segunda-feira, 9 de abril de 2012

Manifesto por um Brasil mais rico, não mais caro - Ricardo Amorim

Como não acompanho o detalhe das contas públicas, acabo por vezes perdendo informações importantes, como esta aqui: 
"No ano passado, impostos sobre importação arrecadaram mais que o Imposto de Renda Pessoa Física."
Sempre estive acostumado a um Brasil protecionista, no qual as tarifas eram tão proibitivamente elevadas, e as políticas comercial e industrial tão absurdamente esquizofrênicas, que simplesmente não importávamos nada: a taxa de nacionalização da oferta interna devia beirar os 95%, e com isso as receitas aduaneiras eram, também, ridiculamente baixas. 
Isso mudou, mas não sabia que as receitas eram maiores agora do que o próprio Imposto de Renda, o instrumento por excelência da justiça fiscal em países normais.
Mas não no Brasil, claro. Quem pretende que o Brasil seja um país normal?
Só os malucos, como eu...
Paulo Roberto de Almeida 


Manifesto por um Brasil mais rico, não um Brasil mais caro

Ricardo Amorim
Revista IstoÉ, 04/2012


Na Idade Média, o tratamento para a peste bubônica era forçar o doente a penitenciar-se com um padre. Buscava-se tratar sintomas como febre, calafrios e delírio através da graça de Deus. O resultado: um terço da população europeia foi dizimada pela peste.
De lá para cá, muito mudou, mas nem tanto assim. Vários tratamentos médicos continuam lidando exclusivamente com os sintomas e não as causas das doenças. Na economia, também.

Na história brasileira, há mais casos de tratamentos de sintomas de problemas econômicos do que episódios onde as verdadeiras razões dos desarranjos foram confrontadas.

Nesta semana, tivemos mais um. Para lidar com dificuldades da nossa indústria, o governo e o Banco Central vem adotando uma série de medidas, incluindo redução temporária de impostos para alguns subsetores, aceleração da queda da taxa de juros, adoção de restrições à entrada de capitais estrangeiros para enfraquecer nossa moeda e elevação de impostos sobre produtos importados.

Além de sujeitarem o país a eventuais retaliações comerciais, estas medidas criam um Brasil mais caro, não mais rico. Quem pagará a conta do encarecimento dos produtos importados e da redução da competição com os nacionais é você, o consumidor. Aliás, já paga. No ano passado, impostos sobre importação arrecadaram mais que o Imposto de Renda Pessoa Física. Você pagou ambos. Os primeiros, nos preços elevadíssimos praticados no Brasil e o IRPF, na fonte.

A própria indústria, beneficiária no curto prazo, acaba perdendo no longo prazo, à medida que a elevação de preços reduz o número de consumidores que podem arcar com preços mais elevados.

O governo deve, sim, adotar medidas enérgicas para elevar a competitividade do país. Para isso, precisa cortar gastos públicos excessivos e de péssima qualidade. Somos pouco competitivos e nossos preços são elevados porque, no Brasil, compramos o produto ou o serviço e pagamos junto nosso governo gastão.
Não raro, pagamos duas vezes pelo mesmo serviço. Saúde e educação são exemplos óbvios. Através de nossos impostos, pagamos os sistemas públicos, mas, devido à baixa qualidade, quem pode paga também por serviços privados.

Com menos gastos públicos, os impostos também cairiam e, com eles, os preços. Com preços menores, o consumo aumentaria e a geração de empregos também.
Sobrariam mais recursos para investimentos em infraestrutura, reduzindo custos de transporte, energia, comunicação, etc. O governo necessitaria de menos dinheiro emprestado, permitindo que a taxa de juros caísse, sem gerar desequilíbrios. Juros menores atrairiam menos capital estrangeiro, levando a uma taxa de câmbio menos apreciada.

Menos gastança governamental e impostos são a receita para um país mais rico. Mais impostos sobre produtos importados constroem apenas um país mais caro.
Nossa presidente tem reclamado do tsunami financeiro dos países ricos – que ela não controla – mas não tem atacado sistematicamente o tsunami de gastos públicos, sob seu controle.

