Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, em viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas.
O que é este blog?
Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.
sábado, 1 de fevereiro de 2020
O espectro do globalismo: a emergência da irracionalidade oficial - Paulo Roberto de Almeida
terça-feira, 1 de outubro de 2013
Venezuela: paranoia doentia, ou mentiras politicas? -Editorial Tal Cual(Caracas)
Paranoia
Caracas, 30 septiembre 2013
Limitémonos a las últimas denuncias que le impidieron viajar a la ONU, como hicieron la gran mayoría de los presidentes de la región y del ancho mundo, contra los cuales no se volcaron las terribles acechanzas que padeció nuestro primer magistrado. Como ha dicho Demetrio Boersner, sabio diplomático, ningún presidente en la historia de la ONU, ni los más problemáticos, ha sido sometido nunca a alguna agresión y en esa tribuna universal han sonado los más gruesos cañones verbales. Como es de esperarse la seguridad de los mandatarios es extrema. De manera que suena muy mal esa doble conspiración, no una sino dos, contra un señor bastante enclenque como personalidad y representante de un país en trance de autosuicidarse.
Por lo demás el susodicho ni siquiera nos dio pie ni para imaginar cómo los altos funcionarios diplomáticos americanos acusados por él iban a ejecutar sus maléficos planes.
Total, que suena a cuento chino, y no es coincidencia, que se evaporará al día siguiente y cuya consecuencia más clara es reforzar la poca credibilidad de todo cuanto dice el Hijo.
En lo del desperfecto del Airbus, vaya usted a saber de sus detalles técnicos, pero sobresale el hecho de que más allá de pilotos y diestros técnicos que se ocupan del transporte presidencial, fue Maduro con sus poderes sobrenaturales (recordar al pajarillo), con su corazón, el que descubrió el recóndito desperfecto. Que por lo demás, no es una falla ordinaria, sino un muy sospechoso intento de acabar con su persona y no son menos sospechosas las negaciones y chacotas de la oposición local, probablemente involucrada en la intriga. Esto viene a colación, como por azar, a propósito del uso del avión cubano para ir a China y no el muy costoso comprado por el “Gigante”. Otro cuento pequinés.
Como se verá en el fondo de todo lo señalado, si seguimos en el análisis psicológico, subyace el delirio de grandeza. Él y solo él era el objetivo mundial del Imperio, tan temible se siente. Sobre esto hay un antecedente reciente y notable: el suspendido ataque a Siria por las armas químicas era concomitante con un magnicidio, otro distinto, en contra suya, en una arremetida de la derecha internacional contra los revolucionarios. Él que, para redondear la fórmula paranoica, ha abominado de su identidad para convertirse en el Otro, el que se fue. Tan pobre es la consistencia de su ego.
Mentiras tan tristes y atolondradas han tenido que ser rematadas a posteriori por sus subalternos, agregando vejaciones con el visado de dos miembros de su comitiva, problemas con el espacio aéreo puertorriqueño o peligro de incautación judicial del avión cubano por demandas tribunalicias en curso contra Cuba. O lo uno o lo otro. Seguramente, ninguno.
domingo, 20 de janeiro de 2013
Terras: a velha paranoia brasileira contra estrangeiros
Não há sentido em limitar a compra de terra por estrangeiros, sobretudo num país aberto e feito por imigrantes como o Brasil. Mas o nacionalismo atávico é mais forte...
Por pura estupidez...
Paulo Roberto de Almeida
Coluna Esplanada
Estrangeiros têm US$ 60 bilhões em terras no Brasil
Propriedades se concentram nas regiões Centro-Oeste e Norte e pertencem, em grande parte, a empresários da China e Oriente Médio
O Opinião e Notícia acrescenta: O Instituto Nacional de Colonização e de Reforma Agrária (Incra) constatou por meio de estudos que 0,6% dos imóveis rurais cadastrados no país estavam de posse de estrangeiros em 2007. O tamanho médio das propriedades estrangeiras é equivalente ao das nacionais.
domingo, 25 de março de 2012
Argentina: sozinha contra o mundo... - Joaquin Morales Sola
Neste caso, na verdade, não são os argentinos, mas suas lideranças políticas.
Será que depois de se solidarizar com o "bloqueio naval" por causa das Malvinas, o Brasil também vai se solidarizar com o país, nessa sua luta contra o mundo?
La Argentina, enojada con el mundo
Buenos Aires, 25 de marzo de 2012
Por JOAQUÍN MORALES SOLÁ*
El Fondo Monetario Internacional podría dictar duras sanciones contra la Argentina en los próximos tres o cuatro meses para castigar sus trastornos estadísticos y económicos, según adelantaron inmejorables fuentes. Los empresarios de Brasil y Chile están presionando fuertemente a sus gobiernos para que tomen distancia de un régimen argentino de importaciones que depende de la voluntad absoluta y contradictoria de un solo hombre. La bronca europea oscila entre las trabas comerciales de Moreno, el caso Repsol y la inexplicable sobreactuación argentina contra los británicos por Malvinas.
