sábado, 22 de setembro de 2012

Paraguai e Mercosul: cronica de uma violacao da legalidade - Sixto Portela

Um jurista que também acredita que a decisão de suspender o Paraguai do Mercosul foi eivada de ilegalidades por parte dos três países que a tomaram.
Eu diria que a decisão foi totalmente ilegal, e passível de contestação jurídica. O que infelizmente não vai ocorrer, pois os dois grandes têm atuado mais politicamente do que legalmente.
Paulo Roberto de Almeida 
  
Paraguay y Mercosur
Sixto Portela*
Mercosur ABC, 21/9/2012

Al suscribir el Protocolo de Ushuaia del MERCOSUR, los países integrantes de ese Acuerdo establecieron, en el artículo 4º, que, en caso de ruptura del orden democrático en uno de ellos, “los demás Estados Partes promoverán las consultas pertinentes entre sí y con el Estado afectado”, agregando que, “cuando las consultas… resultaren infructuosas, los demás Estados Partes del presente Protocolo, en el ámbito específico de los Acuerdos de integración vigentes entre ellos, considerarán la naturaleza y el alcance de las medidas a aplicar, teniendo en cuenta la gravedad de la situación existente”.

Esas medidas podrían abarcar “desde la suspensión del derecho a participar en los distintos órganos de los respectivos procesos de integración, hasta la suspensión de los derechos y obligaciones
emergentes de esos procesos (artículo 5º)”.

Producida la separación de su cargo del presidente Fernando Lugo por parte del Poder Legislativo paraguayo, en la reunión de presidentes del MERCOSUR realizada en la ciudad de Mendoza el 29 de junio de 2012 se decidió, sobre tablas y sin debate, suspender al Paraguay en su condición de miembro de aquel Acuerdo, aunque sin afectar sus derechos económicos y financieros, obviándose toda consulta con el “Estado afectado”.

Este hecho pone dudas respecto de la licitud de la decisión adoptada, tanto por la falta de consulta, requisito esencial exigido por la norma comunitaria que se aplicó, como también porque, en apariencia, se habría tomado aquélla sin conocer cabalmente los hechos y, en especial, las normas jurídicas, que llevaron al Poder Legislativo paraguayo a remover al titular del Poder Ejecutivo.

Ocurre que la Constitución de la República del Paraguay promulgada el 20 de junio de 1992 establece, en el primer párrafo de su artículo 3:

“El pueblo ejerce el Poder Público por medio del sufragio. El gobierno es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial en un sistema de separación, equilibrio, coordinación y recíproco control.”

La norma constitucional consagra así la obligación, para los tres poderes republicanos, de controlar recíprocamente el ejercicio que cada uno de ellos hace de sus facultades; y no cabe duda alguna que ese control tiene sus raíces en los antecedentes del Paraguay, y de nuestros países suramericanos en general, generosos en ejemplos de déspotas dispuestos a saltar toda valla y recurrir a cualquier argucia para acceder y permanecer en el ejercicio del poder. Esto es, las mismas raíces que dice rechazar el Protocolo de Ushuaia.

A aquella norma, de singular interés jurídico, la acompaña una estructura específica de aplicación.

En ese aspecto las facultades del Poder Legislativo comprenden, según el extenso artículo 195 de la citada Constitución, la de investigación a todas las ramas del gobierno: “… Ambas Cámaras del Congreso podrán constituir comisiones conjuntas de investigación sobre cualquier asunto de interés público, así como sobre la conducta de sus miembros…”.

Pero esa facultad no es absoluta; el articulo contiene un reparo respecto del Poder Ejecutivo, que ampara el funcionamiento del propio sistema de Gobierno: “El Presidente de la República, el Vicepresidente,… no podrán ser investigados…”.

Significa esto que ellos pueden permanecer impunes hasta el fin de sus mandatos? Esta solución no sería adecuada, ni siquiera en una Constitución como la del Paraguay, envidiable también por establecer en su artículo 229 que:

“El Presidente de la República y el Vicepresidente durarán cinco años improrrogables en el ejercicio de sus funciones… No podrán ser reelectos en ningún caso. El Vicepresidente sólo podrá ser electo Presidente para el período posterior si hubiese cesado en su cargo seis meses antes de los comicios generales. Quien haya ejercido la presidencia por más de doce meses no podrá ser electo Vicepresidente de la República”.

