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terça-feira, 2 de novembro de 2010

Uma visao otimista sobre o Brasil pos-Lula

El Brasil post Lula

Por Mauricio Claverí

Opinión,  1/11/2010

http://america.infobae.com/notas/12859-El-Brasil-post-Lula

Las elecciones presidenciales en Brasil dejaron un extraño sabor para la nueva presidenta, Dilma Rousseff. Si bien es cierto que logró superar al candidato opositor por una holgada diferencia en el balotaje, la realidad es que previamente nada hacía suponer una segunda vuelta para definir los comicios, sobre todo cuando la candidata oficialista contaba con el padrinazgo de Lula da Silva, quien completó su mandato con una imagen positiva superior al 80 por ciento.

A partir de ahora deberá demostrar al pueblo que la eligió sus principales armas para llevar adelante un país que aún tiene algunas deudas por saldar. Según un estudio local, las principales demandas de la población brasileña para el próximo gobierno estarán asentadas en la necesidad de mejorar el sistema de salud, educación, empleo y seguridad.

No debe olvidarse que a pesar del extraordinario desarrollo que experimentó en los últimos años, Brasil continúa padeciendo las principales problemáticas que aquejan a los países emergentes. Por otro lado, paralelamente al crecimiento del país ha crecido la presión del electorado para que los números sorprendentes de la economía comiencen a concretarse en mejoras visibles en la calidad de vida de la población.
 
Durante el mandato de Lula se produjo una importante reducción de la pobreza y la indigencia, y hubo una gran expansión de la clase media, lo que permitió impulsar fuertemente el consumo interno. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para reducir la desigualdad y mejorar las condiciones sociales.
 
 La nueva administración cuenta con mejores herramientas para hacer frente a los desafíos que asoman en el horizonte, pero el futuro exige resolver una ecuación complicada, que implicará dar respuestas contundentes tanto hacia el interior del país, como hacia afuera. La población espera mejores condiciones de trabajo y de vida en general. Las expectativas desde el exterior por su parte están centradas en que Brasil  siga creciendo con fuerza, traccione la demanda mundial y continúe consolidando su institucionalidad y las reformas estructurales.

Por lo tanto Dilma deberá afrontar un escenario muy diferente al que le tocó asumir a Lula en su momento. Será la presidente de un país global, con un peso relevante en el escenario mundial y con la no poco significativa función de constituirse en uno de los motores de la demanda mundial frente a la notoria debilidad de las economías tradicionales. Un panorama que en nada se asemeja al que debió enfrentarse Lula en los comienzos de su gestión. Cuando Brasil apenas se distinguía del resto de los países emergentes, contaba con problemas de crecimiento y un atraso social marcado.
 
Estas diferencias constituyen ventajas y desventajas para el nuevo gobierno. Del lado de las ventajas, la opinión de Brasil es muy escuchada en el mundo, y el relacionamiento con las grandes potencias se dará desde un pie de igualdad. A su vez, interiormente, la estructura productiva brasileña es hoy más compleja y avanzada y sólo necesita encarar la etapa final de su desarrollo, que implica insertarse completamente en el mercado mundial de bienes y servicios. Desde el Gobierno existe hoy una elevada capacidad de acción a partir del orden de las cuentas fiscales y la alta disponibilidad de capitales para asistir a los sectores productivo y social.

Pero también es cierto que hoy las expectativas respecto de la economía brasileña son muy elevadas, por lo que las metas que deberán autoimponerse las autoridades seguramente serán muy exigentes, y un pequeño traspié será amplificado por el mercado global, pudiendo repercutir sobre las inversiones y el empleo.

Entre los principales desafíos que deberán ser afrontados está el de lograr que la competitividad no se vea seriamente resentida por el súper real, afectando a la producción industrial, el empleo y el saldo de la balanza comercial. Hay una elevada presión desde la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) contra lo que consideran tensiones demasiado altas sobre la producción interna de bienes de alto valor agregado.

El gobierno saliente de Lula ya ha mostrado señales de acción ante la preocupación de una sobreapreciación de la moneda brasilera. A diferencia de Japón u Europa, Brasil no tiene la capacidad como para devaluar más su moneda frente al dólar sino sólo frenar la caída del tipo de cambio.

Dilma tendrá entonces la dura tarea de lidiar con una más que probable burbuja financiera, producto de los atractivos rendimientos que ofrecen los activos locales. Será fundamental para la continuidad de la gestión económica de los últimos años el tratamiento de una problemática creciente cómo la especulación financiera, la cual podría amenazar el crecimiento de la economía real.

Por último, de aquí en adelante será una condición indispensable evitar que los reclamos sindicales por mejoras en las condiciones laborales e incrementos de los niveles salariales contribuyan a reducir aún más la competitividad del sector industrial, en un momento en que las necesidades son hacia una apertura y una internalización mayor de la producción local. Y más aún cuando se advierte que Rousseff carece de la capacidad de su antecesor para controlar a los sindicatos y mantener el desarrollo de la producción en un ambiente de tranquilidad. Por ello  será necesario un esfuerzo de negociación más importante.

Mauricio Claverí es un economista argentino, analista de comercio exterior de Abeceb.com

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Mis comentarios sobre puntos especificos del articulo "El Brasil post-Lula" de Mauricio Claveri

1) "continúe consolidando su institucionalidad y las reformas estructurales."
PRA: Precisamente, dos areas donde hubo retrocesos palpables: hubo un sensible deterioro de la institucionalidad en Brasil, por la acción carismatico-desagregadora del presidente Lula (quien "compró" a parlamentares y a partidos enteros en el Congreso, y criticó fuertemente a las agencias independientes del Estado), y no hubo casi ninguna reforma estructural de las que necesita Brasil: continua la estructura impositiva irracional y pesada, legislación laboral vieja y anti-empleo, casi nada en la educación y no reforma política.

2) "Desde el Gobierno existe hoy una elevada capacidad de acción a partir del orden de las cuentas fiscales y la alta disponibilidad de capitales para asistir a los sectores productivo y social."
PRA: Al contrario: casi todo el presupuesto está comprometido con gastos corrientes, con poca disponibilidad inversionista; las aportaciones de capital a Petrobras, al BNDES y otras companias son hechas con maquillaje fiscal, comprometiendo el equilibrio de las cuentas publicas, aumentando la deuda domestica, financiada a intereses muy altos.

3) "...la opinión de Brasil es muy escuchada en el mundo, y el relacionamiento con las grandes potencias se dará desde un pie de igualdad."
PRA: exceso de optimismo, vision oficial de la influencia de Brasil en el mundo. Pie de igualdad? No kidding...

2 comentários:

Mário Machado disse...

Professor,

O senhor que sempre tem observações excelentes já percebeu um movimento oficialista e apologéticos (para usar termos que estão em um dos seus livros) nas análises e opiniões de nossos colegas no campo das relações internacionais?

Entre os que estão na graduação percebo um aumento desse tipo de viés. Será que estou a ser pessimista ou exagerado?

Abs,

Paulo Roberto de Almeida disse...

Voce tem inteiramente razão, meu caro Mario Machado.
Os apologistas, os triunfalistas, os que acham que sempre estiveram certos vão estar cada vez mais insuportáveis.
Para eles o mundo sempre se divide em preto e branco.
Vou fazer um post sobre isso.
Obrigado.
O abraco do
Paulo Roberto de Almeida