Ricardo Amorim
Economista, apresentador do programa Manhattan Connection da Globonews e presidente da Ricam Consultoria

Nuestros hermanos empantanados comercialmente...

Interessante o fato de que NENHUM país membro da OMC, nem mesmo a Venezuela, tenha se levantado em apoio às posições argentinas, que segundo sua subsecretaria de comércio são "corretas", o problema advindo apenas do fato de que "nos queren estigmatizar".
Que crueldade, nem o Brasil foi defender o hermano? Aposto que se fosse no governo anterior, não faltaria solidariedade aos hermanos. Tudo mudo, tudo cambia, já não se fazem mais hermanos como antigamente...
Paulo Roberto de Almeida


El frente externo / Tras el duro comunicado ante la OMC
Estados Unidos analiza nuevas medidas contra la Argentina
"Estamos considerando próximos pasos", admitieron en el organismo de comercio norteamericano
Por Silvia Pisani  | LA NACION, Lunes, 9 de Abril de 2012

WASHINGTON.- La administración norteamericana "está considerando próximos pasos" contra la Argentina, tras haber participado, junto con otros 40 países , de la durísima queja que la política de restricciones a las importaciones de nuestro país generó, días atrás, ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) .
"Estamos considerando próximos pasos y apropiados" para reaccionar a ese tipo de políticas, dijeron fuentes de la Oficina del Representante Comercial norteamericano (USTR, por su sigla en inglés, el organismo encargado de las relaciones comerciales con el mundo), al ser consultadas por LA NACION, aunque no dio mayores precisiones sobre cuáles serían esas medidas .
La requisitoria apuntó al documento producido el pasado viernes 30, cuando -en un gesto inédito- 40 países, desde los Estados Unidos hasta Panamá, pasando por México, Japón, Turquía y la Unión Europea en su conjunto, expresaron una "seria preocupación" por las barreras, así como la "falta de transparencia" con que se aplican.
De más de dos carillas, el texto incursionó también en el detalle de describir "llamadas telefónicas" de funcionarios argentinos a empresarios que pretendían importar bienes en nuestro país para presionarlos a "producir exportaciones o inversiones" por un monto similar al que pretendían comerciar.
"Fue llamativo que ningún país levantara la voz para defender la posición argentina", añadieron a LA NACION las fuentes del representante comercial norteamericano.
Parecieron aludir así al silencio que, ante la dura queja, guardaron países con gobiernos particularmente cercanos al de Cristina Kirchner, como Venezuela, o integrantes del mismo bloque comercial, como Chile, o que suelen sufrir cuestionamientos por su comercio, como China.
"Lo que pretendemos es que respondan a los señalamientos técnicos que se están haciendo", dicen que dijo el embajador norteamericano ante la OMC, Michael Punke, tras escuchar la solitaria defensa que emprendió en el plenario de Ginebra la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón. "Nuestras políticas son legítimas. Nos quieren estigmatizar", argumentó la funcionaria, cuya cartera trabaja en directa colaboración con el canciller Héctor Timerman.
Las fuentes no dieron precisiones sobre el tipo de medidas que se podrían estar considerando. Con eso, se diferenciaron de México, cuyo ministro de Economía, Bruno Ferrari, amenazó ya con pedir medidas adicionales. Entre ellas, un posible panel internacional de mediación en la OMC para revisar las "restricciones" que le impiden ingresar bienes a la Argentina.
PREOCUPACIÓN
"México está preocupado por el hecho de que la Argentina aplique estos actos de proteccionismo, cuando está creciendo la integración comercial. No vamos a permitir que ese proteccionismo ocurra", añadió Ferrari.
El reclamo de los 40 países se produjo el pasado viernes 30 y fue el cierre de una semana que había empezado mal para el frente comercial: ese mismo lunes, el gobierno norteamericano había decidido suspender beneficios arancelarios a la Argentina.
Esa suspensión, firmada de puño y letra por el presidente Barack Obama, se dispuso como represalia por la negativa del país a pagar laudos arbitrales del Banco Mundial (Ciadi) a favor de dos empresas norteamericanas. Lo hizo tras considerar que el país no había actuado "de buena fe" en la cuestión.
Duras, ambas decisiones potenciaron su efecto político al producirse apenas una semana antes de que Obama y Kirchner coincidan, a partir del viernes, en la Cumbre de las Américas, en Cartagena.
"Fueron decisiones independientes de esa cumbre", ratificaron a LA NACION las mismas fuentes. Poco antes, el Departamento de Estado consideró como "un serio obstáculo en el camino" la situación por la que se llegó a la suspensión arancelaria.
Poco después, y en un nuevo pronunciamiento, el USTR envió al Congreso norteamericano un informe en el que volvió a detallar barreras comerciales de nuestro país, así como el bloqueo que, en los hechos, implica para el acceso de bienes extranjeros el control de cambios impuesto por el Gobierno.
"Numerosos empresarios dijeron que la AFIP les autorizó menos divisas que las que pidieron y eso les impidió" acceder a bienes de origen norteamericano, dice, por caso, el informe que, desde la semana pasada, tienen en su poder legisladores interesados en la política de Washington hacia nuestro país.
En todos los casos, el gobierno argentino reaccionó ratificando las políticas en curso y descalificando las objeciones. "Parece que prefieren defender a los fondos buitre", dijo el ministro de Interior, Florencio Randazzo.
"Llama la atención que todo esto lo digan países que han aumentado sus exportaciones a la Argentina en un 25 por ciento, superando su nivel de exportaciones promedio al resto del mundo", sostuvo el canciller Timerman.
Advirtió también que es "llamativo" que ninguno de los países críticos "haya presentado un caso puntual en el cual la Argentina haya incumplido las reglas de la OMC" y que sus reclamos estén basados "en vagas versiones publicadas por la prensa local".
40 
Países 
Fueron los que firmaron la queja contra la Argentina presentada ante la Organización Mundial de Comercio (OMC)