Como la impunidad hasta el fin del mandato no se adecuaría con el bien común, y tampoco lo haría la apertura de una investigación con debate prolongado sobre la idoneidad del servidor público, establece la Constitución el juicio político, proceso aplicado en el caso del ex presidente Fernando Lugo.

Dice el artículo 225 de aquella Constitución, que regula el Juicio Político:

“El Presidente de la República, el Vicepresidente, los ministros del Poder Ejecutivo, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República, el Subcontralor y los integrantes del Tribunal Superior de Justicia Electoral, sólo podrán ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones*, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos, o por delitos comunes.”

“La acusación será formulada por la Cámara de Diputados, por mayoría de dos tercios. Corresponderá a la Cámara de Senadores, por mayoría absoluta de dos tercios, juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara de Diputados y, en caso, declararlos culpables, al sólo efecto de
separarlos de sus cargos.* En los casos de supuesta comisión de delitos, se pasarán los antecedentes a la justicia ordinaria.”

El artículo no prevé plazo ni procedimiento alguno para que las Cámaras se expidan; sólo requiere que el juicio sea público, exigencia que protege el conocimiento que debe tener el pueblo de la existencia del proceso y de su motivación, pero evitándose el peligro, como indiqué, de que un conflicto prolongado haga que la nación caiga en el desgobierno y el caos, como experimentamos los argentinos hace una década.

A aquello se agrega que el ex presidente Lugo, mostrando más respeto por su Constitución que los alarmados presidentes extranjeros reunidos en Mendoza, admitió rápidamente la decisión del Poder Legislativo, manifestando ante los medios de comunicación que recurriría a la justicia.

Fuera de la situación particular planteada, debemos fijar nuestra atención en ese artículo 225, que constituye una muy interesante aproximación, hecha en una democracia con estructura presidencialista, a la institución de la “pérdida de confianza” existente en las democracias
parlamentarias, por lo que su aplicación práctica lo convierte en un antecedente político y doctrinario del mayor interés.

En el caso del presidente Fernando Lugo, la Cámara de Diputados decidió que era pasible de ser imputado por mal desempeño de sus funciones, considerando tal lo actuado respecto de una refriega por toma de campos, entre campesinos y policías, con un saldo de muertes en ambos bandos.
Aquella Cámara confirmó la imputación a Fernando Lugo por 73 votos contra 1 y 2 ausentes; y la Cámara de Senadores lo consideró culpable por 39 votos contra 4 y 2 ausentes, excediéndose en ambos casos los porcentajes exigidos por la Constitución. Como correspondía, reemplazó de inmediato al presidente Lugo su vicepresidente.

El ex presidente Lugo no objetó el procedimiento aplicado, está libre, su actuación podrá o no ser investigada, e incluso nada obsta a su anunciada presentación espontánea ante la justicia para que ella decida sobre la existencia o inexistencia de su mal desempeño.

En tanto, avanzando en el retorno a la normalidad constitucional, el legítimo gobierno del Paraguay acaba de convocar a elecciones generales y departamentales para el 21 de abril de 2013.

* Abogado, con postgrados en Geopolítica, Análisis Estratégico y Estrategia, en la Escuela Superior de Guerra del Ejército Argentino, y en Política y Administración Aduanera, en la Fundación Getúlio Vargas de Río de Janeiro. info.maertens@gmail.com

O governo, as contas nacionais e os impostos: esperteza ou maracutaia?

