O que é este blog?

Este blog trata basicamente de ideias, se possível inteligentes, para pessoas inteligentes. Ele também se ocupa de ideias aplicadas à política, em especial à política econômica. Ele constitui uma tentativa de manter um pensamento crítico e independente sobre livros, sobre questões culturais em geral, focando numa discussão bem informada sobre temas de relações internacionais e de política externa do Brasil. Para meus livros e ensaios ver o website: www.pralmeida.org. Para a maior parte de meus textos, ver minha página na plataforma Academia.edu, link: https://itamaraty.academia.edu/PauloRobertodeAlmeida;

Meu Twitter: https://twitter.com/PauloAlmeida53

Facebook: https://www.facebook.com/paulobooks

segunda-feira, 23 de agosto de 2010

Humor unido, jamais dará boa coisa...

Estou de acordo com a campanha, mas o slogan é doloroso. Humor unido só pode dar porcaria. O melhor humor sempre é individual, personalíssimo...
Meu slogan seria este: "Colabore: ridicularize um político, ou mais de um..."
Paulo Roberto de Almeida

Río: los humoristas marcharon para que los dejen hacer chistes sobre los candidatos
Por Eleonora Gosman
San Pablo. Corresponsal
Clarín.com, Lunes 23 de agosto de 2010

Se concentraron en la capital carioca para repudiar una medida de la Justicia Electoral que impide burlarse de aspirantes o de partidos políticos. “El humor unido jamás será vencido”, corearon los manifestantes.

Detrás de carteles que exigían “Humor sin censura” medio centenar de cómicos y dibujantes marchó ayer por Copacabana en la capital carioca. Unos llevaban narices de payaso. Otros portaban máscaras con caricaturas de políticos brasileños que disputarán cargos electorales en los comicios generales del 3 de octubre próximo. La manifestación se originó en una polémica medida del Superior Tribunal Electoral brasileño que prohibió a radios, programas de TV y por extensión a contenidos de internet, “usar trucos, montajes o recursos de audio y vídeo que dejen en ridículo a candidatos , partidos o alianzas (electorales)”. Al mismo tiempo, veda “la producción de programas que tengan ese efecto”.

En estas presidenciales, el Tribunal se ha empeñado en imponer normas tan rígidas como imposibles de cumplir, con multas que afectaron a candidatos, partidos y al gobierno nacional. Lula, por ejemplo, fue penalizado en tres oportunidades. Pero esta vez enfrenta la revuelta de los humoristas, que debieron erradicar de sus programas televisivos y radiales todo lo que huela a chanza política so pena del castigo monetario.

La TV brasileña desarrolló varios programas de humor político en la última década. Al primero de ellos, llamado “Casseta y Planeta”, continuaron otras variantes como CQC (posterior al homónimo argentino del cuál extrajo el formato) y “Pánico en la TV”. La actriz Maria Clara Gueiros sintetizó por qué motivos esa medida del tribunal electoral es repudiable: “Es una línea de show que aproxima las personas a la política”. Si en la dictadura no fue posible, la comicidad en este terreno volvió con la democracia. “Que prohíban la vena del humor es un retroceso”, subrayó.

Dispuestos a imponer la devolución del “humor libre” los comediantes y dibujantes se encolumnaron seguidos de cientos de personas mientras coreaban: “El humor unido jamás será vencido” , en una paráfrasis de la consigna “el pueblo unido jamás será vencido” que se popularizó en los movimientos de protesta anti dictatoriales de fines de los `60 y comienzos de los `70. Como señalaban ayer medios periodísticos brasileños, el chiste político fue, en tiempos de dictadura, el medio ideal de expresión de resistencia. Con la vuelta de las democracias se convirtió en una suerte de polea de transmisión de la opinión pública hacia el poder.

La manifestación de Río de Janeiro ayer por la tarde tuvo la virtud de instalar en el público el debate por esa decisión de la justicia electoral. Cientos de cariocas se arremolinaron alrededor de los manifestantes, todos ellos conocidos personajes de TV, teatro y radio, lo que dio mucha más consistencia numérica a la marcha. “Es una ley insólita y antidemocrática. La democracia se reconquistó en Brasil con mucha lucha, mucha gente murió para que la sociedad viviese en un ambiente democrático”, sostuvo en un discurso el actor Lucio Mauro Filho. Otro colega, Bruno Mazzeo, agregó: “Es como si prohibieran hablar de fútbol en épocas de la Copa del Mundo”. Entre ellos, la presentadora Sabrina Sato del programa Pánico en la TV evaluó: “¿Quién vio un humorista que no pueda hacer chistes? Eso sí que parece una broma ¿no?”.

También indignado, Sérgio Malandro marcaba ayer: “El pueblo quiere reír y ¿quién tiene derecho a quitarle la diversión? La vida ya es muy dura y ¿cuál es el problema de hacer chistes con un diputado que ganó 100 veces la lotería?”.

Esta marcha, organizada por el grupo Comedia en Pie con la participación de los principales nombres del humor brasileño, puso de relieve la “inoperancia” del mundo político que no esbozó el más mínimo cuestionamiento. Desde el gobierno hubo mutis ante la decisión de la justicia electoral.

Pero tampoco los candidatos se sintieron obligados al menos a comentar que esa medida constituye un cerrojo. Los analistas que acompañaron los debates televisivos dijeron, justamente, que si algo caracterizó las presentaciones de los postulantes a la presidencia de Brasil fueron los medios tonos que impusieron los asesores en marketing. Hubo un esmero excesivo en preservar las imágenes de aquellos que pelean por suceder a Lula da Silva. En ese contexto, las empresas publicistas que montaron las campañas deben haber sentido alivio por la medida adoptada por el tribunal electoral.

Venezuela: muertos, mortes, deads, deaths, you choose...

Venezuela, More Deadly Than Iraq, Wonders Why
By SIMON ROMERO
The New York Times, August 22, 2010

CARACAS, Venezuela — Some here joke that they might be safer if they lived in Baghdad. The numbers bear them out.

In Iraq, a country with about the same population as Venezuela, there were 4,644 civilian deaths from violence in 2009, according to Iraq Body Count; in Venezuela that year, the number of murders climbed above 16,000.

Even Mexico’s infamous drug war has claimed fewer lives.

Venezuelans have absorbed such grim statistics for years. Those with means have hidden their homes behind walls and hired foreign security experts to advise them on how to avoid kidnappings and killings. And rich and poor alike have resigned themselves to living with a murder rate that the opposition says remains low on the list of the government’s priorities.

Then a front-page photograph in a leading independent newspaper — and the government’s reaction — shocked the nation, and rekindled public debate over violent crime.

The photo in the paper, El Nacional, is unquestionably gory. It shows a dozen homicide victims strewn about the city’s largest morgue, just a sample of an unusually anarchic two-day stretch in this already perilous place.

While many Venezuelans saw the picture as a sober reminder of their vulnerability and a chance to effect change, the government took a different stand.

A court ordered the paper to stop publishing images of violence, as if that would quiet growing questions about why the government — despite proclaiming a revolution that heralds socialist values — has been unable to close the dangerous gap between rich and poor and make the country’s streets safer.

“Forget the hundreds of children who die from stray bullets, or the kids who go through the horror of seeing their parents or older siblings killed before their eyes,” said Teodoro Petkoff, the editor of another newspaper here, mocking the court’s decision in a front-page editorial. “Their problem is the photograph.”

Venezuela is struggling with a decade-long surge in homicides, with about 118,541 since President Hugo Chávez took office in 1999, according to the Venezuelan Violence Observatory, a group that compiles figures based on police files. (The government has stopped publicly releasing its own detailed homicide statistics, but has not disputed the group’s numbers, and news reports citing unreleased government figures suggest human rights groups may actually be undercounting murders).

There have been 43,792 homicides in Venezuela since 2007, according to the violence observatory, compared with about 28,000 deaths from drug-related violence in Mexico since that country’s assault on cartels began in late 2006.

Caracas itself is almost unrivaled among large cities in the Americas for its homicide rate, which currently stands at around 200 per 100,000 inhabitants, according to Roberto Briceño-León, the sociologist at the Central University of Venezuela who directs the violence observatory.

That compares with recent measures of 22.7 per 100,000 people in Bogotá, Colombia’s capital, and 14 per 100,000 in São Paulo, Brazil’s largest city. As Mr. Chávez’s government often points out, Venezuela’s crime problem did not emerge overnight, and the concern over murders preceded his rise to power.

But scholars here describe the climb in homicides in the past decade as unprecedented in Venezuelan history; the number of homicides last year was more than three times higher than when Mr. Chávez was elected in 1998.

Reasons for the surge are complex and varied, experts say. While many Latin American economies are growing fast, Venezuela’s has continued to shrink. The gap between rich and poor remains wide, despite spending on anti-poverty programs, fueling resentment. Adding to that, the nation is awash in millions of illegal firearms.

Police salaries remain low, sapping motivation. And in a country with the highest inflation rate in the hemisphere, more than 30 percent a year, some officers have turned to supplementing their incomes with crimes like kidnappings.

But some crime specialists say another factor has to be considered: Mr. Chávez’s government itself. The judicial system has grown increasingly politicized, losing independent judges and aligning itself more closely with Mr. Chávez’s political movement. Many experienced state employees have had to leave public service, or even the country.

More than 90 percent of murders go unsolved, without a single arrest, Mr. Briceño-León said. But cases against Mr. Chavez’s critics — including judges, dissident generals and media executives — are increasingly common.

Henrique Capriles, the governor of Miranda, a state encompassing parts of Caracas, told reporters last week that Mr. Chávez had worsened the homicide problem by cutting money for state and city governments led by political opponents and then removing thousands of guns from their police forces after losing regional elections.

But the government says it is trying to address the problem. It recently created a security force, the Bolivarian National Police, and a new Experimental Security University where police recruits get training from advisers from Cuba and Nicaragua, two allies that have historically maintained murder rates among Latin America’s lowest.

The national police’s overriding priority, said Víctor Díaz, a senior official on the force and an administrator at the new university, is “unrestricted respect for human rights.”

“I’m not saying we’ll be weak,” he said, “but the idea is to use dialogue and dissuasion as methods of verbal control when approaching problems.”

Senior officials in Mr. Chávez’s government say the deployment of the national police, whose ranks number fewer than 2,500, has succeeded in reducing homicides in at least one violent area of Caracas where they began patrolling this year.

Still, human rights groups suggest the new policing efforts have been far too timid. Incosec, a research group here that focuses on security issues, counted 5,962 homicides in just 10 of Venezuela’s 23 states in the first half of this year.

Meanwhile, the debate over the morgue photograph published by El Nacional is intensifying, evolving into a broader discussion over the government’s efforts to clamp down on the news outlets it does not control.

The government says the photograph was meant to undermine it, not to inform the public. The authorities are also threatening an inquiry into “Rotten Town,” a video by a Venezuelan reggae singer that shows an innocent child struck down by a stray bullet. For all the government’s protests, the video has spread rapidly across the Internet since its release here this month.

Given the government’s stance in these cases, many here worry it is focusing on the messenger, not the underlying message.

Hector Olivares, 47, waited outside the morgue early one morning this month to recover the body of his son, also named Hector, 21. He said his son was at a party in the slum of El Cercado, on the outskirts of Caracas, when a gunman opened fire.

