Paraguai, a Alianca do Pacifico e o Mercosul - Rogério Mendelski

O VELHO PARAGUAI DE GUERRA
Postado por Rogério Mendelski em 28 de julho de 2013

O Paraguai deu uma banana das grandes para o Mercosul e hoje é integrante da Aliança do Pacífico, um novo bloco econômico formado pelo Chile, Peru, Colômbia e México e que já controla quase 50% do comércio exterior da América Latina, movimentando em apenas um ano de existência 556 bilhões de dólares em exportações e 551 bilhões de dólares em importações.

O ingresso do Paraguai na AP não foi fácil por que o Brasil tentou prejudicá-lo, não satisfeito com a suspensão daquele país do Mercosul, depois que Fernando Lugo foi cassado pelo Congresso paraguaio. Diplomatas do Paraguai e da Colômbia informaram ao diário ABC Color, de Assunção, que o Brasil quis impedir a entrada dos nossos vizinhos alegando as “cláusulas democráticas” do Mercosul como se este bloco tivesse alguma influência sobe a AP.

As tais “cláusulas democráticas” foram motivo de discretas chacotas entre a diplomacia dos países que saudaram o Paraguai pela decisão tomada. “Os membros da Aliança do Pacífico estão muito contentes e agradecidos pela disposição do Paraguai em fazer parte desse foro”, disse o chanceler mexicano José Antonio Meade.

Mas o que é mesmo esse bloco econômico que com um ano de funcionamento tem 210 milhões de habitantes e representa um terço do PIB da América Latina e se coloca como a oitava economia do planeta?

A resposta é bem simples: Chile, Peru, Colômbia e México – e agora o Paraguai – se uniram em torno de objetivos democráticos e capitalistas na definição do presidente chileno Sebastián Piñera: “O compromisso da Aliança é o de compartilhar valores comuns como a democracia, o respeito aos direitos humanos, a liberdade econômica privada, o direito à propriedade produtiva, intelectual e empresarial, assim como a economia de mercado e a liberdade de expressão”.

Pensando bem, são valores ausentes em alguns paises do Mercosul e, por isso mesmo, o Paraguai não reclamou de sua saída do bloco que ajudou a fundar em 1991. E não quer voltar por que já disse que não senta na mesma mesa onde estiver a Venezuela. Este é o velho Paraguai de guerra cujo povo sabe muito bem o que é ditadura, democracia e farsas como a que Fernando Lugo tentou implantar no país.

AS TENTATIVAS
Em 2005, na Cúpula das Américas, em Mar del Plata (Argentina) os países que hoje integram a AP tentaram estabelecer tratados de livre comercio entre os paises da América Latina, mas Hugo Chavez influenciou os membros do Mercosul e apoiado por Nestor Kirchner a idéia não prosperou. Era o momento de alguns paises democráticos como o Chile, Colômbia e México começarem a pensar num novo bloco econômico.

BONS NEGÓCIOS
Os países integrantes da AP já eliminaram as tarifas de importação e exportação em 90 por cento de seus produtos para o incremento do livre comércio entre si. Quando negociam em bloco olham para a Ásia e buscam atrair investimentos que irão beneficia-los também em bloco.

APOIO DO SENADOR
O senador Álvaro Dias (PSDB-PR) saudou a posição do Paraguai. Diz ele: “Quando ocorreu o impeachment de Fernando Lugo e o Mercosul decidiu pelo seu afastamento, abrindo a porta para o ingresso da Venezuela, imaginou-se que o Paraguai teria poucas alternativas. Hoje, o Paraguai está na Aliança para o Pacífico e agora pode dar uma banana para aqueles que o expulsaram do Mercosul”.

ACORDOS ECONÔMICOS
O que para Hugo Chavez e Nestor Kirchner tinha cheiro de enxofre – acordos com os EUA – para a Aliança do Pacífico é puro perfume de progresso e bons negócios.

Quem estabelece acordos comerciais com os EUA precisa cumprir altos níveis de exigência e complexidade, mas depois de estabelecidos nada mais muda. Ao final das negociações, o país se torna apto para firmar qualquer acordo comercial no mundo. A opinião é do diplomata Rubens Ricupero, ex-embaixador do Brasil nos EUA e ex-secretário-geral da Conferência nas Nações Unidas sobre Comércio e Desenvolvimento.

FRACASSO
Enquanto o Mercosul patina e não sai do lugar desde 1991, a Aliança do Pacífico atrai investimentos e negocia com todos os países oferecendo vantagens aduaneiras e taxas atraentes.

No ano passado o Chile cresceu 5,5 % e recebeu 30 bilhões de dólares em investimentos externos. O México firmou 13 acordos comerciais na mesma linha, o Peru 12 e a Colômbia 11.

No Brasil, caminhões com gêneros perecíveis ficam dias parados em Uruguaiana esperando pela boa vontade da burocracia argentina. E vice-versa.

Brasil y la Alianza del Pacifico - Carlos Malamud (Infolatam)

Brasil y la Alianza del Pacífico

Infolatam
Madrid, 21 julio 2013
Por CARLOS MALAMUD

Resulta una obviedad decir que al gobierno brasileño no le gusta la Alianza del Pacífico. Y no le gusta por diversos motivos, comenzando por el hecho nada despreciable de que no forma parte de ella. No sólo eso, la misma existencia de la Alianza confronta a sus élites nacionales con algunos de sus máximos desafíos futuros y con una serie de problemas no resueltos, como su inserción en el mundo globalizado y su relación con Estados Unidos y la Unión Europea.

Dilma Rousseff ha cambiado de táctica, dejando de insistir de forma altisonante en una política hecha bandera durante la administración Lula por otra más silenciosa y de más largo aliento

