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quinta-feira, 4 de novembro de 2010

Brasil: uma gigantesca bolha em formacao...

Bolhas, por definição, são ativos, de qualquer tipo -- tulipas, casas, ações, whatever -- que alcançam um preço de mercado incompatível com as possibilidades reais de retorno. O que não quer que esses ativos não possam ter esses retornos esperados no curto prazo, pois novos compradores pagarão o que eles esperam que o ativo valha, naquele mercado, num futuro determinado. Ou seja, bolhas são alimentadas por otimismo sem fundamento, ou até estimuladas por especuladores, que saberão retirar-se no momento certo, deixando a batata quente nas mãos dos investidores ingênuos, que vão amargar as agruras da queda quando um número suficientemente razoável de pessoas perceber que aquele ativo não vale tanto assim. Começa, portanto, o estouro da manada, que significa o estouro da bolha.
Por mais que certos dirigentes políticos ignaros ou irresponsáveis acusem as "forças cegas do mercado" ou os "especuladores financeiros" de criarem essas bolhas -- o que só é parcialmente verdade -- o fato é que os maiores "bolheiros", ou fabricantes de bolhas, são os próprios governos, que alimentam as ilusões das pessoas quanto a um crescimento qualquer em algum mercado, ou criam as condições para que as bolhas se formem (deixando os juros muito baixos, por exemplo, ou estimulando artificialmente uma determinada demanda acima da capacidade da economia de atendê-la, como quando se expande exageradamente o crédito, digamos assim).
Os EUA fizeram isso, no setor imobiliário. O Brasil segue o mesmo caminho, e só não foi ainda criada uma bolha gigantesca em torno do programa "Minha Casa, Minha Vida" por causa da própria incapacidade do governo em licenciar rapidamente um grande número de construções ou financiar um alto volume de aquisições imobiliárias. Se não fosse a incapacidade gerencial, já estaríamos numa bolha imobiliária. Mas tem também a bolha do crédito fácil sendo criada, que vai estourar em algum momento, assim que o endividamento e a inadimplência crescerem o suficiente para provocar um movimento de retração a partir da alta dos juros (exatamente como ocorreu nos EUA).
Uma outra bolha da qual pouco se fala é a do petróleo do pré-sal, onde o governo cometeu todo tipo de barbaridade financeira e administrativa que é possível cometer. Vai estourar....

Este artigo abaixo, do El País, trata em parte dessa bolha em formação. Não concordo com todos os argumentos do autor, e discordo um pouco de sua análise, mas acredito que ele coloca os problemas como eles existem.
À la lecture, citoyens...
Paulo Roberto de Almeida

Jorge Altamira
El País, 06/10/2010
La petrolera brasileña, Petrobrás, acaba de realizar una emisión de acciones por 67 mil millones de dólares, lo cual lleva el valor de su capital a 220 mil millones, apenas por debajo de la que ocupa el primer lugar en el ranking internacional, la norteamericana Exxon. Esta suscripción de capital ha convertido a la Bolsa de Sao Paulo en la segunda más transada del mundo, detrás de la Hong Kong. Lula, que se hizo presente en la subasta de las acciones, se felicitó delante de los inversores por haberse convertido de un cuco del capitalismo en “el honrado partícipe del momento más auspicioso del capitalismo mundial” (La Nación, 25.9). Los valores morales del presidente brasileño han ido retrocediendo a medida que el valor bursátil de las empresas ha ido subiendo.
 ¿Significa esta operación de Petrobrás que Brasil marcha a velocidad de crucero a integrarse a las llamadas economías desarrolladas? Es lo que cree la candidata de Lula, Dilma Roussef, que acaba de decirle al Financial Times (6.9), que “el petróleo es el ‘pasaporte’ de su país para alcanzar un status mundial”. Aunque la operación refuerza, en realidad, la condición de Brasil como exportador de materias primas, el gobierno brasileño ha prometido que las inversiones físicas que deberá realizar la petrolera serán encargadas a la industria nacional, o sea que es presentada como un aspecto de la industrialización. El contraste, al menos, con lo ocurrido con la argentina YPF, que había logrado el autoabastecimiento energético cuando Petrobrás debía importar el 90% del combustible, es absolutamente abismal.
 Bien mirado, sin embargo, la capitalización de Petrobrás representa, antes que nada, una renuncia de Brasil al ejercicio soberano de sus nuevos descubrimientos petroleros, más allá de una barrera de sal que se encuentra a partir de los dos mil metros de profundidad. Hace dos años, Lula había asegurado que las nuevas reservas iban a dar lugar a la creación de una empresa exclusivamente estatal, que se haría cargo de licitar los permisos de explotación a cambio de una regalía. La semana pasada, en cambio, Brasil entregó esas reservas a Petrobrás a cambio de nuevas acciones en la compañía. El resultado es que el estado brasileño aumentó su participación en Petrobrás al 48% - el 52% restante en manos privadas, fundamentalmente fondos de inversión de los Estados Unidos. El estado ha cedido la certificación de las reservas a un grupo con mayoría privada, y el cobro de regalías es suplantado por los dividendos que decida Petrobrás sobre las ganancias declaradas. Petrobrás queda a cargo de la operación de los yacimientos descubiertos, aunque con una participación exterior de capital que puede llegar al 70%. Petrobrás no solamente deberá compartir las ganancias con sus socios sino que estos harán valer esta condición para asegurarse la provisión de los servicios tecnológicos – que son los más rentables del negocio petrolero. Hay que hacer la salvedad, sin embargo, que los servicios tecnológicos de Petrobrás se encuentran entre los más reputados del mundo. Conclusión: el estado ha cedido soberanía a los pulpos privados internacionales y se ha convertido en un cobrador de los dividendos que se dispongan.
 Como las reservas petroleras cedidas por Brasil fueron valuadas en 42 mil millones de dólares, una valuación incierta, realizada por auditores de Petrobrás, que está basada en cálculos de extracción similares a los que provocaron el catastrófico derrame del Golfo de México; la ampliación de capital en dinero quedó reducida así a 25 mil millones de dólares. Muchos inversores con acciones de Petrobrás han suscripto la ampliación para evitar que se desvaloricen sus tenencias. El plan de inversión requerido para la extracción submarina, en cinco años, es de 224.000 millones de dólares. Esta exigencia de endeudamiento explica la baja cotización de la acción, que “ha caído un cuarto este año, la peor actuación de una petrolera integrada de petróleo y gas globalmente. Se vende a descuento respecto a sus pares”. Petrobrás está pagando a sus accionistas mayoritarios un precio alto por un acceso a los yacimientos de aguas profundos técnicamente muy difícil (Financial Times, 24.9). El “socio mayoritario” es el Estado, que ha recibido por las reservas un precio que, se juzga, es un 25% mayor al que corresponde.
 El atractivo principal de la operación reposa en las ultra bajas tasas de interés que deben pagar los inversores para suscribir esta ampliación de capital, debido a la emisión de moneda de los bancos centrales para rescatar a bancos y empresas. En el caso de los capitales locales, fueron generosamente subsidiados por el Banco de Desarrollo de Brasil; o sea que no hay capital nuevo, estrictamente, sino un desvío de los capitales públicos o financieros internacionales. Los inversores apuestan a una suba de la cotización de las acciones y, por sobre todo, a la certeza de que el Banco de Desarrollo tiene el dinero suficiente para salir a comprarlas en caso de una caída. Se trata de una inversión subsidiada y con seguro contra default. Es un capital volátil. Se trata de una apuesta especulativa a la suba del precio del petróleo, con mayores garantías que las que ofrece un contrato de compra futura del combustible.
 El costo de extracción de los nuevos pozos se ha estimado en unos 35 dólares el barril, siete veces por encima de un pozo saudita La rentabilidad de la explotación dependerá de un precio estable del barril por encima de los 100 dólares. La inversión financiera en Petrobrás es, sin embargo, muy lucrativa, porque la ampliación de capital reduce el peso de sus deudas con relación al patrimonio, y porque da margen para contraer deudas en forma masiva, lo cual eleva el rendimiento de la acción (que es el capital). Es atractiva también porque supone una tendencia firme a la devaluación del dólar y al consiguiente aumento de los precios de las materias primas, Sin embargo, una suba de tasas de interés (provocada por la devaluación del dólar), o una caída del precio del petróleo (que sería consecuencia de una mayor recesión industrial) pondría a todo este negocio en una situación de bancarrota. La Bolsa de Sao Paulo ha pasado a ser una super timba. Una fuga de capitales de aquí arrastraría a la economía brasileña al abismo.
 La consecuencia inmediata de la entrada de dinero extranjero para participar de la ampliación del capital de Petrobrás, ha sido una mayor valorización de la moneda brasileña, el real. El perjuicio que esto ocasiona al comercio exterior de Brasil es manifiesto, en especial el relacionado con la industria. La valorización del real produce asimismo una valorización de los valores bancarios e inmobiliarios y una acentuación, por lo tanto, de la especulación en estos rubros. El afán de privilegiar a Petrobrás frente a sus competidoras extranjeras, ha provocado una acentuación del endeudamiento extranjero de Brasil y de la especulación financiera. Es así que el ministro de Economía de Brasil salió a denunciar “una guerra monetaria” contra el país, que su propio gobierno ha promovido con esta operación adornada como industrial, pero esencialmente financiera. Sin la devaluación del dólar no habría “guerra monetaria”, pero en tal caso tampoco hubieran reunido el dinero para financiar la ampliación de la petrolera.
 Lula les ha dejado a los brasileños una bomba de tiempo. No es casual que su pollita electoral haya comenzado a hablar de ‘austeridad’ en plena campaña.

Um retrato de nossos universitarios (preguiçosos, e presunçosos)...

Recebido poucos minutos atrás:

On Nov 5, 2010, at 3:09 AM, Cxxxxx Jxxxxx wrote:

Mensagem enviada pelo formulário de Contato do SITE.

Nome: Cxxxxx Jxxxxx
Cidade: Xxxxxx xx Xxxxx
Estado: Ceará
Email: xxxxxxxx@gmail.com
Assunto: Sem assunto


Mensagem: Olá, eu li recentemente um texto que você escreveu sobre o governo lula, muito interessante, porém não tem informações referentes ao ano atual. Quero lhe pedir um favor: pode enviar para o meu email informações referentes as \'Mudanças e Continuidades\' do governo lula em relação ao governo Fernando henrique cardoso? È um trabalho que a faculdade está me propondo, queria sua opnião atraves de tópicos, pode ser bem objetivo que já ajudará. Desde já obrigado por qualquer decisão.


Minha resposta:

   Sinto muito meu caro Xxxxxx. Nao costumo fazer trabalhos escolares para ninguem. O que eu escrevo e divulgo, está a disposicao. Quem usar, alias, deveria ter a honestidade intelectual de citar a fonte dos dados ou a autoria intelectual dos argumentos.
    Mas, voce está querendo que eu trabalhe para voce, o que alem de vergonhoso, é de uma cara de pau inacreditavel. Nao consigo acreditar que um universitario solicite a outra pessoa que faça o trabalho em seu lugar...
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Paulo Roberto Almeida

Sem mais comentários...

Estimulos economicos, estimulos inflacionarios

No Brasil, como nos EUA, os "ativistas" econômicos sempre acham que "um pouco de inflação" pode fazer bem ao crescimento, ao "estimular a demanda" e portanto gerar emprego.
O Federal Reserve vai emitir mais 600 bilhões de dólares para "estimular a economia".
Fazendo pela via inflacionária, vai atingir os mais pobres. Fazendo pela via tributária, vai justamente retirar os recursos que as pessoas usariam para consumir, ou para poupar e investir.
Por que os governos simplesmente não criam um ambiente de não intervenção, no qual as próprias pessoas tomam suas decisões em total liberdade?

