O que é este blog?

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida.

quarta-feira, 11 de agosto de 2010

Keynes-Hayek: um velho debate sempre atual

Keynes versus Hayek: El gran debate continúa
por Gerald P. O'Driscoll Jr.
The Wall Street Journal, 7 de julio de 2010

Gerald P. O'Driscoll es ex-vicepresidente del Banco de la Reserva Federal en Dallas y académico asociado del Cato Institute.

El debate acerca de qué clase de políticas sacarán a la economía estadounidense de su Gran Recesión repite aquel que se dio durante la Gran Depresión. Gracias a los esfuerzos de Richard Ebeling, profesor de economía en la Universidad de Northwood, tenemos evidencia contundente y concisa. Él ha desempolvado cartas enviadas al Times de Londres desde dos perspectivas que reflejan el debate contemporáneo.

El 17 de octubre de 1932, el Times publicó una larga carta de John Maynard Keynes y cinco otros economistas académicos. Keynes y sus coautores esgrimieron el argumento a favor del gasto —de cualquier tipo, privado o público, ya sea en consumo o inversión.

“La economía privada” era el obstáculo que impedía un retorno a la prosperidad. Si una persona decide ahorrar, no hay garantía de que los fondos “encontraran su camino hacia la inversión en nuevo capital de construcción por parte de emprendimientos públicos o privados”. Ellos citaban a la “falta de confianza” como la razón por la cual los ahorros no se convierten en inversiones. Consecuentemente, “el interés público en las condiciones actuales no conduce hacia una economía privada; gastar menos dinero del que quisiéramos no es patriótico”. Ellos concluían respaldando el gasto público para compensar la miope austeridad privada.

El punto de vista esbozado en esta carta llegó a ser conocido como la economía keynesiana. Las depresiones son causadas por un déficit en el gasto, que puede compensarse mediante gasto público. La economía keynesiana (la cual precede a Keynes) es fácilmente reconocible en los discursos del presidente Obama y su equipo económico.
Dos días después, el 19 de octubre de 1932, cuatro profesores de la Universidad de Londres respondieron a la carta de Keynes y uno de los firmantes era Friedrich A. Hayek quien casi 50 años después ganaría el Premio Nóbel de Economía.

Hayek y sus coautores señalaron tres puntos de divergencia. Primero, identificaron correctamente el argumento de Keynes acerca de la futilidad del ahorro como un argumento sobre lo que tradicionalmente ha sido conocido como los peligros del ahorro, es decir, las consecuencias potencialmente perjudiciales de un aumento en la demanda del dinero a lo largo y ancho de la economía que no es correspondido por un aumento en la oferta de dinero. “Se está de acuerdo con que el acumular dinero, ya sea en efectivo o en cuentas inactivas, tiene efectos deflacionarios. Nadie piensa que la deflación en sí es deseable”.

Segundo, los profesores de Londres cuestionaron la premisa de que no importaba en qué se gastaba, ya fuese en consumo o en inversión. Ellos vieron un “renacimiento de la inversión como peculiarmente deseable”, tal y como lo ven los partidarios actuales de la economía del lado de la oferta. Ellos hicieron una distinción entre acumular dinero y los ahorros que fluyen hacia valores, y reafirmaron la importancia de los mercados de valores en transformar los ahorros en inversión.

Su tercer y más importante punto de desacuerdo con Keynes radicaba en los beneficios del gasto público financiado mediante déficit. Ellos expresaron dudas. “La existencia de una deuda pública a gran escala impone fricciones y obstáculos al reajuste mucho mayores que las fricciones y obstáculos impuestos por la existencia de la deuda privada”. Este no era el momento para “nuevas piscinas municipales” (el ejemplo dado por Keynes). En nuestro contexto actual, sería nada de estímulo.

Finalmente, e igual de importante, sugirieron una estrategia. Los gobiernos a nivel mundial, liderados por EE.UU. con el destructivo paquete de aranceles Smoot-Hawley de 1930, se habían volcado hacia el proteccionismo y las restricciones a los flujos de capitales. Hayek argumentó que era hora de “abolir aquellas restricciones sobre el comercio y el libre movimiento del capital”.

En resumen, ellos argumentaban que la cura para la Gran Depresión era un revigorizado sistema global de comercio. La economía mundial no ha se ha volcado hacia el proteccionismo esta vez, pero esfuerzos por expandir el comercio mundial se han debilitado. Como Allan Meltzer, profesor de economía en la Universidad de Carnegie Mellon, recientemente le recordó a los lectores página de opinión del Wall Street Journal (“Why Obamanomics Has Failed”, 30 de Junio de 2010), solamente la expansión del comercio nos puede permitir pagar la deuda pública que pesa sobre la economía.

El redescubrimiento del profesor Ebeling de estas cartas ha desatado un torrente de comentarios en los blogs. Como dijera Mario Rizzo, economista de la Universidad de Nueva York, “El gran debate todavía es Keynes versus Hayek. Todo lo demás es una nota al pie de página”. Los economistas han cubierto al debate con cada vez más complejidad matemática, pero los asuntos de fondo siguen siendo los mismos.

¿Estaba Keynes en lo correcto cuando decía que los ahorros se convierten en dinero inactivo y deprimen la actividad económica? O, ¿acaso la perspectiva de Hayek, primero articulada por Adam Smith en La riqueza de las naciones en 1776, era la correcta? (Smith: “Lo que es ahorrado anualmente es tan regularmente consumido como lo que es gastado anualmente, y casi al mismo tiempo también”.)

¿Todo gasto es igualmente productivo o deberían las políticas estatales buscar estimular el gasto privado? Si esto último es cierto, entonces Obama ha estado siguiendo los pasos de Franklin Delano Roosevelt e impidiendo la recuperación. Lo hace al demonizar los negocios y crear un régimen de incertidumbre con nuevas regulaciones y programas costosos. En esto no sigue ni a Hayek ni a Keynes, ya que generar incertidumbre era considerado como algo destructivo por ambos.

Finalmente, ¿acaso crear más deuda pública en una economía debilitada será el camino a la recuperación? O, ¿es la “economía” (austeridad en el debate de hoy) y el ahorro el camino a la prosperidad ahora, como usualmente se ha creído?

Expandindo o Estado assistencialista: construindo um Brasil inviavel

Não se trata de considerar que os gastos do Bolsa Família são orçamentariamente insuportáveis, porque não o são: representam menos da metade, talvez uma quarta parte do "Bolsa-Empresários" e do ajutório a banqueiros, que o governo promove por diferentes meios e mecanismos de transferência de dinheiro para quem já é rico. O governo sempre fez isso e continua fazendo.
Trata-se simplesmente da criação de uma mentalidade assistencialista que vai dividir o Brasil em duas nações: a dos assistidos e a dos pagantes, sendo que os primeiros já se consideram titulares de um direito irrevogável, como se constata abaixo.

Beneficiários do Bolsa Família querem mais
Folha.com, 11.08.2010

Setenta e oito por cento dos beneficiários do Programa Bolsa Família preferem a expansão do número de atendidos e outros 22% defendem o aumento do valor do benefício.

Isso é o que revela pesquisa encomendada pelo MDS (Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Fome.

Entre as pessoas que estão fora do programa, 85% defendem a inclusão de mais famílias e 15% preferem que o valor do benefício seja aumentado.

Somando beneficiários e não atendidos, 82% responderam pela expansão, contra 18% que optaram pelo aumento do repasse do programa.

A pesquisa avaliou também se as famílias têm dificuldades para cumprir as exigências do programa, como permanência das crianças na escola e vacinação em dia.

Do total de entrevistados, 81% responderam não enfrentar problemas no cumprimento das condições exigidas pelo Bolsa Família.

Entre as famílias urbanas, 84% disseram não ter dificuldade, contra 71% das que vivem no meio rural. Mais de 90% dos entrevistados sabe e entende quais são os critérios para ingressar no programa, conforme a pesquisa.

O Ifpri (Instituto Internacional de Pesquisa sobre Políticas Alimentares), responsável pela pesquisa, ouviu famílias beneficiárias e não contempladas pelo programa.

O objetivo é medir os efeitos provocados pelo programa nas condições de vida dos beneficiários.

As famílias beneficiária ou não atendidas pelo programa foram ouvidas em 2005 e em 2009. Na primeira rodada, foram entrevistadas 15.426 famílias em 269 municípios.

Em 2009, cerca de 11 mil famílias foram novamente entrevistadas. De acordo com os pesquisadores, a perda de amostra ocorre por dificuldades em localizar as famílias, mas foi considerada dentro dos padrões.

A maioria dos dados divulgados hoje se referem à avaliação de 2009. O programa atende hoje a 12,6 milhões de famílias.

Mentiras politicas: ate quando os jornalistas aceitam as fraudes eleitorais?

Não digo pela jornalista econômica abaixo transcrito, mas por todos esses repórteres e entrevistadores, que ouvem mentiras e não retrucam na hora.
Tenho horror à mentira e apenas por este motivo transcrevo esta matéria, não por achar que ela é especialmente meritória.
Mas quando num país todos os políticos mentem, alguém precisa restabelecer a verdade dos fatos.
Paulo Roberto de Almeida

Em nome dos fatos
Miriam Leitão
O Globo, 11.08.2010

Inflação fora de controle quem enfrentou foi o Plano Real. O acumulado em 12 meses estava em 5.000% em julho de 1994. Quando a inflação subiu em 2002, no último ano do governo Fernando Henrique, pela incerteza eleitoral criada pelo velho discurso radical do PT, ficou em 12%.

Ela foi reduzida pelo instrumental que o PT havia renegado. Isso é a História. O resto é propaganda e manipulação.

O PT e o governo Lula têm dito que receberam o país com descontrole inflacionário e a candidata Dilma Rousseff repetiu isso na entrevista do Jornal Nacional. O interesse é mexer com o imaginário popular que lembra do tormento da inflação.

A grande vitória contra a inflação foi conquistada no governo Itamar Franco, no plano elaborado pelo então ministro da Fazenda Fernando Henrique Cardoso, como todos sabem. Nos primeiros anos do governo FHC houve várias crises decorrentes, em parte, do sucesso no combate à inflação, como a crise bancária.

Foi necessário enfrentar todas essas ondas para garantir a estabilização. Nada daquela luta foi fácil. A inflação havia derrotado outros cinco planos, e feito o país perder duas décadas.

Todos sabem disso. Se por acaso a candidata Dilma Rousseff andava distraída nesta época, o seu principal assessor Antonio Palocci sabe muito bem o que foi que houve. Ele ajudou a convencer os integrantes do partido a ter uma atitude mais madura e séria no combate à inflação.

O PT votou contra o Plano Real e fez oposição a cada medida necessária para consolidar a nova ordem. As ideias que o partido tinha sobre como derrotar a alta dos preços eram rudimentares.

Em 2002, a inflação subiu principalmente nos dois últimos meses, após a eleição. A taxa, que havia ficado abaixo de 6% em 2000, subiu um pouco em 2001 e ficou quase todo o ano de 2002 em torno de 7%. Em outubro daquele ano, o acumulado em 12 meses foi para 8,5%. Em novembro, com Lula eleito, subiu para 10,9% e em dezembro fechou em
12,5%.

É tão falso culpar o governo Fernando Henrique por aquela alta da inflação — de 12,5% repita-se, e não os 5.000% que ele enfrentou — quanto culpar o governo Lula pela queda do PIB do ano passado, que foi provocada pela crise internacional.

Recentemente, conversei com um integrante do governo Lula que, longe dos holofotes e da campanha, admitiu que essa aceleração final foi decorrente do fato de que a maioria dos empresários não acreditava que o governo Lula fosse pagar o preço de manter a estabilização.

Esse foi o mérito do PT. Foi ter contrariado seu próprio discurso, abandonado suas próprias propostas, por ter percebido o valor da estabilização.

Esse esforço foi liderado por Palocci e pelo presidente do Banco Central, Henrique Meirelles. A inflação entraria numa rota de descontrole que poderia até ter destruído o esforço feito durante os oito anos anteriores se o governo Lula tivesse persistido nas suas propostas.

A História foi essa e não a que a candidata Dilma Rousseff apresentou.