¡Qué maravilla! Hemos argentinizado YPF sin poner un peso. La exclamación fue de Néstor Kirchner poco después de que la familia Eskenazi accediera a parte del paquete accionario y al gerenciamiento de la petrolera. Se la dijo a un funcionario que todavía está en la administración. No se hacen esas cosas sin poner un peso. La compra de acciones por parte de los Eskenazi debía ser pagada con sus ganancias en la empresa.
Ese fue el acuerdo de Repsol con los Eskenazi, que Kirchner respaldó y del que luego se ufanó. No es cierto que no se invirtió. YPF invirtió. ¿Pudo invertir más? Sí, pero el acuerdo para argentinizarla obligaba a liquidar las ganancias , recordó otro funcionario que trabajó en el acuerdo. El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, le recordó los términos de ese pacto al propio representante del Estado, Roberto Baratta, durante una tensa reunión del directorio de la compañía. Los españoles no saben ya qué ha cambiado desde entonces, ni quién es ahora un interlocutor argentino fiable, ni qué es lo que quiere la Presidenta.
Quiere el espectáculo de la guerra, por ahora. En la famosa reunión del directorio en la que no pudieron ingresar Baratta y dos funcionarios nacionales, Axel Kicillof y Daniel Cameron, hubo una mediación frustrada. Un miembro independiente del directorio, Mario Blejer, consiguió que Brufau accediera a que se sentaran en la reunión Cameron y Kicillof; éstos habían aceptado antes la mediación de Blejer. Cuando llegó la invitación, los funcionarios se negaron a ingresar. Habían consultado con Cristina Kirchner y ésta les ordenó rechazar la mediación. Luego, los funcionarios denunciaron ante los periodistas que no se los dejó entrar, lo cual fue cierto en el primer momento, pero no en el último.
En una segunda reunión, los mismos funcionarios, ya en reunión de directorio, aceptaron aprobar la memoria y el balance, aunque pidieron un cuarto intermedio para redactar dos objeciones parciales. Cuando regresaron, anunciaron que votarían en contra de todo el balance y que no le agregarían nada. La Presidenta había vuelto a obturar cualquier posibilidad de acuerdo.
La tercera reunión fue la del miércoles pasado. La mayoría de los accionistas de YPF, Repsol y los Eskenazi anunciaron que no liquidarían dividendos de los años 2010 y 2011, que usarían esos recursos para capitalizar la empresa, que no comprarían dólares y que no girarían divisas al exterior. Era la respuesta perfecta para las quejas presidenciales por la liquidación de ganancias. La Presidenta volvió a rechazar el acuerdo y pidió que ese dinero no sirviera para capitalizar la empresa, sino para crear un “fondo de inversión”.
Una empresa capitalizada está en mejores condiciones de conseguir créditos para inversiones. Es improbable, además, que los dueños de YPF usen esa capitalización para hacerse de dólares en Nueva York, como denunció Kicillof. Incurrirían en una mentira o en una traición. En tal caso, la maquinaria de inteligencia y mediática del Estado les caería encima en el acto.
Los dueños de YPF decidieron no sentar el precedente de un “fondo de inversión”, que luego el Gobierno podría digitar a su antojo. ¿Por qué no reclamaría más recursos para ese fondo? ¿Por qué no podrían pagarse con esos recursos las importaciones de combustibles, que este año podrían oscilar entre los 10.000 y los 12.000 millones de dólares?
Las inversiones de Repsol en la Argentina son las inversiones industriales más importantes de España en el mundo. En la Argentina está la primera colectividad española en el exterior. El rey Juan Carlos tiene una histórica relación con la sociedad argentina y con la propia Presidenta. El monarca rompió todas las reglas del Estado español cuando en 2007, poco antes de las elecciones que ganó Cristina, recibió a ésta en su residencia de verano. El rey no recibe visitas extranjeras durante sus vacaciones ni se reúne con candidatos. La Presidenta nunca le devolvió ningún favor.
Yo no le aconsejaría al rey que viaje ahora a la Argentina , dijo un funcionario español, que aceptó que Buenos Aires es una escala indefinida e inasible para todo el gobierno de su país. El funcionario español había tenido acceso a los informes que revelaron la exasperada reunión de Cristina con el príncipe Felipe durante los fastos de su asunción, en diciembre pasado. ¿Para qué iría el rey ahora a Buenos Aires en medio de la disputa por Repsol, que es una cuestión de Estado para España? , se preguntó el funcionario.
El caso Repsol, que tiene un 20 por ciento de sus acciones en manos de norteamericanos, y las restricciones para acceder al dólar y para liquidar dividendos, han destruido cualquier posibilidad de inversión externa o local. ¿Quién traería dólares al país si después no podría sacarlos? Un prestigioso analista económico fue contratado por dos fondos de inversión, uno en Miami y otro en Bruselas, para dar conferencias ante potenciales inversores. No dio ninguna conferencia. Cobró sus honorarios y se volvió sin poder hablar. No hubo ningún interesado en invertir en la Argentina…”.