En este sentido asistimos a una considerable paradoja que sólo esconde una profunda contradicción. Por un lado Brasil aspira a ser un destacado actor global y para ello reivindica su pertenencia a los BRICS y un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En este último sentido, recientemente Dilma Rousseff ha cambiado de táctica, dejando de insistir de forma altisonante en una política hecha bandera durante la administración Lula por otra más silenciosa y de más largo aliento, en mayor consonancia con el lento proceso de reforma de la ONU. Por otro lado, su política regional lo aboca al aislamiento internacional.
Volviendo a la animadversión brasileña con la Alianza, hemos escuchado la semana pasada declaraciones de dos altos cargos del gobierno federal totalmente opuestas al nuevo proyecto de integración regional y favorables al Mercosur. No se trataba de cualquier opinión, ya que fueron emitidas por dos de los mayores responsables de la política exterior de Brasil, Antonio Patriota, el ministro de Relaciones Exteriores y Marco Aurelio García, el principal asesor de la presidente para política internacional.
Marco Aurelio García, en un congreso académico que repasaba la política exterior brasileña de la última década, apuntó de forma concluyente que la Alianza del Pacífico “no tiene relevancia económica y no representa competencia para el Mercosur”. En la misma línea se expresó Antonio Patriota en un encuentro con corresponsales extranjeros cuando dijo que la Alianza era “un esfuerzo que reúne países con características semejantes, pero es una alianza, no una zona de libre comercio, una unión aduanera o mucho menos un proyecto de integración profunda como el Mercosur”.
Desde la perspectiva brasileña la evidencia es demoledora. La Alianza del Pacífico no sólo carece de relevancia económica, sino tampoco tiene un proyecto de integración profunda como sí posee Mercosur. Si bien la reacción brasileña es comprensible, no se entiende el porqué de tanta soberbia. Es verdad que la Alianza le da relevancia estratégica a México, el principal rival de Brasil en América Latina, y que por la vía de los hechos acaba con el dilema de América del Sur versus América Latina, pero esto no basta como factor explicativo.
No es negando la evidencia ni ocultando las amenazas bajo la alfombra como Brasil será un gran país, una potencia regional y un destacado actor internacional. Durante décadas Itamaraty ha sido escuela y escenario de una de las diplomacias mejor formadas y más eficientes del mundo. Los comentarios del ministro Patriota, embajador de carrera, desdicen esa trayectoria. En esta oportunidad abundó en una opinión vertida tras la Cumbre de Cali de la Alianza a la que definió como un excelente producto del marketing y la publicidad, pero con escasa sustancia: “Cuando hablo de que la Alianza del Pacífico es marketing o que se trata de un envoltorio nuevo de un producto existente no quiero disminuir nada, pues se trata de países que son importantes para Brasil. Y Brasil espera que su esfuerzo contribuya para dinamizar esas economías y eleven el nivel de vida”.
García reforzó el argumento: “La Alianza del Pacífico no debe hacernos abandonar nuestro sueño de ninguna manera. Su PIB regional es mucho menor que el del Mercosur [200.000 millones de dólares contra 330.000 millones]. El bloque no parece formado por países con dinamismo económico y surgió de un sistema de reducciones tarifarias existentes hace tiempo. La Alianza del Pacífico tuvo un efecto publicitario muy fuerte, pero tuvo pocos resultados, a no ser para aquellos que ya estaban convencidos antes de su creación”.
No sé si finalmente la Alianza del Pacífico dará los frutos esperados, pero lo que está claro es que apunta en la dirección correcta: apertura internacional e inserción en las cadenas de valor. En Brasil está ocurriendo todo lo contrario. En lugar de plantearse cómo abrirse al mundo prefieren recluirse en el Mercosur, insistiendo en su “profundidad” estratégica. Con Argentina y Venezuela de socios este último extremo es bastante cuestionable y todavía lo será más si el próximo país en incorporarse al bloque es Bolivia, a cuyo gobierno la sola mención de las palabras “libre comercio” le resulta contradictoria con su proyecto político. Sin embargo no todos los brasileños piensan igual. Cada vez son más los que creen en la irrelevancia de Mercosur.
Marco Aurelio García sigue convencido que fue la confluencia de gobiernos “progresistas” lo que permitió avanzar en la construcción de Unasur. En realidad ocurrió todo lo contrario ya que ésta es su mayor debilidad. Unasur, y ahora en Mercosur sucede lo mismo, no se está construyendo en torno a normas e instituciones sino a la voluntad y al protagonismo de los presidentes. Cuando este protagonismo deja de funcionar se observa una desaceleración de sus proyectos de integración, que comienzan a mostrar sus debilidades para luego entrar en crisis. La muerte de Hugo Chávez ha dejado algunas enseñanzas al respecto.

Bolivia parte em guerra contra a Alianca do Pacifico, por enquantoverbal...

Bolivia acusó a la Alianza del Pacífico de militarizar la región

Clarín (Argentina), 19/07/2013, AFP Y EFE

En una sorpresiva y agresiva postura con sus vecinos, el gobierno de Bolivia acusó a la Alianza del Pacífico –grupo comercial que conforman Chile, Colombia, México y Perú– de tener objetivos políticos y militares en la región. Incluso sostuvo que el territorio colombiano será la “cabeza de playa” para la incursión en Latinoamérica de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El funcionario que enarboló esta denuncia es el influyente ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. Y lo hizo en un acto público que encabezó el presidente Evo Morales. “Es importante recordar que la estrategia de la Alianza del Pacífico no es solamente una estrategia de tipo comercial, es una estrategia política y militar. Su constitución nuevamente pretende reinstalar el Consenso de Washington y el ALCA”. La primera es la política económica liberal que orientó Estados Unidos en los países en desarrollo, mientras que la segunda se trata del Area de Libre Comercio apadrinada por Norteamérica y que fracasó ante la oposición de varios países sudamericanos.

Según Quintana, el objetivo económico de la Alianza del Pacífico es “construir este gran proyecto de libre mercado para la región”, para luego “convertir a las fuerzas armadas en gendarmes del modelo económico y del nuevo modelo político”. Así, señaló, se busca contrarrestar la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

“La firma del acuerdo entre Colombia y la OTAN es para que la OTAN tenga su cabeza de playa en América Latina y El Caribe. Hoy sabemos y está cada vez más claro que la OTAN se ha convertido en la gran maquinaria de destrucción de países, de civilizaciones, de pueblos enteros para quedarse con sus recursos naturales”, sostuvo el ministro boliviano.

La OTAN y Colombia firmaron en junio un acuerdo de intercambio de información y seguridad, que es el primer memorandum de esta naturaleza que el organismo rubrica con un país latinoamericano. De acuerdo al funcionario boliviano, “no es casual” que Colombia firmara ese acuerdo porque recibe una millonaria asistencia en defensa por parte de EE.UU. También aseguró que en ese país sudamericano existen “siete bases militares” estadounidenses.

La posición de Quintana ratifica la manifestada el mes pasado por el presidente Morales, quien dijo haber instruido a su Gabinete de ministros evaluar los alcances del acuerdo conformado por la Alianza del Pacífico. Sucede que el compromiso entre esos países, logrado en 2012, implica un rico y creciente mercado comercial en la región que está opacando al Mercosur.

Chile, Colombia, México y Perú constituyen un mercado de aproximadamente 210 millones de habitantes, con un crecimiento económico promedio del 5% el año pasado, por encima de la media regional.

Amorim: oposição brasileira à Alca mudou agenda da América do Sul

Mudou, sim, claro que mudou. Imediatamente após a implosão da Alca pelos companheiros -- with a little help from their friends, Chávez and Nestor -- os países interessados fecharam negociações bilaterais ou plurilaterais com os Estados Unidos e grande parte deles assinou acordos de livre comércio.
Com isso mudou completamente a tal de "geografia comercial" da América do Sul: os países interessados em livre comércio, em integração à economia mundial, seguiram em frente, assinaram acordos com os EUA, com a UE, com parceiros asiáticos e aumentam seu acesso a mercados desenvolvidos e seu volume de exportação mundial.
Os países que preferiram ficar protegendo o mercado interno contemplam mercados diminuídos, concorrência "desleal" de parceiros asiáticos (logo eles, que deveriam ser aliados na luta contra os hegemônicos) e possuem hoje uma margem de manobra muito mais reduzida em termos de política comercial e de acesso a mercados, provavelmente caminhando para a marginalização e o velho protecionismo de décadas passadas.
Essa é a mudança da agenda na América do Sul que ocorreu.
Atualmente, a agenda está assim: de um lado o Mercosul, desejando se expandir de qualquer maneira, sem qualquer critério de política comercial coerente com os propósitos do Tratado de Assunção; de outro os bolivarianos, que acham que vão fazer a Alba, o Sucre e outras maravilhas da integração protegida, mercantilista, estatizante; e por fim os países da Aliança do Pacífico, que avançam no comercio livre entre si (mas isto é o menos relevante no esquema) e se preparam para integrar os esquemas comerciais, de investimentos e de cooperação econômica da grande bacia do Pacífico.
Esta é a nova agenda, esta é a nova geografia do comércio internacional.
O Brasil deve agradecer aos companheiros que pelo menos se preocupam em proteger o emprego interno. Por enquanto...
Paulo Roberto de Almeida

Para Amorim, oposição brasileira à Alca mudou agenda da América do Sul

Da Rede Brasil Atual, 20/07/2017

Amorim definiu os novos ares da chancelaria brasileira como o início de uma política externa “altiva e ativa” 

“Em minha experiência de 50 anos em relações exteriores, posso dizer que derrubar um projeto prioritário dos Estados Unidos não é uma coisa fácil”, disse o embaixador Celso Amorim, ao falar dos esforços empenhados pelo Itamaraty junto aos países da região para barrar o avanço da Área de Livre Comércio das Américas (Alca), enterrada em 2005 durante a Cúpula das Américas, na Argentina. 

