La muerte lenta del chavismo
MARIO VARGAS LLOSA
El País, 5 Mayo 2013
Al mismo tiempo que el Gobierno de Nicolás Maduro convertía el Parlamento en un aquelarre de brutalidad, la represión se amplificaba y se detenía a funcionarios por votar a la oposición
Diosdado Cabello celebraba que María Corina Machado fuera arrastrada por los cabellos
Da tristeza un Gobierno, cuyo jefe de Estado silba, ruge o insulta porque no sabe hablar
Una fiera malherida es más peligrosa que una sana pues la rabia y la impotencia le permiten causar grandes destrozos antes de morir. Ese es el caso del chavismo, hoy, luego del tremendo revés que padeció en las elecciones del 14 de abril, en las que, pese a la desproporción de medios y al descarado favoritismo del Consejo Nacional Electoral —cuatro de cuyos cinco rectores son militantes gobiernistas convictos y confesos— el heredero de Chávez, Nicolás Maduro, perdió cerca de 800 mil votos y probablemente sólo pudo superar a duras penas a Henrique Capriles mediante un gigantesco fraude electoral. (La oposición ha documentado más de 3,500 irregularidades en perjuicio suyo durante la votación y el conteo de los votos).
Advertir que “el socialismo del siglo XXI”, como denominó el comandante Hugo Chávez al engendro ideológico que promocionó su régimen, ha comenzado a perder el apoyo popular y que la corrupción, el caos económico, la escasez, la altísima inflación y el aumento de la criminalidad, van vaciando cada día más sus filas y engrosando las de la oposición, y, sobre todo, la evidencia de la incapacidad de Nicolás Maduro para liderar un sistema sacudido por cesuras y rivalidades internas, explica los exabruptos y el nerviosismo que en los últimos días ha llevado a los herederos de Chávez a mostrar la verdadera cara del régimen: su intolerancia, su vocación antidemocrática y sus inclinaciones matonescas y delincuenciales.
Así se explica la emboscada de la que fueron víctimas el martes 30 de abril los diputados de la oposición —miembros de la Mesa de la Unidad Democrática—, en el curso de una sesión que presidía Diosdado Cabello, un ex militar que acompañó a Chávez en su frustrado levantamiento contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. El Presidente del Congreso comenzó por quitar el derecho de la palabra a los parlamentarios opositores si no reconocían el fraude electoral que entronizó a Maduro e hizo que les cerraran los micros. Cuando los opositores protestaron, levantando una bandera que denunciaba un “Golpe al Parlamento”, los diputados oficialistas y sus guardaespaldas se abalanzaron a golpearlos, con manoplas y patadas que dejaron a varios de ellos, como Julio Borges y María Corina Machado, con heridas y lesiones de bulto. Para evitar que quedara constancia del atropello, las cámaras de la televisión oficial apuntaron oportunamente al techo de la Asamblea. Pero los teléfonos móviles de muchos asistentes filmaron lo ocurrido y el mundo entero ha podido enterarse del salvajismo cometido, así como de las alegres carcajadas con que Diosdado Cabello celebraba que María Corina Machado fuera arrastrada por los cabellos y molida a patadas por los valientes revolucionarios chavistas.
Dos semanas antes, yo había oído a María Corina hablar sobre su país, en la Fundación Libertad, de Rosario, Argentina. Es uno de los discursos políticos más inteligentes y conmovedores que me ha tocado escuchar. Sin asomo de demagogia, con argumentos sólidos y una desenvoltura admirable, describió las condiciones heroicas en que la oposición venezolana se enfrentaba en esa campaña electoral al elefantiásico oficialismo —por cada 5 minutos de televisión de Henrique Capriles, Nicolás Maduro disponía de 17 horas—, la intimidación sistemática, los chantajes y violencias de que eran víctimas en todo el país los opositores reales o supuestos, y el estado calamitoso en que el desgobierno y la anarquía habían puesto a Venezuela luego de catorce años de estatizaciones, expropiaciones, populismo desenfrenado, colectivismo e ineptitud burocrática. Pero en su discurso había también esperanza, un amor contagioso a la libertad, la convicción de que, no importa cuán grandes fueran los sacrificios, la tierra de Bolívar terminaría por recuperar la democracia y la paz en un futuro muy cercano.
Todos quienes la escuchamos aquella mañana quedamos convencidos de que María Corina Machado desempeñaría un papel importante en el futuro de Venezuela, a menos de que la histeria que parece haberse apoderado del régimen chavista, ahora que se siente en pleno proceso de descomposición interna y ante una impopularidad creciente, le organice un accidente, la encarcele o la haga asesinar. Y es lo que puede ocurrirle también a cualquier opositor, empezando por Henrique Capriles, a quien la ministra de Asuntos Penitenciarios acaba de advertirle públicamente que ya tiene listo el calabozo donde pronto irá a parar.
No es mera retórica: el régimen ha comenzado a golpear a diestra y siniestra. Al mismo tiempo que el Gobierno de Maduro convertía el Parlamento en un aquelarre de brutalidad, la represión en la calle se amplificaba, con la detención del general retirado Antonio Rivero y un grupo de oficiales no identificados acusados de conspirar, con las persecuciones a dirigentes universitarios y con expulsiones de sus puestos de trabajo de varios cientos de funcionarios públicos por el delito de haber votado por la oposición en las últimas elecciones. Los ofuscados herederos de Chávez no comprenden que estas medidas abusivas los delatan y en vez de frenar la pérdida de apoyos en la opinión pública sólo aumentarán el repudio popular hacia el Gobierno.
Tal vez con lo que está ocurriendo en estos días en Venezuela tomen conciencia los Gobiernos de los países sudamericanos (Unasur) de la ligereza que cometieron apresurándose a legitimar las bochornosas elecciones venezolanas y yendo sus presidentes (con la excepción del de Chile) a dar con su presencia una apariencia de legalidad a la entronización de Nicolás Maduro a la Presidencia de la República. Ya habrán comprobado que el recuento de votos a que se comprometió el heredero de Chávez para obtener su apoyo, fue una mentira flagrante pues el Consejo Nacional Electoral proclamó su triunfo sin efectuar la menor revisión. Y es, sin duda, lo que hará también ahora con el pedido del candidato de la oposición de que se revise todo el proceso electoral impugnado, dado el sinnúmero de violaciones al reglamento que se cometieron durante la votación y el conteo de las actas.
En verdad, nada de esto importa mucho, pues todo ello contribuye a acelerar el desprestigio de un régimen que ha entrado en un proceso de debilitamiento sistemático, algo que sólo puede agravarse en el futuro inmediato, teniendo en cuenta el catastrófico estado de sus finanzas, el deterioro de su economía y el penoso espectáculo que ofrecen sus principales dirigentes cada día, empezando por Nicolás Maduro. Da tristeza el nivel intelectual de ese Gobierno, cuyo jefe de Estado silba, ruge o insulta porque no sabe hablar, cuando uno piensa que se trata del mismo país que dio a un Rómulo Gallegos, a un Arturo Uslar Pietri, a un Vicente Gerbasi y a un Juan Liscano, y, en el campo político, a un Carlos Rangel o un Rómulo Betancourt, un Presidente que propuso a sus colegas latinoamericanos comprometerse a romper las relaciones diplomáticas y comerciales en el acto con cualquier país que fuera víctima de un golpe de Estado (ninguno quiso secundarlo, naturalmente).
Lo que importa es que, después del 14 de abril, ya se ve una luz al final del túnel de la noche autoritaria que inauguró el chavismo. Importantes sectores populares que habían sido seducidos por la retórica torrencial del comandante y sus promesas mesiánicas, van aprendiendo, en la dura realidad cotidiana, lo engañados que estaban, la distancia creciente entre aquel sueño ideológico y la caída de los niveles de vida, la inflación que recorta la capacidad de consumo de los más pobres, el favoritismo político que es una nueva forma de injusticia, la corrupción y los privilegios de la nomenclatura, y la delincuencia común que ha hecho de Caracas la ciudad más insegura del mundo. Como nada de esto puede cambiar, sino para peor, dado el empecinamiento ideológico del Presidente Maduro, formado en las escuelas de cuadros de la Revolución Cubana y que acaba de hacer su visita ritual a La Habana a renovar su fidelidad a la dictadura más longeva del continente americano, asistimos a la declinación de este paréntesis autoritario de casi tres lustros en la historia de ese maltratado país. Sólo hay que esperar que su agonía no traiga más sufrimientos y desgracias de los muchos que han causado ya los desvaríos chavistas al pueblo venezolano.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2013.
Temas de relações internacionais, de política externa e de diplomacia brasileira, com ênfase em políticas econômicas, viagens, livros e cultura em geral. Um quilombo de resistência intelectual em defesa da racionalidade, da inteligência e das liberdades democráticas. Ver também minha página: www.pralmeida.net (em construção).
sábado, 4 de maio de 2013
Diretoria da OMC: e como vai a campanha brasileira?
A campanha parece ir bem, pois o candidato é competente.
Na verdade, o editorial não tem nada a ver com isso, mas impossível não estabelecer uma relação entre uma coisa e outra.
Pena, pois o candidato não mereceria ser sabotado pelo seu próprio governo...
Paulo Roberto de Almeida
Na verdade, o editorial não tem nada a ver com isso, mas impossível não estabelecer uma relação entre uma coisa e outra.
Pena, pois o candidato não mereceria ser sabotado pelo seu próprio governo...
Paulo Roberto de Almeida
Protecionismo questionado
Editorial O Estado de S.Paulo, 04 de maio de 2013
Com o pedido formal para que o governo brasileiro justificasse na Organização Mundial do Comércio (OMC) as medidas de incentivo à produção nacional adotadas nos últimos tempos - que consideram "preocupantes" e em desacordo com as regras do comércio internacional -, os Estados Unidos, a União Europeia e o Japão começaram a agir com mais dureza contra o avanço do protecionismo no mundo, mas, principalmente,no Brasil.
