O Congresso Brasileiro de Direito Internacional ocorrerá pela primeira vez, em Brasília, de 24 a 27 de agosto de 2011, e o tema central da discussão será Institucionalização e efetividade do Direito Internacional . A capital federal foi escolhida, por ser um centro acadêmico e universitário importante e voltado ao estudo do Direito e das Relações Internacionais. O UniCEUB e Itamaraty vão sediar o evento, que contará com mais de 50 conferencistas nacionais e estrangeiros.
Inscrições e mais informações podem ser conferidas no site da ABDI:
http://www.direitointernacional.org/prog_oficial.php
Devo participar de um painel no dia 25, as 11h30, como abaixo:
Painel: MERCOSUL: AVANÇOS E RETROCESSOS
Auditório Santiago Dantas
Presidência: Raquel Coelho Lenz César - PhD em Direito Publico pela Universidade Estadual do Rio de Janeiro, Harvard LL.M., Especialista em Violência Urbana pela UFPE, Advogada e Professora de Direito Constitucional da Universidade Federal do Ceará.
MERCOSUL AOS 20 ANOS: AVANÇOS E LIMITAÇÕES
Paulo Roberto de Almeida - Diplomata, professor universitário e pesquisador
OS BLOCOS ECONÔMICOS COMO CONSTRUCTO POLÍTICO E A INGERÊNCIA DAS FORMAS DE GOVERNO: OS LIMITES DA SUPRANACIONALIDADE
Jorge Fontoura - Doutor em Direito pela Universidade de Parma, Consultor jurídico do Senado para assuntos internacionais, Professor do Instituto Rio Branco.
A IDENTIDADE CONSTITUCIONAL DO MERCOSUL NA PERSPECTIVA DA JURISPRUDÊNCIA DAS CORTES SUPREMAS
Luís Coni - Professor do UNICEUB
MARCO GERAL DO SISTEMA JURÍDICO BRASILEIRO E O PROCESSO DE INTEGRAÇÃO
Tercio Waldir de Albuquerque - Advogado, professor de Direito Internacional e Presidente da Comissão de Relações Internacionais da OAB/MS.
A programação completa tem 72 páginas, e pode ser vista neste link:
http://direitointernacional.org/arquivos/programacao_2011.doc
Bom congresso a todos.
Paulo Roberto de Almeida
Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas. Ver também minha página: www.pralmeida.net (em construção).
domingo, 14 de agosto de 2011
ALADI: crescendo, apesar de tudo...
ALADI eligió a “Chacho” Álvarez y abre la puerta a Nicaragua
Infolatam
Montevideo, 11 agosto 2011
Las claves
La ALADI, que tiene su sede permanente en Montevideo, está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. Panamá está en etapa de concretar su adhesión, ya aprobada.
El Consejo de Ministros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) eligió hoy al ex vicepresidente argentino (1999-2000) Carlos ‘Chacho’ Álvarez para regir los destinos de la organización durante los próximos tres años y le abrió la puerta a Nicaragua para ser nuevo miembro.
Los participantes en la reunión, con Álvarez a la cabeza, hicieron hincapié en que la actual crisis internacional hace que la integración de América Latina cobre mayor importancia y en la necesidad de que los países de la región incrementen su comercio y tomen sus propias decisiones sin imposiciones desde afuera.
‘Hay que vigorizar los organismos de integración que tenemos en América Latina y el Caribe. Tenemos buenas perspectivas y podemos ser optimistas’, afirmó el nuevo secretario general de ALADI.
Álvarez destacó que en los últimos tiempos ‘todos los países de la región están revalorizando la pertenencia a América Latina, contrariamente a lo que pasó tiempo atrás cuando se miraba más hacia los países desarrollados’.
La crisis económica internacional ‘nos hace a todos reflexionar y le da aún mas importancia a la construcción de espacio común latinoamericano’, aseguró.
En el encuentro participaron los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, y Venezuela, Nicolás Maduro, así como Luis Almagro, de Uruguay, que fue elegido para presidir el Consejo de Ministros.
El canciller argentino pidió a los países de América Latina y el Caribe que a la hora de decidir su comercio miren hacia sus vecinos y también que se preparen para impedir que la crisis global afecte a la región.
La crisis económica internacional que vive Estados Unidos y Europa ‘no ha llegado a nuestras costas’ pero ‘debemos empezar a tomar medidas para evitar que una crisis con origen fuera de la región nos doblegue, como sucedió en el pasado’, afirmó Timerman.
‘Una de esas formas de trabajar es tomar medidas juntos, decidir de forma conjunta cuales son los mejores mecanismo para aliviar los posibles efectos y seguir creciendo’, destacó.
Timerman también hizo hincapié en la necesidad de reforzar el comercio entre países de América Latina y el Caribe.
‘No tenemos que ir a buscar fuera lo que tenemos en la región’, afirmó Timerman
El canciller venezolano por su parte afirmó que los países de América Latina y el Caribe están creciendo a pesar de la crisis económica internacional, porque ‘después de muchos años fueron capaces de elegir su camino sin que se les imponga desde fuera’.
‘Si damos una mirada a veinte, quince o diez años atrás veremos que la región estaba sometida a fórmulas extrañas e intereses distintos a los de nuestros pueblos’, afirmó Maduro.
La región ‘recibía recetas económicas y programas de ajustes que fueron desindustrializando y destruyendo el aparato económico de nuestros países’, agregó.
Pero en los últimos tiempos, la región ‘con gobiernos de diversa ideología ha venido tomando un camino de construcción de un pensamiento propio para afrontar los retos económicos’.
‘En buena medida esa decisión le ha permitido hacer frente con éxito a la tremenda crisis económica que sufre el capitalismo en Estados Unidos y en Europa’, aseguró el canciller venezolano.
El Consejo de Ministros aprobó además la adhesión de Nicaragua al organismo lo que le abre la puerta para ser en un futuro miembro pleno.
La ALADI, que tiene su sede permanente en Montevideo, está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. Panamá está en etapa de concretar su adhesión, ya aprobada.
Infolatam
Montevideo, 11 agosto 2011
Las claves
La ALADI, que tiene su sede permanente en Montevideo, está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. Panamá está en etapa de concretar su adhesión, ya aprobada.
El Consejo de Ministros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) eligió hoy al ex vicepresidente argentino (1999-2000) Carlos ‘Chacho’ Álvarez para regir los destinos de la organización durante los próximos tres años y le abrió la puerta a Nicaragua para ser nuevo miembro.
Los participantes en la reunión, con Álvarez a la cabeza, hicieron hincapié en que la actual crisis internacional hace que la integración de América Latina cobre mayor importancia y en la necesidad de que los países de la región incrementen su comercio y tomen sus propias decisiones sin imposiciones desde afuera.
‘Hay que vigorizar los organismos de integración que tenemos en América Latina y el Caribe. Tenemos buenas perspectivas y podemos ser optimistas’, afirmó el nuevo secretario general de ALADI.
Álvarez destacó que en los últimos tiempos ‘todos los países de la región están revalorizando la pertenencia a América Latina, contrariamente a lo que pasó tiempo atrás cuando se miraba más hacia los países desarrollados’.
La crisis económica internacional ‘nos hace a todos reflexionar y le da aún mas importancia a la construcción de espacio común latinoamericano’, aseguró.
En el encuentro participaron los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, y Venezuela, Nicolás Maduro, así como Luis Almagro, de Uruguay, que fue elegido para presidir el Consejo de Ministros.
El canciller argentino pidió a los países de América Latina y el Caribe que a la hora de decidir su comercio miren hacia sus vecinos y también que se preparen para impedir que la crisis global afecte a la región.
La crisis económica internacional que vive Estados Unidos y Europa ‘no ha llegado a nuestras costas’ pero ‘debemos empezar a tomar medidas para evitar que una crisis con origen fuera de la región nos doblegue, como sucedió en el pasado’, afirmó Timerman.
‘Una de esas formas de trabajar es tomar medidas juntos, decidir de forma conjunta cuales son los mejores mecanismo para aliviar los posibles efectos y seguir creciendo’, destacó.
Timerman también hizo hincapié en la necesidad de reforzar el comercio entre países de América Latina y el Caribe.
‘No tenemos que ir a buscar fuera lo que tenemos en la región’, afirmó Timerman
El canciller venezolano por su parte afirmó que los países de América Latina y el Caribe están creciendo a pesar de la crisis económica internacional, porque ‘después de muchos años fueron capaces de elegir su camino sin que se les imponga desde fuera’.
‘Si damos una mirada a veinte, quince o diez años atrás veremos que la región estaba sometida a fórmulas extrañas e intereses distintos a los de nuestros pueblos’, afirmó Maduro.
La región ‘recibía recetas económicas y programas de ajustes que fueron desindustrializando y destruyendo el aparato económico de nuestros países’, agregó.
Pero en los últimos tiempos, la región ‘con gobiernos de diversa ideología ha venido tomando un camino de construcción de un pensamiento propio para afrontar los retos económicos’.
‘En buena medida esa decisión le ha permitido hacer frente con éxito a la tremenda crisis económica que sufre el capitalismo en Estados Unidos y en Europa’, aseguró el canciller venezolano.
El Consejo de Ministros aprobó además la adhesión de Nicaragua al organismo lo que le abre la puerta para ser en un futuro miembro pleno.
La ALADI, que tiene su sede permanente en Montevideo, está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. Panamá está en etapa de concretar su adhesión, ya aprobada.
Brics: "milagre" chegando ao fim - Satyajit Das
Um crítico crítico (se me permitem a redundância) dos queridinhos do momento dos economistas e contestadores da arrogância imperial. Não creio que ele tenha razão inteiramente, mas muito do que ele diz parece coerente com os dados da realidade.
Paulo Roberto de Almeida
ENTREVISTA
Satyajit Das, economista, autor do best-seller "Traders, Guns & Money"
"O milagre dos BRICS está chegando ao fim"
Para indiano, Brasil terá de adotar medidas adicionais de controle de capital e de estimulo à economia doméstica
O Estado de S.Paulo, 12/08/2011
Se o ministro da Fazenda, Guido Mantega, chamou de guerra cambial as ações dos governos mundiais que culminaram com um real sobrevalorizado, o que se verá no curto prazo será uma conflagração bem mais sangrenta, feroz e de custos elevados para os países exportadores de commodities, como o Brasil.