Hoje ministro da Defesa, Amorim liderou a chancelaria brasileira por oito anos, durante os dois mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva. “A Alca já estava morta quando os presidentes se posicionaram fortemente contra a iniciativa, em Mar del Plata. Mudamos a agenda da América do Sul.”

A Alca foi um dos principais exemplos elencados por Amorim para demonstrar a mudança de rumos da diplomacia brasileira a partir da eleição de Lula, em 2003, e de sua posse como ministro de Relações Exteriores. 

“O grande significado da vitória de Lula era a consciência do povo de que era possível mudar seu próprio destino, a ideia de que, sim, era possível mudar o Brasil”, lembrou, durante discurso na terça-feira (16) na Conferência Nacional “2003-2013: Uma Nova Política Externa”, promovida em São Bernardo do Campo (SP) pela Universidade Federal do ABC e pelo Grupo de Reflexão sobre Relações Internacionais, que reúne entidades sociais, políticas e sindicais interessadas no tema. 

“Para isso, era preciso também mudar de atitude na política externa.”

Em poucas palavras, Amorim definiu os novos ares da chancelaria brasileira como o início de uma política externa “altiva e ativa”. Esta definiu-se basicamente, explica, pela adoção de um protagonismo internacional até então inédito no Itamaraty. E que muitas vezes acabou colocando o país em rota de colisão com os interesses dos Estados Unidos, como no caso da Alca, principal projeto de Washington para a América Latina no final do século 20 e início do 21. “A oposição e os meios de comunicação diziam que o Brasil e o Mercosul ficariam isolados se não fechassem o acordo”, lembra. “Mas como é que isso seria possível se a Alca queria mesmo era obter concessões do Brasil e do Mercosul? Os negociadores norte-americanos sabiam disso e fizeram de tudo para chegar a um entendimento conosco.”

Celso Amorim afirma que os Estados Unidos começaram a falar sobre a Alca quando era ministro de Relações Exteriores do presidente Itamar Franco, entre 1993 e 1995. O chanceler já via o projeto com desconfiança desde então, mas explica que, na época, não havia condições geopolíticas para opor-se logo de cara à iniciativa. 

“Se tivéssemos feito isso, o Mercosul possivelmente teria acabado”, conta. 

“Com Carlos Menem na Presidência e Domingo Cavallo como ministro da Economia, a Argentina era favorável ao tratado de livre comércio com Washington. Então insistimos em retomar a negociação dali a dez anos, alegando que precisávamos de tempo. Tempo é importante em diplomacia: quando você não pode enfrentar determinadas situações, você tenta ganhar tempo para que as coisas possam mudar.”

E o quadro realmente mudou. Amorim reconhece que, em meados dos anos 1990, não havia qualquer indício de que Lula poderia ser eleito em 2003. Mas, com o petista no Planalto, além de presidentes de esquerda em vias de eleição ou já no poder na América do Sul, houve condições para mudar o patamar de negociação. “O que estava colocado para nós era muito negativo para o Brasil. Os assuntos que nos interessavam estavam sempre em segundo plano, como o fim dos subsídios agrícolas e as medidas antidumping. Por outro lado, questões ligadas aos interesses dos Estados Unidos iam assumindo prioridade: serviços, investimentos, propriedade intelectual, que para nós eram muito prejudiciais”, lembra. “A própria negociação da Alca nos desfavorecia.”

O ex-chanceler conta que, para frear as pretensões dos Estados Unidos, o Itamaraty foi buscar apoio dos países da região, principalmente do Mercosul. Com Menem fora do governo argentino, que em 2003 era liderado pelo neoliberalismo mais moderado de Eduardo Duhalde, Amorim afirma que foi paulatinamente costurando acordos de atuação conjunta entre os vizinhos para se contrapor às pressões de Washington. E se apressou para revelar a disposição do Brasil em não assinar o acordo da Alca, como estava colocado até então, já na primeira reunião com empresários argentinos de que participou como ministro. “A Argentina tinha algumas reclamações em relação ao Brasil no Mercosul, algumas legítimas, e por isso a essência da nossa posição era a seguinte: seríamos flexíveis dentro do Mercosul, mas queríamos atuar conjuntamente, unidos, em relação à Alca.”

Amorim afirma que a mesma proposta foi feita a empresários e autoridades uruguaias e paraguaias logo em seguida. O resultado foi que, na reunião seguinte do Mercosul, o Brasil aceitou “na prática” o conceito de assimetria regional – uma velha bandeira dos governos de Paraguai e Uruguai dentro do bloco por terem uma economia menos pujante que as economias brasileira e argentina. “Sacrificamos alguns interesses imediatos nossos, mas em benefício de um interesse muito maior, que era uma posição comum na Alca”, reconheceu. “Progressivamente, os países do Mercosul foram assumindo posição mais próxima à nossa, até que pudemos chegar a Miami, na reunião que finalizaria as negociações da Alca, com um projeto de acordo razoável.”

Isso não significa que o ministro tenha se arrependido por não tê-lo assinado.

 “De qualquer maneira, havia um elemento hegemônico na Alca que iria predominar”, afirma, em referência aos Estados Unidos. “Mas transformamos a Alca num acordo menos torto.” 

Aqui radica a razão pela qual, segundo Amorim, o projeto já estava morto quando foi repelido em uníssono por vários presidentes sul-americanos na Cúpula de Mar del Plata. “Na medida em que conseguimos desentortá-lo, o acordo deixou de ser interessante para uma grande parte dos Estados Unidos. E, num processo que ainda durou mais um ano e meio ou dois, a Alca acabou sendo abandonada.

Esses paisecos desimportantes do Pacifico nao estao com nada - MAGarcia

Quem eles pensam que são: eles só tem 2 trilhões de dólares de PIB, ao passo que nós temos 3 trilhões, o que faz uma bruta diferença. E eles pensam que vão assustar a gente com seu livre comércio de mentirinha?
O Mercosul vai ensinar com quantos paus se faz uma jangada...
PRA

Aliança do Pacífico não tem relevância econômica, diz Marco Aurélio Garcia

Assessor para assuntos internacionais de Lula e Dilma argumentou que novo bloco regional somente teve efeito publicitário

O assessor especial da presidente Dilma Rousseff para assuntos internacionais, Marco Aurélio Garcia, minimizou nesta terça-feira (16/07) a criação da Aliança do Pacífico e afirmou que o bloco formado por México, Chile, Peru e Colômbia “não tem relevância econômica e não representa concorrência ao Mercosul”.

Análise: Aliança do factóide

“A Aliança do Pacífico não deve tirar o nosso sono de maneira nenhuma. O PIB regional que ela envolve é muito menor que o do Mercosul [US$ 2 trilhões contra US$ 3,3 trilhões]. O bloco não me parece ser formado por países com dinamismo econômico e surgiu de um sistema de reduções tarifárias existente há muito tempo. A Aliança do Pacífico teve efeito publicitário muito forte, mas contribui muito pouco, a não ser para aqueles que já se sentem convencidos por ela antes mesmo da criação”, argumentou.

Na segunda mesa de debates de hoje da conferência “2003-2013: uma nova política externa”, no campus São Bernardo da Universidade Federal do ABC, Garcia disse que a América do Sul vive “o fim de um primeiro ciclo de integração”. “Há vários itens inconclusos nesta etapa, mas os objetivos gerais foram atingidos por conjunção de governos progressistas, com a adesão de lideranças de outros matizes em órgãos como a Unasul [União das Nações Sul-Americanas].”

“Sem a Unasul poderíamos ter tido guerra civil na Bolívia e um grave conflito entre Equador, Colômbia e Venezuela [em 2008]. Também não teríamos respondido a altura à violação constitucional no Paraguai e ao escandaloso processo de interdição do avião de Evo Morales. E, dessa forma, sem a Unasul, renunciaríamos a algo que não é suficiente, mas é fundamental, que é o sentido de soberania nacional dos países que integram região.”