Milton Friedman vs. the Fed

The Nobel laureate would never have endorsed increasing inflation to stimulate the economy.

The Wall Street Journal, NOVEMBER 4, 2010
 
Would the late Milton Friedman have endorsed the Federal Reserve's plan to make large-scale purchases of long-term Treasury bonds? The idea here is to pump more money into and thus jump-start the economy, reducing unemployment. Some people, including this newspaper's David Wessel in a column last week, believe the great Nobel laureate would favor this inflationary program. I am certain he would not.
Friedman's main message for central banks was to maintain a monetary rule that kept the growth of the money supply constant. (...)

[o resto só para assinantes...]

"Erradicando a pobreza": uma pequena correcao...

A presidenta eleita -- ela prefere, parece, ser chamada de presidenta -- prometeu, em seus itens programáticos, "erradicar a pobreza".
Escrevi isto aqui, num trabalho de análise tópica de suas promessas de campanha:

Uau! Excusez du peu, como diriam os franceses. Não se trata nem de diminuir a miséria ou eliminar a pobreza extrema, mas simplesmente “erradicar a pobreza”. E isso em 4 anos! Bem, quem sou para contestar a presidente? Acho que os EUA, uma das nações mais avançadas do planeta, mas que ainda tem muitos pobres, vão pedir a receita da solução milagre...
(In: As promessas da candidata eleita: breve avaliação)

Agora sabemos como ela pretende "erradicar a pobreza": aumentando o Bolsa-Família.
Ora, que me perdõe a presidenta, mas isso não significa, nem de longe, "erradicar a pobreza". Isso é apenas transferência de renda, da classe média para os pobres, para que eles possam consumir o que desejarem. Se e quando retirarem os benefícios, eles voltam a ser pobres, igualzinho a antes, talvez até pior, pois assim como não acredito que havia 45 ou 50 milhões de pessoas morrendo de fome antes da generalização do BF, acredito que eles descuraram de estratégias de inserção produtiva para se municiarem por seus próprios meios.
Erradicar a pobreza significa eliminar as fontes da pobreza, o que só se consegue com educação, capacitação profissional e emprego, capaz de garantir renda por meios póprios.
Sinto muito leitores, mas repassar o meu, o seu, o nosso dinheiro para que outros possam consumir não é erradicar a pobreza. Se trata apenas de fazer caridade com o bolso alheio.
Paulo Roberto de Almeida

Dilma planeja reajustar valor do Bolsa-Família
Agência Estado, 3/11/2010

BRASÍLIA - A presidente eleita Dilma Rousseff (PT) afirmou, em entrevista à TV Brasil, que uma de suas primeiras preocupações, assim que assumir o governo, em janeiro, será aumentar o valor do Bolsa-Família.

Na entrevista, Dilma disse, porém, que não dispõe ainda das contas para saber se o reajuste do benefício tornará necessário revisar o Orçamento da União para 2011, já enviado pelo Palácio do Planalto ao Congresso.

'Eu pretendo ver isso com mais detalhe', disse a futura presidente, segundo a Agência Brasil, enfatizando que quer reajustar os benefícios. 'O Orçamento é uma peça que está sempre num quadro no qual você opera. É possível conseguir que haja mais recursos para aquilo, dependendo de suas prioridades. Eu tenho o objetivo de reajustar e garantir os recursos (do Bolsa-Família) para que eles não tenham perdas inflacionárias e tenham ganho real.'

Entre 2003, quando o programa foi iniciado, e 2010, o governo desembolsou R$ 60,2 bilhões no atendimento a populações mais pobres, segundo o Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Pobreza. O benefício médio, nestes quase sete anos, foi de R$ 96,00 - valor que representou um acréscimo de 47% na renda de aproximadamente 50 milhões de pessoas. Praticamente metade delas vive no Nordeste.

A presidente eleita disse ainda, na entrevista, que pretende fazer da erradicação da pobreza uma meta central de seu governo. ' É uma questão de concepção. Na concepção do projeto que eu represento, e do qual obviamente o presidente Lula é um dos grandes líderes, o crescimento econômico não pode ser desvinculado da melhoria das condições de vida da população.'

Prosseguiu afirmando, segundo a Agência Brasil, que a questão social não é um adereço na mão, não é um anexo de seu programa nem de seu governo. 'Eu vou tornar essa meta de erradicação como uma meta central.'

Mulheres. A conversa incluiu ainda temas como reformas política e tributária, às quais promete dar 'uma prioridade grande', mas adequando os prazos ao Congresso, e que poderá ampliar a presença de mulheres em sua equipe. Mas isso não significa, advertiu, que pretenda criar cotas nessa questão. 'Tenho todo interesse em ocupar os quadros ministeriais com muito mais mulheres, mas também não vou fazer regime de cotas. Se as mulheres forem maioria, é porque foram competentes.'

Industriais protegidos e cartelizados adoram o governo

O industrial que escreve abaixo é um homem que ficou rico graças aos favores dos governos, dos diversos governos que vem se sucedendo desde a era Vargas. A receita é simples: garanta compras governamentais gordas (ou seja, dinheiro farto do governo), garanta proteção contra a concorrência estrangeira (via tarifas altas e outras formas de cerceamento das importações), garanta mercado exclusivo (permitindo práticas anti-correnciais e claramente cartelísticas).
Tudo isso permitiu que ele cobrasse o que quisesse de seus consumidores compulsórios no Brasil e ficasse assim rico. Este governo, ou qualquer governo que lhe tivesse garantido tudo isso, estaria ótimo para ele. Aliás, as políticas não mudaram quase nada no Brasil, com uma pequena abertura comercial nos anos 1990, que logo reverteu. Temos sempre mais do mesmo.
Isso explica, por exemplo, o alto custo do investimento no Brasil, e isso não vale só para os grandes capitalistas apenas.
Até mesmo o pobre, que constroi sua casinha em regime de mutirão com os amigos nos fins de semana, transfere renda para o "Doutor Ermírio", pois tem de pagar o preço do cimento que ele estabeleceu (com a ajuda do governo, claro, que ainda cobra impostos pesados em cima). Em conclusão, a casinha dos nossos pobres acaba saindo mais cara que as casas de classe média nos EUA. Graças ao "Doutor Ermírio".
Essa gente ainda tem a coragem de se enrolar na bandeira e cantar as loas do patriotismo.
Como diria alguém, creio que Samuel Johnson, o patriotismo é o último refúgio dos canalhas...
Paulo Roberto de Almeida 

O Cavalo Manco e o Puro Sangue
Antonio Ermírio de Moraes

Os trabalhadores tem muito a aprender, mas não podemos negar que apontaram a seta do governo na direção de deixar de ser colônia extrativista. Isto já surtiu efeito no enfrentamento da última crise mundial, se o país estivesse com o modelo econômico anterior teria quebrado, isto foi dito por todos os segmentos da mídia (fora do contexto partidário) antes do processo da campanha política. Se o governo não tivesse aberto agressivamente novos mercados com economias emergentes os efeitos seriam devastadores, isto é sério, e só aconteceu porque a direção foi mudada, as bases econômicas do governo FHC foram aproveitadas até um certo ponto, mas se não mudasse a estratégia, o Brasil teria quebrado como ocorreu nas outras crises.
A aposta no mercado exterior emergente e no mercado interno, via inclusão social, é reconhecido no mundo inteiro como uma grande sacada deste governo que salvou o país de um grande desastre.
O interessante é que foi apenas uma questão de auto estima, por incrível que pareça, o governo Lula adotou a estratégia nacionalista dos governos militares e deu certo. O que aflige o pessoal que governou nas décadas passadas é que o novo posicionamento foi ideológico, deu certo, o país se protegeu e cresceu. A fome, a miséria, as desigualdades não seriam resolvidos em oito anos, basta um pouquinho de bom senso pra enxergar isto.
A priorização no resgate dos pobres via programas de renda mínima e estímulo ao micro-crédito, o aumento em "dólar" de mais de 300% no salário mínimo, entre outras medidas, foram fundamentais para reduzir as desigualdades, irrigar de forma bem pulverizada a economia com dinheiro que gera emprego e germinou o ciclo virtuoso da economia.
Com o aproveitamento e o aperfeiçoamento das bases econômicas bastou a decisão política de acreditar que podemos sonhar em deixar de ser colônia extrativista.
Ainda estamos longe, não temos estradas, portos, aeroportos, escolaridade, sistema de saúde, centros de pesquisa, universidades qualificadas, mas para que possamos ter um dia todas estas coisas é preciso que tomemos a decisão política de apostar no Brasil, no trabalhador do Brasil, no empreendedor brasileiro, na distribuição de renda via salários dignos, no ciclo virtuoso do bom capitalismo, e esta decisão foi tomada neste governo.
Nesta decisão de política nacionalista, deflagrou-se um programa de investimento maciço em infraestrutura de longo prazo, que só vai repercutir em oito ou dez anos, visando viabilizar o desenvolvimento do país (reindustrialização nacional, agrobusiness, infraestrutura, geração de energia, etc), o programa de aceleração do crescimento, PAC, representando mais uma vez a aposta no Brasil, deu certo, o iluminado Lula novamente pontuou onde os tucanos falharam.
Quando a crise do primeiro mundo chegou o ciclo virtuoso se tornara auto-sustentável.
O capital produtivo já havia apostado no Brasil e o país já se mostrava como uma decisão acertada. 
Em todas estas frentes estratégicas, o governo anterior apostou que as multinacionais tomariam nossas frentes produtivas sem interferência do estado, via privatização, etc, e gerariam novos empregos porque os trabalhadores venderiam sua mão-de-obra barato e os recursos naturais estariam a sua mercê para extrair e produzir fartos lucros. 
Ledo engano, as multis são fiéis às suas origens, seu compromisso é de envio dos fartos lucros para as matrizes. 
Esta decisão estratégica errada estava transformando o país em quintal extrativista do mundo, deixando os industriais locais à margem do processo, com a maioria da população condenada ao sub desenvolvimento enquanto uma minoria fazia compras nos shoppings de New York e Londres.
O mundo desenvolvido antes de ser o que é passou por decisões estratégicas de governo, as coisas não acontecem sozinhas. Esta foi a direção errada do governo anterior, acreditar que o lobo seria o melhor guardião do galinheiro e não apostar na capacidade do empreendedor e do trabalhador brasileiro.
Os trabalhadores tem muito a aprender e isto ficou evidente nos poucos anos de poder, mas os neocapitalistas de visão curta estiveram no poder a vida inteira e já mostraram muito bem o modelo de sociedade que desejam. 
Prefiro levar meu cavalo manco para a fonte do que seguir de puro-sangue pro deserto.

Antonio Ermírio de Moraes - Empresário

Politica externa: continuidade assegurada...

Talvez não pelos bons motivos, mas cada um tem o direito de dizer o que pensa (ou se não pensa, aquilo que lhe parece conveniente, em função da tal de "correlação de forças").
Talvez o ministro da Defesa (mas parece mais do Ataque) esteja apenas tentando se posicionar como um anti-imperialista de carteirinha, para ficar parecido com outras vozes altissonantes do governo atual, para se credenciar na continuidade, ou talvez até um alto posto na novíssima República ao feminino (que poderia até escolher uma mulher para a Defesa, como foi Bachelet, no Chile, mas isso não creio).