Mr. Olivares said Hector was the second son he had lost in a senseless murder, after another son was killed four years ago at the age of 22. He said he did not blame Mr. Chávez for the killings, but he pleaded with the president to make combating crime a higher priority.

“We elected him to crack down on the problems we face,” he said. “But there’s no control of criminals on the street, no control of anything.”

María Eugenia Díaz contributed reporting.

domingo, 22 de agosto de 2010

Venezuela: dando a palavra ao proprio...

E para não dizer que sou parcial na informação, dou a palavra ao representante do processo: ele mesmo, o promotor do socialismo do século 21 (ainda estou tentando descobrir o que, exatamente, isso significa, pois mais me parece o fascismo do século 20, quanto aos métodos, pelo menos).
Sei que o blog se destina à veiculação de ideias, se possível inteligentes, como anunciado acima, mas por vezes é preciso expor o que pensam certas pessoas, o que se pensa em certos círculos (se o verbo se aplica), para que se possa exercer a crítica das ideias de forma competente.
Acredito que a síntese de todo o pensamento, se pensamento existe, encontra-se neste propósito do caudilho:
"Nosotros no pretendemos corregir los errores del capitalismo, rectificar sus asimetrías ni maquillar su rostro, nuestro deber ineludible es la transformación estructural de todo el sistema económico y social de la nación. Transformación estructural que comienza por cambiar parte del ordenamiento jurídico en los ámbitos que aún están dominados por el capitalismo más extremo. En este sentido, seguimos avanzando en la reelaboración de las leyes financieras como la Ley del Mercado de Valores, por ejemplo, y tantas otras que urge ponerlas en sintonía con los nuevos tiempos."
Deixo de lado, por enquanto, o aspecto fascista da mudança. Todo o sentido das transformações econômicas que a Venezuela atravessa atualmente está contido no parágrafo acima.
Na verdade, a única coisa que sabemos é que se pretende mudar tudo; como vai funcionar e se vai funcionar, são outras questões, ainda não respondidas. Talvez sim: já vimos esse filme antes. É o que rodou na extinta URSS, em todos os socialismos reais existentes, que ainda roda (se roda) em Cuba e na Coréia do Norte. De certa forma, já sabemos o destino do socialismo do século 21. Só podemos lamentar pelo povo venezuelano e desejar que o pesadelo acabe o mais cedo possível.
Paulo Roberto de Almeida

¡No pasarán!
Las líneas de Chávez # 86

I
Estamos enrumbados en marcha hacia el socialismo y nada ni nadie podrán apartar a nuestro pueblo del camino que ha elegido. Así lo demuestran los hechos y resultados positivos de todos estos días.

La podrida burguesía venezolana hizo todo lo posible para que llegáramos al mes de agosto en medio del caos. Desde el año pasado vienen montados en ese plan, pero ya transcurrida más de la mitad del mes de agosto, sus pretensiones están más que lejanas: la férrea voluntad de un gobierno y un pueblo, como un solo hombre y una sola mujer, han hecho trizas todos los planes que, siguiendo los dictados del imperio, la quinta columna venezolana ha pretendido ejecutar.

Sucede que soy y que sigo (…) Déjenme solo con el día. / Pido permiso para nacer, cantaba el gran Neruda. Esta revolución no pidió permiso a nadie para nacer: el permiso se lo impuso un Pueblo conciente que, desde hace once años, es dueño y señor de su destino.

Vuelvo, otra vez, a Neruda: Ahora como siempre es temprano / vuela la luz con sus abejas. Por supuesto que, para nosotros, nunca será tarde, siempre es temprano, acostumbrados como estamos a vivir de amanecer en amanecer: ésta es y será siempre nuestra principal defensa y la más contundente de nuestras ofensivas. En este sentido, se equivocan y se seguirán estrellando contra nosotros, los acostumbrados a vivir de horas postreras en horas postreras. Ellos, por sus perversos propósitos, no tienen otras armas y métodos que aquellos de la guerra sucia, conscientes como están de no tener la razón y, por supuesto, convencidos de su cada vez más escaso poder de convocatoria.

Y porque somos luz, hemos desbaratado todas las conjuras que se han venido montando, hasta hoy, en la oscuridad.

Primero, pretendieron encender la pradera con aquella pequeña “crisis” bancaria que quisieron llevar a mayores; luego, fue el lenguaje del Apocalipsis en ocasión de la grave sequía que padecimos y que nos obligó a declarar la emergencia eléctrica para contrarrestar el déficit como consecuencia del bajo nivel de agua que alcanzó el sistema Guri. A renglón seguido, trataron de pescar en río revuelto para dar al traste con Pdval, Mercal y todo nuestro sistema de seguridad y soberanía alimentaria. Y ahora, más recientemente, intentaron imponernos el terrorismo financiero, tras la intervención del Federal, las Casas de Bolsas y de Econoinvest; intervención necesaria por la podredumbre que caracterizaba a todos estos entes privados. Pues bien, la quinta columna vino estrellándose, de fracaso en fracaso: y la revolución salió airosa de cada una de estas coyunturas, quedando demostrada la fortaleza de la Venezuela Bolivariana.

Internacionalmente, la oposición venezolana y sus medios no dejaron de echar leña al fuego para tratar de llevarnos a una guerra fratricida con Colombia. Volvieron a fracasar, otra vez, como lo demuestra, fehacientemente, la visita que nos dispensara el presidente del Congreso de Colombia, Armando Benedetti, el lunes 16. En el mismo sentido, hay que destacar la presencia de una importante delegación colombiana, encabezada por la cancillera María Ángela Holguín, el viernes 20. Quiero felicitar a las comisiones binacionales que, en este día, instalaron las mesas de trabajo para diseñar el nuevo mapa que exprese el pleno restablecimiento de nuestras relaciones en todas las áreas. Cómo le duele a la contrarrevolución todo lo que ha acontecido desde la reunión presidencial en Santa Marta el pasado 10 de agosto, cómo le duele la voluntad política común que se está abriendo camino en clave de respeto y confianza.

Últimamente, la contra ha optado por explotar morbosamente el problema crónico de la inseguridad que arrastra nuestro país desde hace décadas; problema que ningún gobierno del pasado había abordado, como ahora, para darle solución, yendo a las causas profundas del mismo, tal y como lo está haciendo la Revolución Bolivariana. Una vez más, los apátridas han acudido al expediente del “periodismo pornográfico”. El dueño de un medio de comunicación admitió, vía Twitter, que ése es el tipo de práctica que ellos ejercen; “la intención editorial de la foto era crear un shock para la gente, para que de alguna manera reaccionara ante la situación”, fue la declaración de este personajillo a un medio internacional. A confesión de parte, relevo de pruebas, dicen los juristas. Se trata de otro caso más de terrorismo mediático contra el cual la Venezuela decente ha reaccionado, poniendo de manifiesto su rechazo contra este tipo de prácticas perversas y rastreras, que ponen de manifiesto la pudrición que carcome la mentalidad de la oligarquía venezolana.

No se equivoquen, el caos no se decreta y, mucho menos, se le impone a un pueblo con niveles crecientes de conciencia. A un pueblo que se ha acostumbrado a estar uno, dos y hasta tres pasos delante del caos cuando es real y verdadero, no van a amedrentarlo con mentiras salidas de los laboratorios de la guerra sucia.

II
En el Consejo de Ministros Ampliado, celebrado este miércoles 18, lo dije: “estamos trabajando, sin reposo, en lo que considero es la médula del proyecto de transición al socialismo dentro de la lógica del desafío de lo humanamente gratificante”.

Nosotros no pretendemos corregir los errores del capitalismo, rectificar sus asimetrías ni maquillar su rostro, nuestro deber ineludible es la transformación estructural de todo el sistema económico y social de la nación. Transformación estructural que comienza por cambiar parte del ordenamiento jurídico en los ámbitos que aún están dominados por el capitalismo más extremo. En este sentido, seguimos avanzando en la reelaboración de las leyes financieras como la Ley del Mercado de Valores, por ejemplo, y tantas otras que urge ponerlas en sintonía con los nuevos tiempos.

La Revolución Bolivariana, quiero reiterarlo, sigue y seguirá combatiendo la corrupción y la podredumbre burguesas.

Este jueves 19 continuamos con nuestro deber ineludible de hacer justicia a los antiguos ahorristas del Banco Federal y a los afectados del conjunto residencial La Avileña. El caso de La Avileña es particularmente dramático: 211 familias fueron estafadas por el Federal, perdiendo no sólo sus ahorros sino todas las esperanzas de tener techo propio. Nuestro gran reto es devolverles la alegría perdida por culpa de un mafioso que nunca dio la cara por ellos y hoy disfruta del producto del trabajo de toda esta buena gente en algún lugar de Miami. Por todo ello, quiero saludar la decisión del Ministerio Público de pedir, ante el Gobierno de Estados Unidos, la extradición de este pillo para que rinda cuentas ante nuestra justicia.

III
Venezuela está en la ronda semifinal del IV Campeonato Mundial de Béisbol Femenino. El jueves 19 vencimos a la poderosa selección de Estados Unidos, viniendo de atrás: era la primera vez que un conjunto norteamericano sucumbía ante uno de Nuestra América en estos torneos.

El viernes 20 perdimos el invicto ante Japón pero éste fue un simple traspié. Este sábado 21 nuestro aguerrido equipo va con todo contra Australia, buscando el pase a la final que se celebrará hoy domingo 22. ¡Vamos, muchachas, que ustedes tienen calidad y corazón de sobra, no sólo para pasar a la final, sino para coronarse campeonas!

La Generación de Oro sigue cosechando triunfos. En los I Juegos Olímpicos Juveniles Singapur 2010, el nadador venezolano Cristian Quintero obtuvo este lunes una medalla de plata en los 200 metros estilo libre y una de bronce en los 400 metros libres. El nadador hizo historia al convertirse en el primer atleta venezolano en obtener dos medallas de diferente metal en unos Juegos Olímpicos. La pesista Génesis Rodríguez también se llevó una medalla de bronce.

Seguimos demostrando que una real y verdadera revolución deportiva está en marcha en Venezuela.

IV
Y finalmente, el sábado 21 estuvimos en la bella Barinas, epicentro de mis recuerdos, juramentando 4.273 Patrullas Bolívar 200, 854 Unidades de Batalla Bolívar 200, para un total de 213.650 patrulleros y patrulleras de todo ese inmenso llano de Juan Parao.

Es la gran maquinaria roja, ya en plena fase de despliegue, entrando a la batalla, que será memorable.

Todo aquel, toda aquella que ame de verdad a la Patria, tiene la obligación suprema de sumar todos sus esfuerzos en aras del objetivo patriota del 26 de septiembre: ¡Demoler a esa oprobiosa quinta columna que pretende adueñarse de la Asamblea Nacional para desestabilizar el país y acabar con la Revolución!

¡No pasarán!
¡Patria socialista o muerte!
¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías 22-08-2010

Venezuela: proibido publicar estatisticas mortais (só as estatisticas...)

O governo do caudilho impos a lei do silêncio aos meios de comunicação do país quanto aos mortos da violência diária, especialmente a publicação de fotos "chocantes". Não pretendo publicar fotos, mas acredito que não se pode censurar a realidade.
Paulo Roberto de Almeida

Los muertos que esconde Chávez
La Razón (España), Agosto 22, 2010

“El conteo lo realizan los periodistas de sucesos que, como Rona, se apostan los viernes a las puertas de Bello Monte. Nada es oficial y menos ahora. Se ha impuesto la ley del silencio.”