Extracto del artículo publicado por el diario La Nación
* Columnista político del diario LA NACION. Comenzó su carrera periodística a los 16 años en La Gaceta de Tucumán. En 1975 entra en el diario Clarín como responsable de la sección Política, más tarde fue jefe de Redacción y autor de la columna política dominical de ese diario. Columnista político del noticiero de Telefé y del programa "Tiempo Nuevo", de Bernardo Neustadt. Durante 1997, condujo "Dos en la noticia" junto con Magdalena Ruiz Guiñazú, por el ex Canal 9. En 1990, el gobierno de Italia lo condecoró con la Orden al Mérito de la República Italiana. Posteriormente, en 1992, España lo distinguió con la Orden de Isabel la Católica. En 1998, recibió la Orden Nacional al Mérito que entrega la república de Francia. En su último libro, "Sin excusas" (Sudamericana), Morales Solá revela diálogos con el ex vicepresidente Chacho Alvarez, sobre la trama secreta de los sobornos en el Senado, las causas de su renuncia y los errores que condujeron al fracaso de la Alianza.
sábado, 30 de abril de 2011
Paranoia dos celulares: uma enfermidade infantil da era movel...
Já imaginam um Big Brother, lá na California, vigiando os passos de cada um dos zilhões de usuários dos iPhones para tramar sabe-se lá qual complô consumista contra seus interesses individuais.
Acho que não sou paranóico a este ponto. Sei que muitos seguem os meus passos, amigos e inimigos, sobretudo neste blog, onde atuo sobretudo por divertimento, mas não acredito que eu venha a fazer loucuras por indução capitalista de quem segue meus passos pelo meu iPhone (aliás, muito útil).
Paulo Roberto de Almeida
Mobile tracking
The Difference Engine: The spy in your pocket
The Economist, April 29th 2011, 9:00 by N.V.
LOS ANGELES - FOR those who managed to miss the “Locationgate” brouhaha last week, a brief recap. The story broke in the Wall Street Journal, which reported on how two British researchers had discovered a database file called “consolidated.db” that contained unencrypted details of the owners’ travels over the past year. The file, found in computers that had synched with Apple’s iPhones and iPads, contained a date-stamped log of the longitude and latitude coordinates of the various locations visited. Right or wrong, the conclusion was that Apple was tracking every move its customers made. An uproar erupted as a result, with demands by lawmakers that the company explain its actions forthwith.
On April 27th, Apple broke its week-long silence with a denial that its mobile devices were tracking customers, but then promised to fix the privacy issue that did not exist anyway. Coming out of medical leave to help squelch the imbroglio, Steve Jobs, Apple’s charismatic chief executive, admitted that the company had made a mistake in how it handled the location data on its iPhones and iPads. But in no way did the devices log users’ locations multiple times a day. The data found in the phones referred to the location of various cell towers, not the users, which could be as far as 100 miles away, said Apple. Even so, independent researchers were quick to point out that the data could still allow phones to be tracked to within 100 feet.
According to Apple, it was all a misunderstanding on the part of the two British researchers. The file they had stumbled upon, the company claimed, contained simply the locations of known WiFi hotspots and cell towers that had been downloaded from Apple. The location database on the company’s servers has been built up over the past year using “anonymous, crowd-sourced information” as millions of iPhone and iPad users unknowingly synched (via iTunes) the location details of cell towers and WiFi hotspots they had come in contact with. The local data were updated and cached on the mobile devices simply to help them figure out their own location.
Mobile devices need to know where they are to make calls and receive them—as well as to do clever tricks like display maps of the immediate surroundings, pinpointing stores, restaurants and entertainment of potential interest. The phone finds where it is by listening for the whispers from cell towers and WiFi hotspots in the neighbourhood, as well as from GPS satellites in orbit.
Like a web browser that caches data on a personal computer about websites visited so the pages can be pulled up promptly the next time the user returns to them, having the coordinates of local towers or hotspots already in the cache makes it easier for the phone to triangulate its own location. That way, the device responds quicker than it would if it had to download the data for triangulation each time from Apple, or wait a minute or so for the faint signal from a passing GPS satellite. By reducing the amount of computation done on board the device, caching speeds things up and saves battery life in the process.
Once explained, most users accept that as reasonable. What upsets them, though, is the way Apple has been secretly caching up to a year’s worth of comings and goings on owners' devices—and reporting the information back to its location database at head office whenever users synch with iTunes. More damning still is the way the company keeps collecting such data when users deliberately turn the location services off.
That is not what Apple informed members of Congress last July when first quizzed on the matter. Representative Joe Barton of Texas told the Wall Street Journal this week that Apple “lied” to him and another lawmaker when it said its phones do not collect and transmit location-based data such as mapping when location services are switched off.
Mr Jobs blames “bugs” in the software for the misunderstanding. Apple has now promised to upgrade the software in coming weeks to reduce the amount of location data cached in the devices from a year’s worth to no more than a week’s supply. The new software will also delete the location data stored in the phone’s cache when the user turns its location services off. In addition, the next version of iOS, Apple’s operating system for mobile devices, will ensure that all location data cached and reported back to Apple are fully encrypted.
So much for Apple's damage control. But why collect such voluminous amounts of location data anyway? Clearly, Apple is racing to catch up with Google and others who have already carved out large chunks of the fast-growing market for location-based services. According to Gartner, a research firm based in Stamford, Connecticut, sales of location-based services are currently running at $2.9 billion a year. But the market is expected to grow to $8.3 billion by 2014. In particular, Apple wants to offer iPhone users information on traffic-congestion, as Google already does using data fed back from the millions of Android phones travelling the roads of the world. A great deal of revenue from location-based advertising is at stake here.