A atitude mais firme desse grupo de países contra as medidas tomadas pelo governo brasileiro pode estimular outros parceiros comerciais do País a agir do mesmo modo.
O pedido de explicações dos países que estão entre os maiores compradores de produtos brasileiros e os maiores fornecedores de bens para o País indica que pode estar se esgotando sua tolerância em relação às atitudes do governo Dilma na área do comércio exterior.
Já apontado em relatórios internacionais como o país que mais adotou medidas de proteção para sua produção doméstica desde o início da crise internacional, o Brasil começa a ser visto como um parceiro não confiável, pois não apenas prorroga as medidas protecionistas que dizia serem temporárias, como adota novas.
E, para o Brasil, além do desgate de sua imagem, essas atitudes, algumas anunciadas sem nenhuma sutileza, pouco têm produzido de prático, pois as importações continuam a crescer rapidamente, enquanto as exportações patinam.
O desgaste da credibilidade do Brasil com seus principais parceiros comerciais começou em 2011, quando o governo Dilma reduziu o Imposto sobre Produtos Industrializados (IPI) para as montadoras que garantissem mais de 65% de componentes nacionais nos veículos por elas produzidos.
Para as demais montadoras, o tributo foi elevado substancialmente, o que, para governos de diversos países, representava clara preferência para certas empresas, o que é vedado pelas regras de comércio.
Era uma medida com prazo de validade, mas esse prazo vem sendo estendido, embora com variações, o que continua a alimentar queixas.
Desta vez, as explicações exigidas pelo grupo de países industrializados que absorveram 33% das exportações brasileiras e forneceram 38,5% de tudo que o Brasil importou no ano passado não se limitaram a pontos específicos do que consideram protecionismo do governo Dilma.
Esses países queriam saber como o governo brasileiro justifica a "consistência" com as normas da OMC dos incentivos variados que vem concedendo. Pela extensão e diversidade desses incentivos, os países queixosos alertaram que eles podem fazer parte de uma estratégia ampla de política industrial, com elementos "aparentemente discriminatórios".
Eles apontaram indícios de discriminação nas áreas de produtos digitais, de equipamentos de telecomunicações e de semicondutores e questionaram a "consistência" com as normas da OMC das regras do leilão da Anatel para as redes de banda larga. Os países industrializados queriam explicação também sobre o regime especial de incentivo à indústria de fertilizantes.
Na defesa dessas medidas, os diplomatas brasileiros disseram que elas simplificam a tributação, incentivam o desenvolvimento tecnológico e a inovação e destinam-se a formar mão de obra qualificada, mas não são aplicadas de forma discriminatória nem estão em desacordo com as normas internacionais.
O Brasil não corre o risco de ser imediatamente punido por causa das medidas que os países industrializados questionam. Mas a amplitude de sua queixa mostra que eles estão dispostos a adotar atitudes mais duras se a prática brasileira for estendida para outras áreas. E farão isso não apenas para preservar a lisura do comércio internacional, mas sobretudo para assegurar seu acesso ao mercado brasileiro e de outros países emergentes.
O Brasil, de sua parte, terá que dar cada vez mais explicações por medidas que não melhoraram seu comércio internacional, como mostram os pífios resultados da balança comercial.
Republica Federativa da Mentira: as falcatruas companheiras
Alem de mentir no poder, eles também mentem fora do poder; pretendem construir sua versão mentirosa dos fatos, e fazê-la passar por verdadeira. Não com a minha omissão: sempre denunciarei as mentiras companheiras, as mentiras dos companheiros e as dos seus sabujos a soldo e de outros mercenários do teclado.
Paulo Roberto de Almeida
04/05/2013 | 12:54
Lula reconhece erros do PT e diz que partidos políticos parecem "negócio"
EX-PRESIDENTE DEU ENTREVISTA DE 20 PÁGINAS A LIVRO SOBRE ERA PETISTA NO PODER
“Às vezes eu tenho a impressão de que partido político é um negócio”, disse o ex-presidente Lula em entrevista de 20 páginas para o livro “Lula e Dilma, 10 anos de governos pós-neoliberais no Brasil”, da Editora Boitempo. Durante a conversa, Lula refere-se ao momento seguinte à denúncia do mensalão como o mais delicado do governo e voltou a reconhecer os erros cometidos pelo PT. “O PT cometeu os mesmos desvios que criticava. O PT precisa voltar a acreditar em valores banalizados por conta da disputa eleitoral. É provar que é possível fazer política com seriedade. Pode fazer o jogo político, mas não precisa estabelecer uma relação promíscua para fazer política”. Na avaliação do ex-presidente, o PT deveria “reagir” e empunhar a bandeira da reforma política para aprovar o financiamento público de campanha, caso contrário “a política vai virar mais pervertida do que já foi em qualquer outro momento”. A entrevista foi concedida no dia 14 de fevereiro ao sociólogo Emir Sader, organizador da publicação, e ao pesquisador argentino Pablo Gentili, no Instituto Lula, em São Paulo. O livro de 384 páginas e tiragem de três mil exemplares será lançado no dia 13 de maio.
================
04/05/2013 | 17:20
'Veja': Carvalho tentou abafar caso Rose
COORDENAÇÃO VINCULADA À SECRETARIA-GERAL ABRIU INVESTIGAÇÃO PARALELA AO DA CASA CIVIL
A Secretaria-Geral da Presidência da República questionou sindicância aberta pelo governo federal para apurar denúncias por corrupção passiva e tráfico de influências contra a ex-chefe de gabinete da Presidência em São Paulo Rosemary Noronha. Segundo reportagem publicada esta semana pela revista “Veja”, o ministro-chefe da Secretaria-Geral da Presidência da República, Gilberto Carvalho, teria autorizado a Coordenação-Geral de Correição (Coreg) a instaurar um processo de investigação paralelo ao da Casa Civil. Em documento, a Coreg argumentou que a competência de investigar a funcionária era da Secretaria-Geral, e não da Casa Civil, e apontou supostas incoerências na redação da portaria que autorizou a abertura da sindicância. Ele também cobrou o direito de Rosemary Noronha ao contraditório. As ressalvas não foram levadas em conta pelo Planalto, que deu prosseguimento à sindicância da Casa Civil. O coordenador-geral da Coreg, Torbi Rech, foi o mesmo que, em 2010, presidiu a sindicância que livrou a ex-ministra da Casa Civil Erenice Guerra de acusações de tráfico de influência.
Paulo Roberto de Almeida
04/05/2013 | 12:54
Lula reconhece erros do PT e diz que partidos políticos parecem "negócio"
EX-PRESIDENTE DEU ENTREVISTA DE 20 PÁGINAS A LIVRO SOBRE ERA PETISTA NO PODER
“Às vezes eu tenho a impressão de que partido político é um negócio”, disse o ex-presidente Lula em entrevista de 20 páginas para o livro “Lula e Dilma, 10 anos de governos pós-neoliberais no Brasil”, da Editora Boitempo. Durante a conversa, Lula refere-se ao momento seguinte à denúncia do mensalão como o mais delicado do governo e voltou a reconhecer os erros cometidos pelo PT. “O PT cometeu os mesmos desvios que criticava. O PT precisa voltar a acreditar em valores banalizados por conta da disputa eleitoral. É provar que é possível fazer política com seriedade. Pode fazer o jogo político, mas não precisa estabelecer uma relação promíscua para fazer política”. Na avaliação do ex-presidente, o PT deveria “reagir” e empunhar a bandeira da reforma política para aprovar o financiamento público de campanha, caso contrário “a política vai virar mais pervertida do que já foi em qualquer outro momento”. A entrevista foi concedida no dia 14 de fevereiro ao sociólogo Emir Sader, organizador da publicação, e ao pesquisador argentino Pablo Gentili, no Instituto Lula, em São Paulo. O livro de 384 páginas e tiragem de três mil exemplares será lançado no dia 13 de maio.
================
04/05/2013 | 17:20
'Veja': Carvalho tentou abafar caso Rose
COORDENAÇÃO VINCULADA À SECRETARIA-GERAL ABRIU INVESTIGAÇÃO PARALELA AO DA CASA CIVIL
A Secretaria-Geral da Presidência da República questionou sindicância aberta pelo governo federal para apurar denúncias por corrupção passiva e tráfico de influências contra a ex-chefe de gabinete da Presidência em São Paulo Rosemary Noronha. Segundo reportagem publicada esta semana pela revista “Veja”, o ministro-chefe da Secretaria-Geral da Presidência da República, Gilberto Carvalho, teria autorizado a Coordenação-Geral de Correição (Coreg) a instaurar um processo de investigação paralelo ao da Casa Civil. Em documento, a Coreg argumentou que a competência de investigar a funcionária era da Secretaria-Geral, e não da Casa Civil, e apontou supostas incoerências na redação da portaria que autorizou a abertura da sindicância. Ele também cobrou o direito de Rosemary Noronha ao contraditório. As ressalvas não foram levadas em conta pelo Planalto, que deu prosseguimento à sindicância da Casa Civil. O coordenador-geral da Coreg, Torbi Rech, foi o mesmo que, em 2010, presidiu a sindicância que livrou a ex-ministra da Casa Civil Erenice Guerra de acusações de tráfico de influência.
America Latina: a marcha das tendencias totalitarias
Infelizmente, a Amėrica Latina tem recuado, e bastante, nos últimos tempos, em alguns paises menos, ou relativamente, em outros muito, ou absolutamente. E nāo apenas economicamente, com reestatizações e nacionalização de ativos detidos por investidores estrangeiros, mas também, e sobretudo, no plano político, com domesticaçāo dos parlamentos e a submissāo e o controle dos judiciários, sem esquecer os ataques e restrições à imprensa independente.
Um fascismo corporativo, por vezes um fascismo tout court, se abateu sobre o continente, com a conivência de uma esquerda totalitária, ou simplesmente estúpida, e sob a conduçāo dos neopopulistas e demagogos que chegaram ao poder.