Doña Cecilia Arévalo sabe por experiencia que la vida en Caracas vale muy poco. Lo que un reloj llamativo o unos zapatos lustrosos. Vive en el barrio de San Blas de Petare, uno de los cerros que aprisionan la capital venezolana donde «si dices algo te matan». «A mí me mataron a mi sobrino». Adel Miranda, su sobrino de 18 años, era latonero y trabajaba con su padre. Un buen día le dieron dos puñaladas que lo dejaron malherido. No lo denunció ni chivó un solo dato a la Policía. Una semana después le descerrajaban cuatro tiros. Su destino: la morgue de Bello Monte, el espejo que refleja la cruda realidad de Venezuela en pleno centro de Caracas. Una realidad que el régimen bolivariano pretende ocultar decretando la censura de imágenes violentas en los diarios durante 30 días, el periodo electoral que antecede a las legislativas del 26 de septiembre.

La colapsada morgue de Caracas se mantiene a duras penas en pie desde los años 70. Desvencijada y sin medios, por sus salas pasan a diario unos 20 cadáveres, víctimas anónimas de la violencia que asola el país en medio del silencio oficial. Los fines de semana la cifra se dispara a 50 muertos entre el viernes noche y el domingo, y se supera los días de paga (en Venezuela se cobra por quincenas). «Era la morgue que necesitaba Caracas en aquella época. Un tanatorio pequeño. Pero con la explosión de la criminalidad, Bello Monte se ha convertido en un espectáculo dantesco durante los fines de semana. Se acumulan los cadáveres por culpa del abandono del Gobierno a la política de seguridad», asegura a LA RAZÓN Elisio Guzmán, ex director de la Policía Científica y actual director de la Policía del Estado de Miranda. Con 40 años de servicio en la Científica, Guzmán conoce bien el deterioro en el que ha ido cayendo Bello Monte. «Hay menos profesionales que cuando se abrió, incluso menos que hace 10 años y los patólogos que aún quedan tienen un sueldo miserable», explica. A pesar de que la criminalidad ha crecido un 134% en los dos últimos lustros de gestión bolivariana [según cifras aproximadas, ya que el régimen de Chávez no cuenta los homicidios desde 2008], «no hay suficientes cámaras frigoríficas y los muertos se almacenan en cualquier esquina. No hay cómo conservar los cadáveres», añade. El denominado «Proyecto España», por el que nuestro país envió equipos destinados a las morgues venezolanas en 2000, no sirvió para mejorar la caótica situación. «Se adquirieron equipos, pero en algunos sitios aún están almacenados porque no se construyeron las morgues aprobadas o no se ampliaron las existentes», denuncia a este diario Rona Risquez, jefe de la sección de sucesos del diario opositor «El Nacional». Los equipos «Proyecto España» están abandonados.

Fin de semana del 12 al 15 de marzo: 59 asesinados; fin de semana del 2 al 4 de julio: 65 homicidios; fin de semana del 30 de julio al 1 de agosto: 54 muertes violentas… El rosario de cadáveres es constante como las turbias aguas del Guaire, que parte en dos Caracas. El conteo lo realizan los periodistas de sucesos que, como Rona, se apostan los viernes a las puertas de Bello Monte. Nada es oficial y menos ahora. Se ha impuesto la ley del silencio.

Antonieta de Dominicis ha pasado media vida entre muertos. Ex jefa del tanatorio central de Caracas hasta 2004, conoce Bello Monte mejor que su propia casa. «Mis compañeros están supersaturados. Cuando dejé Bello Monte éramos 13 patólogos y ahora quedan cinco. Hay seis mesas en la sala de autopsias, 60 nichos frigoríficos y una sala refrigerada donde hay que amontonar en camillas o donde se pueda el resto de los cuerpos. La morgue es el reflejo de Venezuela, de una ola de violencia que no se puede ocultar», remarca. Las condiciones son pésimas por el abandono gubernamental y muchos facultativos han preferido emigrar a España o Italia. «Hay un patólogo el sábado y otro el domingo. Eso da para 12 autopsias por día y hay días en que se acumulan más de 60 cadáveres y las familias quieren enterrar a su muerto el mismo día que lo traen. Nadie quiere trabajar en esas circunstancias y con un sistema que favorece a los médicos cubanos peor preparados».

Hoy, cuando caiga la noche, volverán a bajar los muertos de los cerros y la sala de espera de Bello Monte quedará atestada de nuevo. Una televisión de plasma con alguna cadena oficialista sintonizada detallará los logros del Gobierno para detener la violencia.

Caracas, más peligrosa que Bagdad
La capital venezolana es la segunda ciudad más peligrosa del planeta. Por delante de Bagdad y sólo superada por Ciudad Juárez. Pero en su conjunto, Venezuela supera a México en tasa de criminalidad. Según datos del propio Gobierno filtrados al diario «El Nacional», que no ha podido publicarlos por la censura impuesta, desde 2009 a mayo de 2010, el país caribeño acumula una media de más de 70 homicidios por 100.000 habitantes por los 10,8 que padece México. «La Venezuela joven está muriendo en las calles. La censura del régimen refleja que, después de 10 años, por fin están preocupados por el coste electoral de la violencia. Lo lamentable es la cantidad de muertos que han necesitado», declara Elisio Guzmán, ex director de la Policía Científica.

A falencia da ajuda ao desenvolvimento africano

O que esse jornalista alemão (com experiência no terreno) diz sobre a ajuda ao desenvolvimento africano se aplica, mutatis mutandis, a toda e qualquer experiência de ajuda ao desenvolvimento, com muito poucas exceções. Ela nem ajuda, só vicia, nem conduz ao desenvolvimento, mas à assistência continuada, quando não ao aprofundamento da dependência, à corrupção, à deformação das regras do jogo econômico nesses países.
Pena que o Brasil está seguindo atualmente o mesmo caminho já empreendido 50 anos atrás por todos os países desenvolvidos, que se lançam com essa espécie de consciência de culpa na ajuda humanitária e na assistência ao desenvolvimento (no caso do Brasil uma totalmente equivocada alegação de "dívida histórica" com o continente africano, o que é um absurdo completo).
Teria muito mais a dizer, mas vou deixar vocês lerem o trabalho do desiludido alemão.
Paulo Roberto de Almeida

Time for a Rethink
A commentary by Kurt Gerhardt
Der Spiegel online, 08/16/2010

Part 1: Why Development Aid for Africa Has Failed

Development aid to Africa has been flowing for decades, but the results have been paltry. Instead, recipients have merely become dependent and initiative has been snuffed out. It is time to reform the system.

Development aid to Africa is a blessing for all those directly involved -- both on the giving end and on the receiving end. Functionaries on the donor side, at least those abroad, earn good money. Many of those on the receiving end, for their part, know how to organize things in such a way that their own personal interests don't get short shrift.

There is no reason for these two groups to be interested in changing the status quo. Yet even so, some within their ranks are starting to suggest the situation as it stands cannot continue. The development aid of the past 50 years, they say, is hardly justifiable given the disappointing results. Even individual donors, who know little about how development aid works in practice, increasingly sense that something might be amiss.

They're right. The aid has failed to a large extent.

We have taken on too much responsibility for solving African problems. We have essentially educated them to, when problems arise, call for foreign aid first rather than trying to find solutions themselves.

This attitude has become deeply rooted in Africa. This self-incapacitation is one of the most regrettable results of development cooperation thus far. Poorly designed development aid has made people dependent and accustomed them to a situation of perpetual assistance, preventing them from taking the initiative themselves. It is this situation which represents the greatest damage done, far worse than the enormous material losses engendered by failed aid projects. And there are many. Africa is strewn with idle tractors, ruined equipment and run-down buildings.

Deeply Rooted Misconceptions
On our side, the view has taken hold that we are primarily responsible for developing Africa. At the 2nd Bonn Conference on International Development Policy in August 2009, then-German President Horst Köhler, an experienced and dedicated African development activist, spoke about an energy partnership established between Germany and Nigeria two years previously. His conclusion:

"I cannot discern that the amount of electricity in Nigeria has increased since then. And I find it shameful for the industrialized countries, as well as for those responsible in Nigeria, that this large country, rich as it is in resources essentially, can't advance its socio-economic development because it hasn't yet managed to bring electricity to its rural areas. I find this shameful for the entire development cooperation that has existed for decades."

Here, the fact that Köhler mentions the industrialized countries before Nigeria when discussing responsibility for the failure is notable. More notable, however, is that he mentions the industrialized countries at all. Are we really the ones who should feel ashamed that one of the world's largest oil exporters isn't capable of providing its rural areas with electricity? Simply asking the question is enough to show how absurd the thought is -- and how deeply rooted the misconception.

This mothering mindset, widespread in industrialized countries for decades, is in direct violation of the subsidiarity principle. This principle states that providers of aid, whether private or governmental, should not assume any duties that could be carried out by the receiver country itself. Furthermore, it mandates that aid be given such that those providing it can cease giving as soon as possible.

Plenty of Lip Service
The subsidiarity principle should have been key to designing this cooperation from the beginning. In reality, it has played far too small a role.

The donor side is certainly not lacking in theories, clever strategies or concepts -- international development agencies have cabinets bursting with them. What's lacking is a basic understanding and clarity when applying principles. The realization that northern countries cannot develop the South -- that people and societies can only do so themselves -- is given plenty of lip service. In practice, however, the idea hardly plays a role at all.

Development experts sent to Africa come from societies that tend to value efficiency and speed to a greater degree than is generally found in Africa. Furthermore, foreign aid workers, as a rule, only spend a few years in a target country. Their desire to "achieve something" often leads them to do more than they should according to the subsidiarity principle. But by doing so, they inhibit Africa's own momentum and prevent it from growing stronger.

A further breach of the subsidiarity principle is found in the existence not only of the immense national and international development agencies, from the German Society for Technical Cooperation (GTZ) to the World Bank, but also of myriad private organizations both small and large that cover the continent with their network of charitable works.

Occupying Powers
These are the de facto occupying powers of the post-colonial period.

The second tenet of the subsidiarity principle holds that aid should become dispensable as quickly as possible. In Germany alone, the livelihoods of up to 100,000 people are dependent on the development aid industry. One can imagine the outrage that would result should someone seek to dismantle these agencies. But exactly that should ultimately be the raison d'etre of these agencies. After decades of providing aid, their continued existence is proof of their failure.

It is contrary to the logic of subsidiarity to give a person something that he or she could acquire or produce on their own. Yet in the hopes of doing good, we have done exactly that far too often in recent decades, whether it be a grain mill in a village or a council of GTZ experts for a government ministry. A considerable portion of Germany's bilateral aid, amounting to more than €1.5 billion ($2 billion) per year, is given as grants -- in other words, as a gift. Indeed, all of the least developed countries tend to receive foreign aid in the form of grants. Two thirds of the countries in sub-Saharan Africa belong to this category.

These perpetual gifts have made partners into beggars, ones who no longer value the things they have been given and consequently have not maintained them well. Apart from a few exceptions, emergency aid being one example, free aid was and remains fundamentally wrong.

Part 2: The Question of Money

Aid given with no strings attached robs the recipient of competence. The method has resulted in a divorce from reality in Africa, at all levels of society. It's time to accustom our partners to normalcy -- those who want to initiate a project but lack the necessary funds to do so, must take out a loan and pay it back. Indeed, this is where aid from abroad can make a significant contribution: by seeing to it that everyone committed to development has access to loans, and particularly by supporting microcredit programs.

