Mais uma vez a pequena ilha parece querer ficar isolada do continente novamente.
Este artigo de Moisés Naim toca em algumas das razões, mas não nas principais. Ele toma por seguro, e por positivo, que a Europa deve permanecer unida, segundo as linhas definidas em Bruxelas (certo, pelos países membros, mas geralmente por eurocratas).
Pode ser: abertura econômica é sempre bom, liberalização comercial também, liberdade de movimento, de pessoas, de capitais, de serviços, geralmente produz mais riqueza e prosperidade.
Mas a pergunta mais importante deve ser: mais regras burocráticas de Bruxelas vão criar essa liberdade, essa abertura, essa liberdade de que todos precisam para criar riquezas e prosperidade? Ou apenas uma construção burocrática custosa e emperrada, que arranca dinheiro dos cidadãos para distribui-lo segundo critérios políticos que nem sempre são os mais racionais economicamente.
Não estou seguro de que a GB perderia saindo da UE: o que seria preciso seria uma análises honesta, independente, dos custos e benefícios do sistema de integração, em seu formato real, não o imaginado por burocratas e políticos.
Paulo Roberto de Almeida
¿Quién manda más? ¿Merkel o Murdoch?
Los tabloides británicos se oponen de forma furibunda a la integración de la Unión Europea
Ed Miliband, el líder del partido laborista británico, también declaró en esa comisión parlamentaria que, en su opinión, el conglomerado de Murdoch “tenía un sentido de poder sin responsabilidad debido a que controla el 37% del mercado de periódicos en Reino Unido, así como el canal de televisión BSkyB”.
¿Qué tiene que ver todo esto con Angela Merkel? Mucho. Y con el futuro de Europa mucho más.
Como se sabe, el primer ministro británico, David Cameron, acaba de anunciar que planea someter a referéndum la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Esta consulta popular se llevaría a cabo antes del fin de 2017. Antes de hacerla, Cameron tratará de obtener tanto concesiones específicas para Reino Unido como amplias reformas en la manera en que opera el acuerdo entre los 27 países miembros. En particular, Cameron ha indicado que desea recuperar el poder de tomar en su país decisiones que ahora se toman en Bruselas por los órganos de la Unión Europea. De la agricultura y la pesca a la política social, de las regulaciones del sector financiero y del medio ambiente a las políticas de inmigración o defensa, Cameron pretende iniciar una amplia y ambiciosa negociación con Europa.
Las interpretaciones sobre cuáles son los objetivos de Cameron y las consecuencias de su audaz iniciativa son muchas y variadas. Para algunos es una transparente treta para separarse de una Europa debilitada por la crisis y menguada en su peso en el mundo. Para otros, es un intento de extorsionar a Europa para obtener ventajas. Y para otros, como el ex vicecanciller alemán Joschka Fischer, es simplemente una locura que no le conviene ni a Reino Unido ni a Europa y que solo responde a intereses particulares y a los miopes cálculos políticos de Cameron. Y también hay quien piensa que para los británicos el costo de salir de la UE es prohibitivamente alto y que, al final, no votarán mayoritariamente a favor de la salida. Esto último, por supuesto, supone que la opinión publica británica será informada de una manera imparcial y completa sobre los costos y beneficios de continuar o no formando parte de la Unión Europea. Hasta ahora esto no ha sido así, y los tabloides británicos (no solo los de Murdoch) que más moldean la opinión pública han mostrado una furibunda, y con frecuencia tendenciosa, oposición la integración con Europa.
Del otro lado de todo esto está Angela Merkel, quien seguramente va a hacer cuanto esté a su alcance para no pasar a la historia como la líder bajo cuyo mandato fracasó el proyecto de unificar a Europa. A pesar de que el continente puede continuar su integración sin la participación de Reino Unido, no hay dudas de que el retiro de los británicos sería un severo golpe. Además, si el referendo de 2017 lleva a ese desenlace, los movimientos anti-integracionistas de otros países europeos ganarían fuerza y hasta se podría producir un contagio de referendos con ánimo separatista en todo el continente. Por esto y por otras muy buenas razones, Merkel hará lo posible por impedir la salida de Reino Unido.
Veremos quién tiene más poder, la canciller o el magnate.