O governo não é bobo, disso sabemos, embora alguns políticos e outros tantos tecnocratas possam ser idiotas, a ponto de ignorar certos preceitos básicos da economia política, e produzirem uma situação sub-ótima do ponto de vista do crescimento econômico e da produtividade microeconômica. Refiro-me, por exemplo, ao extremo intervencionismo governamental, que leva a uma super-extração de recursos dos agentes primários de criação de renda e riqueza -- empresários e trabalhadores -- para os cofres do próprio Estado, de onde esses recursos saem para suas destinações respectivas: muito com o próprio Estado e seus mandarins privilegiadas (nos três poderes, com predominância do Judiciário e do Legislativo), pouco para investimentos, muitas transferências para as unidades subfederadas (com irracionalidades diversas nos programas) e todo um arsenal de políticas setoriais (dirigidas essencialmente para os mais espertos dos espertos, banqueiros, industriais, universitários), e com os mais pobres (aqui criando um exército de assistidos que é também um curral eleitoral).
Em 2005, o governo já tinha efetuado uma revisão das contas públicas, dando maior peso ao item serviços na economia e assim produzindo o "efeito mágico" de um crescimento no PIB de mais de 10% (o que permitiu, inclusive, uma redução proporcional, e artificial, da dívida pública sobre o PIB e, sobretudo, da carga fiscal, que de outro modo já se aproximaria dos 40% hoje, se medida na série antiga).
Agora o governo pretende fazer, e vai fazer, nova revisão das contas públicas, retirando certos itens da categoria serviços e alocando para a categoria indústria. Não creio que seja justificado, por exemplo, colocar limpeza, segurança e atendimento telefônico -- QUE SÃO SERVIÇOS! -- como atividades industriais. Creio que uma das consequências disso -- e aí reside a "experteza" dos burocratas governamentais -- é a tonificação do setor industrial, que anda esquálido, coitadinho, e já alimenta todo um debate sobre a "desindustrialização" do Brasil.
Acredito que o debate é falho e que essa desindustrialização é em grande medida fantasmagórica, mas é um fato que muitas indústrias tem sido levadas a se extinguir, e  unidades a fecharem, no Brasil, uma vez que o país se tornou muito caro e as unidades simplesmente não são e não mais podem ser competitivas, sobretudo e principalmente devido ao chamado custo Brasil, com destaque para a carga tributária, justamente.
Isso o governo reluta em admitir, e como bom stalinista industrial, o governo dos companheiros não quer passar à História e ser acusado de ter sido o responsável pela desindustrialização do país.
Enfim, este é um argumento poderoso, mas acredito que exista outro, ainda mais poderoso -- e talvez o único que justifica essa reclassificação esdrúxula -- que é o deslocamento de bases tributárias. Ao reclassificar essas "indústrias" -- que SÃO SERVIÇOS, repito -- o governo federal retira da esfera da cobrança de ISS, que são MUNICIPAIS, uma faixa ampla, e crescente, de atividades, que passam a recolher tributos INDUSTRIAIS para o governo central.
Vocês já repararam que cada vez que o governo precisa fazer "sacrifícios", ele o faz com o dinheiro dos outros? 
1) Crise das montadoras automobilisticas? Redução do IPI, que é um imposto dividido com Estados e municípios...
2) Excesso de recolhimentos laborais? Redução dos tributos para o INSS e criação de uma taxa (obviamente federal) sobre o faturamento...
3) Perda da CPMF? Sem problemas: criação de um IOF equivalente, e que o governo federal manipula a seu bel prazer, sem ter de passar pelo Congresso.

"Experto" esse governo, não é mesmo? Acho que ele acaba de fazer o mesmo com essa revisão das contas do IBGE, especialmente desenhada para "engordar" o PIB industrial e "engordar" as receitas federais.
Assim vai o Brasil...
Paulo Roberto de Almeida 