All of which begs the question: How is Google acquiring all this information on its customers’ whereabouts? The short answer is that its Android phones and tablets are doing much the same as Apple’s iPhones and iPads—only more so. They survey the user’s location every few seconds and report the information back to the company several times an hour. According to Samy Kamkar, a security analyst interviewed by the Wall Street Journal, an Android phone can also transmit a unique identifier tied to the individual device—and thus the customer’s home address. As far as we are aware, Apple does not do that.
Readers may recall that Google got into hot water last year when its fleet of StreetView cars, which map and photograph streets around the world, inadvertently collected e-mail addresses, passwords and other personal details while scanning for WiFi hotspots. Several European governments were up in arms, and ordered the company to cease such wholesale invasion of their citizens’ privacy. Google says it has now stopped collecting personal information this way.
No question that Apple and Google—as well as the wireless carriers themselves—still have much to explain. Lawmakers will have a chance to question both Google and Apple when they testify before Congress on May 10th. What is clear, though, is that rather than abate, the wholesale tracking and collection of information about people’s behaviour while on the move is set to increase dramatically. As mobile phones and tablets take over from desk-bound computers, marketers are no longer content to classify consumers merely by their postal codes or telephone area codes. They want to know where precisely they are at every moment while out and about—so they can send text messages with instant inducements (coupons, discounts, special offers, you name it) to enter one particular store or restaurant they are passing rather than another.
We should be both cheered and cautious about such developments. Above all, let us hope that lawmakers at least insist that sufficient transparency be provided so people can choose how much or little of their personal details to make available. For that and more, Locationgate has been a useful wake-up call.
quarta-feira, 22 de setembro de 2010
Paranoia antichinesa substitui (ou se acrescenta a) velhas paranoias: continua sendo uma paranoia...
Paulo Roberto de Almeida
No início dos anos 1960, mais exatamente a partir de 1961, um pequeno panfleto nacionalista começou a fazer muito sucesso no Brasil: Um dia na vida do Brasilino (versões eletrônicas ainda podem ser encontrada nos sites de algumas dessas seitas velhuscas que esqueceram de morrer com a implosão do socialismo; um resumo também pode ser lido neste link: http://www.culturabrasil.pro.br/brasilino.htm).
O nome já diz tudo: Brasilino era um cidadão comum, urbano, vivendo num universo dominado por empresas estrangeiras (ainda não se dizia multinacionais), sobretudo americanas. Ao acordar, Brasilino já estava pagando royalties ao imperialismo: acendia a luz que lhe era fornecida pela Light and Power, tomava banho com sabonete Lux ou Palmolive, escovava os dentes com Kolynos, se barbeava com Williams e Gillette, comia aveia Quaker e tomava Ovomaltine. Ao se deslocar para o trabalho, usava um carro alemão ou americano, com gasolina fornecida pela Esso, fumando o seu “Souza Cruz”, na verdade pertentente à American Tobacco. Já no escritório, se quiser telefonar, só pode ser por meio da American Telegraph and Telephone. Alguma indisposição depois do almoço (também preparado com diversos produtos estrangeiros), e lá vai um Alka-Seltzer. Assim Brasilino passava o dia, consumindo, invariavelmente, o tempo todo, produtos estrangeiros e, claro, pagando royalties e dividendos, o tempo todo, ao imperialismo.
O sentido da panfleto era, portanto, muito claro: éramos explorados, espoliados, dominados pelo capital estrangeiro. Se dizia que mais de 70% de nossa indústria era estrangeira, 100% dos fabricantes de automóveis, 70% disso, 80% daquilo. O mais terrível era a dominação americana nos filmes, na TV, corrompendo nossa bela cultura nacional, afastando nossos sambas em favor do desgraçado rock-and-roll. Enfim, o panfleto era um festival de bobagens, com erros grosseiros, mais até factuais do que de equívocos econômicos, o que não o impediu de ser, como referido, um enorme sucesso de público e de opinião. Ele contribuiu, e muito, para sedimentar na cabeça dos brasileiros – inclusive de distintos membros das elites, como militares, diplomatas e empresários – a noção de que o capital estrangeiro estava ali para nos explorar, para sugar nossas riquezas, para espoliar nossos fabulosos recursos naturais. Se não fosse o capital estrangeiro, e a remessa de lucros, o Brasil e os brasileiros seriam naturalmente muito ricos, pois todo o dinheiro remetido ao exterior sob a forma de lucros, dividendos e royalties aos investidores internacionais ficaria necessariamente no Brasil. Simples assim.
O fantasma nessa época era o imperialismo americano, que aliás se encarregou de mostrar que era mesmo poderoso, ao tramar o golpe que resultou na derrubada de um governo “democrático” em 1964. Depois vieram os tempos dos acordos MEC-Usaid, da aliança da Time-Life com a Rede Globo, dos empréstimos extorsivos feitos pelos banqueiros de New York e, obviamente, nossa indústria continuou dominada pelo capital estrangeiro. Não importa se os militares foram mais nacionalistas do que o mais acirrado dos comunistas, fortalecendo a golpes de decretos o capital nacional, proibindo o capital estrangeiro em vários setores da economia nacional, inaugurando estatais como quem cria coelhos. A mentalidade paranóica contra o capital estrangeiro continuou, ainda que atenuada depois de tantos anos de “sobrevivência miraculosa” do capital nacional, de nacionalização quase completa da programação da Globo e do predomínio absoluto da maravilhosas musicas nacionais em nossas rádios.