O alerta é do indiano Satyajit Das, 53 anos, autor de Traders, Guns & Money, o best-seller que elucidou os bastidores do mundo dos derivativos, muitos dos quais deram origem à bolha de crédito nos EUA. Das trabalhou por mais de 33 anos em grandes instituições financeiras internacionais, entre elas a Merrill Lynch e o Citicorp (antes da fusão com o Travelers Group, tornando-se Citigroup).
Na opinião de Das, o acirramento da guerra cambial virá dos EUA, por meio da desvalorização do dólar. E a desaceleração da maior economia global deve acabar com o "milagre" do Brics, grupo formado por Brasil, Rússia, Índia, China e, agora, também a África do Sul.
A seguir, trechos da entrevista concedida à Agência Estado.
Qual será o impacto sobre o Brasil de uma desaceleração econômica forte nos EUA e Europa?
O milagre dos Brics está chegando ao fim. O que as pessoas esquecem é que os Brics se beneficiaram do crescimento mundial para elevar suas exportações. Embora o Brasil tenha um mercado doméstico bem mais desenvolvido do que outros Brics, o País ainda depende muito do capital estrangeiro. A escassez do capital estrangeiro e a falta do crescimento das exportações por causa da desaceleração mundial vai afetar todos os Brics, embora de forma diferente. O Brasil, por sua vez, se beneficiou da injeção de liquidez em razão dos gastos orçamentários nos EUA nos últimos anos, mas isso também teve um lado nocivo: a baixa taxa de juros americana traduziu-se em pressões no câmbio e mais inflação. E os EUA vão sair dessa situação via desvalorização do dólar. E, se o seu ministro da Fazenda (Guido Mantega) já falou em guerra cambial, ele não viu nada: o que aconteceu foi apenas um prelúdio. Não chegamos ao primeiro ato dessa ópera. Vai acontecer ainda uma guerra cambial e comercial feroz. Será cada país por si.
Há como o Brasil evitar isso?
Não, porque vocês são uma nação exportadora muito grande. Sua economia foi desenhada ao redor do negócio de exportação de commodities, e vai crescer mais ainda como exportadora quando os campos de petróleo do pré-sal, como o Tupi, entrarem em operação.
E o real, que muitos dizem estar até 40% sobrevalorizado, continuará se valorizando?
Sim, absolutamente. O real vai continuar se fortalecendo porque não tem nada a ver com o real, e sim com a fraqueza do dólar. O Brasil mantém taxas de juros elevadas e o Federal Reserve (Fed) permanece injetando dinheiro no sistema financeiro para manter o dólar desvalorizado pois é a única forma de os EUA pagarem sua dívida.
O Brasil tem sido agressivo no controle de capital estrangeiro. Isso deve ser reforçado?
Lógico, especialmente o de curto prazo. Nesse cenário que descrevo, os países precisam de controle de capital, de desenvolver a economia doméstica e de se certificar de que o envolvimento do capital estrangeiro seja bem controlado, pois o capital estrangeiro pode ser muito perigoso neste momento.
Os EUA resvalaram novamente para uma recessão?
Se os EUA estão ou não na chamada recessão técnica, ou seja, dois trimestres seguidos de desempenho econômico abaixo de zero, não quer dizer nada. O que está em jogo é o seguinte: se quisermos sair dessa situação de superendividamento mundial, é preciso um crescimento econômico forte e também de inflação, os quais não existem (nos países desenvolvidos).
Foi o rebaixamento da nota de risco soberano dos EUA pela S&P que provocou turbulência no mercado financeiro mundial?
A queda forte nos mercados não tem nada a ver com a S&P e o rebaixamento dos EUA. O fato é que as pessoas estão acordando para o fato de que o mundo tem muita dívida e desde a crise financeira de 2008 não foi feito nada para diminuí-la. O que os reguladores e as autoridades econômicas mundiais fizeram foi pôr "band-aid" num ferimento feito por bala de revólver. Eles injetaram mais dinheiro no sistema.
Paulo Roberto de Almeida
ENTREVISTA
Satyajit Das, economista, autor do best-seller "Traders, Guns & Money"
"O milagre dos BRICS está chegando ao fim"
Para indiano, Brasil terá de adotar medidas adicionais de controle de capital e de estimulo à economia doméstica
O Estado de S.Paulo, 12/08/2011
Se o ministro da Fazenda, Guido Mantega, chamou de guerra cambial as ações dos governos mundiais que culminaram com um real sobrevalorizado, o que se verá no curto prazo será uma conflagração bem mais sangrenta, feroz e de custos elevados para os países exportadores de commodities, como o Brasil.
O alerta é do indiano Satyajit Das, 53 anos, autor de Traders, Guns & Money, o best-seller que elucidou os bastidores do mundo dos derivativos, muitos dos quais deram origem à bolha de crédito nos EUA. Das trabalhou por mais de 33 anos em grandes instituições financeiras internacionais, entre elas a Merrill Lynch e o Citicorp (antes da fusão com o Travelers Group, tornando-se Citigroup).
Na opinião de Das, o acirramento da guerra cambial virá dos EUA, por meio da desvalorização do dólar. E a desaceleração da maior economia global deve acabar com o "milagre" do Brics, grupo formado por Brasil, Rússia, Índia, China e, agora, também a África do Sul.
A seguir, trechos da entrevista concedida à Agência Estado.
Qual será o impacto sobre o Brasil de uma desaceleração econômica forte nos EUA e Europa?
O milagre dos Brics está chegando ao fim. O que as pessoas esquecem é que os Brics se beneficiaram do crescimento mundial para elevar suas exportações. Embora o Brasil tenha um mercado doméstico bem mais desenvolvido do que outros Brics, o País ainda depende muito do capital estrangeiro. A escassez do capital estrangeiro e a falta do crescimento das exportações por causa da desaceleração mundial vai afetar todos os Brics, embora de forma diferente. O Brasil, por sua vez, se beneficiou da injeção de liquidez em razão dos gastos orçamentários nos EUA nos últimos anos, mas isso também teve um lado nocivo: a baixa taxa de juros americana traduziu-se em pressões no câmbio e mais inflação. E os EUA vão sair dessa situação via desvalorização do dólar. E, se o seu ministro da Fazenda (Guido Mantega) já falou em guerra cambial, ele não viu nada: o que aconteceu foi apenas um prelúdio. Não chegamos ao primeiro ato dessa ópera. Vai acontecer ainda uma guerra cambial e comercial feroz. Será cada país por si.
Há como o Brasil evitar isso?
Não, porque vocês são uma nação exportadora muito grande. Sua economia foi desenhada ao redor do negócio de exportação de commodities, e vai crescer mais ainda como exportadora quando os campos de petróleo do pré-sal, como o Tupi, entrarem em operação.
E o real, que muitos dizem estar até 40% sobrevalorizado, continuará se valorizando?
Sim, absolutamente. O real vai continuar se fortalecendo porque não tem nada a ver com o real, e sim com a fraqueza do dólar. O Brasil mantém taxas de juros elevadas e o Federal Reserve (Fed) permanece injetando dinheiro no sistema financeiro para manter o dólar desvalorizado pois é a única forma de os EUA pagarem sua dívida.
O Brasil tem sido agressivo no controle de capital estrangeiro. Isso deve ser reforçado?
Lógico, especialmente o de curto prazo. Nesse cenário que descrevo, os países precisam de controle de capital, de desenvolver a economia doméstica e de se certificar de que o envolvimento do capital estrangeiro seja bem controlado, pois o capital estrangeiro pode ser muito perigoso neste momento.
Os EUA resvalaram novamente para uma recessão?
Se os EUA estão ou não na chamada recessão técnica, ou seja, dois trimestres seguidos de desempenho econômico abaixo de zero, não quer dizer nada. O que está em jogo é o seguinte: se quisermos sair dessa situação de superendividamento mundial, é preciso um crescimento econômico forte e também de inflação, os quais não existem (nos países desenvolvidos).
Foi o rebaixamento da nota de risco soberano dos EUA pela S&P que provocou turbulência no mercado financeiro mundial?
A queda forte nos mercados não tem nada a ver com a S&P e o rebaixamento dos EUA. O fato é que as pessoas estão acordando para o fato de que o mundo tem muita dívida e desde a crise financeira de 2008 não foi feito nada para diminuí-la. O que os reguladores e as autoridades econômicas mundiais fizeram foi pôr "band-aid" num ferimento feito por bala de revólver. Eles injetaram mais dinheiro no sistema.
O comeco do fim do Estado assistencialista - Gary North
Um leitor, Eduardo Rodrigues, do Rio de Janeiro, fez um curto, incisivo, objetivo e perfeito comentário a este outro post neste blog, este aqui:
A falencia do Estado (supostamente) de bem-estar - Ubiratan Iorio
Desafio qualquer ser vivente neste "nosso planetinha", como diria um cidadão que já imaginou um dia que a Terra pudesse não ser redonda, a contestar um milímetro do diagnóstico oferecido aqui pelo professor Ubiratan Iório.
Paulo Roberto de Almeida
A FALÊNCIA DO WELFARE STATE"...
Ubiratan Iório, 30/06/2010
(ler o artigo dele, neste link)
O comentário foi este:
Eduardo Rodrigues, Rio disse...
Os eleitores ocidentais votaram por um estado assistencialista. A maioria está viciada em programas de transferência de renda. Eles realmente acreditam que, se o governo adotar um plano de austeridade — entrando em uma dieta fiscal —, isso irá causar uma recessão. Logo, eles estão determinados a manter vivo o estado assistencialista. Porém, esse arranjo está em inexorável marcha rumo ao colapso. Por quê? Porque o estado assistencialista sempre dependeu da capacidade de seus governos se endividarem a juros baixos.
Gary North
http://www.mises.org.br/Article.aspx?id=1071
Transcrevo agora o artigo citado de Gary North, que está inteiramente na linha do artigo transcrito acima de Ubiratan Iorio.
Paulo Roberto de Almeida
O atual arranjo monetário está rachando
Gary North
Instituto Ludwig Von Mises Brasil, quinta-feira, 11 de agosto de 2011
Patinadores de gelo que gostam de praticar seu esporte em lagos ou em grandes lagoas sabem desde cedo que não devem patinar sobre o gelo fino. O som de gelo rachando é um sinal de que eles devem começar a se dirigir rapidamente para a terra firme.
Na sexta-feira, 5 de agosto de 2011, o mundo ouviu o gelo rachando. Ao final daquele dia, a agência de classificação de risco Standard & Poor's rebaixou a classificação da dívida do governo americano em um ponto: de AAA para AA+.
