sexta-feira, 3 de agosto de 2012

Brasil: um pais rico? - Foreign Policy En Espanol

LA RIQUEZA DE LAS NACIONES
Foreign Policy, 27 de junio de 2012

Ya es hora de dejar de denominar a Estados como Brasil o China "países en desarrollo". Deberíamos llamarlos de otra manera: ricos.

AFP/Getty Images
Equipo chino de rescate se prepara para partir hacia Haití tras el terremoto que sacudió la isla en 2009.

¿Qué es un país rico? Esta podría parecer una pregunta inofensivamente simple. Pero no lo es. ¿Lo suficientemente rico para hacer qué? Si definimos rico como la capacidad de permitirse misiles de largo alcance y armas nucleares, entonces incluso la empobrecida Corea del Norte entra en esa categoría (siempre y cuando a uno no le preocupe mucho que los misiles de verdad funcionen). ¿Y qué pasa con ser lo suficientemente rico para garantizar una vida decente a todos los ciudadanos? Muchos en Estados Unidos y Europa alegarían que incluso sus países desarrollados, con los niveles de vida más altos del mundo, no son ricos según esa forma de medir. ¿O qué sucede con ser lo suficientemente rico para ser un buen ciudadano global, proporcionando ayuda a aquellos que la necesitan más desesperadamente?...


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Racismo no Brasil: cotas devem subir para 53% (ou mais)

Os alunos abaixo são modestos: eles pedem apenas aumento de 30 para 40% das cotas para negros e afrodescendentes:

Estudantes protestam na UFRGS pelo aumento da cota para alunos de escolas públicas e negros

Em manifestação no saguão da reitoria da universidade, eles cobram um aumento de 30% para 40% na reserva de cotas
Pois eu acho que eles pedem pouco: segundo o último PNAD, que pesquisou as "raças" na sociedade brasileira, 53% dos consultados, por autodeclaração, afirmaram ser afrodescendentes.
Pois este deveria ser o percentual aplicado nas cotas, não é verdade?
Mas eu aposto como no próximo PNAD, esse percentual vai aumentar para, pelo menos, 57% da população; até "moreninhos claros" vão se declarar afrodescendentes, o que é absolutamente lógico.
Afinal de contas, o Brasil é um país afrodescendente, não é mesmo.
Nada mais lógico, assim, que cotas para todos eles...
Paulo Roberto de Almeida

Gore Vidal: uma especie em extincao - The Economist


Remembering Gore Vidal

A dying breed

The Economist, Aug 3rd 2012, 13:44 by M.B. | NEW YORK
“SHUT up a minute,” Gore Vidal told William F. Buckley, junior, during a famously heated exchange on ABC television. The news programme was covering the 1968 Democratic convention in Chicago, where police violently clashed against anti-war protestors. But Buckley continued comparing the war's opponents, who included Vidal, to Nazi appeasers. Vidal retaliated with "the only pro- or crypto-Nazi I can think of is yourself." Furious, Buckley called Vidal “queer” and threatened to “sock [him] in the goddamn face.”
Seen in isolation, this exchange can seem depressingly familiar: two political adversaries shouting past each other (albeit with some unusually harsh language) as they play to their respective ideological bases. But step back a bit and it becomes clear just how alien their testy debate is.
It is hard to imagine men like Vidal and Buckley, two snobbish East Coast intellectuals with lockjaw patrician accents, being invited onto prime-time television now to opine on the hot-button issues of the day. Vidal’s death earlier this week, at age 86, marks not only the loss of a provocative novelist and political thinker, but also the demise of a brand of public discourse. It seems there is no longer a place for the erudite and witty public intellectual in America. Instead of learned allusions to classical literature, public figures, including the president of the United States, are now expected to drop their g’s and speak knowledgeably about the cast of “The Jersey Shore.”
In part, this is a product of progress. The club of elite public intellectuals we have lost in the last decade—Vidal, Buckley, Christopher Hitchens and Norman Mailer, to name a few—was decidedly male, largely white and upper-class, drawing its members from a few old-line private colleges and prep schools. As higher education extends beyond a narrow, moneyed elite, mass audiences increasingly want experts who look and sound like idealised versions of themselves. So we get “Joe the Plumber” lecturing Barack Obama on socialism, and Irish pop stars lecturing heads of state on humanitarian relief in Africa. Even card-carrying members of the elite, such as former President George W. Bush, are keen to play down their Ivy League educations and play up their love of clearing brush on the ranch. Punditry reflects the diversity of every other sphere of public life, and few need fear being called “queer” on national television.
But although we hear from a far broader spectrum of voices, the end of the era of unabashedly elite public intellectuals coincides with a loss of a certain unironic seriousness in popular culture. The 1968 confrontation between Vidal and Buckley is famous today because of the way the two men sniped at each other, but before they descended into personal insults, the two men were engaged in a nuanced debate of constitutional principles. Buckley argued that Chicago's police could be forgiven for trying to silence protesters whose complaints might comfort America’s enemies in Vietnam; Vidal countered that political dissent, no matter how provocative, is protected under the First Amendment.
The angry confrontation between these two men is remembered today largely because such outbursts were so rare, so embarrassing. But now, when much political debate is designed to be entertainingly diverting, the name-calling would have been the whole point.  With Gore Vidal's death, the world of letters has lost a valuable voice. And we have all lost yet another member of a generation of public figures that was willing, without apology or ironic deflection, to take serious matters seriously.

