Eu me pergunto como vai ser esta conversa: o presidente Lula vai olhar nos olhos de Ahmadinejad e dizer o seguinte:
"-- Ahmadinejad, seja sincero e olhe nos meus olhos: é verdade que você pretende construir armas nucleares?"
Estou esperando a resposta...
Paulo Roberto de Almeida
Brazil's Lula warns Iran on nuclear arms
Reuters, Wed, Apr 14 2010
SAO PAULO, April 14 (Reuters) - Brazil's President Luiz Inacio Lula da Silva said on Wednesday that he will tell Iran's President Mahmoud Ahmadinejad the Islamic Republic would suffer the consequences if it seeks nuclear arms.
Lula is due to visit Tehran next month.
"I will go there and talk face-to-face to Ahmadinejad. If he says he will build (arms), he'll have to pay the price for his move," Lula said at a steel conference in Sao Paulo without giving details.
Latin America's largest economy has urged continued dialogue with Iran even as Western powers push for a new round of U.N. sanctions over a nuclear program they believe is aimed at developing nuclear bombs.
Lula said Iran should not be punished before further talks and that he didn't want a repeat of what happened in Iraq, which was accused of having arms of mass destruction "that nobody showed us."
The Lula administration said this week it was looking to finance Brazilian exports to Iran, particularly food supplies.
Lula welcomed his Iranian counterpart to Brazil last year and will visit Tehran despite growing criticism by Brazilian opposition parties and Western diplomats over the close ties.
Brazil's Foreign Minister Celso Amorim said last week that United Nations sanctions against Iran over its nuclear program could make the Islamic Republic more radical and cause its population to revolt. But he denied Brazil was pro-Iran, saying it simply favored negotiated solutions to global problems.
quinta-feira, 15 de abril de 2010
2018) O Brasil em 2022: planos para o bicentenario
Eu teria apenas cinco prioridades para o Brasil, de aqui até 2022 (e mais além):
1. Educação primária
2. Educação secundária
3. Educação técnico-profissional
4. Educação...
5. Educação...
BRASIL
Ambicioso plan para el bicentenario
Por Mario Osava
IPS, 5 marzo 2010
RÍO DE JANEIRO, 5 mar (IPS) - Brasil será "radicalmente menos desigual" y menos vulnerable a turbulencias externas cuando cumpla sus 200 años de vida independiente, si se ejecuta el plan que elabora la Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) para los próximos 12 años, según un alto funcionario.
El Plan 2022 deberá estar listo en los próximos meses, "antes de la Copa Mundial de Fútbol" que se disputará en Sudáfrica en junio y julio, anunció este viernes a corresponsales extranjeros el ministro Samuel Pinheiro Guimarães, titular de la SAE, vinculada a la Presidencia de Brasil y encargada de proyectar el desarrollo del país a largo plazo.
Ese programa tendrá "metas factibles y ambiciosas", que serán debatidas con la sociedad en un amplio proceso de consultas con todos los sectores, dijo Guimarães, sin detallar metas sectoriales ni cuantitativas.
Los grandes objetivos incluyen "integrar el sistema productivo" nacional, para hacerlo más eficiente, y tener un régimen político "más democrático y participativo", además de igualdad y seguridad externa, resumió el ministro, un diplomático que entre 2003 y 2009 fue el número dos de la cancillería brasileña.
En los últimos años, este país sudamericano de 192 millones de habitantes redujo enormes desigualdades económicas, de género, étnicas, regionales y urbanas, especialmente a través de sus programas sociales, como la Beca-Familia, que beneficia a 55 millones de personas pobres, destacó el ministro.
Pero queda mucho por hacer, admitió.
Seguramente se ampliarán esos programas, destinados a la población de bajos ingresos absolutos. Y alguna forma de pobreza relativa, que puede ser distinta en áreas diversas, se podrá usar como parámetro para extender esos subsidios a otras familias, explicó.
"La eliminación de vulnerabilidades" fue el asunto en el que más profundizó Guimarães, conocido por sus ideas nacionalistas. En la dimensión económica, los avances se confirmaron en la rápida superación de los efectos de la crisis financiera mundial, "que prosigue en muchos países desarrollados", dijo.
Las reservas de divisas, superiores a los 200.000 millones de dólares y acumuladas en los últimos años, y las exportaciones diversificadas en productos y mercados, contribuyeron a ese desempeño de la economía brasileña, también fortalecida por un mercado interno en expansión, tanto por las políticas sociales como por nuevas formas de crédito.
En Brasil el comercio exterior aporta solo 14 por ciento del producto interno bruto, "una pequeña participación, gracias a Dios", pues eso permitió que la recesión de 2008 en los mercados externos tuviera un impacto reducido en el país, celebró.
El Plan 2022 contempla también riesgos externos en las áreas política, militar y tecnológica. Con el fin de neutralizar vulnerabilidades políticas, Brasil pretende un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas --vital para la "gobernanza global"--, así como en otros organismos internacionales, justificó.
Este país tiene unas Fuerzas Armadas que "no se corresponden al tamaño de su territorio", y su presupuesto militar es bajo y proporcionalmente inferior al de sus vecinos latinoamericanos, dijo el ministro, que defiende su expansión y la "recuperación de la industria de defensa".
"Ningún país es soberano sin defensa", arguyó.
En el área tecnológica, Brasil también tiene que superar rezagos, ya que "no genera patentes" en la cantidad equivalente al peso de su economía.
Otro desequilibrio afecta al parque productivo brasileño, que está entre los 10 mayores del mundo, pero carece de "integración", lo que exige una mejor infraestructura de transporte, con más ferrocarriles y mejores puertos y aeropuertos.
También se necesita ampliar la producción nacional de fertilizantes, pues la mayoría hoy son importados, una situación similar a la que vive la industria farmacéutica.
Guimarães reconoció que no hay garantías de que el Plan 2022 oriente a los futuros gobiernos, ya que la oposición podría triunfar, por ejemplo, en las elecciones presidenciales de octubre de este año. Pero reducir desigualdades y vulnerabilidades y mejorar la eficiencia productiva son objetivos que cualquier administración persigue, razonó.
Brasil tiene excelentes condiciones de desarrollo y seguridad, porque es uno de los tres países que están entre los 10 primeros del mundo en tamaño territorial, población y producto a la vez, sostuvo el ministro. Los otros dos son China y Estados Unidos.
Además, el país dispone de recursos naturales impares y podrá disponer de más minerales en el futuro, ya que solo un cuarto de su territorio fue rigurosamente sometido a estudios geológicos, acotó.
