MERCOSUL, noticias de 14 de janeiro de 2014
Lacalle: “La deriva política inició la decadencia del Mercosur”
El Observador (Uruguai)
Para Batlle, Uruguay no debe permanecer “estático” y necesita ampliar el espectro a nivel mundial
Durante su presidencia de la República -1990-1995- el Mercosur vio la luz, con el cometido de establecer una alianza comercial. Eso ya no existe, según el expresidente Luis Alberto Lacalle, quien disertó este lunes en la conferencia “Mercosur, entre la región y el mundo”, llevado adelante en el hotel Conrad de Punta del Este y organizada por El Observador.“Se dice que hay que ser el espejo de la Unión Europea (UE); no sé por qué a alguien se le ocurrió que el Mercosur iba a ser algo parecido o igual a la UE. La UE, que calma la mala conciencia comercial con donaciones, contribuyó sin dolo con recursos para crear el Parlamento del Mercosur. Y quién dijo que necesitábamos un Parlamento para el Mercosur. Así comenzamos a enredarnos en discusiones políticas”, dijo Lacalle.El exmandatario señaló que el bloque hoy está sumergido en “enredos” entre los comercial y lo político, y que existe una visión que prioriza las solidaridades entre gobiernos, cuando lo que debería primar es la asociación de países. “O marcha como asociación de países o se convierte en un club de eventuales” amigos, que cambia al día siguiente.
Lacalle llamó a Uruguay y Paraguay a utilizar el instrumento del veto para presionar y hacer sentir sus posiciones, en un Mercosur en el que han prevalecido las posturas y opiniones deArgentina y Brasil.“Es hora de hacer funcionar la institucionalidad. Llegó la hora de que Paraguay y Uruguay empiecen a decir esto no va y lo veto. Generar una crisis reglada, decir no más a este Mercosur y vamos a sustituirlo”, señaló. Añadió que el actual vínculo no da para más, “ni siquiera para Brasil”. En ese sentido, Lacalle aseguró que “subirnos al estribo con Brasil”, para negociar directamente el tratado de libre comercio con la UE , ha sido apresurado. “Qué vamos a ir hablar con la UE”, espetó. “Hoy el Mercosur es una cáscara. Los grandes proyectos hay que tenerlos, pero el Mercousr debe entender que es más posible establecer alianzas con Estados Unidos que con la UE, donde hacen falta intereses comunes”.El también expresidente Jorge Batlle dijo coincidir con el punto de vista de Lacalle y agregó que Uruguay, dentro del Mercosur, tiene poco margen de maniobra. “Hoy para participar hay que formar parte de una región más grande, si no, no estás en el juego”, afirmó. Batlle recordó que quien “inventó” el Mercosur político fue “nuestro amigo” Fernando Henrique Cardoso, expresidente brasileño. Transformo el bloque en un “proyecto político, no comercial, y eso quitó margen de maniobra” a Uruguay.El país, para ganar amplitud, debe ver cómo se suma al mundo, continuó el exmandatario. “En octubre Canadá arregló con la UE. No podemos seguir estáticos y continuar así, porque Brasil no sabe qué va a hacer”, concluyó.
El Mercosur indeseado
El Observador (Uruguai)
Gobierno, expresidentes y expertos del exterior contrastaron posiciones respecto a un Mercosur paralizado y que ha olvidado, en parte, su espíritu comercial
El presidente (José Mujica) fue bien escueto y bien conciso, creo que te complicó la vida, Porto”, dijo con sorna el exministro de Economía, Isaac Alfie, dirigiéndole la mirada al vicecanciller Luis Porto, al abrir ayer la conferencia titulada Mercosur, entre la región y el mundo, organizada por El Observador en el hotel Conrad de Punta del Este. El economista hacía referencia a los recientes dichos de Mujica sobre el bloque regional, el cual vive en “una especie de mentira institucional” que no respeta lo que dice la letra de sus estatutos. El Mercosur tiene que “revisarse a sí mismo, qué es lo que sigue vigente y lo que no sigue vigente”, señaló la semana pasada el mandatario.
El Mercosur sigue levantando pasiones, para bien o para mal, y no fue la excepción durante el foro en el balneario top del país, en el que también expusieron el expresidente del Banco Central de Argentina, Alfonso Prat Gay, y la empresaria paraguaya Fátima Morales. Además, comentaron los expresidentes Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle, el embajador Julio Lacarte Muró, y el diputado paraguayo Óscar Tuma (ver página 3).