venezuela en el Mercosur - La Nacion


 Una decisión con lógica más política que económica
Por Martín Kanenguiser | LA NACION. 1 Agosto 2012



La incorporación de Venezuela al Mercosur parece tener un significado más político que económico o comercial, porque no se traducirá en una mayor integración entre los socios del bloque regional.
Según los expertos en comercio internacional consultados por LA NACION, esta decisión complicará aún más el de por sí frondoso proceso de toma de decisiones entre los socios del área vigente desde 1995.
Las ventajas que podían tomar la Argentina y Brasil en materia de inserción en el mercado venezolano, al parecer, ya fueron aprovechadas y difícilmente avancen si sigue paralizada la convergencia de ese país con el arancel externo común (AEC) del bloque, agregaron.
"El dato más importante es que esta incorporación diluye al Mercosur como un proyecto de unión aduanera. Y no creo que se pueda avanzar mucho en materia de integración porque hay muchas palabras sobre complementación industrial, pero no pasa de los discursos", señaló el director de la maestría en relaciones internacionales de Flacso-San Andrés, Roberto Bouzas.
Según Bouzas, la decisión "confirma la falta de horizonte de ese proyecto de integración en la forma en que había sido concebido".
En esa sintonía, el ex presidente de la Fundación Export-Ar Marcelo Elizondo sostuvo que el acople de Venezuela "no tiene mucho significado desde el punto de vista comercial, porque en realidad la Argentina y Brasil ya lograron fuertes superávits con Venezuela y la firma del acuerdo no va a cambiar demasiado".
Elizondo, líder de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), también advirtió que, dada la desconfianza internacional que existe en torno del gobierno de Hugo Chávez, posiblemente tampoco haya demasiados progresos en materia de inversiones en Venezuela.
"Es positivo que haya un nuevo socio pleno, pero el costo ha sido muy alto: Uruguay está enojado y no hay que descartar que Paraguay pueda objetar que Venezuela ingresó cuando estaba suspendido como miembro del bloque", indicó.
La gravedad de estas discusiones no tiene precedente, según Elizondo. "La arquitectura institucional del Mercosur cruje porque hasta ahora hubo diferencias internas pero el bloque nunca se había dividido como ocurrió frente al ingreso de Venezuela", afirmó.
A mitad de camino, la consultora Abeceb resaltó las posibles ventajas y pérdidas de tener a Venezuela dentro del Mercosur:
·       El Mercosur podría tener una mayor dimensión económica y comercial. Los posibles beneficios también tienen una dimensión geopolítica, en el sentido de que amplifica un bloque económico comercial con una estrategia de inserción mundial definida y opuesta en esencia a la realizada por los países del eje del Pacífico.
·       Por el contrario, la mayor desventaja es que "se trata de un acuerdo eminentemente político, por lo que si se pierde la buena sintonía entre los gobiernos se puede diluir la integración y desprestigiar aún más al Mercosur; también hay que considerar que la incorporación puede hacer más difícil avanzar en negociaciones comerciales de relevancia, tales como las de Mercosur-Unión Europea".
Mauricio Claverí, de Abeceb, detalló que "la tasa de crecimiento de las exportaciones a Venezuela fue casi nula porque estuvo muy supeditada a todos los negocios dependientes del entendimiento político entre la Argentina y Venezuela; una vez que terminaba la vigencia de un acuerdo específico, las ventas se frenaban".
En cuanto al arancel externo, agregó, "ya tiene muchas excepciones por las diferencias entre los socios fundadores y eso obligará a ser más flexibles con Venezuela cuando se negocie la baja de sus aranceles.