Revisão das contas do PIB

O Estado de S.Paulo, 19 de setembro de 2012 | 20h00
Celso Ming
O Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE) confirmou nesta quarta-feira que prepara revisão metodológica das Contas Nacionais (as que calculam as contas do PIB). Os estudos deverão ser finalizados e adotados em 2014, mas serão retroativos até aos números de 2010.
Espera o governo que a novidade aumente a participação da indústria e do investimento (Formação Bruta de Capital Fixo) na renda nacional (PIB). Desde já, admitem os técnicos do IBGE, atividades terceirizadas pela indústria – como limpeza, segurança e acompanhamento telefônico (call centers), hoje entendidas como serviço – serão lançadas como atividade industrial. E desembolsos com Pesquisa e Desenvolvimento (P&D) e software (programas de computador), como investimento.
Em princípio, se forem exclusivamente técnicas, não há nada de errado nessas alterações. Ao contrário, é recomendável que as mensurações da atividade econômica incorporem padrões internacionais para que sejam passíveis de comparação. Em 2001, por exemplo, o IBGE passou a trabalhar com critérios bem mais próximos dos aceitos nas grandes economias para as medições da evolução do mercado de trabalho. Essa metodologia chegou a ser criticada por assumir como emprego atividades que, na verdade, podem não passar de subemprego ou de emprego disfarçado. No entanto, essa incorporação metodológica tornou mais realistas as comparações com o que acontece no resto do mundo.
O que é sempre condenável é a manipulação estatística com objetivo de evitar repasses de recursos, prática que, felizmente, não faz parte do DNA do IBGE, uma instituição de credibilidade. Mudanças que eventualmente expandissem a participação da indústria no PIB nacional e que reduzissem a de serviços poderiam até abafar reiteradas denúncias de desindustrialização do Brasil, mas não alterariam significativamente a renda do setor. O mesmo se pode dizer do investimento. Parece bem mais consistente que despesas com software ou com tecnologia da informação sejam classificadas como investimento. No entanto, o que importa aqui é a capacidade de produzir renda (crescimento potencial), algo que, a rigor, não crescerá com meras variações de metodologia.
O governo do PT, no entanto, já chegou a apelar para mudanças conceituais oportunistas quando se viu apertado para cumprir certas metas, como no caso do superávit primário (que é a sobra da arrecadação para o pagamento da dívida). Aconteceu em 2010: algumas despesas de empresas públicas foram classificadas como investimento e puxaram para baixo a meta de 3,1% do PIB.
Mas, se também essa é somente uma questão puramente técnica, cabe perguntar por qual motivo o IBGE não tomou a iniciativa de adotá-la e precisou que o governo o pressionasse a dar esse passo. Vale questionar, também, se o governo faria questão dessa revisão se, em vez de aumentar a participação da indústria e do investimento, fosse produzido o efeito oposto.
E é necessário examinar eventuais implicações tributárias. Se atividades terceirizadas de faxina, de segurança e de atendimento por telefone ou pela internet vierem a ser identificadas como industriais, pode se tonar inevitável que mude também o fato gerador do tributo cobrado no setor de serviços e, nessas condições, os municípios poderiam perder arrecadação.
CONFIRA
Os preços do petróleo afundaram nesta quarta-feira quase 4%, em consequência da divulgação de estoques americanos mais altos do que os esperados.
O que atrapalha mais? O ministro de Minas e Energia, Edison Lobão, garante que as novas licitações para exploração de petróleo e gás dependem da aprovação do projeto de lei dos royalties. Difícil saber o que pode atrapalhar mais: se a não aprovação do projeto, que impediria as licitações e o aumento de produção; ou se a falta de licitações e a queda de produção, que prejudicariam a distribuição dos royalties.

Que tal acabar com algumas mordomias, no Brasil? - Fabio Giambiagi

Na verdade, o autor não pretende acabar com nenhuma mordomia (até deveria, no caso dos funcionários públicos). Apenas chamar a atenção para alguns desenvolvimentos demográficos dramáticos...
Paulo Roberto de Almeida 


Contrarreforma na Previdência (I)