(...)

A professora Maria Regina Soares de Lima, por sua vez, discutiu as rupturas e as continuidades da diplomacia brasileira no que se refere aos governos Lula e Fernando Henrique Cardoso (1995-2002). “A prioridade à política sul-americana é uma das inovações do governo Lula. Apesar de FHC ter organizado as primeiras cúpulas entre chefes de Estado do continente, são concepções distintas sobre a região”, afirmou.

Soares de Lima também elogiou o tratamento dado pelo governo brasileiro aos seus vizinhos desde 2003. “O Brasil sempre reivindicou tratamento diferente nos fóruns norte-sul, mas nunca reconhecia assimetria na região. Com Lula, passou-se a construir a ideia de poder sul-americano, vinculando a prosperidade brasileira e a da região.”

Mercosul: uma "integracao profunda" - Antonio Patriota

Brasil alega que Aliança do Pacífico não é projeto de integração profunda

Infolatam/Efe

São Paulo, 16 julho 2013

Las claves

• Patriota comentou em um encontro com correspondentes estrangeiros em São Paulo que a Aliança do Pacífico "é um esforço que reúne países com características semelhantes, mas é uma aliança, e não uma zona de livre-comércio, uma união aduaneira e muito menos um projeto de integração profunda como o Mercosul".

O ministro das Relações Exteriores, Antonio Patriota, descartou nesta terça-feira que a Aliança do Pacífico – acordo de livre-comércio estabelecido por Chile, Colômbia, México e Peru – seja um projeto de “integração profunda” como é a proposta do Mercosul.

Patriota comentou em um encontro com correspondentes estrangeiros em São Paulo que a Aliança do Pacífico “é um esforço que reúne países com características semelhantes, mas é uma aliança, e não uma zona de livre-comércio, uma união aduaneira e muito menos um projeto de integração profunda como oMercosul“.

Segundo Patriota, isso demonstra que o Mercosul “está vivo e dinâmico”, e afirmou que em 2019 “entrará em vigor” uma zona sul-americana de livre-comércio próxima a outros blocos, como a Comunidade do Caribe (Caricom).

“Quando falo que a Aliança do Pacífico é marketing ou que se trata de uma embalagem nova de um produto existente, não quero diminuir nada, pois se trata de países que são importantes para o Brasil, e o Brasil espera que seu esforço contribua para dinamizar essas economias e elevem o nível de vida”, disse Patriota.

O chefe da diplomacia brasileira lembrou também as declarações do presidente eleito do Paraguai, Horacio Cartes, que rejeitou a entrada da Venezuela como membro pleno do Mercosul, bloco integrado, ainda, por Argentina, Brasil e Uruguai.

“São declarações de um presidente eleito, é importante acompanhar o que dirá quando estiver em pleno exercício do poder a partir de 15 de agosto”, afirmou.

Nesse sentido, Patriota destacou a retomada de relações do bloco com o Paraguai, suspenso um ano atrás como punição pelo impeachment em julgamento político do então presidente, Fernando Lugo, por entender que houve uma “ruptura da ordem democrática”.

O chanceler considerou “um gesto importante” o fato de os governos do Mercosul reconhecerem a vitória de Cartes nas urnas e de alguns líderes, como a própria presidente Dilma Rousseff, terem anunciado que comparecerão à sua posse no dia 15 de agosto em Assunção.

Alianca do Pacifico: progressos rapidos para o livre comercio e ampliacao

Enquanto o Mercosul patina na liberalização interna, não consegue avançar externamente e tenta incorporar a dois bolivarianos (Equador e Bolívia), ademais do próprio bolivariano-chefe (a Venezuela, que não se sabe quando irá cumprir seus compromissos de desgravação e incorporação da TEC), a Aliança do Pacífico consolida o processo interno de livre-comércio e expande seus vínculos externos, ademais da incorporação de novos membros.
Representantes do Mercosul podem sempre dizer que o comércio recíproco dos quatro países é muito reduzido, que eles já liberalizaram o que tinham de fato consolidado nos acordos comerciais com alguns grandes parceiros (UE, EUA) e que o seu modelo livre-cambista de economias exportadoras de commodities (o que não vale para o México, e vale muito mais para o Brasil, por sinal) não serve para economias industrializadas como Brasil e Argentina, mas o fato é que credibilidade é algo que se ganha com passos nessa direção, não na direção contrária, como têm feito os membros do Mercosul.
Paulo Roberto de Almeida

Alianza del Pacífico profundiza su integración por la vía del libre comercio

America.com, Dom, 30/06/2013 - 20:13

Chile, Colombia, México, Perú

De los avances conseguidos, el que más repercusión económica debe tener es el acuerdo de desgravación arancelaria que, según el ministro de Comercio de Colombia, se concluirá antes de que termine julio.

La Alianza ha concluido el 92% de la desgravación arancelaria en su comercio de bienes y servicios.

La Alianza del Pacífico, formada por Chile, Colombia, México y Perú, se confirmó este domingo como modelo de integración regional al anunciar que ha concluido el 92% de la desgravación arancelaria en su comercio de bienes y servicios y que el otro 8% lo terminará en los próximos 30 días.

El anuncio lo hicieron los titulares de Relaciones Exteriores y de Comercio de los cuatro países en una rueda de prensa que dieron este domingo en Villa de Leyva, ciudad colonial del centro de Colombia, para presentar los avances de la VIII Reunión Ministerial del bloque, que examinó lo acordado en la cumbre presidencial celebrada en mayo en Cali (suroeste).

"Hemos avanzado tan rápido que los derroteros están casi todos cumplidos", dijo la canciller colombiana, María Ángela Holguín, anfitriona de la cita junto con su homólogo de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados.

Holguín dijo que la Alianza avanza hacia "una integración profunda" que incluye, además del libre comercio, la apertura de oficinas comerciales o embajadas conjuntas, la libre movilidad de personas, el fortalecimiento de la educación y de las pequeñas y medianas empresas, entre otros factores.

La canciller anunció además que el abanico de países observadores de la Alianza seguirá ampliándose porque se han recibido solicitudes de incorporación de Turquía, Corea del Sur, China y Estados Unidos, lo que en su opinión demuestra el grado de interacción que el bloque latinoamericano va a tener con resto del mundo.

Si se aprueba su incorporación como observadores, estos países se sumarán a la docena de naciones de varias partes del mundo que actualmente tienen este estatus dentro de la Alianza, mecanismo que, según dijo a Efe el canciller mexicano, José Antonio Meade, "es una buena plataforma para mirar a Asia".

De los avances conseguidos el que más repercusión económica debe tener es el acuerdo de desgravación arancelaria que, según el ministro de Comercio de Colombia, se concluirá antes de que termine julio, tal como pidieron los presidentes en la cumbre de Cali.

"Hemos alcanzado un consenso de casi el 92% de los bienes y el resto lo haremos de manera gradual, con esto cumplimos el mandato de los presidentes de que antes de terminar el mes de julio hayamos concluido la negociación comercial", dijo Díaz-Granados.

El ministro explicó que la desgravación arancelaria del 8% que falta se negociará en una reunión de viceministros de los cuatro países miembros que se celebrará la próxima semana en Santiago de Chile.

"Antes del 30 de julio deberemos cerrar esa negociación y comunicarla a los miembros de la Alianza", reiteró.

Una vez se concluya esta negociación comercial se firmará el acuerdo sobre arancel cero, que será complementario del Acuerdo Marco que dio origen a la Alianza del Pacífico, cuyos países suman 210 millones de habitantes, equivalentes al 35% de América Latina y el Caribe, y representan el 33% del comercio de la región.