Brevissima aula cambial para uso dos neofitos...

Um leitor me solicita uma opinião -- pois não poderia ser outra coisa -- a respeito desta questão:


Bom dia Paulo!
Não fosse o Real valorizado perante o Dollar, qual seria a classificação do nosso PIB?



Eis o que respondi: 



Difícil especular com valores tão cambiantes quanto taxas de crescimento, estimativas de PPP e taxas de câmbio, mas posso lhe dar uma ideia com base na experiência pregressa do Brasil.
Na valorização anterior do Real -- sabe?, aquela neoliberal dos traidores, submissos e vendidos ao FMI, como foram os reacionários dos tucanos, no Ancien Régime (coisas velhas, você sabe, entre 1995 e 1998) --, o Brasil saiu da 12 posição na economia mundial, para a oitava, ou mesmo sétima, com um PIB que na época beirava os 800 bilhões de dólares. Os companheiros, obviamente, criticavam o "populismo cambial" e recomendavam controles de capitais, desvalorização, políticas ativas nos planos industrial e comercial, enfim, essas coisas que eles sempre recomendam. Não importa se gente da classe D ou mesmo E estava comendo frango, iogurte, e que a classe C já estava indo até para Miami, isso era errado, e a sobrevalorização, como se dizia, iria "matar a nossa indústria".
Aí então veio a crise, mais deslanchada pelo Itamar Franco do que pelos especuladores de Wall Street, mas que importa, o real despencou, e nós passamos de um câmbio a 1,26 para mais de 2,3 em pouco tempo.
Não preciso dizer que nosso PIB despencou para menos de 500 bilhões de dólares, e o Brasil passou a ser a 12, 13 ou até 14a economia mundial, veja como são essas coisas.


Pois bem, como todo político gosta mesmo de valorização cambial, de populismo cambial, os companheiros atuais, mesmo cometendo todos os demais equívocos econômicos, deixaram o câmbio se valorizar como nunca antes neste país, muito mais do que era no Ancien Régime tucanês. O nouveau régime petista levou o dólar a baixarias nunca vistas antes.
Com isso, a economia chegou a esse espetacular patamar de ser a 6a ou 7a economia mundial, e a classe média volta novamente a gastar dinheiro indo duas vezes por ano a DisneyWorld.
Que maravilha, não é?
Como vai acabar isso? 
Provavelmente numa crise cambial e desvalorização forçada por esses mercados perversos, como sempre ocorre e como foi das outras vezes.
Ruim? Depende!
Os industriais não estão pedindo desvalorização? Os companheiros -- mesmo sem ter feito nada -- vão dizer que atenderam esses desejos nada secretos.
E tome protecionismo em todas as instâncias, antes, durante e depois.
Assim vai o Brasil dos ingênuos iluminados.
Paulo Roberto de Almeida 

Relacoes Brasil-EUA: equivocos das duas partes - Moises Naim

Vai no mesmo sentido da matéria da Economist e do artigo de Carlos Malamud.