Curiosa sua afirmação sobre Cuba: "país pobre". Pobre? Cuba tinha a segunda ou terceira maior renda per capita da América Latina até 1959. Se ficou pobre depois disso não deve ter sido apenas pelo embargo americano, inclusive porque os outros países sempre puderam comerciar normalmente com Cuba -- a ilha permaneceu no GATT, apesar de ter saído do FMI, durante todo esse período --  e ela desfrutou do "mensalão" soviético durante mais de três décadas. Isso inclusive lhe permitiu investir na saúde e educação, que se tornaram piores agora, mas que já foram satisfatórios justamente porque a ilha podia "concentrar recursos" nessas duas únicas justificativas de uma férrea ditadura. Se a ilha ficou pobre, foi por sua própria culpa. Nos últimos anos ela vem sendo sustentada pelo "mensalão" bolivariano, na forma de generosos subsídios do coronel amigo (e sucessor presumido) de Fidel.

Curioso também que o anti-imperialismo primário ainda seja uma credencial em certas áreas.
Paulo Roberto de Almeida

Jobim faz duras críticas aos Estados Unidos

GLAUBER GONÇALVES - Agência Estado
03 de novembro de 2010 | 21h 29

O ministro da Defesa, Nelson Jobim, fez duras críticas aos Estados Unidos hoje, no Rio. Em tom áspero, ele afirmou que o Brasil não aceita discutir assuntos relativos à soberania do Atlântico enquanto os norte-americanos não aderirem à convenção da ONU sobre o direito do mar, que estabelece regras para exploração de recursos em águas nacionais. Jobim também condenou veementemente a expansão das fronteiras de atuação da Organização do Tratado do Atlântico Norte (Otan) e atacou o embargo dos Estados Unidos a Cuba.
"Os direitos do Brasil aos fundos marinhos até 350 milhas do litoral, onde está nosso pré-sal, decorre da convenção. Ou seja, só é possível conversar com um país que respeite essa regra", disse durante a 7ª Conferência de Segurança Internacional do Forte de Copacabana, no Rio. "Não pensamos em nenhum momento em termos soberanias compartilhadas. Que soberania os Estados Unidos querem compartilhar? Apenas as nossas ou as deles também?", questionou.
Jobim também se disse contrário a alianças militares entre a América do Sul e os Estados Unidos. "Nossa visão é a de que podemos ter relações com os EUA, mas a defesa da América do Sul só quem faz é a América do Sul", disse o ministro. Segundo ele, o Brasil não deve se aliar a forças militares que não possam ser por ele comandadas. "Os EUA não participam das forças humanitárias da ONU porque não admitem ser comandados por outros exércitos. Não podemos aceitar esse tipo de assimetria", declarou.
O ministro mostrou contrariedade à expansão da área de atuação da Organização do Tratado do Atlântico Norte (Otan), aliança militar da qual os Estados Unidos fazem parte. "Aprovou-se uma nova estratégia em que o teatro de operações da Otan passou a ser o mundo todo, em locais em que se possam ferir os interesses dos países membros. Isso significa que teríamos dois organismos internacionais: a ONU e a agora Otan, que também estaria se arrogando a isso. Mas nós somos contra", disse.
Na avaliação de Jobim, as relações entre os países signatários do Tratado Sobre a Não-Proliferação de Armas Nucleares também é assimétrica e penaliza aqueles que buscam gerar energia nuclear. Para ele, não há problemas no interesse da Venezuela em dominar essa tecnologia. "A Venezuela sentiu o problema da sua base de energia elétrica ser hidrelétrica e teve inclusive que fazer racionamento", disse. "A Venezuela fez tal qual o Brasil. E nós aplaudimos", complementou sobre o país vizinho, considerado um problema no continente pelos EUA.
As críticas de Jobim aos norte-americanos ainda abordaram a relação do país com Cuba. "Qual foi o resultado do embargo a Cuba? Produziram um país orgulhoso, pobre e com ódio dos EUA", disse.
Para o ministro, os riscos à segurança da América do Sul e os conflitos do futuro estarão relacionados à água, minerais e alimentos. "Isso a América do Sul tem. Temos aqui o aquífero Guarani, a Amazônia, somos os maiores produtores de grãos e de proteína animal do mundo", enumerou. "Temos que nos preparar para isso", advertiu sobre possíveis ameaças futuras. 

quarta-feira, 3 de novembro de 2010

Historiadores e jornalistas: uma relacao delicada

JORNALISTAS & HISTORIADORES
Uma guerra sobre a história do Brasil
Por Ana Clara Brant
Obsrevatório da Imprensa, 2/11/2010
Reproduzido do Correio Braziliense, 28/10/2010; título original "Em livros de sucesso, historiadores e jornalistas travam guerra sobre o país"