Vamos pagar um alto preço por isso.
Paulo Roberto de Almeida
===============
Última TV crítica aos chavistas muda de mãos
O Estado de S. Paulo, 3/05/2013
A venda do canal Globovisión, uma das últimas vozes críticas ao chavismo na TV venezuelana, deveria ser concretizada ainda ontem. O anúncio foi feito pela própria emissora, que deve passar para as mãos do investidor Juan Domingo Gordero, tido como próximo dos herdeiros políticos de Hugo Chávez.
No fim da tarde de ontem, o vice-presidente do canal de TV, Carlos Zuloaga, afirmou que a venda, anunciada dois meses atrás, seria concluída "dentro de horas". Com a mudança, a oposição venezuelana deve perder ainda mais espaço na mídia, controlada por empresas estatais ou aliadas ao chavismo. O novo diretor-geral da Globovisión, será Vladimir Villegas - conhecido jornalista de moderada tendência opositora e irmão do ministro da Informação chavista, Ernesto Villegas. Seu gerente editorial será Leopoldo Castillo, atual apresentador do combativo programa antichavista Alóy Ciudadano.
Impugnação. Se confirmada, a venda ocorre no mesmo dia em que a oposição venezuelana solicitou formalmente ao Tribunal Supremo de Justiça (TSJ) a impugnação do resultado da eleição presidencial do dia 14, que consagrou o chavista Nicolás Maduro. A iniciativa, liderada pelo candidato derrotado e governador do Estado de Miranda, Henrique Capriles, ocorre após semanas de duros embates - e até mesmo pancadaria na Assembleia Nacional - entre opositores e herdeiros de Chávez. Capriles apresentou a demanda à cúpula do Judiciário depois de recusar a validade de uma auditoria que o Conselho Nacional Eleitoral (CNE) fez sobre a votação do mês passado. A oposição venezuelana exigia que a apuração incluísse os chamados “cadernos de votação” - os registros físicos dos resultados, não apenas os dados das umas eletrônicas -, algo que o tribunal eleitoral recusou.
A expectativa é que o TSJ, favorável ao bloco chavista, rejeite a demanda de Capriles. O líder da oposição na Venezuela, porém, poderá recorrer a cortes internacionais em busca de uma ‘Vitória moral” sobre o chavismo.
Apontado pelo próprio Chávez como seu herdeiro político, Maduro derrotou Capriles por margem estreita, de menos de 1,5 ponto, apesar da comoção que tomou a Venezuela após a morte do presidente, de câncer. Os opositores não reconhecem o resultado das urnas, denunciando violações na campanha e na votação.
“Os incidentes que ocorreram não apenas no dia da eleição, mas também nos dias anteriores, mostram que os resultados anunciados pelo CNE não são os verdadeiros”, disse o político opositor Ramón José Medina. / afp
===============
AMÉRICA LATINA E CARIBE
Folha de S. Paulo - Presidente Dilma: suba o preço/ Artigo/ Moisés Naím
É preciso haver mais consequências negativas e riscos para quem atenta contra a liberdade
O preço pago pelos governos da América Latina que violam regras básicas da democracia vem caindo. Agora chegou ao nível mais baixo em muito tempo; está barato demais, e é urgente aumentá-lo.
É preciso mais consequências negativas e riscos para quem atenta contra a liberdade. Dilma Rousseff pode contribuir para que os líderes latino-americanos que se comportam de maneira não democrática paguem um preço maior por fazê-lo.
Não se trata de o Brasil se transformar em policial da democracia na região ou intervir arbitrariamente nos assuntos internos de outros países. Trata-se de que, de vez em quando... diga alguma coisa. Trata-se de sua política internacional refletir os valores de uma das democracias maiores e mais dinâmicas do planeta. De um país respeitado e influente expressar sua opinião.
Um país cujos líderes atuais possuem a autoridade de quem sofreu na própria carne as consequências de governos em que a repressão e o castigo aos que se opõem a eles são práticas normais, promovidas desde os mais altos escalões do Estado.
Os democratas do mundo, mas especialmente os da América Latina, observaram com espanto e tristeza o silêncio ensurdecedor que Lula manteve, durante seus oito anos como presidente, diante das claras violações dos direitos humanos cometidas em Cuba ou as violações mais sutis da democracia perpetradas por Hugo Chávez na Venezuela, Rafael Correa no Equador ou Daniel Ortega na Nicarágua.
Nem uma única palavra. Nunca uma observação crítica. Lula tem direito a suas afinidades ideológicas, a seus afetos pessoais e, no caso da Venezuela, de aproveitar sua amizade estreita com Chávez para promover os interesses comerciais das grandes empresas privadas brasileiras. Mas o que não é aceitável para um democrata é não ter, em oito anos, encontrado nada que merecesse um comentário sobre condutas que deveriam ser repugnantes para quem sabe, por experiência própria, o que significa enfrentar um governo que corrói os direitos políticos de seus opositores.
Seu silêncio não se deve a um respeito profundo pela não intervenção na política de outros países. Numa visita a Cuba, Lula criticou muito publicamente a greve de fome de um dissidente encarcerado (que depois morreu). E, como ex-presidente, Lula não abriu mão do hábito: seu vídeo publicitário em favor de Nicolás Maduro foi amplamente utilizado na recente campanha.
A esperança é que Dilma Rousseff seja diferente. Mas até agora ela não tem sido. O Brasil reconheceu imediatamente Nicolás Maduro como presidente, mesmo sabendo que havia razões para pôr seu triunfo em dúvida. Dúvida essa que em pouco tempo levou o Brasil a figurar entre os países que, dias depois, pressionaram a Venezuela a fazer uma auditoria dos votos.
O governo de Maduro, que aceitou recontar os votos, o está fazendo de maneira suspeitamente inadequada. Um governo com segurança de ter ganho não deve ter medo de contar os votos aberta e rigorosamente. E um governo democrático não deve impedir que os deputados da oposição falem na Assembleia Nacional.
Por favor, presidente Dilma, nos diga: o que a senhora pensa de tudo isso?
-------------------------
Ataque ao Judiciário é quase a norma nos vizinhos do Brasil
Editorial Valor Econômico, 3/05/2013
A democracia nos países do Mercosul vem sofrendo duros golpes, desferidos pela Argentina, pelos governos bolivarianos da Venezuela e da Bolívia e, para não ficar apenas em regimes chamados de esquerda, pela senil direita paraguaia. Um dos alvos prediletos dos ataques é a Justiça, que como poder independente já não existe na Venezuela, deixará de existir na Argentina e está manietada na Bolívia. As práticas políticas vão de mal a pior no Mercosul, com exceção do Uruguai e do Brasil.
Diante do que estão fazendo os governos vizinhos, a escaramuça entre Legislativo e Executivo brasileiros, às vezes batizada com o termo forte de crise institucional, mais se assemelha, figurada ou realmente, à batalha de Itararé, aquela que não existiu. Há exemplos de casuísmo que lembram as manobras antidemocráticas bolivarianas, como a tentativa de impedir agora a criação de novos partidos, cortando-lhes no nascedouro fontes de recursos. Não é certo que a iniciativa prospere, assim como já foi sepultada a investida petista para limitar as decisões do Supremo Tribunal Federal.
Comparado aos vizinhos, o Brasil é, com todos os seus defeitos, uma democracia consolidada. Não se pode dizer o mesmo da Argentina. Há dez anos os Kirchner, primeiro Néstor e depois sua mulher, Cristina, tentam reduzir a pó a oposição e os meios de comunicação, que não se confundem necessariamente com as legendas antagônicas ao governo. Por trás de todas as práticas, várias delas típicas de gangsters, há o projeto político de Kirchner de se perpetuar no poder.
Em outubro, haverá eleições legislativas na Argentina. Elas se tornaram cruciais para Cristina Kirchner, cujo desejo de mudar a Constituição para se reeleger mais uma vez - ou indefinidamente, como conseguiu o ex-presidente Hugo Chávez - é explícito. A presidente, cuja popularidade vem em queda livre, enfrenta o desgaste com o desfalque legal na inflação, os congelamentos impostos por um de seus raivosos secretários, a proibição de obter dólares no país ou de gastá-los fora. Para reagir ao descontentamento, tenta impedir os veículos de comunicação independentes e críticos ao oficialismo. Em guerra contra o maior grupo de mídia, o Clarín, Cristina teve de engolir liminares na Justiça que a impediram de dividir na marra a companhia. Em votação polêmica no Congresso, conseguiu agora, por um par de votos, instituir eleição para os integrantes do Conselho da Magistratura, obrigando os juízes a portar em uma das mãos a Constituição e em outra o programa do partido. Mais que isso, limitou por lei o tempo de vigência de liminares contra atos do Estado, algo que só formalmente não pode se chamar de um ato ditatorial.
Quem foi mais longe no processo de transformar instituições democráticas em seu avesso foi a Venezuela. O governo tenta culpar Henrique Capriles, o líder oposicionista que quase derrotou Nicolás Maduro, pelas mortes nos protestos após a divulgação dos resultados, enquanto fecha a torneira de repasse dos recursos federais a Miranda, governada por ele. Os chavistas instituíram a democracia do pugilato, em que a maioria governista se sentiu no direito de literalmente espancar a minoria oposicionista, em uma sessão com vários feridos. Diosdado Cabello, presidente da Assembleia, destituiu a oposição de todas as comissões, ameaçou cortar-lhes a remuneração e impede suas manifestações parlamentares.
Bem-sucedido na economia em relação a Cristina e Chávez, o presidente boliviano, Evo Morales, acionou a corte constitucional do país e ganhou um polêmico direito à reeleição. Vitorioso em 2006, Evo fez a mesma coisa que Chávez ou Correa, no Equador - promoveu mudança na Constituição para permitir a reeleição. Mas jurou em público que só se candidataria mais uma vez. Era mentira. Ele vai disputar, com grandes chances de vencer, as eleições de 2014.