Passados tantos anos, quando a gente já estava quase se acostumando à decadência progressiva do imperialismo americano, já cansados dessa história que o capital estrangeiro vem ao Brasil para nos explorar, eis que surge novo perigo, desta vez amarelo: o necolonialismo chinês. Ele vem com toda força, comprando terras, minas, indústrias, destruindo empregos, fechando fábricas, saqueando, literalmente, nossos fabulosos recursos naturais. Contra ele se levantam grandes sumidades do pensamento econômico nacional: o economista Delfim Neto, que já serviu a vários generais presidentes e que agora serve a um presidente que pretende reeditar o tempo dos generais; o empresário siderúrgico neoprotecionista e presidente da Fiesp, que pretende não apenas fechar o país às importações mas simplesmente banir as empresas chinesas do território nacional; vários outros já agitaram a tese do espectro sino-imperial, uma reedição atualizada do velho imperialismo espoliador de antigos tempos. Mais um pouco, serão os próprios autores da tese dos “aliados estratégicos” que vão agitar novamente a mais surrada das bandeiras patrioteiras e pedir uma moratória na invasão chinesa em nome da defesa da soberania nacional. Todos se levantam contra o novo fantasma, e acham que ele não se contentará em ser o primeiro parceiro comercial e “sócio industrial” obrigatório, mas vai querer também se apossar de nossos campos, nossas minas e consumir toda a nossa comida. Não duvidem, senhores: o perigo agora é muito maior, pois eles são mais de um bilhão!
Cada vez que eu ouço, ou leio, essas teses delirantes, mais me convenço de que o Brasil e os brasileiros são paranóicos de nascença: estamos sempre sendo atacados por algum imperialista malévolo, por algum espoliador disfarçado de comerciante, por algum neocolonialista travestido de investidor. Mais me convenço de que somos uma nação de mentalidade atrasada, de medos inexplicáveis, de temores não justificados pela marcha normal dos negócios capitalistas. Os chineses são capitalistas? Sim, até mais do que os brasileiros. Quem quer que tenha ido à China – ou se não puderem leiam os relatórios de uma fonte insuspeita: o think tank americano Freedom House, sobre as liberdades econômicas no mundo – sabe que a liberdade empresarial é muito maior na China do que no Brasil, que a carga tributária e os embaraços burocráticos são muito menores lá do que no Brasil, que a competição é feroz – como deveria ocorrer em qualquer país capitalista normal – e que negócios são negócios, não empreendimentos filantrópicos.
A limitação de compra de terras a proprietários estrangeiros além de ser paranóica, estrito e lato senso, é propriamente anti-chinesa; as tentativas de impedir empresas chinesas – estatais ou não – de adquirir mineradoras, fábricas, empresas de transporte ou de eletricidade no Brasil são risíveis, se não fossem patéticas. Tudo isso, como nos tempos de Brasilino, quando se pensava expulsar as empresas estrangeiras do país, não vai servir em nada a causa do desenvolvimento nacional, vai apenas atrasar e atrapalhar nosso próprio processo de modernização produtiva. Empresários que sempre mamaram nas tetas do Estado, rentistas disfarçados e protecionistas sem vergonha, todos esses paranóicos voluntários ou inconscientes causam um enorme mal ao Brasil, apelando para o tradicional refúgio dos canalhas: o patriotismo, ou a “defesa do interesse nacional”, como os ideólogos de plantão adoram proclamar.
O Brasil não tem absolutamente nada a ganhar enveredando por esse caminho de retração e de fechamento. Os empresários brasileiros precisam aprender a fazer negócios na China e com os chineses, aqui e em qualquer outro lugar. Nunca foram tão grandes as oportunidades para o crescimento econômico, sabendo explorar as vantagens do comércio e dos mercados internacionais, no Brasil, na China, na América Latina, em quaisquer outros continentes. A nova paranóia anti-chinesa é uma atitude totalmente contraproducente, do ponto de vista dos próprios interesses brasileiros, além de completamente ridícula para quem se pretende pronto para enfrentar o mundo como ele é.
(Shanghai, 23.09.2010)
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La invasión económica de China en Brasil y América Latina amenaza transformar al continente en una especie de satélite del dragón rojo, con potenciales transformaciones culturales, psicológicas y políticas
Destaque Internacional - Informes de Conyuntura
Año XII - No. 308 - Madrid - San José de Costa Rica
Santiago de Chile, 20 de septiembre de 2010
Responsable: Javier González
1. En lo que va de 2010, China se ha dedicado a "comprar" América Latina ante el desinterés aparente de los Estados Unidos y de las demás potencias occidentales. Esas potencias parecen bostezar delante del neocolonialismo impulsado por un enigmático "capitalcomunismo" chino, cuya esencia es difícil de definir pero cuya influencia con certeza se expande como una sui generis metástasis por las Américas.