Adivina quién no viene a comer
LA NACION, 9/04/2012

WASHINGTON.- Se acabaron las superpotencias. Se acabó la época en la que un imperio, o un país con gran poder, imponía a otros sus deseos. Por supuesto que aún existen naciones con la fuerza y los recursos para obligar, o inducir, a otras naciones a comportarse de una manera y no de otra. Pero esto es cada vez menos frecuente o sostenible. Hoy ni siquiera Estados Unidos, con toda su pujanza militar y económica, logra evitar que otros países actúen de manera autónoma.
Hemos pasado de la era de las potencias hegemónicas a una era en la cual construir alianzas internacionales es indispensable. Ningún Estado se puede dar el lujo de vivir sin aliados o sin formar parte de coaliciones de países que se apoyan mutuamente, aunque en ciertas áreas rivalicen o en otras sus intereses estén en conflicto.
Así es, por ejemplo, la relación entre Estados Unidos y China. Y Estados Unidos tiene otras relaciones bilaterales muy importantes, como Rusia, Gran Bretaña y la India. Pero tan interesante como la lista de los países con los que Estados Unidos mantiene fuertes vínculos es la lista de los países con quienes debería tenerlos, pero no los tiene. Brasil es el mejor ejemplo.
Esto es sorprendente. Brasil es un vecino que cada vez tiene más peso en la política internacional y que ya ha superado a Gran Bretaña como la sexta economía del mundo. Sin embargo, las relaciones entre los dos gigantes del hemisferio occidental son débiles y están impregnadas de un paralizador cóctel de desconfianza, desconocimiento y distracción.
La insulsa agenda de la visita de la presidenta Dilma Rousseff a Washington esta semana puso en evidencia lo banal de una relación que debería ser fundamental y profunda. Si Estados Unidos y Brasil se pusieran de acuerdo en una ambiciosa agenda, podrían transformarse en una vigorosa fuerza de cambio positivo para sus sociedades, para América latina y hasta para el resto del mundo.
Hay varias razones detrás de la incapacidad de estos dos grandes países para llevarse mejor. Una es que el ascenso de Brasil en la última década coincidió con un período en el que Washington estaba muy ocupado en otras cosas: dos guerras y el hundimiento de su economía, por ejemplo. Pero esto no es nuevo. La desatención de Estados Unidos a Brasil, y a la región en general, ha sido crónica. Su política hacia América latina ha sido reactiva y ha estado centrada, principalmente, en emergencias, países pequeños y Estados fallidos. En Washington, es más fácil encontrar expertos en Cuba o en Haití que en Brasil; el comercio de drogas, no el comercio brasileño, es lo que entusiasma a congresistas y diplomáticos.
UN SOCIO COMPLICADO
Por otro lado, Brasil no es un socio fácil. Espera y exige el mismo respeto y consideración que Washington dispensa a las viejas potencias. ¿Por qué a David Cameron, el primer ministro británico, Obama le ofreció una pomposa cena de gala en la Casa Blanca y a Dilma Rousseff sólo un "almuerzo de trabajo"? ¿Por qué a Cameron lo llevó en su helicóptero a un partido de básquet y a Dilma la lleva a una "reunión privada con empresarios"?
En la diplomacia, los gestos y los símbolos revelan más que los discursos. Como informó Brian Winter, de la agencia Reuters, estos gestos han irritado al gobierno brasileño, que lee en ellos mensajes muy claros de desdén y desinterés.
A su vez, estas reacciones de los brasileños exasperan a los norteamericanos. Una funcionaria del gobierno norteamericano me dijo: "Brasil se nos ha transformado en la Francia de América latina. Su obstruccionismo en las negociaciones internacionales sobre clima, comercio o lo que sea está a menudo impulsado por su deseo de exhibir su poder. Cuando interfieren en nuestras iniciativas para detener el programa nuclear de Irán o impiden los acuerdos en otras negociaciones, lo hacen para obligarnos a prestarles atención. Y lo logran. Pero no se dan cuenta de que esto ha ido minando nuestra disposición a tratarlos como un aliado confiable. Tenemos que esperar que Brasil madure como potencia".
Todo esto es lamentable. Estas fallas de ambas partes se pueden y deben solventar. Mientras que las alianzas que tiene Estados Unidos con otras potencias emergentes son defensivas, equívocas e inestables, una alianza con Brasil puede estar sustentada en un fuerte y duradero proyecto de prosperidad y democracia. Lo único que lo impide es una historia de desencuentros que puede ser fácilmente superada por líderes que deseen hacerlo.
EL PAIS

