e a solitária oposição do Brasil e da Turquia, o Conselho de Segurança (CS) das Nações Unidas aprovou nova rodada de sanções contra o Irã.

Em favor do endurecimento, os Estados Unidos invocaram fatos que deixaram o Itamaraty sem respostas convincentes. Em primeiro lugar, os 1.200 quilos de urânio a serem beneficiados no exterior passaram a representar metade dos estoques iranianos, ante os 3/4 que seriam despachados caso Teerã não tivesse renegado o acerto de outubro de 2009 com a AIEA, a agência nuclear da ONU.

Além disso, expondo ao mundo a ingênua sofreguidão brasileira para tomar pelo valor de face a palavra de um governo destituído de credibilidade nessa esfera -- tantas as suas tentativas de iludir os inspetores internacionais sobre as suas atividades --, imediatamente após a assinatura da chamada Declaração de Teerã o chefe do programa nuclear iraniano anunciou que o país continuaria a enriquecer urânio à taxa de 20%, cerca de seis vezes mais do que o necessário para um reator destinado à produção de energia elétrica. É mais fácil passar de 20% para os 95% usados numa bomba atômica do que completar a etapa anterior.

Por fim, a Declaração silenciou sobre a origem da crise -- a recusa iraniana a abrir as suas instalações e programas à inspeção da AIEA, bem como a permitir entrevistas com os cientistas envolvidos. Consumada a decisão do Conselho de Segurança da ONU, reforçada pelo pacote de punições unilaterais dos Estados Unidos, e às vésperas da aprovação, prevista para ontem, de outra série de medidas, desta vez pela União Europeia, o Irã tornou a fazer o seu número -- e o Brasil tornou a entrar no seu jogo.

O fato é que a coleção de sanções impostas a Teerã já começou a fazer efeito. O ponto crítico é o acesso aos derivados de petróleo. Embora detenha a terceira maior reserva mundial do combustível (e a segunda maior de gás), o país importa quase a metade da gasolina que consome. Grandes transportadoras estão pensando duas vezes antes de carregar gasolina para o Irã e as grandes seguradoras hesitam em atender à frota iraniana -- praticamente bloqueando a entrada dos seus navios em portos estrangeiros.

Que o Irã, diante disso, faça expressão corporal de voltar "imediatamente" à mesa de conversações não deve surpreender. Mas a reincidência brasileira no erro só pode ter uma explicação: o fracasso da ambição de promover o País a potência mundial subiu à cabeça do Itamaraty. Para mal dos pecados, a diplomacia lulista, ainda que o queira, não tem como assumir agora o papel que poderia desempenhar na América Latina, como mediador credenciado pela equidistância entre as partes desavindas.

Não se vê, por exemplo, como Bogotá poderia aceitar a intermediação brasileira depois de Lula dizer que "as Farc são um problema da Colômbia, e os problemas da Venezuela são da Venezuela". Se vestisse uma camiseta com a efígie de Chávez não deixaria mais claro de que lado está.

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Addendum (agradeço a meu leitor Rubens, por chamar-me a atenção para este artigo, abaixo reproduzido) de um jornalista que se pretende de esquerda:

Falta o "algo mais"

Blog do Alon, terça-feira, 13 de julho de 2010
(Alon Feuerwerker, Observações Políticas)

Têm faltado sofisticação e inteligência à nossa política externa. Ela pode ser “de direita” ou “de esquerda”. Só não deve ser incompetente

Talvez esteja na hora de a diplomacia brasileira tentar reencontrar o eixo perdido. As últimas semanas não foram boas para o Itamaraty. Nem para o presidente da República, no front externo. Um ponto de derrapagem foi a condução final do tema nuclear iraniano. De lá para cá as coisas parecem meio fora de lugar.

Ao ponto de o G20 reunir-se para debater as estratégias econômico-financeiras globais e o Brasil passar em branco. Lula sempre defendeu a necessidade imperiosa de ampliar o debate para além do G8, para fora dos estreitos limites do mundo desenvolvido. Quando a ampliação começa a acontecer, o Brasil parece meio à margem.

Tem sido notável o investimento político brasileiro nos Brics, o grupo das nações emergentes mais importantes, como polo alternativo aos Estados Unidos e à Europa. Mas as últimas semanas registram não apenas o nosso isolamento no âmbito dos Brics — como se viu na aprovação das sanções contra o Irã pelo Conselho de Segurança da ONU. Há uma inédita coordenação entre os Estados Unidos, a China e a Rússia.

Passou meio despercebido aqui, encoberto pela reta final da Copa do Mundo e pelo horrendo “Caso Bruno”, mas americanos e russos fizeram uma troca-relâmpago de espiões semana passada que é um sintoma das excelentes relações bilaterais. E nos últimos dias apareceram conexões de separatistas islâmicos chineses uigures com a Al Qaeda, quando se desbaratou uma conspiração terrorista na Noruega.

Em Cuba, finalmente o Partido Comunista começa a se mover, pressionado pela exigência internacional de mais respeito aos direitos humanos. De um jeito meio torto, é verdade, pois propõe banir do país os oposicionistas presos, em vez de simplesmente libertá-los. A ditadura brasileira fazia isso nos anos 1960 e 1970.

