Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, em viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas.
O que é este blog?
Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.
domingo, 30 de janeiro de 2011
Drogados em acucar: sim, existe, nos EUA
Paulo Roberto de Almeida
Break the sugar addiction
Editorial - The Washington Post
Sunday, January 30, 2011
CONGRESS AND the Obama administration are in the market for fresh ideas to create jobs. Or so we are told. So far, however, we haven't seen too many specifics - but that may be about to change. Two senators, one from each party, have introduced legislation that would phase out the costly, job-destroying federal sugar program. Democrat Jeanne Shaheen of New Hampshire and Republican Mark Kirk of Illinois call their bill the Stop Unfair Giveaways and Restrictions (SUGAR) Act. Despite the cutesy title, it's a seriously necessary proposal.
Current law is a pastiche of protectionist measures that drives up prices for consumers in two ways. First, 4,700 U.S. sugar cane and sugar beet farmers share a government-guaranteed 85 percent of the U.S. market; the remaining 15 percent gets divided among some 40 lucky sugar-exporting countries, plus Mexico, which recently started exporting here under the North American Free Trade Agreement. Second, the government guarantees minimum prices for both raw cane sugar and refined beet sugar. The combined effect of these measures has been to keep the U.S. price well above the world price. According to Ms. Shaheen, consumers pay an extra $4 billion for their food because of these policies.
When food costs more, consumers buy less of it, and processors must cut production. Therefore, U.S. sugar policy costs jobs among bakers, candy makers and other food processors. Estimates vary; Promar International, an agriculture consulting firm, produced a figure of 112,000 jobs lost between 1997 and 2009. In 2006, the Commerce Department estimated that the sugar program cost three manufacturing jobs for each job it saved in sugar growing and harvesting. And, by the way, job preservation in U.S. sugar growing and harvesting came at the expense of agricultural employment in poorer sugar-producing countries.
Ms. Shaheen and Mr. Kirk have offered President Obama and the Republican leadership in the House a common-sense way to keep their promises to get rid of unnecessary government regulation and liberate the job-creating energy of the market. As such, it's also a good early test of the sincerity of those promises.
quinta-feira, 6 de maio de 2010
Progressos do socialismo científico: o inacreditavel caso cubano
Nos sessenta anos em que Cuba foi "colônia informal" (ou formal, se quiserem) do império, sua produção aumentou constantemente. No momento da sua "libertação" era o principal produtor e exportador mundial, com quase 8 milhões de toneladas de açúcar, bem mais do que o Brasil, que hoje assumiu a condição de maior exportador (mas não produtor, que é a Índia).
Pois bem, hoje Cuba importa açúcar do IMPÉRIO (que lhe fornece, aliás, quase todos os seus produtos alimentares) para seu próprio consumo.
Deve ser por que a palavra de ordem é "libertar-se da monocultura colonial"; diversificar a economia, aumentar a capacidade tecnológica, etc, etc, etc.
Paulo Roberto de Almeida
La producción azucarera cubana se desploma a niveles de 1905
Emilia C. de Paula
El País – 05/05/10
La Habana – La industria azucarera cubana hace aguas por donde uno mire. Dos días después de que el Gobierno de Raúl Castro destituyera al ministro del ramo, Luis Manuel Ávila, por “deficiencias en su trabajo”, el diario Granma ha salido a escena con datos demoledores: este año la zafra será la peor desde hace 105 años, cuando Cuba apenas produjo 1,2 millones de toneladas de azúcar. Según el órgano oficial del Partido Comunista, la actual cosecha ha sido “pésima en producción y eficiencia”. “Desde 1905 el país no registraba una campaña azucarera tan pobre”, afirma, señalando entre las causas de esta debacle la ineficiencia crónica y “un elevado grado de imprecisiones y voluntarismo”.
No hay datos oficiales sobre cuál era el estimado de producción en la zafra 2009-2010, pero diversos analistas lo sitúan en torno a 1,4 millones de toneladas, similar al del año anterior. Según Granma, “al cierre de mayo” el atraso “rebasaba las 230.000 toneladas”, y falta poco más de un mes para concluir la temporada.
Según analistas, el resultado final de la cosecha pudiera estar entorno a 1,1 millones de toneladas, “o ser incluso menor”. Como datos de referencia valgan tres: en 1924, la zafra fue de 4,2 millones de toneladas; en 1958, de 5.6 millones; en 1990, último año de la hermandad con la URSS, la producción superó los 7,8 millones de toneladas.
La catástrofe es evidente. Desde que se inició la zafra a finales del año pasado, sólo han cumplido el plan asignado 10 de las 44 fábricas azucareras que activaron su maquinaria esta temporada; y si hablamos de territorios, solo dos de las 14 provincias cubanas lograron cumplir sus compromisos. Según Granma, al Ministerio del Azúcar le faltó “control y exigencia”.
La realidad es que llueve sobre mojado. Desde que la isla acometió un proceso de reconversión salvaje, el sector no ha levantado cabeza. Entre 2002 y 2004, Cuba reestructuró el sector azucarero, lo que supuso el cierre de casi un centenar de centrales (fábricas): de las 156 que existían quedaron 61, y se eliminaron más de 100.000 puestos de trabajo. Además, la superficie de cultivo disminuyó de dos millones de hectáreas a unas 750.000, según datos oficiales.
En la temporada 2008-2009, la isla produjo 1,4 millones de toneladas de azúcar y facturó más de 600 millones de dólares. Muy lejos de los 4.000 millones de dólares que obtenía cuando el azúcar era la principal fuente de ingreso de divisas y su producto de exportación más importante.