El oficialismo no niega la realidad de un Mercosur que no sirve del todo a los intereses del país, pero se ubica lejos de la postura de Alfie de querer salirse del bloque, como propuso durante su conferencia, al brindarle escasos beneficios a Uruguay. Porto, que enfrentó un público ajeno a sus ideas –“algún amigo de izquierda me preguntaba por qué venía acá; les explicaba que es una oportunidad de escuchar diferentes visiones”, dijo al iniciar–, señaló que hay que “aceptar la realidad” de que el conglomerado ya no responda exclusivamente a fines comerciales.
Para el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Mercosur es bueno en tanto comprende una de las herramientas de inserción global y mundial. Esto es clave para contar “con margen de maniobra” y si ese bloque no funciona, como sucede con las negociaciones del tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea –llevan más de 10 años conversaciones–, se busca el bilateralismo. Uruguay está subido al carro de Brasil en este asunto. “Si no podemos avanzar, vemos si avanzamos por el bilateralismo, y ahí es donde está el grupo de alto nivel con Brasil”, explicó Porto.
El jerarca dijo que además del regionalismo y el bilateralismo que ofrece el Mercosur, también se está ante un multilateralismo como nunca se había encontrado el país en los últimos 20 años. Así, el bloque cuenta con tratados de libre comercio con Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, México, Israel y territorios palestinos.
“No estamos en una época de cambios, sino de cambio de época desde el punto vista político, económico y tecnológico a nivel internacional. Vamos hacia otra época y esto genera una gran incertidumbre. Y para Uruguay es bueno tener margen de maniobra y no abandonar ningún instrumento, la multilateralidad, la regionalidad y el bilateralismo. Así es como se van desvaneciendo las incertidumbres”, se explayó el vicecanciller.
De cualquier modo, Porto enumeró una serie de trabas y de inconsistencias que no permiten al bloque avanzar y crecer. Nombró a la unión aduanera, que “no funciona”, porque no hay unión de incentivos, y tampoco integración, armonización de regímenes de importación, eliminación del doble cobro del Arancel Externo Común y defensa comercial. Tampoco camina, agregó, la “solución de controversias”.
Un queso de 100.000 agujeros
Alfie, ministro de Economía y Finanzas durante parte del gobierno de Jorge Batlle, fue muy crítico con la situación actual del Mercosur, bloque que “olvidó” su cometido comercial y en el que las posiciones de Argentina y Brasil son las que siempre se imponen.
El Mercosur nació el 26 de marzo de 1991, cuando en Uruguay el presidente era Luis Alberto Lacalle, de la mano del Tratado de Asunción firmado en la capital paraguaya por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Más tarde, el 16 de diciembre de 1994, se rubricó el Protocolo de Ouro Preto, complementario al otro documento, que sienta las bases institucionales del bloque, como establecer la personería jurídica y constituir el Arancel Externo Común. A principios de la década de 2000 apareció la criticada cláusula 32, por iniciativa de Brasil, que obligó a sus integrantes a no realizar un acuerdo bilateral con un país no miembro del Mercosur.
El economista Alfie señaló que la alianza trabajó bien durante la primera mitad de la década de 1990, bastante bien en la segunda mitad, y que los problemas comenzaron en la era pos 2001, con esa cláusula en juego y donde las relaciones derivaron en algo más político que económico. De esa manera, existen problemas irresueltos: proteccionismo argentino, doble cobro del Arancel Externo Común –un “queso gruyere con 100.000 agujeros”– que “afecta el núcleo del comercio real”, los estatus especiales de Manaos y Tierra del Fuego, “no buenos para Uruguay”, y las trabas de estados brasileños desde la perspectiva del país.
Según Alfie, el Mercosur a Uruguay no le sirve y le convendría salirse o ganar un estatus especial que le permita sentirse más cómodo. Lo que perdería el país en caso de abrirse serían los empleos de calidad que proveen las exportaciones de manufactura industrial, pero se compensaría con la localización de Uruguay y el acceso a otros mercados pese a contar con una producción chica. El exministro dijo que hay posibilidades de realizar acuerdos de libre comercio –como fue lo de Estados Unidos en su momento– con otros países sin depender del Mercosur.