Se suma el potencial humano aún por desarrollar, a través de la educación y los programas sociales.
Ante la pregunta de si Brasil es vulnerable por no disponer de armas nucleares, Guimarães contestó que esas armas existen, pero "difícilmente son usadas".
Por su Constitución, esta nación solo emplea energía nuclear para fines pacíficos, pero tiene "conocimientos y tecnología" para producir el combustible. Además, cuenta con la sexta mayor reserva de uranio del mundo y está construyendo un submarino de propulsión nuclear. (FIN/2010)
1. Educação primária
2. Educação secundária
3. Educação técnico-profissional
4. Educação...
5. Educação...
BRASIL
Ambicioso plan para el bicentenario
Por Mario Osava
IPS, 5 marzo 2010
RÍO DE JANEIRO, 5 mar (IPS) - Brasil será "radicalmente menos desigual" y menos vulnerable a turbulencias externas cuando cumpla sus 200 años de vida independiente, si se ejecuta el plan que elabora la Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) para los próximos 12 años, según un alto funcionario.
El Plan 2022 deberá estar listo en los próximos meses, "antes de la Copa Mundial de Fútbol" que se disputará en Sudáfrica en junio y julio, anunció este viernes a corresponsales extranjeros el ministro Samuel Pinheiro Guimarães, titular de la SAE, vinculada a la Presidencia de Brasil y encargada de proyectar el desarrollo del país a largo plazo.
Ese programa tendrá "metas factibles y ambiciosas", que serán debatidas con la sociedad en un amplio proceso de consultas con todos los sectores, dijo Guimarães, sin detallar metas sectoriales ni cuantitativas.
Los grandes objetivos incluyen "integrar el sistema productivo" nacional, para hacerlo más eficiente, y tener un régimen político "más democrático y participativo", además de igualdad y seguridad externa, resumió el ministro, un diplomático que entre 2003 y 2009 fue el número dos de la cancillería brasileña.
En los últimos años, este país sudamericano de 192 millones de habitantes redujo enormes desigualdades económicas, de género, étnicas, regionales y urbanas, especialmente a través de sus programas sociales, como la Beca-Familia, que beneficia a 55 millones de personas pobres, destacó el ministro.
Pero queda mucho por hacer, admitió.
Seguramente se ampliarán esos programas, destinados a la población de bajos ingresos absolutos. Y alguna forma de pobreza relativa, que puede ser distinta en áreas diversas, se podrá usar como parámetro para extender esos subsidios a otras familias, explicó.
"La eliminación de vulnerabilidades" fue el asunto en el que más profundizó Guimarães, conocido por sus ideas nacionalistas. En la dimensión económica, los avances se confirmaron en la rápida superación de los efectos de la crisis financiera mundial, "que prosigue en muchos países desarrollados", dijo.
Las reservas de divisas, superiores a los 200.000 millones de dólares y acumuladas en los últimos años, y las exportaciones diversificadas en productos y mercados, contribuyeron a ese desempeño de la economía brasileña, también fortalecida por un mercado interno en expansión, tanto por las políticas sociales como por nuevas formas de crédito.
En Brasil el comercio exterior aporta solo 14 por ciento del producto interno bruto, "una pequeña participación, gracias a Dios", pues eso permitió que la recesión de 2008 en los mercados externos tuviera un impacto reducido en el país, celebró.
El Plan 2022 contempla también riesgos externos en las áreas política, militar y tecnológica. Con el fin de neutralizar vulnerabilidades políticas, Brasil pretende un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas --vital para la "gobernanza global"--, así como en otros organismos internacionales, justificó.
Este país tiene unas Fuerzas Armadas que "no se corresponden al tamaño de su territorio", y su presupuesto militar es bajo y proporcionalmente inferior al de sus vecinos latinoamericanos, dijo el ministro, que defiende su expansión y la "recuperación de la industria de defensa".
"Ningún país es soberano sin defensa", arguyó.
En el área tecnológica, Brasil también tiene que superar rezagos, ya que "no genera patentes" en la cantidad equivalente al peso de su economía.
Otro desequilibrio afecta al parque productivo brasileño, que está entre los 10 mayores del mundo, pero carece de "integración", lo que exige una mejor infraestructura de transporte, con más ferrocarriles y mejores puertos y aeropuertos.
También se necesita ampliar la producción nacional de fertilizantes, pues la mayoría hoy son importados, una situación similar a la que vive la industria farmacéutica.
Guimarães reconoció que no hay garantías de que el Plan 2022 oriente a los futuros gobiernos, ya que la oposición podría triunfar, por ejemplo, en las elecciones presidenciales de octubre de este año. Pero reducir desigualdades y vulnerabilidades y mejorar la eficiencia productiva son objetivos que cualquier administración persigue, razonó.
Brasil tiene excelentes condiciones de desarrollo y seguridad, porque es uno de los tres países que están entre los 10 primeros del mundo en tamaño territorial, población y producto a la vez, sostuvo el ministro. Los otros dos son China y Estados Unidos.
Además, el país dispone de recursos naturales impares y podrá disponer de más minerales en el futuro, ya que solo un cuarto de su territorio fue rigurosamente sometido a estudios geológicos, acotó.
Se suma el potencial humano aún por desarrollar, a través de la educación y los programas sociales.
Ante la pregunta de si Brasil es vulnerable por no disponer de armas nucleares, Guimarães contestó que esas armas existen, pero "difícilmente son usadas".
Por su Constitución, esta nación solo emplea energía nuclear para fines pacíficos, pero tiene "conocimientos y tecnología" para producir el combustible. Además, cuenta con la sexta mayor reserva de uranio del mundo y está construyendo un submarino de propulsión nuclear. (FIN/2010)
2017) How to extend, and increase, unemployment: through unemployment insurance...
* REVIEW & OUTLOOK
Incentives Not to Work
Larry Summers v. Senate Democrats on jobless benefits.
The Wall Street Journal, April 13, 2010
"The second way government assistance programs contribute to long-term unemployment is by providing an incentive, and the means, not to work. Each unemployed person has a 'reservation wage'—the minimum wage he or she insists on getting before accepting a job. Unemployment insurance and other social assistance programs increase [the] reservation wage, causing an unemployed person to remain unemployed longer."
Any guess who wrote that? Milton Friedman, perhaps. Simon Legree? Sorry.
Full credit goes to Lawrence H. Summers, the current White House economic adviser, who wrote those sensible words in his chapter on "Unemployment" in the Concise Encyclopedia of Economics, first published in 1999.