quinta-feira, 2 de agosto de 2012

Fisicos milionarios; quando os sociologos serao contemplados?


Magnata cria prêmio e distribui US$ 27 milhões para nove pessoas
O Globo, 2/08/2012

Física, área que antes dava recompensas modestas, hoje tem mecenas milionários.
Os físicos raramente são ricos ou famosos, mas um novo prêmio que recompensa as pesquisas de ponta na área fez de nove deles milionários. Eles receberam o Prêmio de Física Fundamental, criado por Yuri Milner, um ex-estudante de física russo que abandonou a faculdade em 1989 e ganhou bilhões investindo em empresas da internet como Facebook e Groupon.

"Eu perdi o chão, fiquei pasmo", disse Alan H. Guth, professor de física do Instituto de Tecnologia de Massachusetts (MIT) e um dos vencedores, que teve a ideia da inflação cósmica, um período de rápida expansão nos primeiros instantes do Universo.

Quando foi informado do prêmio de US$ 3 milhões, Guth presumiu que o dinheiro seria dividido entre os ganhadores. Mas não: em vez disso, cada um dos nove agraciados recebeu US$ 3 milhões, o maior prêmio científico do mundo. O Nobel concede US$ 1,2 milhão e normalmente é dividido entre duas ou três pessoas. Já o Prêmio Templeton, que honra contribuições para a compreensão das dimensões espirituais, teve a maior remuneração dada a um indivíduo, US$ 1,7 milhão este ano. Os US$ 3 milhões já estão na conta bancária de Guth, que antes tinha um saldo de US$ 200. "De repente eu tinha US$ 3.000.200,00", contou.

Milner disse que queria reconhecer os avanços nos mais profundos mistérios da física e do Universo. "Esta saga intelectual para entender o Universo nos define como seres humanos".

Quatro dos físicos são do Instituto de Estudos Avançados de Princeton, nos EUA: Nima Arkani-Hamed, Juan Maldacena, Nathan Seiberg e Edward Witten. Eles investigam partículas e forças básicas do Universo com um instrumento matemático conhecido como Teoria das Cordas. Os outros ganhadores são Andrei Linde, físico da Universidade de Stanford que também trabalha com a inflação cósmica; Alexei Kitaev, professor de física do Instituto de Tecnologia da Califórnia, que estuda computadores quânticos; Maxim Kontsevich, matemático do Instituto de Estudos Avançados nos arredores de Paris, cujas descobertas na abstração matemática se mostraram muito úteis para a compreensão da Teoria das Cordas; e Ashoke Sen, teórico no campo da Teoria das Cordas do Instituto de Pesquisas Harish-Chandra, na Índia.

Milner selecionou o grupo inaugural de ganhadores, mas os futuros agraciados do Prêmio de Física Fundamental, que será concedido anualmente, deverão ser escolhidos pelos vencedores anteriores. O bilionário não quis detalhar como escolheu os feitos que decidiu honrar ou porque todos os ganhadores são homens. "Daqui para frente, ficará a cargo do comitê tomar essa decisão", disse Milner.

