O autor, um argentino, dá um ar de tangos e tragédias a este seu artigo razoavelmente dramático sobre a atualidade patética, confusa, do Mercosul. Ele acha que o drama novelesco atual tem sabor de geopolítica e cores de importância estratégica, quando só é o resultado da confusão mental que predomina atualmente em certas mentes emboloradas.
Não consigo, de minha parte, levar a sério a série de trapalhadas rocambolescas protagonizadas por certos dirigentes do bloco: penso que tudo é o resultado de equívocos monumentais, adotados à la legère por gente que não leu os tratados fundacionais, confundiu alhos com bugalhos, foi atender a reclamos bolivarianos e se atrapalharam um bocado nessa ópera bufa com pretensões de tragédia circense.
Enfim, tem gente que leva a sério tudo isso, que ainda vai nos fazer rir, em algum momento do futuro intermédio. No curto prazo a tragédia, no médio o tango, no longo a ópera cômica...
Paulo Roberto de Almeida
POR JUAN GABRIEL
TOKATLIÁN DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLITICA Y ESTUDIOS
INTERNACIONALES DE LA UNIVERSIDAD DI TELLA
Clarín (Argentina), 9/07/2012
La decisión, que se hará efectiva en la próxima reunión del Mercosur en Brasil, de que Venezuela se convierta
en miembro pleno del bloque adquiere significado político con la nueva
modalidad de golpe desplegada en Paraguay, aunque trasciende lo acontecido
allí.
Más temprano que tarde habrá un contexto turbulento en Caracas : ante el
escenario del fallecimiento de Hugo Chávez, el potencial de inestabilidad
crecerá. Nada indica, hasta ahora, que aliados y opositores internos hayan
fijado “reglas” mínimas para una transición incruenta. Todo hace prever que lo
que acontezca contará con el interés y la participación de varios actores externos
tanto de la región como de Estados Unidos. Muchos protagonistas claves, dentro
y fuera de Venezuela, saben que hay mucho en juego en el desenlace político en
esa nación.
La determinación de incorporar a Venezuela al Mercosur no tiene mucho que
ver con el comercio, ni con una presunta compensación por la suspensión de
Paraguay . El estancamiento económico del Mercosur es palpable desde hace años
y las tensiones derivadas de medidas proteccionistas intra-grupo son evidentes
en los últimos meses. Cuando se reincorpore, si lo hace, Paraguay, se
exacerbará un problema preexistente y es que difícilmente un nuevo Congreso
paraguayo (con probable mayoría de derecha y centroderecha) ratifique el
ingreso de Venezuela al Mercosur.
En breve, el tema de Venezuela en Mercosur no es comercial ni diplomático;
es geopolítico y estratégico.
Si por alguna razón existiese un clima golpista en la transición
venezolana, el problema para Sudamérica sería mayúsculo. Si se produjera una
ruptura del orden democrático y se instalara un gobierno que diera reversa a
todo lo hecho, las implicancias a lo largo y ancho de la región serían
notables.
De cierto modo, y salvando las diferencias obvias, sería la instalación de
una segunda Guerra Fría ideológica en el continente.
Si la primera Guerra Fría multiplicó las fricciones internas e impidió el
surgimiento de potencias de envergadura en el área, una segunda Guerra Fría
sembrará nuevas tensiones y afectará la ambición de Brasil de convertirse en un poder emergente. De allí el interés de
que el mensaje en Caracas, Washington y otras capitales resuene con claridad:
producir y justificar una situación crítica y descontrolada en Venezuela sería
afectar directamente los intereses de Mercosur.
Para que este razonamiento sea verosímil, el caso de Venezuela requiere un
elemento fundamental ausente en Paraguay: Buenos Aires, Brasilia y Montevideo
deben desplegar una diplomacia activa, discreta y anticipada que eluda el
estallido de una crisis inmanejable. Ese es el tamaño del desafío que se ha
colocado el Mercosur con la incorporación plena de Venezuela.