De hecho, el Mercosur “está cerrado al comercio internacional y nos aleja cada vez más a acuerdos” a nivel mundial. Señaló que en términos de importancia para la economía de Uruguay, el Mercosur no significa mucho. Detalló que en valor agregado, representa el 6,3% del PIB, y si se saca el turismo, la construcción y algunos servicios financieros y profesionales, en números gruesos queda solo un 1% del PIB.
“Depende de nosotros”
En una visión más optimista, el expresidente del Banco Central de Argentina (BCA), Alfonso Prat Gay, dijo en el foro realizado en el Conrad que no hay que desechar el Mercosur como tal, donde se encuentra la región con la mayor producción de alimentos del mundo y con unas reservas acuíferas y energéticas como pocas en el globo. “Depende de nosotros si queremos que funcione, aunque es obvio que por ahora no funcionó”, indicó quien dirigió el BCA durante las presidencias de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
Prat Gay, también exdiputado de la Coalición Cívica ARI, mencionó que el ingreso de Venezuela ha sido “beneficioso para todos” desde el punto de vista económico. “No podemos ver con el prisma político de cada nación, ya va a terminar el chavismo y el kirchnerismo”, aseveró. “La raíz es mucho más profunda, hay 20 años sobre los cuales hay que seguir construyendo. ¿Dónde estarían hoy Grecia, España, Irlanda e Italia si el trabajo previo no hubiera fructificado en la alianza política, social y económica que tiene hoy Europa’”.
Por su parte, la empresaria paraguaya Fátima Morales calificó de alentadora la incorporación de Venezuela al Mercosur, pese a que Paraguay vetó largo tiempo sumar ese país al bloque y que luego se metió por la ventana, en oportunidad en que los paraguayos fueron suspendidos del conglomerado tras la destitución por parte del Congreso guaraní del presidente Fernando Lugo. Para Morales, presidenta de la cadena de farmacias Farmacenter, la presencia venezolana sirve desde el punto de vista económica y también para disminuir las “enormes” asimetrías del Mercosur.
“Brasil y Argentina aumentaron sus exportaciones a Venezuela. Paraguay y Uruguay también aumentaron y exportan a ese país US$ 417 millones, 34 veces más que en 1995”, detalló esta química farmacéutica. “En términos económicos no hay duda que conviene el ingreso de Venezuela, es una economía a la que le falta todo, como los alimentos, y es un mercado de 30 millones de personas”. De cualquier modo, concuerda con la visión de que el bloque camina con suma dificultad. “En estos momentos, el Mercosur no existe”.
“Ojalá que la Unión Europea tenga el mismo interés que tiene Uruguay de firmar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur”
Luis Porto, Vicecanciller uruguayo
El País (Uruguai) – Porto criticó doble discurso industrial con el Mercosur
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Porto, afirmó ayer que el gobierno defenderá los regímenes especiales de Uruguay en el Mercosur. A su vez, cuestionó a "muchos industriales" que critican al bloque pero no quieren su avance.
Punta del Este | Marcelo Gallardo
Porto aseguró que hay industriales que tienen un doble discurso al asegurar que por un lado piden avanzar hacia la unión aduanera y por lo bajo lo niegan por temor a perder los beneficios de las admisiones temporarias.
"Nosotros nos beneficiamos de la admisión temporaria. ¿No? Muchos industriales no quieren la unión aduanera. Uruguayos no lo quieren. Pero, por un lado dicen: `el Mercosur no funciona no va hacia la Unión Aduanera`. Por otro lado mandan cartas, tengo y las guardo, donde dicen que no vayamos a la Unión Aduanera porque temen perder los privilegios de la admisión temporaria", sostuvo Porto.
"Desde ya les digo que nosotros nunca vamos a perder eso. Podremos coordinar con los otros países con sus regímenes para que dialoguen, que hablen. Si claro. El drawback brasileño con la admisión temporaria uruguaya podemos coordinar para que dialoguen. Pero no vamos a entregar eso", aseguró el vicecanciller en el ciclo Política y Economía en una conferencia titulada "Mercosur, entre la región y el mundo", organizada por el diario El Observador y celebrada en el hotel Conrad.
El subsecretario reconoció que defender esos regímenes espaciales supondrá ir de forma más lenta en el proceso de integración regional.