Pelas regras, o prêmio nos próximos anos pode ser dividido entre múltiplos vencedores, e um pesquisador poderá recebê-lo mais de uma vez. Milner também anunciou que haverá um prêmio de US$ 100 mil para o jovem pesquisador mais promissor. E diferentemente do Nobel de Física, o Prêmio de Física Fundamental poderá ser concedido a cientistas cujas ideias ainda não foram confirmadas, o que frequentemente demora décadas para acontecer. Algumas vezes, uma ideia radical "realmente merece reconhecimento logo porque expande nossa compreensão", defendeu Milner.

Desafio educacional brasileiro - Mozart Neves Ramos


O futuro está na educação
Mozart Neves Ramos
Correio Braziliense, 2/08/2012

Para um país que tem hoje o sexto Produto Interno Bruto (PIB) do mundo, é preocupante verificar que, no ranking da produtividade, segundo levantamento da instituição de pesquisa americana The Conference Board, o Brasil ocupa apenas a 75ª posição. Quando comparado com os países da América Latina, fica em 15º lugar, à frente apenas da Bolívia e do Equador. A situação não é diferente se levarmos em conta o ranking de outros indicadores, como de inovação e de competitividade. De acordo com alguns especialistas, apesar dessa importante colocação no ranking mundial do PIB, o crescimento econômico brasileiro está em xeque, por conta de fatores como a baixa produtividade, ausência de uma educação de qualidade e infraestrutura limitada.

Porém, entre todos os fatores que possam contribuir para a sustentabilidade econômica, um deles é crucial: a educação de boa qualidade. Há uma clara relação entre anos de estudo e o crescimento do PIB per capita, mesmo sem considerar explicitamente o fator da oferta com qualidade. Quanto maior o número de anos de estudo, maior o PIB per capita; é o impacto da educação na distribuição de renda. No Brasil, um ano a mais de estudo impacta, em média, 15% na renda de uma pessoa, mas, se ela tiver o ensino superior completo, esse impacto é de 47%.

Tomando como referência o último censo do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), o País fez um progresso importante em termos de anos de escolaridade da população, que atualmente é de 7,2 anos. Apesar disso, o percentual significa que a média da população brasileira não tem sequer o ensino fundamental completo. É muito pouco quando comparamos com a situação de países vizinhos, como Chile, Uruguai, México e Argentina. Isso é mais grave quando levamos em conta que esses 7,2 anos se realizam com uma baixa qualidade de ensino.

Nesse campo, o da qualidade, o Brasil tem melhorado nas séries iniciais do ensino fundamental, mas há 10 anos encontra-se estagnado nas séries finais do ensino fundamental e do ensino médio. O grave é que estagnamos num patamar muito baixo. Nas séries finais do fundamental, o percentual de alunos que completa essa etapa com aprendizado adequado em matemática não chega a 15%; no médio, o percentual é ainda menor, apenas 11%. Aí está o grande gargalo para o desenvolvimento sustentável.

Uma das consequências disso é a baixa produtividade do trabalhador. Os dados da The Conference Board também revelam que a produtividade média do trabalhador brasileiro é cerca de 20% da do trabalhador americano. Para mudar esse quadro, o país precisa não só ampliar os investimentos em educação, mas fazer com que os recursos cheguem, de fato, à escola, por exemplo, promovendo melhoria nos salários dos professores, nas condições de trabalho, na infraestrutura.

O currículo precisa dialogar mais com o cotidiano das crianças, adolescentes e jovens, dando sentido ao que se ensina e aprende. Estimular mais as habilidades de cada um dos nossos alunos, pois hoje tratamos como se todos fossem absolutamente iguais. A escola "empurra" conteúdos e não é capaz de promover um processo de ensino-aprendizagem mais motivador.