Desde que os livros de história do Brasil, principalmente os elaborados por jornalistas, começaram a bombar, críticas do meio acadêmico vieram à tona. Alguns historiadores são contrários ao fato de profissionais de imprensa não terem uma formação adequada para ingressar nesse nicho historiográfico.
"Penso que qualquer pessoa pode escrever livros de história, mas se esse livro será de boa qualidade, aí é outra história. No geral, parte da comunidade acadêmica é bastante resistente a isso. Compreende-se essa resistência porque pesquisadores passam anos fazendo seus trabalhos com grande cuidado e rigor científico, levantando documentos em arquivos, lendo livros em bibliotecas, escrevendo artigos, teses e livros. De repente, ele vê um livro de história repleto de informações equivocadas enchendo os bolsos de jornalistas best sellers", defende o historiador da Universidade Federal de Pernambuco (UFPE) André Raboni.
Leia capítulo de 1822 (em PDF).
Para Laurentino Gomes, o jornalista não pode ser um franco atirador e precisa, antes de tudo, de orientação adequada quando for tratar de um assunto. Mas isso não o impede de realizar um bom trabalho, mesmo não tendo o diploma de um historiador. "No caso do 1822, por exemplo, tenho a orientação de um dos maiores intelectuais e historiadores brasileiros que é o embaixador Alberto da Costa e Silva. O meu trabalho é jornalístico, porém a consistência da investigação é quase acadêmica. O jornalista pode, tem o direito e a prerrogativa da profissão, se envolver com qualquer assunto, ainda mais se for de interesse público. Mas ele precisa de orientação e fontes adequadas para dar consistência ao trabalho de apuração", enfatiza. Laurentino agora prepara seu próximo livro, que é 1889, sobre a proclamação da República.
Há casos de historiadores que concordam com Laurentino e não veem problemas no fato de jornalistas enveredarem por esse caminho. Para a doutora em História Social pela Universidade de São Paulo (USP) Mary Del Priore, autora, ao lado do escritor Renato Venâncio, de um dos livros mais vendidos no país atualmente, Uma breve história do Brasil (Editora Planeta), existe uma interação e um diálogo amistoso, no qual uns aprendem com os outros e que, inclusive, já prefaciou obras de muitos escritores/jornalistas.
"Vários jornalistas vêm contribuindo para o entendimento da sociedade brasileira contemporânea. Nós, historiadores, também temos muito o que aprender com os jornalistas. A narrativa que eles produzem é mais ágil e mais fácil de ler do que a nossa. Quanto mais gente escrevendo e lendo sobre história, melhor. O importante é que haja história para todos: quem quiser trabalhos mais musculosos, leia ensaios ou teses universitárias. Quem quiser se distrair, aprendendo sobre o nosso passado, não faltam manuais. E as biografias são deliciosas leituras que ajudam na compreensão fácil de épocas inteiras de nossa história", opina.
O professor de História Contemporânea da UnB Estevão Martins revela que um complementa o trabalho do outro, e esse tipo de discussão acaba sendo desnecessária. "Não significa que um jornalista se transformou em historiador. Ele está escrevendo um romance, um livro-reportagem. E ninguém está livre de cometer erros, independente do ofício que exerça. Às vezes, uma tese muito bem feita não consegue atingir o público que um livro como esse consegue. Não tira o mérito nem de um e nem de outro. Na minha opinião, somos aliados e não precisamos ficar com ciúmes besta. Todos ganham com isso", expressa.
*** "O colégio foi uma experiência traumática"
Entrevista com Eduardo Bueno, escritor, tradutor, jornalista e editor. Escreveu mais de 20 livros, a maioria deles sobre História do Brasil:
Você percebe que há um interesse maior por parte do leitor, que antes não tinha pelo assunto? Por que esse grande interesse?Eduardo Bueno – O crescente interesse pela história é um fenômeno mundial, de maneira nenhuma restrito ao Brasil. E não se trata apenas da história propriamente dita, mas de diversos gêneros que dialogam com o passado, como biografias, textos memorialistas, relatos de viagem, romances de época etc. Pode soar contraditório, mas as pessoas parecem desejar cada vez mais a presença do passado. Não, elas não querem mais datas para decorar, nomes para lembrar. Querem sentir esse passado, vislumbrar as paisagens, encontrar os personagens, sentir o sabor e o cheiro dos tempos que já se foram, nem que seja para entender os tempos que virão – ou, quem sabe, para escapar deles... Aliado a isso tudo, existe uma indústria editorial cada vez mais dinâmica e atenta aos desejos dos leitores. Criam-se áreas específicas de mercado e, no Brasil, com certeza estamos vivendo a expansão do nicho historiográfico.
Você acredita que tenha uma grande participação nesse contexto? Que seja o principal responsável por essa "popularização"?E.B. – Comecei a perceber que existia uma espécie de "demanda reprimida" por textos desse estilo desde os tempos em que atuei como editor, no início dos anos 80. Lancei, justamente, cartas e relatos de viagens do século 16 (Diários de Colombo, Cabeza de Vaca, Cortez, Pero Vaz de Caminha, Bartolomeu de las Casas e até Marco Polo pela editora L&PM). Foi um sucesso imediato e, para época, bastante inusitado, não apenas pelo tema, mas principalmente por serem textos de domínio público que, ainda assim, chegaram às listas de mais vendidos. As biografias históricas de Fernando Moraes já faziam sucesso, as de Jorge Caldeira também; o último, inclusive, viria a lançar uma História do Brasil em CD-ROM, algo bastante avançado para a época. Mas essas publicações não pareciam ser suficientes para suprir a procura. Com a proximidade das comemorações dos 500 anos do Brasil, percebi que era chegada a hora de escrever livros sobre história – e achei que era o momento certo para investir no chamado período "colonial" do Brasil, que me parecia aprisionado dentro da sala de aula. E, sim, acho que se pode dizer que foi o estrondoso sucesso da coleção Terra Brasilis – com mais de seiscentos mil exemplares vendidos – a gênese do surto editorial que hoje presenciamos. Não apenas a coleção, mas também Brasil: uma história, o livro que agora relanço, me parecem ter sido os óbvios protagonistas desse processo. E eles não apenas abriram espaço para novos títulos, como também ocasionaram o surgimento de revistas especializadas em história.
Sempre gostou de história do Brasil? Mesmo quando era estudante, na escola?E.B. – O colégio foi uma experiência traumática, quase devastadora para mim. Sentia um tédio avassalador. E lamento informar que, de certo modo, isso se repete com minhas três filhas, que não têm paciência para a escola, embora tenha certeza de que estejam bem encaminhadas na vida. Apesar disso tudo, sempre achei que ia escrever sobre história – só não imaginava que seria a do Brasil e muito menos que fosse fazer tanto sucesso.
"Recebi elogios de Hobsbawm e Kenneth Maxwell"Por que decidiu investir nesse nicho?E.B. – Por dois motivos. Primeiro, porque história era um assunto de que eu gostava, especialmente depois de ler, aos 15 anos de idade, Enterrem meu Coração na Curva do Rio, de Dee Brown, um livro maravilhoso que conta a história trágica dos indígenas norte-americanos e que me deu a nítida percepção de que os primórdios do Brasil deveriam ter sido bem mais dinâmicos, movimentados e sangrentos do que faziam supor aquelas aulas insuportáveis. Segundo, como já expliquei, pela minha experiência no mercado editorial, sentia que havia uma demanda reprimida por livros de história no país, escritos em linguagem jornalística. Ou seja, livros de divulgação, desvinculados de certas peias acadêmicas. Quando se aproximaram os 500 anos do Brasil, percebi que aquele seria o meu gancho.
O que acha de alguns historiadores que criticam o fato de jornalistas escreverem sobre história?E.B. – Acho que cada vez mais essa vem se tornando uma discussão desnecessária e tola. No caso particular dos meus livros, coincidentemente ou não, aqueles que perceberam de imediato o significado e o propósito do meu trabalho foram justamente os historiadores que sempre admirei e cuja opinião me interessava. Eles instantaneamente identificaram a óbvia diferença entre uma obra de divulgação – que é o que eu faço – e uma investigação historiográfica – que é o que possibilita o meu trabalho. Desde o início, creio ter obtido a compreensão e o respeito de profissionais renomados, todos eles grandes investigadores historiográficos, entre os quais posso citar Nicolau Sevcenko, Max Justo Guedes, Joaquim Romero Magalhães, Lilia Schwarcz e, é claro, a minha querida amiga Mary Del Priore. Mas o fato é que, a seguir, para minha surpresa e enorme orgulho, acabei recebendo elogios também de Eric Hobsbawm e Kenneth Maxwell. Acho que está de bom tamanho, não? Creio que isso enfraquece – virtualmente pulveriza – a opinião retrógrada de alguns historiadores de menor tirocínio que continuam achando que jornalistas não devem, não sabem ou não "podem" escrever sobre história.
"O passado não precisa ser um fardo"Já teve algum problema sério nesse sentido? Alguém criticar sobre algum dado histórico errado ou algo do gênero?E.B. – Que eu me lembre, não. Com certeza, cometi alguns deslizes, mas julgo que foram todos menores, aliás típicos de jornalista, acho eu. A edição original de A Viagem do Descobrimento, por exemplo, teve 23 erros, depois corrigidos; e 21 deles foram de conversão de pesos e medidas – de léguas para quilômetros, de quintais para quilos etc. Acontece que fiz todos os cálculos de cabeça e, gênio da matemática como sempre fui, errei todos... De qualquer modo, todos meus primeiros livros tiveram historiadores como consultores técnicos – Ronaldo Vainfas na coleção Terra Brasilis e Mary del Priori em Brasil: uma história. Sou grato a ambos, mas atualmente acredito que não preciso mais de consultoria alguma.
O que os livros feitos pelos jornalistas diferem das obras dos historiadores? Acredita que é uma forma leve e divertida de aprender sobre a história do Brasil?E.B. – Como já falei, o que os jornalistas produzem, em geral, são obras de divulgação. Não se tratam de investigações historiográficas originais. Salvo exceções, não fazem pesquisa de arquivo – não vão às "fontes primárias", no jargão dos historiadores. Meu trabalho, em especial, sempre foi pautado pelas ferramentas que a minha profissão original proporciona: escrevo livros com um trato jornalístico no texto e um olhar de editor no produto final. E essa é uma tarefa do jornalista: como comunicador, tornar um tipo de produção em geral inacessível ao grande público em algo mais palpável. Nesse sentido, dotar o texto histórico de uma narrativa mais fluída – inclusive com a aplicação de técnicas literárias a um texto de não-ficção – é, por que não, uma maneira mais leve e divertida de se ler sobre História do Brasil (sem o compromisso chato de estudá-la ou aprender com ela). Afinal, o passado não precisa ser um fardo, ele também pode ser entretenimento, diversão. Acho que essa é uma forma muito mais libertária de encarar a questão – embora certeza não seja, e muito menos deva ser, a única.
"O ponto alto de minha carreira são os livros sobre o Grêmio"E você pretende continuar nesse caminho? Escrever mais sobre a história do Brasil?E.B. – Sim. Na verdade, tenho inúmeros projetos, tantos que chega a ser difícil saber qual deles sairá primeiro. Estou terminando um livro sobre a história da Caixa Econômica Federal. Em 2001, o presidente Fernando Henrique Cardoso solicitou que eu escrevesse sobre os 140 anos daquela instituição. O atual governo encomendou outra edição atualizada, para os 150 anos, que estou finalizando agora. Mas é claro que, além de vários projetos de encomenda e livros institucionais que tenho feito, tenho planos de continuar escrevendo livros para o mercado. Pretendo retomar a Coleção Terra Brasilis, cujo próximo volume deverá tratar mesmo do episódio que ficou conhecido como "França Antártica", quando os franceses tentaram colonizar o Rio de Janeiro, entre 1555 a 1567. Creio que em 2011 ele haverá de estar nas livrarias. Mas, muito possivelmente, não pela mesma editora que publicou os primeiros quatro volumes da série.
Quantos livros exatamente sobre esse tema você já escreveu?E.B. – Escrevi mais de 25 livros, a maioria sobre História do Brasil, embora cerca de 15 deles tenham sido obras institucionais ou de encomenda que não chegaram às livrarias. Por exemplo, escrevi, a convite da CNI, uma história da indústria no Brasil, chamada Produto Nacional; na sequência, também em parceria com minha mulher, a poeta Paula Teitelbaum, fizemos a história da indústria no Rio Grande do Sul, sob o título Indústria de Ponta. Para a Caixa federal, além da história da instituição, escrevi a história da avenida Rio Branco, no Rio de Janeiro, e para a Embratel, a história da avenida Presidente Vargas. Fiz, por encomenda da Anvisa, uma história da propaganda de medicamentos no Brasil, chamada Vendendo Saúde e, para a mesma instituição, escrevi a história da vigilância sanitária, chamado À sua saúde. Além disso, já editei mais de três dezenas de volumes ligados à história. Mas, claro, o ponto alto de minha carreira são os três livros que escrevi sobre a história de meu glorioso time, o Grêmio. Com certeza, são minhas obras mais sérias, equilibradas, ponderadas e profundas, cuja frase de abertura de uma delas já diz tudo: "Futebol-arte é coisa de veado..."
*** "Minha contribuição para a história do Brasil é de linguagem"
Entrevista com Laurentino Gomes, jornalista e autor dos livros 1808 e 1822.
Há um interesse maior pelos livros de história?Laurentino Gomes – O interesse mudou totalmente. História virou um tema popular no Brasil e isso se reflete na lista dos livros mais vendidos. Isso tem a ver não só com uma mudança no mercado editorial, com livros em uma linguagem mais acessível para um leitor não especializado, geralmente escritos por jornalistas, mas também há uma busca por explicações para um Brasil de hoje. As pessoas estão olhando para o passado para entender porque o Brasil é um país tão complicado de construir, de organizar e de pactuar soluções rumo ao futuro.
Há um uso instrumental da historia. E acho que é um uso correto. A história serve para isso mesmo. Ninguém estuda história só para ter informações sobre personagens e acontecimentos pitorescos do passado. O objetivo é outro. É entender as nossas raízes, de onde viemos, como é que chegamos até aqui e para onde nos vamos. E preparar as pessoas para construir o futuro. Uma sociedade que não estuda história não consegue compreender a si própria. Acho que essa é a grande transformação. Mas isso é produto de uma grande novidade na história do Brasil que é um exercício continuado de democracia, são 25 anos de democracia. E acho que a gente alimentou algumas ilusões a respeito do Brasil recentemente, de que era muito fácil resolver tudo. Acredito que as pessoas estão meio chocadas com a persistência da corrupção, da desigualdade social, da criminalidade, da ineficiência do serviço público. E ficam se perguntando: por que somos assim? E aí a história ajuda a responder esse tipo de questão.
Você acredita que ajudou a popularizar esse tipo de leitura?L.G. – Acho que sim. Isso é um motivo de muito orgulho. É uma contribuição. Tenho percorrido o Brasil, dando aulas, palestras, bate papo com leitores, participando de feiras literária. Tenho ouvido com muita frequência: "Eu não gostava de história e passei a gostar por sua causa." Ou, às vezes, até crianças e adolescentes dizendo que por minha causa decidiram virar historiadores, ou jornalistas. Então acho que aí baixa um senso de missão muito forte porque o livro transforma a vida de uma pessoa.
E acho que não é verdade que o brasileiro não gosta de ler por natureza. Especialmente que ele não gosta da história. Mas ele quer uma leitura acessível, que ele consiga compreender, que não seja banal, que não fique apenas no caricato, no pitoresco. Acho que esse é o grande desafio do jornalista: atingir um público mais amplo sem banalizar o conteúdo. Esse é o desafio do jornalista em qualquer área. Como você tornar o relevante em atraente, como transformar uma matéria sobre reforma tributária, medicina, história do Brasil em algo sedutor para um público mais leigo. Acho que o jornalista bem-sucedido consegue enfrentar esse desafiou e vencê-lo. Então o que eu faço nos meus livros é aplicar o que eu aprendi nos meus 30 anos como repórter e editor de jornal e revista. E ser muito acessível na linguagem, facilitar a vida do leitor em favor de uma compreensão. Resumindo: a minha contribuição para a história do Brasil é de linguagem. Não faço pesquisa acadêmica em fontes primárias; o que faço é usar uma linguagem acessível para ampliar o conhecimento nessa área de história do Brasil.
"O jornalista precisa orientação para dar consistência ao trabalho"Você sempre gostou de história?L.G. – Desde criança, gostava muito mais de ciências sociais e humanas do que exatas. Minhas notas sempre foram melhores em português, história, geografia do que física, matemática. E esse interesse me levou para o jornalismo. Trabalhei na Veja, Abril, Estadão; mas eu diria que não existe muita diferença entre o trabalho de jornalista e do historiador. A diferença está na profundidade e na dimensão do tempo. O jornalista escreve história a sangue quente todos os dias, quando cobre uma eleição, um buraco de rua, um acidente, um jogo de futebol. O jornalista está testemunhando e narrando a história acontecendo diante dos seus olhos. O historiador tem uma perspectiva de mais de longo prazo. Muitas vezes, o próprio jornal, a revista, se tornam história no futuro. Hoje, estudar as páginas da Gazeta do Rio de Janeiro, do Correio Braziliense do Hipolito José da Costa, é um documento precioso para os historiadores. Esses jornalistas estavam fazendo história quando ela estava acontecendo, 200 anos atrás. Os dois usam uma ferramenta básica e fundamental, que é a reportagem. De investigar e de tentar chegar o mais próximo da verdade dos acontecimentos. Embora essa verdade absoluta seja inatingível, por uma questão até filosófica, mas a reportagem e a investigação nas fontes permitem a gente chegar o mais próximo possível. Então nesse sentido, o trabalho do jornalista e do historiador é muito parecido.
Chegou a receber críticas pelo fato de não ter a formação de historiador?L.G. – Não, felizmente não. Nunca recebi. No começo, às vezes apareciam alguns blogs. Mas muito pelo contrário, e é uma coisa que me deixa muito feliz: nunca, nenhum historiador me fez uma crítica estrutural, tipo essa informação está errada, não é exatamente assim. Ao contrário; recebi resenhas muito favoráveis de historiadores que respeito muito, como a Mary Del Priore, o Jean Marcel França, da Unesp, Tome Elias Saliba, da USP.
Uma coisa importante: jornalista não pode ser um franco-atirador. Ele precisa de orientação adequada quando vai tratar de um assunto. Por isso que a gente recorre às fontes, faz as entrevistas. E no meu caso, do 1822, eu tenho a orientação de um dos maiores intelectuais e historiadores brasileiros, que é o embaixador Alberto da Costa e Silva. O meu trabalho é jornalístico, mas a consistência da investigação é quase acadêmica. O Alberto viu o projeto do livro, analisou a bibliografia, depois leu, anotou e comentou cada um dos capítulos. E isso foi fundamental pra consistência do livro.
O jornalista pode, tem o direito e a prerrogativa da profissão, se envolver com qualquer assunto, ainda mais se for de interesse público. Mas ele precisa de orientação, fontes adequadas para dar consistência ao trabalho de apuração.
"Desafio da educação é associar o ensino ao prazer de aprender"Como surgiu a vontade de escrever sobre história do Brasil?L.G. – Um foi puxando o outro. O 1808 surgiu por esses bons acasos da vida. Eu era editor da Veja e a revista tinha a intenção de fazer uma série especial sobre história do Brasil e eu fiquei encarregado da equipe que ia investigar a presença da corte do Dom João VI no Rio de Janeiro. Aí, o projeto foi cancelado. Fiquei chateado, num primeiro momento, e segui em frente por minha própria conta. Fazer um livro-reportagem, ao invés de uma reportagem sobre o assunto. E aí aconteceu uma grande surpresa: o livro virou um best seller. Nunca imaginei que pudesse acontecer. Sempre dizem que para fazer sucesso no Brasil nesse ramo, você tem que escrever sobre esoterismo, auto-ajuda ou literatura barata. História do Brasil, nem pensar. E, de repente, o livro vendeu mais de 600 mil exemplares no Brasil e em Portugal, ganhou um monte de prêmios e então eu animei. Primeiro porque iria sair da minha rotina nas redações. Saí da Editora Abril em maio de 2008 e passei a me dedicar aos livros. A consequência obvia do 1808 era escrever o 1822. Porque é quase impossível se entender a independência do Brasil sem estudar o que aconteceu antes, essa grande transformação da colônia portuguesa em função da presença da corte de Dom João VI nos trópicos. Então isso me levou ao 1822.
E já me levou ao meu terceiro livro, que estou pesquisando agora e que é a terceira data-ícone do século 19 na construção do Brasil – 1889, ano da proclamação da República. É o livro que eu espero lançar daqui a três anos.
Essa linguagem mais leve e direta é um dos ingrediente desse sucesso?L.G. – Esse é o desafio do jornalista: oferecer técnicas que se aprendem ao longo do exercício da profissão. Você usar muitas histórias humanas, misturar dados pitorescos, engraçados, com uma análise mais profunda, ter uma linguagem provocativa na capa. Por exemplo, no 1808 foi "Como uma rainha louca, um príncipe medroso e uma corte corrupta enganaram Napoleão e mudaram a história do Brasil". É uma linguagem que provoca a atenção do leitor. Eu acho que o jornalista tem essa técnica. Quando a gente faz uma manchete do jornal, uma capa de revista, estamos o tempo todo tentando disputar a atenção do leitor.
Então, são técnicas de comunicação que eu estou aplicando à área de História do Brasil. E isso é uma grande novidade. Porque antes, os livros acadêmicos tinham uma linguagem excessivamente técnica, repleta de jargões próprios da academia e usavam nas capas linguagem muito neutra. O conteúdo muitas vezes é muito bom, muito profundo, mas não consegue chamar a atenção de um público mais amplo. E eu acho que aí é uma virtude do jornalista. Sempre conseguir uma audiência maior para determinados assuntos. O jornalista serve como um divulgador da ciência em geral. Por isso acredito que não há uma competição entre jornalista e historiadores. Nós nos complementamos.
O jornalista tem uma coisa que geralmente o historiador não tem. O uso de linguagem didática, acessível para um público mais amplo. A gente tem um acesso a uma audiência maior. Então, essas duas coisas se complementam. O jornalista pode ser um ótimo divulgador dos historiadores. É o que eu tenho procurado fazer. Não banalizo o trabalho deles e não misturo ficção com não ficção. Não procuro preencher lacunas por conhecimento histórico com romance, literatura. Tudo que eu faço é não ficção. De maneira que isso confere uma grande legitimidade ao meu trabalho. Aliás, esse trabalho de divulgação cientifica é relativamente novo no Brasil.
Estou fazendo, na área de história do Brasil, o que o dr. Dráuzio Varella faz em medicina, o Marcelo Gleiser em astronomia. Eu acho que é um campo maravilhoso. Torço para que em outras áreas de conhecimento, alguma hora chegue um divulgador na área de matemática, física, biologia, porque isso vai facilitar a vida dos nosso professores e estudantes – eles têm que ensinar essas coisas hoje de uma forma muito técnica, muito árida. Imagina uma criança tendo que aprender história do Brasil só decorando data, nome, números, sem entender exatamente o que se passou. Então, acho que esses livros ajudam a chamar a atenção para que essas disciplinas sejam estudadas com prazer. Isso é o grande desafio da educação do Brasil. Como associar o ensino ao prazer de aprender, de ler. Acho que a divulgação científica segue nesse caminho.
"Guerra da independência não teve nada de pacífica"Houve surpresas na sua pesquisa do 1822?
L.G. – História é sempre alvo de manipulação, de construção posterior em cima dos fatos verdadeiros. Por exemplo, o quadro do Pedro Américo, sobre o Grito do Ipiranga. Nada do que está ali é verdadeiro. Dom Pedro não estava vestido como príncipe; estava vestido como tropeiro. Não estava em um cavalo alazão; estava em cima de uma mula de carga, que era o jeito correto de subir a Serra do Mar. Os dragões da independência ainda nem existiam. Eram tropeiros, fazendeiros, sertanejos do Vale do Paraíba, e Dom Pedro estava com dor de barriga na hora do grito do Ipiranga. Tinha comido uma coisa estragada em Santos. O que não torna essa cena da independência menos importante do que ela é. Mas ela é mais brasileira, mais simples, mais bucólica e mais próxima do verdadeiro. Não é aquele quadro épico do Pedro Américo. Isso me chamou a atenção. Mas por que ele fez aquilo? É um quadro que Dom Pedro II encomenda para celebrar um feito da monarquia. Então, o quadro não se propõe a ser uma foto jornalística. Ele é uma alegoria, uma celebração e por isso usa elementos épicos.
Outro aspecto que me chamou a atenção foi de que existe um mito de que a independência do Brasil foi um processo pacífico. Que foi resultado de uma negociação entre Dom João e Dom Pedro. Não é verdade isso. Morreu muita gente durante a guerra da independência, que durou um ano e meio. A minha estimativa é de que morreram, pelo menos, 5 mil pessoas. O que é bastante gente. Mas por que passa essa imagem de que foi pacífica? Porque o imperador Pedro I, que assumiu a coroa, é um integrador, um agente de pacificação, de tentar organizar esse território vasto, diverso, muito complexo, de muitos escravos e muitas diversidade étnicas e culturais. Então esse agente pacificador passa essa imagem de que o processo foi pacífico. Quando na verdade não foi. Essas coisas me surpreenderam bastante.