O Estado de S.Paulo, 22 de setembro de 2012
FABIO GIAMBIAGI -ECONOMISTA; AUTOR DE REFORMA DA PREVIDÊNCIA, (ED. CAMPUS)
Em minhas palestras gosto de perguntar à plateia qual foi a notícia de 2008 com maior impacto para a vida futura de nossos filhos. Invariavelmente, a resposta é: "A crise financeira". Porém, no dia em que os historiadores, daqui a 50 anos, se debruçarem sobre o período, talvez a crise de 2008 seja no Brasil apenas uma nota de rodapé. Ao mesmo tempo, o fato que - disparado - foi a novidade mais importante de 2008 para os brasileiros foi solenemente ignorado por todos: imprensa, governo, opinião pública e o (frequentemente míope) mercado. Refiro-me à revisão da projeção populacional feita pelo IBGE naquele ano.
Nas palestras costumo chocar a plateia com um slide em que está escrito "o dia em que desapareceram 45 milhões de brasileiros", seguido de outro que diz "e ninguém falou uma palavra". Nada no Brasil terá sido mais relevante para definir o contexto em que nossos filhos vão viver nas próximas quatro décadas do que as informações que o IBGE nos trouxe naquela ocasião.
A instituição, que a cada quatro ou cinco anos tem feito revisões da projeção populacional até o ano de 2050 - antecedidas pelas revisões de 2000 e 2004 -, informou que:
A população brasileira, que na revisão de 2004 se imaginava que aumentaria até 2050, passaria a diminuir a partir de 2040;
a população total estimada para 2050, que em 2004 tinha sido prevista em 260 milhões de pessoas, alcançaria naquela data, pela revisão de 2008, na verdade, 45 milhões de pessoas a menos;
e a população de 15 a 59 anos, que na revisão de 2004 se supunha que cresceria até 2040 para cair depois, a rigor, pela nova revisão, começaria a declinar já em 2028.
Vamos recapitular o quadro em perspectiva um dia antes que o IBGE apresentasse sua revisão no ano de 2008. Até então o IBGE, em função da revisão de 2004, informava que:
A proporção de pessoas com 60 anos e mais de idade, prevista para 10% do total em 2010, aumentaria até 25% do total em 2050;
e a população com idades de 15 a 59 anos aumentaria anualmente 0,5% entre 2010 e 2050.
Tal quadro já era preocupante. Pois bem, não bastasse isso, o IBGE, em 2008 informou que, na verdade:
A proporção de pessoas com 60 anos e mais de idade aumentaria não até 25%, e sim até 30% do total em 2050;
e a população com idades de 15 a 59 anos não aumentaria 0,5 % ao ano, mas, ao contrário, encolheria em termos absolutos entre 2010 e 2050.
A mudança ocorrida entre 2004 e 2008 dava sequência a um fenômeno já observado na passagem da revisão de 2000 para a de 2004: a mudança progressiva do quadro de envelhecimento da população - a proporção crescente de idosos em perspectiva era maior na revisão de 2004 que na de 2000 e foi novamente maior para cada ano na revisão de 2008 que na de 2004.
O número de pessoas com 60 anos e mais para cada 100 pessoas no grupo etário de 15 a 59 anos, previsto para 2050, passou de 38, na revisão de 2000, para 43, na revisão de 2008 e, finalmente, para 52, na revisão de 2008.
Na revisão de 2008 o IBGE nos informou, então, que a população total do Brasil alcançaria um máximo de 219 milhões de pessoas em 2039, passando a declinar posteriormente; e que a população de 15 a 59 anos atingiria um máximo em 2027, caindo depois.
A maioria dos países, defrontados com uma realidade em perspectiva tão desafiadora como essa, teria acionado todos os sinais de alerta, começando a enfrentar a difícil tarefa de explicar à população que as regras de aposentadoria estabelecidas para uma realidade que estava ficando para trás teriam de ser revistas, não apenas porque a realidade estava mudando, mas também porque essa mudança se estava processando num ritmo mais intenso do que o originalmente previsto.
Já o Brasil, porém, preferiu exercitar o seu "lado grego", lembrando o velho tango argentino que diz que vos interpretás las cosas al revés. Não só manteve as regras de aposentadoria intactas, perpetuando o regime surrealista que permite, por exemplo, que as mulheres se aposentem por tempo de contribuição pelo INSS com 30 anos de serviço, em média, aos 52 anos de idade, quando têm a expectativa de viver mais 30 anos, como também aumentou o valor médio da aposentadoria, incrementando o valor real de duas em cada três aposentadorias a uma média de 5% ao ano entre 2008 e 2012.
Defrontada com a crise, recentemente a Grécia fez o impensável: reduziu o valor das aposentadorias - algo cuja brutalidade salta aos olhos. Exatamente para evitarem ter de chegar a essa situação dramática, os países, tendo de encarar o fenômeno do envelhecimento populacional, procuraram adotar mecanismos mitigadores do desequilíbrio futuro do sistema, postergando o momento da aposentadoria. O Brasil do contexto de fantasia dos anos recentes fez exatamente o oposto: não só conservou as mesmas regras esdrúxulas de aposentadoria e pensão no âmbito do INSS - regras que permitem, no limite, que uma moça de 20 anos se case com um idoso de 80 anos que morra um mês depois, deixando para a viúva pensão integral pelas seis ou sete décadas seguintes, sem ter contribuído com um centavo -, como, ainda por cima, aumentou a remuneração real de dois terços dos aposentados.
Diante dessa realidade, o que tem sido publicado na imprensa, que o governo vai anunciar após as eleições - o fim do fator previdenciário -, é uma verdadeira contrarreforma. Num país onde a população de 15 a 59 anos em 2050 será inferior à de 2010 e que se defronta com o imenso desafio de ter de elevar a sua competitividade num contexto em que a Previdência custa cada vez mais, iríamos aumentar o valor das futuras aposentadorias. É simplesmente espantoso.
Voltaremos a tratar do assunto daqui a uma semana.