"Queda poco para que el capítulo de comercio se concretice. Ya hay un 92% de bienes acordados, un 4% adicional que ya está avanzado en el tiempo y otro 4% de (bienes de) alta sensibilidad sobre el cual dimos indicaciones para llegar a su conclusión en las próximas semanas", dijo a Efe el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo Villareal,

La negociación arancelaria esta formada por 20 capítulos que tienen en cuenta el comercio de bienes y servicios, inversiones, compras gubernamentales, propiedad intelectual y solución de controversias, entre otros.

Guajardo explicó que la Alianza ha tomado el cuidado de incluir en sus negociaciones de reglas de origen un contenido regional mínimo "para mejorar las capacidades productivas de la región y que no sean otros países los que se beneficien de nuestros acuerdos".

El modelo de integración plateado por la Alianza del Pacífico no se restringe sólo al ámbito comercial sino que incluye otros considerados como "fundamentales" por los ministros, entre los que se cuentan migración y libre circulación de personas, mecanismos de promoción conjunta y cooperación.

Como parte de esa estrategia, los presidentes de los cuatro países participarán en septiembre próximo en un seminario para inversores que se celebrará en Nueva York con ocasión de la Asamblea General de la ONU para presentar los avances de la Alianza como "un gran mercado integrado", según el ministro Díaz-Granados.

http://www.americaeconomia.com/economia-mercados/comercio/alianza-del-pacifico-profundiza-su-integracion-por-la-del-libre-comercio

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Turquía, Corea del Sur, China y EE.UU. piden ser observadores en la Alianza del Pacífico

Chile, Colombia, México, Perú

"Esto (el pedido de ingreso de nuevos observadores) demuestra lo que ha venido siendo la Alianza, demuestra cómo va a ser la interacción con América Latina, con (el bloque) Asia-Pacífico", manifestó la canciller colombiana.

Costa Rica fue admitido como miembro pleno en la cumbre presidencial celebrada en mayo y su proceso de adhesión debe estar concluido a fines de año.

Turquía, Corea del Sur, China y Estados Unidos pidieron su ingreso como observadores en la Alianza del Pacífico, el bloque formado por Chile, Colombia, México y Perú, informaron este domingo fuentes oficiales.

El anuncio lo hizo la canciller colombiana, María Ángela Holguín, al presentar en una rueda de prensa un balance de la VIII Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de la Alianza celebrada este sábado y domingo en la ciudad de Villa de Leyva, en el departamento de Boyacá, en el centro del país.

"Esto (el pedido de ingreso de nuevos observadores) demuestra lo que ha venido siendo la Alianza, demuestra cómo va a ser la interacción con América Latina, con (el bloque) Asia-Pacífico", manifestó la canciller colombiana.

La Alianza del Pacífico, mecanismo de integración constituido en junio de 2012 ha sumado ya como observadores a Australia, Canadá, España, Guatemala, Japón, Nueva Zelanda, Panamá, Uruguay, Ecuador, El Salvador, Francia, Honduras, Paraguay, Portugal y República Dominicana.

Costa Rica, que también fue país observador, fue admitido como miembro pleno en la cumbre presidencial celebrada en mayo pasado en la ciudad colombiana de Cali y su proceso de adhesión debe estar concluido a fines de año.

Según Holguín, en la Alianza del Pacífico "están representadas de una manera plural casi todas las regiones" y los cuatro países miembros tendrán que ver cómo se van a relacionar con todas ellas.

Al respecto, el canciller mexicano, José Antonio Meade, dijo a Efe que la Alianza, por su naturaleza plural, permite varios "espacios naturales de diálogo".

"Uno de ellos es entre los países miembros con los que generamos espacios de integración, con los Estados observadores, un grupo de características muy distintas con los que podemos tener un diálogo político y hablar de cooperación, y con aquellos que no son observadores que interesan a la Alianza", manifestó Meade.