2. La Venezuela de Chávez recibió de China, en el primer semestre de 2010, líneas de crédito de 20 mil millones de dólares. Ecuador, después de modestos 56 millones de inversiones directas de China en 2009, firmó este año contratos por 5 mil millones en el área de petróleo y energía hidroeléctrica. Perú, durante el primer semestre, recibió inversiones en minería por 1.400 millones de dólares, y China se transformó en el segundo socio comercial del país.
3. El caso del gigantesco Brasil es especialmente notorio en materia de invasión económica de China, que pasó a ser en 2010 la principal socia comercial de ese país, desplazando a los Estados Unidos. A comienzos de año, Petrobrás firmó un acuerdo para abastecer a China durante 10 años con 200 mil barriles de petróleo diarios. Las compras de alimentos y minerales superaron los 20 mil millones en el primer semestre. Los chinos compran todas las tierras y minas que encuentran a la venta y que la legislación les permite comprar.
Hace pocos días, el periódico The Guardian publicó un reportaje especial preguntando si, en vez de "socia comercial", China no podría ser más apropiadamente denominada "saqueadora" del Brasil. En amplio reportaje, el periódico inglés muestra que los chinos están financiando la construcción del superpuerto de Açu, en São João da Barra, al norte del Estado de Rio de Janeiro, para exportar a China toda clase de productos alimenticios y de minerales. El referido superpuerto será una gigantesca "autopista marítima hacia China", y se ha llegado al punto de que un gran empresario financia cursos gratuitos de mandarín para la población de esa ciudad brasileña. A través de esa "autopista marítima", cada año serán transportados a China "miles de toneladas de mineral de hierro, granos y millones de barriles de petróleo", para "aliviar la aparentemente insaciable sed de China por recursos naturales", comenta el periódico inglés.
3. No en vano, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo, Benjamin Steinbruch, hizo un llamado al actual gobierno brasileño para poner frenos legales a la invasión económica china. El mencionado empresario aclara que la competencia de los chinos es totalmente "desleal", y que no se trata de una acción de la iniciativa privada china sino de una invasión del propio Estado chino.
El nuevo gobierno brasileño que surja de las próximas elecciones nacionales tendrá delante de sí la disyuntiva de cambiar su conducta externa con relación a China o de transformarse en una especie de satélite económico, junto con otras naciones latinoamericanas. Mas aún. La invasión económica de China en Brasil y América Latina no solamente amenaza transformar al continente en una especie de satélite del dragón rojo, sino que podrá provocar gigantescas transformaciones culturales, psicológicas y políticas.
4. En ese contexto, suenan superficiales e inclusive irresponsables las declaraciones recientes efectuadas en Pekín por el secretario de Estado adjunto de los Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, en el sentido de que ve con "buenos ojos" las inversiones chinas en América Latina, y que éstas no serían "ni una preocupación ni una amenaza".
5. En sentido diferente, son de destacar las declaraciones de varios cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) manifestando malestar ante la arrogancia regional china, especialmente por sus pretensiones hegemónicas en el Mar de la China meridional. Por su parte, en Japón, se destaca la amplia victoria electoral obtenida por el actual primer ministro pro occidental Naoto Kan, en las elecciones internas del gobernante Partido Democrático (PD), sobre su rival pro chino Ichiro Ozawa. Japón, Corea del Sur y otras naciones del Sudeste Asiático están en condiciones de constituirse en un importante y decisivo contrapeso para las pretensiones hegemónicas de China.
6. Contra el sistema totalitario chino poco o casi nada se habla, ni siquiera se chista. Hecha la salvedad de honrosas excepciones, se trata de un conformismo psicológico de naturaleza casi hipnótica, se diría que suicida. Ese conformismo parece haber tomado cuenta de muchas mentalidades gubernamentales, diplomáticas y empresariales. Tampoco se chista cuando grandes empresas radicadas en China son obligadas a abrir sus secretos industriales y enigmáticamente aceptan esas pesadas condiciones, aún sabiendo que China copiará los productos, los fabricará y distribuirá en Occidente como productos "genéricos", a precios muchos más bajos. Casi no se habla de los "derechos humanos" violados por un Estado totalitario y que reduce a un trabajo semiesclavo, para decir lo menos, a millones de chinos dedicados a producir artículos con bajos costos que inundan América Latina.
7. Paradójicamente, lo que nunca se permitió al "imperialismo" estadounidense se está permitiendo al "neoimperialismo" chino. La frase atribuida a Lenin, de que "los mismos burgueses van entregar la cuerda con la que los vamos a ahorcar", parece adquirir, en el caso de China, una enorme actualidad, sea cual sea la ideología que esté actualmente por detrás del misterio chino.
¿Quién podrá garantizar que la influencia económica china en América Latina no redunde en exigencias en el corto y mediano plazo, que nos conduzcan a formas de neoesclavitud psicológica, cultural y hasta política?
Negar la influencia internacional del dragón chino sería irreal; pero, por otro lado, sería ingenuo no sospechar que la metástasis china pueda tener componentes publicitarios similares a los usados por la antigua Unión Sovietica para impresionar a los occidentales. Buena parte de los supuestos "logros" soviéticos en los campos militar, económico y tecnológico eran simples mentiras transformadas en verdades a través de trucos publicitarios. ¿En qué medida y en qué porcentajes se mezclan las verdades y las mentiras en el caso de China? Cabe a los especialistas y a los formadores de opinión estudiar objetivamente ese problema.