Como empurrar um pais para o brejo (e ainda ficar contente com isso)

Cada vez que alguém me fala da França, eu sempre penso como tive sorte de, a cada vez que eu passava por lá, era, por milagre, no meio de duas greves, assim que nunca tive o desprazer de enfrentar uma greve de metro, de trem, de onibus, enfim, essas coisas desagradáveis que acontecem todo mês naquele país decadente (mas ainda agradável de se visitar entre duas greves).
Quando o governo, qualquer governo, anuncia que pretende fazer uma reforma num setor qualquer, no dia seguinte podem apostar que vai ter greve...
Enfim, é isso que vai levar a França para o brejo...
Leiam o artigo...

How to Bully a Country into Bankruptcy
by Cristian Gherasim
Von Mises Daily, November 3, 2010

We are all familiar with the power gained by trade unions in present-day Europe. Lately, it seems that they have also gained the privilege to turn to violence each time their demands aren't met. It's safe to say that a union's decision has become as important as a governmental decree.

Trade unions set wages, working time, retirement age, and social benefits; then they oversee and enforce them by going on strike each time the government is unwilling to succumb to their demands. God forbid someone anger the hyperactive trade unions. They will use force, seize the economy, and fervently hunt down anyone who dares to think that each worker is responsible to consumers and not to union leaders.

More than most, French workers have always been at odds with capitalist morality. Recently, we have seen how a country can be run — or run into the ground — by trade unions. In reaction to President Sarkozy's proposed pension reforms, French workers have gone on strike and paralyzed the nation.

Not only did they stop working but they also turned to paramilitary tactics. They seized refineries and fuel depots; they closed fuel pipelines going to Charles de Gaulle and Orly airports, and massively disrupted rail travel. The fuel shortages have crippled the economy. Strikers stopped work at two of France's three liquefied-natural-gas terminals. All 12 French refineries have gone on strike. The country has also started to import electricity as the wave of protest action took hold of energy supplies. Students have taken to the streets, and the police used water cannons and tear gas to disperse protesters in cities like Paris, Marseille, Toulouse, and Bordeaux.

On the other side of the English Channel, Britain's government unveiled plans to slash public spending, eliminate nearly half-a-million jobs, and raise the retirement age from 65 to 66. But the British largely resisted the urge to follow the lead of their French neighbors and flood the streets in angry and sporadically violent protest.

Why is there such a stark contrast between the reactions of French and British citizens to this week's parallel announcements of so-called austerity measures? Some would say that it is a question of national peculiarity and that some nations are more inclined than others to social unrest. This may be one of the reasons, but I believe that things are much simpler than that. It is less an aspect of crowd psychology than a consequence of a lesson learned through economic history.

As Ludwig von Mises tells us, the British have already experienced how trade unions and Keynesian policies can utterly destroy a nation's economy. After World War I, Great Britain returned to the prewar pound-to-gold parity. This caused an overevaluation of the British pound and the purchasing power of every employee increased significantly. In a free-market system, the nominal wage would have gone down in order to counterbalance this phenomenon, without the real wage being altered. But that didn't happen. Why? Because trade unions opposed any wage adjustment to match the new purchasing power of the British pound; real wages continued to rise due to this monetary measure. A full or near-full economic catastrophe followed.

The predominantly industrialized England, which relied heavily on exports, found itself unable to pay for raw materials as the British pound — and with it British goods — increased in value and became more expensive on the world's markets. Exports declined and so did England's economic might. Because wages were artificially forced over the level that would have enabled the full use of the workforce potential, factories and whole industries had to close down, with millions of workers losing their jobs.

Unemployment lasted for years, production reached an all-time low, and the United Kingdom went into recession. The government had to act and they did so by devaluing the pound. But the trade unions caught on to this monetary stunt and demanded that wages be indexed in line with the rising prices, which in turn generated inflation.

"The British have already experienced how trade unions and Keynesian policies can utterly destroy a nation's economy."

Keynes was quite aware of the fact that trade-union-imposed wages generated skyrocketing unemployment. Still, he claimed that workers, despite currency devaluation, can be tricked into thinking that their wages remain unaltered if they keep on receiving the same sum of money. He foolishly thought that full employment could be reached by inflation and not by having a free labor market unhindered by trade unions and government.

The only way of attaining full employment is by having a free labor market. Only it can determine the real cost of labor. Wages can only fluctuate in line with workforce demand. But because there's a group of people who think that full unemployment is unattainable without inflation, labor markets continue to be under the control of governments and wage levels are the outcome of trade-union pressure and violence.

So, the British are content with the announced cuts because they are aware that a deficit-run budget can send them back to the 1929–1933 economic meltdown. They are aware that the infamous European social model is no longer sustainable. It can no longer cope with deficit spending, high labor cost, and state-provided benefits. An aging population and the lack of economic competitiveness weakens Europe's ability to maintain the high living standards that most western Europeans have enjoyed during the last decades.

The French, like other welfare-state beneficiaries, have to come to terms with the end of their art de vivre. From now on they have to work longer, harder, better, and understand that free markets and not trade unions should act as censors. They have to give up the idea that work benefits are collective rights. Work and the search for work benefits are solitary activities upheld by personal skills that only a free market can properly evaluate and repay.