As espertezas para impedir novos partidos no Brasil têm filosofia parecida com a das rastejantes bases governistas dos países mencionados. Há diferenças de qualidade, porém. Quando tinha tudo para se perenizar no poder, Luiz Inácio Lula da Silva jogou absolutamente dentro das regras e se retirou no tempo devido. A presidente Dilma Rousseff, com popularidade recorde e favorita em 2014, não precisa de golpes de quinta categoria de aficionados no Congresso para aumentar suas chances de continuar no Planalto, e mantém real distância das baixarias no Congresso.
Um fascismo corporativo, por vezes um fascismo tout court, se abateu sobre o continente, com a conivência de uma esquerda totalitária, ou simplesmente estúpida, e sob a conduçāo dos neopopulistas e demagogos que chegaram ao poder.
Vamos pagar um alto preço por isso.
Paulo Roberto de Almeida
Falsa democracia
Editorial O Estado de S.Paulo, 04 de maio de 2013
Governos autoritários nunca traem sua natureza. O verniz democrático e de respeito ao Estado de Direito, quando existe, dura apenas o tempo necessário para a completa instalação de um regime de permanente exceção. As leis são criadas, alteradas e interpretadas de acordo não com as demandas legítimas dos cidadãos, mas segundo as conveniências dos autocratas, cujo único objetivo é manter-se no poder e impedir que ele seja contestado. É precisamente o caso da Bolívia de Evo Morales, cujo Judiciário recentemente decidiu que o presidente pode concorrer a uma nova reeleição, mesmo que a Constituição diga expressamente que não.
Eleito pela primeira vez em 2005, Morales foi reeleito em 2009, já sob uma nova Constituição - que prevê o direito a apenas uma reeleição. Na avaliação do Tribunal Constitucional, porém, o que aconteceu antes da promulgação da Constituição simplesmente não vale, porque o país foi "refundado". Logo, de acordo com essa narrativa mitológica, corroborada pela mais alta instância constitucional da Bolívia, Morales elegeu-se apenas uma vez e, portanto, está apto a tentar um novo mandato.
Não que Morales estivesse muito preocupado com o desfecho do caso, porque o Tribunal Constitucional é formado por magistrados que lhe são submissos, graças ao pitoresco sistema pelo qual foram escolhidos. A atual Constituição estabeleceu que todos os magistrados das principais instâncias judiciais do país têm de ser eleitos pelo voto direto dos cidadãos. A aparência democrática esconde o fato óbvio de que juiz não é político e não pode, por definição, estar à mercê das forças que viabilizaram sua eleição. Ademais, a escolha de um magistrado deve respeitar méritos técnicos, algo que o eleitor médio não tem condições de avaliar. Por fim, mas não menos importante, os candidatos são selecionados pelo Congresso - que é dominado pela tropa de choque de Morales. Logo, o sistema foi criado para, em nome da democracia, facilitar o controle do Judiciário por Morales.
Na eleição judicial de 2011, a primeira da história, os votos nulos e em branco somaram 60%, mostrando o ceticismo do eleitor boliviano sobre o modelo. Apesar do fiasco, os candidatos eleitos foram confirmados, e foram esses os juízes que aceitaram o papel de avalistas da violação escancarada da Constituição que eles juraram respeitar.
A própria Constituição, aliás, foi elaborada e aprovada sob uma atmosfera que nada lembra a de uma verdadeira democracia. A "refundação" da Bolívia se deu com uma Assembleia Constituinte que se trancou num quartel do Exército e que só contou com parlamentares governistas. Diante de protestos da oposição, que Morales tratou logo de qualificar como "conspiração golpista", os constituintes aprovaram um texto que muitos deles nem sequer haviam lido. Não havia necessidade, pois o texto constitucional, ao que parece, depende muito menos de sua letra e espírito e muito mais das conveniências do governo para ser seguido e respeitado.
Se eleito em 2014, Morales governará até 2020, totalizando 15 anos de governo. E não seria exagero imaginar que, até lá, ele encontrará meios de extrair da Constituição as justificativas necessárias para esticar mais um pouco sua temporada no poder, bem ao estilo de seu mentor, o falecido Hugo Chávez. Pois a "democracia" bolivariana é movida a casuísmos, intimidação e estado de permanente mobilização contra o "inimigo da pátria", geralmente os Estados Unidos e seus "lacaios", algo que serve para justificar toda sorte de arbitrariedades contra a oposição e as instituições.
Seguindo esse roteiro, Morales acaba de expulsar da Bolívia a Usaid, agência americana de ajuda internacional, acusando-a de conspirar contra seu governo por exercer "interferência política em sindicatos de camponeses e outras organizações sociais" que são focos de insatisfação. Na narrativa de Morales, se há oposição na Bolívia, ela só pode ser resultado de um complô americano, e não de legítimo descontentamento popular.
===============
Última TV crítica aos chavistas muda de mãos
O Estado de S. Paulo, 3/05/2013
A venda do canal Globovisión, uma das últimas vozes críticas ao chavismo na TV venezuelana, deveria ser concretizada ainda ontem. O anúncio foi feito pela própria emissora, que deve passar para as mãos do investidor Juan Domingo Gordero, tido como próximo dos herdeiros políticos de Hugo Chávez.
No fim da tarde de ontem, o vice-presidente do canal de TV, Carlos Zuloaga, afirmou que a venda, anunciada dois meses atrás, seria concluída "dentro de horas". Com a mudança, a oposição venezuelana deve perder ainda mais espaço na mídia, controlada por empresas estatais ou aliadas ao chavismo. O novo diretor-geral da Globovisión, será Vladimir Villegas - conhecido jornalista de moderada tendência opositora e irmão do ministro da Informação chavista, Ernesto Villegas. Seu gerente editorial será Leopoldo Castillo, atual apresentador do combativo programa antichavista Alóy Ciudadano.
Impugnação. Se confirmada, a venda ocorre no mesmo dia em que a oposição venezuelana solicitou formalmente ao Tribunal Supremo de Justiça (TSJ) a impugnação do resultado da eleição presidencial do dia 14, que consagrou o chavista Nicolás Maduro. A iniciativa, liderada pelo candidato derrotado e governador do Estado de Miranda, Henrique Capriles, ocorre após semanas de duros embates - e até mesmo pancadaria na Assembleia Nacional - entre opositores e herdeiros de Chávez. Capriles apresentou a demanda à cúpula do Judiciário depois de recusar a validade de uma auditoria que o Conselho Nacional Eleitoral (CNE) fez sobre a votação do mês passado. A oposição venezuelana exigia que a apuração incluísse os chamados “cadernos de votação” - os registros físicos dos resultados, não apenas os dados das umas eletrônicas -, algo que o tribunal eleitoral recusou.
A expectativa é que o TSJ, favorável ao bloco chavista, rejeite a demanda de Capriles. O líder da oposição na Venezuela, porém, poderá recorrer a cortes internacionais em busca de uma ‘Vitória moral” sobre o chavismo.
Apontado pelo próprio Chávez como seu herdeiro político, Maduro derrotou Capriles por margem estreita, de menos de 1,5 ponto, apesar da comoção que tomou a Venezuela após a morte do presidente, de câncer. Os opositores não reconhecem o resultado das urnas, denunciando violações na campanha e na votação.
“Os incidentes que ocorreram não apenas no dia da eleição, mas também nos dias anteriores, mostram que os resultados anunciados pelo CNE não são os verdadeiros”, disse o político opositor Ramón José Medina. / afp
===============
AMÉRICA LATINA E CARIBE
Folha de S. Paulo - Presidente Dilma: suba o preço/ Artigo/ Moisés Naím
É preciso haver mais consequências negativas e riscos para quem atenta contra a liberdade
O preço pago pelos governos da América Latina que violam regras básicas da democracia vem caindo. Agora chegou ao nível mais baixo em muito tempo; está barato demais, e é urgente aumentá-lo.
É preciso mais consequências negativas e riscos para quem atenta contra a liberdade. Dilma Rousseff pode contribuir para que os líderes latino-americanos que se comportam de maneira não democrática paguem um preço maior por fazê-lo.
Não se trata de o Brasil se transformar em policial da democracia na região ou intervir arbitrariamente nos assuntos internos de outros países. Trata-se de que, de vez em quando... diga alguma coisa. Trata-se de sua política internacional refletir os valores de uma das democracias maiores e mais dinâmicas do planeta. De um país respeitado e influente expressar sua opinião.
Um país cujos líderes atuais possuem a autoridade de quem sofreu na própria carne as consequências de governos em que a repressão e o castigo aos que se opõem a eles são práticas normais, promovidas desde os mais altos escalões do Estado.
Os democratas do mundo, mas especialmente os da América Latina, observaram com espanto e tristeza o silêncio ensurdecedor que Lula manteve, durante seus oito anos como presidente, diante das claras violações dos direitos humanos cometidas em Cuba ou as violações mais sutis da democracia perpetradas por Hugo Chávez na Venezuela, Rafael Correa no Equador ou Daniel Ortega na Nicarágua.
Nem uma única palavra. Nunca uma observação crítica. Lula tem direito a suas afinidades ideológicas, a seus afetos pessoais e, no caso da Venezuela, de aproveitar sua amizade estreita com Chávez para promover os interesses comerciais das grandes empresas privadas brasileiras. Mas o que não é aceitável para um democrata é não ter, em oito anos, encontrado nada que merecesse um comentário sobre condutas que deveriam ser repugnantes para quem sabe, por experiência própria, o que significa enfrentar um governo que corrói os direitos políticos de seus opositores.
Seu silêncio não se deve a um respeito profundo pela não intervenção na política de outros países. Numa visita a Cuba, Lula criticou muito publicamente a greve de fome de um dissidente encarcerado (que depois morreu). E, como ex-presidente, Lula não abriu mão do hábito: seu vídeo publicitário em favor de Nicolás Maduro foi amplamente utilizado na recente campanha.