"Por eso estamos más lentos porque nosotros mismos estamos más lentos. No solo es que el resto de los países están más lentos. Los uruguayos también estamos más lentos en aceptar una nueva realidad. Hay sistemas productivos que se han desarrollado en Uruguay gracias a que la unión aduanera no funciona porque puede ser perjudicial si ésta funcionara plenamente. Entonces hay que ir con mucho cuidado. Con mucha cautela. No solo hay que ser crítico. También hay que ser autocrítico. Hay cosas en que no nos conviene ir rápido", dijo Porto.
El vicecanciller remarcó que para Uruguay no es una opción abandonar el bloque o cambiar de estado (y pasar a ser asociado al estilo Chile). "Nos encontramos en un cambio de época desde el punto vista de político, económico y tecnológico a nivel internacional. Esto genera una gran cantidad de incertidumbre. Y para Uruguay es bueno tener margen de maniobra y no abandonar ningún instrumento, y tener a mano el multilateralismo, el regionalismo y el bilateralismo", afirmó.
En cambio, el exministro de Economía en la última parte del gobierno de Jorge Batlle, Isaac Alfie expresó que "por un tiempo las cosas no van a mejorar. Hay que tomar decisiones: lo racional es que el acuerdo se sincere, que vayamos hacia una zona de libre comercio y que cada uno sea libre de hacer acuerdos con quien quiera, mientras se mantienen las preferencias actuales. Que a Uruguay le permitan un estatus igual a Chile. Si no funciona, Uruguay debe abrirse".
Argentina.
El economista y diputado opositor argentino Alfonso Prat Gay adelantó que la transición política y económica en su país será más ordenada de lo pensado.
"No veo a la Argentina volviendo al 2001. No veo tampoco a la Argentina, en su proceso de corrección, afectando tanto como afectó al resto de los países entonces, entre otras cosas porque el daño ya está hecho ahora. Cualquier salida del modelo actual será una salida, después de los ruidos, será una salida virtuosa no defectuosa. En este sentido avizoro más buenas noticias que malas en el mediano plazo", sostuvo.
"Soy muy optimista del 2015 para adelante porque no podemos tener un gobierno peor que éste", indicó. Será un proceso de prueba y error donde el kirchnerismo encontrará la manera de retirarse con algunas banderas. El tema es cuan complicada será la herencia cuando el próximo gobierno se haga cargo", agregó.
Prat Gay: "chorros" y vedettes
El economista y diputado opositor argentino, Alfonso Prat Gay dijo que llegó la hora de no gastar más el tiempo en el peronismo. "Es audaz lo que estoy planteando como argentino. Estoy harto que me digan que los únicos que pueden gobernarla son los chorros", lanzó. "No le presten demasiada atención a las cumbres de la oposición porque todavía hay una hoguera de vanidades y hay un vedettismo que pertenece más a otra generación. hay una generación más joven que piensa más en el futuro a largo plazo y no tanto en la quinta o en su propio kiosco", afirmó.
Anuncian más inversiones brasileñas
ABC Color (Paraguai)
El Brasil seguirá haciendo inversiones en Paraguay con empresas y fábricas, aseguró ayer el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de ese país, Fernando Pimentel, quien estuvo ayer con el ministro de Industria de Paraguay, Gustavo Leite, en el marco de una reunión para acordar varios puntos de cooperación entre ambos países.
En la conferencia de Prensa, Pimentel dijo que la “vuelta” de Paraguay al Mercosur es muy importante para que se pueda seguir trabajando en forma conjunta, sobre todo para seguir por el camino de los intercambios comerciales. En ese sentido, afirmó que los grupos empresarios brasileños ven en Paraguay un gran potencia como para hacer sus inversiones, así como también el Brasil seguirá siendo un gran mercado para la producción paraguaya.
A su vez, el ministro paraguayo Leite aseveró que el acuerdo alcanzado con el Brasil es un elemento vital para fortalecer las inversiones en el país.
INTN con el Inmetro
Igualmente, ayer en el local del MIC, el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN) firmó un convenio con el Inmetro de Brasil, que es la entidad reguladora, calificadora y supervisora de calidad del vecino país. Este acuerdo servirá para intercambiar experiencias y tecnología, entre ambas entidades.
Pimentel también realizó una “visita de cortesía” al ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga, en la Cancillería.
