Una
decisión con lógica más política que económica
La
incorporación de Venezuela al Mercosur parece tener un significado más político
que económico o comercial, porque no se traducirá en una mayor integración
entre los socios del bloque regional.
Según
los expertos en comercio internacional consultados por LA NACION, esta decisión
complicará aún más el de por sí frondoso proceso de toma de decisiones entre
los socios del área vigente desde 1995.
Las
ventajas que podían tomar la Argentina y Brasil en materia de inserción en el
mercado venezolano, al parecer, ya fueron aprovechadas y difícilmente avancen
si sigue paralizada la convergencia de ese país con el arancel externo común
(AEC) del bloque, agregaron.
"El
dato más importante es que esta incorporación diluye al Mercosur como un
proyecto de unión aduanera. Y no creo que se pueda avanzar mucho en materia de
integración porque hay muchas palabras sobre complementación industrial, pero
no pasa de los discursos", señaló el director de la maestría en relaciones
internacionales de Flacso-San Andrés, Roberto Bouzas.
Según
Bouzas, la decisión "confirma la falta de horizonte de ese proyecto de
integración en la forma en que había sido concebido".
En
esa sintonía, el ex presidente de la Fundación Export-Ar Marcelo Elizondo
sostuvo que el acople de Venezuela "no tiene mucho significado desde el
punto de vista comercial, porque en realidad la Argentina y Brasil ya lograron
fuertes superávits con Venezuela y la firma del acuerdo no va a cambiar
demasiado".
Elizondo,
líder de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), también
advirtió que, dada la desconfianza internacional que existe en torno del
gobierno de Hugo Chávez, posiblemente tampoco haya demasiados progresos en
materia de inversiones en Venezuela.
"Es
positivo que haya un nuevo socio pleno, pero el costo ha sido muy alto: Uruguay
está enojado y no hay que descartar que Paraguay pueda objetar que Venezuela
ingresó cuando estaba suspendido como miembro del bloque", indicó.
La
gravedad de estas discusiones no tiene precedente, según Elizondo. "La arquitectura
institucional del Mercosur cruje porque hasta ahora hubo diferencias internas
pero el bloque nunca se había dividido como ocurrió frente al ingreso de
Venezuela", afirmó.
A
mitad de camino, la consultora Abeceb resaltó las posibles ventajas y pérdidas
de tener a Venezuela dentro del Mercosur:
·
El Mercosur
podría tener una mayor dimensión económica y comercial. Los posibles beneficios
también tienen una dimensión geopolítica, en el sentido de que amplifica un
bloque económico comercial con una estrategia de inserción mundial definida y
opuesta en esencia a la realizada por los países del eje del Pacífico.
·
Por el
contrario, la mayor desventaja es que "se trata de un acuerdo
eminentemente político, por lo que si se pierde la buena sintonía entre los gobiernos
se puede diluir la integración y desprestigiar aún más al Mercosur; también hay
que considerar que la incorporación puede hacer más difícil avanzar en
negociaciones comerciales de relevancia, tales como las de Mercosur-Unión
Europea".
Mauricio
Claverí, de Abeceb, detalló que "la tasa de crecimiento de las
exportaciones a Venezuela fue casi nula porque estuvo muy supeditada a todos
los negocios dependientes del entendimiento político entre la Argentina y
Venezuela; una vez que terminaba la vigencia de un acuerdo específico, las
ventas se frenaban".
En
cuanto al arancel externo, agregó, "ya tiene muchas excepciones por las
diferencias entre los socios fundadores y eso obligará a ser más flexibles con
Venezuela cuando se negocie la baja de sus aranceles.
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