Os livros perdidos - Paulo Timm

Uma linda crônica de meu amigo Paulo Timm, sobre os livros perdidos na história da humanidade. Permito-me agregar que uma fonte interessante -- não de livros totalmente perdidos ou irrecuperáveis -- de livros recuperáveis, resgatáveis, seriam os manuscritos de escritores dissidentes arrestados por ditaduras, a começar pela soviética, mas estendendo-se também à chinesa, à cubana, norte-coreana e outras menos lembradas, como aliás a própria Stasi, da DDR, cujos arquivos foram, ao que parece, quase integralmente preservados.
Um historiador desses com acesso a determinados arquivos poderia fazer um livro sobre os livros nunca publicados em função de situações orwellianas.
Fica a sugestão.
Paulo Roberto de Almeida 


Os livros perdidos

Paulo Timm

A perda não é uma anomalia, um desvio ou uma exceção. É uma norma. É uma regra. É inescapável.
(Stuart Kelly)

Diz a letra de um velho samba que “Quem acha vive se perdendo…” (Feitio de Oração, Noel Rosa, numa evocação de profunda filosofia tupiniquim que, no Brasil, só a música popular parece alcançar. Há anos, procuro, sem êxito, uma crônica de Lara Rezende ou Paulo Mendes Campos, não lembro bem – (perdi…!), tratando exatamente desta relação – Música Popular / Filosofia-, que li, há décadas, e que guardei apenas como vaga lembrança. Pensei reencontrá-la no clássico de Roberto Gomes, intitulado “A Filosofia Tupiniquim”, mas ele foi pelo outro lado da cultura popular: o humor. Outro autor contemporâneo, Hugo Allan Matos, porém, acredita nisso. E o próprio Noel Rosa acabou escrevendo uma de suas músicas com teste título – “Filosofia”, – abrindo caminho para esta tese. Com efeito, a vida é um imenso labirinto cuja graça consiste, precisamente, em transitar , sem que saiba ao certo, sequer, se há saídas…
Mas se é verdade que os que acham acabam se perdendo, o quê dizer do que já está perdido…?? O que lhes acontece…? Haverá saídas para as perdas? Aparentemente, não. A perda é sempre algo irreversível, principalmente quando se perde o tempo, as idéias, ou o próprio juízo sobre elas. Mas a perda é sempre inevitável e, curiosamente humana. O homem vive e sobrevive através das perdas. Perde o útero materno, perde o seio da mãe, perde a própria memória que vai se transformando numa névoa do passado. Afinal, perde a juventude, perde a saúde, vai-se a própria vida. Perde-se o homem de si mesmo e gasta grande parte de sua vida tentando se reencontrar…A perda, enfim, é um tema tão comovente que já foi objeto de um interessante livro – “Perdas Necessárias”, de autoria deJudith Viorst, da Editora Melhoramentos. Ele pode ter influenciado o título de uma canção bem popular do Pe. Fábio de Melo: “Perdas Necessárias”.
Inúmeras fábulas já trataram, também, do dilema da perda. Mas não vou falar aqui, nem da perda como processo, nem de fábulas. Quero falar sobre fatos: A perda de livros, ao longo da História Humana, mais das vezes devorados pelas chamas do ódio e da intolerância, senão mera, crassa ignorância e até a inteligência em suas manifestações de vanguarda tecnológica. Um autor, por exemplo, Robert Darnton – “A questão dos livros”, Cia das Letras -, fez, recentemente, uma denúncia contra a destruição de coleções de jornais promovidos por bibliotecas dos Estados Unidos, em nome da preservação.