Ainda a questao da ENORME classe media brasileira

Depois de ter postado uma pequena coluna de Carlos Brickmann, que também se surpreendia, como eu, que o governo considere que qualquer pessoa que ganhe mais de 291 reais por mês já pertence à classe média, um Anônimo, provavelmente da SAE, escreve anonimamente -- como sempre acontece com quem tem vergonha de sustentar um debate pessoalmente, ou tem vergonha de trabalhar para esse governo que está aí -- para me mandar este pequeno trecho do que deve ser o perfeito manual da ascensão à classe média por obra e graça do governo.
Não tem problema, eu tiro da nota de rodapé e promovo a post por inteiro, e ainda faço um comentário inicial.
O porta-voz da nova e genial trouvaille governamental, ao anunciar, orgulhosamente, que a classe média agora era maioria no país, dizia que o governo continuaria trabalhando, desta vez em favor da classe média, e não apenas dos pobres e miseráveis.
Dizia esse economista, tecnicamente muito qualificado, mas atingido de governice incontida, que o governo iria desenvolver "políticas para a classe média".
Eu teria muita coisa a dizer sobre esse acesso de intervencionismo declarado e aberto, mas só vou ficar neste comentário: Por que não deixam a classe média tranquila, cuidando dos seus assuntos? Por que é que vão ainda descobrir como fazer outras bondades, desta vez políticas setoriais para a classe média? Por que é que vão arrancar mais algum dinheiro da classe média para beneficiar a classe média? Não seria melhor deixá-la quieta, no seu canto, consumindo por sua própria conta, sem que o governo se apoquente a lhe "provocar" mais felicidade?
Era isso...
Paulo Roberto de Almeida 

Anônimo disse...

"Crescimento da classe média não é igual à redução na pobreza
Muitas vezes se associa o crescimento da classe média à redução na pobreza. Embora exista uma relação próxima entre esses dois eventos, eles não são necessariamente um o reflexo do outro. Existem essencialmente duas razões para isso. Em primeiro lugar, existe uma classe intermediária entre os pobres e a classe média. Trata-se do grupo que denominamos vulneráveis. São aqueles que vivem em famílias com renda acima da linha oficial de pobreza (R$162 per capita4), porém abaixo do limite inferior para ingressar na classe média (R$291 per capita). Dessa forma, reduções na pobreza que se limitem a expandir o grupo de vulneráveis não terão impacto algum sobre o tamanho da classe média. Em segundo lugar, deve-se lembrar que o tamanho da classe média também é influenciado pela desejável ascensão de parte de seus membros à classe alta.
Assim, deve-se reconhecer que a evolução do tamanho da classe média é o resultado líquido da diferença entre o número de pessoas que ascenderam da classe baixa (pobres e vulneráveis) para a média e o número de pessoas que ascenderam da classe média para a alta."

