El Universal, 01/10/11.
Las pruebas se realizarán a partir de octubre y se centraran en el empleo de un globo aerostático, una manguera y una bomba mediante la cual inyectaran agua hasta un kilómetro de altura.
Investigadores del Reino Unido bombearán agua hasta casi un kilómetro de altura en la atmósfera, a través de una manguera suspendida, para intentar mitigar los efectos del calentamiento global, de acuerdo a la revista Scientific American.
El experimento es la primera gran prueba de un sistema hidráulico que algún día podría arrojar partículas de sulfato en la estratosfera a una altitud de 20 kilómetros, con el apoyo de un globo de hidrógeno del tamaño de estadio deportivo.
El objetivo es aplicar la geoingeniería, o la “deliberada manipulación en gran escala del medio ambiente a nivel planetario”, en palabras de la Royal Society de Londres, que presta asesoramiento científico a los responsables del experimento. En este caso, los investigadores están tratando de recrear los efectos de enfriamiento de las erupciones volcánicas en la Tierra de forma artificial.
La prueba con un costo de 30 mil dólares, forma parte de un proyecto llamado “inyección de partículas estratosféricas por Ingeniería Climática (SPICE en ingles) y se inspira en la erupción en 1991 del Monte Pinatubo en Filipinas, en la que eL volcán arrojó 20 millones de toneladas de partículas de sulfato en la atmósfera, enfriando a nuestro planeta 0.5 grados centígrados durante 18 meses.
Si las pruebas tienen éxito, el artefacto que consiste de un globo y una manguera, se podría utilizar para inyectar partículas adicionales a la estratosfera, lo que reflejaría una poco más de la energía del sol al espacio, esperando poner freno a algunos de los efectos del calentamiento global.
“Esta es una de las primeras veces que los científicos han aplicado la geoingeniería fuera del laboratorio. Todavía estamos a décadas de distancia, a décadas de que la geoingeniería se haga realidad”, señaló Matthew Watson uno de los científicos participantes del proyecto.
Watson dijo que su equipo todavía tiene que determinar las sustancias que funcionan mejor para reflejar la luz solar, deben determinar cuánto se necesita para tener el efecto adecuado y las posibles consecuencias no deseadas de la inyección de partículas en la atmósfera, como la lluvia ácida, el agotamiento de la capa de ozono o la interrupción patrón climático.
Las pruebas se realizarán a partir de octubre y se centraran en el empleo de un globo aerostático, una manguera y una bomba mediante la cual inyectaran agua hasta un kilómetro de altura, para probar la viabilidad de esta tecnología.
Oposición ecológica
Aunque las pruebas del próximo mes con agua se espera que sean inofensivas, varios grupos ecologistas han criticado el plan y la geoingeniería en general. El año pasado, la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica emitió una declaración que prohíbe la investigación de geoingeniería que pueda afectar la biodiversidad.
Inglaterra aceptó esa declaración, pero el experimento SPICE no viola ningún acuerdo internacional debido a que se realiza a pequeña escala, señaló Jason Blackstock, físico del Centre for International Governance Innovation.