"Darnton reafirma a durabilidade dos códices, falando criticamente do livro de Baker e de como ele apresentou essa caça ao papel nas bibliotecas. Ocorrida com mais freqüência nos anos 80, bibliotecários americanos começaram a implantar a preservação de periódicos antigos em microfilmagem, danificando e, literalmente, jogando no lixo jornais e revistas antigas que são o material básico para um estudo histórico – mas não o mais importante, ressalta o autor.

Diante disso, fico me imaginando quantos livros, teses acadêmicas, bibliotecas inteiras não se perderão diante da febre digitalizadora que nos assola? Ontem, foram as micro-filmadoras as algozes destruidoras de toneladas de jornais; hoje, os scanners e e-books, apesar de que Darnton os tenha defendido arduamente em seu Projeto Gutenberg-e, desenvolvido entre 2000 e 2006.
“O projeto consistia na publicação de monografias no formato e-book como forma de facilitar a entrada de jovens pesquisadores de História na carreira acadêmica. Darnton faz todo um histórico sobre a crise da publicação de monografias, fruto de uma reação em cadeia que começou com o aumento do preço de periódicos que obrigou as bibliotecas a fazerem cortes em suas verbas. (…) Um outro objetivo do Gutenberg-e, segundo Darnton, era afirmar a seriedade dos e-books, tratá-los com o mesmo respeito de um livro publicado fisicamente.”