No coracao da campanha eleitoral: a falta de definicoes

Tendo a concordar com o articulista, o que quer dizer que discordo totalmente da atual campanha eleitoral, em que todos acham que está tudo muito bem, mas que mais pode ser feito, que o Brasil pode fazer melhor, que vamos continuar melhorando o que já é bom, etc.
Como tudo isso é falso, é hipocrisia, seria preciso alguém que dissesse: NÃO, não está bem. A educação é uma porcaria, a saúde pior ainda, os transportes horríveis, a infra-estrutura deplorável, os serviços públicos lamentáveis, a desfaçatez política além da conta.
Sou conta a maior parte das coisas que andam por aí: Bolsa-Família, ativismo estatal, extração tributária, mentiras, corrupção, roubalheiro, mandarinato extensivo, greves de burocratas estatais, enfim, esses espetáculo dantesco a que assistimos todos os dias.
Não tenho nenhuma ilusão de que um dos dois candidatos mais competitivos tenha capacidade e aquela coisa que se chama coragem por outro nome para mudar tudo isso que está errado. Infelizmente isso não vai ocorrer. E o Brasil vai continuar se arrastando penosamente em direção à modernidade, se atrasando em relação a outros países, vai continuar alimentando a corja de ladrões que vivem do dinheiro público (ou seja, do nosso dinheiro), enfim, nada vai mudar de substancial.
Por isso mesmo este blog vai continuar chamando atenção para o que está errado...
Paulo Roberto de Almeida

Presente fictício, futuro estático
CLAUDIO WEBER ABRAMO
Folha de S.Paulo, 10.08.2010

Os candidatos são reacionariamente situacionistas; tanto faz quem seja eleito

ELEIÇÕES TÊM a ver com o futuro. Plataformas eleitorais formulam-se em torno de visões sobre como a comunidade deve orientar-se na projeção do tempo. Para que alguém possa propor algo a respeito do futuro, é imprescindível que se baseie em alguma espécie de apreciação sobre o presente.

Qual é o presente que os candidatos "mainstream" à Presidência da República e aos governos estaduais têm em mente?

Seja porque acreditem, seja porque tenham receio de exprimir claramente o que pensam, para esses candidatos o Brasil seria mesmo aquele país pujante e cheio de gente otimista dos reclames publicitários oficiais e das grandes empresas.

Todos, ou quase todos, parecem entregues ao simbolismo fictício dos Brics, como se realmente fizesse algum sentido mencionar o Brasil na mesma frase em que aparecem China, Rússia ou Índia. Todos acham que sediar a Copa do Mundo de futebol em 2014 seja algo sensato. Ninguém tem alguma palavra crítica ao Bolsa Família.

É claro que deve haver quem seja capaz de apresentar argumentos em favor da Copa de 2014, do Bolsa Família e de outros temas (embora quanto às pretensas condições de desenvolvimento brasileiras isso seja missão impossível). O que espanta é inexistência de vozes discordantes.

Enquanto os candidatos jogam o jogo do contente, o país real convive com um poder Legislativo irrelevante, com partidos com escassa ou nenhuma representatividade política, com um poder Judiciário incapaz de proporcionar justiça, com agências reguladoras capturadas pelos interesses que deveriam vigiar, com um funcionalismo público que, com raras e notáveis exceções, varia de incompetente a aproveitador, com um setor privado avesso ao risco e à inventividade, com uma academia improdutiva... a lista das disfuncionalidades brasileiras é inesgotável.

No entanto, nenhuma dessas e outras ineficiências, incompetências e picaretagens aparece nas plataformas dos candidatos com alguma chance de sucesso eleitoral. Para eles, o presente está ótimo e nada há a mudar em relação ao futuro.
Na prática, portanto, e independentemente das siglas partidárias sob as quais se apresentam ou de seus eventuais apoiadores, os candidatos são todos reacionariamente situacionistas.

O que, ao fim e ao cabo, é natural e esperado. Num país que vive de ilusões, eleições representam apenas mais uma vertente ficcional. De modo que tanto faz quem venha a ser eleito. Mudarão apenas os personagens, os grupos beneficiados por privilégios e os aventureiros entre os quais o Estado será repartido.

CLAUDIO WEBER ABRAMO é diretor-executivo da Transparência Brasil

As bases da burguesia do capital alheio: os fundos de pensao

Desta vez, o bicho pegou! Ou: O coração do sistema
Reinaldo Azevedo, 10.08.2010

Vocês notaram o silêncio sepulcral — acompanhado, no máximo, de alguns borborigmos que se ouvem como a justificativa possível — dos petistas e no geral, e dos acusados no particular, em relação a este caso do bunker montado na Previ? Um grupo é acusado por um ex-membro da equipe de comandar uma espécie de política secreta lotada num fundo de pensão e tem uma reação verdadeiramente indignada: prefere não comentar…

A própria rede petralha ficou em silêncio. Até aqueles que recebem dinheiro público para fingir que fazem jornalismo são modestos no seu trabalho a soldo. Por que isso?

Por que os fundos de pensão são o coração do sistema? Terei de recorrer a um texto publicado no dia 3 de fevereiro do ano passado. Vocês vão ver como, modestamente, costumamos chamar as coisas pelo nome que elas têm neste blog. Havia então uma disputa entre o PT e o PMDB pelo controle do Real Grandeza, o fundo de pensão de Furnas. Tio Rei escreveu, então, o que segue em azul (em itálico, neste post):

O PT TEM DOIS PODERES: O TEMPORÁRIO E O PERMANENTE. O PRIMEIRO DEPENDE DAS URNAS; O SEGUNDO É GARANTIDO PELO CIPOAL LEGAL QUE REGULA OS FUNDOS DE PENSÃO, QUE CONFERE AOS SINDICATOS O CONTROLE DE UM PATRIMÔNIO DE QUASE R$ 300 BILHÕES. E O PT COMANDA BOA PARTE DOS SINDICATOS, ESPECIALMENTE OS DE EMPRESAS ESTATAIS, O QUE LHE FACULTA O COMANDO DOS FUNDOS DE PENSÃO INDEPENDENTEMENTE DO QUE DIGAM AS URNAS.

POUCO IMPORTA QUEM SEJA O PRÓXIMO PRESIDENTE, JOSÉ SERRA OU DILMA ROUSSEFF, A, SEM TROCADILHO, REAL GRANDEZA DO PT SE MANTÉM PRATICAMENTE INALTERADA.

Se vocês procurarem no arquivo do blog, encontrarão centenas de textos em que sustento que o poder real do PT não está no controle das verbas do Orçamento. Sem dúvida, ali se encontra uma fonte imensa de recursos, mas o partido é obrigado a dividi-los com parceiros de igual ou maior apetite, a começar do PMDB - que é o que é, ou não estaria junto com o petismo. O dinheiro do Orçamento disponível para investimento, além de mais escasso, está sujeito a controles e a uma maior vigilância da imprensa. Já os fundos… Na prática, ninguém controla. Como boa parte da sua capitalização é feita com recursos públicos, eles representam uma apropriação do dinheiro público pela máquina sindical.

A própria história da privatização, vista pelo ângulo da participação dos fundos de pensão, nos revelaria que a economia brasileira é bem menos privada do que parece. Não! Escrevo de outro modo: os grandes beneficiários da privatização foram os sindicatos das empresas estatais - e isso quer dizer Central Única dos Trabalhadores.

Uma das maiores lambanças do governo Lula - a disputa entre o banqueiro Daniel Dantas e o petismo pelo controle da Brasil Telecom, finalmente vendida à Oi ao arrepio da lei então vigente, mudada só para possibilitar o negócio - teve os fundos como protagonistas. Os petistas mandaram, e eles romperam com Dantas, aliando-se a seus adversários. Alijado do controle da BrT, o banqueiro acabou concordando com a venda, o que acabou sendo um bom negócio pra ele: rendeu-lhe a bagatela de R$ 2 bilhões…

Volto a 10 de agosto de 2010
Os fundos de pensão financiam a farra do petismo. A rigor, eles podem impor a sua vontade, hoje, a alguns potentados da economia, que apenas aparentemente estão sob controle privado. Só a Previ, este em que Gerardo Santiago diz ter sido montada o que chamo de polícia política para perseguir adversários do governo e do PT, tem um patrimônio de 140 bilhões.

Caso Dilma Rousseff perca a eleição para José Serra, a máquina petista não ficará na chuva. Os “companheiros” continuarão a dar as cartas nos fundos; eles fizeram, assim, a acumulação primitiva do capital que financia o “estato-capitalismo” petista. São eles a melhor expressão da nova classe social que batizei de “burguesia do capital alheio”.

terça-feira, 10 de agosto de 2010

E por falar em Amazonia, tem maluco para tudo

Este maluco inglês, por exemplo, Ed Stafford, caminhou todo o Amazonas, de sua nascente ao mar.
Um explorador dos tempos modernos...

Veja o relato de seu projeto Walking the Amazon eu seu blog: http://www.walkingtheamazon.com/#top

Ou em seu novo site: http://www.edstafford.org/

Al Capones tupiniquins: as mafias sindicais e a politica brasileira

Bem, os companheiros ainda não circulam de metralhadoras pelas ruas da Chicago do cerrado, mas tem outras armas letais, capazes de matar a democracia brasileira.
Paulo Roberto de Almeida

A 'fábrica de dossiês' do PT
Editorial - O Estado de S.Paulo
10 de agosto de 2010

Em editorial, nesta página, sobre a revelação de que servidores da Receita violaram o sigilo fiscal do vice-presidente do PSDB, Eduardo Jorge Caldas Pereira, presumivelmente para a montagem de um dossiê que poderia ser usado por setores da campanha da candidata Dilma Rousseff contra o opositor tucano José Serra, falou-se do "exército secreto" arregimentado pelo PT na administração federal para fazer o trabalho sujo na disputa pelo Planalto. É mais do que isso. As campanhas eleitorais são apenas uma entre tantas frentes onde atuam essas tropas da treva - e assim também os seus alvos.

Disso não deixa dúvida a confissão de um ex-diretor e ex-assessor da Previ, o colossal fundo de pensão dos funcionários do Banco do Brasil, Geraldo Xavier Santiago. Em entrevista publicada na edição desta semana da revista Veja, Santiago disse que a entidade é "uma fábrica de dossiês" que funciona como um "bunker" e "braço partidário" a serviço de uma ala petista - comandada pelos poderosos chefões do sindicalismo aboletados na estrutura do poder nacional. Ele citou nominalmente os ex-ministros Ricardo Berzoini e Luiz Gushiken e o tesoureiro do PT, João Vaccari Neto, todos do setor bancário.

O gerente da fábrica, de acordo com a denúncia, era o presidente da Previ até junho, Sérgio Rosa. Santiago era próximo dele até romperem em 2007. No embalo, o então diretor deixou o fundo e saiu do PT. Ele não é um pecador arrependido. Levado a falar do dossiê contra Marina Mantega, filha do ministro da Fazenda, cuja compilação o entrevistado atribui a uma "disputa interna", fez uma especiosa distinção entre o certo e o errado nessas operações: "Uma coisa é fazer com o adversário. É uma involução do PT?"

O sindicalismo selvagem que Lula levou para dentro do governo transpôs para a política a violência característica dos embates entre as máfias sindicais. Parte da premissa de que todo adversário deve ser tratado como inimigo - e, nessa condição, deve ser aniquilado. Santiago, que começou no sindicato dos bancários do Rio, contou que sua estreia na linha de montagem de falsas acusações a terceiros data de 2002, quando as milícias petistas foram incumbidas de investir contra os então gestores da Previ e provar a interferência do governo na instituição.

A cultura da destruição se afirmou em seguida. "Dossiês com conteúdo ofensivo, para atingir e desmoralizar adversários políticos", precisa Santiago, "só no governo Lula mesmo, na gestão do Sérgio Rosa". Foi também quando a cúpula da Previ armou uma teia de conselheiros ligados ao PT em empresas de cujo capital o fundo participava para canalizar em favor da sigla as suas doações partidárias. A central de dossiês trabalhou a todo vapor durante a CPI dos Correios, em 2005, cujo foco incidiu sobre o mensalão, antes que o esquema de compra de votos fosse objeto de um inquérito específico.