O Itamaraty correu para dizer que o Brasil tem um papel no avanço obtido, mas nossa capacidade de capitalizar politicamente é zero. Aqui menos por culpa dos diplomatas e mais por causa do incrivelmente desastroso paralelismo que Lula fez lá atrás entre os presos políticos cubanos e bandidos brasileiros condenados por crimes comuns. E tem mais: custava aos amigos de Lula em Havana avisarem da nova disposição para o diálogo? Teria evitado a saia justa.

Outro desconforto é acabarmos empurrados para o incômodo papel de aliados de Mahmoud Ahmadinejad. Tem gente no governo brasileiro achando que uma bomba iraniana ajuda o Brasil, mas a ideia inicial não era essa, era credenciarmo-nos como interlocutores.

Lula em Teerã deu uma de Asamoah Gyan. No último minuto da prorrogação perdeu o pênalti. Achou antes da hora que o sucesso estava consumado. Deu-se mal.

Em vez de entrar na História como o construtor do canal de negociação entre o Irã e as grandes potências, acabou por enquanto confinado a “marcar posição” contra americanos, russos, chineses, franceses e britânicos. Está emparedado.

Nada porém é definitivo. O peso do Brasil no jogo das relações políticas planetárias deve-se menos a aspectos subjetivos da ação dos governantes e mais ao nosso tamanho econômico, populacional, territorial. Só que talvez esteja faltando o “algo mais” para gerir esse capital.

O Itamaraty tem sua culpa. Por aceitar a relativização e o enfraquecimento do profissionalismo. Uma chancelaria subserviente é ruim para o país.

Falta também à diplomacia adaptar-se adequadamente às novas realidades. O sinal de alerta veio em Honduras, quando não tivemos inteligência (informação) sobre a real força política de Manuel Zelaya. Em Teerã, ninguém disse a Lula que talvez o acordo obtido por ele não fosse suficiente para brecar o expresso das sanções. E que era preciso trabalhar um pouco mais antes de ir para o palco.

Foi evidente ali que o Itamaraty e o Palácio do Planalto não tinham a mínima ideia do estágio das negociações entre as potências no Conselho de Segurança.

Ninguém avisou Lula que era uma má estratégia colocar todas as fichas na possibilidade de Barack Obama destravar as negociações da Rodada Doha?

Tem faltado sofisticação e inteligência à nossa política externa. Ela pode ser “de direita” ou “de esquerda”. Só não deve ser incompetente.

É um bom tema para quem vier a ocupar a cadeira presidencial em janeiro.

Contradicoes do capitalismo: bancos americanos possuem muito dinheiro

Ironia da história: com a crise, os bancos não estão encontrando muitas oportunidades para investir. Dentro em pouco vão recusar depósitos de clientes...

In Cash Glut, Banks Try to Discourage New Deposits
From the Editors of American Banker, July 27, 2010

With attractive lending opportunities hard to come by, bankers are finding themselves doing what would have been unthinkable just two years ago: discouraging deposits.
Most large and regional banking companies are drowning in deposits, raising concern that excess liquidity could be a drag on earnings in coming quarters.
Though interest rates on deposit accounts are manageable, due in part to historically low rates, costs remain associated with handling those relationships. Banks have also seen their ability to charge certain fees, on overdrafts, for example, constrained by the recent wave of financial reforms.

O racismo em construcao no Brasil: muito parecido com o nazismo

Tenho colocado muitos posts sobre o Estatudo da (Des)Igualdade Racial recentemente aprovado no Brasil. Em resposta tenho recebido diversos comentários raivosos de partidários desse instrumento racista, vários deles ofensivos.
Essas pessoas estão manifestamente descontentes, senão com ódio de minha posição, expressamente contrária ao espírito, à letra e aos efeitos de curto, médio e longo prazo desse veículo de construção do Apartheid no Brasil.
Seus defensores acham que ele vai resgatar o povo negro-africano, fazendo um amálgama indevido entre os negros e mulatos brasileiros e os africanos da época da escravidão.
Eles não se dão conta de que estão estimulando um sistema que pertence ao mesmo universo filosófico que o racismo hitlerista, ele também baseado numa concepção de diferença racial.
O fato de que o nazismo proclamava a superioridade da "raça ariana" e que os afro-descendentes atuais pretendam à "igualdade racial", mas distinguindo os "negros" brasileiros, não impede que os dois instrumentos sejam aparentados, em suas intenções respectivas de separar raças e de tratá-las de maneira diversa.
Isso é aparteísmo, ou Apartheid.
Isso é racismo, da pior espécie.
O povo brasileiro é diverso e misturado.
Os racistas negros pretendem transformá-lo em uma nação de etnias separadas.
Paulo Roberto de Almeida

Postagem em destaque

Livro Marxismo e Socialismo finalmente disponível - Paulo Roberto de Almeida

Meu mais recente livro – que não tem nada a ver com o governo atual ou com sua diplomacia esquizofrênica, já vou logo avisando – ficou final...