Mr. Summers should give a tutorial to the U.S. Senate, which is debating whether to extend unemployment benefits for the fourth time since the recession began in early 2008. The bill pushed by Democrats would extend jobless payments to 99 weeks, or nearly two full years, at a cost of between $7 billion and $10 billion. As Mr. Summers suggests, rarely has there been a clearer case of false policy compassion.
View Full Image
jobless
Associated Press
Larry Summers
jobless
jobless
Mr. Summers is merely reflecting what numerous economic studies have shown. Alan Reynolds of the Cato Institute has found that the average unemployment episode rose from 10 weeks before the recession to 19 weeks after Congress twice previously extended jobless benefits—to 79 from 26 weeks. Even as initial unemployment claims have fallen in recent months, the length of unemployment has risen. Mr. Reynolds estimates that the extensions of unemployment insurance and other federal policies have raised the official jobless rate by nearly two percentage points.
Or consider the Brookings Institution, whose panel on economic activity reported this March that jobless insurance extensions "correspond to between 0.7 and 1.8 percentage points of the 5.5 percentage point increase in the unemployment rate witnessed in the current recession."
Or perhaps the Senate should listen to another Obama Administration economist, Alan Krueger of the Treasury Department, who concluded in a 2008 study that "job search increases sharply in the weeks prior to benefit exhaustion." In other words, many unemployed workers don't start seriously looking for a job until they are about to lose their benefits.
And, sure enough, the share of unemployed workers who don't have a job for more than 26 weeks has steadily increased, reaching a record 44.1% in March. The average spell of unemployment is now 31 weeks, even though the economy is once again creating more new jobs than it is losing. Democrats are slowly converting unemployment insurance into a welfare program.
Despite all of this evidence, Democrats seem to think that extending jobless benefits for another 20 weeks is a big political winner. Iowa Senator Tom Harkin recently roared, "Is there any compassion at all left with Republicans for people whose checks are going to run out?" New York's Chuck Schumer calls Republicans "inhumane."
But do these Senators really think it's compassionate to give people an additional incentive to stay out of the job market, losing crucial skills and contacts? And how politically smart is it for Democrats to embrace policies that keep the jobless rate higher than it would otherwise be? How many Democrats share Mr. Harkin's apparent desire to defend a jobless rate near 9% (today it is 9.7%) in the fall election campaign.
We should add that Republicans would rather not fight on these incentive grounds and are instead opposing the new benefits only because Democrats refuse to pay for them and want to add to the deficit. In other words, the GOP is merely asking Democrats to live up to their own "pay as you go" fiscal promises, since the total bill for these jobless benefits has now hit nearly $90 billion.
If Republicans were really cynical, they'd let the new benefits pass and run against the higher jobless rate in the fall. In any case, no one should be surprised that when you subsidize people for not working, more people will choose not to work.
Incentives Not to Work
Larry Summers v. Senate Democrats on jobless benefits.
The Wall Street Journal, April 13, 2010
"The second way government assistance programs contribute to long-term unemployment is by providing an incentive, and the means, not to work. Each unemployed person has a 'reservation wage'—the minimum wage he or she insists on getting before accepting a job. Unemployment insurance and other social assistance programs increase [the] reservation wage, causing an unemployed person to remain unemployed longer."
Any guess who wrote that? Milton Friedman, perhaps. Simon Legree? Sorry.
Full credit goes to Lawrence H. Summers, the current White House economic adviser, who wrote those sensible words in his chapter on "Unemployment" in the Concise Encyclopedia of Economics, first published in 1999.
Mr. Summers should give a tutorial to the U.S. Senate, which is debating whether to extend unemployment benefits for the fourth time since the recession began in early 2008. The bill pushed by Democrats would extend jobless payments to 99 weeks, or nearly two full years, at a cost of between $7 billion and $10 billion. As Mr. Summers suggests, rarely has there been a clearer case of false policy compassion.
View Full Image
jobless
Associated Press
Larry Summers
jobless
jobless
Mr. Summers is merely reflecting what numerous economic studies have shown. Alan Reynolds of the Cato Institute has found that the average unemployment episode rose from 10 weeks before the recession to 19 weeks after Congress twice previously extended jobless benefits—to 79 from 26 weeks. Even as initial unemployment claims have fallen in recent months, the length of unemployment has risen. Mr. Reynolds estimates that the extensions of unemployment insurance and other federal policies have raised the official jobless rate by nearly two percentage points.
Or consider the Brookings Institution, whose panel on economic activity reported this March that jobless insurance extensions "correspond to between 0.7 and 1.8 percentage points of the 5.5 percentage point increase in the unemployment rate witnessed in the current recession."
Or perhaps the Senate should listen to another Obama Administration economist, Alan Krueger of the Treasury Department, who concluded in a 2008 study that "job search increases sharply in the weeks prior to benefit exhaustion." In other words, many unemployed workers don't start seriously looking for a job until they are about to lose their benefits.
And, sure enough, the share of unemployed workers who don't have a job for more than 26 weeks has steadily increased, reaching a record 44.1% in March. The average spell of unemployment is now 31 weeks, even though the economy is once again creating more new jobs than it is losing. Democrats are slowly converting unemployment insurance into a welfare program.
Despite all of this evidence, Democrats seem to think that extending jobless benefits for another 20 weeks is a big political winner. Iowa Senator Tom Harkin recently roared, "Is there any compassion at all left with Republicans for people whose checks are going to run out?" New York's Chuck Schumer calls Republicans "inhumane."
But do these Senators really think it's compassionate to give people an additional incentive to stay out of the job market, losing crucial skills and contacts? And how politically smart is it for Democrats to embrace policies that keep the jobless rate higher than it would otherwise be? How many Democrats share Mr. Harkin's apparent desire to defend a jobless rate near 9% (today it is 9.7%) in the fall election campaign.
We should add that Republicans would rather not fight on these incentive grounds and are instead opposing the new benefits only because Democrats refuse to pay for them and want to add to the deficit. In other words, the GOP is merely asking Democrats to live up to their own "pay as you go" fiscal promises, since the total bill for these jobless benefits has now hit nearly $90 billion.
If Republicans were really cynical, they'd let the new benefits pass and run against the higher jobless rate in the fall. In any case, no one should be surprised that when you subsidize people for not working, more people will choose not to work.
quarta-feira, 14 de abril de 2010
2016) A universidade brasileira e eu: uma relacao conflituosa
Um Anônimo, desses que preferem continuar no armário, mesmo depois de eu ter confirmado que não preteno morder ninguém, me escreveu novamente, em defesa das políticas sociais e educacionais do governo atual, e me criticando por eu ser tao negativo em relacao à universidade brasileira, em geral, e as públicas em especial.
