Entre prohibiciones y reflexiones: así actúan los colectivos del 23 de Enero tras la derrota del 6D
Para los grupos que controlan la parroquia donde están los restos de Hugo Chávez, la victoria de la oposición en las parlamentarias fue “dolorosa”. El sentimiento se ha expresado de diversas maneras: por medio de amenazas en algunas zonas, con asambleas y marchas en otras
@loremelendez
Los comentarios provienen de varios sectores del 23 de Enero, la parroquia icónica del chavismo en Caracas, donde el pasado 6 de diciembre ganó la oposición: en El Observatorio, El Mirador, Sierra Maestra y la Zona F, la frustración de los colectivos por las elecciones perdidas se ha traducido en prohibiciones. Quienes votaron en favor de la Mesa de la Unidad (MUD) han tenido que sufrir medidas de retaliación que van desde no poder comprar en las jornadas de la Misión Alimentación hasta tener que soportar el corte de los servicios públicos por varias horas cuando, anteriormente, no fallaban.
“Yo conozco ya tres casos de personas a quienes no les vendieron pollo en el Mercal que se hace aquí sólo porque eran de oposición”, afirmó un habitante del bloque 48, en El Mirador, que no quiso revelar su identidad por miedo a represalias.
“A mi señora le pasó”, comentó un habitante de Sierra Maestra. “A pesar de que teníamos un número para que nos vendieran el pollo, uno de los Tupamaros -colectivo que controla el área- le dijo que la comida era sólo para los chavistas, que había que ser radical para tener ese beneficio, y como ella era de oposición, no se lo quisieron dar”, indicó el hombre que vivido desde su infancia en esa zona.
Otro vecino de El Mirador apuntó que en su edificio se suspendió la venta de teléfonos que se tenía programada para los días siguientes al 6 de diciembre. “Es que aquí todo el mundo celebró cuando se supo que la oposición había ganado y como la del concejo comunal es chavista, seguro paró la venta”, dijo.
Habitantes de esos mismos sectores denunciaron que en los tres días siguientes a los comicios, el suministro de electricidad se cortó durante varias horas en las noches. En los últimos días, el agua ha fallado en El Observatorio. Sospechan que se trata de una acción deliberada de los colectivos.
De la “disociación psicótica”
Conseguir testimonios sobre la retaliación emprendida contra los habitantes del 23 de Enero es una tarea compleja. Los afectados tienen miedo de hablar sobre lo sucedido, por temor a ser observados o escuchados por quienes pueden acusarlos con los colectivos.
Hasta Jorge Millán, el diputado electo de la MUD en esta parroquia, han llegado varios de los reclamos. “Ellos (los chavistas) no han superado la derrota y cada día van a perder más apoyo si siguen así”, insistió, al tiempo que destacó que las irregularidades no se han presentado en todo el territorio, sino en algunos sectores.
“Yo lo escuché, pero al final eso es un rumor”, comentó una vecina de la Zona Central, que controla el colectivo “Alexis Vive”, cuando se le interrogó sobre la amenaza que hizo el grupo de levantar el sistema de cámaras de seguridad que mantiene en el sitio, así como de suspender las obras sociales (jornadas de Mercal, bienhechurías) que allí se llevan a cabo. Todo a raíz de la derrota del 6 de diciembre.
Salvador Salas, uno de los principales voceros del colectivo, explicó que la versión corrió luego de un polémico post en Facebook firmado por uno de los miembros del “Panal 2021”, la comuna que ellos han organizado. Sin embargo, aseveró que en una asamblea realizada el pasado 15 de diciembre, todo se había desmentido
“Desde el 6 de diciembre se empezó a diseñar todo un tinglado mediático para seguir produciendo disociación psicótica en nuestra comunidad. Pretendieron dar a entender que los movimientos sociales abandonaríamos a nuestras comunidades sin oír un pronunciamiento oficial de nosotros”, indicó a Runrun.es Robert Longa, líder de “Alexis Vive”.
La marcha y la autocrítica
“Pa’ allá no subas, todo eso está trancao’”, le decía el conductor de un autobús rojo Yutong, frente a la estación del Metro de Agua Salud, a quien iba al volante de una buseta que se dirigía a la Zona Central del 23 de Enero. Ninguno de los dos sabía la razón, pero era cierto. El paso había sido cerrado desde las 10 de la mañana de este sábado. Los del colectivo “Alexis Vive” y su comuna “Panal 2021” se habían concentrado en la vía antes de comenzar una marcha que terminaría en la Vicepresidencia de la República.
“Hacemos un llamado a los chavistas de corazón, de consciencia. Tenemos que organizarnos en ante la amenaza latente de un imperio”, decía por micrófono una mujer que iba a bordo de uno de los camiones que animaba la caminata. Con música de Alí Primera, franelas azules, pañuelos tricolores al cuello y hasta con un jeep que llevaba rotuladas las letras de Pdvsa, los manifestantes pasaron por la calle Real de La Cañada, la Ayacucho, los bloques 3 y 4 de Monte Piedad, el Rincón del Taxista, la avenida Sucre, Caño Amarillo. En cada sector, había una consigna que siempre se repetía: “El 23 no se arrodilla y no le para bolas a Allup y a su pandilla”.
Además de los gritos de guerra de quienes se sienten en la necesidad de redefinir una “fisionomía combativa”, los del colectivo admitieron ser en parte culpables de la derrota que sufrió la tolda roja en su propia casa, en la parroquia donde el expresidente Hugo Chávez votaba, en el lugar donde descansan sus restos.
“Los colectivos fuimos a un proceso de revisión, de autocrítica, porque nosotros también fallamos en la corresponsabilidad desde la comuna y entendimos que es un conjunto de jóvenes, un sector, un segmento juvenil que no entiende lo que fue el pasado y ahí nosotros entendimos que tenemos que desarrollar toda una política más pedagógica”, explicó Longa, líder de “Alexis Vive”, quien al final de la marcha, frente a la Vicepresidencia, llamó a una “profundización de la revolución” lograda por medio del diálogo con la izquierda, pidió un boicot de las empresas transnacionales “que chantajean al pueblo con ‘Harina Pan’” e incluso exigió, “de una vez por todas”, la expropiación de Empresas Polar.
Para Longa, la victoria de la oposición se explica en la frase “amor con hambre, no dura”. Según él, la estrategia de los miembros de la Mesa de la Unidad fue la de la “guerra económica” y al final “les funcionó”. Las largas colas de los supermercados a consecuencia de la escasez produjeron el voto castigo contra el chavismo.
“El cambio que ellos (la oposición) están pregonando no se logra con una varita mágica, ni mucho menos con fórmulas neoliberales desde el Fondo Monetario Internacional. Nosotros estamos observando cómo ellos están desarrollando toda su política y queremos que ellos se expresen comunicacionalmente en la Asamblea Nacional, para que este mismo pueblo que votó por ellos o dio un voto castigo vea lo que significa volver al pasado; vea la prepotencia, la arrogancia y la petulancia con la que ha declarado (Henry) Ramos Allup; para que vean cómo definen y cómo se dirigen al pueblo”, recalcó Longa.
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