Os últimos números do Indicador de Alfabetismo Funcional (Inaf) também mostram que estamos perdendo a corrida. Entre outras coisas, os resultados evidenciam que o Brasil avançou nos níveis iniciais do alfabetismo, mas não conseguiu progressos visíveis no alcance do pleno domínio de habilidades que são hoje condição imprescindível para a inserção plena numa sociedade moderna. Somente 62% das pessoas com ensino superior completo e 35% das pessoas com o ensino médio completo são classificadas como alfabetizadas em nível pleno. São percentuais muito baixos para um país que tem o 6º PIB mundial. Mais: esses percentuais há 10 anos eram melhores - respectivamente 76% e 49%.

Por isso é muito oportuna a iniciativa do Ministério da Educação (MEC) de enfrentar para valer a questão da alfabetização de nossas crianças, por onde tudo começa. É preciso que o Brasil da economia das commodities se transforme em referência em educação de qualidade. O País precisa acordar para isso, ou não seremos uma economia sustentável.

Mozart Neves Ramos é professor da Universidade Federal de Pernambuco, é membro do Conselho de Governança do Todos Pela Educação e do Conselho Nacional de Educação.

A Venezuela de Chavez (II) - Carlos Fedele

LA VENEZUELA DE CHÁVEZ (II)
*Carlos Fedele
Letras Internacionales, Publicación del Departamento de Estudios Internacionales, Facultad de Administración y Ciencias Sociales, Universidad ORT, Uruguai, julio 2012