The urge of foreign aid workers to quickly produce results promotes quantitative thinking and gives short shrift to efforts aimed at helping locals learn how to develop themselves. One example of this erroneous notion is the goal among donor companies, adopted 40 years ago, to donate 0.7 percent of GDP in the form of development aid.

It makes no sense to establish amounts before discussing the projects that should be funded with that money. The worst thing about this discussion is that it, once again, is purely quantitative. It feeds the disastrous attitude that more money necessarily means more development. In this way, lessons learned over the past decades are completely ignored.

Instead, people like Bono and Bob Geldof are allowed open access to our governments, where they propagate the "more money" idea -- and where they become stumbling blocks to African development.

Nothing to Do with Development Aid
It is easier to evaluate numbers than the qualitative effects of development aid. We cannot develop others. Only endogenous development -- what people and societies achieve themselves with the power of their own minds and hands -- deserves the name. No one can be developed from the outside.

Many would argue that when development aid brings water pipes and roads to Africa, it stimulates and strengthens local efforts. But perhaps the opposite is true, and the more we do, the more likely it is that our partners will sit back, because foreign aid is taking care of things to their satisfaction. Although the latter has proven to be true a thousand times over, development aid functionaries still overlook it with astonishing consistency.

Pouring further billions into funds for the climate, AIDS and other issues may, in fact, be necessary. But it has nothing to do with development aid. These payments will not cause political leaders in the Sahel countries, for example, to make more of an effort to combat soil erosion on their own. These countries could long ago have begun doing something on this issue -- they could even have used their masses of unemployed youth for the job. But so far, in cases where something has been done, it generally was the product of foreign initiative and not endogenous.

Our development aid has not lent enough support to the efforts of people in Africa themselves. Often it has even been an impediment, because our aid was focused too much on the object and too little on the subject. Too often the project or program, not the people, was the focus. The aid passed the people by.

The result has placed Africa in an undignified position -- and no amount of money from the enormous, globally organized network of aid organizations will free them. Only Africans themselves can accomplish that.

Kurt Gerhardt worked as a journalist for German public radio station WDR from 1968 to 2007. As a former country director for the German Development Service (DED) in Niger in West Africa, he has firsthand experience with the issues involved in providing aid to Africa. He is a co-founder of the political initiative "Primary Education in the Third World" and the Makaranta Association, both of which support primary education in Africa. He is also a co-initiator of the "Bonn Appeal" for alternative development policies.
Translated from the German by Ella Ornstein

Economistas tambem tem o direito de ficar bebados...

Eles só não têm (ou pelo menos não deveriam ter) o direito de escrever bêbados.
Esse economista, que eu até reputava sério, responsável, liberal e mais próximo da mainstream economics do que do surrealismo de certas correntes muito disseminadas pelo continente, acaba de dar uma escorregada muito séria no artigo abaixo.
Só pode ter sido por efeito da bebida, ou de algum remédio que o tenha deixado eufórico, não sei exatamente o que pode ter sido.
O que ele escreve, da primeira até a última linha, não só não faz nenhum sentido econômico, nas circunstâncias atuais (e no futuro próximo) da América do Sul, como não guarda a mínima conexão com a realidade das coisas, no plano político, social, das simples constatações de base do que seja a América do Sul atualmente.
Ele começa por onde a Europa levou 40 anos para atingir: a moeda única. E acha que ela vai operar maravilhas nas políticas macroeconômicas e setoriais dos países da região.
Ele só pode estar delirando.
Vou perdoá-lo desta vez e nem vou traçar um quadro mais realista demonstrando como o que ele propõe não tem o menor embasamento na realidade, e tampouco faz qualquer sentido econômico. Vou aguardar seu próximo artigo, para depois chegar a uma conclusão.
Paulo Roberto de Almeida

A popularidade de Lula a serviço da modernização
Paulo Guedes
Revista Época, Sábado, 21 de agosto de 2010

Um economista tem, por vício deformação, a mania de buscar a eficiência no uso de recursos. É, portanto, normal pensar no uso de um recurso humano de extraordinária importância como o presidente Lula. O que fazer com ele após a eleição? Lula goza de extraordinária popularidade no Brasil, tem reconhecimento global e é, possivelmente, uma unanimidade na América Latina. Depois de deixar a Presidência, como ele poderia melhor servir ao país?

Volto a um tema que me parece extremamente importante para o futuro desempenho econômico da América Latina: a integração econômica da região sob a égide de uma moeda comum. Apesar dos frequentes tropeços da diplomacia externa brasileira, e de sua visível parcialidade, apoiando governos retrógrados que não respeitam direitos humanos aqui e acolá, Lula tem cacife político pessoal para a empreitada. Com a bandeira da integração econômica, ele pode desencadear uma avalanche de modernização no continente.

A ideia central é a integração econômica continental em direção ao peso-real num prazo de até oito anos. Por que oito anos? Pelo inegável gigantismo da tarefa e também para que o próprio Lula possa entregar o resultado. O mais importante são os desdobramentos da busca pela moeda única regional.

A Venezuela e a Argentina, por exemplo, estão sem moeda confiável. A criação da moeda regional seria uma âncora de estabilidade para os países que se perderam no turbilhão demagógico de Hugo Chávez e do casal Kirchner. Seria uma boia lançada a venezuelanos e argentinos, uma garantia de estabilidade futura.

O que temos nós, brasileiros, a ganhar com isso? Tudo. Pois, entre os desdobramentos da busca da moeda única, está a convergência de regimes fiscais, previdenciários e trabalhistas, problemas que a social-democracia brasileira nunca ousou enfrentar. Penduramos o combate à inflação apenas sobre o Banco Central. Praticamos uma perversa combinação de juros explosivos e dólar barato, duas lâminas decepando a produção e o emprego. Falta ao Brasil um regime fiscal compatível com o crescimento sustentável.

O Chile e o Peru já fizeram profundas reformas em seus regimes trabalhista e previdenciário. Lucram agora com o crescimento acelerado. Enquanto isso, nossos elevados encargos sociais e trabalhistas deixam mais de 50 milhões de brasileiros excluídos do mercado formal e, consequentemente, sem contribuir para a Previdência Social.
Temos muito a ganhar com a integração regional. Haveria convergência para práticas mais eficientes

A livre mobilidade de trabalhadores através das fronteiras, uma exigência da moeda única, requer a convergência das práticas previdenciárias e trabalhistas em direção às mais eficientes, ampliando a criação de empregos e o ritmo de investimentos. Imagine um Tratado de Mar del Plata, a exemplo do Tratado de Maastricht, que consagrou a União Europeia. Imagine também um ex-presidente Lula defendendo a modernização da legislação trabalhista e do regime de previdência em nome do crescimento.

Os eurocéticos indicam a crise da Grécia como uma condenação à moeda única continental. Mas os críticos esquecem que, nas devidas proporções, o Brasil teria o papel da Alemanha nessa configuração continental. Como estaria a Venezuela no papel da Grécia. Os alemães podem se aborrecer com a ideia de ter de ajudar os gregos, mas se beneficiam com sua economia voando, ao exibir seu papel de alicerce de toda a integração continental.

Como estaria o Brasil se, após as reformas modernizantes, Chávez continuar fazendo barulho? Podemos imaginar a economia brasileira com encargos sociais cortados a 20% sobre a folha de pagamentos, taxa de juros reduzida a 5% ao ano, taxa de poupança ampliada para 25% do PIB, inflação comportada por volta de 2% ao ano e o preço do dólar em torno de R$ 3 ou R$ 4, tanto mais alto quanto mais barulho fizesse Chávez. No saldo final, teríamos motivos para dar vivas a nossa Grécia latino-americana.

PAULO GUEDES é economista e escreve quinzenalmente em ÉPOCA

Direitos humanos: apontando o dedo... para tras...

Direitos humanos às escuras
Sergio Fausto
21 de agosto de 2010

Em artigo na Folha de S.Paulo no domingo passado, o chanceler Celso Amorim criticou a diplomacia do "dedo em riste" na área dos direitos humanos. Afirmou que esta agrada à plateia, mas não protege de fato as vítimas de violações daqueles direitos. Mais eficazes seriam as negociações de bastidores com os Estados violadores, conforme proposta apresentada pelo Brasil ao grupo de 19 países incumbido de refletir sobre o fortalecimento do Conselho de Direitos Humanos da ONU.

A manifestação de Amorim - que parece ter-se esquecido da importância das pressões internacionais para o fim do apartheid na África do Sul e das ditaduras militares na América do Sul - indica que continuamos a distanciar-nos da política externa seguida pelo País nessa área, desde o retorno à democracia até o governo Lula.

Nesse período não praticamos a diplomacia do "dedo em riste" nem deixamos de reconhecer com realismo os limites da ação externa para proteção dos direitos humanos, muito menos de ponderar pragmaticamente os nossos interesses econômicos e políticos. No entanto, marcamos com clareza o compromisso com o valor universal dos direitos humanos. Subscrevemos um conjunto de convenções internacionais (a começar pela Convenção Contra a Tortura) que nos havíamos recusado a assinar sob a ditadura militar. E inscrevemos na Constituição a determinação legal que dá prevalência aos direitos humanos na condução da política externa.

No atual governo acumulam-se sinais de mudança. Discretos, mas significativos, na atuação do Brasil no Conselho de Direitos Humanos da ONU. Visíveis nas ações e nas palavras dos principais formuladores da política externa, a começar pelo presidente da República.

A nova orientação da política externa obedece a um diagnóstico segundo o qual o tema dos direitos humanos é manipulado pelas grandes potências ocidentais. Ninguém o exprime melhor do que Samuel Pinheiro Guimarães. Para o ex-segundo homem do Itamaraty e hoje ministro de Assuntos Estratégicos, a defesa dos direitos humanos "dissimula, com sua linguagem humanitária e altruísta, as ações táticas das grandes potências em defesa de seus interesses estratégicos". O alvo da crítica são, principalmente, os Estados Unidos, cuja hegemonia no sistema internacional representaria um dos principais obstáculos, se não ameaça, à projeção do Brasil na cena global, como se lê em seu livro Desafios Brasileiros na Era dos Gigantes. Ou seja, a defesa dos direitos humanos, assim como a defesa da não-proliferação nuclear, presta-se, na prática, ao congelamento do poder mundial tal como hoje se distribui. O resto seria retórica, mal ou bem-intencionada.

Se queremos e podemos tornar-nos um dos gigantes do mundo, e se a defesa dos direitos humanos não é senão a forma como os interesses das "potências ocidentais" se travestem em preocupações humanitárias, o objetivo do Brasil deve ser o de remover a maquiagem ideológica que recobre o tema nos fóruns multilaterais. Não para afirmar o valor em si, e nossas credenciais diferenciadas em relação a ele, mas para relegá-lo a um plano secundário. Quem sabe, com o propósito de livrar-nos dos constrangimentos que a deliberação à luz do dia sobre eventuais casos de violação dos direitos humanos pode impor à nossa movimentação internacional, agora que, acredita-se, nos estamos tornando um dos gigantes do planeta.