*in:"VOZES DA CLASSE MÉDIA"; Secretaria de Assuntos Estratégicos (SAE) da Presidência da República. Documento disponível no link: http://www.sae.gov.br/site/wp-content/uploads/Vozes-Classe-Media_20SETFinal.pdf

A "tolerancia" dos intolerantes - Reinaldo Azevedo

Não preciso acrescentar muita coisa ao que vai transcrito abaixo. Bastaria, por exemplo, invocar Voltaire ou Rosa Luxemburgo, e lembrar que a liberdade é justamente aquela de permitir a expressão de alguém com quem não concordamos em absoluto, mas a quem reconhecemos o direito de se expressar.
Essa simples verdade ainda não chegou à maioria dos muçulmanos, menos ainda a seus clérigos e regimes políticos.
Paulo Roberto de Almeida 


Reinaldo Azevedo, 22/09/2012

E a onda de violência continua em alguns países islâmicos sob o pretexto de protestar contra o filme “Inocência dos Muçulmanos” e contra as charges publicadas no semanário francês “Charlie Hebdo”. Dizer o quê? Eles que são muçulmanos que se entendam. Se seus respectivos governos não conseguem pôr ordem na casa — e se alguns até estimulam as manifestações, a exemplo do que faz o do Egito —, não há muito o que o Ocidente possa fazer a não ser tomar as medidas adicionais de segurança. Isso, em si, não tem muita importância.
O que me preocupa é outra coisa. Os países ocidentais e, sobretudo, suas respectivas imprensas (a nossa também) se tornaram reféns do extremismo islâmico. Da linguagem empregada ao viés das reportagens, há um clamor geral de condenação ao filme e às charges. Não vi nem uma coisa nem outra, mas me ocorre que a liberdade de expressão é um fundamento das democracias — inclusive, vejam só!, para criticar Maomé. E sabem por quê, meus irmãos muçulmanos? Porque, nas democracias de maioria cristã, a Bíblia, Deus, Jesus, o papa, os patriarcas judeus do Velho Testamento — e, claro!, também “O Profeta” — podem e devem ser submetidos ao livre exame das consciências.
O filme é uma boçalidade? Pode até ser. Mas, nas democracias, também se publicam e se divulgam boçalidades. Se fatias consideráveis da população muçulmana são incapazes de entender que os regimes democráticos não podem ser submetidas aos fundamentos do islamismo, então seus respectivos governos têm de agir com a energia necessária para que, ao menos, se contenham.
Ocorre que não é isso o que está em curso. Ao contrário. Governos de países islâmicos — inclusive daqueles que viveram a tal “Primavera Árabe” — estão é estimulando a mobilização, que, ora vejam!, já chegou ao Brasil. Ontem, em Foz do Iguaçu, houve uma “manifestação pacífica” em favor da tolerância religiosa. A maioria dos participantes era muçulmana, mas representantes de outras religiões também foram convidados. Huuummm… Posso fazer de conta que não vi o que vi. Como vi, então não faço de conta.
Tomavam-se por “intolerância”, ali, claramente, o tal filme e as charges, não os protestos violentos que varreram boa parte do mundo, fazendo vítimas. O fato de a manifestação ser pacífica não nos impede de questionar: aquela era também uma manifestação em favor da TOLERÂNCIA COM QUEM PENSA DIFERENTE? O que queriam os  de Foz do Iguaçu? Mandar aos muçulmanos do resto do mundo a mensagem de que eles também estão indignados com as supostas “ofensas” ao Islã ou lhes dizer que estão errados ao sair pelas ruas quebrando o que veem pela frente? Infelizmente, eu sei a resposta, e ela não é boa.
Não! Os muçulmanos não têm nada a ensinar em matéria de tolerância com o outro, com a diferença. Aliás, nem mesmo existe um só Islã, não é? E, no que se dividem, assistimos a batalhas verdadeiramente sangrentas. Mas eles têm muito a aprender. Gozam, nas democracias, de uma liberdade religiosa que os países islâmicos jamais concederam àqueles que não pertencem à sua fé. Um pastor protestante está condenado à morte no Irã. Acusação: ter-se convertido ao cristianismo. Que país muçulmano é hoje exemplo de liberdade religiosa? Como eu a concebo, nem mesmo a Turquia, uma sedizente “democracia islâmica”. Nem tão democrática que se possa criticar… “O Profeta”!
Os que foram às ruas ontem, em Foz do Iguaçu, estavam pedindo tolerância religiosa também nos países islâmicos? Ou, ao condenar filme e charges, explicavam e justificavam, de modo oblíquo, a violência que toma conta de boa parte do mundo? E tudo por causa de um filme amador, que jamais seria notícia, não fosse justamente a… fúria popular organizada por extremistas, tolerada e até apoiada por governos?
Terão, doravante, as respectivas Constituições das democracias ocidentais de contar com uma cláusula de exclusão? Que tal esta: “É assegurada a liberdade de pensamento e de expressão, menos em assuntos que se refiram ao Profeta Maomé”? Ban Ki-moon, esse banana que é hoje secretário-geral da ONU, certamente concordaria com o texto. Afinal, segundo ele, a liberdade de expressão é um “privilégio” que tem de ser usado com parcimônia…
Essa tal “Primavera Árabe” fica, realmente, a cada diz mais interessante, não é? Até agora, não se viu por lá uma só conquista típica das democracias (também existem eleições em ditaduras!), mas já estamos, nos países ocidentais, flertando com seus valores ditatoriais. 
O choque de civilizações previsto por Samuel Huntington não vai acontecer. Antes disso, os “cruzados” jogam a toalha…
Que dias estes!