Mercosur no va más, según Lacalle, y pide usar el veto
ABC Color (Paraguai)
El exmandatario uruguayo Luis Alberto Lacalle Herrera instó ayer a Uruguay y Paraguay a utilizar el instrumento del veto para presionar y hacer sentir sus posiciones, en un Mercosur en el que han prevalecido las posturas y opiniones de Argentina y Brasil. Opinó que “es hora de hacer funcionar la institucionalidad” y “generar una crisis reglada, decir no más a este Mercosur, y vamos a sustituirlo”.
El expresidente Luis Alberto Lacalle disertó ayer en la conferencia “Mercosur, entre la región y el mundo”, llevada adelante en el hotel Conrad de Punta del Este y organizada por el diario El Observador de Montevideo.
Recordó que durante su presidencia de la República (1990-1995) el Mercosur “vio la luz, con el cometido de establecer una alianza comercial”. Pero “eso ya no existe”, según dijo.
El exmandatario charrúa señaló que el bloque “hoy está sumergido en enredos entre lo comercial y lo político”, y que existe una visión que prioriza las solidaridades entre gobiernos, cuando lo que debería primar es la asociación de países. “O marcha como asociación de países o se convierte en un club de eventuales” amigos, que cambia al día siguiente.
Lacalle llamó a Uruguay y Paraguay a utilizar el instrumento del veto para presionar y hacer sentir sus posiciones, en un Mercosur en el que han prevalecido las posturas y opiniones de Argentina y Brasil. “Es hora de hacer funcionar la institucionalidad. Llegó la hora de que Paraguay y Uruguay empiecen a decir esto no va y lo veto. Generar una crisis reglada, decir no más a este Mercosur, y vamos a sustituirlo”, señaló.
Añadió que el actual vínculo no da para más, “ni siquiera para Brasil”. En ese sentido, Lacalle aseguró que “subirnos al estribo con Brasil”, para negociar directamente el Tratado de Libre Comercio con la UE, ha sido apresurado. “¿Qué vamos a ir a hablar con la UE?”, cuestionó.
Proyecto político
El también expresidente uruguayo Jorge Batlle dijo coincidir con el punto de vista de Lacalle y agregó que Uruguay, dentro del Mercosur, tiene poco margen de maniobra. Recordó que quien “inventó” el Mercosur político fue “nuestro amigo” Fernando Henrique Cardoso, expresidente brasileño.
Batlle expresó que el brasileño “transformó el bloque en un proyecto político, no comercial, y eso quitó margen de maniobra”.
Críticas a la unión aduanera
También durante el foro organizado por el diario uruguayo El Observador, el subsecretario de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Porto, señaló que la unión aduanera del Mercosur “no funciona”, tanto en la unión de incentivos como en la armonización de regímenes de importación, la eliminación del doble cobro del Arancel Externo Común, las restricciones arancelarias y la defensa comercial. Manifestó que esto se suma a las “incertidumbres políticas” que impiden avanzar en términos comerciales. De todas formas, para el vicecanciller uruguayo salirse del Mercosur no sería la solución, sino que debe ser utilizado como un instrumento más de inserción regional y global.
ABC Color (Paraguai) – La farsa del Mercosur al desnudo / Editorial
A juzgar por recientes declaraciones, el presidente uruguayo Mujica parece estar comenzando a entender lo que realmente implica que el Mercosur no sea un bloque económico integrado por países en igualdad de derechos y participación en los beneficios, sino meramente la fachada de un bloque, que les sirve a Brasil y Argentina para ir por el mundo repartiendo propuestas de buenos negocios, exhibiendo la fotografía montada por un organismo equitativo que, supuestamente, representa a la mitad de Sudamérica y a millones de consumidores y productores. “Lo que no podemos seguir es en una especie de mentira institucional, tenemos una letra pero vamos por otro camino”, expresó Mujica, el mismo que justificó la suspensión del Paraguay del bloque con que “las razones políticas priman sobre las jurídicas”. En un sistema como este, los tribunales están completamente de más. La dictadura que suele imperar en algunos países se traslada así al bloque.
El presidente uruguayo José “Pepe” Mujica parece estar comenzando a entender lo que realmente implica que el Mercosur no sea un bloque económico integrado por países en igualdad de derechos y participación en los beneficios, sino meramente la fachada de un bloque, que les sirve a Brasil y Argentina para ir por el mundo repartiendo propuestas de buenos negocios, exhibiendo la fotografía montada de un organismo equitativo que, supuestamente, representa a la mitad de Sudamérica y a millones de consumidores y productores.