Poucos sabem, entretanto, que este meio eletrônico é extremamente frágil e suscetível de apagões sob certas descargas eletromagnética . Grandes acervos de imagens, por exemplo, têm sido melhor conservados em fitas de vídeo e não em CDs, como, por exemplo, o da Rede Globo. Uma tempestade solar mais forte, um raio inconveniente, uma cápsula perdida de Césio 137, tal como ocorreu em Goiânia, anos atrás, e puffff…Lá se vão nossos belos arquivos digitais…Acho, aliás, que foi Einstein quem disse certa vez:
“Não sei como será a III Grande Guerra, mas estou seguro de que a IV será com pedras…”
A verdade é que não há garantias contra as perdas…Pois assim foi com a própria Bíblia, a qual teria, ao longo dos séculos e milênios, perdido grande parte de suas narrativas e profecias. Segundo consta, há centenas de seus livros que se perderam e que dificilmente serão reencontrados. Alguns foram consumidos pelo tempo, outros foram suprimidos por conterem, à luz das autoridades da Igreja, em cada tempo, revelações que não se coadunavam com seus ensinamentos. Eis, segundo um estudioso – um roteiro dessas perdas, para os interessados:
Mas não foram só os livros sagrados, apenas, que desapareceram. Uma inusitada crônica de Sérgio Faraco – Livros Perdidos in Gregos e Gringos, Ed.Mercado Aberto, Porto Alegre, 1998 – , notável contista gaúcho, nos dá conta de outras perdas irreparáveis. Dou-lhe a palavra, por sábia e insubstituível:
“Livros Perdidos (…)
A história da humanidade está repleta de notícias de aniquilações do conhecimento compendiado,, e os soldados, sobretudo os romanos, tiveram um papel de proa nessa cruzada bárbara. Na tomada de Cartago, incendiaram a cidade e se acharam no dever de fazer o mesmo , com sua biblioteca, que ardeu 17 dias para que se consumissem seus 500.000 volumes. Os mesmos romanos, na campanha de Julio Cesar no Egito, puseram fogo a Biblioteca de Alexandria, varrendo da história 700.000 textos e as velhas paredes que tinham visto Euclides escrever seus Elementos de Geometria, Erastótenes calcular a circunferência da Terra e o médico Herófilo produzir uma obra pioneira no campo de anatomia.
Bastam essas perdas para que exista em nossa trajetória cultural uma intermitência que mil anos não hão de recompor. E no entanto são apenas dois entre muitos outros casos de destruição selvagem, como o da coleção de Pisístrato em Atenas (da qual se salvaram as rapsódias de Homero), dos papiros do Templo de Ptah em Mênfis, dos milhares de pergaminhos do Colégio de Druídas em Bribactis (hoje Autun, França) , dos 300.000 livros queimados por Léo Isauro em Constantinopla e dos códices maias no México por Diego de Landa.
E não se diga que os tempos eram outros e eram ásperos. O homem que destrói livros pertence, geralmente, à mesma ordem de cultura daquele que os constrói.
Nada do que se perdeu será recobrado e para maior desgraça nossa, dos nossos filhos, dos homens do milênio vindouro, houve momentos em que, como no romance de Umberto Eco (O nome da Rosa) , como na luta de Guilherme e Jorge, por um triz deixamos de recuperar valiosas obras que já eram dadas por perdidas.
Conta o inglês Andrew Thomas – e isto não é ficção – que certa vez houve um grande indêndio no harém de um sultão do Império Otomano. Um jovem secretário da Missão Francesa viu saqueadores invadirem o palácio para roubar objetos de valor , e uma dramática coincidência o levou a esbarrar num homem que fugia sobraçando um monumental cartapácio. Era a História de Roma, de Tito Livio , até então desaparecida. O funcionário interceptou o ladrão e ofereceu-lhe considerável soma em troca da preciosidade. O turco aceitou, mas o francês – que fatalidade! – só dispunha de escassas moedas na algibeira. Aflito sugeriu que o pagamento fosse feito em sua residência e ainda discutiam quando vieram abaixo as traves do palácio em chamas. A multidão recuou em pânico e separou os dois homens, que não mais puderam reencontrar-se.
O volume abarcava sete séculos e meio da história romana, e de seus 142 livros chegaram até nós, por outros caminhos, apenas 35.”
Outro autor, cuja própria vida também parece envolta em perdas, Stuart Kelly Kelly dedicou-se, ao tema dos livros perdidos e escreveu um verdadeiro clássico: “O Livro dos livros perdidos” – Ed. Record. Nele descobrimos coisas incríveis: Como se perderam as obras completas de Ésquilo, na destruição da Biblioteca de Alexandria. Isso porque havia um único exemplar do livro, vendido por atenienses a Ptolomeu do Egito, como condição do estranho negócio. Ou sobre o descuidado amigo que extraviou um caderno de anotações de Rimbaud. Ou ainda o mistério envolvendo “Cardenio” , de Shakespeare. Um livro, enfim, divertido, escrito com bom humor, capaz de suscitar a curiosidade sobre o tempo, a literatura, as perdas irreversíveis, e as pessoas que estiveram por trás de tudo isto.
O livro mereceu várias e interessantes resenhas e comentários no Brasil. Eis uma delas:
“Em O livro dos livros perdidos, Stuart Kelly revela trabalhos desaparecidos de autores famosos e conta fascinantes histórias reais por trás de livros que não foram publicados por terem sido destruídos, extraviados, interrompidos pela morte do autor ou simplesmente nunca começados. O que realmente aconteceu com o segundo romance de Sylvia Plath? E qual seria o monstruoso segredo contido nas memórias de Lord Byron que levou seu editor a queimar o manuscrito? Essas são algumas das perguntas respondidas por Kelly nesta pesquisa fascinante.”
Fica aqui, pois, meu registro em homenagem a estas páginas perdidas de letras imemoriais e seus descobridores. Poetas, escritores, cronistas são bibliófilos incansáveis. Amam livros. Têm com eles uma relação muito especial, afetiva mesmo. Encontram um prazer indizível em contemplar suas prateleiras repletas de exemplares com formas, capas e cores tão diferentes. Exaltam-se ao escolher dentre elas um título cativante, dentro do qual assinalaram uma passagem cativante, que voltam a ler de tempos em tempos com o mesmo sentimento da primeira vez. Sublimam-se citações, versos, parágrafos de beleza ímpar de Shakespeare (“O resto é silêncio”) de Tolstoi (“Cada família infeliz tem seu jeito próprio de ser infeliz”), de Guimarães Rosa (“Viver é muito perigoso”), de Paulo Leminski (“Por um lindésimo de segundo”). Eternas fontes de inspiração vital . Porventura reencontrados por escavadores de livros perdidos como capítulos re-velados da geologia humana.