A esperança é que Dilma Rousseff seja diferente. Mas até agora ela não tem sido. O Brasil reconheceu imediatamente Nicolás Maduro como presidente, mesmo sabendo que havia razões para pôr seu triunfo em dúvida. Dúvida essa que em pouco tempo levou o Brasil a figurar entre os países que, dias depois, pressionaram a Venezuela a fazer uma auditoria dos votos.
O governo de Maduro, que aceitou recontar os votos, o está fazendo de maneira suspeitamente inadequada. Um governo com segurança de ter ganho não deve ter medo de contar os votos aberta e rigorosamente. E um governo democrático não deve impedir que os deputados da oposição falem na Assembleia Nacional.
Por favor, presidente Dilma, nos diga: o que a senhora pensa de tudo isso?
-------------------------
Ataque ao Judiciário é quase a norma nos vizinhos do Brasil
Editorial Valor Econômico, 3/05/2013
A democracia nos países do Mercosul vem sofrendo duros golpes, desferidos pela Argentina, pelos governos bolivarianos da Venezuela e da Bolívia e, para não ficar apenas em regimes chamados de esquerda, pela senil direita paraguaia. Um dos alvos prediletos dos ataques é a Justiça, que como poder independente já não existe na Venezuela, deixará de existir na Argentina e está manietada na Bolívia. As práticas políticas vão de mal a pior no Mercosul, com exceção do Uruguai e do Brasil.
Diante do que estão fazendo os governos vizinhos, a escaramuça entre Legislativo e Executivo brasileiros, às vezes batizada com o termo forte de crise institucional, mais se assemelha, figurada ou realmente, à batalha de Itararé, aquela que não existiu. Há exemplos de casuísmo que lembram as manobras antidemocráticas bolivarianas, como a tentativa de impedir agora a criação de novos partidos, cortando-lhes no nascedouro fontes de recursos. Não é certo que a iniciativa prospere, assim como já foi sepultada a investida petista para limitar as decisões do Supremo Tribunal Federal.
Comparado aos vizinhos, o Brasil é, com todos os seus defeitos, uma democracia consolidada. Não se pode dizer o mesmo da Argentina. Há dez anos os Kirchner, primeiro Néstor e depois sua mulher, Cristina, tentam reduzir a pó a oposição e os meios de comunicação, que não se confundem necessariamente com as legendas antagônicas ao governo. Por trás de todas as práticas, várias delas típicas de gangsters, há o projeto político de Kirchner de se perpetuar no poder.
Em outubro, haverá eleições legislativas na Argentina. Elas se tornaram cruciais para Cristina Kirchner, cujo desejo de mudar a Constituição para se reeleger mais uma vez - ou indefinidamente, como conseguiu o ex-presidente Hugo Chávez - é explícito. A presidente, cuja popularidade vem em queda livre, enfrenta o desgaste com o desfalque legal na inflação, os congelamentos impostos por um de seus raivosos secretários, a proibição de obter dólares no país ou de gastá-los fora. Para reagir ao descontentamento, tenta impedir os veículos de comunicação independentes e críticos ao oficialismo. Em guerra contra o maior grupo de mídia, o Clarín, Cristina teve de engolir liminares na Justiça que a impediram de dividir na marra a companhia. Em votação polêmica no Congresso, conseguiu agora, por um par de votos, instituir eleição para os integrantes do Conselho da Magistratura, obrigando os juízes a portar em uma das mãos a Constituição e em outra o programa do partido. Mais que isso, limitou por lei o tempo de vigência de liminares contra atos do Estado, algo que só formalmente não pode se chamar de um ato ditatorial.
Quem foi mais longe no processo de transformar instituições democráticas em seu avesso foi a Venezuela. O governo tenta culpar Henrique Capriles, o líder oposicionista que quase derrotou Nicolás Maduro, pelas mortes nos protestos após a divulgação dos resultados, enquanto fecha a torneira de repasse dos recursos federais a Miranda, governada por ele. Os chavistas instituíram a democracia do pugilato, em que a maioria governista se sentiu no direito de literalmente espancar a minoria oposicionista, em uma sessão com vários feridos. Diosdado Cabello, presidente da Assembleia, destituiu a oposição de todas as comissões, ameaçou cortar-lhes a remuneração e impede suas manifestações parlamentares.
Bem-sucedido na economia em relação a Cristina e Chávez, o presidente boliviano, Evo Morales, acionou a corte constitucional do país e ganhou um polêmico direito à reeleição. Vitorioso em 2006, Evo fez a mesma coisa que Chávez ou Correa, no Equador - promoveu mudança na Constituição para permitir a reeleição. Mas jurou em público que só se candidataria mais uma vez. Era mentira. Ele vai disputar, com grandes chances de vencer, as eleições de 2014.
As espertezas para impedir novos partidos no Brasil têm filosofia parecida com a das rastejantes bases governistas dos países mencionados. Há diferenças de qualidade, porém. Quando tinha tudo para se perenizar no poder, Luiz Inácio Lula da Silva jogou absolutamente dentro das regras e se retirou no tempo devido. A presidente Dilma Rousseff, com popularidade recorde e favorita em 2014, não precisa de golpes de quinta categoria de aficionados no Congresso para aumentar suas chances de continuar no Planalto, e mantém real distância das baixarias no Congresso.
Realidades russas, horrores sovieticos: cinco livros (WSJ)
FIVE BEST
David Satter on life in the Soviet police state
The Wall Street Journal, May 3, 2013
Kolyma Tales
By Varlam Shalamov (1980)
1 The Kolyma region, the coldest area in the Northern Hemisphere, was the cruelest outpost of the Soviet Gulag. Varlam Shalamov, a young journalist, was arrested in 1937 and spent 17 years there. His short stories are the definitive chronicle of those camps. Each is devoted to a single incident told in the voice of an emotionally detached observer. On the edge of death, all human traits are lost, and everything is focused on physical survival, but this is treated by Shalamov as completely normal. In "An American Connection," a group of starving prisoners attack a barrel of grease intended for a bulldozer. They finish off half the barrel before guards arrive. In another story, two prisoners escape from a camp at night and go to a burial site, searching for a fresh corpse from which to steal the underwear. Shalamov's dispassionate narrative and his often lyrical descriptions of Siberian nature give his stories the mesmerizing quality of a message from another world. As Shalamov said: "If you don't believe it, take it as a fairy tale."
Landmarks
By Nikolai Berdyaev, et. al (1909)
2 The year was 1909. Terrorists were murdering not only czarist ministers but provincial officials and police. It was in this atmosphere that "Landmarks" was published in Moscow. The contributors, all of them Russian Orthodox believers, called on the intelligentsia to reject materialist moral relativism and return to religion as a means of grounding the individual. Their essays, with stunning foresight, described all of the characteristics of the coming Soviet state. The religious philosopher Nikolai Berdyaev explained the roots of its contempt for the individual. He said that the revolutionary intelligentsia hungered for a universal theory but was only prepared to accept one that justified their social aspirations. This meant the denial of man's absolute significance and the total subordination of spiritual values to social goals. Bogdan Kistyakovsky wrote that the intelligentsia's predilection for formalism and bureaucracy and its faith in the omnipotence of rules were the makings of a police state. A hundred years later these essays are still among the best arguments ever made against revolutionary fanaticism, political "correctness" and the drive to create "heaven on earth."
The Russian Tradition
By Tibor Szamuely (1974)
3 Tibor Szamuely, the nephew of a leading Hungarian communist, died in 1972 at the age of 47. In this work, completed just before his death, Szamuely explains Russia's historical development. He traces the beginning of the unlimited powers wielded by Russian rulers to Ivan IV. In 1570, Ivan sacked Novgorod, Russia's leading trading city, after inexplicably becoming doubtful of its loyalty. For sustained sadism and savagery what happened there resembles the rape of Nanking by the Japanese 400 years later, with the exception that it was carried out by the country's own ruler. Under Ivan, the only rights were those of the state. Peasants were progressively bound to the land. The Russian church accepted the fusion of political and religious authority in the person of the czar. After the fall of Byzantium, the tsars, as the heads of the only surviving Orthodox state, treated Moscow as the "Third Rome" and began to claim world-wide moral and political leadership. This claim, in turn, was supported by the Russian people, who saw in it justification for their enslaved condition. Communism was supposed to be totally new, but as Szamuely so eloquently demonstrated, it merely modernized the brutal Russian state tradition.
Execution by Hunger: The Hidden Holocaust
By Miron Dolot (1985)
4 Almost no eyewitness accounts have been left behind about the deliberate starvation of seven million people, roughly half of them Ukrainians, in the famine that followed the collectivization of Soviet agriculture. The outstanding exception is this work by the émigré Miron Dolot, a teenager during the famine, who describes in riveting prose the fate of his village in the Cherkasy region of Ukraine. To carry out collectivization, the Soviet leadership arrested village leaders and warned farmers that if they did not obey, they would be eliminated as "enemies of the people." Despite the chaos introduced into agricultural life, the quotas for grain deliveries to the state were not decreased. The farmers tried to hide food, but officials went from house to house. Roadblocks were set up, and farmers were imprisoned in their villages. They slowly died there, some convinced that their deaths were a well-deserved punishment from God for supporting the communist revolution. In March 1933, the famine reached its climax. Doors were bolted against cannibals. The frozen bodies of villagers were everywhere. Meanwhile, the Soviet Union exported 1.5 million tons of grain, enough to feed all those who perished.