Alianca do Pacifico vs Mercosul? - Bruno Hendler

A Aliança do Pacífico e os rumos da América Latina: desafios de integração, relações especiais com os Estados Unidos e aproximação com a Ásia., por Bruno Hendler Boletim Mundorama 29 Jun 2013 05:00 AM PDT Passados dois anos da criação da Aliança do Pacífico (AP), muito ainda precisa ser feito no tocante à integração de seus países membros, Chile, Peru, Colômbia e México. Porém, a convergência entre eles tem sido responsável por atrair a atenção de especialistas sobre os rumos da América Latina. Encabeçada por países que possuem relações especiais com os Estados Unidos e que têm sido governados por partidos de direita ou da chamada “Nova Esquerda” (BRESSER-PEREIRA, 2000), a iniciativa surge como um contraponto, planejado ou não, ao MERCOSUL e à Aliança Bolivariana das Américas (ALBA). A maré de crescimento econômico dos países da AP gera euforia entre os críticos mais mordazes da politização do MERCOSUL, que relacionam “o fracasso” do bloco liderado pelo Brasil com “o sucesso da Aliança do Pacífico” (SETTI, 2013). Porém, dois anos é um prazo deveras curto para atribuir sucesso a qualquer iniciativa de integração regional – pode-se afirmar, no máximo, que se está diante de uma ideia promissora. A AP surge em um contexto de ascensão econômica da Ásia, recuperação econômica dos EUA pós-crise de 2008/2009 e crise institucional do MERCOSUL. Se a Venezuela é o motor da ALBA (75% do PIB do bloco) e o Brasil o motor do MERCOSUL (80% do PIB) respectivamente, a AP não tende a gravitar em torno de uma única economia, ainda que o México seja responsável por 60% do PIB do bloco. Isso decorre não apenas da menor assimetria econômica entre os membros, mas principalmente do escopo liberal de integração e da não contiguidade territorial entre os países. Ademais, há um maior equilíbrio entre os membros deste bloco, ou seja, o menor PIB da AP (Peru) responde por cerca de 10% do total, enquanto os menores PIBs do MERCOSUL (Paraguai) e da ALBA (Dominica) não passam de cerca de 1% do total. Segundo Felipe Bulnes, Embaixador do Chile nos EUA, e Harold W. Forsyth, Embaixador do Peru nos EUA [1], a proximidade entre os quatro países decorre mais de afinidades políticas e princípios compartilhados do que da integração econômica propriamente dita. Dado o pouco tempo de existência do bloco, é natural que o estreitamento de laços comerciais, financeiros e de circulação de pessoas não esteja consolidado. Enquanto o comércio intrabloco do MERCOSUL já chegou a 25% (em 1998) e hoje está em torno de 15%, o comércio entre os membros da AP é ainda muito baixo. Porém, uma série de iniciativas ambiciosas pretende reduzir as distâncias que os separam. As principais são (ETONIRU, 2013): - Liberalização do comércio intrabloco. Em janeiro de 2013 os países membro concordaram em eliminar barreiras tarifárias para 90% das mercadorias que circulam dentro da AP. - Circulação de pessoas. Com vistas a promover o turismo, a circulação de empresários e o intercâmbio de estudantes, planeja-se eliminar a necessidade de vistos para estadia de até 180 dias entre os quatro países, além da criação de 100 bolsas de estudo anuais para as universidades dos países membros. - Integração de mercados financeiros. Desde maio de 2011 os três membros sul americanos (Chile, Peru e Colômbia) combinaram seus mercados financeiros em uma bolsa de valores, o Mercado Integrado Latino-Americano (MILA), visando facilitar e incrementar os investimentos estrangeiros. Ainda que o MILA tenha surgido fora do âmbito da AP, a possibilidade de adesão do México tem sido influenciada diretamente pela criação do bloco. Outro fator é a relação especial com os EUA, seja em termos de comércio ou de segurança. Antes mesmo da criação do bloco, os quatro países já haviam celebrado acordos de livre comércio com os EUA. Os impactos desses acordos são variados mas, em geral, facilitam a entrada de investimentos e estreitam as relações comerciais com a economia norte-americana. Na esfera da segurança, México e Colômbia são aliados tradicionais dos norte-americanos no combate ao narcotráfico e, ao longo das últimas duas décadas, passaram a receber treinamento, assessoria, material e, no caso da Colômbia, bases militares. O “Plano Colômbia”, por exemplo, adquiriu, com o financiamento dos norte-americanos, um viés militarista e policial, deixando de lado o caráter socioeconômico e dando margem a casos de desrespeito aos direitos humanos por grupos paramilitares como as Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) (RIPPEL, 2004, p. 3-4). De forma similar, o fluxo migratório de mexicanos para os EUA passou a ser tratado como questão de segurança, sem considerar que muitos emigrantes e traficantes optam por esses caminhos em decorrência da falência e da perda de competitividade da agropecuária mexicana após a adesão do país, sem fundos compensatórios, ao NAFTA (PETRAS, 2009). Se as relações bilaterais com os EUA são fortes, o mesmo ainda não se pode dizer da relação em bloco com este país. Embora a AP se encaixe na estratégia norte-americana de se aproximar de governos de direita e de centro na América Latina, a última reunião de cúpula do grupo, em maio de 2013 na cidade de Cali, teve a ausência de representantes dos EUA na condição de observadores – status ocupado por países como Espanha, Austrália, Japão, Canadá, Nova Zelândia e Uruguai, além de Estados postulantes a adesão como Costa Rica, Panamá e Guatemala. De todo modo, a América Latina continua (e continuará) sendo uma região de nítida predominância militar dos EUA. Porém, assim como na Ásia Oriental, no Oriente Médio e na África, o papel desempenhado pela China, tanto em termos econômicos quanto em termos de capital político, tende a crescer. Em outras palavras, a AP pode ser útil aos EUA como contraponto à ALBA e ao MERCOSUL, mas também pode tornar-se o canal de aproximação da China com a América Latina – e a localização geográfica dos membros da AP, bem como as declarações oficiais de seus líderes, favorece essa possibilidade. A aproximação com a Ásia, e mais especificamente com a China, está no discurso e nos números da AP. Para o Embaixador da Colômbia nos EUA, Carlos Urrutia, o bloco não é apenas um “acordo de livre comércio”, mas um processo dinâmico que busca profunda integração regional e inserção internacional, especialmente com a Ásia-Pacífico[2]. Embora ainda não haja uma aproximação coordenada do bloco com esta região, seus membros já possuem acordos bilaterais de comércio com inúmeros países asiáticos, como Japão, Coreia do Sul e a própria China (KOTSCHWAR et. al, 2013). Ademais, de 2000 a 2011, as exportações dos países da AP para os EUA caíram em termos relativos, de 77% para 58%, enquanto que China e ASEAN passaram de 1% para 7% (idem). Portanto, ao enfatizar o escopo econômico da AP, seus líderes deixam claro que pretendem manter a relação de proximidade política com os EUA e de indiferença, ou mesmo rejeição, às alternativas do MERCOSUL e da ALBA. Porém, reconhecendo a gradual transição da riqueza mundial dos EUA para a Ásia, Chile, Peru, Colômbia e México demonstram que não pretendem perder o bonde da história e se preparam para encurtar as distâncias entre os dois lados do Oceano Pacífico. Referências BRESSER-PEREIRA, Luiz C. A nova Esquerda: uma visão a partir do sul. Revista Filosofia Política, nova série, vol. 6, p. 144-178, 2000. ETONIRU, Nneka. Explainer: what is the Pacific Alliance? 17 de maio de 2013. Disponível em: http://www.as-coa.org/articles/explainer-what-pacific-alliance Acesso: 10/06/2013. KOTSCHAWAR, Barbara; SCHOTT, Jeffrey J. The next big thing? The Trans-Pacific Partnership & Latin America. Americas Quarterly, 2013. PETRAS, James. US-Latin America relations in a time of rising militarism, protectionism and pillage. Global Research, 2009. Disponível em: http://www.globalresearch.ca/us-latin-american-relations-in-a-time-of-rising-militarism-protectionism-and-pillage/13601 Acesso: 25/05/2013. RIPPEL, Márcio P. O Plano Colômbia como instrumento da política norte-americana para a América Latina e suas consequências. Escola de Guerra Naval, 2004. SETTI, Ricardo. México, Colômbia, Peru e Chile mostram ao Brasil o que deveria ser feito em vez de permanecer atolado no Mercosul. Revista Veja, 02/06/2013. Disponível em: http://veja.abril.com.br/blog/ricardo-setti/vasto-mundo/mexico-colombia-peru-e-chile-mostram-ao-brasil-o-que-deveria-ser-feito-em-vez-de-permanecer-atolado-no-mercosul/ Acesso: 05/06/2013. VII Encontro de Chefes de Estado da Aliança do Pacífico. Disponível em http://csis.org/multimedia/audio-pacific-alliance acesso em 31/05/13. Bruno Hendler é mestre em Relações Internacionais pela Universidade de Brasília – UnB e professor do curso de Relações Internacionais do Centro Universitário Curitiba – Unicuritiba (bruno_hendler@hotmail.com). [1] Áudio da 7ª reunião de cúpula presidencial da Aliança do Pacífico, disponível em http://csis.org/multimedia/audio-pacific-alliance acesso em 31/05/13. [2] Áudio da 7ª reunião de cúpula presidencial da Aliança do Pacífico, disponível em http://csis.org/multimedia/audio-pacific-alliance acesso em 31/05/13.

Brasil, Mercosul, Argentina, Mexico, e a Alianca do Pacifico: a sombrado Imperio (e do subimperialismo)

O primeiro artigo, um editorial de jornal argentino, toca em alguns problemas reais do Mercosul.

O segundo é uma opinião pessoal de um mexicano paranoico, anti-imperialista, mas reveladora do que vai pela cabeça de alguns companheiros gramscianos da região.

Paulo Roberto de Almeida 

La Alianza del Pacífico y el Mercosur
Editorial Los Andes (Argentina), 18/06/2013

En los procesos económicos y políticos que se están desarrollando en el continente americano, nuestro país está quedando cada vez más aislado. O, peor aún, profundizando alianzas con aquellos países con los que justamente no hay que hacerlas, si lo que queremos es apostar al desarrollo en serio.

De un lado se encuentra la Alianza del Pacífico, que agrupa a México, Colombia, Perú y Chile. Esta agrupación, de reciente constitución, se formó por iniciativa del presidente del Perú, Alan García, en abril de 2011.

El año pasado formalizaron la Alianza aprobando el Acuerdo Marco de la misma, que firmaron los cuatro presidentes en el cerro Paranal del desierto chileno de Atacama.

Se incorporaron al grupo en carácter de observadores Panamá y Costa Rica, este último próximo a ingresar como miembro pleno. La Alianza ha entrado en plena vigencia hace pocos días, en una reunión de los presidentes celebrada en Cali. Varios otros países están pidiendo ser admitidos como observadores, con intenciones de incorporarse en forma plena.

La Alianza del Pacífico se asienta sobre propósitos claros y sencillos. Por un lado, en lo interno, un compromiso efectivo de avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.

Por el otro, consolidar un bloque del Arco del Pacífico Latinoamericano como espacio de concertación y convergencia, así como un mecanismo de diálogo político y proyección con la región Asia Pacífico.

En la citada reunión de Cali, los presidentes han efectuado enfáticas declaraciones a favor de la plena vigencia del estado de derecho y de la democracia. Se presentaron como un grupo de países estables, que ofrecen mucho mejores condiciones de inversión que los regímenes populistas de América del Sur.

Pero además, demostrando que la Alianza es de libre comercio en serio, acordaron eliminar la tarifas del 90% de sus productos y llegar a un acuerdo para a fines de junio agregar el 10% restante.