A Previ, à época, era a fonte das acusações com que a senadora petista Ideli Salvatti tentava acuar parlamentares oposicionistas. Segundo revelou Santiago, que agora diz que cumpria "ordens superiores", entre os políticos visados estavam os senadores Jorge Bornhausen e Heráclito Fortes e o deputado ACM Neto, todos do DEM. O tucano José Serra também faria parte da lista. Rosa teria ordenado que se juntassem dados sigilosos com " informações sobre investimentos problemáticos da Previ que estivessem ligados a políticos da oposição".

Sintomaticamente, a primeira reação do PT à entrevista foi silenciar. Já o fundo de pensão, hoje dirigido por um ex-vice-presidente do Banco do Brasil, Ricardo Flores, informou que "a atual cúpula desconhece essa prática e está muito tranquila em relação a suas recentes práticas de governança". De notar os termos "atual" e "recentes" - indicando uma dissociação com o que se tenha feito na entidade até há bem pouco tempo. De seu lado, além de assegurar que a sua campanha não tem nenhuma vinculação com a Previ, a candidata Dilma Rousseff instou a imprensa a revolver o caso dos grampos na privatização da Telebrás no governo Fernando Henrique. Como se isso eximisse de culpa os papeleiros da Previ e limpasse a ficha do PT.

Mitos amazonicos, paranoias brasileiras...

Antes de Henry Ford, se acreditava que os EUA queriam conquistar a Amazônia para "exportar" os negros americanos. Depois dele vieram outros iludidos com as "fabulosas riquezas" da selva, apenas para enterrar dinheiro no mato, como fizeram o próprio Ford e Keith Daniel Ludwig nos anos 1970.
Bem depois surgiram os boatos em torno da "internacionalização" da Amazônia, uma fraude que contou com a ativa colaboração de militares de extrema direita e militantes bocós de extrema esquerda, numa pouco santa aliança em torno de montagens deliberadas de mapas e supostos livros americanos (tenho um dossiê sobre isso no meu site).
O livro abaixo é sério e demonstra como os homens mais bem assessorados do planeta podem cometer as piores bobagens com base em informações erradas, mas animados por uma vontade irracional de crer em alguns mitos sem fundamento.
Paulo Roberto de Almeida

Um sonho de sociedade perdido no meio da floresta
Por Anamarcia Vaisencher
Valor Econômico, 10/08/2010 – p. D12

Amazônia: Henry Ford não conseguiu levar para a selva seu ideal do "american way of life"

Fordlândia - Ascensão e Queda da Cidade Esquecida de Henry Ford na Selva
Greg Grandin. Tradução de Nivaldo Montingelli Jr. Rocco. 397 págs., R$ 56,00

Henry Ford pretendia harmonizar agricultura e indústria num projeto que garantiria a segurança americana

A Amazônia ainda carrega a herança deixada por Henry Ford como desdobramento de sua tentativa de implantar na selva um espaço de racionalidade econômica chamado Fordlândia. E com a inestimável colaboração local de governantes, políticos, lobistas e gente que atuava na sombra, como Jorge Dumont Villares (sobrinho de Alberto Santos Dumont), articulador do plano que induziu Ford a pagar por terras que provavelmente teria recebido de graça do governo para implantar seu ambicioso projeto.

Muito se disse e escreveu sobre a tentativa de Ford de levar para a Amazônia, ali no vale do Tapajós, um "american way of life" que ele próprio idealizara. Mas "Fordlândia", de Greg Grandin, professor de história da Universidade de Nova York, não é um relato comum. Apoiado em farta documentação e pesquisa, o encadeamento de fatos proporciona uma leitura de reveladora substância.

Se fosse possível simplificar a aventura fordiana, ela teve menos a ver com a necessidade de assegurar o fornecimento de borracha para a fabricação de pneus e uso em outras partes de automóveis, no imenso complexo industrial de River Rouge, nos Estados Unidos, do que com aquilo que o autor chama de "pastoralismo americano" de Ford - uma concepção de sociedade em que as atividades agrícola e industrial estariam em salutar equilíbrio, sem predomínio de uma sobre a outra, numa espécie de simbiose entre terra, mão de obra, recursos, fabricação, finanças e consumo. "Com um pé na indústria e outro na agricultura, a América estará segura", sentenciava Ford. Fordlândia seria um lugar que permitiria antecipar essa convergência. Ele preservava, porém, uma visão quase onírica da realidade corrente em seu país, pois em 1928 se declarava "otimista" em relação ao ano seguinte, "certo de que a nova fábrica de River Rouge, localizada em Dearborn, sua cidade natal, perto de Detroit, seria capaz de atender à demanda" (por seu novo modelo de carro, agora da série A, depois do T).

Em janeiro daquele ano, Ford aproveitou a inauguração do imenso complexo de River Rouge - que integrava praticamente todo o processo de fabricação do automóvel, desde a produção de aço - para anunciar que logo voaria até a Amazônia para inspecionar sua plantação de seringueiras, no vale do Tapajós. O látex era o único recurso natural que Ford não controlava. Grandin não deixa em branco o paradoxo que seria a semente da falência do megalomaníaco projeto no qual Ford despejou vários milhões de dólares. De um lado, o pioneiro que havia aperfeiçoado a linha de montagem e dividira o processo de fabricação em componentes cada vez mais simples, concebendo-o para tornar um produto reproduzível infinitamente, com o primeiro indistinguível do milionésimo. Do outro, a Amazônia, dona de si mesma, reino da natureza avassaladora.

Ford tinha mais de 60 anos quando fundou Fordlândia (hoje Belterra, e esquecida durante 39 anos após a derrocada do projeto), localizada a leste de Santarém e a 726 quilômetros de Manaus. O lugar era definido por alguns visitantes como um "oásis", um verdadeiro "sonho do Meio-Oeste", nas palavras do major Lester Baker, adido militar dos Estados Unidos, com luz elétrica, telefone, máquinas de lavar, vitrolas, refrigeradores, piscinas e até campo de golfe.

Grandin lembra que hoje, como há 80 anos, ainda são necessárias cerca de 18 horas em um lento barco fluvial para chegar a Fordlândia, a partir da cidade importante mais próxima. Não bastasse isso, "os primeiros anos do local foram marcados por desperdício, violência e vícios" - em suma, tudo que o antissemita, admirador do nazismo e antissindicalista ferrenho mais abominava. Entre as incongruências do projeto, o fato de que não batia com a realidade porque, em 1925, quando Ford e o amigo Harvey Firestone pensavam em entrar no ramo da borracha, a prosperidade da hevea brasiliensis já chegara ao fim. Graças, inclusive, à ação de Henry Wickam, que passara pela Amazônia mais de meio século antes para piratear sementes de seringueira que levaria para Londres e que constituiriam a base genética das plantações britânicas em suas colônias.

Justiça seja feita: já nas primeiras décadas do século XX, Ford falava em reciclagem de resíduos para evitar desperdícios e em uma futura carroceria de automóveis inteiramente feita de plástico à base de soja.

A aventura fordiana não teve (não tem ainda) um final feliz. Mais de meio século depois de a Ford Motor Company abandonar sua propriedade de um milhão de hectares na Amazônia (novembro de 1945), por lá - mesmo a título de isca turística - ainda se espera por Henry Ford. Os "barões da borracha" retomariam o poder, mas perderam uma guerra maior para a importação de látex de Cingapura. Quanto a Ford, que "ajudou a liberar o poder da industrialização para revolucionar as relações humanas, passou a maior parte do resto da vida tentando colocar o gênio de volta na garrafa, conter o rompimento que ele mesmo provocara (...)". Ou seja, segurar as forças do capitalismo.

Manaus foi o retrato em branco e preto das "desenfreadas" forças do capitalismo. A cidade só se recuperou no fim dos anos 1960, quando o regime militar transformou-a numa zona de livre comércio. E, também graças à isenção de impostos, Manaus "tornou-se o empório nacional do Brasil", e uma zona de montagem (semelhantes à das maquiladoras mexicanas), descreve o autor. Uma cidade da Belíndia onde, ao lado de luxuosos condomínios, proliferam palafitas. "Uma paisagem dramática de desigualdade em um dos países mais desiguais do mundo. Em comparação, ela torna desprezível a distância que separava os lares dos gerentes americanos daqueles dos brasileiros", como reportava a imprensa. Citando artigo publicado no "Los Angeles Times" em março de 1993, Grandin sintetiza: "A tentativa de reproduzir a América na Amazônia levou à terceirização da Amazônia pela América".

De algum modo, Manaus se recuperou. Fordlândia também. "(...) Mas a ironia mais profunda está atualmente em exibição no local da tentativa mais ambiciosa dele [Henry Ford] de realizar sua visão pastoralista. No vale do Tapajós, três elementos importantes da visão de Ford - madeira, com a qual esperava lucrar, encontrando ao mesmo tempo maneiras de conservar a natureza; estradas que, para ele, uniriam as pequenas cidades e criariam mercados sustentáveis; e a soja, na qual investiu milhões, esperando que a produção industrial pudesse reviver a vida rural - tornaram-se os principais agentes da ruína da Amazônia, não só de sua flora e fauna, mas também de muitas de suas comunidades."

Chávez tenta dar a volta por cima...

Ainda tenho que escrever uma carta de agradecimento a El Profesor al revés.
Ele alimenta este blog com suas, como direi?, histrionices...
Sempre presente, geralmente não pelas boas razões...
Paulo Roberto de Almeida

FARSA CHAVISTA!
Cesar Maia, 10.08.2010

1. Hoje, Chávez vai a Bogotá se encontrar com o presidente Santos, que assumiu semana passada. De um lado, em seu estilo burlesco, escolheu o dia 10 de agosto. Em 10 de agosto de 1819, Bolívar entrou triunfante em Bogotá após triunfar na Batalha de Boyacá, em 7 de agosto de 1819.

2. Essa visita-fraude tem o objetivo de desviar a atenção para o flagrante dado pelo exército colombiano nos acampamentos da narcoguerrilha FARC em território venezuelano sob a cobertura de Chávez. Chávez desmentiu, rompeu as relações com a Colômbia. Mas as provas são tão irrefutáveis, com vídeos e fotos, que o histriônico Chávez mudou de tática. Condenou os sequestros das FARCs, propôs acordo de paz e agora vai à Bogotá tentar demonstrar que é bonzinho.

3. Escolheu o dia 10 de agosto para retornar à Caracas e fazer uma visita ao esqueleto de Bolívar, que exumou. E continuar a farsa. Só os distraídos entram nessa.

Livros digitais em alta: aceitam-se doacoes...

Bem, agora parece que é irreversível: o livro digital vai definitivamente ocupar um lugar de destaque no mercado editorial. Não que o livro impresso venha a desaparecer ou diminuir rapidamente, mas os lançamentos vão começar a ser feitos, prioritariamente, em formato digital, sendo o formato papel uma espécie de prêmio de consolação para os leitores mais tradicionais...
Eu ainda não me decidi entre o Kindle e o iPad, mas ficaria tranquilamente com os dois, se ganhasse de presente...
Não estou sugerindo nada, apenas divulgando um sonho...

Mídia:
Editora decide publicar só livro digital
Jeffrey A. Trachtenberg, The Wall Street Journal
Valor Econômico, 10/08/2010 – p. B3

Num momento em que os livros digitais continuam a ganhar mercado, uma das mais antigas editoras americanas de livros de bolso decidiu abandonar a publicação impressa tradicional e colocar à venda seus títulos somente no formato digital ou via impressão sob encomenda.

A Dorchester Publishing, uma editora de livros e revistas de capital fechado, informou que está fazendo a mudança depois que as vendas unitárias de livros caíram 25% no ano passado, em parte devido ao declínio das encomendas de algumas de suas contas de varejo mais importantes, entre as quais Walmart Stores . Uma porta-voz do Walmart não quis comentar.

"Não foi uma decisão demorada, porque vínhamos realizando o esforço, mas sem obter os resultados", disse o diretor-presidente da Dorchester, John Prebich.

Os livros eletrônicos estão ganhando popularidade entre os leitores. Mike Shatzkin, diretor-presidente da Idea Logical Co., uma consultoria editorial, prevê que os livros digitais serão 20% a 25% das vendas unitárias até o fim de 2012. A Amazon.com estima que suas vendas de e-livros para o Kindle possam superar as vendas dos livros impressos no formato brochura tradicional em 9 a 12 meses.

