Quando a situação é caótica, melhor contar uma piada para relaxar, não é mesmo? Ops, não confundir relaxar com o post anterior, que falava do Mercosul violado...
Em todo caso, este importante jornal paraguaio, que sempre foi violentamente antibrasileiro (talvez sem motivos), tem agora motivos de sobra para ser virulentamente antibrasileiro, ou melhor, anti-governo brasileiro, já que fala bem dos brasiguaios...
Paulo Roberto de Almeida
03 DE JULIO DE 2012
Dilma traicionó al Paraguay por negocios con Venezuela
Editorial ABC Color, 3 Julio 2012
En sinceras declaraciones a la radio uruguaya “El Espectador”, el canciller de esa nación vecina, Luis Almagro, dijo, con nombre y apellido, que la principal responsable del golpe institucional dado en el Mercosur para meter por la ventana a Hugo Chávez al proceso de integración regional fue la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff.
“Todo comienza con un pedido de la presidenta Dilma Rousseff, y de esa reunión sale este acuerdo. La iniciativa fue más bien brasileña, el posicionamiento de Brasil fue decisivo en esta historia”, sostuvo el jefe de la diplomacia oriental, tras adelantar que abriga las mismas dudas de la oposición uruguaya “sobre la legalidad del procedimiento” que posibilitó el irregular ingreso de Venezuela al Mercosur, sin contar con la ratificación del Congreso paraguayo.
Ahora bien, ¿qué hubo detrás de la insistencia a sus pares de la presidenta Rousseff para que esto se llevara adelante a puertas cerradas y a tambor batiente en la última cumbre del bloque, celebrada en Mendoza? Puro interés económico-comercial. Nada del rosario de principios democráticos que fueron alegados con inusitada firmeza y “convicción” para suspender la participación paraguaya del bloque tuvo la más mínima invocación cuando se trató de abrir la ventana para que Chávez se colara en el Mercosur.
El desembarco del gorila bolivariano al Mercosur –al que el Congreso paraguayo se oponía tenaz y estoicamente– implica para el Brasil contar como aliado político de primer orden al quinto exportador mundial de petróleo y asegurarse el acceso a un mercado de 29 millones de personas con necesidades de todo tipo que las empresas estatales creadas al efecto se encargarán de importar y distribuir en Venezuela.
Venezuela es un país inmensamente rico por sus recursos en hidrocarburos, pero con un pueblo sumido en la pobreza y el desempleo a causa del desgobierno y la irresponsabilidad de un déspota que despilfarra a troche y moche por el mundo entero la riqueza de esa nación en sus delirios por convertirse en un líder de ascendencia internacional.
En aplicación de ese engendro que él dio en llamar “bolivarianismo socialista del siglo XXI”, una suerte de copia bananera del marxismo dogmático, dispuso una monstruosa cantidad de expropiaciones y nacionalización de todo tipo de empresas productivas, con las cuales la existencia de la propiedad privada en la nación sudamericana es prácticamente nula y carece de toda garantía o protección.
Esta persecución y atropellos tuvieron un impacto mortal en el aparato productivo del país, que se vio reducido a su mínima expresión, hasta el punto que la carestía de alimentos es una realidad constante en Venezuela. La situación de estrechez, inseguridad y falta de empleo de la mayoría de los venezolanos contrasta con la vida de abundancia y derroche que lleva la “nomenklatura” chavista, comenzando por su familia.
Ese triste panorama del desabastecido pueblo venezolano es el que la presidenta Dilma Rousseff quiere aprovechar para sacarle petróleo y dólares al gorila bolivariano al mismo tiempo de venderle todo tipo de productos industriales, sobre todo en el rubro alimenticio.
Por esa indignante razón es que la mandataria brasileña traicionó al pueblo paraguayo y a los cerca de 400.000 paraguayos de origen brasileño que hallaron en nuestra tierra un lugar donde radicarse, trabajar, progresar y tener a sus hijos. Nada le importó ni tuvo en cuenta que representantes de estos esforzados ciudadanos fueran a Brasilia para implorarle que tuviera en consideración la grave situación de inseguridad de sus bienes y sus vidas que aquí estaban enfrentando, y evitara a toda costa tomar represalias políticas contra un gobierno que está dando muestras de real y efectivo compromiso con la defensa de la propiedad privada.
En su desmedida ambición, la presidenta del Brasil no reparó en consideraciones legales de ningún tipo. Como ella bien lo sabe, el Tratado de Asunción, en su artículo 20, dispone que cualquier solicitud de ingreso de nuevos socios al Mercosur “será objeto de decisión unánime de los Estados Partes”, y Paraguay, aunque suspendido ahora por ilegítima decisión de sus “socios”, continúa siendo miembro del bloque.
Lamentablemente, en esta oportunidad, como en tantas otras, primaron intereses de orden estrictamente crematístico. Sin embargo, el hecho de haber avasallado el derecho comunitario y haber entregado vilmente al Paraguay a cambio de las riquezas sin cuento del delirante gorila Chávez implica una grave y profunda herida al proceso de integración regional.
ABC Color ... tão “importante” para o Paraguai, quanto a Globo é para o Brasil e a Fox pros EUA ...
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