En el otro lado encontramos el ya veterano, y fallido, emprendimiento del Mercosur, con uno de sus miembros, Paraguay, aún suspendido y otro incorporado sin cumplir los pasos del Tratado, Venezuela. En el orden político es de sobras conocida nuestra mala relación con Uruguay y los constantes roces con Brasil.

Desde el punto de vista económico, los integrantes del Mercosur no han tenido, ni tienen, vocación alguna de constituir un mercado común, con libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Por el contrario, han acentuado las medidas proteccionistas, especialmente la Argentina, y una obsoleta sustitución de importaciones, en lugar del libre comercio.

Pero por otro lado, en los últimos meses ocurrieron hechos que muestran que Brasil pierde interés en la Argentina, aunque sigue siendo un mercado importante para su industria.

La partida de la empresa minera Vale; la desinversión en el sector de la industria de la carne; la decisión, posiblemente política, de truncar la venta de activos de Petrobras al empresario Cristóbal López; el trascendido ríspido dialogo entre ambas presidentas semanas atrás.

El problema para la Argentina es que Brasil es un socio económico demasiado importante para pelearse todos con él.

Es indispensable encontrar una estrategia que estabilice las relaciones económicas con una visión de largo plazo, tarea nada sencilla, como muestra la historia. Hay un hecho ocurrido en marzo muy llamativo: Brasil y Uruguay firmaron un Protocolo Adicional en el marco de Aladi, Asociación Latinoamericana de Integración.

El contenido del Protocolo está destinado a reconstruir el vínculo bilateral entre ambos países y, según un especialista, refleja una clara intención de ambos gobiernos: “Iniciar el proceso de evacuación ordenada del Mercosur”.

Para la Argentina el Mercosur hoy es un chaleco de fuerza que le impide negociar en forma independiente con países o bloques. Por eso hay que repensarlo todo para no perder el tren al que se están subiendo los países vecinos.

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El desproporcionado encanto de la Alianza del Pacífico

Opinião por Raúl Zibechi

La Jornada (México), 18/06/2013

Las elites empresariales y mediáticas echaron las campanas al vuelo con la séptima cumbre de la Alianza del Pacífico, realizada en Cali (Colombia) entre el 20 y el 24 de mayo. El encuentro convocó nutridas delegaciones de directores de grandes empresas y a los presidentes de los cuatro países que la integran: Enrique Peña Nieto, Sebastián Piñera, Ollanta Humala y Juan Manuel Santos. Además, asistieron el primer ministro de Canadá y los presidentes de España, Costa Rica, Panamá y Guatemala.

Se dieron cita en Cali también delegaciones de Uruguay, Australia, Japón, Portugal, Nueva Zelanda y República Dominicana, que ya tenían el estatuto de observadores, a los que se sumaron ahora Ecuador, El Salvador, Francia, Honduras, Paraguay, Portugal y República Dominicana.

Se trató de un encuentro para aceitar negocios y potenciar las exportaciones de commodities que el presidente de Colombia se empeña en denominar integración, como hizo un año atrás en Antofagasta al asegurar que estamos ante el proceso de integración más importante que ha hecho América Latina ( El Espectador, 6 de junio de 2012). Sin que nadie se lo hubiera preguntado, destacó que la alianza no es contra nadie, aunque es evidente que está orientada contra el Mercosur y la Unasur y, más en concreto, busca aislar a Brasil.

Los defensores de la alianza destacan que representa 35 por ciento del PIB latinoamericano y 55 por ciento de las exportaciones de la región al resto del mundo, y que durante 2012 los cuatro países tuvieron un crecimiento mayor que el resto de la región. No aportan, sin embargo, algunos datos elementales. Es cierto que exportan más que el Mercosur (573 milmillones de dólares frente a 438 mil millones), pero sus exportaciones se concentran en minerales en bruto e hidrocarburos. Sólo 2 por ciento de las exportaciones se dirigen a los otros países de la alianza, mientras 13 por ciento de lo que exportan los miembros del Mercosur es comercio intrazona, que siempre comporta mayor valor agregado.

Si se mira un poco más atrás, los datos son aún más contundentes. El comercio intrazona de la Alianza del Pacífico creció en 215 por ciento en los últimos 10 años, mientras el intercambio interno del Mercosur se expandió 376 por ciento en el mismo lapso ( La Nación, 9 de junio de 2013). En paralelo, los cuatro presidentes de la alianza hicieron anuncios ridículos que los ponen en evidencia: crearon un fondo de un millón de dólares (250 mil dólares por país) para apoyar proyectos contra el cambio climático, a favor de la ciencia y la tecnología, las pymes y el desarrollo social.

Tiene razón Theotonio dos Santos cuando se le pregunta por la Alianza de Pacífico: ¿Qué es lo que el gobierno de Estados Unidos puede ofrecer a los países del área del Pacífico? Comercio con Estados Unidos. Y aclara: Los países que entran en tal asociación no hacen acuerdos entre ellos, hacen acuerdos de cada uno de ellos con Estados Unidos: eso no es integración. Es más, cada uno de ellos en la relación con Estados Unidos se va a convertir en deficitario (Alai, 11 de junio de 2013).

En efecto, la Alianza del Pacífico tiene tres objetivos. Uno: sujetar a los países del Pacífico como exportadores de bienes naturales, consolidarlos como países sin industria y enormes desigualdades y, por lo tanto, con crecientes dosis de militarización interna. Dos: impedir la consolidación de la integración regional y aislar a Brasil, pero también a Argentina y Venezuela. Tres, y esto nunca lo dicen sus defensores: formar la pata americana de la Alianza Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que Estados Unidos pretende convertir en el brazo económico de su megaproyecto militar para contener a China.

Desde la izquierda se ha denunciado con acierto que la Alianza del Pacífico se inscribe en la política estadunidense de consolidar su hegemonía en la región, que pasa por impedir que surjan bloques fuera de su control. No explican, sin embargo, por qué el Mercosur está estancado y en crisis, al punto que el Uruguay de José Mujica se propone ingresar en la Alianza del Pacífico. No se habla, tampoco, de las razones por las cuales el Banco del Sur no avanza o lo hace a pasos sospechosamente lentos. Ni se mencionan las razones de fondo de la crónica crisis comercial entre Argentina y Brasil.

Abordar estos problemas sería tanto como someter a escrutinio las políticas de los gobiernos progresistas de la región. Quizá la limitación mayor del progresismo sea su incapacidad para confrontar, ideológica y políticamente, con las elites empresariales, sobre todo por parte deBrasil y Uruguay, pero también de Bolivia y Ecuador. Allí donde hay cierta confrontación, casos de Venezuela y Argentina, ésta se debe a las ofensivas de las derechas pero no se debaten modelos de país y se sigue apostando a un extractivismo que lleva agua al molino de la Alianza del Pacífico. Para exportar petróleo, soya, carne y lana a China no hace falta integración regional.

Las derechas hablan claro. Roberto Gianetti, de la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo, propuso librarse de la camisa de fuerza del Mercosur y rebajarla de unión aduanera a zona de libre comercio. No vamos a concluir ningún acuerdo teniendo a Argentina y Venezuela como socios, dijo en relación con los 14 años que lleva el Mercosur negociando un TLC con la Unión Europea.

Aécio Neves, candidato de la derecha en las elecciones brasileñas del próximo año, dijo que el Mercosur está anquilosado y propuso transformarlo en una área de libre comercio que permita a cada Estado miembro firmar acuerdos comerciales con otros países y pone como ejemplo de dinamismo a la Alianza del Pacífico ( La Nación, 9 de julio de 2013). Lo mismo dice el inefable Domingo Cavallo, uno de los mayores responsables de la crisis argentina. Es evidente que estamos ante una ofensiva de las derechas aliadas de Washington que lanzan un desafío que las izquierdas no saben o no quieren responder. La Alianza del Pacífico no crece por mérito propio sino por las ambigüedades del progresismo.