A decisão de partir para o digital pode ser um sinal do que está por vir para outras editoras pequenas que enfrentam queda nas vendas na área impressa tradicional. A decisão da Dorchester vai provavelmente resultar em economias significativas num momento em que a empresa espera que suas vendas digitais dobrem em 2011.

A Dorchester, que publica livros de bolso desde 1971, lança de 25 a 30 novos títulos por mês, aproximadamente 65% dos quais são obras românticas.

Os fãs de obras românticas em particular já abraçaram os e-books, em parte porque os leitores podem ler as obras em público sem ter de revelar a capa. Além disso, o tamanho da letra é facilmente ajustável nos e-readers, o que torna os títulos publicados no formato de bolso mais fáceis de ler para clientes mais velhos.

Prebich estimou que 83% dos livros publicados pela Dorchester são vendidos nos Estados Unidos a um preço de tabela de US$ 7,99. Um livro brochura no formato convencional geralmente tem o preço em torno de US$ 14,95.

A troca da Dorchester pelo e-book entra em vigor hoje. A editora planeja colocar à venda novos títulos no sistema de impressão sob encomenda por meio de varejistas ainda este ano. A Ingram Publisher Services, uma divisão da empresa de capital fechado Ingram Industries, informou que vai enviar as encomendas aos varejistas conforme necessário. A notícia da decisão da Dorchester foi revelada primeiro pela "Publishers Weekly", uma publicação do setor editorial.

Prebich admitiu que alguns autores podem ficar tristes por ver seus títulos somente para venda como e-book ou via impressão sob encomenda, mas disse que até agora a resposta tem "sido receptiva ao que estamos fazendo."

A Hard Case Crime, um selo da empresa de capital fechado Winterfall LLC, disse que poderá buscar uma maneira de transferir seus livros de mistério da Dorchester para outra editora.

"Tem sido uma boa parceria, mas se eles não vão mais publicar livros de bolso, teremos que decidir o que fazer", disse Charles Ardai, dono da Hard Case Crime. "Acredito no formato de bolso, mas compreendo o mercado."

A Randon House, subsidiária da alemã Bertelsmann e a maior editora americana de livros, disse que continua a apostar no mercado de livros de bolso. Um dos escritores americanos de mistério de maior sucesso, o falecido John D. MacDonald, é vendido pela Random House só no formato de bolso.

"Ainda é uma alternativa viável, popular e mais barata do que os outros formatos de leitura", disse Stuart Applebaum, porta-voz da Random House. "E também tem um público fiel. Será que essa fidelidade será para sempre num mercado em transformação?"

Peripecias da politica comercial brasileira - Marcelo de Paiva Abreu

Vender não é preciso
Marcelo de Paiva Abreu
O Estado de S. Paulo, 09/08/2010

As incertezas quanto ao futuro dos mercados e o temor de que aumente o protecionismo dão o sinal de alerta: a margem de manobra na disputa comercial, já escassa, pode ficar ainda menor

Avaliar os rumos da política comercial do sucessor de Lula requer análise do que foi a política comercial brasileira nos últimos oito anos e a partir daí considerar os cenários básicos de continuidade ou ruptura, dependendo da vitória de Dilma Rousseff ou de José Serra.

Até mesmo os mais entusiastas defensores da política externa patrocinada pelo triunvirato Garcia-Amorim-Guimarães terão dificuldade em listar iniciativas de política comercial que tenham tido real relevância nos dois mandatos do presidente Lula. A predominância dos objetivos estritamente políticos na agenda de política externa foi marcante. Só as fracassadas negociações multilaterais na OMC caracterizaram exceção importante. Mesmo assim, a sua prioridade na agenda do Itamaraty decorreu em boa medida de argumentos políticos relacionados à posição proeminente do Brasil na coalizão do G-20 a partir do fracasso da reunião de Cancún, em 2003.

No mais, o que se viu foi o enterro da ALCA depois de longa agonia, já iniciada no governo Fernando Henrique Cardoso, e uma postura de protelação sistemática de qualquer solução durável das inúmeras dificuldades de implementação de um Mercosul para valer. No colapso da ALCA, o governo quase que fez questão de proclamar prematuramente a sua aversão a uma iniciativa de integração hemisférica que incluísse os EUA. E, no entanto, parecia óbvio que a ALCA não poderia prosperar sem que houvesse disposição política do governo dos EUA quanto a concessões agrícolas, especialmente ao Mercosul.

As "alianças estratégicas" com as grandes economias em desenvolvimento restringiram-se a juras de cooperação política. As preferências negociadas com Índia e África do Sul retratam bem a mediocridade das ambições de liberalização comercial.

A escolha da França como "parceiro estratégico" desenvolvido, manifestação indireta das reticências em relação aos EUA, não teve implicações práticas em fazer avançar as negociações comerciais estagnadas com a União Europeia. De fato, vista de Paris, a parceria estratégica parece ganhar proeminência quando se trata de vender caças e ficar inativa quando se trata de fazer concessões agrícolas relevantes.

A posição do Brasil foi ativa e construtiva nas negociações da Organização Mundial do Comércio que atolaram em 2008. Foi talvez o único bom momento da política externa brasileira desde 2003. Mas mostrou-se inviável manter a coesão do G-20.

O Itamaraty, entusiasmado com a liderança brasileira, e com o olho no almejado Conselho Permanente da ONU, subestimou as diferenças entre os interesses comerciais do Brasil, produtor agrícola eficiente, e os da China e da Índia. O G-20 foi bom de bloqueio, mas ruim de ataque. Enquanto o Brasil pensava em G-20, China e Índia pensavam em G-33 e G-90, coalizões comprometidas com o protecionismo agrícola.

E a política comercial de Dilma e Serra? Nada indica que a eleição de Dilma possa significar ruptura relevante em relação à sua herança. Grandes negociações comerciais bilaterais ou multilaterais parecem improváveis. Nas negociações na OMC, o Brasil mostrou pouca disposição em reduzir significativamente as suas tarifas sobre produtos industriais.

Dada a reciprocidade que caracteriza as negociações na OMC, o espaço para redução do protecionismo agrícola, demanda principal brasileira, foi restrito pelas limitações das ofertas tarifárias industriais das economias em desenvolvimento.

Há indícios claros de recrudescimento do protecionismo no Brasil como, por exemplo, a provisão extremamente generosa de crédito público subsidiado e o tratamento preferencial de provedores nacionais nas licitações públicas. A nostalgia protecionista sugere que a escassa margem de manobra nas negociações comerciais poderá ter sido ainda mais reduzida. A ênfase da candidata na defesa da participação ativa do Estado na provisão de bens e serviços agrava este quadro. A mixórdia do Mercosul não parece preocupá-la. Por outro lado, alguns de seus comentários têm indicado ser bastante improvável uma reversão da postura antiamericana que caracteriza a diplomacia do atual governo (a despeito de desmentidos meio perfunctórios). No melhor dos casos, mais do mesmo?

José Serra tem feito críticas à política externa de Lula e demonstrado preocupação em perseguir substância em lugar de forma. Fez críticas também à postura do Brasil em relação ao Irã e - provavelmente menos razoáveis - à Bolívia. Tem insistido na necessidade de uma política comercial "agressiva", sem detalhar quais seriam os alvos preferenciais das possíveis iniciativas brasileiras.

Sua insatisfação com o estado de coisas quanto ao Mercosul é conhecida. Acredita, e tem razão, que são custosas as limitações impostas por parceiros do Mercosul, e especialmente a Argentina, a possíveis iniciativas brasileiras de celebração de acordos comerciais bilaterais.

O que não está elucidado é se José Serra, como presidente, realmente renegará seus entusiasmos protecionistas e se realmente acredita que "um libera de um lado, outro de outro; num acordo bem feito os dois saem ganhando".

A política comercial que melhor serviria aos interesses nacionais deveria estar calcada na simultânea redução do protecionismo no Brasil e nos seus parceiros comerciais através de acordos bilaterais e no âmbito da OMC. Deveria ser combinada à maciça renovação da infraestrutura e a políticas efetivas de inovação tecnológica e educacionais que melhorem a capacidade competitiva brasileira. Os dois candidatos parecem longe desse programa. Dilma mais longe do que Serra.

Custo Brasil - mais um exemplo: bancos publicos

Quem diz não sou eu, mas o presidente do Cade.
Acho até que ele foi leniente. Os bancos públicos não são ruins apenas porque distorcem as regras do jogo, concedem subsídios a quem não merece, mas também porque eles impedem a formação de um mercado de capitais digno desse nome.
Eles se prestam a manipulações políticas, servem a fins indevidos, podem (e o fazem) produzir déficit público, enfim, todo tipo de desvio de funções e distorsões econômicas.
Bancos públicos deveriam simplesmente acabar, pois existem outros instrumentos orçamentários, devidamente controlados pelo parlamento, que podem cumprir algumas de suas funções. As demais podem ficar com um sistema bancário aberto, concorrencial, homogêneo e funcionando com regras estáveis e uniformes.
Banco público serve a fins que não são econômicos, nem aliás sociais, apenas políticos.
Paulo Roberto de Almeida

Presidente do Cade critica área econômica
Julianna Sofia
Folha de S. Paulo, Terça-feira, 10 de agosto de 2010

Prestes a deixar o comando do Cade (Conselho Administrativo de Defesa Econômica), o presidente da autarquia, Arthur Badin, irritou o Ministério da Fazenda ao criticar a política adotada pelo governo de lançar mão dos bancos públicos para pressionar a redução de juros no mercado financeiro.
No último dia 4, Badin aproveitou os holofotes no julgamento da compra da Nossa Caixa pelo Banco do Brasil para atacar o papel dos bancos públicos na gestão petista.
Badin citou declarações do presidente do Banco Central, Henrique Meirellles, de que os bancos públicos não devem ser instrumentos para influenciar ou determinar precificação dos juros.
E acrescentou: De fato, agora são minhas palavras, me parece que, além de ser má política pública, violaria o princípio constitucional de exercício de atividade econômica diretamente.
E foi além. Disse que qualquer subsídio concedido aos consumidores pelo acionista controlador de um banco (leia-se o Tesouro Nacional) implica prejuízo não apenas aos acionistas privados como também ao mercado.
Ao longo das críticas, condenou a política de crédito rural do Banco do Brasil, por não mostrar de forma clara o impacto dos subsídios na contabilidade pública. Classificou de ineficientes tais subsídios, além do potencial de distorcer o mercado.

DECRETO
Os bancos públicos cumprem um papel importante na recuperação econômica, tem, tiveram e terão um papel importante, mas é preciso tomar cuidado, para que, a pretexto de aumentar a competição, não se atinja o contrário no longo prazo, com precificação irracional dos juros. Já se foi o tempo em que se acreditava possível reduzir o preço das coisas por decreto.
Procurado pela Folha, Badin informou que não iria comentar o assunto.
Não foi a primeira vez que ele se manifestou contra a atuação dos bancos públicos na redução dos juros por gerar desequilíbrios na concorrência do setor. No início do ano, Badin fez as primeiras críticas, o que gerou desconforto na equipe econômica.
Assessores do ministro Guido Mantega consideraram que o ataque agora foi acintoso.
O desempenho dos bancos federais na ampliação do crédito, na redução de juros e na conquista de fatias do mercado é monitorado de perto por Mantega, que se vangloria dos resultados obtidos nos últimos anos.

BELIGERÂNCIA
A Folha ouviu de um integrante do secretariado de Mantega o comentário de que a iniciativa de Badin não passou de uma tentativa de se apresentar como bastião da resistência contra setores do governo.
Se, antes, a Fazenda torcia o nariz para a possibilidade de recondução de Badin ao cargo de presidente do Cade, agora, opõe-se frontalmente.
Badin, porém, já declarou que, por motivos pessoais, não pretende permanecer mais dois anos no cargo.
Será a primeira vez nos últimos 14 anos que um presidente do conselho não será reconduzido.

A novela do Mercosul - Rubens Barbosa

A saga do Mercosul
Rubens Barbosa
O Globo - O Estado de S.Paulo, 10.08.2010

A 29° Reunião do Conselho do Mercosul, realizada em San Juan, na Argentina, no início de agosto, ocorreu em um momento particularmente delicado para os países da América do Sul.

A temperatura entre a Colômbia e a Venezuela, em consequência das acusações do ex-presidente Alvaro Uribe sobre a presença das Farc em território venezuelano, subiu a um ponto crítico com mobilização de tropas na fronteira.