A decisão do Congresso americano, no dia anterior, de elevar o teto da dívida do governo em US$ 2 trilhões foi uma verdadeira fissura no gelo. A Standard & Poor's apenas tornou a rachadura semi-oficial. "Sim, esse barulho ruidoso que vocês ouviram na terça-feira é realmente o que vocês estão pensando."
E isso não foi tudo. O Banco Central Europeu (BCE), na sexta-feira passada, anunciou que iria fazer mais uma reunião de fim de semana para lidar com mais uma crise no mercado de títulos da dívida dos governos europeus. Desta vez, os papeis da dívida emitidos pelos governos da Itália e da Espanha estavam sob intenso ataque no mercado de títulos. Os investidores estavam exigindo juros maiores.
O som da rachadura foi intenso.
No domingo, o Banco Central Europeu anunciou que irá começar a comprar diretamente títulos emitidos pelos tecnicamente insolventes governos da Itália e da Espanha. Em outras palavras, o BCE capitulou. Ele faz a mesma coisa em relação à dívida do governo grego. Pelo que foi acordado no Tratado de Maastricht e no Tratado de Lisboa, ele não pode fazer isso. Mas quem liga para acordos firmados por governos? Você não pode fazer omeletes sem quebrar alguns ovos. Ou sem que a galinha os tenha posto.
O ingrediente essencial dessas omeletes é a moeda fiduciária de curso forçado. O BCE irá criar o dinheiro necessário para comprar esses títulos da dívida. E há uma enormidade de títulos a serem comprados. A Itália tem aproximadamente 2 trilhões de euros em título. A Espanha, por volta de 1 trilhão.
Itália e Espanha são devedoras monumentais. Elas não são devedoras insignificantes como a Grécia. Há uma quantia fabulosa de dinheiro investida nos títulos da dívida destes dois PIIGS. Os banqueiros da Europa pensaram: "Nenhuma nação ocidental jamais dará um calote". Ato contínuo, eles vorazmente compraram esses papeis da dívida. Agora estão na iminência de sofrer prejuízos de 50% ou mais com esses investimentos ruins. Os grandes bancos não têm nenhuma intenção de aceitar esse prejuízo. E por que deveriam? O BCE está ali pronto para socorrê-los. Socorrer os grandes bancos é a tarefa #1 de todos os bancos centrais. Eles foram criados para isso. E também para financiar dívidas dos governos. Não há nenhum motivo para os grandes bancos se preocuparem.
O BCE não precisa comprar toda essa dívida. O simples fato de ele deixar claro que está sempre em prontidão para comprar parte da dívida já é o suficiente para acalmar temporariamente os mercados e, com isso, manter os juros desses títulos abaixo dos 6% que estavam sendo obrigados a pagar durante a semana passada. Mas este é apenas mais um caso de postergar o inevitável, de apenas reduzir a velocidade quando já se está na estrada da insolvência.
O BCE, obviamente, tem de fazer alguma cena. E o que ele faz são apenas alguns protestos superficiais acerca de suas decisões. Seus lábios dizem "não, não", mas seus olhos dizem "sim, sim". O BCE emite declarações sobre sua responsabilidade de manter a inflação de preços baixa e, em seguida, ele cria dinheiro para comprar títulos de países caloteiros.
Nota: todos os países são caloteiros. Mas alguns são mais caloteiros que outros.
Os gorgolejos de Merkel
Nesse sentido, o BCE é igual à primeira-ministra da Alemanha, Angela Merkel. Ela também faz declarações zangadas do tipo "não haverá mais socorros". Mas sempre que ocorre uma grande crise financeira em decorrência de uma ameaça de calote proferida por um berrante membro do PIIGS, ela, Sarkozy e demais asseclas se reúnem em um fim de semana e propõem uma nova rodada de socorro. Gosto de pensar nas declarações preliminares de Merkel como gorgolejos. Por que o som de um gorgolejo? Porque ela sempre engasga com as palavras que logo em seguida será obrigada a engolir.
Merkel faz barulhos de gorgolejo para pacificar os eleitores alemães. Os eleitores alemães têm uma vaga noção de que são eles que acabarão tendo de pagar pelos erros dos banqueiros alemães, dos banqueiros franceses, e de todos os outros banqueiros. E estão corretos. São eles que pagarão.
O que os eleitores alemães ainda não entenderam é que os banqueiros sempre souberam desde o início que haveria pacotes de socorro em caso de dificuldades. Os bancos espertamente perceberam que seriam socorridos. Eles emprestaram dinheiro aos PIIGS. Era um dinheiro muito fácil. Não havia risco. Mas, você diria, havia sim algum risco. Sim, sim — mas não para os grandes bancos. O BCE, o FMI e outras agências de socorro aceitariam intervir para corrigir as consequências das decisões ruins dos bancos.
Exatamente como fizeram o Banco Central americano e o Tesouro em setembro e outubro de 2008. Eles saíram comprando as dívidas podres em posse dos maiores bancos comerciais americanos, tudo ao seu valor de face.
O que os eleitores farão em relação a tudo isso? Nada que traga grandes consequências. Poucos eleitores entendem o que está acontecendo, mas estes não têm meios para protestar efetivamente. Os legislativos seguem dando continuidade ao processo de resgate. Não há nenhum projeto de corte de gastos. Não há nenhuma intenção de se reduzir as dívidas dos governos. Nunca houve.
Os eleitores alemães não têm como impor restrições ao BCE. O comitê alemão do BCE se limita a fazer gorgolejos. Eles votam 'não' em todas as reuniões do BCE, já sabendo que seus votos são irrelevantes para o resultado final. Eles não têm votos suficientes na hierarquia do BCE para interromper sua política de comprar títulos dos PIIGS. Eles apenas se limitam a acompanhar a maré e a fingir alguma insatisfação. Tudo cena para mostrar ao eleitorado alemão o quanto eles são atuantes.
Só há uma solução para a Alemanha: retirar-se do Sistema Monetário Europeu (SME). A Alemanha pode abandonar o euro. O país possui uma posição econômica forte o bastante para fazer isso. O SME permite que as nações tenham seus próprios bancos centrais — que são meras sucursais do BCE —, mas não suas próprias moedas. A Alemanha pode se separar. Mas isso irá gerar um revertério político doméstico de proporções monumentais. E isso não é algo provável no futuro próximo.
Os planejadores da Nova Ordem Mundial sempre planejaram utilizar a Europa como primeiro passo: o modelo de todas as coisas boas que uma integração econômica centralmente planejada e baseada em tratados pode atingir.
Mas esse grande experimento está se desfazendo perante nossos olhos. Os planejadores da Nova Ordem Mundial não conseguiriam criar uma Nova Ordem Mundial europeia de uma só vez. Eles sabiam disso. Eles foram fazendo isso pouco a pouco, um tratado de cada vez, durante 50 anos, começando pelo Tratado de Paris em 1951. Depois veio uma série de tratados assinados em Roma.
O problema é este: eles não conseguiram os votos necessários para fundir todos os bancos centrais em um só. Os outros ainda existem como fantoches, representantes sem autoridade. Mas existem. Os eurocratas também não conseguiram criar uma agência fiscal comum que controlaria os déficits de cada nação. Portanto, o sistema possui um ponto fraco: parlamentos nacionais que podem incorrer em déficits operando sob a chancela de um banco central comum cujo principal propósito é extra-oficial — socorrer grandes bancos.
Austeridade (para os governos)
Este sistema está agora visivelmente se desintegrando. Líderes políticos do norte da Europa estão pedindo aos PIIGS que adotem "austeridade" econômica — redução dos déficits dos governos. A Irlanda curvou-se. Prometeu reduzir seu déficit. Mas fez isso somente porque o partido político (Fianna Fáil) que estava no poder no fim de 2010 concordou com termos impostos pelo FMI para receber novos empréstimos — empréstimos esses que os líderes desse partido, apenas uma semana antes, haviam negado ser necessários. O eleitorado irlandês não teve voz. Alguns meses mais tarde, nas eleições, eles despojaram esse partido do poder. Mas já era tarde demais.
Como resposta a isso tudo, o jornal Irish Times publicou a charge política mais acurada e mais obscena que já vi ser publicada em um jornal da grande mídia. Mas os protestos se limitaram a apenas isso: protestos simbólicos.
Por que o governo da Irlanda se curvou? Porque ele já estava no limite. Ele já havia estatizado seus bancos e assumido suas dívidas. E agora os bancos estavam prestes a quebrar. O Irish Times descreveu o dilema:
O ministro das finanças Brian Lenihan disse que o socorro era necessário porque os bancos irlandeses haviam se tornado completamente dependentes de empréstimos concedidos pelo Banco Central Europeu, e, assim como o governo, correm o grande risco de ficarem de fora do mercado internacional de crédito por pelo menos um ano.
Ele disse que os seis bancos da Irlanda, cinco dos quais já estão nacionalizados ou estão parcialmente sob o controle do estado, teriam seu tamanho reduzido, seriam fundidos e possivelmente vendidos.
"Por causa dos grandes riscos que os bancos irlandeses assumiram no início desta década, eles se tornaram um risco enorme não apenas para este país como também para a zona do euro como um todo", disse ele.
Os bancos irlandeses investiram agressivamente em um desenfreado mercado imobiliário aqui na Irlanda e lá fora. Após a crise do crédito de 2008 ter feito com que os preços dos imóveis entrasse em queda livre, o governo tentou impedir que os bancos quebrassem assumindo o controle de todas as suas dívidas. Essa promessa sem precedentes — feita para manter a confiança dos investidores no país — não pode ser mantida sem um pacote de socorros para o governo, como o próprio acabou finalmente sendo forçado a admitir.
Isso soa familiar? Em todo o ocidente, os bancos concederam empréstimos para atividades de alto risco. O mercado imobiliário americano e europeu, de 2001 a 2007, foi totalmente aditivado pela criação de moeda fiduciária pelos bancos centrais e pelo sistema bancário de reservas fracionárias. Mas agora aprendemos que as dívidas de determinados governos são apenas marginalmente melhores do que os empréstimos ruins concedidos ao mercado imobiliário. E esses empréstimos ainda têm de ter seu valor contábil reduzido pelos bancos. Se isso ocorrer, o capital dos bancos será reduzido, podendo levar a uma quebradeira generalizada.