The Seven Days of Creation
By Vladimir Maximov (1971)
5 In this novel about seven decades and three generations of one family, Maximov sets out to show what the Soviet experience meant for ordinary people, whose speech he had a rare gift for capturing. In one scene, Pyotr Lashkov, the patriarch of the clan and a dedicated communist in his youth, tries in vain to reach out to his long-lost alcoholic brother. "We could have managed," that brother says, "only you wouldn't let us. You nannied us to death, you and your bogeymen. . . . And when the time comes to die a man realizes he's been going arse backward all his life driven by the lot of you." Vadim Lashkov, Pyotr's grandson, the first Lashkov to revolt, is put in a mental hospital, where a fellow prisoner advises him: "If ever you think of trying to escape, the search will be thorough, very thorough. And they'll find you. They have to. Not because you're dangerous in yourself. Not at all! Simply because by now you've found out a little more than ordinary mortals are supposed to know." The tales of misguided ideas and broken fates are divided into six sections. The first six are "days of creation." Fittingly, the seventh day, "the day of resurrection and hope," is blank.
David Satter
Mr. Satter is the author of, most recently, 'It Was a Long Time Ago, and It Never Happened Anyway: Russia and the Communist Past.'
A version of this article appeared May 4, 2013, on page C10 in the U.S. edition of The Wall Street Journal, with the headline: David Satter.
David Satter on life in the Soviet police state
The Wall Street Journal, May 3, 2013
Kolyma Tales
By Varlam Shalamov (1980)
1 The Kolyma region, the coldest area in the Northern Hemisphere, was the cruelest outpost of the Soviet Gulag. Varlam Shalamov, a young journalist, was arrested in 1937 and spent 17 years there. His short stories are the definitive chronicle of those camps. Each is devoted to a single incident told in the voice of an emotionally detached observer. On the edge of death, all human traits are lost, and everything is focused on physical survival, but this is treated by Shalamov as completely normal. In "An American Connection," a group of starving prisoners attack a barrel of grease intended for a bulldozer. They finish off half the barrel before guards arrive. In another story, two prisoners escape from a camp at night and go to a burial site, searching for a fresh corpse from which to steal the underwear. Shalamov's dispassionate narrative and his often lyrical descriptions of Siberian nature give his stories the mesmerizing quality of a message from another world. As Shalamov said: "If you don't believe it, take it as a fairy tale."
Landmarks
By Nikolai Berdyaev, et. al (1909)
2 The year was 1909. Terrorists were murdering not only czarist ministers but provincial officials and police. It was in this atmosphere that "Landmarks" was published in Moscow. The contributors, all of them Russian Orthodox believers, called on the intelligentsia to reject materialist moral relativism and return to religion as a means of grounding the individual. Their essays, with stunning foresight, described all of the characteristics of the coming Soviet state. The religious philosopher Nikolai Berdyaev explained the roots of its contempt for the individual. He said that the revolutionary intelligentsia hungered for a universal theory but was only prepared to accept one that justified their social aspirations. This meant the denial of man's absolute significance and the total subordination of spiritual values to social goals. Bogdan Kistyakovsky wrote that the intelligentsia's predilection for formalism and bureaucracy and its faith in the omnipotence of rules were the makings of a police state. A hundred years later these essays are still among the best arguments ever made against revolutionary fanaticism, political "correctness" and the drive to create "heaven on earth."
The Russian Tradition
By Tibor Szamuely (1974)
3 Tibor Szamuely, the nephew of a leading Hungarian communist, died in 1972 at the age of 47. In this work, completed just before his death, Szamuely explains Russia's historical development. He traces the beginning of the unlimited powers wielded by Russian rulers to Ivan IV. In 1570, Ivan sacked Novgorod, Russia's leading trading city, after inexplicably becoming doubtful of its loyalty. For sustained sadism and savagery what happened there resembles the rape of Nanking by the Japanese 400 years later, with the exception that it was carried out by the country's own ruler. Under Ivan, the only rights were those of the state. Peasants were progressively bound to the land. The Russian church accepted the fusion of political and religious authority in the person of the czar. After the fall of Byzantium, the tsars, as the heads of the only surviving Orthodox state, treated Moscow as the "Third Rome" and began to claim world-wide moral and political leadership. This claim, in turn, was supported by the Russian people, who saw in it justification for their enslaved condition. Communism was supposed to be totally new, but as Szamuely so eloquently demonstrated, it merely modernized the brutal Russian state tradition.
Execution by Hunger: The Hidden Holocaust
By Miron Dolot (1985)
4 Almost no eyewitness accounts have been left behind about the deliberate starvation of seven million people, roughly half of them Ukrainians, in the famine that followed the collectivization of Soviet agriculture. The outstanding exception is this work by the émigré Miron Dolot, a teenager during the famine, who describes in riveting prose the fate of his village in the Cherkasy region of Ukraine. To carry out collectivization, the Soviet leadership arrested village leaders and warned farmers that if they did not obey, they would be eliminated as "enemies of the people." Despite the chaos introduced into agricultural life, the quotas for grain deliveries to the state were not decreased. The farmers tried to hide food, but officials went from house to house. Roadblocks were set up, and farmers were imprisoned in their villages. They slowly died there, some convinced that their deaths were a well-deserved punishment from God for supporting the communist revolution. In March 1933, the famine reached its climax. Doors were bolted against cannibals. The frozen bodies of villagers were everywhere. Meanwhile, the Soviet Union exported 1.5 million tons of grain, enough to feed all those who perished.
The Seven Days of Creation
By Vladimir Maximov (1971)
5 In this novel about seven decades and three generations of one family, Maximov sets out to show what the Soviet experience meant for ordinary people, whose speech he had a rare gift for capturing. In one scene, Pyotr Lashkov, the patriarch of the clan and a dedicated communist in his youth, tries in vain to reach out to his long-lost alcoholic brother. "We could have managed," that brother says, "only you wouldn't let us. You nannied us to death, you and your bogeymen. . . . And when the time comes to die a man realizes he's been going arse backward all his life driven by the lot of you." Vadim Lashkov, Pyotr's grandson, the first Lashkov to revolt, is put in a mental hospital, where a fellow prisoner advises him: "If ever you think of trying to escape, the search will be thorough, very thorough. And they'll find you. They have to. Not because you're dangerous in yourself. Not at all! Simply because by now you've found out a little more than ordinary mortals are supposed to know." The tales of misguided ideas and broken fates are divided into six sections. The first six are "days of creation." Fittingly, the seventh day, "the day of resurrection and hope," is blank.
David Satter
Mr. Satter is the author of, most recently, 'It Was a Long Time Ago, and It Never Happened Anyway: Russia and the Communist Past.'
A version of this article appeared May 4, 2013, on page C10 in the U.S. edition of The Wall Street Journal, with the headline: David Satter.
sexta-feira, 3 de maio de 2013
Marxista amador pretende dar licoes de capitalismo a empresamultinacional brasileira
A arrogância de certos conselheiros dos companheiros estende-se a todo o universo de sua ignorância enciclopédica. Eles acham que entendem mais de negócios que os próprios capitalistas. E ainda defendem nāo os interesses do Brasil, mas os de uma economia esquizofrênica como a da Argentina.
A empresa precisa resistir: ela nāo é governo e sua única obrigação é com seus lucros e os dividendos de seus acionistas.
Paulo Roberto de Almeida
Assessor de Dilma critica saída da Vale da Argentina
Janaína Figueiredo, Correspondente
O Globo, 3/05/2013
BUENOS AIRES O assessor para Assuntos Internacionais da Presidência, Marco Aurélio Garcia, questionou publicamente ontem o último comunicado da Vale, no qual a empresa confirmou a decisão de suspender o projeto de exploração de potássio Rio Colorado, na província argentina de Mendoza. Em visita a Buenos Aires, Garcia considerou "um absurdo" e "uma desatenção enorme" a divulgação da nota da mineradora, já que "existia uma proposta muito aceitável colocada sobre a mesa".
O assessor referiu-se ao conflito entre a Vale e o governo argentino, deixando claro que o governo brasileiro não tem participação nas negociações.
- Fizemos um esforço muito grande para se chegar a um acordo. Mas se trata de uma empresa privada e o governo brasileiro não vai participar - comentou Garcia.
Durante a última visita da presidente Dilma Rousseff à capital argentina, na quinta-feira passada, autoridades do governo argentino e da província de Mendoza explicaram ao governo brasileiro a proposta apresentada à Vale. O documento é confidencial e nem mesmo a embaixada brasileira em Buenos Aires conhece detalhes da oferta, considerada "aceitável" por Garcia. Para o Brasil, a empresa ainda não deu uma resposta definitiva, embora já tenha deixado clara sua decisão de abandonar o país, anunciando um acordo para demitir os cerca de 6 mil funcionários diretos e indiretos.
- A Vale tem uma proposta para ser discutida no momento devido - enfatizou Garcia.
Ele lembrou que o governo é favorável a um entendimento.
- Esperamos um acordo, porque haveria uma estabilidade de oferta e a produção seria escoada para o Brasil.
Assessor da presidente critica Murilo, da Vale
Marina Guimarães - Correspondente / Bueno Aires
O Estado de S. Paulo, 3/05/2013
O governo brasileiro afirmou ontem que a suspensão das operações da Vale na Argentina não é definitiva. Em entrevista à imprensa, em Buenos Aires, após participação em um seminário acadêmico, o assessor especial do Palácio do Planalto, Marco Aurélio Garcia, fez duras críticas à posição do presidente da Vale, Murilo Ferreira, durante as negociações com o governo argentino.
Garcia classificou como "muito ruim" a declaração do executivo, dando por encerradas as negociações, feita.no mesmo dia da visita da presidente Dilma Rousseff à presidente da Argentina, Cristina Kirchner.
"Achei muito ruim, um absurdo porque as duas presidentes estavam reunidas e ainda não tinham fechado as negociações. Foi uma desatenção enorme", afirmou Garcia.
Apesar das críticas, Garcia ressaltou a condição de empresa privada da Vale e disse que o assunto não envolve a relação entre governos. Porém, afirmou que ambos os governos usaram instrumentos de negociação para alcançar um acordo entre a mineradora e a Argentina.