Link del artículo del periódico The Guardian sobre el "saqueo" que China estaría haciendo en el Brasil:
http://www.guardian.co.uk/world/2010/sep/15/brazil-port-china-drive
(artigo reproduzido abaixo
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Brazil's huge new port highlights China's drive into South America
Investments guarantee Chinese access to soy, oil and other badly needed resources
Tom Phillips in Sao Joao da Barra
The Guardian, Wednesday 15 September 2010
Brazil Super Port The 'super port' in Sao Joao da Barra is the largest port investment in Brazil and will have capacity for the largest ships in the world. Photograph: Douglas Engle/Australfoto
Blades slicing through the morning heat, the helicopter rose from the tarmac and swept into a cobalt sky, high above Rio's Guanabara Bay.
It powered north-east over deserted beaches, dense Atlantic rainforest and fishing boats that bobbed lazily in the ocean below. Then finally, 80 minutes on, the destination came into view: a gigantic concrete pier that juts nearly two miles out into the South Atlantic and boasts an unusual nickname: the Highway to China.
Dotted with orange-clad construction workers and propped up by dozens of 38-tonne pillars, this vast concrete structure is part of the Superporto do Acu, a £1.6bn port and industrial complex that is being erected on the Rio coastline, on an area equivalent to 12,000 football pitches.
Reputedly the largest industrial port complex of its type in the world, Açu is also one of the most visible symbols of China's rapidly accelerating drive into Brazil and South America as it looks to guarantee access to much-needed natural resources and bolster its support base in the developing world.
When Acu opens for business in 2012, its 10-berth pier will play host to a globetrotting armada of cargo ships, among them the 380-metre long Chinamax – the largest vessel of its type, capable of ferrying 400,000 tonnes of cargo.
Millions of tonnes of iron ore, grain, soy and millions of barrels of oil are expected to pass along the "Highway" each year on their way east, where they will alleviate China's seemingly unquenchable thirst for natural resources.
"This project marks a new phase in relations between Brazil and China," Rio's economic development secretary, Julio Bueno, said during the recent visit of about 100 Chinese businessmen to the port complex, which is being built by the Brazilian logistics company LLX and should receive billions of dollars of Chinese investment.
This new phase of engagement with Brazil and South America, is part of China's "going out strategy" – an economic and, some say, diplomatic push for Chinese companies, many of them state-run, to invest abroad, snapping up access to minerals, energy and food by pouring the country's colossal foreign reserves into overseas companies and projects.
China is expected to overtake Japan as the world's second largest economy this year and may already be the world's greatest energy consumer. Now it is set to become Brazil's top foreign investor, with its companies plowing $20bn into the country in the first six months of 2010, compared with $83m in 2009. A recent study by Deloitte predicted that Chinese investments in Brazil could hit an average of about $40bn a year between now and 2014, with companies throwing money at sectors ranging from telecommunications, infrastructure and farming, to oil, biofuels, natural gas, mining and steel manufacturing.
"Relations with Brazil in all areas have entered a new era," Qiu Xiaoqi, China's ambassador in Brazil, recently told the state news agency Xinhua.
The surge in China's South American spending is not just a Brazilian phenomenon. Ecuador has already signed around $5bn of bilateral deals with China this year, including $1.7bn to help build a hydro-electric dam and $1bn investments for oil exploration and infrastructure projects. That compared with Chinese investment of just $56m in 2009.
Chinese companies have sunk $1.4bn into mining operations in Peru this year, while in April Hugo Chávez announced that the Chinese, already major sponsors of Venezuelan oil exploration, had agreed to open a $20bn credit-line for the "Bolivarian revolution".
Michael Klare, author of Rising Powers, Shrinking Planet, a book about the growing tussle for global resources, described today's China as "the shopaholic of planet Earth".
"The Chinese authorities understand that to sustain the country's continued growth, they will have to ensure that its industries are provided with adequate supplies of energy, minerals, and other basic raw materials," he said. But the "going out" strategy went far beyond business transactions, he added.
"They seek to fashion a multipolar world in which no single power – read the United States – plays an overwhelmingly dominant role. To this end, they seek to bolster ties with rising regional powers like Brazil and South Africa."
In Sao Joao da Barra, the city nearest to Acu and one of Rio state's poorest regions, the Chinese presence is being felt even before Brazil's Highway to China is complete.
Keen to impress, LLX staff at the Açu port lay on hot water and Mandarin interpreters for visiting Chinese dignitaries. Sao Joao da Barra's town hall, meanwhile, has started offering free Mandarin lessons to locals interested in working with the wave of Chinese guests that is anticipated.
"You should see a 10-year-old boy saying, 'I understand … the Chinese are coming and when the Chinese industries come I want to work for them and if I speak Mandarin I'll have a competitive advantage on the others'," beamed Eike Batista, the billionaire entrepreneur behind the superport and one of the most vocal cheerleaders for Chinese advances into Brazil. "[It is] wonderful."
Leonardo Gadelha, LLX's CFO, said during a recent tour of the port: "This is part of a Chinese strategy of going to the market more and more. They are already a very considerable presence in Africa and we are now going through this moment in Brazil."