O aumento dos juros e os credores dos PIIGS
Esse risco de insolvência governamental é muito pior para os bancos. Por quê? Porque embora os governos possam assumir e esconder os empréstimos ruins feitos pelos bancos, eles não podem esconder sua própria e crescente insolvência. O mercado de crédito continua aumentando os juros que os emprestadores estão dispostos a aceitar. E os governos têm de pagar esses juros cobrados, o que está comendo seus orçamentos.
Os eleitores dos PIIGS podem ir às ruas protestar contra cortes no orçamento e contra aumentos de impostos. Mas isso não altera o fato de que emprestadores privados não mais estão dispostos a emprestar dinheiro a esses governos a juros baixos. Os protestos, na verdade, acabam servindo para persuadir os emprestadores de que determinados países dos PIIGS possuem uma classificação de crédito ainda pior. Consequentemente, os emprestadores elevam os juros novamente.
As únicas saídas são estas: (1) equilibrar o orçamento, (2) encontrar emprestadores que não estejam preocupados com riscos.
Os governos dos PIIGS precisam de uma desculpa para poder cortar gastos assistencialistas. Quando o BCE ou o FMI emprestam dinheiro e impõem condições, os políticos podem culpar estes emprestadores insensíveis. Essa estratégia foi tentada pelo último governo irlandês e não deu certo. Ele caiu. Mas isso de nada adiantou para os irlandeses, pois o novo governo eleito também aceitou docilmente os termos dos empréstimos.
Os PIIGS podem, é claro, pegar esse dinheiro que lhes foi emprestado e em seguida se recusar a obedecer aos termos impostos. Se um governo não fizer isso — ou seja, se ele docilmente aceitar todos os termos impostos —, ele pode ser despejado nas próximas eleições. Porém, como os irlandeses descobriram, isso não muda nada. O novo governo está obedecendo direitinho aos termos impostos pelo FMI.
Em algum momento, os eleitores de algum país dos PIIGS irão despojar o governo vigente e substituí-lo por um governo que irá enganar o FMI e o BCE. Esse novo governo não irá cortar gastos. Mas aí os juros sobre os empréstimos para esse governo irão subir acentuadamente. O governo terá então de se decidir entre: (1) cortar gastos assistencialistas para poder pagar os juros ou (2) dar um calote.
Há uma terceira opção: sair do Sistema Monetário Europeu. Colocar seu banco central doméstico no controle da situação. Dizer a ele para comprar os títulos da dívida do país. Em outras palavras, esse governo estará agora livre para inflacionar. Ele dará o calote na sua dívida por meio da inflação monetária.
Os eleitores europeus estão paralisados
Os eurocratas dizem continuamente que isso não irá ocorrer. Mas é claro que irá ocorrer. Os políticos, alguma hora, terão de atender aos apelos de seus eleitores, que sempre querem benesses de seus governos. Mas os eleitores não obterão benesses; eles obterão apenas dinheiro desvalorizado. Mas tal situação tem se revelado bastante aceitável para a maioria dos eleitores ocidentais desde o fim da Segunda Guerra Mundial.
Sim, os eleitores alemães estão dispostos a protestar contra a inflação, pois, dentre os europeus, são os únicos que se acostumaram com uma inflação de preços baixa. Ademais, a Alemanha continua sendo uma nação exportadora. Sua economia está se saindo bem dentro da União Europeia. Mas isso gera um problema. Para que esse arranjo continue funcionando, o país tem de socorrer os PIIGS por meio de subsídios governamentais diretos. O país também tem de concordar com o BCE e apoiá-lo quando ele decide imprimir dinheiro para comprar títulos da dívida dos PIIGS. Os alemães podem não gostar desse arranjo, mas a única maneira de sair dele é impedindo o seu governo de conceder pacotes de socorro a outros governos. E, para fazer isso, seria necessário retirar a Alemanha do Sistema Monetário Europeu.
Ato contínuo, a Alemanha teria de lidar com dois enormes problemas. Primeiro, sua nova moeda adotada iria se valorizar em relação ao euro. Isso iria reduzir as exportações alemãs. Os economistas defensores do setor exportador (leia-se mercantilistas) começariam a gritaria em prol de uma desvalorização da moeda. O lobby da indústria de exportação sempre é bem sucedido politicamente em países que apresentam superávit na balança comercial. O mercantilismo é ainda uma grande força política em países com superávit no balanço de pagamentos. "Não matemos a galinha dos ovos de ouro!"
O segundo problema seria o arrocho sobre os bancos alemães. Esses bancos emprestaram bilhões de euros aos PIIGS. Caso estes países quitem seus empréstimos — algo bastante improvável —, eles o farão em euros. Porém, o euro estará desvalorizado em relação ao recém-ressuscitado marco alemão. Logo, mesmo que haja algum pagamento de juros sobre os empréstimos concedidos pelos bancos alemães, tais pagamentos serão feitos em moeda depreciada. Os bancos sofrerão prejuízos em seus balancetes. Seu capital será reduzido. Eles emprestarão menos para os alemães. Os juros subirão. A economia entrará em recessão.
Os eleitores ocidentais votaram por em estado assistencialista. A maioria está viciada em programas de transferência de renda. Eles realmente acreditam que, se o governo adotar um plano de austeridade — entrando em uma dieta fiscal —, isso irá causar uma recessão. Logo, eles estão determinados a manter vivo o estado assistencialista. Porém, esse arranjo está em inexorável marcha rumo ao colapso. Por quê? Porque o estado assistencialista sempre dependeu da capacidade de seus governos se endividarem a juros baixos.
Um pesadelo keynesiano
Economistas keynesianos sempre basearam todos os seus argumentos em uma suposição: "empréstimos concedidos ao governo são seguros". Essa era a visão de Keynes, afirmada obscuramente em seu A Teoria Geral do Emprego, do Juro e da Moeda (1936).
Eis a lógica keynesiana: Emprestadores subitamente ficam com receio de emprestar. Isso gera redução no consumo. A economia entra em recessão e permanece em recessão. Esse é o keynesianismo resumido.
Quer mais? Aqui vai mais. Emprestadores querem segurança. Eles são receosos de emprestar para mutuários privados, que podem dar calote. Assim, eles preferem emprestar para governos. O governo, por sua vez, utilizará esse dinheiro para custear vários projetos que o livre mercado não quis empreender por julgá-los dispendiosos e geradores de prejuízo. Isso faz com que a economia volte a crescer.
Conceitualmente, isso é totalmente parvo. Suponho que você consiga ver o porquê. Emprestadores inevitavelmente terão de colocar seu dinheiro em algum lugar, a menos que gastem tudo consumindo — algo que os economistas keynesianos também consideram uma escolha excelente. Emprestadores que possuem dinheiro suficiente para afetar a economia não guardam dinheiro vivo dentro da gaveta ou debaixo do colchão. Eles colocam em bancos ou em fundos de investimento. Se esse dinheiro não for emprestado para o governo gastá-lo em algum projeto centralmente planejado ou comprando de votos, ele inevitavelmente irá para algum outro investimento. Isso deveria ser óbvio para qualquer pessoa que tenha a mais mínima noção de como funciona o sistema financeiro.
É por isso que o keynesianismo é conceitualmente obtuso. Entretanto, a maioria dos economistas com Ph.D. se recusam, por motivos profissionais, a enxergar isso. Eles não leram o livro de W.H. Hutt, The Theory of Idle Resources (1939).
Essa crucial suposição — "emprestar para o governo é quase risco zero" — está finalmente caindo em descrédito. E está senda desacreditada justamente pelas ações dos políticos. Eles são incapazes de manter o orçamento de seus governos sob controle.
É por isso que os economistas keynesianos ficaram apopléticos com o rebaixamento da classificação de risco dos títulos da dívida americana. Eles também ficaram enfurecidos com o fato de que a sagacidade do BCE ao decidir ajudar diretamente a Itália e a Espanha esteja sendo questionada. A suposição keynesiana sempre foi a de que emprestadores deveriam investir dinheiro em títulos do governo. O mercado de títulos do governo é a base de todas as teorias keynesianas sobre gastos contracíclicos dos governos.
Em períodos de expansão econômica, jamais ouvimos keynesianos declararem em uníssono que este é o momento de o governo cortar gastos e começar a pagar a dívida. Entretanto, sempre se diz que Keynes também defendia políticas contracíclicas em períodos de expansão econômica, e não apenas em períodos de recessão. Isso significa que o governo deve gerar superávits orçamentários para reduzir a dívida em épocas de crescimento econômico. Curiosamente, jamais foram apresentadas citações de Keynes defendendo tal postura. Da mesma forma, jamais vemos declarações de economistas keynesianos defendendo a redução da dívida.
E não há motivos para isso acontecer. A economia keynesiana é a economia do assistencialismo. O keynesianismo sempre foi uma fachada para a distribuição de riqueza. Oficialmente, essa distribuição de riqueza é justificada em nome de se estar ajudando aos pobres. Operacionalmente, a distribuição de riqueza ocorre em benefícios dos grandes bancos e do setor público.
Sempre que ocorre uma crise financeira, governos e bancos centrais socorrem os grandes bancos. Invariavelmente, os economistas keynesianos sempre aplaudem essa política durante períodos de crise. E então, após a poeira baixar e os bancos socorridos estarem maiores e mais poderosos do que antes, os keynesianos reclamam que o governo socorreu os poderosos mais uma vez.
Não é que os keynesianos sejam lentos para aprender. O problema é que eles não querem aprender.
Conclusão
Estamos testemunhando a rachadura do logo de gelo. O público está patinando sobre o lago. Eles estão ouvindo o som das rachaduras. Alguns poucos patinadores, os mais espertos, já começaram a correr em direção à terra firme. O ouro chegou a US$ 1.750 na segunda-feira em resposta à rachadura de sexta-feira, provocada pela Standard & Poor's.
Dezenas de milhões de americanos e um número igualmente grande de europeus ficarão encurralados quando o Grande Calote chegar. Sim, Alan Greenspan negou que isso possa acontecer algum dia.
"Os Estados Unidos podem pagar qualquer dívida que tenham, pois sempre podemos imprimir dinheiro para fazer isso. Portanto, a probabilidade de calote é zero", disse Greenspan em uma entrevista à rede NBC.
Podemos ficar mais tranquilos agora.
Gary North , ex-membro adjunto do Mises Institute, é o autor de vários livros sobre economia, ética e história. Visite seu website.
