El aumento de la brecha cambiaria ya se hace sentir y complica más la relación comercial con Brasil
Annabella Quiroga
Clarín, Buenos Aires – 5/11/2020
El aumento de la brecha cambiaria ya se hace sentir sobre la relación con Brasil y apunta a aumentar aún más el déficit con el principal socio comercial. En octubre el rojo llegó a US$ 21 millones y para todo 2020 rozará los US$ 500 millones, lo que deja en el olvido el saldo a favor conseguido el año pasado.
En octubre, las importaciones desde Brasil aumentaron 12,5% y llegaron a US$ 820 millones. Esto marcó un cambio de tendencia, ya que en el año arrastraban una fuerte baja.
Mientras las importaciones crecieron por segundo mes consecutivo, las exportaciones argentinas hacia ese país retrocedieron un 18,3% interanual el mes pasado.
Para los analistas no es casual que esto haya ocurrido en el mes en el que explotó la brecha. En octubre, el gap entre el dólar blue y el mayorista llegó a tocar el 150%. Si bien en las últimas jornadas se fue achicando hasta 104%, sigue siendo relevante para alimentar las expectativas de devaluación.
Para Matías Carugati, economista de la consultora Seido, "las expectativas de depreciación que señaliza una brecha alta se asociaron a mayores importaciones y (algo) de menores exportaciones. Los exportadores-importadores reaccionan como si estuvieran esperando una depreciación inminente y entonces tratarán de posponer-acelerar decisiones".
La consultora Ecolatina apunta al impacto de la brecha sobre el déficit. "Una brecha mayor al 100% entre el dólar oficial y paralelo alentó las expectativas de devaluación y pospuso exportaciones, a la par que impulsó la subfacturación de éstas, en la búsqueda por liquidar la menor cantidad de divisas posibles en el mercado oficial".
Con relación a las importaciones, Ecolatina consigna que "el salto se explica íntegramente por temores devaluatorios. Estas expectativas incentivan el adelantamiento de las compras, con el objetivo de atenuar los efectos negativos de un dólar más caro".
"Aunque la brecha se redujo sensiblemente, todavía falta mucho terreno por recorrer. Si la brecha no cede, el Banco Central deberá sacrificar cada vez más reservas para controlar al tipo de cambio oficial. En este contexto de nulo ingreso de capitales desde el exterior, las posibilidades de apuntalar el poder de fuego de la autoridad monetaria en el corto plazo son muy bajas, de modo que las expectativas de devaluación se refuerzan con los comportamientos nocivos", plantean.
En lo que va del año el saldo bilateral para Argentina es negativo. En diez meses nuestro país acumula un déficit de US$ 491 millones frente al superávit de US$ 368 millones en el mismo período de 2019. Este desempeño responde a la disminución de las exportaciones argentinas hacia Brasil (27,7% en lo que va del año), que superaron la baja del 18,7% de las importaciones desde Brasil.
Desde la consultora Abeceb estiman que el déficit bilateral sería de US$ 488 millones, contra el saldo favorable de US$ 230 millones que consiguió el año pasado. "Las exportaciones a Brasil caerían en promedio un 24%, en lo que será el tercer año consecutivo de merma, y las importaciones desde ese origen, un 18%. Las importaciones argentinas desde Brasil se reducirían a casi la mitad en tan solo dos años".
Esto ocurre en un contexto en el que la economía brasileña se va recuperando del efecto de la pandemia más rápido de lo que se esperaba. El Banco Central de Brasil espera un retroceso en el PBI del 5% para 2020, 1,4 puntos porcentuales por debajo de la estimación anterior.
Eva Bamio, analista de sector externo de Abeceb, sostiene que en los próximos meses "la relación con Brasil va a ser compleja porque no es puramente la economía lo que manda. Con la recuperación de la actividad allá, nuestras exportaciones deberían ir mejorando, pero la brecha pone una variable ficticia de presión. Esto también hace que los importadores ingresen más productos, pese a que aquí el consumo no se recupera".
"El año pasado habíamos terminado con superávit después de muchos años de déficit y este año no lo vamos volver a tener", apunta. "Esto pasa porque las exportaciones tuvieron una caída fuerte, pero la brecha terminó de empiojar todo. Y a esto se suma que la relación institucional está paralizada por las diferencias políticas entre los dos presidentes. Hay que trabajar mucho para volver a poner esta relación en el centro".
Nenhum comentário:
Postar um comentário