In fact, work has value only within a free-market system. Only in this way can every worker's effort be correctly assessed and remunerated properly. Otherwise it's all a waste of time and energy. This worker-consumer relationship is mediated through the use of money. And the salary, far from being a gift from government and trade unions, is the materialization of the consumers' satisfaction.

There's a lot of hypocrisy in this kind of social movement and national strikes. For workers and trade unions the principles of the free market and capitalism are falling on deaf ears. They want more money for less work, the same benefits even though they are no longer competitive and their manufactured goods no longer sell. As it often happens, their work is unproductive and they end up being heavily subsidized. These absurd antieconomic behaviors are a waste of public money and only stress the need for developing appropriate free-market mechanisms.

Driven by their socialist beliefs, the present-day trade unions act against laissez-faire and the tradition of economic liberalism, discouraging Europe's workforce and generating economic stagnation. This crippling system of social benefits and the trade unions' guerrilla-warfare method of getting their own way have to stop. If they don't, Europe will lag ever further behind and its current relative impoverishment will soon turn into absolute pauperization, ultimately resulting not only in economic but also in cultural and moral decline.

Cristian Gherasim is currently working on a master’s degree in Romanian and European politics at the University of Bucharest. Send him mail. See Cristian Gherasim's article archives.

Republica Sindical do Brasil: os corporatistas nunca desistem...

Editorial do boletim da Anpuh, Associação Nacional dos Professores Universitários de História (talvez devessem mudar o nome para Sindicato dos Historiadores):


HISTORIADORES: OS PROFISSIONAIS QUE PODEMOS SER

A iniciativa da ANPUH de mobilizar seus filiados para acompanharem o projeto de lei sobre a profissionalização de “historiador”, apoiando-o, é ótima. Surgir no Brasil oficialmente a figura do “historiador” poderá, talvez, ajudar as pessoas a aceitarem que o historiador é o melhor para ser contratado e/ou concursado para fazer algumas atividades que outros profissionais exercem
.
(...)

Eu me pergunto se um dia a "profissão" de blogueiro também não será regulamentada no Brasil, reservando-se essa ocupação apenas para aqueles devidamente registrados na Associção Profissional dos Blogueiros e Internautas, recolhendo seu imposto sindical para a máfia da categoria e coisas assim...
Essa coisa de pretender ser historiador não regulamentado é um crime contra a categoria e contra a própria musa da História, que não pode se sujeitar a ser arranhada por qualquer historiador improvisado que aparece por aí, pretendendo fazer história sem as devidas qualificações, como este que aqui escreve. Imaginem se isso é possível e permitido??!!

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Um comentário postado por um dos leitores, "caiu" no "post errado", por isso permito-me repostá-lo aqui, embora ele provavelmente tenha mais a ver com o debate entre historiadores e jornalistas, objeto de outro post, baseado em materiais do Observatório do Imprensa. Aqui vai:

Rodolfo deixou um novo comentário sobre a sua postagem "Como empurrar um pais para o brejo (e ainda ficar ...":

Sou formado em história na USP e acho essa briga cretina. Me parece um corporativsmo estúpido dos historiadores acadêmicos, que, em geral, escrevem mal e de maneira pedante. Denotam nesta polêmica uma monumental inveja do sucesso de quem sabe elaborar textos para um público mais abrangente.
Alguns dos maiores historiadores do Brasil, como Sérgio Buarque de Holanda, Taunay e Caio Prado Junior não cursaram história e só alcançaram postos em cátedras de história depois de já terem obras lançadas. José de Alcântara Machado era professor de medicina legal e em 1929 publicou um trabalho visionário, baseando-se em pesquisas nos testamentos e inventários dos bandeirantes paulistas do séc. XVII: Fez história do cotidiano muitos antes da Escola dos Annales. Evaldo Cabral de Mello, mais importante pesquisador do período de domínio holandês, é diplomata.

A descoberta da semana (talvez do mes, ou do ano...)

‘La ONU está agotada’
Fidel Castro

El ex presidente cubano Fidel Castro consideró hoy que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) "está ya agotada" y debe ser cambiada por un foro verdaderamente democrático y "no un feudo imperial"

PRA: O que será que a ONU acharia do regime cubano, aos 51 anos da "revolução libertadora"? Que está tinindo de novinho? Pronto para mais 50 anos?
Paulo Roberto de Almeida

Da inteligencia a estupidez, em um pequeno salto...

OK, OK, estou quase me rendendo ao ambiente nacional. Como sabem todos os que lêem este blog, ele vem encimado (palavra bonita esta) por esta expressão:

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes.

Pois bem, acho que, ao comentar a atualidade nacional e as propostas de políticos em geral, acabo invertendo a finalidade original e precípua (outra palavra bonita) deste blog e tratando sobretudo de ideias estupidas emitidas por pessoas idiotas, que ficam torrando a paciência de pessoas sensatas.
Estou quase me decidindo a trocar a expressão de abertura, por algo mais ou menos assim:

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Mas, de vez em quando, ou mais frequentemente que o desejável, ele é obrigado a tratar de ideias estúpidas emitidas por idiotas, com o que ele acaba aborrecendo as pessoas inteligentes que aqui comparecem...

Não sei se seria o caso, mas por vezes sou tentado seriamente a fazê-lo...

Paciência estratégica...

Meu proximo Mac, um Air, mas que Air...

Review: novo MacBook Air de 11,6 polegadas

por Autor Convidado | 02/11/2010 às 22:48 61 Comentários
por César Moniz
Acho que posso me considerar um cara de sorte, pois tenho novamente a possibilidade de testar em primeira mão um dos últimos lançamentos da Apple, e segundo as más línguas (e talvez as boas também), um dos produtos mais cobiçados e desejados do momento: o novo MacBook Air de 11,6 polegadas.
MacBook Air de 11,6 polegadas
Na qualidade de usuário antigo do mundo Apple devo dizer que, ao longo dos anos, não perdi a minha empolgação ao comprar um produto novo da marca e finalmente poder abrir sua a caixa pela primeira vez. Isso se amplifica ainda mais quando o produto é novidade para todos.
Essa máquina é o meu 17º Macintosh, de acordo com meus cálculos, isso sem contar iPhones, iPods e outras maravilhas. Mesmo assim, pouco mudou: abrir a caixa do novo MacBook Air é um prazer que me remete ao dia em que comprei o meu primeiro — um iMac colorido, em 1998.

Apresentação

A embalagem não reserva muitas novidades pra quem já é usuário de produtos Apple. A única coisa que mudou, desta vez, foi o meio que a Apple encontrou de fornecer o disco de instalação do Mac OS X e do iLife: ela abandonou o DVD que vem tradicionalmente em suas máquinas (inclusive no próprio modelo anterior do MacBook Air) e adotou um dongle USB de 8GB contendo tudo o que se precisa pra fazer uma nova instalação do sistema operacional e programas adicionais.
MacBook Air de 11,6 polegadas
O lado bom disso é que, principalmente no caso do MacBook Air, não se faz mais necessário “emprestar” o leitor de DVD de alguma outra máquina ou utilizar um leitor USB externo. Além dessa grande vantagem, a nova ideia abriu espaço para a possibilidade de a Apple fazer a mesma coisa nas próximas gerações de softwares que lançar, afinal de contas o Air já está aí com sua positiva ausência de drive óptico, e já é sabido que essas mídias estão fadadas ao desaparecimento mesmo. Pra que continuar vendendo-as, então?
MacBook Air de 11,6 polegadas MacBook Air de 11,6 polegadas
O design do novo MacBook Air de é muito mais uma evolução do que uma revolução. Digo isso pois ele é exatamente o que o usuário Apple espera de um Mac portátil em termos estéticos e construtivos.
MacBook Air de 11,6 polegadas
A máquina é bela e possui um conjunto extremamente robusto, proporcionado pelo processo produtivo conhecido como “unibody”. A maior diferença nesse âmbito é a tampa do Air, que é mais fina do que a de outros Macs portáteis. É realmente espantoso como a Apple conseguiu enxugar ainda mais na execução dessa máquina em relação ao Air de 13,3″ da geração passada, e isso eu gostaria de detalhar a seguir.

Tamanho e peso

A surpresa realmente fica reservada para o corpo da máquina em si, que é ridiculamente pequeno e leve. É difícil descrever em palavras o quanto essa máquina é portátil!
Eu tinha a impressão de que o MacBook Pro de 13,3” era pequeno e o MacBook Air anterior de 13,3” era leve, mas agora a coisa ganhou uma dimensão que não dá pra explicar muito bem num review.
MacBook Air de 11,6 polegadas
Se você já é um feliz proprietário de iPad, vai entender fácil o que eu quero dizer, pois o MacBook Air de 11,6” é muito próximo de um iPad em termos de dimensão e peso, sendo que seus milímetros e gramas extras em relação ao irmão que roda o iOS não são capazes de gerar um incômodo suficiente pra querer deixá-lo em casa.
No último final de semana eu fiz uma pequena viagem de 500km e, obviamente, levei meu novo brinquedo junto comigo. Ao colocar o pequeno prodígio na minha mochila, que tenho desde a época em que possuía um MacBook Pro de 17”, comecei a me dar conta do quanto essa máquina nasceu pra ser levada pra todo canto. Ela coube transversalmente onde o Pro de 17” ficava justo longitudinalmente!
Se já tinha espaço sobrando nessa bolsa ao transportar um MacBook Pro de 13,3”, agora ela ficou totalmente inviável! Como consequência terei que comprar uma bolsa nova, e o mais interessante é que não precisará ser um trambolho de mochila para laptop, pois o notebook cabe em qualquer bolsa de tamanho comum e não pesa mais do que um livro. Só é recomendável comprar uma luva protetora para que outros objetos não arranhem o Air caso entrem em contato com ele dentro da sacola.