Proposta. Segundo ele, o governo argentino apresentou uma proposta à Vale para manter o projeto de potássio Rio Colorado, que "Vai ser discutida no momento devido". O assessor revelou que a proposta à Vale foi informada ao governo brasileiro, mas deixou claro que será uma conversa direta entre a Vale e a Argentina.
"Esperamos que cheguem a um acordo por uma razão muito simples: é um projeto estratégico para o Brasil e pela proposta apresentada haveria mais estabilidade na produção, que será exportada para o Brasil", afirmou Garcia.
O Brasil importa do Canadá e Ucrânia praticamente todo o potássio que consome. "Por isso, a Vale fez um projeto tão ambicioso na Argentina", disse ele, referindo-se aos investimentos previstos de US$ 5,9 bilhões para o projeto Rio Colorado, envolvendo a construção da mina, ferrovia, porto para escoar a produção e unidade de exploração e produção de gás de xisto para abastecer a mina.
Na semana passada, a Vale informou sobre um acordo trabalhista fechado com o sindicato dos operários da construção (Uocra), pelo qual a empresa comprometeu-se apagar 2,5 salários até setembro, em troca de poder demitir 2.900 empregados. Por conta deste acordo, o Ministério do Trabalho suspendeu a medida de conciliação obrigatória, ditada em meados de março.
O acordo trabalhista não resolve todos os problemas decorrentes da suspensão do projeto na Argentina, já que ainda existem outros sindicatos e fornecedores envolvidos.
Nesse cenário, sem dar detalhes, Garcia considerou que a proposta apresentada "é muito boa e pode contornar os problemas". A Vale foi procurada pela reportagem e até o fechamento desta edição não havia comentado o assunto.
"Esperamos que cheguem a um acordo por uma razão muito simples: é um projeto estratégico para o Brasil e pela proposta apresentada haveria mais estabilidade na produção, que será exportada para o Brasil."
Marco Aurélio Garcia - Assessor especial do Palácio do Planalto
Foi mal / Coluna / Direto da fonte / Sonia Racy
O Estado de S. Paulo, 3/05/2013
A crítica que Marco Aurélio Garcia, assessor especial de Dilma, disparou ontem, em Buenos Aires, à posição de Murilo Ferreira, presidente da Vale, não caiu bem no mercado de ações.
De nada adiantou Garcia ter ressaltado o fato de que a decisão da Vale não envolve uma relação entre governos: as ações caíram 2,73%.
A empresa precisa resistir: ela nāo é governo e sua única obrigação é com seus lucros e os dividendos de seus acionistas.
Paulo Roberto de Almeida
Assessor de Dilma critica saída da Vale da Argentina
Janaína Figueiredo, Correspondente
O Globo, 3/05/2013
BUENOS AIRES O assessor para Assuntos Internacionais da Presidência, Marco Aurélio Garcia, questionou publicamente ontem o último comunicado da Vale, no qual a empresa confirmou a decisão de suspender o projeto de exploração de potássio Rio Colorado, na província argentina de Mendoza. Em visita a Buenos Aires, Garcia considerou "um absurdo" e "uma desatenção enorme" a divulgação da nota da mineradora, já que "existia uma proposta muito aceitável colocada sobre a mesa".
O assessor referiu-se ao conflito entre a Vale e o governo argentino, deixando claro que o governo brasileiro não tem participação nas negociações.
- Fizemos um esforço muito grande para se chegar a um acordo. Mas se trata de uma empresa privada e o governo brasileiro não vai participar - comentou Garcia.
Durante a última visita da presidente Dilma Rousseff à capital argentina, na quinta-feira passada, autoridades do governo argentino e da província de Mendoza explicaram ao governo brasileiro a proposta apresentada à Vale. O documento é confidencial e nem mesmo a embaixada brasileira em Buenos Aires conhece detalhes da oferta, considerada "aceitável" por Garcia. Para o Brasil, a empresa ainda não deu uma resposta definitiva, embora já tenha deixado clara sua decisão de abandonar o país, anunciando um acordo para demitir os cerca de 6 mil funcionários diretos e indiretos.
- A Vale tem uma proposta para ser discutida no momento devido - enfatizou Garcia.
Ele lembrou que o governo é favorável a um entendimento.
- Esperamos um acordo, porque haveria uma estabilidade de oferta e a produção seria escoada para o Brasil.
Assessor da presidente critica Murilo, da Vale
Marina Guimarães - Correspondente / Bueno Aires
O Estado de S. Paulo, 3/05/2013
O governo brasileiro afirmou ontem que a suspensão das operações da Vale na Argentina não é definitiva. Em entrevista à imprensa, em Buenos Aires, após participação em um seminário acadêmico, o assessor especial do Palácio do Planalto, Marco Aurélio Garcia, fez duras críticas à posição do presidente da Vale, Murilo Ferreira, durante as negociações com o governo argentino.
Garcia classificou como "muito ruim" a declaração do executivo, dando por encerradas as negociações, feita.no mesmo dia da visita da presidente Dilma Rousseff à presidente da Argentina, Cristina Kirchner.
"Achei muito ruim, um absurdo porque as duas presidentes estavam reunidas e ainda não tinham fechado as negociações. Foi uma desatenção enorme", afirmou Garcia.
Apesar das críticas, Garcia ressaltou a condição de empresa privada da Vale e disse que o assunto não envolve a relação entre governos. Porém, afirmou que ambos os governos usaram instrumentos de negociação para alcançar um acordo entre a mineradora e a Argentina.
Proposta. Segundo ele, o governo argentino apresentou uma proposta à Vale para manter o projeto de potássio Rio Colorado, que "Vai ser discutida no momento devido". O assessor revelou que a proposta à Vale foi informada ao governo brasileiro, mas deixou claro que será uma conversa direta entre a Vale e a Argentina.
"Esperamos que cheguem a um acordo por uma razão muito simples: é um projeto estratégico para o Brasil e pela proposta apresentada haveria mais estabilidade na produção, que será exportada para o Brasil", afirmou Garcia.
O Brasil importa do Canadá e Ucrânia praticamente todo o potássio que consome. "Por isso, a Vale fez um projeto tão ambicioso na Argentina", disse ele, referindo-se aos investimentos previstos de US$ 5,9 bilhões para o projeto Rio Colorado, envolvendo a construção da mina, ferrovia, porto para escoar a produção e unidade de exploração e produção de gás de xisto para abastecer a mina.
Na semana passada, a Vale informou sobre um acordo trabalhista fechado com o sindicato dos operários da construção (Uocra), pelo qual a empresa comprometeu-se apagar 2,5 salários até setembro, em troca de poder demitir 2.900 empregados. Por conta deste acordo, o Ministério do Trabalho suspendeu a medida de conciliação obrigatória, ditada em meados de março.
O acordo trabalhista não resolve todos os problemas decorrentes da suspensão do projeto na Argentina, já que ainda existem outros sindicatos e fornecedores envolvidos.
Nesse cenário, sem dar detalhes, Garcia considerou que a proposta apresentada "é muito boa e pode contornar os problemas". A Vale foi procurada pela reportagem e até o fechamento desta edição não havia comentado o assunto.
"Esperamos que cheguem a um acordo por uma razão muito simples: é um projeto estratégico para o Brasil e pela proposta apresentada haveria mais estabilidade na produção, que será exportada para o Brasil."
Marco Aurélio Garcia - Assessor especial do Palácio do Planalto
Foi mal / Coluna / Direto da fonte / Sonia Racy
O Estado de S. Paulo, 3/05/2013
A crítica que Marco Aurélio Garcia, assessor especial de Dilma, disparou ontem, em Buenos Aires, à posição de Murilo Ferreira, presidente da Vale, não caiu bem no mercado de ações.
De nada adiantou Garcia ter ressaltado o fato de que a decisão da Vale não envolve uma relação entre governos: as ações caíram 2,73%.
China dream; dream a little dream of Xi - The Economist
China's future
Xi Jinping and the Chinese dream
The Economist, May 4th 2013
The vision of China’s new president should serve his people, not a nationalist state
IN 1793 a British envoy, Lord Macartney, arrived at the court of the Chinese emperor, hoping to open an embassy. He brought with him a selection of gifts from his newly industrialising nation. The Qianlong emperor, whose country then accounted for about a third of global GDP, swatted him away: “Your sincere humility and obedience can clearly be seen,” he wrote to King George III, but we do not have “the slightest need for your country’s manufactures”. The British returned in the 1830s with gunboats to force trade open, and China’s attempts at reform ended in collapse, humiliation and, eventually, Maoism.
China has made an extraordinary journey along the road back to greatness. Hundreds of millions have lifted themselves out of poverty, hundreds of millions more have joined the new middle class. It is on the verge of reclaiming what it sees as its rightful position in the world. China’s global influence is expanding and within a decade its economy is expected to overtake America’s. In his first weeks in power, the new head of the ruling Communist Party, Xi Jinping, has evoked that rise with a new slogan which he is using, as belief in Marxism dies, to unite an increasingly diverse nation. He calls his new doctrine the “Chinese dream” evoking its American equivalent. Such slogans matter enormously in China (see article). News bulletins are full of his dream. Schools organise speaking competitions about it. A talent show on television is looking for “The Voice of the Chinese Dream”.
Countries, like people, should dream. But what exactly is Mr Xi’s vision? It seems to include some American-style aspiration, which is welcome, but also a troubling whiff of nationalism and of repackaged authoritarianism.
The end of ideology
Since the humiliations of the 19th century, China’s goals have been wealth and strength. Mao Zedong tried to attain them through Marxism. For Deng Xiaoping and his successors, ideology was more flexible (though party control was absolute). Jiang Zemin’s theory of the “Three Represents” said the party must embody the changed society, allowing private businessmen to join the party. Hu Jintao pushed the “scientific-development outlook” and “harmonious development” to deal with the disharmony created by the yawning wealth gap.