Escreveu ele (aliás sempre no post errado, mas enfim, vamos relevar isso):
Quarta-feira, Abril 14, 2010 3:12:00
Anônimo deixou um novo comentário sobre a sua postagem "2100) Reforma tributaria - Roberto Campos":
Não acho, Sr. Paulo Roberto de Almeida, que o governo Lula vem fazendo favor a ninguém.
Ele apenas vem tentando recuperar o que o governo anterior simplesmente tentou fazer: liquidar a Universidade Pública no Brasil. Governo anterior este que era imbuído de um pensamento ultraliberal no campo da política econômica principalmente no primeiro governo quando PUC-Rio reinou na equipe econômica
Só que parece que há pessoas que ao ouvirem a palavra Estado sentem-se profundamente inquietas.
Por que é tão ruim investir na Universidade?
Por que é ruim abrir mais concursos nas universidades?
Por que é ruim abrir mais vagas?
E por fim: Por que o Senhor só coloca notícias NEGATIVAS a respeito da Universidade brasileira?
Volto a reiterar: a esquerda extremista é minoritária na Universidade Brasileira.
Quem mais partilha das ideias marxistas e de suas derivações nos cursos de ciências humanas (pelo menos no campo dos alunos- que eu posso falar pois terminei há pouco tempo a graduação) são os alunos que tem a melhor renda. A grande maioria está na universidade para estudar e tentar um futuro melhor.
O que não dá é ficar só espalhando notícias negativas sobre o atual quadro da educação no Brasil. Isso deixa-me muito irritado porque parece má fé.
Admito que desrespeitei o Senhor. Mas espero que seja honesto (e também não desrespeite) quando escreve e denigre a Universidade brasileira.
Postado por Anônimo no blog Diplomatizzando...
======
Voltei para comentar (como diria um jornalista conhecido, e odiado por esse mesmo pessoal):
1) [O governo Lula] "...apenas vem tentando recuperar o que o governo anterior simplesmente tentou fazer: liquidar a Universidade Pública no Brasil."
PRA: Mentira, mentira, mentira. Seria até estúpido eu responder uma bobagem desse tamanho, mas é o tipo de mentira fraudulenta que gente sem argumentos continua espalhando por ai.
Posso apenas dizer que isso é moralmente abjeto e nem vou responder quanto ao conteúdo.
2) [O] "Governo anterior este que era imbuído de um pensamento ultraliberal no campo da política econômica...
PRA: Mais uma bobagem sem tamanho. Convido esse Anônimo leitor a ler um trabalho meu sobre o pretenso neoliberalismo no Brasil. Pode achar no meu site.
3) "...há pessoas que ao ouvirem a palavra Estado sentem-se profundamente inquietas."
PRA: Quanta bobagem. Estados existem, alguns mais eficientes do que outros. Se o Anônimo me provar que o Estado brasileiro é um modelo de eficiência ganha tres livros meus, ou à sua escolha.
Apenas acrescento o seguinte, se ele não sabe, ou não desconfia: Estados não criam um quilo, um grama, um centimetro, um milésimo de riqueza, apenas retira dos cidadãos os recursos de que necessita para seu trabalho supostamente em benefício da coletividade. Se o Anônimo tivesse consciência cidadã ele constataria que esse Estado balofo que está ai arranca cada vez mais recursos da sociedade com um investimento produtivo mínimo, e com serviços miseráveis. Ele certamente não sabe o que é carga fiscal e não tem ideia comparativa do que isso representa para o setor produtivo. O Brasil é um país inviabilizado pelo peso do Estado, apenas isto.
4) "Por que é tão ruim investir na Universidade? Por que é ruim abrir mais concursos nas universidades? Por que é ruim abrir mais vagas? E por fim: Por que o Senhor só coloca notícias NEGATIVAS a respeito da Universidade brasileira?"
PRA: A universidade brasileira não merece o dinheiro que ganha da sociedade. Não vou me estender em todas as disfunções e deformações da universidade pública -- e sequer toco na ruindade da maior parte das privadas, mas elas supostamente vivem de suas mensalidades, e alguns benefícios fiscais, e não do orçamento público, que todos pagam, mesmo os que não frequentam universidades -- mas é preciso ficar claro que, sob qualquer critério, a produtividade dessas universidades é baixíssima e de qualidade medíocre, quando vista em comparações internacionais. Nada tenho contra abrir mais vagas. Alias, professores que supostamente são de dedicação exclusiva e tempo integral deveriam dar mais aulas, e não levar a vida de ócio que vejo nas IFES. A dedicação exclusiva é uma fraude, como sabem todos os que frequentam as IFES.
Eu só coloco notícias negativas porque não há sentido em ficar elogiando uma coisa ruim, e de toda forma se pretende melhorar o que estar errado, nao elogiar o que está certo, ou é apenas correto (fazer pesquisa, dar aulas, etc, isso é obrigação, não favor, pelo que se paga, e todos pagam).
Repito, a universidade não merece o que ganha.
E digo muito claramente: universidade não deveria ser gratuita, isso é antidemocrático. Deveria ser paga, e contar com bolsas para os que não podem pagar.
Voilà, Anônimo, acho que fui bastante claro.
Paulo Roberto de Almeida
15.04.2010
Escreveu ele (aliás sempre no post errado, mas enfim, vamos relevar isso):
Quarta-feira, Abril 14, 2010 3:12:00
Anônimo deixou um novo comentário sobre a sua postagem "2100) Reforma tributaria - Roberto Campos":
Não acho, Sr. Paulo Roberto de Almeida, que o governo Lula vem fazendo favor a ninguém.
Ele apenas vem tentando recuperar o que o governo anterior simplesmente tentou fazer: liquidar a Universidade Pública no Brasil. Governo anterior este que era imbuído de um pensamento ultraliberal no campo da política econômica principalmente no primeiro governo quando PUC-Rio reinou na equipe econômica
Só que parece que há pessoas que ao ouvirem a palavra Estado sentem-se profundamente inquietas.
Por que é tão ruim investir na Universidade?
Por que é ruim abrir mais concursos nas universidades?
Por que é ruim abrir mais vagas?
E por fim: Por que o Senhor só coloca notícias NEGATIVAS a respeito da Universidade brasileira?
Volto a reiterar: a esquerda extremista é minoritária na Universidade Brasileira.
Quem mais partilha das ideias marxistas e de suas derivações nos cursos de ciências humanas (pelo menos no campo dos alunos- que eu posso falar pois terminei há pouco tempo a graduação) são os alunos que tem a melhor renda. A grande maioria está na universidade para estudar e tentar um futuro melhor.