Tradução de Leandro Augusto Gomes Roque
A falencia do Estado (supostamente) de bem-estar - Ubiratan Iorio
Desafio qualquer ser vivente neste "nosso planetinha", como diria um cidadão que já imaginou um dia que a Terra pudesse não ser redonda, a contestar um milímetro do diagnóstico oferecido aqui pelo professor Ubiratan Iório.
Paulo Roberto de Almeida
A FALÊNCIA DO WELFARE STATE"...
Ubiratan Iório, 30/06/2010
(ler o artigo dele, neste link)
O comentário foi este:
Eduardo Rodrigues, Rio disse...
Os eleitores ocidentais votaram por um estado assistencialista. A maioria está viciada em programas de transferência de renda. Eles realmente acreditam que, se o governo adotar um plano de austeridade — entrando em uma dieta fiscal —, isso irá causar uma recessão. Logo, eles estão determinados a manter vivo o estado assistencialista. Porém, esse arranjo está em inexorável marcha rumo ao colapso. Por quê? Porque o estado assistencialista sempre dependeu da capacidade de seus governos se endividarem a juros baixos.
Gary North
http://www.mises.org.br/Article.aspx?id=1071
Transcrevo agora o artigo citado de Gary North, que está inteiramente na linha do artigo transcrito acima de Ubiratan Iorio.
Paulo Roberto de Almeida
O atual arranjo monetário está rachando
Gary North
Instituto Ludwig Von Mises Brasil, quinta-feira, 11 de agosto de 2011
Patinadores de gelo que gostam de praticar seu esporte em lagos ou em grandes lagoas sabem desde cedo que não devem patinar sobre o gelo fino. O som de gelo rachando é um sinal de que eles devem começar a se dirigir rapidamente para a terra firme.
Na sexta-feira, 5 de agosto de 2011, o mundo ouviu o gelo rachando. Ao final daquele dia, a agência de classificação de risco Standard & Poor's rebaixou a classificação da dívida do governo americano em um ponto: de AAA para AA+.
A decisão do Congresso americano, no dia anterior, de elevar o teto da dívida do governo em US$ 2 trilhões foi uma verdadeira fissura no gelo. A Standard & Poor's apenas tornou a rachadura semi-oficial. "Sim, esse barulho ruidoso que vocês ouviram na terça-feira é realmente o que vocês estão pensando."
E isso não foi tudo. O Banco Central Europeu (BCE), na sexta-feira passada, anunciou que iria fazer mais uma reunião de fim de semana para lidar com mais uma crise no mercado de títulos da dívida dos governos europeus. Desta vez, os papeis da dívida emitidos pelos governos da Itália e da Espanha estavam sob intenso ataque no mercado de títulos. Os investidores estavam exigindo juros maiores.
O som da rachadura foi intenso.
No domingo, o Banco Central Europeu anunciou que irá começar a comprar diretamente títulos emitidos pelos tecnicamente insolventes governos da Itália e da Espanha. Em outras palavras, o BCE capitulou. Ele faz a mesma coisa em relação à dívida do governo grego. Pelo que foi acordado no Tratado de Maastricht e no Tratado de Lisboa, ele não pode fazer isso. Mas quem liga para acordos firmados por governos? Você não pode fazer omeletes sem quebrar alguns ovos. Ou sem que a galinha os tenha posto.
O ingrediente essencial dessas omeletes é a moeda fiduciária de curso forçado. O BCE irá criar o dinheiro necessário para comprar esses títulos da dívida. E há uma enormidade de títulos a serem comprados. A Itália tem aproximadamente 2 trilhões de euros em título. A Espanha, por volta de 1 trilhão.
Itália e Espanha são devedoras monumentais. Elas não são devedoras insignificantes como a Grécia. Há uma quantia fabulosa de dinheiro investida nos títulos da dívida destes dois PIIGS. Os banqueiros da Europa pensaram: "Nenhuma nação ocidental jamais dará um calote". Ato contínuo, eles vorazmente compraram esses papeis da dívida. Agora estão na iminência de sofrer prejuízos de 50% ou mais com esses investimentos ruins. Os grandes bancos não têm nenhuma intenção de aceitar esse prejuízo. E por que deveriam? O BCE está ali pronto para socorrê-los. Socorrer os grandes bancos é a tarefa #1 de todos os bancos centrais. Eles foram criados para isso. E também para financiar dívidas dos governos. Não há nenhum motivo para os grandes bancos se preocuparem.
O BCE não precisa comprar toda essa dívida. O simples fato de ele deixar claro que está sempre em prontidão para comprar parte da dívida já é o suficiente para acalmar temporariamente os mercados e, com isso, manter os juros desses títulos abaixo dos 6% que estavam sendo obrigados a pagar durante a semana passada. Mas este é apenas mais um caso de postergar o inevitável, de apenas reduzir a velocidade quando já se está na estrada da insolvência.
O BCE, obviamente, tem de fazer alguma cena. E o que ele faz são apenas alguns protestos superficiais acerca de suas decisões. Seus lábios dizem "não, não", mas seus olhos dizem "sim, sim". O BCE emite declarações sobre sua responsabilidade de manter a inflação de preços baixa e, em seguida, ele cria dinheiro para comprar títulos de países caloteiros.
Nota: todos os países são caloteiros. Mas alguns são mais caloteiros que outros.
Os gorgolejos de Merkel
Nesse sentido, o BCE é igual à primeira-ministra da Alemanha, Angela Merkel. Ela também faz declarações zangadas do tipo "não haverá mais socorros". Mas sempre que ocorre uma grande crise financeira em decorrência de uma ameaça de calote proferida por um berrante membro do PIIGS, ela, Sarkozy e demais asseclas se reúnem em um fim de semana e propõem uma nova rodada de socorro. Gosto de pensar nas declarações preliminares de Merkel como gorgolejos. Por que o som de um gorgolejo? Porque ela sempre engasga com as palavras que logo em seguida será obrigada a engolir.
Merkel faz barulhos de gorgolejo para pacificar os eleitores alemães. Os eleitores alemães têm uma vaga noção de que são eles que acabarão tendo de pagar pelos erros dos banqueiros alemães, dos banqueiros franceses, e de todos os outros banqueiros. E estão corretos. São eles que pagarão.
O que os eleitores alemães ainda não entenderam é que os banqueiros sempre souberam desde o início que haveria pacotes de socorro em caso de dificuldades. Os bancos espertamente perceberam que seriam socorridos. Eles emprestaram dinheiro aos PIIGS. Era um dinheiro muito fácil. Não havia risco. Mas, você diria, havia sim algum risco. Sim, sim — mas não para os grandes bancos. O BCE, o FMI e outras agências de socorro aceitariam intervir para corrigir as consequências das decisões ruins dos bancos.
Exatamente como fizeram o Banco Central americano e o Tesouro em setembro e outubro de 2008. Eles saíram comprando as dívidas podres em posse dos maiores bancos comerciais americanos, tudo ao seu valor de face.
O que os eleitores farão em relação a tudo isso? Nada que traga grandes consequências. Poucos eleitores entendem o que está acontecendo, mas estes não têm meios para protestar efetivamente. Os legislativos seguem dando continuidade ao processo de resgate. Não há nenhum projeto de corte de gastos. Não há nenhuma intenção de se reduzir as dívidas dos governos. Nunca houve.
Os eleitores alemães não têm como impor restrições ao BCE. O comitê alemão do BCE se limita a fazer gorgolejos. Eles votam 'não' em todas as reuniões do BCE, já sabendo que seus votos são irrelevantes para o resultado final. Eles não têm votos suficientes na hierarquia do BCE para interromper sua política de comprar títulos dos PIIGS. Eles apenas se limitam a acompanhar a maré e a fingir alguma insatisfação. Tudo cena para mostrar ao eleitorado alemão o quanto eles são atuantes.
Só há uma solução para a Alemanha: retirar-se do Sistema Monetário Europeu (SME). A Alemanha pode abandonar o euro. O país possui uma posição econômica forte o bastante para fazer isso. O SME permite que as nações tenham seus próprios bancos centrais — que são meras sucursais do BCE —, mas não suas próprias moedas. A Alemanha pode se separar. Mas isso irá gerar um revertério político doméstico de proporções monumentais. E isso não é algo provável no futuro próximo.
Os planejadores da Nova Ordem Mundial sempre planejaram utilizar a Europa como primeiro passo: o modelo de todas as coisas boas que uma integração econômica centralmente planejada e baseada em tratados pode atingir.
Mas esse grande experimento está se desfazendo perante nossos olhos. Os planejadores da Nova Ordem Mundial não conseguiriam criar uma Nova Ordem Mundial europeia de uma só vez. Eles sabiam disso. Eles foram fazendo isso pouco a pouco, um tratado de cada vez, durante 50 anos, começando pelo Tratado de Paris em 1951. Depois veio uma série de tratados assinados em Roma.
O problema é este: eles não conseguiram os votos necessários para fundir todos os bancos centrais em um só. Os outros ainda existem como fantoches, representantes sem autoridade. Mas existem. Os eurocratas também não conseguiram criar uma agência fiscal comum que controlaria os déficits de cada nação. Portanto, o sistema possui um ponto fraco: parlamentos nacionais que podem incorrer em déficits operando sob a chancela de um banco central comum cujo principal propósito é extra-oficial — socorrer grandes bancos.
Austeridade (para os governos)
Este sistema está agora visivelmente se desintegrando. Líderes políticos do norte da Europa estão pedindo aos PIIGS que adotem "austeridade" econômica — redução dos déficits dos governos. A Irlanda curvou-se. Prometeu reduzir seu déficit. Mas fez isso somente porque o partido político (Fianna Fáil) que estava no poder no fim de 2010 concordou com termos impostos pelo FMI para receber novos empréstimos — empréstimos esses que os líderes desse partido, apenas uma semana antes, haviam negado ser necessários. O eleitorado irlandês não teve voz. Alguns meses mais tarde, nas eleições, eles despojaram esse partido do poder. Mas já era tarde demais.
Como resposta a isso tudo, o jornal Irish Times publicou a charge política mais acurada e mais obscena que já vi ser publicada em um jornal da grande mídia. Mas os protestos se limitaram a apenas isso: protestos simbólicos.
Por que o governo da Irlanda se curvou? Porque ele já estava no limite. Ele já havia estatizado seus bancos e assumido suas dívidas. E agora os bancos estavam prestes a quebrar. O Irish Times descreveu o dilema:
O ministro das finanças Brian Lenihan disse que o socorro era necessário porque os bancos irlandeses haviam se tornado completamente dependentes de empréstimos concedidos pelo Banco Central Europeu, e, assim como o governo, correm o grande risco de ficarem de fora do mercado internacional de crédito por pelo menos um ano.