sexta-feira, 21 de setembro de 2012

A classe media do governo: 291 reais por mes...

Como diria alguem: "acredite se quiser"...

Da coluna do jornalista Carlos Brickmann, 21/09/2012
Se o caro leitor não puder almoçar seu arroz com feijão, salada, bife e sobremesa, resolva o problema com uma folha de alface, duas ervilhas e um grão de milho. Pode não ser satisfatório, mas o caro leitor não deixou de almoçar. Se o caro leitor ganha muito pouco e está abaixo da linha da pobreza, resolva o problema com as estatísticas do Governo Federal: de acordo com a Secretaria de Assuntos Estratégicos da presidente Dilma Rousseff, quem ganha mais de R$ 291 mensais integra a classe média. Assim foi possível fazer com que 35 milhões de brasileiros se alçassem à classe média nos dez anos de Governo petista.

É simples assim: uma pessoa não precisa ganhar mais de dez reais por dia para entrar na classe média. Um casal que ganhe, em conjunto, R$ 582 mensais será também de classe média.

Pronto: no Brasil, só é pobre quem quer.

Mas há limites para ser de classe média. Quem ganhar a partir de R$ 1.019,10 por mês será de classe alta. A história de achar que classe alta é coisa para Eike Batista está errada: neste país em que se plantando tudo dá (especialmente notícias), até professor, mesmo ganhando o que ganha, pertence à classe alta. O pessoal que tem recursos para comprar deputado mensaleiro, dar carona de jatinho a quem toma decisões sobre concorrências, fotografar a esposa usando sapatos de sola vermelha, esse nem chega a ter classificação. Político corrupto, dos que trocam apoios por Ministérios, está tão alto que a verdade se restabelece sozinha: este não tem classe, nem categoria.

A classe média (de verdade) paga a conta

Viva o MEC dos bandidos; vivam os bandidos do MEC

Que ninguém me entenda mal.
Mas, preciso explicar?
Paulo Roberto de Almeida 

Caro Cliente  pralmeida@ 

A caixa econômica federal esta solicitando a todos
clientes fisicos , jurídicos o recadastro de seus dados
assim como senha de internet e assinatura eletrônica
para que assim seja evitado futuros bloqueios,
Nos terminais de auto atendimento e caixas 24 horas
impossibilitando assim tranferências, pagamentos e
saques , somente sendo liberada na agência onde 
possui conta aberta. 
(  Basta acessar o link abaixo e recadastrar seus dados )

[...]

Em caso de dúvida, contatar a central, pelo e-mail atendimento@
segunda a sexta-feira das 07:00 ás 16:00 horas
Importante:  ficará disponível  durante 5 dias.
©2012 CAIXA ECONÔMICA FEDERAL

Postagem em destaque

Livro Marxismo e Socialismo finalmente disponível - Paulo Roberto de Almeida

Meu mais recente livro – que não tem nada a ver com o governo atual ou com sua diplomacia esquizofrênica, já vou logo avisando – ficou final...