Enquanto os problemas institucionais do Mercosul persistem e a desintegração regional se amplia com a crise entre Colômbia e Venezuela, o governo brasileiro parece estar mais preocupado com o conflito no Oriente Médio e em como encontrar uma fórmula para resolver as divergências da comunidade internacional e o Irã, em virtude do controvertido programa nuclear de Teerã.

As críticas do candidato da oposição José Serra ao Mercosul e a suas deficiências institucionais ecoaram fortemente na reunião presidencial.

O ministro Celso Amorim, em entrevista ao jornal “Clarín”, de Buenos Aires, na semana passada, disse que “as criticas ao Mercosul e a possibilidade de seu retorno a uma área de livre comércio significam um grande retrocesso e isso não vai ocorrer porque representa interesses de curto prazo”.

Em resposta indireta a Serra, certamente por inspiração brasileira, os presidentes afirmaram que o Mercosul é um desafio histórico, que compromete a vontade dos seus povos e constitui uma aliança estratégica para enfrentar os desafios do atual contexto internacional.

Coincidência ou não, depois de mais de seis anos, foram finalmente aprovados o Código Aduaneiro do Mercosul e a eliminação da dupla cobrança da Tarifa Externa Comum e a distribuição da renda aduaneira. Embora com prazos dilatados para entrar em plena vigência, os acordos foram sinais positivos.

Os presidentes reconheceram também a necessidade de avanços institucionais, recomendando retoricamente esforços adicionais para fortalecer o Parlamento, o mecanismo de solução de controvérsias e o sistema normativo, a fim de produzir resultados concretos para a integração regional.

O presidente Lula não perdeu a oportunidade para intrigar Serra com os países do Mercosul. Afirmou que “a elite, alguns empresários e políticos consideram perda de tempo a negociação com o Mercosul. Em vez de países pequenos, eles querem negociar com a Alca”, em uma distorcida e equivocada simplificação, que esquece os entendimentos com a União Europeia, aliás sem avanços efetivos até aqui.

Em mais um exemplo da influência da política externa nas negociações comerciais, os países membros assinaram um acordo comercial com o Egito, de pouca relevância do ponto de vista econômico, mas politicamente correto, para fazer contraponto ao já assinado com Israel, e anunciaram a negociação de outros com a Jordânia, a Síria e a Autoridade Palestina.

Continuaram as pressões sobre o Paraguai para aprovar a entrada da Venezuela no Mercosul.

Foram igualmente aprovados nove projetos no valor de US$ 800 milhões para a construção de estrada no Paraguai e a implantação de linhas de transmissão elétrica na Argentina, no Paraguai e no Uruguai, financiados pelo Fundo para a Convergência Estrutural do Mercosul, em larga medida integralizado com recursos financeiros do Brasil.

Durante a última presidência do Mercosul no governo Lula, o Brasil quer discutir os próximos vinte anos do processo de integração, quem sabe acreditando que o PT nesse período estará a frente do governo no Brasil. Na impossibilidade de avanços concretos na área institucional, como evidenciado pelo desrespeito à tarifa externa comum, reconhecido pelo próprio titular do Itamaraty, o Brasil quer promover um esforço adicional para aumentar a visibilidade do Mercosul, para apoiar a participação social e para fazer um balanço sobre os rumos futuros da integração regional. A distância entre a retórica dos governos e a realidade dos fatos continuará aumentando.

Com a recuperação das economias dos países membros, o comércio intraMercosul vai crescer, independentemente da existência do grupo como uma união aduaneira.

A politica externa de Dilma: especulacoes autorizadas...

Dilma, nas pegadas de Lula
Patrícia Campos Mello/ enviada especial, Brasília
O Estado de S. Paulo, 09/08/2010

O projeto da candidata do PT é manter o eixo central da diplomacia lulista, lutando por um espaço nos grandes conflitos

Em uma eventual vitória do PT nas eleições presidenciais, a candidata Dilma Rousseff vai manter as incursões da política externa brasileira em assuntos polêmicos - ela pretende, inclusive, continuar tentando ter uma voz em conflitos como o do Oriente Médio e da questão nuclear iraniana, a exemplo do que fez o presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Estilo à parte, o Brasil alcançou um espaço internacional que é absolutamente compatível com as ideias da Dilma e com sua própria personalidade", disse ao Estado Marco Aurélio Garcia, assessor especial da Presidência para assuntos internacionais e principal formulador do programa de governo da candidata. "Quem não entra em questões espinhosas não pode ser presidente nem do Corinthians." Marco Aurélio é a alma da política externa da petista. O mais cotado para chanceler em um eventual governo Dilma é o atual secretário-geral do Itamaraty, Antonio Patriota.

Dilma encara a diversificação de mercados do governo Lula e aproximação com emergentes como um grande trunfo e pretende mantê-las, se chegar ao Planalto. Segundo Marco Aurélio, a "opção sul-americana" iria se aprofundar - ele vê países como a Venezuela e Colômbia fabricando equipamentos para o pré-sal brasileiro. Rebate as acusações de que o posicionamento do Brasil de não condenar o desrespeito a direitos humanos em países como o Irã e Cuba prejudique a reputação do País: "O Brasil não é uma ONG, que faz denúncias, o Brasil opera em episódios de direitos humanos de forma prática". E mantém vivas as críticas aos EUA: "Se os EUA insistem que temos de nos ocupar da América do Sul e eles se ocupam do mundo, isso não vai acontecer."

Boa parte da visibilidade do Brasil no cenário internacional está ligada ao presidente Lula. Como seria isso em um governo Dilma?

A Dilma é diferente e não pretende ser o Lula de saias. Ela vai ter seu estilo. Lula tem uma prodigiosa intuição, já a Dilma é uma pessoa de formação acadêmica, muito assertiva, firme em suas posições.

O Brasil manterá, se ela for eleita, o high profile de política externa?

Estilo à parte, o Brasil alcançou um espaço e responsabilidades internacionais absolutamente compatíveis com as ideias de Dilma e com a própria personalidade de Dilma.

Dá para ver a Dilma tentando mediar o conflito do Oriente Médio?

Por que não?

O que dá para fazer para melhorar o relacionamento com os EUA? Há ruídos, criados pelas divergências em Honduras, no Irã...

Não fomos nós que criamos ruídos. Se os EUA insistem que nós temos de nos ocupar da América do Sul e eles se ocupam do mundo, evidentemente, isso não vai acontecer. Precisamos ter paciência, vamos ver o que ocorre nas eleições nos EUA. Tivemos relações tão boas com os republicanos...

A química era melhor com o Bush?

Lula não apenas se declarou contra a guerra do Iraque, como começou a fazer uma articulação internacional. Em um tema tão crucial para o Bush, o Brasil soube se diferenciar e mesmo assim manter as relações com eles. O Bush veio aqui duas vezes, qual presidente americano veio duas vezes ao Brasil?

E o Obama não veio, e provavelmente não virá neste ano.

Durante um período não veio porque estava sem embaixador. Nós somos sensíveis às dificuldades que Obama enfrenta.

O presidente Lula ainda está chateado com Obama por causa do episódio do Irã?

O presidente Lula está um pouco decepcionado, porque tem muita estima pelo Obama. E uma grande expectativa.

Houve mudança na política dos EUA para a região?

Pouca. Os EUA deveriam ter sido mais peremptórios em Honduras. Não foram, sofreram pressão forte de conservadores.

Digamos que até o fim do ano, ou daqui a dois, o Ahmadinejad apareça com uma bomba nuclear. Com que cara o Brasil vai ficar?

O Brasil condenará duramente. Mas o Irã não vai aparecer com uma bomba.

Como é que vocês têm certeza?

Os americanos dizem que eles não têm. Nós estamos tentando impedir que eles tenham, e a melhor maneira é falando com eles.

Foi uma vitória para a diplomacia brasileira, apesar de o acordo não ter sido aceito?

Nós propusemos um caminho, que foi desconsiderado pelos EUA de forma brusca, ríspida e inamistosa.

No caso da Dilma, ela entraria também nessas questões espinhosas?

É claro, quem não está disposto a entrar em questões espinhosas não pode ser presidente nem do Corinthians.

Uma crítica da oposição: porque não vamos mediar as papeleiras no Uruguai em vez de um problema no Oriente Médio?

Quisemos mediar o caso das papeleiras, não foi aceita nossa mediação. Mediamos Equador e Colômbia, Venezuela e Equador. Recebemos aqui o Shimon Peres, o Mahmoud Abbas, o Ahmadinejad, o Bashar Al Assad, da Síria, e todos pediam que interviéssemos...

Talvez porque o Brasil evite fazer julgamentos sobre respeito aos direitos humanos?

Não é verdade, temos uma posição objetiva, temos votos no Conselho a ONU...

Mas o Brasil se abstém em votos de condenação ao desrespeito dos direitos humanos.

Essa posição de abstenção é histórica do Itamaraty, vem lá de trás.

E por quê?

Porque não queremos ser seletivos e politizar circunstâncias. As pessoas sabem de muitos países que têm gravíssimos problemas de direitos humanos, mas com os quais os EUA se dão muito bem, como a Colômbia. Os americanos têm complacência com países onde há apedrejamento a mulheres. O Brasil não é uma ONG, que faz denúncias . Ele opera em episódios de direitos humanos de forma prática. Quando há violações, nós agimos.

E na eleição do Irã?

Não sei qual é o problema da eleição do Irã.

Mataram manifestantes e prenderam oposicionistas. Isso não é um problema?

Sim, mas não é problema da eleição.

Mas prenderam membros da oposição...

Fizemos várias "démarches" junto ao Irã.

Lula comparou presos cubanos a presos comuns. Não é hora de ser mais assertivo em relação a direitos humanos em Cuba?

Eu conheço Cuba suficientemente para saber que qualquer declaração assertiva produz efeitos opostos.

E no Conselho de Segurança da ONU, continuamos buscando assento permanente?

Entramos em um período de transição que vai em direção a um mundo multipolar. Temos indícios econômicos e políticos da preeminência do sul sobre o norte. Ibas, BRICs, diálogo Sul-Sul, e episódios como Irã mostram isso. O episódio do Irã foi a entrada na cena internacional de dois personagens que não tinham sido convidados, que entraram com uma proposta importante.

O Brasil deveria fazer isso sempre?

Os países vão fazer normalmente, porque não podemos viver hoje sob a tutela de um sistema mundial que foi criado em 1945 e que hoje não tem mais impacto.

O que o sr. acha de flexibilizar o Mercosul e liberar o Brasil para acordos bilaterais?

Bobagem, porque não são os nossos parceiros que estão nos criando dificuldades. No caso da União Europeia foi a Argentina... Os problemas com a Argentina podem ser completamente resolvidos.

Não é necessário o Brasil se mostrar mais ativo em acordos bilaterais sozinho?

Podemos fazer isso com o Mercosul. O Mercosul não é, ao contrário do que o (candidato do PSDB, José) Serra tem dito, um estorvo. Nessas propostas de o Brasil fazer carreira solo em negociações bilaterais há, no fundo, uma tremenda nostalgia da Alca.

O fato de o Brasil não ter fechado nenhum acordo bilateral, a não ser com Israel, nos últimos anos, não indica problemas?

Capitaneamos um esforço coletivo que seria muito mais abrangente e levamos isso às últimas consequências (a Rodada Doha). Quem barrou? EUA e Índia. Agora a Índia está de acordo, mas os americanos não querem.

Doha continuaria como a grande aposta num próximo governo?

Eu estou cético. Vamos fortalecer uma negociação com a União Europeia.

Quais seriam os ajustes na política externa em um governo Dilma?

Temos de aprofundar a opção pela América do Sul, avançar nos projetos de substituição de importação com presença de capitais brasileiros, na Venezuela, na Bolívia.

Haverá proteção de contratos, para não repetir o problema da Odebrecht no Equador?

O problema da Odebrecht no Equador foi absolutamente isolado e já foi resolvido.

Quais outras maneiras haveria para investir na opção sul-americana?

Com o pré-sal teremos de criar uma gigantesca infraestrutura, que a indústria brasileira sozinha não terá condições de absorver. Será que não podemos ter produção desses componentes em outros países? Tem projetos agora na Venezuela, na Colômbia.