Ele disse que os seis bancos da Irlanda, cinco dos quais já estão nacionalizados ou estão parcialmente sob o controle do estado, teriam seu tamanho reduzido, seriam fundidos e possivelmente vendidos.
"Por causa dos grandes riscos que os bancos irlandeses assumiram no início desta década, eles se tornaram um risco enorme não apenas para este país como também para a zona do euro como um todo", disse ele.
Os bancos irlandeses investiram agressivamente em um desenfreado mercado imobiliário aqui na Irlanda e lá fora. Após a crise do crédito de 2008 ter feito com que os preços dos imóveis entrasse em queda livre, o governo tentou impedir que os bancos quebrassem assumindo o controle de todas as suas dívidas. Essa promessa sem precedentes — feita para manter a confiança dos investidores no país — não pode ser mantida sem um pacote de socorros para o governo, como o próprio acabou finalmente sendo forçado a admitir.
Isso soa familiar? Em todo o ocidente, os bancos concederam empréstimos para atividades de alto risco. O mercado imobiliário americano e europeu, de 2001 a 2007, foi totalmente aditivado pela criação de moeda fiduciária pelos bancos centrais e pelo sistema bancário de reservas fracionárias. Mas agora aprendemos que as dívidas de determinados governos são apenas marginalmente melhores do que os empréstimos ruins concedidos ao mercado imobiliário. E esses empréstimos ainda têm de ter seu valor contábil reduzido pelos bancos. Se isso ocorrer, o capital dos bancos será reduzido, podendo levar a uma quebradeira generalizada.
O aumento dos juros e os credores dos PIIGS
Esse risco de insolvência governamental é muito pior para os bancos. Por quê? Porque embora os governos possam assumir e esconder os empréstimos ruins feitos pelos bancos, eles não podem esconder sua própria e crescente insolvência. O mercado de crédito continua aumentando os juros que os emprestadores estão dispostos a aceitar. E os governos têm de pagar esses juros cobrados, o que está comendo seus orçamentos.
Os eleitores dos PIIGS podem ir às ruas protestar contra cortes no orçamento e contra aumentos de impostos. Mas isso não altera o fato de que emprestadores privados não mais estão dispostos a emprestar dinheiro a esses governos a juros baixos. Os protestos, na verdade, acabam servindo para persuadir os emprestadores de que determinados países dos PIIGS possuem uma classificação de crédito ainda pior. Consequentemente, os emprestadores elevam os juros novamente.
As únicas saídas são estas: (1) equilibrar o orçamento, (2) encontrar emprestadores que não estejam preocupados com riscos.
Os governos dos PIIGS precisam de uma desculpa para poder cortar gastos assistencialistas. Quando o BCE ou o FMI emprestam dinheiro e impõem condições, os políticos podem culpar estes emprestadores insensíveis. Essa estratégia foi tentada pelo último governo irlandês e não deu certo. Ele caiu. Mas isso de nada adiantou para os irlandeses, pois o novo governo eleito também aceitou docilmente os termos dos empréstimos.
Os PIIGS podem, é claro, pegar esse dinheiro que lhes foi emprestado e em seguida se recusar a obedecer aos termos impostos. Se um governo não fizer isso — ou seja, se ele docilmente aceitar todos os termos impostos —, ele pode ser despejado nas próximas eleições. Porém, como os irlandeses descobriram, isso não muda nada. O novo governo está obedecendo direitinho aos termos impostos pelo FMI.
Em algum momento, os eleitores de algum país dos PIIGS irão despojar o governo vigente e substituí-lo por um governo que irá enganar o FMI e o BCE. Esse novo governo não irá cortar gastos. Mas aí os juros sobre os empréstimos para esse governo irão subir acentuadamente. O governo terá então de se decidir entre: (1) cortar gastos assistencialistas para poder pagar os juros ou (2) dar um calote.
Há uma terceira opção: sair do Sistema Monetário Europeu. Colocar seu banco central doméstico no controle da situação. Dizer a ele para comprar os títulos da dívida do país. Em outras palavras, esse governo estará agora livre para inflacionar. Ele dará o calote na sua dívida por meio da inflação monetária.
Os eleitores europeus estão paralisados
Os eurocratas dizem continuamente que isso não irá ocorrer. Mas é claro que irá ocorrer. Os políticos, alguma hora, terão de atender aos apelos de seus eleitores, que sempre querem benesses de seus governos. Mas os eleitores não obterão benesses; eles obterão apenas dinheiro desvalorizado. Mas tal situação tem se revelado bastante aceitável para a maioria dos eleitores ocidentais desde o fim da Segunda Guerra Mundial.
Sim, os eleitores alemães estão dispostos a protestar contra a inflação, pois, dentre os europeus, são os únicos que se acostumaram com uma inflação de preços baixa. Ademais, a Alemanha continua sendo uma nação exportadora. Sua economia está se saindo bem dentro da União Europeia. Mas isso gera um problema. Para que esse arranjo continue funcionando, o país tem de socorrer os PIIGS por meio de subsídios governamentais diretos. O país também tem de concordar com o BCE e apoiá-lo quando ele decide imprimir dinheiro para comprar títulos da dívida dos PIIGS. Os alemães podem não gostar desse arranjo, mas a única maneira de sair dele é impedindo o seu governo de conceder pacotes de socorro a outros governos. E, para fazer isso, seria necessário retirar a Alemanha do Sistema Monetário Europeu.
Ato contínuo, a Alemanha teria de lidar com dois enormes problemas. Primeiro, sua nova moeda adotada iria se valorizar em relação ao euro. Isso iria reduzir as exportações alemãs. Os economistas defensores do setor exportador (leia-se mercantilistas) começariam a gritaria em prol de uma desvalorização da moeda. O lobby da indústria de exportação sempre é bem sucedido politicamente em países que apresentam superávit na balança comercial. O mercantilismo é ainda uma grande força política em países com superávit no balanço de pagamentos. "Não matemos a galinha dos ovos de ouro!"
O segundo problema seria o arrocho sobre os bancos alemães. Esses bancos emprestaram bilhões de euros aos PIIGS. Caso estes países quitem seus empréstimos — algo bastante improvável —, eles o farão em euros. Porém, o euro estará desvalorizado em relação ao recém-ressuscitado marco alemão. Logo, mesmo que haja algum pagamento de juros sobre os empréstimos concedidos pelos bancos alemães, tais pagamentos serão feitos em moeda depreciada. Os bancos sofrerão prejuízos em seus balancetes. Seu capital será reduzido. Eles emprestarão menos para os alemães. Os juros subirão. A economia entrará em recessão.
Os eleitores ocidentais votaram por em estado assistencialista. A maioria está viciada em programas de transferência de renda. Eles realmente acreditam que, se o governo adotar um plano de austeridade — entrando em uma dieta fiscal —, isso irá causar uma recessão. Logo, eles estão determinados a manter vivo o estado assistencialista. Porém, esse arranjo está em inexorável marcha rumo ao colapso. Por quê? Porque o estado assistencialista sempre dependeu da capacidade de seus governos se endividarem a juros baixos.
Um pesadelo keynesiano
Economistas keynesianos sempre basearam todos os seus argumentos em uma suposição: "empréstimos concedidos ao governo são seguros". Essa era a visão de Keynes, afirmada obscuramente em seu A Teoria Geral do Emprego, do Juro e da Moeda (1936).
Eis a lógica keynesiana: Emprestadores subitamente ficam com receio de emprestar. Isso gera redução no consumo. A economia entra em recessão e permanece em recessão. Esse é o keynesianismo resumido.
Quer mais? Aqui vai mais. Emprestadores querem segurança. Eles são receosos de emprestar para mutuários privados, que podem dar calote. Assim, eles preferem emprestar para governos. O governo, por sua vez, utilizará esse dinheiro para custear vários projetos que o livre mercado não quis empreender por julgá-los dispendiosos e geradores de prejuízo. Isso faz com que a economia volte a crescer.
Conceitualmente, isso é totalmente parvo. Suponho que você consiga ver o porquê. Emprestadores inevitavelmente terão de colocar seu dinheiro em algum lugar, a menos que gastem tudo consumindo — algo que os economistas keynesianos também consideram uma escolha excelente. Emprestadores que possuem dinheiro suficiente para afetar a economia não guardam dinheiro vivo dentro da gaveta ou debaixo do colchão. Eles colocam em bancos ou em fundos de investimento. Se esse dinheiro não for emprestado para o governo gastá-lo em algum projeto centralmente planejado ou comprando de votos, ele inevitavelmente irá para algum outro investimento. Isso deveria ser óbvio para qualquer pessoa que tenha a mais mínima noção de como funciona o sistema financeiro.
É por isso que o keynesianismo é conceitualmente obtuso. Entretanto, a maioria dos economistas com Ph.D. se recusam, por motivos profissionais, a enxergar isso. Eles não leram o livro de W.H. Hutt, The Theory of Idle Resources (1939).
Essa crucial suposição — "emprestar para o governo é quase risco zero" — está finalmente caindo em descrédito. E está senda desacreditada justamente pelas ações dos políticos. Eles são incapazes de manter o orçamento de seus governos sob controle.
É por isso que os economistas keynesianos ficaram apopléticos com o rebaixamento da classificação de risco dos títulos da dívida americana. Eles também ficaram enfurecidos com o fato de que a sagacidade do BCE ao decidir ajudar diretamente a Itália e a Espanha esteja sendo questionada. A suposição keynesiana sempre foi a de que emprestadores deveriam investir dinheiro em títulos do governo. O mercado de títulos do governo é a base de todas as teorias keynesianas sobre gastos contracíclicos dos governos.
Em períodos de expansão econômica, jamais ouvimos keynesianos declararem em uníssono que este é o momento de o governo cortar gastos e começar a pagar a dívida. Entretanto, sempre se diz que Keynes também defendia políticas contracíclicas em períodos de expansão econômica, e não apenas em períodos de recessão. Isso significa que o governo deve gerar superávits orçamentários para reduzir a dívida em épocas de crescimento econômico. Curiosamente, jamais foram apresentadas citações de Keynes defendendo tal postura. Da mesma forma, jamais vemos declarações de economistas keynesianos defendendo a redução da dívida.