La era chavista
Cuando Hugo Chávez asume por primera vez como presidente de Venezuela, la situación en aquel país podía considerarse especialmente grave. La crisis socio económica en general era tal que para la gran mayoría de los venezolanos no parecía afectarles demasiado que el propio futuro de la democracia estuviera en juego. Si se medía el deterioro democrático en relación a variables económicas, el caso de Venezuela adquiría valores superiores a cualquier otro país, por lo que la explicación convendría buscarse en la peculiar conformación de un sistema político —a lo que hicimos mención en la entrega anterior— que culminó por percibirse como corrupto.
Es en este contexto que Chávez comienza a hacer rodar su proyecto con la propuesta de “refundar” la República reformando la Constitución, lo se consideraba central y prioritario. El mismo día que asume como presidente, Chávez decreta la convocatoria a un referéndum para que los venezolanos decidieran si aceptaban reformar la Constitución y dispara el proceso: en abril, el mencionado referéndum, en julio, la elección de la Asamblea Nacional Constituyente y en diciembre la aprobación de la nueva Constitución en otro referéndum, todo durante aquel 1999. En todas las oportunidades el triunfo chavista fue aplastante, aunque en algún caso con niveles de abstención nunca antes vistos (en la instancia de abril alcanzó el 62%).
Las reformas en sí y el propio proceso de elaboración de las mismas —realizadas con premura, desprolijidad y en el medio de un debate exacerbado— prefiguraron lo que podía esperarse del nuevo régimen. La nueva Constitución establecía algunas cuestiones que podían considerarse positivas, al menos en la letra: ampliación de los derechos humanos y ambientales, nuevas instancias de democracia directa, fortalecimiento financiero del Poder Judicial. Pero la clave de la misma radicaba en sus aspectos controversiales, especialmente las disposiciones que posibilitan atribuirle al presidente la potestad de gobernar por decreto en infinidad de asuntos, aumentando de cinco a seis los años de su período y permitiéndole la reelección. De esta forma cambiarle el nombre al país, incluso instaurar el unicameralismo, resultaban cuestiones nimias. Esta etapa, de algún modo inaugural, culmina con las elecciones de mayo de 2000 (la nueva Constitución determinaba que todos los cargos públicos electivos debían someterse nuevamente a elección) en la que se confirma a Chávez como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ampliándose las mayorías con las que gobernaría.
Con un lenguaje polémico y confrontativo, a tal grado que la menor discrepancia es tachada de disidencia, Chávez comienza a gobernar navegando entre una crisis que persistía dado que los valores del petróleo continuaban bajos. Mantiene la ortodoxia económica en la gestión y no parece haber demasiadas novedades al respecto —incluso en la actualidad— a pesar del radicalismo retórico (incluso el primer ministro de economía de Chávez fue la misma persona que ocupo ese lugar en el último tramo del gobierno de Caldera). Con el tiempo, el proceso de transformaciones reveló que en realidad no parecía existir un modelo teórico de desarrollo acabado sino que más bien siempre se estuvo dentro de un plan en gran medida resultado acumulativo de decisiones, mitad oportunamente coyunturales, mitad impregnadas de una cierta concepción. La explosiva mezcla de improvisación y arbitrariedad en las políticas públicas y el personalismo caudillista muy tangible —el miedo, fundado o no, cumple su rol en los proceso sociales—, sumado al desplazamiento de las antiguas élites de sus anteriores posiciones de poder (esto también es verdad), construyó un escenario altamente polarizado que dividió a la sociedad en dos campos antagónicos con escaso espacio para la prudencia y la cooperación.
Sobre el filo de la finalización de una de las oportunidades en la que se le concedió a Chávez la posibilidad de legislar por decreto (noviembre 2001), fueron aprobadas una inmensa cantidad de leyes que involucraban aspectos de regulación económica en diversas áreas. Una parte de la opinión pública, especialmente actores empresariales y sindicales, entendieron que se lesionaban derechos constitucionales básicos de libertad y propiedad, además de afectar el pluralismo político. Más allá de las cuestiones en concreto, la forma de aprobación sin que hubiera habido un intento de dialogo con el resto de la sociedad provocó un recalentamiento del clima político y social. Si las medidas hubieran sido consideradas por la Asamblea Nacional al fin y al cabo también tenían asegurada su aprobación, pero en ese caso el propio trámite hubiera asegurado sobre las medidas un cierto debate público que no hubo ni se intentó. Fue así que comenzó, seguramente, el período más conflictivo de la historia chavista con el desarrollo de infinidad de manifestaciones callejeras que se sucedían a diario y en las que se enfrentaban violentamente antichavistas con los partidarios de Chávez y los llamados “círculos bolivarianos”, verdaderos grupos de choque del chavismo, con el saldo decenas de víctimas fatales. El abril de 2002 el ambiente de ingobernabilidad se torno crítico y el 11 de aquel mes se produce un golpe de Estado llevado adelante por el Alto Mando Militar que le solicita la renuncia a Chávez e impone en el cargo de presidente al máximo líder de la gremial empresarial, Fedecámaras, Pedro Carmona. Con el apoyo de sectores militares, el sector privado, la Iglesia y los medios de comunicación privados, en su primer día Carmona disuelve la Asamblea Nacional, destituye a todas las autoridades regionales y locales, realiza muchas detenciones de funcionarios, designa en puestos claves a figuras relacionadas con el status quo del pasado, y deroga decenas de normativas aprobadas por Chávez, incluyendo las de contenido popular. Para un analista contemporáneo, y no precisamente pro Chávez, lo que sucedía era como si los Borbones hubieran regresado al trono. El 14 de abril, luego de negociaciones entre militares leales y críticos al gobierno chavista, Hugo Chávez retorna al Palacio presidencial de Miraflores, fortalecido pese a las complejidades evidentes. Por otro lado, la oposición al mismo, aunque heterogénea, mostraba su peor cara, la reaccionaria, defensora de privilegios perdidos, muy poco capaz de discernir la envergadura y profundidad de los procesos sociales que subyacían.