O que não dá é ficar só espalhando notícias negativas sobre o atual quadro da educação no Brasil. Isso deixa-me muito irritado porque parece má fé.
Admito que desrespeitei o Senhor. Mas espero que seja honesto (e também não desrespeite) quando escreve e denigre a Universidade brasileira.
Postado por Anônimo no blog Diplomatizzando...
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Voltei para comentar (como diria um jornalista conhecido, e odiado por esse mesmo pessoal):
1) [O governo Lula] "...apenas vem tentando recuperar o que o governo anterior simplesmente tentou fazer: liquidar a Universidade Pública no Brasil."
PRA: Mentira, mentira, mentira. Seria até estúpido eu responder uma bobagem desse tamanho, mas é o tipo de mentira fraudulenta que gente sem argumentos continua espalhando por ai.
Posso apenas dizer que isso é moralmente abjeto e nem vou responder quanto ao conteúdo.
2) [O] "Governo anterior este que era imbuído de um pensamento ultraliberal no campo da política econômica...
PRA: Mais uma bobagem sem tamanho. Convido esse Anônimo leitor a ler um trabalho meu sobre o pretenso neoliberalismo no Brasil. Pode achar no meu site.
3) "...há pessoas que ao ouvirem a palavra Estado sentem-se profundamente inquietas."
PRA: Quanta bobagem. Estados existem, alguns mais eficientes do que outros. Se o Anônimo me provar que o Estado brasileiro é um modelo de eficiência ganha tres livros meus, ou à sua escolha.
Apenas acrescento o seguinte, se ele não sabe, ou não desconfia: Estados não criam um quilo, um grama, um centimetro, um milésimo de riqueza, apenas retira dos cidadãos os recursos de que necessita para seu trabalho supostamente em benefício da coletividade. Se o Anônimo tivesse consciência cidadã ele constataria que esse Estado balofo que está ai arranca cada vez mais recursos da sociedade com um investimento produtivo mínimo, e com serviços miseráveis. Ele certamente não sabe o que é carga fiscal e não tem ideia comparativa do que isso representa para o setor produtivo. O Brasil é um país inviabilizado pelo peso do Estado, apenas isto.
4) "Por que é tão ruim investir na Universidade? Por que é ruim abrir mais concursos nas universidades? Por que é ruim abrir mais vagas? E por fim: Por que o Senhor só coloca notícias NEGATIVAS a respeito da Universidade brasileira?"
PRA: A universidade brasileira não merece o dinheiro que ganha da sociedade. Não vou me estender em todas as disfunções e deformações da universidade pública -- e sequer toco na ruindade da maior parte das privadas, mas elas supostamente vivem de suas mensalidades, e alguns benefícios fiscais, e não do orçamento público, que todos pagam, mesmo os que não frequentam universidades -- mas é preciso ficar claro que, sob qualquer critério, a produtividade dessas universidades é baixíssima e de qualidade medíocre, quando vista em comparações internacionais. Nada tenho contra abrir mais vagas. Alias, professores que supostamente são de dedicação exclusiva e tempo integral deveriam dar mais aulas, e não levar a vida de ócio que vejo nas IFES. A dedicação exclusiva é uma fraude, como sabem todos os que frequentam as IFES.
Eu só coloco notícias negativas porque não há sentido em ficar elogiando uma coisa ruim, e de toda forma se pretende melhorar o que estar errado, nao elogiar o que está certo, ou é apenas correto (fazer pesquisa, dar aulas, etc, isso é obrigação, não favor, pelo que se paga, e todos pagam).
Repito, a universidade não merece o que ganha.
E digo muito claramente: universidade não deveria ser gratuita, isso é antidemocrático. Deveria ser paga, e contar com bolsas para os que não podem pagar.
Voilà, Anônimo, acho que fui bastante claro.
Paulo Roberto de Almeida
15.04.2010
2105) Politica externa do Brasil: uma critica contundente - Reinaldo Azevedo
Apenas transcrevendo, sem comentários, que não me cabe.
O BRASIL, O IRÃ, O ANTIIMPERIALISMO, A CAMISETA DA SELEÇÃO E OS INDECENTES
Reinaldo Azevedo, 15.04.2010
Patético, e nisso não há nenhuma novidade, o papel desempenhado pelo Brasil na Cúpula de Segurança Nuclear de Washington, convocada e estrelada pelo presidente dos EUA, Barack Obama. Mais uma vez, lá estava o Brasil apegado a seu monotema: defender o diálogo com quem não quer dialogar — no caso, o governo do Irã. Fora da agenda, Lula e o primeiro-ministro da Turquia, Recep Erdogan, mantiveram um encontro de 15 minutos com Obama. O objetivo era convencer o presidente americano da desnecessidade das sanções, aquela conversa de sempre. Obama deve ter ouvido tudo atentamente e deu de ombros. Respondeu o óbvio: sanções fazem parte do processo de negociação. E está certo, não é? Não se trata de uma declaração de guerra.
Observem: o Brasil restou como o único país de alguma relevância a se opor severamente às sanções. Mais do que isso: tornou-se mesmo um militante da causa iraniana. E as coisas vão assumindo, nesse tema, um contorno cada vez mais suspeito. Já trato disso. A China não aderiu ainda à proposta, mas aceita conversar a respeito e já deixou claro que rejeita o comportamento do governo do Irã, o que o Brasil não fez. Ao contrário: Lula e o Itamaraty se tornaram porta-vozes de Mahmoud Ahmadinejad no mundo. O Brasil se fez um fiador da “verdade” iraniana: seu programa nuclear tem fins pacíficos. Ahmadinejad e os aiatolás só não aceitam a inspeção da Agência Internacional de Energia Atômica por uma questão de soberania… Sei!
O Brasil não deve ter entendido direito o caráter da cúpula proposta e realizada por Obama. Ou até entendeu e, por isso mesmo, fez declarações um tanto hostis à iniciativa. Vamos ver.
Quando o presidente americano e o russo, Dmitri Medvedev, anunciaram a redução do arsenal nuclear, Lula tratou a coisa com menoscabo: segundo ele, tratava-se apenas da desativação de armamento obsoleto. E voltou a sugerir que países com armas nucleares deveriam dar o exemplo e destruir seu arsenal — só assim poderiam exigir igual comportamento dos outros.