Usando a máquina

Se a máquina é um sonho em termos de tamanho, a impressão ao usar não é muito diferente disso. Eu comprei o Air pensando em usá-la como máquina secundária. Tenho um iMac que uso para edição musical com Logic Studio e interface de áudio externa, e sempre gostei de ter uma segunda máquina pra poder levar pra onde eu quiser, usar no sofá, sacada ou na rua.
Minha segunda máquina até então era um MacBook Pro de 13,3”, que passei pra minha namorada. A minha intenção era adquirir um iPad, mas confesso que a ausência de algumas coisas nele contiveram meu impulso de comprá-lo. Algumas pendências certamente serão sanadas na próxima geração da tablet, mas o MacBook Air estava lá bonitão e disponível pra se comprar, com tudo que um usuário de Mac precisa numa máquina. Decidi que não precisava esperar o iPad de segunda geração.
O MacBook Air de 11,6” em questão é um BTO (built to order), adquirido pela Apple Store Online alemã, com 128GB de SSD, 4GB de RAM e 1,4Ghz de processador Intel Core 2 Duo.
Mas por que configurar a máquina dessa maneira e não comprar a versão de entrada, com seus 64GB de SSD e 2GB de RAM? A resposta pra isso é simples: essa máquina não possui a qualidade dos irmãos mais velhos no que tange a upgrades. Ela é inflexível nesse sentido, não permitindo upgrades posteriores sem o uso de poderes sobrenaturais. Resolvi adquirir a máquina com mais RAM e mais SSD logo de cara pra não me arrepender depois, principalmente quando o Mac OS X 10.7 Lion estiver saltitando nas prateleiras das lojas de eletrônicos.
O upgrade de processador não me convenceu a ponto de valer os euros extras. Minha experiência com Macs diz que 200MHz de clock adicional não farão a máquina rodar nada mais rápido na vida real. Não sou um crédulo em números de teste de benchmark nesse sentido, pois na prática os ganhos são desprezíveis com uma diferença de velocidade de processador dessa magnitude. Caso você esteja com dinheiro sobrando e não quiser gastar em cervejas e bolovos, talvez deva cogitar o processador levemente mais veloz.
Até agora tenho instalados o pacote iLife parcialmente (sem GarageBand, iWeb e iDVD), sendo que o iTunes possui uma versão enxuta da minha biblioteca real, pois só tenho 10GB de conteúdo nela. O iPhoto está com meros 4GB de fotos. Fora o iLife resolvi adicionar o Office 2011, que recebi gratuitamente da Microsoft ao adquirir a versão anterior numa promoção local. Usei o Word para escrever este texto e devo dizer que estou gostando da combinação.
Neste exato momento, estão rodando simultaneamente Word, Skype, Windows Messenger 8, iChat, Safari com cinco abas abertas, iTunes e Mail. O desempenho não deixa nada a desejar em relação ao MacBook Pro que eu usava anteriormente. A máquina trabalha de maneira ágil, responsiva e com a temperatura sempre mais baixa do que as outras máquinas portáteis que eu já tive.
Acho que isso serve para dar uma impressão melhor do que recitar números de benchmark que pouco fazem sentido para quem os lê. Quem tem hoje um MacBook ou um MacBook Pro de 13,3” e tem como uso principal alguma dessas coisas que eu mencionei, não notará diferença significativa de desempenho.
Falando um pouco mais sobre temperatura do processador, ela não passou dos 40ºC no indicador do iStat nano por aqui, mesmo quando tinha todas essas coisas rodando ao mesmo tempo. É o primeiro notebook que eu tenho em anos que realmente dá pra chamar de laptop sem queimar a língua (ou as coxas, no caso!). Talvez essa temperatura oscile um pouco pra cima com vídeos do YouTube ou similares, mas eu não uso tanto essas coisas pra falar a verdade. Para isso prefiro meu Mac mini com Plex ligado na televisão. ;-)
A bateria dele, segundo meus testes iniciais, atinge facilmente a promessa de cinco horas de uso anunciadas pela Apple nos dados técnicos. Em uso normal, com luminosidade do display no quarto quadradinho, navegação wireless e uso misto, inclusive transferindo alguns arquivos de outras máquinas para ela via wireless, consegui usar por mais de cinco horas e ainda tinha cerca de 15% de carga pra torrar. Acredito que a eficiência térmica tenha muito a ver com o baixo consumo desse Mac.
A inicialização leva cerca de 15 segundos e voltar do modo sleep ao abrir a tampa é praticamente instantâneo. Segundo a Apple, a carga da bateria pode durar cerca de 30 dias em sleep, o que é realmente muito bom. Lembro que os Macs com PowerPC eram bem mais eficientes do que os Macs Intel nesse sentido, mas com o MacBook Air tudo isso virou história, pois a Apple desenvolveu um sleep extremamente eficiente para esse Mac.
Em termos de hardware, o MacBook Air de 11,6” perdeu alguns mimos do modelo maior, como o leitor de cartões SD. As outras diferenças ficam restritas ao processador e armazenamento, cuja oferta não é tão generosa quanto a do irmão maior (até 256GB de SSD no modelo de 13,3”, por exemplo).
Em relação ao Air da geração passada, ele não mais possui o teclado retroiluminado, o que pode ser algo negativo para alguns usuários. Quem viu a máquina desmontada nas páginas do iFixit entende facilmente o porquê dessas limitações, afinal Steve Jobs e seu time de engenharia ainda não conseguiram reverter algumas leis da Física, como a de que dois corpos não ocupam o mesmo lugar no espaço.
Enfim, esse é o preço a se pagar por um laptop extremamente delgado e leve, mas que ainda possui um tempo de uso de bateria digno de respeito, e que eu particularmente acredito que o compromisso seja válido.
Esta máquina também não possui receptor infravermelho para controle remoto e nem a luz pulsante do sleep. Pra ser sincero não senti falta de nenhuma dessas ausências, mas talvez alguns sintam. No fundo é uma questão de prioridade, que varia de usuário para usuário.
O display de 11,6” é brilhante e possui uma resolução muito boa, inclusive para os que gostam de ver filmes quando viajam. O fato de a tela ser menor que a de 13,3” dos MacBooks anteriores é parcialmente compensada pela resolução maior. A dimensão vertical reduzida pode ser compensada posicionando o Dock lateralmente na interface, algo que faz a janela de alguns aplicativos como o próprio Word ganhar espaço vertical precioso.
Outras coisas merecem menção honrosa por aqui são o novo trackpad de vidro, que finalmente chegou ao Air depois de muita espera, a adição de uma porta USB e a eliminação daquela portinhola lateral no MacBook Air antigo, que era feinha e pouco prática.

Apanhado geral, pontos positivos e negativos

O MacBook Air é um campeão, não tem como negar. O preço dele é arrebatador para quem pensava em comprar um Air mas não tinha coragem de gastar o que ele custava. Ele não é barato, mas nessa faixa de preços tem definitivamente muitos compradores potenciais, que se empolgarão com as boas qualidades que o pequeno MacBook Air de 11,6” oferece.
MacBook Air de 11,6 polegadas
Se eu havia comprado esse Mac pensando em um segundo computador, a cada uso fico mais convencido de que ele pode vir a se tornar o computador principal, deixando o iMac como a máquina secundária. [Se eu tenho um carro, deixo o caminhão só pra cargas mais pesadas, rá! Valeu, Steve!]
O desempenho realmente surpreende positivamente, principalmente para quem acredita que uma máquina pequena dessas e com um processador de menos de 2GHz não dará conta do recado.
Se eu tinha dúvidas e até estava disposto a aceitar um desempenho inferior ao do MacBook Pro de 13,3” em detrimento do tamanho e peso reduzidos, agora não tenho mais: ele dá e sobra para os mortais que usarão a máquina com iLife, internet, Office e talvez até algum outro software mais exigente.
· · ·
Pontos positivos:
  • Desempenho comparável a laptops maiores;
  • Absurdamente leve, fino e elegantel
  • Qualidades do iPad (como boot rápido, retorno do modo sleep praticamente instantâneo) foram transplantadas para ele.

Pontos negativos:
  • Falta de backlit keyboard;
  • Falta de leitor de cartões SD;
  • Fiquei 1.240 euros mais pobre, graças a ele.


Leia mais: Review: novo MacBook Air de 11,6 polegadas | MacMagazine

Hayek e Keynes de volta ao palco: o debate continua (hasta la muerte?)...

Para quem gostou do primeiro video, Fear the Boom and Bust, visto por mais de um milhão de curiosos, e traduzido em dez línguas, aqui está a continuidade do debate mais relevante da atualidade:

Hayek vs. Keynes Sequel Sneak Peak at The Economist Buttonwood Gathering



Dentro em pouco, algum abnegado vai colocar legenda (!!), subtítulos, em Português...

Agregado em 30 de abril de 2011"

Saiu o segundo combate entre Keynes e Hayek. Recomendo.
No site econstories.tv

Secao: O seu, o meu, o nosso dinheiro...

Começou mais cedo do que se imaginava o esporte preferido de todo político brasileiro: arrancar dinheiro do seu bolso, caro leitor, e do caixa das empresas, para colocar no poço sem fundo do governo, sob alegação das boas causas e bons propósitos.
Alguém realmente acredita que o dinheiro da CPMF, se reintroduzida, vai efetivamente melhorar a saúde pública??? A alegação já era essa, em 1993, quando ela foi introduzida pela primeira vez (e se prolongou desde então, até ser politicamente interrompida, não pelas boas razões, pelo Senado).
Paulo Roberto de Almeida

Governador do PSB já mobiliza colegas para recriar a CPMF, o imposto do cheque

Realmente difícil crer que nem bem o governo Dilma Rousseff assumiu e já exista governador aliado querendo elevar a carga tributária. É o caso do governador reeleito do Piauí, Wilson Martins (PSB), que está mobilizando os governadores para recriar a CPMF. O discurso é o mesmo surrado de sempre: colocar mais dinheiro na saúde.

O problema da saúde no Brasil é de gestão e honestidade. O resto é conversa fiada para aumentar o poder dos maus gestores de fazer proselitismo com dinheiro da sociedade.

Wilson viaja nesta quarta a Brasília e terá reuniões em alguns ministérios, com o presidente Lula e com a presidente eleita Dilma Rousseff.

Wilson Martins está mobilizando os governadores do seu partido: de Pernambuco (Eduardo Campos), Ceará (Cid Gomes), Espírito Santo (Renato Casagrande), Paraíba (Ricardo Coutinho), Amapá (Camilo Capiberibe), e o petista baiano Jaques Wagner pela aprovação e regulamentação da Emenda Constitucional 29, que destina recursos do Orçamento especificamente para a saúde. E para lutar pela reedição da CPMF com verbas também voltadas para este setor.

Dois, alias tres primeiros testes para a presidenta: Cuba, Iran e China

Bem, vamos ver como se responderá a essas demandas contraditórias, uma pela abertura e democracia, outra pelo apoio nas suas virtudes, digamos, autoritárias, de não querer sequer discutir política cambial no G20. Bem, se o G20 não serve para isso, serve para quê, então: para tomar chá?
Duas correções de imediato a este despacho do correspondente do Estadão em Genebra:
1) Chamar ativistas pela democracia e pelos direitos humanos de "dissidentes" é um equívoco e uma indignidade, como se o Estado tivesse razão e os ativistas estivessem errados em fazer e demandar o que fazem e pedem. Se Cuba assinou protocolos em defesa dos direitos humanos, a começar pela Declaração Universal dos Direitos do Homem de 1948, então é o Estado cubano que é dissidente, não o ativista. É o Estado que atua ilegalmente, de maneira criminosa e celerada.
2) Um erro monumental incorreu aqui o jornalista: "A [última] viagem [de Lula a Cuba], porém, ficou marcada pela morte do dissidente, Orlando Zapata. Lula preferiu não comentar a situação durante sua visita."
Não é verdade isso; Lula comentou, sim, e para horror nosso e de todos os que defendem os direitos humanos, criticou o uso da greve de fome como instrumento político, quando ele mesmo usou dessa "arma" no passado (embora burlada por ele mesmo, como já confessou, sem qualquer dignidade). Ele não só comentou, como criticou o prisioneiro, que se "deixou morrer", por certo por culpa dele mesmo. E comparou a situação dos prisioneiros de consciência em Cuba, na verdade condenados políticos, em total abuso da própria legislação cubana, a prisioneiros de direito comum, criminosos e assassinos da pior espécie. Uma ofensa indigna de alguém que preza mais a ditadura cubana que os direitos humanos.
Paulo Roberto de Almeida
Addendum: Em tempo: nossos amigos iranianos não poderiam ficar de fora, claro, dessa deixa. Já que o presidente "sainte" tinha um carinho especial por Ahmadinejad, quem sabe sua sucessora não poderá manter essas excelentes relações "anti-imperialistas"?