E não há motivos para isso acontecer. A economia keynesiana é a economia do assistencialismo. O keynesianismo sempre foi uma fachada para a distribuição de riqueza. Oficialmente, essa distribuição de riqueza é justificada em nome de se estar ajudando aos pobres. Operacionalmente, a distribuição de riqueza ocorre em benefícios dos grandes bancos e do setor público.
Sempre que ocorre uma crise financeira, governos e bancos centrais socorrem os grandes bancos. Invariavelmente, os economistas keynesianos sempre aplaudem essa política durante períodos de crise. E então, após a poeira baixar e os bancos socorridos estarem maiores e mais poderosos do que antes, os keynesianos reclamam que o governo socorreu os poderosos mais uma vez.
Não é que os keynesianos sejam lentos para aprender. O problema é que eles não querem aprender.
Conclusão
Estamos testemunhando a rachadura do logo de gelo. O público está patinando sobre o lago. Eles estão ouvindo o som das rachaduras. Alguns poucos patinadores, os mais espertos, já começaram a correr em direção à terra firme. O ouro chegou a US$ 1.750 na segunda-feira em resposta à rachadura de sexta-feira, provocada pela Standard & Poor's.
Dezenas de milhões de americanos e um número igualmente grande de europeus ficarão encurralados quando o Grande Calote chegar. Sim, Alan Greenspan negou que isso possa acontecer algum dia.
"Os Estados Unidos podem pagar qualquer dívida que tenham, pois sempre podemos imprimir dinheiro para fazer isso. Portanto, a probabilidade de calote é zero", disse Greenspan em uma entrevista à rede NBC.
Podemos ficar mais tranquilos agora.
Gary North , ex-membro adjunto do Mises Institute, é o autor de vários livros sobre economia, ética e história. Visite seu website.
Tradução de Leandro Augusto Gomes Roque
sábado, 13 de agosto de 2011
A frase da semana: intelectuais desonestos... - Anthony Daniels
Intelectuais são, em geral, pessoas muito desonestas. Eles não pensam em si mesmos como irresponsáveis, mas costumam atribuir essa característica a outras pessoas com grande facilidade.
Anthony Daniels, entrevista nas Páginas Amarelas de Veja (edição 2230, 17/08/2011)
Anthony Daniels, entrevista nas Páginas Amarelas de Veja (edição 2230, 17/08/2011)
Score da Corrupcao: Imprensa, 5; Policia Federal, 1; Governo, 0
Tem gente que lê minha pequena brincadeira numérica com indizível horror e incontida raiva.
Acho que a conta vai aumentar, até o final do ano. A raiva também (contra a imprensa, contra este blog, contra mim, não contra a corrupção, o que é uma pena).
Se eu fosse astrólogo, eu diria que metade do governo vai cair, pela imprensa e por corrupção.
O governo segue a imprensa, sem querer, mas segue...
Tem gente que não gosta disso, mas esta é a realidade...
Vamos esperar novos scores nesse jogo maluco...
Mais maluco ainda é quem, tendo poder de demissão e de nomeação, não designa auxiliares mais competentes, ou pelo menos mais honestos...
Paulo Roberto de Almeida
Acho que a conta vai aumentar, até o final do ano. A raiva também (contra a imprensa, contra este blog, contra mim, não contra a corrupção, o que é uma pena).
Se eu fosse astrólogo, eu diria que metade do governo vai cair, pela imprensa e por corrupção.
O governo segue a imprensa, sem querer, mas segue...
Tem gente que não gosta disso, mas esta é a realidade...
Vamos esperar novos scores nesse jogo maluco...
Mais maluco ainda é quem, tendo poder de demissão e de nomeação, não designa auxiliares mais competentes, ou pelo menos mais honestos...
Paulo Roberto de Almeida
Crise do capitalismo: certo exagero da analise - John Micklethwait (The Economist)
Interessantes colocações, mas o entrevistado exagera ao dizer que a crise de 2008 definiu o capitalismo e até o século 21. As pessoas sempre tendem a magnificar o que vivem. Essa crise vai passar, e o século 21 vai ver coisas piores, e melhores, claro.
No plano conceitual, a crise falhou, até agora, em esclarecer as duas grandes tendências de nossa época, o keynesianismo estatizante e o liberalismo clássico. Todo mundo parece keynesiano até aqui, mas as sociedades vão pagar um alto preço por essa mania de querer almoço grátis.
Vamos precisar de um pouco mais de desastres keynesianos para que as futuras gerações aprendam que não existe almoço grátis...
Paulo Roberto de Almeida
John Micklethwait: "A crise vai definir o destino do século"
Rodrigo Turrer
Epoca, 13/08/2011
Nem o 11 de setembro, nem a guerra ao terror, nem a ascensão dos movimentos conservadores. Para o jornalista, historiador e editor-chefe da revista britânica The Economist, John Micklethwait, é a sucessão de crises econômicas que vai definir o século XXI. “A crise de crédito endureceu o debate sobre o futuro do capitalismo”, afirma Micklethwait. “A grande discussão agora é se queremos um Estado maior ou um Estado melhor.” Nesta entrevista a ÉPOCA, ele critica a forma como os Estados Unidos estão tratando seus problemas econômicos e diz que a falta de entendimento entre democratas e republicanos só tende a aumentar, principalmente com o fortalecimento do Tea Party. “São como duas placas tectônicas ideológicas: se movem em direções opostas e causam abalos.”
ENTREVISTA - JOHN MICKLETHWAIT
QUEM É
Historiador e editor-chefe da revista britânica The Economist
O QUE FEZ
Ex-diretor da sucursal de Nova York, assumiu a The Economist em 2006. A revista tem circulação de 1,4 milhão de exemplares
O QUE PUBLICOU
Cinco livros, entre eles The right nation (A nação direita) , sobre o conservadorismo americano, e God is back (Deus está de volta) , sobre grupos religiosos no mundo
ÉPOCA – Qual é o efeito da crise econômica dos últimos anos para o mundo?
John Micklethwait – A recente crise de crédito (de 2008) é o fato mais decisivo de nossos tempos. Ela vai definir o destino do século. Foi mais importante para o futuro do que o 11 de setembro, a guerra ao terror, o crescimento da direita ou qualquer outro evento social e político. Desencadeou uma série de crises que se retroalimentam: uma crise financeira, uma crise econômica, uma crise política e uma crise ideológica. É uma decorrência de outro grande evento dos últimos 25 anos: a globalização. A abertura permanente de mercados levou os países emergentes a dar um grande salto adiante.
ÉPOCA – Qual é exatamente a relação com a globalização?
Micklethwait – A crise de crédito demonstrou a fragilidade das economias dos países desenvolvidos. Teria sido diferente se não houvesse uma invasão das reservas dos emergentes nos mercados. Reservas geradas por duas décadas em que os países emergentes cresceram, não apenas no PIB. Esses países respondem por metade do consumo mundial de energia; aumentaram sua participação nas exportações de 20% para 43% e têm 75% dos celulares.
ÉPOCA – O que esses dados nos mostram?
Micklethwait – Há uma variedade de vozes nesses países que gritam por consumo. O mundo emergente continua mais pobre que os desenvolvidos, mas há uma mudança dramática na forma como encaramos o que o capitalismo pode fazer pelas pessoas. Nesta década, bilhões passaram da pobreza para a classe média. Gente que gasta, compra, paga educação para seus filhos. Tenho uma fé inabalável no poder da entrada desses bilhões de pessoas dos países emergentes na economia mundial. É uma das transformações mais notáveis do mundo, para a qual os desenvolvidos precisam atentar. Um fenômeno que pode alimentar uma discussão essencial.
ÉPOCA – Qual discussão?
Micklethwait – Sobre o tipo de governo que as pessoas querem. Países que estão se tornando ricos, como China e Índia, se perguntam qual tipo de Estado precisam ser para atender às demandas de seus cidadãos. Na Europa, perguntam de onde cortar para reduzir o Estado. A crise de crédito endureceu o debate vital sobre o futuro do capitalismo. Há muitas vozes aí, dos integrantes do Tea Party americano, que não admitem aumento de impostos, aos trabalhadores europeus, contrários a reformas. A grande discussão agora é se queremos um Estado maior ou um Estado melhor.
ÉPOCA – Esta crise pode acelerar um declínio americano?
Micklethwait – Não acredito. Os Estados Unidos são e continuarão a ser a única superpotência. Mas não são a única potência. Eles descobriram na última década que precisam negociar com outros países – e precisarão cada vez mais. O problema nos Estados Unidos hoje é a falta de lideranças. Eles carecem de políticos carismáticos e capazes de conduzir o país, nos dois lados de sua política.
ÉPOCA – O que podemos esperar dos Estados Unidos nos próximos anos?
Micklethwait – Vai demorar para eles saírem desta crise. O que poderia tirá-los do atoleiro seria uma revisão do Orçamento. Seria fantástico se eles entendessem que não podem sair da dívida contraindo mais dívidas. Só aumentar o teto e vender títulos não vai resolver. Os americanos precisam colocar dinheiro na economia para forçar uma retomada, mas consertar suas finanças com corte de gastos seria o primeiro passo.
“Os Estados Unidos continuarão a ser a única superpotência, mas descobriram que precisam negociar com outros países”
ÉPOCA – O recente racha no Congresso no caso do aumento do teto da dívida confirma o que o senhor escreveu sobre o aumento do conservadorismo americano?
Micklethwait – Confirma. No livro (The right nation) , mostramos como o conservadorismo moldou os Estados Unidos e como os movimentos conservadores se organizaram nos últimos 50 anos. Os impostos nos Estados Unidos são baixíssimos se comparados a outros países. Ainda assim, falar em aumento de taxas é uma heresia. O Tea Party é uma variação dessa tradição de direita, uma versão furiosa e exagerada, mas que faz parte da natureza americana. Chegaram longe por causa da organização da direita americana nos últimos 50 anos.
ÉPOCA – Houve outros momentos em que a direita estridente conquistou espaço e logo saiu de cena. Esse também pode ser o destino do Tea Party?
Micklethwait – A situação é diferente. Há uma mistura de ideologias diversas no Tea Party. O que elas têm em comum é uma fúria básica, visceral, contra o Estado, contra a ação do Estado sobre elas. É uma volta ao conservadorismo de Ronald Reagan (presidente americano de 1981 a 1989) , com elementos de (Barry) Goldwater (conhecido como “Senhor Conservador”, cinco vezes eleito senador pelo Arizona) . O Tea Party carrega um grupo esquecido por quem vive fora dos Estados Unidos: as pessoas sem filiação partidária que são conservadores sociais. São eleitores descontentes com a perda dos chamados “valores da família”, contrários ao aborto e ao casamento gay.