“Tenemos (en el Mercosur) sistemas establecidos jurídicamente de dirimir nuestras diferencias y conflictos que en realidad no funcionan y no podemos aplicar”, acaba de declarar Mujica (Canal 4; Montevideo). “Sería mejor que nos sinceremos –agregó–, y si esos mecanismos no sirven, tratemos de construir otros que sean flexibles, que respondan más a la época actual. Lo que no podemos seguir es en una especie de mentira institucional, tenemos una letra pero vamos por otro camino”, concluyó (el subrayado es nuestro).
No son estas las mismas palabras y conceptos que empleó cuando se refirió a la manera claramente ilegal y profundamente descortés e inamistosa en que se “suspendió” a nuestro país del Mercosur, en aquella grosera maniobra perpetrada en junio de 2012 por él, Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff, utilizada entonces como burda pantalla para precipitar el ingreso del régimen de Hugo Chávez, introduciéndolo por la ventana del Mercosur.
En aquella ocasión –vale la pena repetirlo una y otra vez–, con total desparpajo, “Pepe” Mujica manifestó que “las razones políticas priman sobre las jurídicas”.
A los paraguayos se nos ocurrió preguntar: ¿Entonces para qué sirven las normas y regulaciones en el seno del Mercosur? Si el régimen que rige es el que dice Mujica, bastaría que cada vez que se produzca algún conflicto se reunieran los presidentes de los Estados miembros y bajaran sobre la mesa de debate la decisión política; y sanseacabó. En un sistema como este los tribunales están completamente de más. La dictadura que suele imperar en algunos países se traslada así al bloque.
Pero he aquí que ahora la piedra en el zapato la lleva Mujica, pues el año pasado el “hermano” gobierno de Cristina Fernández dispuso que las cargas transportadas en embarcaciones argentinas tuvieran prohibido hacer trasbordos en el puerto de Montevideo, en represalia por el publicitado conflicto que mantienen los dos países por la planta de celulosa uruguaya. Recién ahora “Pepe” Mujica entiende cabalmente lo que significa que lo político prime sobre lo jurídico, porque el sistema judicial del Mercosur no le sirve para contrarrestar las decisiones políticas prepotentes perjudiciales de su vecina.
La mismísima medida de fuerza bruta aplicada por el Gobierno argentino contra los intereses del Gobierno uruguayo en el puerto de Montevideo es la que emplearon Mujica, Kirchner y Rousseff contra el Paraguay en el affaire que siguió a la destitución de Fernando Lugo. Nos aplicaron una absurda medida punitoria sin siquiera perder una hora en escuchar sus razones a nuestros representantes; nos excluyeron sin motivo valedero y en el Mercosur no apareció ningún tribunal u organismo de arbitraje capaz de revertir la orden superior de los mandamases.
Ahora bien. ¿Qué exactamente quiere decir el Presidente uruguayo cuando expresa que hay que “ajustar lo jurídico en lo posible a lo que somos y no a lo que soñamos que deberíamos ser”. Si lo que soñamos que deberíamos ser es lo que está escrito en el Tratado de Asunción, entonces “lo que somos” realmente debe ser este Mercosur que tenemos ahora, este que es tal como los paraguayos y los uruguayos lo sentimos en carne propia, una dictadura regional colegiada, en la que los dos países más grandes hacen lo que se les antoja, manejándose siempre con la prioridad absoluta del criterio político sobre todos los demás, en particular del jurídico, el cual, si se les cruza en el camino, resulta simplemente aplastado bajo las botas “todo terreno” de las potencias, a través de sus representantes, intérpretes y voceros.
Ningún candidato a ingresar al Mercosur podría sentirse seguro viendo lo que se hizo con el Paraguay en 2012 (lo que, en forma asombrosa, olímpicamente olvidaron nuestras autoridades actuales), ni lo que el régimen de Cristina Fernández hace con el Uruguay. Ambas experiencias sirven para que se entienda que lo que ocurrió con el Paraguay no fue más que el ascenso de un primer peldaño, un anticipo, una advertencia de lo que nos sucederá siempre, en el futuro, a los países relativamente menos gravitantes del Mercosur. En particular son experiencias aleccionadoras para Bolivia y Ecuador, que quieren sumarse. Que observen y tomen nota de cómo y con qué cartas se juega en este organismo regional que va abandonando “lo que soñamos ser” para convertirse en “lo que realmente somos”.
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