Now, though, comes a new leader with a new style and a popular photogenic wife. Mr Xi talks of reform; he has launched a campaign against official extravagance. Even short of detail, his dream is different from anything that has come before. Compared with his predecessors’ stodgy ideologies, it unashamedly appeals to the emotions. Under Mao, the party assaulted anything old and erased the imperial past, now Mr Xi’s emphasis on national greatness has made party leaders heirs to the dynasts of the 18th century, when Qing emperors demanded that Western envoys kowtow (Macartney refused).
But there is also plainly practical politics at work. With growth slowing, Mr Xi’s patriotic doctrine looks as if it is designed chiefly to serve as a new source of legitimacy for the Communist Party. It is no coincidence that Mr Xi’s first mention of his dream of “the great revival of the Chinese nation” came in November in a speech at the national museum in Tiananmen Square, where an exhibition called “Road to Revival” lays out China’s suffering at the hands of colonial powers and its rescue by the Communist Party.
Dream a little dream of Xi
Nobody doubts that Mr Xi’s priority will be to keep the economy growing—the country’s leaders talk about it taking decades for their poor nation to catch up with the much richer Americans—and that means opening up China even more. But his dream has two clear dangers.
One is of nationalism. A long-standing sense of historical victimhood means that the rhetoric of a resurgent nation could all too easily turn nasty. As skirmishes and provocations increase in the neighbouring seas (see Banyan), patriotic microbloggers need no encouragement to demand that the Japanese are taught a humiliating lesson. Mr Xi is already playing to the armed forces. In December, on an inspection tour of the navy in southern China, he spoke of a “strong-army dream”. The armed forces are delighted by such talk. Even if Mr Xi’s main aim in pandering to hawks is just to keep them on side, the fear is that it presages a more belligerent stance in East Asia. Nobody should mind a confident China at ease with itself, but a country transformed from a colonial victim to a bully itching to settle scores with Japan would bring great harm to the region—including to China itself.
The other risk is that the Chinese dream ends up handing more power to the party than to the people. In November Mr Xi echoed the American dream, declaring that “To meet [our people’s] desire for a happy life is our mission.” Ordinary Chinese citizens are no less ambitious than Americans to own a home (see article), send a child to university or just have fun (see article). But Mr Xi’s main focus seems to be on strengthening the party’s absolute claim on power. The “spirit of a strong army”, he told the navy, lay in resolutely obeying the party’s orders. Even if the Chinese dream avoids Communist rhetoric, Mr Xi has made it clear that he believes the Soviet Union collapsed because the Communist Party there strayed from ideological orthodoxy and rigid discipline. “The Chinese dream”, he has said, “is an ideal. Communists should have a higher ideal, and that is Communism.”
A fundamental test of Mr Xi’s vision will be his attitude to the rule of law. The good side of the dream needs it: the economy, the happiness of his people and China’s real strength depend on arbitrary power being curtailed. But corruption and official excess will be curbed only when the constitution becomes more powerful than the party. This message was spelled out in an editorial in a reformist newspaper on January 1st, entitled “The Dream of Constitutionalism”. The editorial called for China to use the rule of law to become a “free and strong country”. But the censors changed the article at the last minute and struck out its title. If that is the true expression of Mr Xi’s dream, then China still has a long journey ahead
Xi Jinping and the Chinese dream
The Economist, May 4th 2013
The vision of China’s new president should serve his people, not a nationalist state
IN 1793 a British envoy, Lord Macartney, arrived at the court of the Chinese emperor, hoping to open an embassy. He brought with him a selection of gifts from his newly industrialising nation. The Qianlong emperor, whose country then accounted for about a third of global GDP, swatted him away: “Your sincere humility and obedience can clearly be seen,” he wrote to King George III, but we do not have “the slightest need for your country’s manufactures”. The British returned in the 1830s with gunboats to force trade open, and China’s attempts at reform ended in collapse, humiliation and, eventually, Maoism.
China has made an extraordinary journey along the road back to greatness. Hundreds of millions have lifted themselves out of poverty, hundreds of millions more have joined the new middle class. It is on the verge of reclaiming what it sees as its rightful position in the world. China’s global influence is expanding and within a decade its economy is expected to overtake America’s. In his first weeks in power, the new head of the ruling Communist Party, Xi Jinping, has evoked that rise with a new slogan which he is using, as belief in Marxism dies, to unite an increasingly diverse nation. He calls his new doctrine the “Chinese dream” evoking its American equivalent. Such slogans matter enormously in China (see article). News bulletins are full of his dream. Schools organise speaking competitions about it. A talent show on television is looking for “The Voice of the Chinese Dream”.
Countries, like people, should dream. But what exactly is Mr Xi’s vision? It seems to include some American-style aspiration, which is welcome, but also a troubling whiff of nationalism and of repackaged authoritarianism.
The end of ideology
Since the humiliations of the 19th century, China’s goals have been wealth and strength. Mao Zedong tried to attain them through Marxism. For Deng Xiaoping and his successors, ideology was more flexible (though party control was absolute). Jiang Zemin’s theory of the “Three Represents” said the party must embody the changed society, allowing private businessmen to join the party. Hu Jintao pushed the “scientific-development outlook” and “harmonious development” to deal with the disharmony created by the yawning wealth gap.
Now, though, comes a new leader with a new style and a popular photogenic wife. Mr Xi talks of reform; he has launched a campaign against official extravagance. Even short of detail, his dream is different from anything that has come before. Compared with his predecessors’ stodgy ideologies, it unashamedly appeals to the emotions. Under Mao, the party assaulted anything old and erased the imperial past, now Mr Xi’s emphasis on national greatness has made party leaders heirs to the dynasts of the 18th century, when Qing emperors demanded that Western envoys kowtow (Macartney refused).
But there is also plainly practical politics at work. With growth slowing, Mr Xi’s patriotic doctrine looks as if it is designed chiefly to serve as a new source of legitimacy for the Communist Party. It is no coincidence that Mr Xi’s first mention of his dream of “the great revival of the Chinese nation” came in November in a speech at the national museum in Tiananmen Square, where an exhibition called “Road to Revival” lays out China’s suffering at the hands of colonial powers and its rescue by the Communist Party.
Dream a little dream of Xi
Nobody doubts that Mr Xi’s priority will be to keep the economy growing—the country’s leaders talk about it taking decades for their poor nation to catch up with the much richer Americans—and that means opening up China even more. But his dream has two clear dangers.
One is of nationalism. A long-standing sense of historical victimhood means that the rhetoric of a resurgent nation could all too easily turn nasty. As skirmishes and provocations increase in the neighbouring seas (see Banyan), patriotic microbloggers need no encouragement to demand that the Japanese are taught a humiliating lesson. Mr Xi is already playing to the armed forces. In December, on an inspection tour of the navy in southern China, he spoke of a “strong-army dream”. The armed forces are delighted by such talk. Even if Mr Xi’s main aim in pandering to hawks is just to keep them on side, the fear is that it presages a more belligerent stance in East Asia. Nobody should mind a confident China at ease with itself, but a country transformed from a colonial victim to a bully itching to settle scores with Japan would bring great harm to the region—including to China itself.
The other risk is that the Chinese dream ends up handing more power to the party than to the people. In November Mr Xi echoed the American dream, declaring that “To meet [our people’s] desire for a happy life is our mission.” Ordinary Chinese citizens are no less ambitious than Americans to own a home (see article), send a child to university or just have fun (see article). But Mr Xi’s main focus seems to be on strengthening the party’s absolute claim on power. The “spirit of a strong army”, he told the navy, lay in resolutely obeying the party’s orders. Even if the Chinese dream avoids Communist rhetoric, Mr Xi has made it clear that he believes the Soviet Union collapsed because the Communist Party there strayed from ideological orthodoxy and rigid discipline. “The Chinese dream”, he has said, “is an ideal. Communists should have a higher ideal, and that is Communism.”
A fundamental test of Mr Xi’s vision will be his attitude to the rule of law. The good side of the dream needs it: the economy, the happiness of his people and China’s real strength depend on arbitrary power being curtailed. But corruption and official excess will be curbed only when the constitution becomes more powerful than the party. This message was spelled out in an editorial in a reformist newspaper on January 1st, entitled “The Dream of Constitutionalism”. The editorial called for China to use the rule of law to become a “free and strong country”. But the censors changed the article at the last minute and struck out its title. If that is the true expression of Mr Xi’s dream, then China still has a long journey ahead
Assinar:
Comentários (Atom)
Postagem em destaque
Livro Marxismo e Socialismo finalmente disponível - Paulo Roberto de Almeida
Meu mais recente livro – que não tem nada a ver com o governo atual ou com sua diplomacia esquizofrênica, já vou logo avisando – ficou final...
-
Uma preparação de longo curso e uma vida nômade Paulo Roberto de Almeida A carreira diplomática tem atraído número crescente de jovens, em ...
-
FAQ do Candidato a Diplomata por Renato Domith Godinho TEMAS: Concurso do Instituto Rio Branco, Itamaraty, Carreira Diplomática, MRE, Diplom...
-
Países de Maior Acesso aos textos PRA em Academia.edu (apenas os superiores a 100 acessos) Compilação Paulo Roberto de Almeida (15/12/2025) ...
-
Mercado Comum da Guerra? O Mercosul deveria ser, em princípio, uma zona de livre comércio e também uma zona de paz, entre seus próprios memb...
-
Reproduzo novamente uma postagem minha de 2020, quando foi publicado o livro de Dennys Xavier sobre Thomas Sowell quarta-feira, 4 de março...
-
Itamaraty 'Memórias', do embaixador Marcos Azambuja, é uma aula de diplomacia Embaixador foi um grande contador de histórias, ...
-
Israel Products in India: Check the Complete list of Israeli Brands! Several Israeli companies have established themselves in the Indian m...
-
Pequeno manual prático da decadência (recomendável em caráter preventivo...) Paulo Roberto de Almeida Colaboração a número especial da rev...
-
O Brics vai de vento em popa, ao que parece. Como eu nunca fui de tomar as coisas pelo seu valor de face, nunca deixei de expressar meu pen...