E para essa maior integração funcionar, não teria de ser resolvido o problema do protecionismo argentino?

O protecionismo argentino tem incidência marginal. Essas questões são marginais ante os grandes desafios como: a Venezuela vai se industrializar? E a Bolívia? Vamos nos transformar em um mercado de consumo regional, mais de 300 milhões de consumidores. Cada vez mais empresas investem aqui.

Sim, mas no Brasil. Para a Venezuela, onde há insegurança jurídica, ninguém vai.

O problema da Venezuela é menos de insegurança jurídica. O problema é que o modelo ainda não está plenamente configurado. A Venezuela ainda não rompeu com seu modelo petroleiro.

O vasto olhar da diplomacia lulista - Celso Amorim

No novo mapa do mundo, o País está maior
Celso Amorim
O Estado de S. Paulo, 09/08/2010

Uma boa política externa exige prudência, mas também ousadia. Em oito anos, o Brasil mudou de patamar, diz o chanceler

Há sete anos, quando se falava na necessidade de mudanças na geografia econômica mundial ou se dizia que o Brasil e outros países já deveriam desempenhar papel mais relevante na OMC ou integrar de modo permanente o Conselho de Segurança da ONU, muitos reagiam com ceticismo. O mundo e o Brasil têm mudado a uma velocidade acelerada, e algumas supostas "verdades" do passado vão se rendendo à evidências dos fatos. O diferencial de crescimento econômico em relação ao mundo desenvolvido tornou os países em desenvolvimento atores centrais na economia mundial.

A maior capacidade de articulação Sul-Sul - na OMC, no FMI, na ONU e em novas coalizões, como o BRIC - eleva a voz de países antes relegados a uma posição secundária. Quanto mais os países em desenvolvimento falam e cooperam entre si, mais são ouvidos pelos ricos. A recente crise financeira tornou ainda mais patente o fato de que o mundo não pode mais ser governado por um condomínio de poucos.

O Brasil tem procurado, de forma desassombrada, desempenhar seu papel neste novo quadro. Completados sete anos e meio do governo do Presidente Lula, a visão que se tem do País no exterior é outra. Já não precisamos ouvir os líderes mundiais e a imprensa internacional para sabermos que o Brasil tem um peso cada vez maior na discussão dos principais temas da agenda internacional, de mudança do clima a comércio, de finanças a paz e segurança.

Países como Brasil, China, Índia, África do Sul, Turquia e tantos outros trazem uma maneira nova de olhar os problemas do mundo e contribuem para um novo equilíbrio internacional.

No caso do Brasil, essa mudança de percepção deveu-se, em primeiro lugar, à transformação da realidade econômica, social e política do País. Avanços nos mais variados domínios - do equilíbrio macroeconômico ao resgate da dívida social - tornaram o Brasil mais estável e menos injusto. As qualidades pessoais e o envolvimento direto do presidente Lula com temas internacionais ajudaram a alçar o Brasil à condição de interlocutor indispensável nos principais debates da agenda internacional.

Foi nesse contexto que o Brasil desenvolveu uma política externa abrangente e pró-ativa. Construímos coalizões que foram além das alianças e relações tradicionais, as quais tratamos de manter e aprofundar, como no estabelecimento da Parceria Estratégica com a União Europeia ou do Diálogo de Parceria Global com os Estados Unidos.

O crescimento expressivo de nossas exportações para os países em desenvolvimento e a criação de mecanismos de diálogo e concertação, como a Unasul, o G-20 na OMC, o Fórum IBAS (Índia-Brasil-África do Sul) e o grupo BRIC (Brasil, Rússia, Índia e China) refletiram essa orientação de uma política externa universalista e livre de visões acanhadas sobre o que pode e deve ser a atuação externa do Brasil.

A base dessa nova política externa foi o aprofundamento da integração sul-americana. Um dos grandes ativos de que o Brasil dispõe no cenário internacional é a convivência harmoniosa com sua vizinhança. O governo do presidente Lula empenhou-se, desde o primeiro dia, em integrar o continente sul-americano por meio do comércio, da infraestrutura e do diálogo político.

O Acordo Mercosul-Comunidade Andina criou, na prática, uma zona de livre comércio abrangendo toda a América do Sul. A integração física do continente avançou de forma notável, inclusive com a ligação entre o Atlântico e o Pacífico. Nossos esforços para a criação de uma comunidade sul-americana (CASA) resultaram na fundação de uma nova entidade - a União das Nações Sul-Americanas (Unasul).

Sobre as bases de uma América do Sul mais integrada, o Brasil ajudou a estabelecer mecanismos de diálogo e cooperação com países de outras regiões, fundados na percepção de que a realidade internacional já não comporta a marginalização do mundo em desenvolvimento. A formação do G-20 da OMC, na Reunião Ministerial de Cancún, em 2003, marcou a maioridade dos países do Sul, mudando de forma definitiva o padrão decisório nas negociações comerciais.

O IBAS respondeu aos anseios de concertação entre três grandes democracias multi-étnicas e multiculturais, que têm muito a dizer ao mundo em termos de afirmação da tolerância e de conciliação entre desenvolvimento e democracia. Além da concertação política e da cooperação entre os três países, o IBAS tornou-se um modelo em projetos em favor dos países mais pobres, demonstrando, na prática, que a solidariedade não é um apanágio dos ricos.

Também lançamos as cúpulas dos países sul-americanos com os países africanos (ASA) e com os países árabes (ASPA). Construímos pontes e políticas entre regiões que vivem distantes umas das outras, em que pesem as complementaridades naturais. Essa aproximação política resultou em notáveis avanços nas relações econômicas. O comércio do Brasil com países árabes quadruplicou em sete anos. Com a África, foi multiplicado por cinco e chegou a mais de US$ 26 bilhões, cifra superior à do intercâmbio com parceiros tradicionais como a Alemanha e o Japão.

Essas novas coalizões estão ajudando a mudar o mundo. No campo econômico, a substituição do G-7 pelo G-20 como principal instância de deliberação sobre os rumos da produção e das finanças internacionais é o reconhecimento de que as decisões sobre a economia mundial careciam de legitimidade e eficácia sem a participação dos países emergentes.

Também no campo da segurança internacional, quando o Brasil e a Turquia convenceram o Irã a assumir os compromissos previstos na Declaração de Teerã demonstraram que novas visões e formas de agir são necessárias para lidar com temas antes tratados exclusivamente pelos atuais membros permanentes do Conselho de Segurança da ONU. Apesar dos ciúmes e resistências iniciais a uma iniciativa que nasceu fora do clube fechado das potências nucleares, estamos seguros de que a direção do diálogo ali apontada servirá de base para as negociações futuras e para a eventual solução da questão.

Uma boa política externa exige prudência. Mas exige também ousadia. Não pode fundar-se na timidez ou no complexo de inferioridade. É comum ouvirmos que os países devem atuar de acordo com seus meios, o que é quase uma obviedade. Mas o maior erro é subestimá-los.

Ao longo desses quase oito anos, o Brasil atuou com desassombro e mudou seu lugar no mundo. O Brasil é visto hoje, mesmo pelos críticos eventuais, como um país ao qual cabem responsabilidades crescentes e um papel cada vez mais central nas decisões que afetam os destinos do planeta.

A politica externa de Serra: especulacoes criativas...

Com Serra, uma diplomacia clássica
Patrícia Campos Mello
O Estado de S.Paulo, 09/08/2010

A meta tucana é dar uma guinada, para longe do Irã, de Chávez, de Cuba. E com o comércio gerido por uma SuperCamex, sem o Itamaraty

Rever o Mercosul, afastar-se de países não-democráticos como Cuba, Irã e ditaduras africanas, e abandonar o viés ideológico da política comercial são as linhas-mestras da plataforma de política externa do candidato José Serra (PSDB). Mas o assunto está longe de ter um grande destaque nas propostas de governo dos dois candidatos da oposição.

Mas, segundo apurou o Estado, as diretrizes do tucano vão propor a flexibilização do Mercosul, liberando o Brasil para buscar acordos bilaterais, e a criação de uma SuperCamex, nos moldes do United States Trade Representative (USTR), que daria à política comercial do País status de ministério, subordinado à Presidência. De quebra, seria uma maneira de "despolitizar" a política comercial e acabar com a grande influência do Itamaraty sobre o assunto.

Não existe um núcleo formal dentro da campanha de Serra para debater o assunto, mas há três nomes ouvidos pelo candidato e que apresentam sugestões. Na área de comércio exterior, Rubens Barbosa, ex-embaixador do Brasil em Washington e atual presidente do Conselho Superior de Comércio Exterior da FIESP, e Roberto Giannetti da Fonseca, diretor do Departamento de Relações Internacionais e Comércio Exterior (Derex) da FIESP e ex-secretário executivo da Camex no governo FHC. Para política externa, o mais ouvido é Sérgio Amaral, que foi porta-voz do governo FHC e cotado para ser chanceler em um eventual governo tucano. Xico Graziano, o coordenador do programa de governo de Serra, supervisiona.

Os tucanos minimizam a política de diversificar os destinos de exportação brasileira, uma das grandes bandeiras do governo Lula. Para os petistas, foi essa diversificação que permitiu ao Brasil passar quase incólume pela crise financeira mundial. Os tucanos afirmam que a estratégia seguiu motivos políticos e não trouxe benefícios concretos, pois as vendas para África e Oriente Médio, por exemplo, continuam sendo minúsculas. Uma aposta mais acertada, argumentam, seria aprofundar os acordos na América do Sul, liberar o Brasil para mais acordos bilaterais e intensificar as relações com os EUA.

Na visão dos tucanos, a diplomacia da era Lula associou o Brasil a nações não democráticas, prejudicando seu "soft power" e sua capacidade de liderança global. Serra já afirmou que o líder iraniano Mahmoud Ahmadinejad, integra a "turma de ditadores" da história, como Adolf Hitler e Josef Stalin. "O que ganhamos com essa aproximação? Nada. E perdemos muito em imagem e credibilidade", diz Sérgio Amaral. "Este governo tem a tendência de ver o mundo através de afinidades ideológicas, e nem sempre é assim."

Para Amaral, apostar no G-20 é exemplo de atuação construtiva do Brasil, que deve se aprofundar, enquanto associar-se ao Irã na questão nuclear não é. Os tucanos minimizam o fato de o Brasil ter adquirido um destaque maior no cenário internacional durante o governo Lula. As diretrizes de Serra devem abordar o que a campanha chama de "falso protagonismo" do Brasil, ao se oferecer de mediador de assuntos polêmicos como o conflito do Oriente Médio e a questão nuclear no Irã.

Amaral admite que o carisma do presidente Lula ajudou o Brasil a conseguir mais espaço no cenário internacional, mas entende que os presidentes dos outros países são pragmáticos. "Se o novo presidente, seja quem for, levar adiante políticas que são importantes, será respeitado internacionalmente", diz . Sua avaliação é que o Brasil tem a desempenhar, na América do Sul, um papel que até agora não conseguiu. "Se você não consegue propor uma visão para a América do Sul e atuar em conflitos aqui, como o das papeleiras (conflito entre Uruguai e Argentina por causa de instalação de indústrias de celulose na fronteira), qual é o sentido de tentar resolver o conflito no Oriente Médio?"

A cobrança já foi comentada por José Eduardo Dutra, presidente do PT. "O efeito principal da política externa se dá na economia, nas relações comerciais. Dizia-se que, se a gente não embarcasse na Alca, seria uma tragédia para o Brasil. A Alca já foi sepultada. E qual o resultado de nossa política externa? Até 2002, 60% das exportações brasileiras eram para a União Europeia, Estados Unidos e Japão. Hoje, esses três representam menos de 40%. Tivemos uma diversificação que permitiu um desempenho melhor durante a crise."

Um dos projetos centrais dos tucanos, em um eventual governo Serra, é despolitizar a política comercial - criando uma SuperCamex, órgão com status de ministério dedicado a conduzir a política comercial do País. "Hoje em dia, o Itamaraty tem o controle da política comercial", diz Rubens Barbosa.