O que há de histórica e moralmente delinqüente num raciocínio como esse, que não é só de Lula, não (aliás, originalmente, não é dele), mas do antiamericanismo que hoje pauta a política do Itamaraty? Duas coisas essenciais:
1) há uma diferença entre o armamento nuclear para dissuasão e para ataque; sei: isso não faz diferença para o PT;
2) NÃO há diferença entre o tipo de civilização, A CIVILIZAÇÃO POLÍTICA, que as armas nucleares americanas ajudaram a preservar e aquela que o Irã gostaria de destruir; mas isso também não faz diferença para o PT.
Qual o sentido, então, da iniciativa de Obama — e, desta feita, cá estou eu a aplaudir o presidente dos EUA, o que não costuma acontecer? Está buscando respaldo político e moral para o que está sendo dado como muito provável: o confronto com o Irã. Qual confronto? No limite, pode ser a guerra se o país insistir na rota tresloucada em que está. Notem: as sanções não são o primeiro passo rumo ao pior; elas são, por enquanto, uma alternativa. Trata-se de um sinal de que o equilíbrio dado no mundo rejeita um comportamento como o iraniano.
O governo brasileiro entrou nessa história com uma linguagem velha, com aspirações que já classifiquei aqui de “subimperialistas”, tentando se colocar como um ator global que se encontra no pólo oposto aos EUA, condição que, por razões ou geopolíticas ou comerciais, Rússia, China ou União Européia rejeitam. Um grande amigo meu acaba de voltar da China. É um grande empresário — e também um visionário. Está impressionado com o que viu: o equilíbrio “perfeito” — e maldito para a civilização, digo eu — entre tirania e tino para os negócios. Haverá o tempo, talvez não seja o caso de estarmos vivos, em que aquele “império” vai se confrontar com a civilização da democracia. Espertos, os chineses acham que ainda não é a hora.
Mas o Brasil de Lula, pelo visto, acha que já é chegado o tempo. Daí essa insistência, reitero, em se opor às sanções. Não só isso. O governo foi mais longe: tornou-se um advogado do Irã. Há dias, contra as evidências, o presidente afirmou que Ahmadinejad não pode ser tratado “como um terrorista”. Não? O Irã financia hoje o terror no Iraque, nos territórios palestinos e no Líbano. E promete “varrer Israel do mapa”.
Numa loucura que pode ser método — e começo a voltar, como o prometido, ao segundo parágrafo —, enviou uma missão comercial ao Irã enquanto o mundo, na prática, debatia formas de conter a ação de países como o… Irã!!! Miguel Jorge, ministro da Indústria e Comércio (tenho minhas dúvidas se sua biografia precisava disso), liderou um grupo de 80 empresas, que preferem manter seus respectivos nomes em sigilo (por quê?), para intensificar as relações comerciais com aquele país, com abertura de linha especial de crédito. Como isso tudo parecia pouco, o ministro posou (Emir Sader escreveria “pousou”) para as fotos presenteando Ahmadinejad, o negador do holocausto judeu e que condena à forca os que se opõem a seu governo, com uma camiseta da Seleção Brasileira. Para todos os feitos simbólicos, trata-se de uma condecoração.
Nestes quase oito anos de governo Lula, a política externa brasileira não rejeitou as piores ignomínias porque haveria um objetivo estratégico: um assento permanente no Conselho de Segurança da ONU. Flertou-se, nesse tempo, com as ditaduras mais odientas; cada voto do Brasil nos fóruns multilaterais deixou de lado qualquer princípio para angariar apoio a seu pleito. Pois bem: esse alinhamento incondicional com o Irã afasta o Brasil daquele propósito. Por que, então, de súbito, o país passa a atuar contra o que foi, durante um tempo, uma obsessão?
Não sei! Sei, aí sim, que isso cheira muito mal. Creio que um dia virá à tona uma história de contornos escabrosos. O tempo dirá. Encerro lembrando que o debate na intimidade do governo é de tal sorte destrambelhado que José Alencar, vice-presidente, chegou a dizer que o programa nuclear iraniano pode até ter como objetivo a bomba. Para ele, tudo bem. Segundo Alencar, arma nuclear também pode servir à paz desde que se preste à dissuasão. Não pensa isso sozinho, não. Está vocalizando uma cultura interna.
Alencar e todo o governo Lula fazem de conta que o mal ou o bem estão (a concordância está correta, antes que reajam) na bomba em si, não nos valores que guardam essa bomba.
Como diria Lula, eu “estou convencido de que” estamos diante de uma política externa de primitivos morais. Não havendo nenhuma razão inconfessável para o alinhamento incondicional com o Irã (e isso seria coisa de indecentes), restam as razões confessáveis. E também elas são coisa de indecentes
O BRASIL, O IRÃ, O ANTIIMPERIALISMO, A CAMISETA DA SELEÇÃO E OS INDECENTES
Reinaldo Azevedo, 15.04.2010
Patético, e nisso não há nenhuma novidade, o papel desempenhado pelo Brasil na Cúpula de Segurança Nuclear de Washington, convocada e estrelada pelo presidente dos EUA, Barack Obama. Mais uma vez, lá estava o Brasil apegado a seu monotema: defender o diálogo com quem não quer dialogar — no caso, o governo do Irã. Fora da agenda, Lula e o primeiro-ministro da Turquia, Recep Erdogan, mantiveram um encontro de 15 minutos com Obama. O objetivo era convencer o presidente americano da desnecessidade das sanções, aquela conversa de sempre. Obama deve ter ouvido tudo atentamente e deu de ombros. Respondeu o óbvio: sanções fazem parte do processo de negociação. E está certo, não é? Não se trata de uma declaração de guerra.
Observem: o Brasil restou como o único país de alguma relevância a se opor severamente às sanções. Mais do que isso: tornou-se mesmo um militante da causa iraniana. E as coisas vão assumindo, nesse tema, um contorno cada vez mais suspeito. Já trato disso. A China não aderiu ainda à proposta, mas aceita conversar a respeito e já deixou claro que rejeita o comportamento do governo do Irã, o que o Brasil não fez. Ao contrário: Lula e o Itamaraty se tornaram porta-vozes de Mahmoud Ahmadinejad no mundo. O Brasil se fez um fiador da “verdade” iraniana: seu programa nuclear tem fins pacíficos. Ahmadinejad e os aiatolás só não aceitam a inspeção da Agência Internacional de Energia Atômica por uma questão de soberania… Sei!
O Brasil não deve ter entendido direito o caráter da cúpula proposta e realizada por Obama. Ou até entendeu e, por isso mesmo, fez declarações um tanto hostis à iniciativa. Vamos ver.