Dissidentes cubanos lançam apelo à Dilma

Jamil Chade, correspondente em Genebra
O Estado de S.Paulo, 2 de novembro de 2010

Objetivo é pressionar para que questão dos direitos humanos entre na agenda diplomática

 GENEBRA - Dissidentes cubanos pedem que a presidente eleita do Brasil, Dilma Rousseff, modifique a forma pela qual o governo brasileiro tem lidado com o regime de Raul Castro e pressionam para que a questão dos direitos humanos entre na agenda entre Brasília e Havana.
"Não queremos nada de extraordinário. Apenas que a nova presidente do Brasil defenda ao povo cubano as mesmas liberdade que ela defenderia para sua própria população", afirmou Dagoberto Valdés, um dos dissidentes ainda mantido em liberdade em Cuba.
O dissidente é um dos responsáveis pelo movimento Convivência e foi em nome do grupo que fez a declaração à Dilma. Sem liberdade para publicar seu comunicado em Havana, o dissidente foi obrigado a usar "contatos" que tem na Espanha para tornar pública sua declaração.
"Em Cuba, a liberdade é um ingrediente raro", disse o dissidente ao Estado por telefone. "Felicitamos a nova presidente por sua eleição e queremos que o Brasil continue a manter sua relação com Havana. Mas insisto que temos esperanças de que suas relações com Cuba trabalhem pelos mesmos direitos que ela (Dilma) quer para os brasileiros", afirmou.
Durante o governo de Luiz Inácio Lula da Silva, o Brasil se transformou no segundo maior parceiro econômico e comercial de Cuba no Hemisfério Ocidental, superado apenas pela Venezuela. Entre 2003 e 2009, o comércio bilateral triplicou, chegando a quase US$ 600 milhões no ano passado.
Em sua última visita à ilha, Lula assinou dez acordos de cooperação e prometeu investimentos de US$ 300 milhões na ampliação do Porto de Mariel. A viagem, porém, ficou marcada pela morte do dissidente, Orlando Zapata. Lula preferiu não comentar a situação durante sua visita.
Na segunda-feira, o governo cubano havia já feito declarações de apoio à Dilma. "As relações com o Brasil são muito boas, tanto no aspecto político como econômico. Esperamos que essas relações continuem a se desenvolver com a presidente Dilma", afirmou o ministro de Comércio Exterior, Rodrigo Malmierca, que lembrou a presença do "capital brasileiro" na ilha.
Excluída
Nos últimos meses, Cuba tentou dar sinais de que poderia estar aceitando uma revisão de sua repressão e negociou com o Vaticano e com a Espanha a liberação de presos políticos. Mas, na ONU, as suspeitas em relação à Cuba são cada vez maiores. Em seu novo índice de desenvolvimento humano, a ONU optou neste ano por simplesmente excluir Cuba do ranking. O motivo: não tinha como confirmar se os dados enviados pelo governo de Havana sobre saúde, educação e outros índices sociais tinham alguma relação com a realidade.

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Dilma fortalece bloco antiamericano, diz Irã

Jamil Chade
O Estado de S.Paulo, 2 de novembro de 2010

País vê vitória da petista como ‘vistoso progresso’ nos laços de amizade e afirma que América Latina entrou em corrente de oposição aos EUA

GENEBRA - O Irã comemorou a vitória de Dilma Rousseff nas eleições no Brasil e destacou que o resultado "fortalece o bloco antiamericano". Ontem, o presidente do Irã, Mahmoud Ahmadinejad, deixou claro sua satisfação com a vitória da sucessora do presidente Luiz Inácio Lula da Silva, na esperança de que sua política externa siga os mesmos passos da diplomacia do governo que terminará no final de dezembro.
Na ONU, países africanos e algumas das ditaduras mais criticadas do mundo também não disfarçaram a satisfação com o resultado das eleições.
Acusado de manter um sistema perverso de violações aos direitos das mulheres e de ainda manter leis como a do apedrejamento de adúlteras, Ahmadinejad fez questão de elogiar o fato de o Brasil ter escolhido sua primeira mulher presidente. Segundo o líder, isso vai impulsionar o "vistoso progresso" nos laços entre os dois países. Lula chegou a intervir no caso de uma iraniana condenada à pena de morte, sob a acusação de adultério.
"As relações entre Irã e Brasil se desenvolveram nos últimos anos e estou convencido de que sob vossa presidência estas relações continuarão se aprofundando", afirma Ahmadinejad em mensagem enviada a Dilma. "A relação entre o Irã e o Brasil continuará e será consolidada sob a liderança de Dilma", disse Ahmadinejad à agência de notícias estatal Irna.
Nos últimos anos, o governo Lula fez questão de se opor às sanções impostas contra o Irã e tentou intermediar um acordo para solucionar a questão nuclear em Teerã. O processo fracassou e a secretária de Estado norte-americana, Hillary Clinton, chegou a alertar o Brasil de que estava sendo usado por Ahmadinejad.
Uma nova negociação começa a ser organizada. Mas Teerã insiste que o Brasil deve fazer parte do processo. A Casa Branca não vê isso com bons olhos. "A cooperação entre a República Islâmica do Irã e o Brasil foi muito boa sob a presidência de Lula e trouxe benefícios apreciáveis a nível bilateral, regional e internacional", destacou Ahmadinejad.
O presidente da Comissão de Segurança Nacional e Relações Exteriores do Parlamento Iraniano, Alaedin Boroujerdi, foi além. "A vitória de Dilma Rousseff é uma boa notícia para o Iraque [SIC!; deve ter sido engano do debiloide do tradutor], já que fortalece o bloco antiamericano", disse. "A América Latina entrou em uma corrente de oposição aos Estados Unidos", afirmou à agência Irna. "O mundo será testemunha, em breve, de uma ampliação e expansão das relações entre o Irã e os estados da América Latina", disse.
Nos últimos anos, o governo brasileiro tem ampliado sua estratégia de impedir que países sejam isolados da comunidade internacional por conta de acusações de violações de direitos humanos.
Na ONU, delegações de países africanos e de outros em desenvolvimento não escondem o alívio com a vitória de Dilma. "A África está aberta a investimentos de todo o mundo. Mas a realidade é que o Brasil entende melhor como funciona nossa cultura, nossas realidades", afirmou ao Estado a ministra de Justiça da Libéria, Christiana Tah.
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Governo chinês espera que ‘parceria estratégica’ com o Brasil continue no governo Dilma

Cláudia Trevisan, correspondente do Estadão em Pequim
02.novembro.2010 14:19:52


O governo chinês afirmou ontem esperar que a “parceria estratégica” com o Brasil continue a se desenvolver sob o governo de Dilma Rousseff, a quem o presidente Hu Jintao cumprimentou pela eleição de domingo. “Atualmente, as relações sino-brasileiras mantêm uma boa dinâmica”, declarou ontem o porta-voz do Ministério das Relações Exteriores, Hong Lei, em briefing regular com a imprensa em Pequim. O cumprimento de Hu Jintao foi transmitido a Dilma por meio da embaixada chinesa em Brasília.
A China se transformou neste ano no principal parceiro comercial do Brasil, à frente dos Estados Unidos, e caminha para se tornar um dos principais investidores estrangeiros no país. Mas o maior peso econômico é acompanhado da preocupação de parte da indústria nacional, que vê no câmbio desvalorizado da China uma vantagem desleal na competição por mercados dentro e fora do Brasil.
A questão cambial ganhou peso adicional com a recente desvalorização do dólar, ao qual a moeda chinesa está atrelada. Depois de dois anos de “congelamento”, Pequim voltou a permitir a apreciação do yuan em junho, mas desde então o ganho foi inferior a 3%. Muitos economistas sustentam que seria necessária uma valorização de pelo menos 20% para levar a moeda chinesa ao patamar que deveria alcançar caso seu valor fosse definido por forças de mercado e não pela intervenção do banco central.
Dilma assumirá a Presidência em um momento de fortalecimento institucional da relação entre os dois países, que passou a ser moldada pelo Plano de Ação Conjunto assinado pelos presidentes Luiz Inácio Lula da Silva e Hu Jintao em abril.
O documento traça as metas e princípios que vão reger a relação bilateral pelo período de 2010 a 2014. Entre os itens do programa está a necessidade de diversificação das exportações do Brasil para a China, formadas hoje principalmente por produtos primários – 80% das vendas são de soja, minério de ferro e petróleo. Porém não está claro no plano como esse objetivo poderá ser alcançado.

Delirios cambiais e as indefinicoes de sempre: o "primeiro" debate economico da era Dilma

Ainda ouviremos falar muito na tal de "guerra cambial" -- muito mais exercida, aliás, pelos EUA, com sua política de desvalorização controlada, do que pela China, com sua política de estabilidade na paridade com o dólar, mas moderadamente deslizante -- e dessas "manipulações" -- aqui a referência indireta é claramente a China, mas os dirigentes brasileiros têm medo de pronunciar o nome do país -- e ouviremos ainda mais reclamações desses empresários, mal acostumados durante muito tempo com a política de desvalorizações constantes, automáticas, que empobrecia o povo mas encobria todas as suas ineficiiencias competitivas.
Se o governo, ou suas mais altas autoridades quiserem mesmo cuidar da "defasagem" cambial, eles não precisam nem controlar os fluxos de capitais, nem passar a "manipular" o câmbio, o que eles não farão pois não têm NENHUMA política alternativa para colocar no lugar do câmbio flutuante. Se ele é flutuante, ele deve subir ou baixar, em função dos demais dados do cenário interno, entre eles o nível da taxa de juros.
Se o governo quiser mesmo combater o câmbio alto, só tem uma solução: controlar as despesas públicas, diminuir o nível de financiamento que o Estado "obtém" da sociedade -- e ele só consegue o dinheiro prometendo juros altos, justamente -- e entrar num regime de emagrecimento fiscal.
Qualquer outra solução "milagre" seria bobagem e de curto efeito, como esse aumento no IOF, que não serviu para absolutamente nada.
Acho que continuaremos ouvindo bobagens pelo futuro próximo...
Paulo Roberto de Almeida

Dilma e as batatadas sobre o câmbio no Jornal Nacional
Reinaldo Azevedo, 3.11.2010

O Jornal Nacional acaba de reapresentar, agora acompanhada da repercussão, a declaração de ontem de Dilma Rousseff sobre o câmbio, a saber:

Eu tenho um compromisso forte com a questão dos pilares da estabilidade macroeconômica, um câmbio flutuante. E nós temos hoje uma quantidade de reservas que permite que a gente inclusive se proteja em relação a qualquer tipo de guerra ou de manipulação internacional.

Bem, vamos ver. Não sou economista, claro!  Mas sou economista o bastante para tratar das bobagens múltiplas contidas em trecho tão curto;

1 - O nível de reservas do Brasil nada tem a ver com câmbio flutuante. Um país pode ter reservas altas ou baixas com câmbio flutuante ou fixo. Existe no máximo uma correlação entre elas porque, bem, nos dois casos, estamos falando sobre dólares.

2 - Segundo a presidente eleita, as reservas brasileiras nos protegem de ataques especulativos? É mesmo? Assim seria se o ataque se desse na forma de fuga de dólares. Só que o movimento, hoje, é contrário: o que se tem e uma entrada excessiva: com os juros americanos no chão, os investidores vêm aproveitar a nossa taxa, digamos, exuberante! Assim, as vistosas reservas, longe de uma garantia contra o problema em curso, são parte do problema.

3 - A China, cujo câmbio é flutuante só em teoria, é que mantém reservas altíssimas. Pra quê? Justamente para decidir artificialmente o valor da sua moeda, mantida desvalorizada porque isso lhe permite provocar os estragos que provoca nas economias mundo afora.

Eu não estou defendendo câmbio fixo, flutuante, mais ou menos fixo ou mais ou menos flutuante. Só estou deixando claro que a equação da presidente eleita está errada. Os “especialistas” que comentaram a questão preferiram ignorar a salada teórica e falar sobre a tal guerra cambial no mundo. Estamos na fase de preservar Dilma de si mesma.

[fim de transcrição]
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Termino por aqui [PRA]:
O que precisa ser dito, também, é que essa política insana de acumular reservas, em níveis exageradamente altos, muito mais altos do que a prudência com a balança de transações correntes recomendaria (três meses de importações, quando já estamos com mais de dois anos de importações de cobertura cambial), essa política nos leva a um CUSTO FISCAL ALTISSIMO, na faixa de 25 a 30 bilhões de dólares por ano, que é a diferença entre os juros internos (aos quais o governo remunera os títulos da dívida pública com cujos recursos ele compra dólares) e os juros externos, que remuneram nossas divisas (tipicamente, Treasury bonds americanos, que estão, como vocês sabem, com os juros no piso mínimo).