ÉPOCA – Essa direita pode tornar o embate entre as duas Américas ainda pior?
Micklethwait – Não acredito. Se você olhar para qualquer pesquisa nos últimos 30 anos, verá que um em cada três americanos se diz conservador, e um em cada cinco se diz liberal. Você tem esse contingente no meio, um grande centro que costuma se inclinar para um lado ou para o outro. A influência muda. Nas eleições presidenciais, o lado mais à esquerda se manifestou, e Barack Obama ganhou. Nas eleições legislativas, foi o lado à direita que fortaleceu o Tea Party.
ÉPOCA – Mas nunca houve um embate que travasse a política americana como o de agora, não?
Micklethwait – De fato, não. Mas existem duas Américas há muito tempo. É a teoria que defendo em meu livro: a América conservadora, em sua atual forma, emergiu nos anos 1960 e vem crescendo desde então. Não acredito que ela vá embora. A divisão entre os dois partidos é cada vez maior, como nunca se viu antes, e só deverá piorar nos próximos anos. São como duas placas tectônicas ideológicas: se movem em direções opostas, aumentam a distância entre si e causam abalos sísmicos na política nacional. Mas o Tea Party não é culpado por tudo de ruim na política americana.
ÉPOCA – Quem são os outros culpados?
Micklethwait – A equação é simples: os democratas querem aumentar impostos, e os republicanos querem cortar gastos. Desta vez, os republicanos foram intransigentes. Só que os democratas também não quiseram cortar gastos sociais exorbitantes, como o Medicare e a Previdência. Barack Obama nomeou duas comissões para avaliar o deficit e ignorou as conclusões de ambas. Os republicanos se comportaram mal, os integrantes do Tea Party pior ainda, mas os democratas não merecem elogios por sua atuação.
No plano conceitual, a crise falhou, até agora, em esclarecer as duas grandes tendências de nossa época, o keynesianismo estatizante e o liberalismo clássico. Todo mundo parece keynesiano até aqui, mas as sociedades vão pagar um alto preço por essa mania de querer almoço grátis.
Vamos precisar de um pouco mais de desastres keynesianos para que as futuras gerações aprendam que não existe almoço grátis...
Paulo Roberto de Almeida
John Micklethwait: "A crise vai definir o destino do século"
Rodrigo Turrer
Epoca, 13/08/2011
Nem o 11 de setembro, nem a guerra ao terror, nem a ascensão dos movimentos conservadores. Para o jornalista, historiador e editor-chefe da revista britânica The Economist, John Micklethwait, é a sucessão de crises econômicas que vai definir o século XXI. “A crise de crédito endureceu o debate sobre o futuro do capitalismo”, afirma Micklethwait. “A grande discussão agora é se queremos um Estado maior ou um Estado melhor.” Nesta entrevista a ÉPOCA, ele critica a forma como os Estados Unidos estão tratando seus problemas econômicos e diz que a falta de entendimento entre democratas e republicanos só tende a aumentar, principalmente com o fortalecimento do Tea Party. “São como duas placas tectônicas ideológicas: se movem em direções opostas e causam abalos.”
ENTREVISTA - JOHN MICKLETHWAIT
QUEM É
Historiador e editor-chefe da revista britânica The Economist
O QUE FEZ
Ex-diretor da sucursal de Nova York, assumiu a The Economist em 2006. A revista tem circulação de 1,4 milhão de exemplares
O QUE PUBLICOU
Cinco livros, entre eles The right nation (A nação direita) , sobre o conservadorismo americano, e God is back (Deus está de volta) , sobre grupos religiosos no mundo
ÉPOCA – Qual é o efeito da crise econômica dos últimos anos para o mundo?
John Micklethwait – A recente crise de crédito (de 2008) é o fato mais decisivo de nossos tempos. Ela vai definir o destino do século. Foi mais importante para o futuro do que o 11 de setembro, a guerra ao terror, o crescimento da direita ou qualquer outro evento social e político. Desencadeou uma série de crises que se retroalimentam: uma crise financeira, uma crise econômica, uma crise política e uma crise ideológica. É uma decorrência de outro grande evento dos últimos 25 anos: a globalização. A abertura permanente de mercados levou os países emergentes a dar um grande salto adiante.
ÉPOCA – Qual é exatamente a relação com a globalização?
Micklethwait – A crise de crédito demonstrou a fragilidade das economias dos países desenvolvidos. Teria sido diferente se não houvesse uma invasão das reservas dos emergentes nos mercados. Reservas geradas por duas décadas em que os países emergentes cresceram, não apenas no PIB. Esses países respondem por metade do consumo mundial de energia; aumentaram sua participação nas exportações de 20% para 43% e têm 75% dos celulares.
ÉPOCA – O que esses dados nos mostram?
Micklethwait – Há uma variedade de vozes nesses países que gritam por consumo. O mundo emergente continua mais pobre que os desenvolvidos, mas há uma mudança dramática na forma como encaramos o que o capitalismo pode fazer pelas pessoas. Nesta década, bilhões passaram da pobreza para a classe média. Gente que gasta, compra, paga educação para seus filhos. Tenho uma fé inabalável no poder da entrada desses bilhões de pessoas dos países emergentes na economia mundial. É uma das transformações mais notáveis do mundo, para a qual os desenvolvidos precisam atentar. Um fenômeno que pode alimentar uma discussão essencial.
ÉPOCA – Qual discussão?
Micklethwait – Sobre o tipo de governo que as pessoas querem. Países que estão se tornando ricos, como China e Índia, se perguntam qual tipo de Estado precisam ser para atender às demandas de seus cidadãos. Na Europa, perguntam de onde cortar para reduzir o Estado. A crise de crédito endureceu o debate vital sobre o futuro do capitalismo. Há muitas vozes aí, dos integrantes do Tea Party americano, que não admitem aumento de impostos, aos trabalhadores europeus, contrários a reformas. A grande discussão agora é se queremos um Estado maior ou um Estado melhor.
ÉPOCA – Esta crise pode acelerar um declínio americano?
Micklethwait – Não acredito. Os Estados Unidos são e continuarão a ser a única superpotência. Mas não são a única potência. Eles descobriram na última década que precisam negociar com outros países – e precisarão cada vez mais. O problema nos Estados Unidos hoje é a falta de lideranças. Eles carecem de políticos carismáticos e capazes de conduzir o país, nos dois lados de sua política.
ÉPOCA – O que podemos esperar dos Estados Unidos nos próximos anos?
Micklethwait – Vai demorar para eles saírem desta crise. O que poderia tirá-los do atoleiro seria uma revisão do Orçamento. Seria fantástico se eles entendessem que não podem sair da dívida contraindo mais dívidas. Só aumentar o teto e vender títulos não vai resolver. Os americanos precisam colocar dinheiro na economia para forçar uma retomada, mas consertar suas finanças com corte de gastos seria o primeiro passo.
“Os Estados Unidos continuarão a ser a única superpotência, mas descobriram que precisam negociar com outros países”
ÉPOCA – O recente racha no Congresso no caso do aumento do teto da dívida confirma o que o senhor escreveu sobre o aumento do conservadorismo americano?
Micklethwait – Confirma. No livro (The right nation) , mostramos como o conservadorismo moldou os Estados Unidos e como os movimentos conservadores se organizaram nos últimos 50 anos. Os impostos nos Estados Unidos são baixíssimos se comparados a outros países. Ainda assim, falar em aumento de taxas é uma heresia. O Tea Party é uma variação dessa tradição de direita, uma versão furiosa e exagerada, mas que faz parte da natureza americana. Chegaram longe por causa da organização da direita americana nos últimos 50 anos.
ÉPOCA – Houve outros momentos em que a direita estridente conquistou espaço e logo saiu de cena. Esse também pode ser o destino do Tea Party?
Micklethwait – A situação é diferente. Há uma mistura de ideologias diversas no Tea Party. O que elas têm em comum é uma fúria básica, visceral, contra o Estado, contra a ação do Estado sobre elas. É uma volta ao conservadorismo de Ronald Reagan (presidente americano de 1981 a 1989) , com elementos de (Barry) Goldwater (conhecido como “Senhor Conservador”, cinco vezes eleito senador pelo Arizona) . O Tea Party carrega um grupo esquecido por quem vive fora dos Estados Unidos: as pessoas sem filiação partidária que são conservadores sociais. São eleitores descontentes com a perda dos chamados “valores da família”, contrários ao aborto e ao casamento gay.
ÉPOCA – Essa direita pode tornar o embate entre as duas Américas ainda pior?
Micklethwait – Não acredito. Se você olhar para qualquer pesquisa nos últimos 30 anos, verá que um em cada três americanos se diz conservador, e um em cada cinco se diz liberal. Você tem esse contingente no meio, um grande centro que costuma se inclinar para um lado ou para o outro. A influência muda. Nas eleições presidenciais, o lado mais à esquerda se manifestou, e Barack Obama ganhou. Nas eleições legislativas, foi o lado à direita que fortaleceu o Tea Party.
ÉPOCA – Mas nunca houve um embate que travasse a política americana como o de agora, não?
Micklethwait – De fato, não. Mas existem duas Américas há muito tempo. É a teoria que defendo em meu livro: a América conservadora, em sua atual forma, emergiu nos anos 1960 e vem crescendo desde então. Não acredito que ela vá embora. A divisão entre os dois partidos é cada vez maior, como nunca se viu antes, e só deverá piorar nos próximos anos. São como duas placas tectônicas ideológicas: se movem em direções opostas, aumentam a distância entre si e causam abalos sísmicos na política nacional. Mas o Tea Party não é culpado por tudo de ruim na política americana.
ÉPOCA – Quem são os outros culpados?
Micklethwait – A equação é simples: os democratas querem aumentar impostos, e os republicanos querem cortar gastos. Desta vez, os republicanos foram intransigentes. Só que os democratas também não quiseram cortar gastos sociais exorbitantes, como o Medicare e a Previdência. Barack Obama nomeou duas comissões para avaliar o deficit e ignorou as conclusões de ambas. Os republicanos se comportaram mal, os integrantes do Tea Party pior ainda, mas os democratas não merecem elogios por sua atuação.
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