Quando o presidente americano e o russo, Dmitri Medvedev, anunciaram a redução do arsenal nuclear, Lula tratou a coisa com menoscabo: segundo ele, tratava-se apenas da desativação de armamento obsoleto. E voltou a sugerir que países com armas nucleares deveriam dar o exemplo e destruir seu arsenal — só assim poderiam exigir igual comportamento dos outros.
O que há de histórica e moralmente delinqüente num raciocínio como esse, que não é só de Lula, não (aliás, originalmente, não é dele), mas do antiamericanismo que hoje pauta a política do Itamaraty? Duas coisas essenciais:
1) há uma diferença entre o armamento nuclear para dissuasão e para ataque; sei: isso não faz diferença para o PT;
2) NÃO há diferença entre o tipo de civilização, A CIVILIZAÇÃO POLÍTICA, que as armas nucleares americanas ajudaram a preservar e aquela que o Irã gostaria de destruir; mas isso também não faz diferença para o PT.
Qual o sentido, então, da iniciativa de Obama — e, desta feita, cá estou eu a aplaudir o presidente dos EUA, o que não costuma acontecer? Está buscando respaldo político e moral para o que está sendo dado como muito provável: o confronto com o Irã. Qual confronto? No limite, pode ser a guerra se o país insistir na rota tresloucada em que está. Notem: as sanções não são o primeiro passo rumo ao pior; elas são, por enquanto, uma alternativa. Trata-se de um sinal de que o equilíbrio dado no mundo rejeita um comportamento como o iraniano.
O governo brasileiro entrou nessa história com uma linguagem velha, com aspirações que já classifiquei aqui de “subimperialistas”, tentando se colocar como um ator global que se encontra no pólo oposto aos EUA, condição que, por razões ou geopolíticas ou comerciais, Rússia, China ou União Européia rejeitam. Um grande amigo meu acaba de voltar da China. É um grande empresário — e também um visionário. Está impressionado com o que viu: o equilíbrio “perfeito” — e maldito para a civilização, digo eu — entre tirania e tino para os negócios. Haverá o tempo, talvez não seja o caso de estarmos vivos, em que aquele “império” vai se confrontar com a civilização da democracia. Espertos, os chineses acham que ainda não é a hora.
Mas o Brasil de Lula, pelo visto, acha que já é chegado o tempo. Daí essa insistência, reitero, em se opor às sanções. Não só isso. O governo foi mais longe: tornou-se um advogado do Irã. Há dias, contra as evidências, o presidente afirmou que Ahmadinejad não pode ser tratado “como um terrorista”. Não? O Irã financia hoje o terror no Iraque, nos territórios palestinos e no Líbano. E promete “varrer Israel do mapa”.
Numa loucura que pode ser método — e começo a voltar, como o prometido, ao segundo parágrafo —, enviou uma missão comercial ao Irã enquanto o mundo, na prática, debatia formas de conter a ação de países como o… Irã!!! Miguel Jorge, ministro da Indústria e Comércio (tenho minhas dúvidas se sua biografia precisava disso), liderou um grupo de 80 empresas, que preferem manter seus respectivos nomes em sigilo (por quê?), para intensificar as relações comerciais com aquele país, com abertura de linha especial de crédito. Como isso tudo parecia pouco, o ministro posou (Emir Sader escreveria “pousou”) para as fotos presenteando Ahmadinejad, o negador do holocausto judeu e que condena à forca os que se opõem a seu governo, com uma camiseta da Seleção Brasileira. Para todos os feitos simbólicos, trata-se de uma condecoração.
Nestes quase oito anos de governo Lula, a política externa brasileira não rejeitou as piores ignomínias porque haveria um objetivo estratégico: um assento permanente no Conselho de Segurança da ONU. Flertou-se, nesse tempo, com as ditaduras mais odientas; cada voto do Brasil nos fóruns multilaterais deixou de lado qualquer princípio para angariar apoio a seu pleito. Pois bem: esse alinhamento incondicional com o Irã afasta o Brasil daquele propósito. Por que, então, de súbito, o país passa a atuar contra o que foi, durante um tempo, uma obsessão?
Não sei! Sei, aí sim, que isso cheira muito mal. Creio que um dia virá à tona uma história de contornos escabrosos. O tempo dirá. Encerro lembrando que o debate na intimidade do governo é de tal sorte destrambelhado que José Alencar, vice-presidente, chegou a dizer que o programa nuclear iraniano pode até ter como objetivo a bomba. Para ele, tudo bem. Segundo Alencar, arma nuclear também pode servir à paz desde que se preste à dissuasão. Não pensa isso sozinho, não. Está vocalizando uma cultura interna.
Alencar e todo o governo Lula fazem de conta que o mal ou o bem estão (a concordância está correta, antes que reajam) na bomba em si, não nos valores que guardam essa bomba.
Como diria Lula, eu “estou convencido de que” estamos diante de uma política externa de primitivos morais. Não havendo nenhuma razão inconfessável para o alinhamento incondicional com o Irã (e isso seria coisa de indecentes), restam as razões confessáveis. E também elas são coisa de indecentes
2104) Obama e "o cara": fim de uma bela amizade?
Da coluna diária do jornalista gaúcho Políbio Braga:
Saiba por que Obama não acha mais que Lula é “O Cara”
15 de abril de 2010
As imagens e as notícias sobre a Cúpula de Segurança Nuclear mostram que resultaram esfriadas as relações entre Barak Obama e Lula.
. Obama, que já considerou Lula a verdadeira encarnação de “O Cara”, ignorou-o em Washington.
. O que ocorreu:
1) Obama caiu na real dentro do próprio contexto do papel que jogam os EUA, fazendo menos concessões a situações e figuras exóticas como Lula.
2) Lula tem criado embaraços para os americanos em função do apoio ou tolerância a notórios inimigos dos EUA.
. A hora da verdade chegou antes para Obama e muito tarde para Lula.
Políbio Braga
Saiba por que Obama não acha mais que Lula é “O Cara”
15 de abril de 2010
As imagens e as notícias sobre a Cúpula de Segurança Nuclear mostram que resultaram esfriadas as relações entre Barak Obama e Lula.
. Obama, que já considerou Lula a verdadeira encarnação de “O Cara”, ignorou-o em Washington.
. O que ocorreu:
1) Obama caiu na real dentro do próprio contexto do papel que jogam os EUA, fazendo menos concessões a situações e figuras exóticas como Lula.
2) Lula tem criado embaraços para os americanos em função do apoio ou tolerância a notórios inimigos dos EUA.
. A hora da verdade chegou antes para Obama e muito tarde para Lula.