A noa geografia comercial da Alianca do Pacifico; enquanto isso, o Brasil e o Mercosul...

...ficam na velha geografia do mundo em preto e branco, ou seja Norte-Sul, ou entre aliados estratégicos não hegemônicos e os perversos imperialistas que querem nos anexar.
Se ridículo matasse...
Paulo Roberto de Almeida

O mundo negocia sem o Brasil

29 de maio de 2013

Editorial O Estado de S.Paulo

As negociações comerciais mais promissoras são as bilaterais e regionais, como têm sido há vários anos, e a Aliança do Pacífico, iniciativa dos governos mexicano, colombiano, peruano e chileno, é mais uma aposta em um acordo parcial, mas com enormes possibilidades de ramificação. Enquanto isso, o Brasil continua preso a um Mercosul estagnado, joga suas fichas na reativação da Rodada Doha, paralisada há vários anos, e insiste em dar prioridade às relações Sul-Sul. Nos últimos dez anos, o governo brasileiro agiu como se a busca de mais acordos com o mundo rico fosse mais arriscada que vantajosa e, é claro, um erro geopolítico e um pecado ideológico. Não foi essa a estratégia de outros países emergentes - como a China, a Rússia, a Índia e a África do Sul - e de vários países latino-americanos. Nesse período, todos, ou quase todos, tomaram espaço dos produtores brasileiros nos mercados mais desenvolvidos e até no Mercosul e na vizinhança sul-americana.

Reunidos na semana passada em Cali, na Colômbia, governantes da Aliança do Pacífico decidiram iniciar em 30 de junho o corte de 90% das tarifas de importação cobradas entre os quatro países. Além disso, admitiram sete países como observadores - El Salvador, Equador, França, Honduras, Paraguai, Portugal e República Dominicana. Austrália, Canadá, Costa Rica, Guatemala, Japão, Panamá, Nova Zelândia e Uruguai já tinham esse status. Um acordo de livre comércio entre Colômbia e Costa Rica foi combinado como primeiro passo para a admissão de um quinto sócio. A negociação de um acordo comercial entre Colômbia e União Europeia está avançada. O mesmo caminho já foi seguido pelo Peru.

Os quatro países da Aliança do Pacífico têm crescido mais que o Brasil, com inflação menor, e têm multiplicado acordos comerciais com países desenvolvidos e em desenvolvimento, sem se prender a discriminações entre economias do Norte e do Sul. Com 209 milhões de pessoas, os sócios do bloco têm um Produto Interno Bruto (PIB) de cerca de US$ 1,7 trilhão e suas exportações no ano passado foram maiores que as dos países do Mercosul. Podem competir com o Brasil e outros sócios do Mercosul, na atração de investimentos, pela dimensão de seu mercado conjunto, pela abertura econômica e pelo dinamismo comercial.

Enquanto outros países se movem, o Brasil continua preso a um bloco emperrado pelo protecionismo interno e incapaz de concluir acordos comerciais relevantes. O interesse do Paraguai e do Uruguai pela recém-formada Aliança do Pacífico é um claro sinal de descontentamento com o Mercosul. No caso do Paraguai, esse descontentamento é reforçado pelo tratamento imposto ao país depois da cassação do mandato do presidente Lugo. Esse tratamento foi parte de um golpe para facilitar a admissão da Venezuela bolivariana, uma democracia exemplar, segundo os governos petista e kirchnerista.

Incapaz de se engajar em qualquer iniciativa mais promissora, Brasília renova esforços pela reativação da rodada global. Coordenado pelo Brasil, o G-20 agrícola, um dos vários grupos formados à sombra da Organização Mundial do Comércio (OMC), acaba de propor o corte imediato, pelos países desenvolvidos, de 50% dos subsídios à exportação do agronegócio. A proposta é um lance preparatório da reunião ministerial de Bali, programada para dezembro. O recém-eleito diretor-geral da OMC, o embaixador brasileiro Roberto Azevêdo, anunciou a intenção de aproveitar esse encontro de representantes de 159 países para dar novo impulso à Rodada Doha. A sugestão do G-20 agrícola, segundo o governo americano, é inaceitável e reduz as possibilidades de um entendimento em Bali.

Ministros das maiores potências comerciais continuarão trabalhando na preparação do encontro de dezembro. Uma reunião foi marcada para esta semana em Paris. Mas poucos se arriscam a prognosticar uma virada importante em Bali. Se os céticos estiverem certos, um dos maiores perdedores será o Brasil, pela incapacidade de seu governo de criar alternativas razoáveis a um acordo global.

Alianca do Pacifico vs Mercosul: Dez a Zero?

Ou 50 anos em 5, mas não é repetição do JK: o que o Mercosul vai demorar 50 anos para fazer, a Aliança do Pacífico está fazendo em 5 anos...
Paulo Roberto de Almeida

Os membros fundadores da Aliança do Pacífico (Chile, Peru, Colômbia e México) combinaram na cúpula de Cali (Colômbia), que terão até 30 de junho para chegar a um acordo sobre os detalhes do desmantelamento alfandegário que deve afetar, na primeira fase, cerca de 90% do comércio entre os quatro membros. A cúpula serviu para dar um impulso a este ambicioso processo de integração regional e não apenas na área do comércio. Os líderes concordaram em criar um visto único de turista válido para os quatro países e realizar campanhas de promoção turística conjunta. Eles também concordaram em compartilhar embaixadas e expandir a rede de escritórios comerciais conjuntos.              2. A prova de sua força está nas presenças da cúpula de Cali: além dos presidentes dos países membros – Eduardo Santos (Colômbia), Sebastián Piñera (Chile), Ollanta Humala (Peru) e Enrique Peña Nieto (México) – os presidentes de dois países candidatos para entrar no clube, Laura Chinchilla (Costa Rica) e Otto Perez Molina (Guatemala), e os primeiros-ministros dos dois países observadores, o espanhol Mariano Rajoy e o canadense Stephen Harper -, além de delegações da Austrália, Nova Zelândia, Japão e Uruguai.

Alianca do Pacifico; nem observador o Brasil pretende ser; complexo de vira-latas?

Pos é, assim diria o Nelson Rodrigues, tão mal lembrado nos últimos tempos...
Paulo Roberto de Almeida

Aliança do Pacífico terá mais sete países observadores e visto comum para turistas

23/05/2013 - 22h53

Leandra Felipe
Correspondente da Agência Brasil/EBC

Bogotá - Ao encerrar na noite de hoje (23) a 7ª Cúpula da Aliança do Pacífico, em Cáli, na Colômbia - bloco econômico, criado em 2011, formado pelo Chile, pela Colômbia, pelo México e Peru - os presidentes dos quatro países assinaram o "acordo marco" em que são definidas todas as regras e objetivos do bloco.

Eles também aprovaram a entrada de mais sete países como observadores: Equador, El Salvador, França, Portugal, Paraguai e República Dominicana e ainda a criação de um visto turístico para promover o turismo regional.

"Se estabeleceu o visto para que os cidadãos de outras nacionalidades possam visitar, sem restrições, os território dos países que fazem parte deste bloco", disse à imprensa o presidente anfitrião, Juan Manuel Santos, ao lado dos colegas do México, Enrique Peña Nieto; do Chile, Sebastián Piñera e do Peru, Ollanta Humala.

Foi firmado ainda um acordo de transparência fiscal entre os países para combater a sonegação de impostos. A medida será importante porque, cerca de 90% dos produtos produzidos pelos quatro países-membros poderão ser comercializados sem nenhuma tarifa. Os acordos deverão entrar em vigência a partir de 30 de junho.

Os presidentes também assinaram um documento com regras que definindo os que países da região devem cumprir para fazer parte do bloco. O primeiro pedido em estudo é o da Costa Rica, que já firmou um tratado de livre comércio com a Colômbia. 

Agência Brasil