"Queremos uma espécie de USTR, subordinado à Presidência, que seria uma Camex fortalecida." Para Barbosa e Roberto Giannetti, a Camex vive relegada a um comando de terceiro escalão. Se fosse promovida a ministério, daria maior prioridade à política comercial. "Os outros ministérios como o da Agricultura e o Itamaraty, precisam se subordinar à Camex para decisões de comércio exterior", diz Barbosa. "Se o Itamaraty, por exemplo, quer um acordo com a Rússia, precisa passar pela Camex." Uma ideia seria o próprio Serra coordenar essa SuperCamex nos primeiros seis meses de governo.

O candidato tucano avalia que o Mercosul tem falhas graves. Define-o como "uma farsa" e "uma barreira para que o Brasil possa fazer acordos comerciais". Não se trata de extingui-lo, avisa Rubens Barbosa, mas de flexibilizá-lo: "Precisamos liberar o País para procurar acordos bilaterais". Hoje em dia, o Mercosul é uma união aduaneira, estrutura que exige concordância de todos os sócios para se fechar um acordo comercial, e uma tarifa externa comum para importação de terceiros países. Giannetti e Barbosa defendem retroceder a um estágio anterior, apenas de livre comércio, liberando os países do bloco para fazer acordos bilaterais.

Essa ideia de flexibilização deverá constar das diretrizes de política externa do programa de Serra. "Nos últimos cinco anos, 100 acordos bilaterais de comércio foram fechados no mundo, mas o Brasil fechou apenas um, com Israel", diz o texto proposto.

Na relação com a Argentina, os tucanos pregam um endurecimento. Esse país, na avaliação de Barbosa, "está desrespeitando regras da Organização Mundial de Comércio (OMC), violando o tratado com as sucessivas medidas protecionistas contra produtos brasileiros". A decisão do governo brasileiro de ceder ao Paraguai na renegociação das tarifas de energia excedente de Itaipu é para ele "outro exemplo da política de generosidade do governo".

Serra também tem feito críticas ao governo do presidente boliviano Evo Morales: os bolivianos, em seu entender, estariam fazendo "corpo mole" em relação ao tráfico de drogas e o governo seria "cúmplice" disso. O governo Lula reagiu com ironias. "Serra está tentando ser o exterminador do futuro da política externa. Já destruiu o Mercosul, quer destruir nosso relacionamento com a Bolívia e já disse que Mahmoud Ahmadinejad é um Hitler", comentou o assessor especial da Presidência Marco Aurélio Garcia.

O melhor caminho, segundo os tucanos, seria aprofundar os acordos existentes na América do Sul, enquanto se buscam novos acordos bilaterais. E Amaral diz que é preciso fazer valer as regras do bloco. "A Argentina impõe barreiras, nós entendemos. A Bolívia se apropria da Petrobrás, o Brasil entende. Não dá para só compreender e tolerar; sendo condescendentes com a violação das regras, nós estamos desfazendo as instituições do bloco", diz o ex-porta-voz de FHC.

A Rodada Doha de negociações comerciais, outra prioridade no governo Lula, poderia ficar de molho em um governo tucano. "No governo Lula, ficaram oito anos preocupados com Doha e descuidaram do resto", ataca Barbosa. "A ideia é esquecer Doha por enquanto e agilizar acordos bilaterais", sugere Amaral. O governo atual, diz ele, orienta-se "por uma realidade ultrapassada, com uma mentalidade pré-fim da Guerra Fria". Um exemplo disso, segundo ele, são as alianças de países de Terceiro Mundo para chegar a mudanças. A China fez outra coisa: "Abandonou essa visão norte e sul e atua em simbiose com os EUA. A Índia também, e foi reconhecida como potência nuclear ao assinar um acordo nuclear com Washington."

Ele também acha que está na hora de o Brasil reativar o relacionamento com os EUA. "Por muito tempo os EUA foram vistos com desconfiança, e com motivo, por causa de suas ingerências em questões financeiras, de comércio e política interna dos países da região", diz. "Mas hoje as circunstâncias são totalmente diferentes. O novo presidente tem uma proposta de não ingerência nos assuntos dos países, de multilateralismo. Ele representa muito do que nós queríamos. Podemos adotar uma política de confiança."

A relação com a Casa Branca, que azedou após divergências no caso de Honduras e do Irã, precisa ser resgatada, acredita a oposição. O Brasil costurou com a Turquia um acordo para troca de combustível nuclear do Irã. Para os EUA, o acordo era insuficiente e ameaçava o consenso necessário à adoção de sanções contra os iranianos no Conselho de Segurança da ONU. A posição do Departamento de Estado era que o Brasil mostrava-se "ingênuo" e estava sendo usado pelo Irã - cujo objetivo, segundo eles, era apenas ganhar tempo. A secretária de Estado americana , Hillary Clinton, anunciou sanções um dia depois de o Itamaraty comemorar o acordo com a Turquia - o que irritou profundamente o governo brasileiro.

Essa decisão deu origem a várias críticas contra o presidente Barack Obama. O governo brasileiro se sentiu traído pela Casa Branca, que não esperou os resultados do acordo mediado pelo Brasil. Lula entendeu que Obama estava dando um tiro no pé ao endurecer contra o Irã. "Não foi uma atitude de quem ganhou o Nobel da Paz", afirmou.

Outra divergência ocorre no caso de Honduras. Os americanos acham que o Brasil tem sido duro demais com o presidente eleito, Porfírio Lobo, e intransigente em sua defesa do líder deposto Manuel Zelaya - o que estaria atrapalhando a reconstrução da estabilidade política dos hondurenhos.

A Casa Branca vê os movimentos do Brasil com reservas. Uma das consequências disso é que a visita de Obama ao País deve ficar para o próximo governo. Amaral resume o impasse: "Não dá para ter uma política de defesa da democracia em Honduras, e uma diferente em Cuba".

Mercosul: dois para cá, um para cá tambem, sempre recuando...

Mercosul, o tango que desafinou
Rubens Barbosa
O Estado de S.Paulo, 09/08/2010

Sucessor de Lula terá de resolver os conflitos e a paralisia deixados por uma diplomacia de partido

A América do Sul é, na retórica oficial, a principal prioridade da política externa do governo Lula e a que também apresenta os maiores problemas. A partir de 2003, as ações diplomáticas do Brasil no continente foram influenciadas pela partidarização da política do Itamaraty. Ao colocar em prática a plataforma do partido no poder, a política externa deixou de ser de Estado e passou a ser do PT.

A diplomacia da generosidade em relação a nossos vizinhos, fato inédito nos anais da diplomacia mundial, é uma das consequências da partidarização. Essa generosidade faz-se presente por causa das afinidades ideológicas e partidárias com Bolívia e com o Paraguai e porque o governo quer preservar sua parceria estratégica com Argentina e Venezuela. O Brasil passou a ter uma atitude reativa às propostas da Venezuela (criação do Banco do Sul) e às políticas comerciais da Argentina (restrições contrárias às regras do Mercosul e da OMC a nossos produtos de exportação).

O precedente da tímida reação à nacionalização das refinarias da Petrobrás na Bolívia, em 2006, serviu de estímulo ao Equador, à Argentina e ao Paraguai, que, sem a menor cerimônia, passaram a se sentir no direito de desrespeitar compromissos assumidos com o Brasil.

O Paraguai, querendo a revisão do Tratado de Itaipu, apresentou uma "pauta de reivindicações" que incluiu a exigência de um "preço justo" para a venda da energia excedente de Itaipu e o cancelamento da dívida contraída pelo Paraguai com a construção da hidrelétrica, sob nosso olhar complacente. Tudo feito sem preocupação com o alto preço a pagar, com os poucos ganhos políticos de nossa parte e sem levar em conta o interesse nacional.

O principal projeto da política externa do governo Lula, o Mercosul, está seriamente abalado e sem perspectiva. Do ponto de vista de uma política externa que seja de fato do interesse do Brasil, a sua preservação, como personalidade jurídica e como um processo mais complexo de integração, deveria ser prioridade do Itamaraty.

O Brasil nada fez para estancar a fragilidade do Mercosul, decorrência do seguido descumprimento do Tratado de Assunção. O Mercosul é hoje uma união aduaneira imperfeita e seus críticos querem que volte a ser área de livre comércio. Caso isso viesse a ocorrer, o desaparecimento da Tarifa Externa Comum poderia, no médio prazo, ser contrário aos interesses da indústria brasileira pela perda das preferências e pela inevitável triangulação, sobretudo com a China.

Os objetivos de longo prazo do Tratado deveriam permanecer. O importante, do ponto de vista do Brasil, é não limitar - como ocorre agora - a margem de manobra na busca de acordos com parceiros comerciais importantes, como a União Europeia e países asiáticos. Essa modificação no Mercosul deveria ser parte de nova estratégia de negociação, mais condizente com os interesses do País. Ao Brasil deve interessar que todos os vizinhos cresçam e prosperem. Como a maior economia da região, o Brasil deveria apoiá-los de forma realista, adequada com esse objetivo. Apesar das resistências, todos os países esperam que o Brasil assuma suas responsabilidades e lidere as propostas de mudanças e de integração regional.

No momento em que a região enfrenta um processo de desintegração política e fragmentação comercial, o Brasil, por não ter claramente definidos seus objetivos, está sem estratégia para promover a integração regional e permanece na defensiva e a reboque dos acontecimentos.

Dentro de uma visão estratégica de médio e longo prazo na região, é do interesse brasileiro:

Reconhecer a prioridade da América do Sul e pautar a atitude em relação aos vizinhos pelos valores defendidos internamente (democracia e direitos humanos) e pelo estrito interesse nacional.

Negociar a ampliação dos acordos bilaterais com todos os países sul-americanos, garantindo aos nossos vizinhos ampla abertura do mercado brasileiro.

Negociar acordos de garantia de investimento para proteger empresas nacionais.

Manter a prioridade do processo de integração regional, com atenção especial a infraestrutura, energia e intercâmbio comercial; e retomar projetos de construção de rodovias e ferrovias de modo a permitir que as exportações de produtos brasileiros para a Ásia saiam a partir de portos do Peru e do Chile, o que é estratégico para nossos interesses comerciais de médio prazo.

Manter o apoio ao Mercosul, como um processo que levará a uma crescente integração comercial dos países do Cone Sul a longo prazo. Para benefício de todos os países-membros, a resolução que determina que os membros do Mercosul negociem acordos comerciais com uma única voz deveria ser flexibilizada para permitir que cada país possa negociar individualmente sua lista de produtos. Deveria ser feita uma avaliação objetiva sobre a entrada da Venezuela no Mercosul.

Reexaminar a melhor forma de participação do Brasil nas recém-criadas instituições sul-americanas (Unasul, Celalc, Conselho de Defesa).

O crescente peso econômico do Brasil na América do Sul e no contexto global, além da intensa participação nos temas globais e no grupo dos BRIC exigirão respostas rápidas e transparentes aos desafios do novo quadro político na região. Caso a economia continue a crescer a altas taxas de maneira sustentável, a América do Sul e o Mercosul ficarão pequenos para o Brasil.

Ao contrário da percepção oficial, a política externa brasileira na América do Sul é uma bomba de efeito retardado que o atual governo deixará para seu sucessor.

Relacoes Brasil-EUA: as consequencias sempre vem depois...

Em busca do norte perdido
Paulo Sotero
O Estado de S. Paulo, 09/08/2010

As opções do atual governo, principalmente a aproximação com o Irã, esfriaram as relações com os EUA

O vencedor ou vencedora das urnas de outubro herdará, na relação com os Estados Unidos, um ambiente envenenado pelas consequências da trombada entre Brasília e Washington na questão do programa nuclear do Irã e outros desencontros nos últimos dois anos. O ressentimento deixado pelo episódio iraniano é intenso, mútuo e extravasou para áreas além do controle dos diplomatas, o que deve complicar o indispensável trabalho de reconstrução da confiança entre os dois governos.

Entre altos funcionários e pessoas que acompanham de perto as relações bilaterais fala-se em uma "great anger", algo entre uma "grande irritação" e "enorme raiva". "Eu não teria previsto, no início do ano passado, o quadro negativo com que hoje nos deparamos", disse um funcionário.

No Departamento de Estado, na Casa Branca e em outras áreas do executivo e do Congresso norte-americanos, a interpretação que Brasília deu aos fatos e o vazamento de uma carta que o presidente Barack Obama enviou a seu colega brasileiro foram tomados como "má fé" de um governo que pisou na bola, ignorou o que ouviu de Washington em repetidas consultas, calculou errado a posição de outros países e acabou isolado não apenas de parceiros tradicionais do Brasil, mas também de novos aliados, como China e Rússia.