Políbio Braga
2104) Avatares da cooperacao militar Brasil-EUA: Marcelo Rech
Brasil – EUA: a cooperação incomoda
Marcelo Rech
Inforel, 14/04/2010 - 15h52
A cada 15 dias pelo menos, o ministro da Defesa, Nelson Jobim, afirma em algum evento que vai entregar “na próxima semana” o relatório final sobre a escolha do caça que vai integrar a frota da Força Aérea Brasileira (FAB).
E que o presidente da República reunirá o Conselho de Defesa Nacional para bater o martelo.
Uma celeuma que parece não ter fim.
Às vezes o governo dá a entender que o negócio com a França está fechado. Outras, que os concorrentes têm chances.
Há momentos em que sinaliza com o encerramento da licitação sem definição alguma, copiando o governo tucano.
Na prática, esse negócio de uns US$ 4 bilhões tem sido costurado sem transparência alguma, sugerindo que interesses outros sejam determinantes para que o anúncio seja feito de uma vez por todas.
Ou não.
Depois de se distanciar dos Estados Unidos, de reclamar de sua presença militar na América do Sul e de confrontá-lo com um apoio incondicional ao Irã e a Cuba, o governo assina um pacto estratégico justamente neste campo.
Os Estados Unidos não terão bases à sua disposição, seus militares não gozaram de imunidades e eles não estarão permanentemente por aqui.
Ainda assim, trata-se de uma aliança que irrita a vizinhança, principalmente aqueles que não viram nada demais a Colômbia ampliar seus entendimentos com o Pentágono.
Aceitaram endossar as queixas de Brasília e agora se sentem enganados.
Isso sem contar Bolívia, Equador e Venezuela, que sustentavam seus discursos anti-Império tendo a postura brasileira como pano de fundo.
Se a Colômbia não podia o que faz pensar o ministério da Defesa que o Brasil pode?
Essa é uma das perguntas que Nelson Jobim terá de responder no dia 6 em Quito quando seus homólogos se sentarem na mesma mesa para discutir o assunto.
A exemplo da licitação dos caças, o tema foi muito mal conduzido.
Cheira a oportunismo, coisa de quem se acha melhor que os outros.
Enquanto diziam uma coisa em público, faziam outra em privado.
O acordo assinado em Washington constitui um poderoso instrumento jurídico que permitirá aos dois países detalhar como, quando e em que condições, a cooperação avançará.
Pesquisa e desenvolvimento, intercâmbio de informação militar, projetos e programas tecnológicos e comércio, na área de defesa não é o mesmo que em turismo ou esportes.
Para os Estados Unidos, esse documento é fundamental. Atende aos seus interesses estratégicos na região, mesmo que o Brasil insista em diminuir sua importância.
Se não tem relevância, por que assiná-lo?
O ministro da Defesa foi taxativo ao reconhecer que agora o Brasil está no jogo para vencer (a licitação da Força Aérea norte-americana) um negócio que pode chegar a 200 aeronaves Super Tucano.
Resta saber se o F-18 Super Hornet, fabricado pela norte-americana Boeing, também ressurge das cinzas no arrastado FX2.
Não fosse o lobby instalado no Congresso Nacional pelas empresas na disputa, seria um bom tema a ser investigado.
Marcelo Rech é jornalista, editor do InfoRel e especialista em Relações Internacionais, Estratégias e Políticas de Defesa e Terrorismo e contra-insurgência. Correio eletrônico: inforel@inforel.org
Marcelo Rech
Inforel, 14/04/2010 - 15h52
A cada 15 dias pelo menos, o ministro da Defesa, Nelson Jobim, afirma em algum evento que vai entregar “na próxima semana” o relatório final sobre a escolha do caça que vai integrar a frota da Força Aérea Brasileira (FAB).
E que o presidente da República reunirá o Conselho de Defesa Nacional para bater o martelo.
Uma celeuma que parece não ter fim.
Às vezes o governo dá a entender que o negócio com a França está fechado. Outras, que os concorrentes têm chances.
Há momentos em que sinaliza com o encerramento da licitação sem definição alguma, copiando o governo tucano.
Na prática, esse negócio de uns US$ 4 bilhões tem sido costurado sem transparência alguma, sugerindo que interesses outros sejam determinantes para que o anúncio seja feito de uma vez por todas.
Ou não.
Depois de se distanciar dos Estados Unidos, de reclamar de sua presença militar na América do Sul e de confrontá-lo com um apoio incondicional ao Irã e a Cuba, o governo assina um pacto estratégico justamente neste campo.
Os Estados Unidos não terão bases à sua disposição, seus militares não gozaram de imunidades e eles não estarão permanentemente por aqui.
Ainda assim, trata-se de uma aliança que irrita a vizinhança, principalmente aqueles que não viram nada demais a Colômbia ampliar seus entendimentos com o Pentágono.
Aceitaram endossar as queixas de Brasília e agora se sentem enganados.
Isso sem contar Bolívia, Equador e Venezuela, que sustentavam seus discursos anti-Império tendo a postura brasileira como pano de fundo.
Se a Colômbia não podia o que faz pensar o ministério da Defesa que o Brasil pode?
Essa é uma das perguntas que Nelson Jobim terá de responder no dia 6 em Quito quando seus homólogos se sentarem na mesma mesa para discutir o assunto.
A exemplo da licitação dos caças, o tema foi muito mal conduzido.
Cheira a oportunismo, coisa de quem se acha melhor que os outros.
Enquanto diziam uma coisa em público, faziam outra em privado.
O acordo assinado em Washington constitui um poderoso instrumento jurídico que permitirá aos dois países detalhar como, quando e em que condições, a cooperação avançará.
Pesquisa e desenvolvimento, intercâmbio de informação militar, projetos e programas tecnológicos e comércio, na área de defesa não é o mesmo que em turismo ou esportes.
Para os Estados Unidos, esse documento é fundamental. Atende aos seus interesses estratégicos na região, mesmo que o Brasil insista em diminuir sua importância.
Se não tem relevância, por que assiná-lo?
O ministro da Defesa foi taxativo ao reconhecer que agora o Brasil está no jogo para vencer (a licitação da Força Aérea norte-americana) um negócio que pode chegar a 200 aeronaves Super Tucano.
Resta saber se o F-18 Super Hornet, fabricado pela norte-americana Boeing, também ressurge das cinzas no arrastado FX2.
Não fosse o lobby instalado no Congresso Nacional pelas empresas na disputa, seria um bom tema a ser investigado.
Marcelo Rech é jornalista, editor do InfoRel e especialista em Relações Internacionais, Estratégias e Políticas de Defesa e Terrorismo e contra-insurgência. Correio eletrônico: inforel@inforel.org
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