Las movilizaciones opositoras continuaron durante el 2002 y el 2003, incluyendo los episodios que se conocieron como el sabotaje petrolero (acciones adoptadas por los funcionarios de Pdvsa resistiendo las medidas de cambio en la empresa petrolera) y el bloqueo empresarial. Los opositores y los propios partidarios del régimen consideraban que se estaba ante el momento de más baja popularidad de Chávez. Sobre esa base, la oposición decidió recorrer los caminos constitucionales de un referéndum revocatorio que luego de dilatorias varias se llevó adelante en agosto de 2004 y que finalizó con la confirmación de Chávez con el respaldo del 60% de los votantes. Se entiende que el resultado favorable al gobierno se encuentra directamente vinculado con la puesta en práctica de las Misiones (por estos Lares recibirían el nombre de planes o programas) orientadas a la atención de los principales problemas sociales, educación, salud, alimentación y vivienda, que funcionaron en forma extrainstitucional y que fueron provistas de ingentes cantidades de recursos financieros procedentes de la renta petrolera que comenzaba a recuperarse. Los episodios sucedidos entre fines de 2001, con el primer paro cívico contrario al gobierno, y agosto de 2004 y los resultados del intento revocatorio, supusieron un antes y un después con los corolarios de la consolidación del chavismo así como una acentuación de su radicalismo.
La reelección de Chávez en diciembre de 2006 marco una nave fase del proceso chavista con la instauración de una serie de reformas cuyos alcances aún hoy no resultan del todo claros. En los planes de desarrollo para el período 2007-2013, por primera vez se menciona oficialmente al “Socialismo del siglo XXI” como norte ideológico, lo que se refleja en los cinco motores que habrían de impulsar a Venezuela hacia el socialismo: una nueva ley habilitante para legislar en materia social y económica, una reforma socialista de la Constitución, el impulso de una educación popular para afianzar los valores socialistas, una “nueva geometría del poder” que permita revisar la actual institucionalidad y la “explosión revolucionaria del poder comunal”, los Consejos Comunales. El desarrollo de la economía social —formas de organización socioproductivas no capitalistas— que según los planes deberían convertirse en la mayoría de las unidades económicas en el mediando plazo, junto a las empresas estatales que han crecido en número producto de las estatizaciones de innumerables empresas privadas (lo que incluye cadenas de restaurante y hoteles), son la otra faceta de este socialismo chavista cuyo objetivo se hace evidente cuando el propio Chávez les espeta a los empresarios que no hacen en ese país sino que de hecho sobraban. Y aunque la reforma constitucional socialista fue rechazada por escaso margen en el referéndum de diciembre de 2007, Chávez ha ido decretando en los años siguientes todo lo que en su momento no resultara aprobado según sus deseos, en una muestra más del desmontaje de la institucionalidad democrática más elemental.
Apoyado en la renta petrolera (durante los últimos doce años ingresaron por dicha renta 100% más de recursos de los que habían ingresado en los dieciocho años anteriores), Chávez sostiene su proyecto local, regional e internacional; y sobre esa base y la de una cierta idea socializante que, independientemente de otra valoraciones, es entendida por amplios sectores de la sociedad venezolana como de corte netamente popular (el petróleo antes se lo “chupaba” la oligarquía, hoy el petróleo es para el pueblo, afirma Chávez), el régimen barre sin duda con la mayor parte de las garantías democráticas convirtiéndoselo en un tema de debate a la hora de cómo calificarlo. Últimamente algunos autores han recurrido a la categoría de “autoritarismo competitivo” creada por dos cientistas políticos estadounidenses algunos años atrás. El “autoritarismo competitivo” debe diferenciarse del autoritarismo absoluto debido a que en éste no pueden existir arenas políticas significativas desde donde la oposición pueda desafiar al régimen. Pero el “autoritarismo competitivo” tampoco es democracia, porque por más que las instituciones democráticas formalmente aún existen, las reglas son violadas frecuentemente, los funcionarios usan y abusan de los recursos del Estado, la oposición y los medios de comunicación son perseguidos y se cometen un número impresionante de arbitrariedades. Más allá de los nombres que se quieran elegir para definirlo, nadie duda que la República Bolivariana de Venezuela desde 1999 hasta la actualidad vive bajo un régimen cuya naturaleza es fácilmente asimilable a estas características.
*Politólogo.
Universidad de la República (Uruguai)

PRÓXIMA ENTREGA LA VENEZUELA DE CHÁVEZ (III) : ¿Qué cambió para las elecciones de octubre?

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