"A Rússia e a China votaram contra o Irã não porque acreditam nas sanções, mas porque valorizam sua relação com os Estados Unidos e sabiam da importância que a decisão tinha para o presidente Obama", diz uma alta fonte oficial de Washington.

De acordo com a fonte, o voto do Brasil contra as sanções impediu a Turquia de abster-se, como o governo de Ancara gostaria de ter feito - segundo fontes suas teriam feito saber a Washington -, e agravou o dano causado pelo clima de celebração da assinatura do acordo em Teerã, no dia 17 de maio. O prejuízo estende-se à mídia, onde Lula começa a ser tratado com hostilidade, e ao Congresso. Para assessores parlamentares, o episódio alienou simpatizantes e gerou uma predisposição hostil ao Brasil que antes não havia e será agora mobilizada pelo influente lobby pró-Israel e por grupos protecionistas contra iniciativas de interesse do País.

O clima ficou tão carregado que recentemente diplomatas americanos acharam necessário mobilizar amigos influentes em Washington para evitar declarações ou gestos que pudessem aumentar o estrago.

O ressentimento é mútuo. Há, no Planalto, forte zanga diante do que foi interpretado como um ato de sabotagem diplomática da secretária de Estado Hillary Clinton ao acordo que Brasil e Turquia negociaram com o Irã. O sentimento foi expresso pelo próprio presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quando recebeu o secretário geral das Nações Unidas, Ban Ki-moon, em maio, dias depois de o Conselho de Segurança da ONU ter apoiado a posição americana e imposto novas sanções econômicas contra Teerã. Segundo uma testemunha, Lula disse sentir-se "traído" por Obama, a quem julgava estar ajudando ao interceder junto aos iranianos numa missão de alto risco.

Figuras insuspeitas em Washington, como o ex-embaixador Thomas Pickering e o ex-chefe das inspeções da Agência International de Energia Atômica, David Kay, criticaram a pressa da administração Obama em ir adiante com as sanções em vez de tentar usar os esforços do Brasil e da Turquia para buscar uma solução com o Irã.

A disposição dos EUA a um diálogo com o Irã, admitida há dias por Washington, pode aliviar o mal-estar com Brasília e Ancara, mas tem premissa que Teerã quer conversar porque as sanções estão surtindo efeito e é preciso, portanto, manter a pressão.

"A eleição presidencial de outubro abre uma oportunidade natural para se fazer uma reavaliação nos dois países e reconduzir o diálogo a um patamar produtivo", disse uma alta fonte diplomática. "Daqui até lá, é importante evitar duas coisas: que se conclua, em Washington, que o Brasil não é um aliado confiável, e , em Brasília, que a diplomacia americana está interessada apenas em afirmar o poder dos Estados Unidos e negar ao Brasil o espaço que o país conquistou na cena internacional."

No entanto, a retomada do diálogo de alto nível iniciado pelos presidentes FHC e Bill Clinton nos anos 90, que Lula manteve com George W. Bush e ensaiou com Obama, depende agora de fatores imponderáveis. Em tese, a eleição de José Serra desanuviaria o ambiente mais rapidamente. O candidato tucano condenou publicamente o abraço de Lula ao governo iraniano de Mahmoud Ahmadinejad.

Em caso de vitória de Dilma Rousseff, a dúvida é se ela adotará uma estratégia externa pragmática, que busque fortalecer a agenda econômica e revalorizar as relações com os EUA ou se abraçará a diplomacia ideológica dos últimos dois anos. A resolução negociada da questão do algodão, depois do episódio iraniano, evitou a imposição de retaliações comerciais aos EUA e mostrou que prevalece em Brasília e Washington o reconhecimento de que há interesses econômicos e uma relação importante a preservar.

Promover a cooperação bilateral com vistas a resultados mutuamente vantajosos foi a ênfase da Cúpula de Altos Executivos de Empresas dos dois países realizada em meados de julho em Denver, Colorado. O presidente do BNDES, Luciano Coutinho, nome forte para a Fazenda num governo Dilma, enfatizou a importância da cooperação com os EUA do pragmatismo nas decisões econômicas internacionais em encontro que teve na Casa Branca, em conversas reservadas com executivos e acadêmicos e em palestra pública que fez no Wilson Center, durante viagem a Washington, no mês passado.

A falta de traquejo internacional de Dilma alimenta, porém, dúvidas se ela, uma vez no poder, optará por agradar a militância do Partido dos Trabalhadores e abandonará os traços de pragmatismo remanescentes na política externa.

Somem-se a isso as incertezas geradas pela fragilidade da recuperação econômica dos Estados Unidos e pelas crescentes dificuldades políticas do governo Obama. As pesquisas apontam para a derrota do Partido Democrata nas eleições legislativas de novembro e perspectivas incertas de reeleição de Obama em 2012.

A consequência provável é que, nos próximos dois anos, a administração norte-americana estará voltado para dentro. Isso, a má vontade mútua criada pelo episódio iraniano e a possibilidade de nova colisão com Washington a respeito dos Andes desaconselham grandes expectativas nas relações bilaterais.

Isso também é custo Brasil: a incompetencia do governo...

Alguns dos leitores habituais, ou visitantes ocasionais, sabendo da minha condição profissional, estranham e até escrevem isso (nem sempre publico tudo o que recebo), que este blog seja tão crítico de determinadas medidas governamentais, tão cáustico contra figuras públicas, tão cético quanto à suposta capacidade do Estado -- qualquer Estado, mas este em particular -- em fazer o "bem".
Bem, não tenho por que prestar contas a qualquer pessoa. Eu me considero um cidadão livre, uma consciência autônoma, uma cérebro independente, que costuma pensar por sua própria conta, reagindo apenas como cidadão ativamente interessado nas coisas públicas -- ou seja, as que dizem respeito às formas e condições sob as quais são gastas o dinheiro que o Estado arranca de mim, contra a minha vontade, pois tem certas coisas que não se justificam, quando o Estado não prestou nenhum serviço e ainda assim recolhe um terço do que eu ganho, por exemplo -- e que portanto tenho sempre algo a dizer com respeito a assuntos de interesse público, ou coletivo.
A incompetência do governo, por exemplo, deste governo em particular, é algo acintoso, manifesto, despudoradamente claro, cristalino, e não tenho porque esconder minha opinião a esse respeito.
Aos que acham que eu deveria me conter, visto que recebo meu salário do Estado, eu diria o seguinte:
1) recebo salário como funcionário do Estado, não como servo do governo, sobretudo de um governo que pouco faz para merecer o respeito dos cidadãos;
2) não costumo depositar o cérebro na portaria quando vou trabalhar, nem alugo minha consciência para ninguém, assim como não vendo meu voto contra benefícios materiais;
3) não é o governo, ou sequer o Estado que me paga; é a coletividade, pois o governo não produz rigorosamente nada -- a rigor, só déficit público -- e recolhe dos cidadãos e das empresas todos os recursos que ele usa (mal) para contratar serviços ou pagar seus funcionários (desigualmente, escandalosamente desigualmente);
4) não tenho por que exercer auto-censura, sendo que vivo em democracia e tenho o direito (talvez até o dever, já que vivemos em tempos bárbaros) de expressar o que penso; quem se sentir atacado, que me processe.

Dito isto, vamos ao que interessa: restabelecer a verdade sobre fatos simples da vida, que no entanto se escondem no manto da propaganda governamental e das mentiras que são assacadas todos os dias contra as evidências mais gritantes.
Por fim: considero este blog um serviço de utilidade pública. Quem lê e encontra o que gosta, muito bem, pode ficar satisfeito e nem precisa agradecer.
Quem também lê e não gosta, não dou a mínima; se quiser comentar o conteúdo, sinta-se à vontade; se desejar atirar sobre o pianista, recolha suas armas: não pretendo iniciar uma enésima discussão sobre o mensageiro. Mensagens e comentários apenas sobre a substância.
Quem tem a "mente cativa", como diria um poeta polonês, não deve gostar desse blog. Lamento pelas mentes cativas, mas a minha continua leve, livre e solta...
Paulo Roberto de Almeida

A incompetencia gerencial explícita do governo Lula
Editorial do Estado de S.Paulo, 10.08.2010

O governo Lula deixará a seu sucessor uma conta de restos a pagar no valor de R$ 90 bilhões, segundo estimativa de técnicos do governo divulgada no Estado de domingo. Essa conta tem crescido ano a ano, de acordo com a candidata petista à Presidência da República, Dilma Rousseff, porque a atual administração aumentou os investimentos públicos. Mas a explicação esconde a verdade. A transferência de pagamentos de um ano para outro tem aumentado seguidamente porque o governo federal tem sido incapaz de investir as verbas autorizadas no Orçamento-Geral da União (OGU).

Neste ano, até 5 de agosto, o governo federal desembolsou R$ 23,4 bilhões para investimentos custeados pelo Tesouro. Isso representa apenas 34,3% da verba de R$ 68,2 bilhões autorizada no orçamento, embora mais de metade do exercício já tenha transcorrido. Mas só R$ 7,5 bilhões foram pagos com recursos previstos para 2010. Os demais R$ 15,9 bilhões correspondem a restos a pagar de exercícios anteriores. Só na rubrica investimentos ainda há restos a pagar de R$ 33,7 bilhões. Para todos os tipos de despesas, a parcela relativa a restos chega a R$ 58,8 bilhões, de acordo com o último balanço divulgado pela ONG Contas Abertas, especializada no acompanhamento e na análise das finanças públicas.

De janeiro até o começo de agosto, portanto, a liquidação de restos a pagar foi pouco mais que o dobro dos pagamentos custeados com dinheiro previsto na programação de 2010.

Despesas são inscritas como restos a pagar quando são empenhadas num exercício e não liquidadas até 31 de dezembro. Alguma transferência desse tipo é normal, porque nem todos os gastos contratados num ano são pagáveis até dezembro. Mas esse tipo de operação contábil aumentou nos últimos sete anos, especialmente depois de lançado o primeiro Programa de Aceleração do Crescimento (PAC).

Isso não torna verdadeira a explicação da ex-ministra e candidata Dilma Rousseff. As verbas inscritas no OGU para cada exercício devem corresponder - é razoável supor - ao andamento estimado das obras e compras de equipamentos. Mas a experiência tem desmentido repetidamente essa suposição.

O investimento esperado simplesmente não se realiza porque o governo está despreparado para elaborar projetos e para administrar sua execução. Muitos projetos empacam na avaliação de seus efeitos ambientais, seja por defeito de elaboração, seja porque os órgãos de licenciamento cumprem mal a sua tarefa. Alguns são brecados pelo Tribunal de Contas da União (TCU), por defeitos técnicos na parte financeira ou por falhas em licitações.

Em muitos casos, tudo se passa como se os projetos fossem preparados por funcionários desinformados das normas financeiras aplicáveis à administração pública. Em vez de cobrar maior cuidado no desenho de projetos e nas licitações, o presidente Luiz Inácio Lula da Silva protestou mais de uma vez contra o TCU, como se esse órgão fosse um entrave à realização dos investimentos públicos.

A incapacidade do governo para elaborar e executar projetos foi agravada pelo aparelhamento da administração federal, em todos os seus níveis. Exemplos de gestão deficiente ocorrem tanto na administração direta como na indireta.

O chamado PAC orçamentário é um fracasso bem conhecido. O PAC das estatais só avançou parcialmente - o Grupo Petrobrás tem sido responsável por cerca de 90% do valor investido. Nos demais setores os projetos foram tocados com muito menos eficiência. No conjunto só foram investidos, em três anos, 63% dos R$ 638 bilhões programados para 2008-2010.

Isso não impediu o presidente Luiz Inácio Lula da Silva de lançar o PAC 2, com um total previsto de R$ 1,6 trilhão de investimentos a partir de 2011. Para avançar nessa direção, o governo precisará, antes de mais nada, tirar o atraso do primeiro PAC.

No caso da administração direta, a herança para o próximo governo é facilmente previsível: restos a pagar estimados em R$ 90 bilhões - na maior parte por causa de investimentos em atraso - e um orçamento cada vez mais inflexível e sobrecarregado de gastos de custeio. A moldura desse quadro é uma notável incapacidade gerencial.