Fazer alianças pontuais para questionar a distribuição de poder atual no mundo é objetivo legítimo e oportuno. Ele vem sendo, porém, perseguido ao preço da leniência com violadores contumazes dos direitos humanos. Fica a impressão, certa ou errada, de que a proposta defendida por Amorim tem entre suas motivações a de reduzir o dano moral que a política externa do atual governo na área dos direitos humanos provoca na imagem internacional do Brasil. Figurativamente, em vez de repensar nossa atuação em cena, preferimos apagar a luz do palco.

Para ser efetiva, a proteção internacional dos direitos humanos precisa do olhar vigilante, da ação ruidosa, às vezes equivocada, mas sempre indispensável, de ONGs ligadas ao tema. Não é preciso idealizar o que seja esse embrião de uma sociedade civil internacional para reconhecer sua importância, tanto mais agora que países com regimes autoritários e repressivos ganham peso na balança de poder global. Estaríamos querendo nos proteger desse olhar para mais livremente manejar nossos interesses econômicos e nossa projeção de poder na nova ordem multipolar?

A visão de mundo expressa por Samuel Pinheiro Guimarães é compartilhada por grande parte das forças políticas de sustentação do atual governo. Comunga o PT o diagnóstico de que a defesa dos direitos humanos é parte da hegemonia norte-americana. O antiamericanismo é um elemento de coesão no campo das esquerdas menos ou não-democráticas, sobretudo na América Latina, onde o partido construiu uma ampla rede de alianças. Serve para defender as violações dos direitos humanos em Cuba e para justificar Chávez e o chavismo. Explica também certa simpatia por grupos como o Hezbollah e o Hamas e a complacência com Ahmadinejad.

Tem razão quem diz que os Estados Unidos não nos devem servir de modelo. Em muitas ocasiões, desde que se tornou uma potência econômica e militar, a atuação externa desse país conflitou com os valores democráticos que professa. A questão, porém, não se resume a questionar as credenciais dos Estados Unidos. O fato de tais credenciais serem questionáveis não nos libera de responder à pergunta e prestar contas sobre o lugar que valores fundamentais como a defesa dos direitos humanos terão em nossa política externa, agora que projetamos nossos interesses e nossas aspirações de poder em escala global.

Será que para sermos gigantes precisamos apequenar-nos na sustentação de valores que devem marcar a nossa identidade internacional?

DIRETOR EXECUTIVO DO iFHC, É MEMBRO DO GACINT-USP.

A tragedia educacional brasileira: os mitos africanos e indigenas

Todo mundo sabe que o Brasil possui um ensino público manifestamente ruim. Ruim é pouco. Eu diria pavoroso, em todo caso muito pior do que possamos imaginar.
Pois o governo se empenha em deixá-lo ainda pior, introduzindo suas fraudes históricas que correspondem a ideologia esclerosada dos povos africanos e indígenas como formadores do povo brasileiro. Eu diria que sim, por uma proporção mínima, marginal, insignificante, em relação a nossas origens europeias e toda a cultura europeia que nos permitiu construir um país relativamente moderno, em todo caso bem mais moderno que certos vizinhoso que tiveram, eles sim, uma carga indígena bem maior e mais forte, etnicamente, demograficamente, socialmente. No caso deles, a situação pode ser agravada com a promoção de uma falsa cultura "indigenista", que nada mais é do que uma mitologia dos povos originários que não tem mais nenhuma função na sociedade moderna, a não ser para estudos antropológicos.
Pois no caso brasileiro, o governo promove a falsidade da tradição africana (ninguém sabe o que é isso) e indígena (onde?, além dos nomes de lugares?) em lugar de cuidar do que é relevante: língua pátria, ciências e matemáticas elementares.
Vamos continuar caminhando para o brejo, seco e pantanoso, pestilento e idiota...
Paulo Roberto de Almeida

O inchaço do currículo escolar
Editorial - O Estado de S.Paulo
20 de agosto de 2010

Introduzidas no currículo do ensino médio para afirmar teses "politicamente corretas" ou em resposta a pressões ideológicas e corporativas, disciplinas como cultura indígena e cultura afro-brasileira estão agravando as distorções do sistema educacional brasileiro.

Não bastasse a dificuldade que já enfrentam para ensinar aos alunos as disciplinas básicas, como português, matemática e ciências, ao serem obrigados a lecionar disciplinas criadas com o objetivo de resgatar a "dívida histórica com a escravidão" e a "dívida social com os povos da floresta", muitos professores acabam perdendo o controle dos seus cursos, transformando-os em verdadeiros pastiches de informações ideologicamente enviesadas.

Só nos últimos três anos, emendas aprovadas pelo Congresso incluíram seis novas disciplinas na Lei de Diretrizes e Bases da Educação (LDB). Além de cultura afro-brasileira e cultura indígena, a rede escolar de ensino básico também tem de oferecer as disciplinas filosofia, sociologia, meio ambiente, regras de trânsito e direitos das crianças e dos idosos.

Tramitam ainda no Congresso centenas de projetos propondo a criação de mais "conteúdos" como esses. No levantamento que fez para sua tese de doutorado, a professora Fátima Oliveira, da Universidade Federal de Minas Gerais, constatou que só a Câmara dos Deputados recebeu 545 propostas desse tipo, entre 1995 e 2003.

O inchaço do currículo acarreta graves problemas. Compromete a adoção de novos projetos pedagógicos, obriga os professores a reduzir a carga horária das disciplinas básicas, para lecionar as novas matérias, e acarreta desperdício de recursos, pois as escolas têm de produzir material didático. Esses problemas tendem a perpetuar a má qualidade da educação básica, como deixa claro o desempenho dos estudantes brasileiros nas provas e testes internacionais de avaliação de conhecimento. Com uma alfabetização e uma formação deficientes, eles estão sempre nas últimas colocações.

Políticos, movimentos sociais e entidades engajadas defendem a introdução das novas disciplinas alegando que elas promovem a inclusão social. Segundo eles, a "escolarização" de temas sociais abriria caminho para a justiça social. Os especialistas discordam. "A escola tem de dar os fundamentos para que o aluno faça sua leitura do mundo. Não é a oferta de disciplina sobre drogas que vai garantir que o jovem se afaste do vício", diz a presidente do Conselho Nacional de Secretários da Educação, Yvelise Arcoverde.

No mesmo sentido, não são disciplinas como cultura afro-brasileira e cultura indígena que vão reduzir as disparidades de renda. Como tem sido evidenciado pelas recentes e bem-sucedidas experiências de países como a Coreia do Sul e a Índia, só a formação básica de qualidade garante a redução da pobreza e assegura o capital humano necessário a uma economia capaz de ocupar espaços cada vez maiores no mercado mundial. "Cada vez mais se está entulhando coisas nos currículos, por meio de emendas na LDB", afirma a pesquisadora Paula Lozano, da Fundação Lemann. "São tantas emendas que se torna impossível montar um currículo", argumenta Mauro Aguiar, do Colégio Bandeirantes.

Em vez de ser objeto de decisão legislativa, a organização do currículo escolar deveria ficar a cargo de órgãos técnicos e as redes escolares deveriam ter autonomia para definir os conteúdos pedagógicos que consideram necessários à formação de seus alunos. Defendendo essa tese e se empenhando para evitar o desfiguramento do ensino básico, alguns colégios particulares decidiram fazer lobby para desbastar os currículos. A ideia é que as novas disciplinas sejam lecionadas como parte das disciplinas básicas, sem necessidade de aulas exclusivas para os chamados temas sociais.

A iniciativa parece estar dando certo. Em São Paulo, por exemplo, o Conselho Estadual de Educação acaba de emitir um parecer permitindo que os conteúdos de filosofia e sociologia sejam dados dentro de outras disciplinas - como história. É um exemplo a ser seguido pelos outros Estados.

sábado, 21 de agosto de 2010

Os embromadores de sempre, em busca de eleitores inocentes...

Infantilismo e controle
MERVAL PEREIRA
O GLOBO, 21/08/10

A infantilização do eleitorado brasileiro denunciada pela candidata do Partido Verde, Marina Silva, é um dos sustentáculos da alta popularidade do presidente Lula. E a campanha eleitoral vai se desenrolando de acordo com os planos desenhados por ele à imagem e semelhança do seu governo, praticando o que talvez seja o maior mal que esteja fazendo ao país: a esterilização da política.

O controle dos partidos através da distribuição de cargos e de métodos mais radicais como o mensalão neutraliza a ação congressual, permitindo a formação de uma aliança política tão heterogênea quanto amorfa, com partidos que em comum têm apenas o apetite pelos benefícios que possam obter apoiando o governo da ocasião.

A quase unanimidade a favor se deve também ao assistencialismo e à cooptação dos “movimentos sociais”, de um lado, e de outro a uma política econômica que aumenta os gastos com juros, Previdência e programas assistenciais.

Uma frente que tem, num extremo, o setor financeiro e, no outro, os mais pobres, numa estranha aliança dos rentistas do Bolsa Família com os rentistas financeiros.

O pragmatismo que rege essa maneira de fazer política fez com que o PT engolisse a candidata oficial, tirada da cartola do ilusionista Lula e literalmente maquiada pela equipe de marqueteiros, que vende ao eleitorado uma persona política tão falsa quanto a favela cenográfica do programa de estreia do candidato do PSDB.

A ex-guerrilheira, durona e de trato difícil, transformouse em tempo real numa senhora simpática que quer se tornar “a mãe” do Brasil.

O governo Lula vem acelerando sua transformação, neste segundo mandato, na direção de um Estado nacionalista, populista e patrimonialista, dependente cada vez mais da vontade do líder carismático, que não aceita os limites da lei, muito menos críticas. E se considera “o pai” do “seu” povo.

A autoestima exagerada provoca sentimento de onipotência que faz o seu possuidor acreditar estar acima das regras que o constrangem.

Na política, pode produzir ditadores ou, no nosso caso, uma versão pós-moderna do caudilhismo latino-americano, que o ex-presidente Fernando Henrique Cardoso definiu como um “subperonismo lulista”.

Essa geleia geral que hoje apoia a candidatura oficial pode ter o mesmo destino do peronismo argentino na era pós-Lula que se avizinha, com diversos grupos disputando o espólio político do lulismo.

E Lula, fora do governo, querendo controlar os cordéis de seu fantoche.

Ao mesmo tempo em que aprofunda suas críticas aos órgãos fiscalizadores do Estado, como o Ibama, o Tribunal de Contas da União (TCU) ou até mesmo o Tribunal Superior Eleitoral (TSE), tentando constrangê-los, o presidente Lula insiste na tentativa de neutralizar os veículos da grande imprensa, no pressuposto de que, com sua imensa popularidade, pode controlar a opinião pública.

Não é suficiente uma nota oficial para garantir a liberdade de expressão, quando há tentativas concretas, desde o início do governo, de “democratizar” os meios de informação, uma ideia recorrente que vem sendo derrotada desde que primeiramente foi oferecida a debate, com a proposta de criação de um Conselho Nacional de Jornalismo, que fiscalizaria os jornalistas para evitar “desvios éticos”.

Ela ressuscitou com a aprovação, na Conferência Nacional da Comunicação (Confecon), de um Observatório Nacional de Mídia e Direitos Humanos para monitorar a “mídia” e é similar à proposta contida no Programa Nacional de Direitos Humanos de punir os órgãos de comunicação que transgredirem normas a serem ditadas por um conselho governamental.