The Highway to China lay "in the middle" of this blossoming relationship with China, he said, adding: "We are betting that … this will continue growing."
Not all Brazilians, or indeed western governments, share such enthusiasm.
"There are many in Washington who worry about China's growing presence in Africa and Latin America and claim that this poses a threat to America's long-term strategic interests," said Klare, noting, however, that the US' "fixation" with Afghanistan and the war on terror meant there had been virtually no reaction.
In Brazil meanwhile China's arrival has prompted cries of neo-colonialism. "The Chinese have bought Africa and now they are trying to buy Brazil," the prominent economist Antônio Delfim Netto complained in a recent interview with the Estado de Sao Paulo newspaper, warning that it was a "grave mistake" to allow a foreign state to buy "land, minerals [and] natural resources" from another sovereign power.
Batista, Brazil's richest man, rejected such criticism, saying: "The association between Brazil and China is a two-way highway." Chinese companies such as Wuhan Iron and Steel had committed to helping build a $5bn steel mill at the port complex, rather than always shipping out primary resources to process at home, he pointed out. "You want to get three tonnes of raw iron ore, [so] produce one tonne of steel in Brazil," he said. "That philosophy is sinking in and is great for both sides."
Neither would Chinese companies be allowed to flood the complex with hordes of foreign workers as had happened in Africa, said Gadelha, the CFO.
"If it was up to them they would bring lots of Chinese workers as they are used to doing," he admitted. "[But] Brazil's legislation is very strict in this sense."
Batista suggested that rather than complaining about China's courtship of Brazil, western powers should urge their own companies to pay more attention to the region themselves.
"In the last 15 years or so the [American and European] CEOs have stopped coming here and that is why they are a little bit behind," he said. "We are pushing European companies and saying: 'You're not really understanding what is happening in Brazil'."
"Don't put Brazil in the same bag as our neighbours," he added. "We are not Central America. We are not Venezuela. We are not Argentina."
• This article was amended on 17 September 2010. The original refferred to the 380-metre wide ChinaMax. This has been corrected.
Beijing's deals
Brazil In November 2009 Brazilian energy giant Petrobras signed a $10bn loan deal with China's Development Bank. As part of the deal Petrobras will guarantee the supply of 200,000 barrels of oil per day to China over the next 10 years. Chinese companies and state banks pumped around $20bn into Brazil in the first half of this year.
Venezuela Hugo Chávez, pictured, unveiled a $20bn credit line from China's Development Bank to fund the "Bolivarian revolution" in April.
Ecuador The country has already signed around $5bn of bilateral deals with China this year, including $1.7bn to help build a hydro-electric dam and $1bn investments for oil exploration and infrastructure projects. In 2009 direct Chinese investment in the country was just $56m.
Peru Chinese companies invested $1.4bn in mining operations in Peru during the first four months of this year, making China the country's second largest trade partner.
quinta-feira, 29 de julho de 2010
Guerrilha obscurantista contra transgenicos (e preconceito contra multinacionais tambem)
Eles são bem sucedidos conjunturalmente, atrasando o progresso, aumentando custos para a sociedade, provocando reações irracionais e paranóicas contra produtos contendo OGMs.
Eles serão derrotados, não sem antes provocar muito desgaste para a ciência e para a economia, barrando empresas e cientistas no caminho do progresso.
Paulo Roberto de Almeida
Justiça proíbe venda de milho transgênico da Bayer
Lígia Formenti
O Estado de S.Paulo, 28/07/2010
Polêmica já dura dois anos; produto só pode retornar ao mercado após CTNBio aprovar o plano de monitoramento do produto no mercado
A Justiça Federal proibiu a venda do milho transgênico Liberty Link, produzido pela Bayer. A decisão, da juíza federal Pepita Durski Tramontine, da Vara Ambiental de Curitiba, na segunda-feira, afirma que o produto só pode retornar ao mercado após a Comissão Técnica Nacional de Biossegurança (CTNBio) aprovar o plano de monitoramento do produto no mercado.
A juíza também ordenou a proibição do uso do milho, resistente ao herbicida glufosinato de amônio, no Norte e Nordeste até que sejam realizados estudos ambientais do produto nas regiões. "Nesses locais, não basta a aprovação do plano de monitoramento pela CTNBio. É preciso que estudos anteriores, relacionados à segurança, sejam realizados", explicou a advogada e consultora do Instituto de Defesa do Consumidor (Idec), Andrea Lazzarini Salazar.
A decisão fixa uma multa de R$ 50 mil diários caso a Bayer não suspenda imediatamente a comercialização, semeadura, transporte, importação e descarte do milho geneticamente modificado. A empresa afirmou que se manifestará apenas quando for notificada judicialmente.
A polêmica em torno do milho transgênico dura mais de dois anos. Liberado pela CTNBio em 2007, o produto foi alvo de uma ação proibindo sua comercialização no mesmo ano. Uma liminar foi concedida e, em janeiro de 2008, revogada. Agora, a juíza analisou a ação principal.
O milho da Bayer provocou uma disputa dentro do governo. Descontente com a aprovação, a Anvisa interpôs um recurso no Conselho Nacional de Biossegurança. Em junho de 2008, o conselho confirmou a liberação.
A CTNBio não se manifestou.