Paulo Timm é economista formado pela UFRGS. Pós Graduado na ESCOLATINA, da Universidade do Chile e CEPAL/BNDES. Foi professor da Universidade de Brasilia- UnB – e Técnico do IPEA, órgão do Ministério do Planejamento, em Brasília, onde residiu por 35 anos e onde fez sua vida profissional e pública.

Eximbank USA debate - Editorial Washington Post

Talvez alguns elementos de reflexão para avaliar o BNDES sendo convertido em algo similar, não semelhante...

The Post’s View

Impasse over the Ex-Im

CREATED IN 1934, the Export-Import Bank of the United States provides direct loans, loan guarantees and credit insurance to enable foreign purchases of U.S. products that private-sector banks might not finance. When trade credit dried up after the financial panic of 2008, Ex-Im’s lending soared from $14.4 billion in fiscal 2008 to $32.7 billion in fiscal 2011. As a result, the bank will hit its portfolio limit of $100 billion soon, perhaps before the agency’s legal mandate expires May 31.
bipartisan Senate bill, supported by the Obama administration, would reauthorize Ex-Im through 2015 and increase its allowable portfolio to $140 billion. Backers say that Ex-Im sustains hundreds of thousands of jobs — while returning $1.9 billion in fees and interest to the Treasury in the past five years. But House Republicans are resisting, arguing that Ex-Im distorts markets and risks taxpayer money to aid big business.
Mere Tea Party ranting? Well, then-Sen. Barack Obama called Ex-Im “little more than a fund for corporate welfare” during his presidential campaign. He had a point: In fiscal 2011, more than half of Ex-Im’s loans and guarantees supported oil and gas or aerospace companies. For many years, Boeing has been Ex-Im’s leading customer.
Why can’t a blue-chip giant like Boeing sell planes without Washington’s help? Ex-Im supporters argue that even in normal economic times banks hesitate to extend long-term credit in emerging markets such as Vietnam and Colombia. Maybe so, but that contradicts another argument in favor of the bank — that it exposes taxpayers to little or no risk. Historically, Ex-Im’s default has been low — less than 2 percent. But it developed that record on the basis of a much smaller portfolio. To the extent that Ex-Im substitutes the U.S. government’s judgment for the market’s, it encourages emerging countries to over-invest in new aircraft and the United States to over-produce them. And that’s inherently risky.
What about job creation through export promotion, the rationale that converted Mr. Obama? Ex-Im surely creates jobs at Boeing, but whether it increases employment overall is another question. Delta Airlines has complained, with justification, that Ex-Im-backed jet sales to competing airlines abroad put Delta at a disadvantage (though a new Ex-Im loan will help a Brazilian airliner send planes to Delta for maintenance). Nor does Ex-Im necessarily increase net exports. Currency fluctuations, tax rates and other competitive factors probably swamp Ex-Im’s impact; it backed a mere 2 percent of U.S. exports last year. And if not channeled to Ex-Im’s clientele, those resources might well have paid for other U.S.-made goods.
There is one hard-to-refute argument for Ex-Im: Everyone else does it. Europe and Japan have long subsidized big-ticket exports. In recent decades, the United States and other developed nations have negotiated mutual reductions in export subsidies — but now China, Brazil and India are getting into the act.
Probably the United States ought not to disarm unilaterally. But in the short term Congress should reform Ex-Im, by abolishing the well-intentioned but impractical requirement that it devote 10 percent of its resources to renewable energy exports and by ending the protectionist requirement that Ex-Im-financed goods travel on U.S.-flagged ships. In the medium term, the United States needs to lead a redoubled global diplomatic effort to phase out these market-distorting practices.

Postagem em destaque

Livro Marxismo e Socialismo finalmente disponível - Paulo Roberto de Almeida

Meu mais recente livro – que não tem nada a ver com o governo atual ou com sua diplomacia esquizofrênica, já vou logo avisando – ficou final...