A questão é que, quando o governo fala em democracia, não está se referindo aos regimes em vigor no mundo ocidental, mas aos regimes bolivarianos gerados a partir do autoritarismo chavista na Venezuela, onde Lula acha que há “democracia até demais”.

Não é simples coincidência que tanto lá quanto na Argentina dos Kirchner os meios de comunicação são perseguidos ou coagidos com base em legislações nascidas de poderes cada vez menos democráticos.

E também não é mera coincidência que esses regimes esquerdistas da América do Sul tenham sua gênese no Foro de São Paulo, uma reunião da esquerda da América Latina que Lula e Fidel Castro organizaram em 1990 para o estabelecimento de uma estratégia comum, na definição do próprio Lula em discurso.

O problema é que o Foro de São Paulo abrigava na sua fundação não apenas partidos políticos de vários matizes da esquerda, mas também organizações guerrilheiras como as Forças Armadas Revolucionárias da Colômbia (Farcs) ou a Unidade Revolucionária Nacional Guatemalteca (UNRG), consideradas terroristas, acusadas de tráfico de drogas e outras atividades criminosas.

Negar a relação do PT com as Farcs é imaginar que não existam registros confirmando, como uma entrevista de Raul Reys, o número dois das Farcs que morreu recentemente em confronto com o exército da Colômbia, contando como conheceu Lula num desses encontros.

As Farcs classificaram certa vez em nota oficial o Foro de São Paulo como “uma trincheira onde podemos encontrar os revolucionários de diferentes tendências, e diferentes manifestações de luta e de partidos (...)”.

A continuidade dessa política de aparelhamento do Estado é o que está em jogo nestas eleições, e é por isso que o presidente Lula está tão empenhado em vencêlas, e não apenas elegendo sua candidata à Presidência da República.

A estratégia de tentar influenciar a eleição do Congresso, sobretudo a do Senado, tem por trás o desejo de abrir caminho para aprovar legislação que aumente o controle do governo sobre o Estado brasileiro e, eventualmente, sobre a sociedade, através da “democracia direta”, à base de plebiscitos.

Telecomunicações: como o governo rouba a sociedade...

Quem diz não sou eu, mas um respeitado colunista e especialista em telecomunicações. Acho que não preciso acrescentar uma linha sequer ao que ele disse, apenas confirmar que o governo nos faz de idiotas, de idiotas, de ingênuos inúteis, pois sequer sabemos defender o nosso patrimônio, contra esse assalto declarado e aberto do Estado.
Paulo Roberto de Almeida

Um confisco de R$ 362 bilhões
Ethevaldo Siqueira
Estado de São Paulo, 08/08/2010)

Os adversários do modelo privatizado das telecomunicações inventaram a palavra privataria, uma mistura de privatização e pirataria, para desqualificar o processo de desestatização do setor, levantando suspeitas sobre sua lisura. Pura mentira e desespero, por falta de argumentos. Mesmo diante de uma expansão de quase 900% da infraestrutura setorial, em 12 anos, os defensores do velho monopólio estatal ainda falam em privataria.

Mostro neste artigo a incrível ganância estatal, em relação às telecomunicações do País. E começo com uma pergunta: “Você sabia, leitor, que nós, assinantes e usuários de telefonia fixa e móvel – cidadãos como eu e você – já recolhemos R$ 330 bilhões de impostos aos cofres do governo, ao longo dos últimos 10 anos (2001-2010)”?

Pois bem, mesmo depois de ter vendido suas ações nas empresas de telecomunicações, o maior sócio de todo o setor continuou a ser o Estado brasileiro, pois arrecada anualmente nesse setor o correspondente a 10 vezes o lucro líquido de todas as operadoras de telefonia fixa e celular juntas.

As distorções crescem e se agravam ano a ano, com a elevação das alíquotas de tributação sobre serviços de telefonia fixa e móvel, e que hoje são as maiores do mundo (43% sobre o valor dos serviços). Só a Turquia comete equívoco semelhante, ao tributar suas telecomunicações em 42%.

É claro que, com menos impostos, o preço dos serviços poderia ser bem menor e as tarifas telefônicas brasileiras não seriam consideradas as mais caras do mundo.

E pior do que isso: em lugar de investir nesse setor vital, o Estado brasileiro prefere usar as telecomunicações como uma vaca leiteira, uma mina de ouro, da qual retira e confisca o máximo. Nessas condições, não poderia haver melhor negócio no mundo para o governo do que a privatização do velho Sistema Telebrás.

Assalto
Além dos R$ 330 bilhões de impostos arrecadados nesta década, o Estado retira muitos outros bilhões da telefonia. Acompanhe, leitor, a demonstração, passo a passo, dos números referentes a tudo que tem sido retirado e arrecadado de nossos bolsos e do setor pelo Estado brasileiro, desde os leilões, vendas de licenças, impostos e fundos setoriais não aplicados.

Ao privatizar, o governo brasileiro vendeu o controle da antiga Telebrás por R$ 22,2 bilhões e ainda faturou mais R$ 20,1 bilhões com os leilões de licenças de celulares e faixas de frequências. Em seguida, reformulou os tributos (em especial o ICMS) para ampliar a arrecadação e chegar aos R$ 330,4 bilhões recolhidos nesta década. Esse enorme confisco tem ocorrido ao longo dos últimos 10 anos, sendo dois anos do governo FHC, de 2001 a 2002, e oito anos no governo Lula, de 2003 a 2010.

Mas a sangria do setor não termina aí. Além desse montante, o governo federal ainda embolsou no mesmo período mais R$ 32 bilhões que pertenciam a três fundos setoriais, assim distribuídos: a) R$ 22 bilhões do excesso de arrecadação do Fundo de Fiscalização das Telecomunicações (Fistel), b) R$ 8 bilhões correspondentes à totalidade da arrecadação do Fundo de Universalização das Telecomunicações (Fust,) e c) R$ 2 bilhões dos recursos excedentes do Fundo de Tecnologia de Telecomunicações (Funttel).

Ilegalidade total
Esse confisco de R$ 32 bilhões dos fundos setoriais é um exemplo de ilegalidade flagrante, pois esses recursos são carimbados, com destinação legal certa e obrigatória. Deveriam, portanto, ter sido aplicados integralmente em fiscalização, universalização dos serviços e pesquisa tecnológica. Mas não foram. Na linguagem vulgar, esses R$ 32 bilhões foram para o ralo. Ou seja, para a vala comum do superávit fiscal.

Imagine, agora, o que teríamos hoje de modernização setorial se, por hipótese, o governo tivesse investido os R$ 32 bilhões e a fatia de apenas 10% dos R$ 330 bilhões de impostos arrecadados (R$ 33 bilhões), num grande projeto de banda larga e inclusão digital.

Seriam R$ 65 bilhões (o equivalente a US$ 37 bilhões), quantia suficiente para implantar uma das infraestruturas de banda larga mais avançadas do mundo, tão moderna quanto a do Japão ou da Coreia do Sul.

Por outras palavras, com esse investimento, poderíamos ter assegurado ao País uma penetração de banda larga da ordem de 80 ou 90% de seus domicílios, bem próxima da que têm os países mais desenvolvidos.

Balanço final.

Agora, caro leitor, some os R$ 330 bilhões de tributos escorchantes ao confisco de R$ 32 bilhões dos fundos e terá o total de R$ 362 bilhões. Eis aí o grande mal que o governo federal tem feito contra as telecomunicações, segundo dados oficiais da Agência Nacional de Telecomunicações (Anatel), Tesouro Nacional (Siafi), Confaz, revelados em estudo do Sindicato das Empresas Operadoras de Telecomunicações (Sinditelebrasil).

Faça um teste, leitor. Pergunte ao cidadão comum se ele sabe quanto paga de impostos em sua conta de energia elétrica, gasolina, alimentos essenciais, água, transportes ou na conta de telefone fixo ou celular.

“Impostos? Sei, não” – responderá o pobre cidadão alienado. Como tanta gente neste País, ele não sabe nada.

É dessa inconsciência que se aproveitam todos os governos perdulários e populistas, ao longo da história.

The END is not the end... (com perdão pelo trocadilho...)

Sim, um trocadilho infame com a grandiosa Estratégia Nacional de Defesa, publicada no final de 2008, e que não é absolutamente uma estratégia, é muito pouco de defesa e que apenas é, prosaicamente, nacional (talvez exageradamente).
Enfim, apenas para chamar a atenção -- já que acabo de receber o aviso -- para a publicação deste meu trabalho:

A Arte de NÃO Fazer a Guerra: novos comentários à Estratégia Nacional de Defesa
Meridiano 47 (vol. 11, n. 119, junho 2010, p. 21-31; ISBN: 1518-1219)
link para o boletim: http://meridiano47.files.wordpress.com/2010/08/v11n119.pdf;
link para o artigo: http://seer.bce.unb.br/index.php/MED/article/view/638/407.
Originais n. 2066; Publicados n. 972

Uma sugestao: fechar a porta aos anônimos...

Leio num blog português, que talvez tenha inteiramente razão:

Anónimos ficam à porta
Este blog não aceita comentários anónimos, de qualquer tipo.


Vou pensar nisso; acho que vou ter menos material a processar (de qualquer tipo de qualidade, do bom, do mau e do feio...)

Refletindo...

Debate sobre a Politica Externa - Revista Epoca

O papel da política externa
Da Redação
Revista Época, Sábado, 21 de agosto de 2010

O Brasil entrou na década de 2000 com uma indiscutível liderança dentro da América do Sul. Em 2002, veio a candidatura à Presidência de Luiz Inácio Lula da Silva, cujo programa de governo falava em reforçar os laços diplomáticos com nossos vizinhos, mas também se referia à política externa como “indispensável para garantir a presença soberana do Brasil no mundo”. Com Lula eleito, a diplomacia ganhou novos contornos.

O presidente passou a usar seu carisma para tentar ampliar a voz do Brasil em organismos multilaterais. Beneficiado pelo bom momento econômico do país, Lula conseguiu atrair a atenção de líderes mundiais. Em abril do ano passado, durante a reunião do G20 em Londres, o presidente dos Estados Unidos, Barack Obama, se dirigiu a ele com a frase “Este é o cara!”, que acabou se tornando um símbolo do prestígio internacional obtido pelo Brasil nos últimos anos.
Pool Kirsty Wigglesworth
PRESTIGIADO
O presidente Lula sentado ao lado da rainha britânica, Elizabeth II, e à frente do presidente americano, Barack Obama, durante a reunião do G2), em 2009. O Brasil tenta se consolidar entre os grandes da diplomacia mundial

O “ativismo diplomático” do governo Lula também recebeu críticas da comunidade internacional. Os EUA discordaram do abrigo dado pela embaixada brasileira em Honduras ao presidente deposto Manuel Zelaya, o que teria alongado a crise institucional naquele país. Os americanos e outras potências ocidentais, como França e Reino Unido, também ficaram contrariados com a ideia de Lula de se apresentar como mediador do conflito árabe-israelense e, mais recentemente, com a resistência de nossa diplomacia em relação a sanções contra o programa nuclear do Irã. Diante disso, como o próximo presidente deve equilibrar o protagonismo crescente do Brasil e a convivência com antigas potências diplomáticas? Que parâmetros a política externa brasileira deve seguir nos próximos quatro anos? Essas perguntas estarão em pauta no quarto ÉPOCA Debate 2010, que aborda os temas mais importantes na agenda dos candidatos à Presidência da República. A discussão, aberta à participação de leitores, será no dia 31 de agosto, às 16h30, no auditório da Editora Globo, em São Paulo. Os convidados para este ÉPOCA Debate – Política Externa são Samuel Pinheiro Guimarães, ministro da Secretaria de Assuntos Estratégicos da Presidência e ex-secretário-geral do Itamaraty; Rubens Barbosa, ex-embaixador do Brasil em Londres e Washington; e Amaury de Souza, cientista político e autor do livro A agenda internacional do Brasil: a política externa brasileira de FHC a Lula.

Os três primeiros debates foram sobre Justiça e segurança pública, educação e saúde. O quinto e último será sobre o papel do Estado. Todos serão gravados e estarão disponíveis em epoca.com.br. As inscrições podem ser feitas pelo telefone (11) 3767-7325 begin_of_the_skype_highlighting (11) 3767-7325 end_of_the_skype_highlighting ou por meio de um formulário em epoca.com.br/inscricao.

ÉPOCA DEBATE
* Política Externa
* Participação
* - Samuel Pinheiro Guimarães
* Ministro da Secretaria de Assuntos Estratégicos da Presidência
* - Rubens Barbosa
* Ex-embaixador do Brasil em Londres e Washington
* - Amaury de Souza
* Cientista político e autor do livro A agência internacional do Brasil

* Data: 31 de agosto (terça-feira)
* Horário: 16h30
* Local Editora Globo
* Endereço Av. Jaguaré, 1485, 7ºandar, São Paulo, SP
* Inscrições: tel. (11)3767-7325 begin_of_the_skype_highlighting (11)3767-7325 end_of_the_skype_highlighting ou pelo site epoca.com.br/inscricao

* (As inscrições serão feitas até o limite de vagas do auditório que tem capacidade para 92 pessoas.)

Poetas e diplomatas... (tudo a ver?)

Não, não vou falar da "promoção" de Vinicius de Moraes a "embaixador", embora ele seja citado nesta bela poesia que transcrevo abaixo.
Alertado por meu colega blogueiro e diplomata -- acho que na ordem inversa -- Francisco Seixas da Costa, que sempre traz coisas muito boas no seu "Duas ou Três Coisas...", descobri, em um seu post sobre Diplomacia e Poesia, essa junção de duas coisas que sempre caminharam juntas: a diplomacia e a poesia, tanto porque os diplomatas são algo como os poetas da Realpolitik, ou os realistas da Idealpolitik, quanto porque eles não se cansam de encontrar palavras bonitas para feias realidades...
Enfim, sou de opinião que, independentemente de suas qualidades enquanto grande poeta, grande letrista, incomparável bebum, Vinicius nunca poderia ter sido promovido a embaixador, razão pela qual coloquei essas expressões entre aspas, no começo deste post. Tratou-se de uma promoção política, administrativa e técnicamente irregular, que poderia ser desmantelada por qualquer órgão de controle da legalidade dos atos (mas que, no Brasil atual, se preocupa com a legalidade dos atos do governo?), feita mais para dar uma gorda pensão -- e provavelmente uma grande "indenização" retroativa -- a suas duas filhas, do que para reparar uma grande injustiça.
Mas deixemos essa questão de lado para apreciar esta crítica dos costumes poético-diplomáticos em forma de poesia, justamente, embora vagamente depreciativa, talvez comme il faut...
Paulo Roberto de Almeida

Divertimento
Blog Tim Tim no Tibete
Thursday, August 19, 2010

Um diplomata só já é risível;
poeta e diplomata, isso é demais!

Fica bem nas fronteiras do incrível:
Vinícius e Cabral não quero mais!

Foi você que pediu Octavio Paz?
Não sei o que ele fez nem o que faz.

Poetas são patetas com plumas
e diplomatas são coisas nenhumas.

Claudel que vá rezar avé marias
e o Perse consertar as avarias

que fez à Resistência no exílio.
Não pensem que esquecemos o Abílio

Guerra Junqueiro, toda uma ameaça:
o Rei a cair morto numa praça!

Poetas diplomatas, vão pastar!
Poetas presidentes?! Nem pensar...

E não julguem que sou qualquer reaça!
Eu sou da nobre estirpe de um talassa...

Posted by Alcipe at 9:06 AM

Nunca antes naquele pais, a censura foi tao escabrosa...

...ou talvez sim: na época do ditador Perez Jimenez, como lembra o Estadão nesta matéria que também já foi objeto de um post neste blog, poucos dias atrás. O foco: a censura exercida por um juiz a serviço do caudilho sobre os jornais, que estão apenas estampando a realidade.
Em todas as ditaduras, é proibido refletir a realidade.
Todos tem de viver a ilusão pautada pela propaganda oficial.
Mais um pouco essa tendência vai se espalhar pelo continente. Na Bolívia, no Equador, na Argentina já se constata a disseminação desse virus.
Tem gente que gosta...
Paulo Roberto de Almeida

O arrocho de Chávez
Editorial - O Estado de S.Paulo
21 de agosto de 2010

A publicação, pelo jornal El Nacional de Caracas, de uma foto de 12 cadáveres empilhados no necrotério da capital - para denunciar a omissão do governo de Hugo Chávez diante da escalada da violência criminal na Venezuela - resultou esta semana na imposição explícita da censura a toda a imprensa do país, depois limitada a dois jornais de Caracas. É o mais grave ato repressivo do gênero desde os tempos do ditador Marcos Pérez Jiménez, nos anos 1950. Com uma peculiaridade: a mordaça valerá de início por um mês. Isso porque haverá eleições parlamentares na Venezuela em 26 de setembro, e a questão da segurança aflige como nenhuma outra o eleitorado da nação vizinha.

Não é para menos. Sob Chávez, a criminalidade alcançou níveis atualmente sem paralelo na América do Sul. Embora o governo tenha cessado de divulgar estatísticas sobre o assunto - na fútil tentativa de ocultar da população o que ela sabe por experiência própria na sua vida cotidiana -, cálculos extraoficiais revelam que em 2009 o número de homicídios no país superou 16 mil, com 50 mil feridos. Em julho último, 465 pessoas (ou 15 a cada dia) foram assassinadas, apenas em Caracas. Estima-se que o arsenal em poder da bandidagem soma 6 milhões de armas. Na Venezuela, o crime compensa: 91% dos atos de violência armada permanecem impunes.

Na República Bolivariana, o regime controla de tal modo o Judiciário que pode contar com a instituição para dar um verniz de legitimidade aos seus movimentos liberticidas. Assim foi no caso do oposicionista El Nacional. (Ou no caso do Tal Cual, outro jornal que se opõe ao caudilho, que reproduziu a foto do necrotério repleto.) Tão logo Chávez investiu contra o matutino, acusando-o de ter divulgado uma imagem "pornográfica", numa "manipulação politiqueira do tema da violência", o Tribunal para a Proteção da Criança e do Adolescente vedou a publicação de textos e fotos relativos, entre outras coisas, a "incidentes sangrentos e grotescos, armas, mensagens de terror, atos de agressão física e batalhas".

A reação do El Nacional foi vigorosa. Sob a manchete Proíbem publicar imagens e notícias sobre a violência, o diário carimbou a palavra "censurado" nos espaços em branco reservados para duas fotos. Uma legenda resumia a tragédia venezuelana: Se aqui houvesse uma foto, vocês veriam um pai chorando por um filho que morreu. O proprietário e editor-chefe do jornal considerou a censura uma arbitrariedade que viola a Constituição. "Foi uma decisão política", disse ainda, aludindo à campanha eleitoral em curso no país e ao problema que mais afeta a popularidade de Chávez. "A decisão judicial peca por amplitude e imprecisão", comentou a organização de defesa da imprensa Repórteres sem Fronteiras.

As incursões do autocrata contra a liberdade de informar nada têm de novo. Em 2007, o governo se recusou a renovar a concessão da rede RCTV, que acabou fechada. Tiveram o mesmo destino 40 emissoras de rádio. O caso talvez mais escabroso é a perseguição movida à TV Globovisión, cujo dono, Guillermo Zuloaga, fugiu do país depois de ter sido preso em março. Chávez anunciou que pretende adquirir o controle acionário da emissora. "Mas nunca vimos uma atitude como esta", ressalta o professor Marcelino Bisbal, da Universidade Católica Andrés Bello, de Caracas. Provavelmente porque parece haver um elo entre a indiferença do governo à violência urbana e os subterrâneos do poder chavista.

Há pouco, a CNN levou ao ar o documentário espanhol Los Guardianes de Chávez sobre os grupos paramilitares como Los Colectivos, La Piedrita e Los Carapaicas, que formam uma espécie de força pretoriana do caudilho que intimida, quando não aterroriza, a oposição ao chefe. Um número indeterminado, porém não desprezível, de seus integrantes mantém relações com organizações criminosas ou fazem parte eles mesmos das quadrilhas. Outra tropa de choque são as milícias camponesas apoiadas e armadas pelo autocrata. Como era de prever, ele atribuiu as denúncias a uma tentativa golpista. "Este tema da violência, do crime", investiu, "converteu-se num fator antirrevolucionário de peso." Na realidade, é um pretexto para o arrocho. Mais um.

Nunca antes "nestepaiz", a Petrobras foi tao manipulada (erraticamente)

Parece incrivel a capacidade de certos aprendizes de feiticeiro de atrapalhar negócios que deveriam ser conduzidos como... negócios.
Uma empresa que deve cumprir objetivos políticos, para um governo errático, deixa de ser uma empresa, para ser um braço de aventuras ideológicas para neófitos e ideólogos equivocados.
Poucos dias atrás já postei aqui uma matéria sobre os sonhadores da ANP, que pretendem estipular preços políticos, a partir de um achismo verdadeiramente irresponsável.
Paulo Roberto de Almeida

A imagem da Petrobrás
Editorial - O Estado de S.Paulo
21 de agosto de 2010

Nenhum crítico ou inimigo da Petrobrás conseguiu, em mais de meio século, prejudicar tanto a imagem da empresa quanto o governo do presidente Luiz Inácio Lula da Silva, com suas trapalhadas em torno da exploração do pré-sal. Em busca de recursos para o mais ambicioso de seus projetos, a maior estatal brasileira perde espaço no mercado de capitais, em vez de mobilizar investidores para um empreendimento de proporções extraordinárias. Cerca de um quarto do valor de suas ações se evaporou desde o começo do ano. A perda chega a 30%, aproximadamente, se for contada a partir do último pico, em 1.º de dezembro do ano passado. O Fundo Soros, seu maior acionista privado até há pouco tempo, vendeu todos os papéis da estatal. Já não tinha nenhum em 30 de junho, segundo informou nesta semana à Security Exchange Comission, reguladora do mercado de ações dos Estados Unidos. A explicação da venda é óbvia: quem pode estar seguro, diante da imensa confusão criada pelas autoridades brasileiras em torno da capitalização da empresa? O megainvestidor George Soros não está sozinho. Na semana passada, o Banco UBS recomendou a seus clientes a venda de papéis da Petrobrás.

A União, controladora da empresa, deve participar de sua capitalização fornecendo-lhe 5 bilhões de barris de petróleo do pré-sal, um ativo ainda escondido no Atlântico, a milhares de metros de profundidade. Esse foi o caminho definido há meses pelo governo, mas ainda não há acordo sobre o preço de cada barril. Avaliações encomendadas pela Petrobrás e pela Agência Nacional do Petróleo (ANP) indicaram valores muito diferentes - entre US$ 5 e US$ 6, num caso, e entre US$ 10 e US$ 12, no outro. Se prevalecer um preço considerado alto pelo mercado, os acionistas particulares poderão ser desestimulados, porque será difícil manter sua participação no capital ou, pelo menos, evitar uma redução muito grande.

Mais que um impasse entre a empresa e a ANP, a disputa sobre o valor daqueles barris é um fator de insegurança para os investidores. Além de tornar o quadro muito confuso, o desentendimento reforça o temor do viés político nas decisões sobre o pré-sal e sobre o papel da Petrobrás. Esse viés tem sido perceptível desde o início das discussões, em Brasília, sobre a exploração dos enormes depósitos de petróleo e gás descobertos em águas brasileiras.

Uma assembleia de acionistas aprovou a emissão de papéis para captação de até US$ 150 bilhões. A operação foi adiada de julho para setembro e já há dúvidas sobre o cumprimento do novo prazo. O presidente Lula, segundo fontes próximas da Presidência da República, poderá optar pelo adiamento de qualquer decisão, para evitar um debate complicado às vésperas das eleições. Ele teme, segundo as fontes, criar problemas para a candidata Dilma Rousseff. Esse risco seria menor, se o governo houvesse tratado a questão do pré-sal com mais objetividade e menos ideologia.

A questão ideológica jogou para segundo plano a questão essencial: a exploração eficiente, segura e lucrativa da riqueza do pré-sal. Ao ressuscitar bandeiras dos anos 50, o governo simplesmente desviou o foco do planejamento e dificultou a mobilização de capitais.

Mas a confusão de objetivos se tornou mais perigosa quando o governo resolveu converter a Petrobrás num instrumento de política industrial. Ao forçar a nacionalização de uma porcentagem dos bens e equipamentos destinados à pesquisa e produção no pré-sal, Brasília acrescentou um peso econômico e um problema tecnológico a um empreendimento já muito caro e complicado. A Petrobrás até defendeu essa política, mas em pouco tempo anunciou a impossibilidade de cumpri-la integralmente.

O governo e a ANP insistem, no entanto, em misturar o projeto do pré-sal com sua nova e improvisada política industrial. A participação dos produtos nacionais poderá ser mais modesta na fase de exploração, mas não na etapa de produção. A meta de conteúdo local deverá constar, informa-se em Brasília, do contrato de capitalização. Essa mistura seria mais uma prova de incompetência gerencial e de absoluta desorientação na fixação de objetivos estratégicos.

G20 na Coreia do Sul: uma agenda cheia de deja-vus e platitudes

O site Korea.net acaba de publicar os grandes temas para a agenda do encontro de cúpula do G20 a ser realizado na Coréia do Sul.
Acho que tem para todos os gostos, dentro do politicamente correto. A destacar o penúltimo item, abordando energia e anti-corrupção. Não sei se é intencional, ou seja, buscar uma corrupção mais energética, ou colocar mais energia na luta contra a corrupção. Vai lá saber...
Em todo caso, já sabemos o que esperar: aquelas declarações mornas, cheias de boas intenções, para que cada país continue a fazer exatamente o que estava fazendo antes...
Paulo Roberto de Almeida

Key phrases for the G20 Summit revealed
Korea.net, Aug. 17, 2010

The key phrases for the G20 Financial Summit meeting have been disclosed. The Presidential Committee for the G20 Seoul Summit explained that the new phrase “Shared Growth Beyond Crisis” reflects the main theme of the G20 Summit, which aims to establish a framework for strong, sustainable balanced growth worldwide.

The agenda for the G20 Summit was classified into eight categories: ▲ global economy ▲cooperative framework for balanced growth ▲reform of the international financial regulatory system ▲modernization of international financial institutions and the global financial safety net ▲development ▲trade and investment ▲energy and anti-corruption ▲ business summit.

The government has already held a high level working group meeting in Seoul on July 19 and 20, followed by the Sherpa meeting from July 20 to22. The high-level meeting, attended by some 100 representatives from member nations and global institutions, discussed specifying the existing agendas and decided on the future directions for talks.

The Sherpa meeting, which is a closed-door event, was attended by another 100 deputy representatives and aides from member nations and relevant institutions to review the general direction for the G20 agenda. The name of the meeting is derived from the Sherpas of the Himalayas, guides and porters for those who seek to scale the mountains.

The Presidential Committee will continue to hold preparatory meetings related to finance, budget, energy, and development, and seek the advice of other countries to coordinate before the official meeting.

By Kim Hee-sung
Korea.net Staff Writer

A cultura das "facilidades" academicas: uma praga universal

Volta e meio eu recebo uma oferta de algum serviço qualquer para me "ajudar" a escrever minha monografia de graduação, ou talvez até a dissertação de mestrado. Também são proverbiais esses pequenos anúncios em murais de faculdades no Brasil que prometem salvar alguns alunos do desespero da redação da monografia final.
Já condenei um aluno por cópia "criativa" de materiais da internet em trabalho de mestrado, e não costumo hesitar em casos de plagiarismo deliberado: reprovação e exclusão, o que é o mínimo que um copiador contumaz merece como punição.
Mas esse tipo de serviço de redação não é exclusivo do Brasil, ou dos países com regras "flexíveis", digamos assim, de propriedade intelectual e de "produtividade" universitária.
Os Estados Unidos estão bem à frente do Brasil na promoção de serviços desse tipo, como constatei ao cair, por acaso, neste site.
Não pretendo fazer publicidade, mas me pareceu bem organizado e bastante profissional; ou seja: o candidato a ter seu trabalho redigido sem esforço pode recorrer a esse tipo de serviço sem temor de violação do direito autoral de algum autor, segundo se anuncia.
Provavelmente são estudantes universitários de final de curso, ou de pós-graduação que encontraram uma maneira intelectual de ganhar um dinheiro extra, escrevendo ensaios originais sob encomenda.
No serviço público, especialmente na diplomacia, é o que mais ocorre, aliás: todo embaixador, barão da diplomacia, possui seu exército de ghost-writers, ou de nègres, como dizem os franceses, para redigir discursos, artigos de imprensa, por vezes até livros.
Em minhas encarnações prévias como secretário, talvez até como conselheiro de carreira, já fiz muito texto para outros colegas graduados, tudo devidamente registrado (mas nåo divulgado). Era, digamos assim, uma obrigação, tanto que um dos motes do Itamaraty nesse setor de serviços especializados reza mais ou menos assim: "você só assina artigos quando não mais os escreve".
Creio que é uma prática mais comum do que aparente, e os praticantes geralmente usam aquela linguagem melosa, o diplomatês, que diz muito e não explica absolutamente nada: cooperação ampliada, aumento das relações bilaterais, amizade entre nossos dois povos, sólida história de interesses partilhados, progresso conjunto, coordenação em foros multilaterais, construção de novas vias para o desenvolvimento recíproco, garantias de paz e de estabilidade, defesa do regime democrático, respeito aos direitos humanos, promoção de laços culturais, reforço das instituições multilaterais, construção de um mundo de prosperidade, enfim, o bullshit habitual nesse tipo de "negócio".
Confesso que nunca fui capaz de escrever nessa linguagem empolada e jamais me pediram para "enriquecer" o texto com aqueles adjetivos supérfluos, tanto porque eu não o faria, assim como seria incapaz de mentir descaradamente a respeito de algum ditador, por exemplo. Quando me pediram para escrever algo de que eu discordava, por razões de princípio, simplesmente nunca o fiz, e nunca me arrependi de ter recusado.
Um dia vou fazer a minha listagem em claro de "trabalhos para terceiros", mas vou esperar os clientes sairem de cena, pelo menos.
É o que se pode chamar de trabalho não remunerado, inevitável em certas circunstâncias...
Paulo Roberto de Almeida
(Zhengzhou, 21 de agosto de 2010)

Brazil on the Rise - Larry Rohter

Brazil: The view from Rio
The Economist, August 18, 2010

Brazil on the Rise: The Story of a Country Transformed
By Larry Rohter
Palgrave Macmillan; 304 pages; $27 and £18.99.

Political strategists sometimes say that voters can hold only three things in their minds about a candidate. So candidates spend quite a bit of time determining what those three will be; once they have become known as a technophobe, an arugula muncher or a flip-flopper, the perception is hard to shift. The same might be true of countries. For Brazil, the three are forests, sex and football.

That the world's fifth-largest country (by population) and eighth-largest economy (in real terms) is often perceived by foreigners as a giant Club Med resort is partly thanks to foreign correspondents reporting on Brazil, who often feel they have to start with what readers back home know about the place and go from there. Larry Rohter, the New York Times correspondent from 1999 to 2007, used to be an exponent of this approach. The only trouble with it is that it explains only part of the country, part of the time.

"Brazil on the Rise" is an attempt to go deeper, putting the country as it is now in the context of Brazil's recent history, with anecdotes from Mr Rohter's notebooks sprinkled on top. These are the best thing in the book. "I have found soccer fields even in the poorest and most remote places, including tribal reservations in the Xingu where Indians wear nothing but a penis sheath and a T-shirt with the colours of a popular team, such as Flamengo or Palmeiras," writes Mr Rohter. This is worth far more than the surrounding passages of cod sociology on why football is like sex.

The book begins by posing three questions about Brazil that interest both foreigners and Brazilians. Why is the place so tolerant? Why is there so much inequality? And is there racism in Brazil?

To answer the first two it is necessary to peel away layers accumulated over 510 years since a band of Portuguese explorers landed in what is now Bahia state. But "Brazil on the Rise" is not a history book. Mr Rohter does, however, make a determined attempt to answer the third, arguing that Brazil has the same sort of racism that America suffered from. People who say otherwise, he suggests, are making the problem worse by burying it.

In support of his view, he cites the horrible case of Luciano Ribeiro, a cyclist who was run over and killed by a white driver in 1996. The motorist later told witnesses that he had run over "a black guy on a stolen bicycle". This might be evidence of racism, or it might be evidence of a sneering attitude made more common by extreme income inequality. Without recourse to some data it is hard to know. Some Brazilian employers may discriminate against people with darker skin. But the kind of hard racism that blighted America is foreign to Brazil.

Mr Rohter's other judgments on the causes of Brazil's current good fortune are hard to argue with. He rightly castigates President Luiz Inácio Lula da Silva for the shortcomings of his foreign policy (which include a bizarre wish to acquire a nuclear-powered submarine to defend the country's oil rigs), while praising him for keeping in place the reforms of his predecessor, Fernando Henrique Cardoso.

One topic where Mr Rohter leaves the consensus behind (and rightly so) is in his assessment of Fernando Collor, president from 1990 until he was impeached in 1992. Mr Collor tends to be remembered for his good looks, loopy economic policies and the giant scams run by his bagman, Paulo César Farias, that brought him down. Yet in his brief time in office Mr Collor began the opening up of Brazil's economy, ran an enlightened environmental policy and thwarted the army's plans to develop a nuclear weapon.

For some time there has been a gap in the market for a good English book on Brazil. "Brazil on the Rise" tells the reader a lot while managing to reinforce many clichés. The author is great on popular culture and beaches, less inspired on the nuts and bolts of economics and politics. The best bits are where he dusts off his old notebooks and finds stories that bring Brazil alive. But his book does not quite plug that gap.